Está en la página 1de 66

INTEGRANTES

 Gil Arbocco, Carlos Humberto


 Mendoza Chero, Evelyn.
 Ruiz Alcantara, Yadira
Elizabeth.
 Vasquez Garcia, Flor Medali
 Villalobos Pacheco, Diego.

CICLO ACADEMICO:
2019 – I
ASIGNATURA:
Arqueologia Peruana III
PROFESOR :
Dr.(c) Edgar Bracamonte Lévano

EXPOSICIÓN:

Los mochicas en el valle de Moche y Chicama.


LOS MOCHICA EN EL VALLE DE MOCHE

El valle de moche

El Valle de Moche, o Valle de Santa Catalina, es una extensa área de la Región La


Libertad y ubicado en el norte peruano. Este valle se encuentra irrigado en gran parte por
el río Moche. Ha constituido un valle agrícola desde la época precolombina y en la
actualidad contiene asentamientos rurales y urbanos, Trujillo es una de las ciudades más
importantes de este valle. El valle tiene una historia de gran valor cultural durante el
desarrollo de las culturas Moche y Chimú. En este valle se ubican varias ciudades y zonas
agrícolas donde se cultivan entre otros productos la caña de azúcar y espárragos.
Actualmente el riego de sus tierras también es parte del proyecto de ingeniería
hidráulica Chavimochic.

Img 1:Mapa del departamento de la libertad con sus respectivos valles.

LOS MOCHICAS EN EL VALLE DE MOCHE

El valle de moche alberga sitios de la época mochica que son muy relevantes y de gran
importancia, uno de estos es Huacas el sol y la luna, este sitio considerado como la capital
mochica, por su gran imponencia, extensión y complejidad arquitectónica, también se
encuentra Galindo, considerada la ultima capital mochica en este valle para sus ultimas
fases mochica, aparte de estos dos importantes sitios encontramos sitios como Santa Rosa
– Quirihuac y Ciudad de Dios que presenta fuerte evidencia moche y que vendrían a ser
sitios con evidencia moche del pueblo o doméstica.

Img 2: Mapa con las regiones Mochica Norte y Mochica Sur con los principales sitios
arqueológicos.

 HUACA SOL Y LA LUNA

El complejo arqueológico Huacas de Moche se ubica en la margen izquierda de la parte


baja del valle de Moche, conocido también como Santa Catalina, y tiene una extensión
aproximada de 100 hectáreas. Limita por el norte con un afloramiento rocoso que por su
color es conocido como Cerro Negro, por el oeste colinda con el valle; por el sur, con el
desierto que se expande hasta el océano Pacifico, distante a tan solo 5,64 km; y por el
este, con Cerro Blanco, sin lugar a dudas un elemento natural de gran importancia
sagrada. La ciudad de Trujillo, Con traza de origen colonial y capital del departamento
de La Libertad, está a menos de 5 km, a través de la carretera Panamericana Norte, una
conectividad que facilita su visita.

Img 3: Cerro blanco y las faldas huaca de la Luna.

Investigaciones

Huacas de Moche es mencionado en los documentos coloniales tempranos, como bien ha


señalado don Jorge Zevallos Quiñones, pero fue descubierto para la ciencia a fines del
siglo XIX por el arqueólogo alemán Max Uhle, quien publicó el primer plano del sitio.
Posteriormente fue investigado por don Rafael Larco Hoyle en las décadas de 1920 y
1930. Más recientemente fue estudiado por los arqueólogos del proyecto Chan Chan –
Valle de Moche” de las universidades de Harvard y California, desde fines de la década
de 1960 hasta mediados de la década siguiente. El trabajo fue codirigido por Michael
Moseley y Carol Mackey. Sin embargo, no es hasta 1991 donde la universidad nacional
de Trujillo inició el proyecto arqueológico Huacas del Sol y de la Luna gracias al apoyo
inicial de la Fundación Ford era poco lo que sabía sobre el monumento. A pesar de su
reconocida importancia, las huacas estaban abandonadas y en proceso de destrucción,
debido a la erosión generada por los agentes naturales, como los vientos cargados de arena
marina o las lluvias de eventos El Niño.

Img 4: El conservador Ricardo Morales y el arqueólogo Santiago Uceda, codirectores


del proyecto, con el equipo inicial en 1991.
Img 5: Huaca de la Luna al inicio del proyecto: un monumento sin forma ni sentido.

Evidencia arqueológica recuperada

Muchos han sido los descubrimientos realizados durante los últimos 25 años sobre los
moches y Huacas de Moche. Resumiendo los principales resultados se saben ahora, por
ejemplo, que la fachada del templo principal de los moches, Huaca de la Luna, era un
discurso iconográfico policromo y narraba una historia que reforzaba el poder ostentado
por los sacerdotes. Además, se conoce que el volumen actual de las huacas fue el resultado
de la construcción de edificios superpuestos, a lo largo de cientos de años, en un proceso
que enterraba cuidadosamente los edificios más antiguos para lograr mayores alturas y
templos más amplios. Un descubrimiento de enormes implicancias fue que en la
explanada entre Huaca de la Luna y Huaca del Sol existe un conjunto de barrios
perfectamente divididos por calles y callejones, una ciudad donde vivían los servidores
de los templos y los artesanos a cargo de la elaboración de la parafernalia requerida por
las divinidades. Desde el punto de vista de la ciencia, resultó de gran novedad que lo
tradicionalmente conocido como Huaca de la Luna era en realidad dos huacas construidas
en diferentes momentos, una después de la otra: el templo viejo, que se desarrolló entre
los años 50 y 600 d.C., y el templo nuevo o más reciente, que funcionó entre los años 600
y 850 d.C. (y que marca, con claridad, el inicio del declive de la sociedad moche en la
costa norte del Perú).
Img 6:Cuadro cronológico y secuencia de ocupación del complejo arqueológico Huacas
de Moche.
Img 7: Excavaciones en el núcleo urbano, conjuntos arquitectónicos 25 y 21. Al fondo,
Huaca del Sol.
Img 8: Cocina y depósitos del conjunto residencial 5, ubicado en la parte sur del núcleo
urbano.

Img 9:Tres grandes cántaros cara gollete muestran el alto estatus de los ceramistas del
núcleo urbano. Miden 38 cm, 41 cm y 75 cm de alto.

Img 10:La superposición de cinco edificios registrados en el templo viejo de Huaca de


la Luna.
Img 11: Isométrica del templo viejo de Huaca de la Luna, vista de norte a sur.
Img 12: Isométrica de la Plaza Ceremonial del templo viejo de Huaca de la Luna.

 GALINDO

Ubicación

Se encuenta ubicado aproximadamente a veinte kilómetros del mar, en la margen norte


del Valle de Moche y el punto de unión entre su extenso curso costero y estrecho valle
medio.

Img 13: Ubicación de Galindo

Investigaciones

El sitio de Galindo ha sido excavado por Bawdem, el cual corresponde completamente al


periodo cultural Moche V(Bawdem,1982). Siendo entonces a partir de la prospección
superficial sumado a las excavaciones superficiales del sitio decide trabajar la cerámica
que este sitio presenta la cual esta asociado a un Moche V(Bawdem, 1993).

 La cerámica
Las formas cerámicas recurrentes son a típicas botellas asa estribo asi como, floreros,
platos, cuencos con cuello, jarras no antropomorfas, y jarras no utilitarias de base redonda
y anular, la mayoría de estos objetos era de pasta oxidada roja.

Img 14. Jarra con decoración moldeada.


Img 15. Fragmento de cuenco cuadrangular con decoración moldeada.

Img 16. Vasija negra de doble cámara


Los estudios de los cerámica de Galindo dan una perspectiva, que “… las vasijas atípicas
de Galindo reflejan un desarrollo cerámico tardío de Moche V durante los comienzos del
Horizonte Medio”(Bawdem, 1993)

 SANTA ROSA – QUIRIHUAC Y CUIDAD DE DIOS

Investigaciones

Los primeros en investigar estos sitios fueron los del Proyecto Chan Chan - Valle de
Moche. Theresa y John Topic, según las notas de campo existentes, excavaron
parcialmente tres de los grandes conjuntos de viviendas. Durante su reconocimiento en
1991, Billman realizó un registro del sitio de Santa Rosa-Quirihuac, que se complementó
con pequeñas colecciones de muestras de cerámica diagnóstica. En 1997 Brian Billman,
conjuntamente con Gumerman y Briceño, realizaron excavaciones en los dos pueblos
rurales Moche, Santa Rosa-Quirihuac y Ciudad de Dios, ubicados en la parte media del
valle de Moche. El proyecto tenía como un objetivo principal entender el origen del
Estado moche en este valle. Los datos que se han obtenido en estos dos lugares
domésticos, están ayudando a comprender la organización y producción agrícola Moche.

Img 17. Mapa de la costa norte del Perú mostrando la ubicación de los sitios Santa
Rosa-Quirihauc y Ciudad de Dios.

Santa Rosa-Quirihuac
Se ubica en la margen derecha y parte media del valle de Moche, cerca al pueblo de Bello
Horizonte. El sitio está constituido por una alta concentración de estructuras domésticas,
hechas de mampostería de piedra y quincha, que se extienden desde el borde de la
quebrada Santa Rosa hasta la pendiente del cerro, abarcando un área de 14 hectáreas
aproximadamente. Las estructuras de quincha han sido destruidas por la expansión del
pueblo moderno de Bello Horizonte.

Img 18. Plano de Santa Rosa-Quirihuac.

Evidencia arqueológica recuperada

Considerando que la arquitectura no fue bien elaborada, la existencia de pequeños


espacios de vivienda, y la predominancia de cerámica doméstica, podemos establecer que
los agricultores de Santa Rosa-Quirihuac fueron gente común y muy pobres. El tamaño
pequeño de los conjuntos nos estaría indicando que las áreas de vivienda estuvieron
conformadas por familias pequeñas. Teniendo en cuenta las similitudes entre los
conjuntos, las familias fueron relativamente auto suficientes. Ante la falta de grandes
áreas de depósitos y la presencia de pequeños y amorfos fogones en cada conjunto, la
producción fue, probablemente, a un nivel familiar.
Img 19. Vasijas domésticas Gallinazo de Santa Rosa-Quirihuac.

Img 20. Conjunto 3, Santa Rosa-Quirihuac


Img 21. Conjunto 7, Santa Rosa-Quirihuac.
Img. 22:Fogones y depósitos de ceniza del cuarto 1 del Conjunto 8, Santa Rosa-
Quirihuac.

Img 23.Histograma del maíz y frijoles de Santa Rosa-Quirihuac y Ciudad de Dios.

Ciudad de Dios
Está ubicado a 5 kilómetros al este de Santa Rosa-Quirihuac, parte media y margen
derecha del valle Moche, en las faldas de un cerro de donde se desprenden varias
colinas. El sitio comprende 1,3 hectáreas, sobresaliendo cinco grandes conjuntos
arquitectónicos. Al sur se encuentra el Asentamiento Humano de Ciudad de Dios.

Evidencia arqueológica recogida

los habitantes de Ciudad de Dios fueron agricultores. El asentamiento de Ciudad de Dios


fue probablemente ocupado por gente de elite y comunes. El Conjunto 2 posiblemente
representa el lugar doméstico de supervisores de un nivel medio, quienes controlaron la
producción agrícola. Los supervisores, como una manera de recompensar la actividad
realizada por los agricultores, habrían preparado los grandes banquetes. A manera de
hipótesis se plantea que la gran cantidad de finas vasijas de cerámica, que se encuentran
en el sitio de Ciudad de Dios, fueron los objetos que recibieron los supervisores como
una forma de pago a sus servicios prestados. Las investigaciones en Ciudad de Dios han
sido preliminares, por esta razón existen probablemente varias explicaciones sobre las
diversas actividades domésticas que se realizaron en este lugar.

Img 24.Floreros y figurinas de Ciudad de Dios.


Img 25.Excavaciones en el Conjunto 2 de Ciudad de Dios, con detalle de los grandes
batanes.

Img 26. Histograma de la cerámica fina.


Img 27. Tinajas sin cuello de Ciudad de Dios.

La recuperación de tinajas sin cuello, que son generalmente utilizadas en la producción


de la chicha, indica la posibilidad de la preparación de chicha en este lugar. A pesar de
no ser muy comunes las tinajas sin cuello, es interesante su distribución. La totalidad de
tinajas sin cuello han sido encontradas solamente en un cuarto. El cuarto contenía un gran
fogón hecho de adobes que medía más de 80 x 200 cm y un área inmediata con depósitos
de ceniza de aproximadamente 1 m de diámetro. El fogón fue construido por dos hileras
de adobes, separados por 40 cm y estuvo lleno de ceniza y carbón.

Conclusión de los investigadores

La comparación entre los sitios de Santa Rosa-Quirihuac y Ciudad de Dios, refleja la


manera como se dieron los cambios en la producción agrícola durante el proceso de
evolución del Estado moche. Santa Rosa-Quirihuac, un pueblo Moche temprano, con
conjuntos arquitectónicos muy similares y con pequeñas variaciones, parece indicar que
las diferencias en estatus fueron mínimas o no existieron. La presencia de una arquitectura
no bien elaborada, cerámica doméstica con muy pocas vasijas finas, fogones pequeños
sin un tipo de estructura que los soporte, el uso de vasijas para almacenar productos, nos
hace decir que los habitantes de Santa Rosa-Quirihuac fueron muy pobres, con una
producción agrícola de autosuficiencia y a un nivel familiar.

En cambio, en Ciudad de Dios, un asentamiento Moche tardío, la preparación de grandes


comidas o banquetes consumió una parte importante de la producción agrícola. Los
investigadores Proponen, que quienes supervisaron la producción agrícola habrían sido
miembros de la elite, pero de un nivel medio. Como parte de sus obligaciones y para
corresponder el trabajo realizado por los agricultores, los supervisores tuvieron que
ofrecer grandes banquetes, en los que se consumió carne de camélido y chicha.

LOS MOCHICA EN EL VALLE DE CHICAMA

 CERRO MAYAL

 UBICACIÓN

Cerro Mayal se ubica en la costa norte del Perú, en la parte baja del valle de Chicama,
que se extiende al norte del valle de Moche y al sur del valle de Jequetepeque. En relación
al conjunto arquitectónico de Mocollope, Cerro Mayal se encuentra a 1.5km. en dirección
noroeste ubicado sobre u promontorio rocoso que se eleva entre los campos de caña de
azúcar pertenecientes a la Cooperativa Agraria de Producción de Casa Grande.
Figura N° 28: Mapa de Ubicación de Mocollope y Cerro Mayal en el valle de Chicama.

 DESCRIPCIÓN

El Cerro Mayal, es un área plana de forma oblonga, oscurecida por carbón y ceniza. Es
un grupo de ceramistas especializados en producir vasijas decoradas, figurinas
moldeadas, instrumentos musicales y ornamentos muy semejantes a los elaborados en el
taller de Huacas de Moche. El centro de producción en Cerro Mayal consistía en tres
zonas funcionales distintas. En la primera se trabajaba la arcilla cruda y se moldeaban y
pintaban las piezas. En la zona de cocción, que incluía un fogón, se han hallado
concentraciones de combustible (carbón vegetal) y de piezas descartadas o
accidentalmente rotas. Este presenta el taller de producción de cerámica, que esta
localizado en una pequeña depresión, se hallaron grandes cantidades de moldes, piezas
cerámicas no cocidas y masas de arcilla cruda; estas últimas originalmente envueltas con
textiles (Russel etal.1994,1998; Russel y Jackson 2001).

Es significativa la escasez de evidencia de actividades domésticas o de habitación; el área


fue usada principal o exclusivamente para la totalidad de los pasos de la cadena operativa
de manufactura de cerámica. La producción pudo ser organizada por artesanos
independientes, sin control o supervisión directa de las elites, aunque, sus investigadores
propusieron como otra posibilidad que el líder local de Cerro Mayal pudo deber una cuota
de producción al Señor de Mocollope, su superior en términos socio políticos.

 INVESTIGACIONES

El trabajo de campo en el taller del Cerro Mayal fue realizado en el año 1989 y 1992, este
consistió en registro de superficie y excavaciones.

El Proyecto Reconocimiento Arqueológico en el Chicama, fue dirigido por Glenn S.


Russell y Banks L. Leonard,, estuvo destinado al registro de patrones de asentamiento,
que permita entender el desarrollo de la organización política compleja en el Valle.

En 1989, se realizaron mapeos preliminares y colecciones controladas de superficie. Se


registraron moldes y desechos de producción de cerámica de todas las unidades, mientras
que las herramientas, tales como los tornos y pulidores, se recuperaron solo de algunas
unidades. Es útil, el hallazgo de algunos moldes desechados, lo cual implicaría
producción de moldes para su uso en el taller y tal vez para el intercambio.
La primera temporada de excavaciones, (Glenn S. Russell, Banks L. Leonard y Briceño
Rosario, con el apoyo económico de la National Science Foundation), donde estuvieron
destinadas al estudio del taller mismo. Se excavaron un total de nueve unidades, divididas
entre unidades de prueba y excavaciones en área. Las unidades de excavación fueron
cuadradas y rectangulares, con dimensiones entre 1 x 1.5m. hasta 3 x 5m por lado. Se
utilizó un tipo de esquema de muestreo sistemático y detallado para localizar las unidades.
Se recolectaron muestras de suelos de contextos importantes (fue cernido), artefactos y
material orgánico (carbón).

Además, se logró definir las áreas de actividades de producción, especialmente lugares


de quemo y amontonamientos de basura. Los amontonamientos de desechos fueron
ubicados detrás de las áreas de producción y sobre los flancos rocosos de las elevaciones
cercanas que forman el cerro.

 EVIDENCIA MATERIAL
1. CERÁMICA

En el Cerro Mayal, se han registrado los comúnmente llamados como floreros, estos son
los típico cuencos Moches con Bordes expandidos, presentan dos clases diferentes, según
el tamaño: los floreros pequeños, que presentan decoraciones con diseños simples en el
interior, engobe blanco, sencillo y pulimentado en el exterior; mientras que, los floreros
grandes, presentan decoraciones geométricas muy detalladas en el interior y una
decoración geométrica elaborada en el exterior,; estos diseños fueron hechos con pintura
blanca y línea fina.

Otra forma muy común es la jarra mediana de cuello vertical, algunas con caras
moldeadas y otras con caras de aplicaciones en el cuello. Además, se han registrado ollas
pequeñas de cuello corto y evertido, también fueron decoradas con bandas de pintura
blanca y líneas descendentes sobre los exteriores pulimentadas, otras con representación
de figuras humanas y animales modelados y moldeados.

También, se registraron figurinas vacías y solidas con representaciones de humanos y


animales. Botellas con un solo golletee y con asas laterales, planas o en forma de
protuberancia perforada, denominados “cancheros”.

En el área del taller, se han encontrado vasos efije, copas y cuencos con diseños
geométricos y relieves moldeados a presión. Esto indicaría que la producción del taller
estuvo destinada a la demanda de la elite y es claro que en este taller no se produjeron las
vasijas domesticas que predominan en los sitios comunes Moche en el valle Chicama.

Estas evidencias, comúnmente presentan tipos de decoración, como el moldeado, inciso,


pulimentado y pintado pos cocción, usando pintura blanca y roja, ocasionalmente fueron
incisas y pulidas.

Figura 29: Molde de figurina. Figura 30: Fragmento de floreros.

2. ESTRATIGRAFÍA

La estratigrafía del Cerro Mayal, tuvieron cuatro niveles estratigráficos finos, tales como
eventos de arrojar basura o eventos relacionados a superposición de pisos. Esta
estratigrafía varía en gran medida tanto vertical como horizontal, ello significaría que se
tratase de áreas de actividad de corta duración y sometidas a cambios constantes. Todo el
material, desde arriba hasta abajo está relacionado con la manufactura de cerámica, pero
la ubicación exacta de las distintas actividades de manufactura de cerámica estuvo
cambiando continuamente y no llevadas a cabo en espacios arquitectónicos interiores bien
definidos. Se ha registrado la presencia de por lo menos un periodo de marcada deposición
aluvial ocurrida en el sitio. Los niveles estratigráficos superiores parecen estar
fuertemente disturbados por la acción del agua. Probablemente esto sería indicador del
evento de “El Niño”.
Figura 31: Estratigrafía de la excavación en Cerro Mayal.
3. HORNOS

en la excavación 7, se registró un horno de cerámica intacto, que resultaría ser el primero


excavado en la época Moche.

Este horno, es un elemento de quemado oblongo, que parece corresponder al tipo de


“horno en Hoyo”, aproximadamente de 2.5m. de largo y 20 cm. De profundidad, con el
suelo fuertemente quemado. Dentro de la depresión había una capa de ceniza blanca de
varios centímetros de grosor, totalmente de la quema de una planta ribereña local
conocida como “cola de caballo”. Esta capa puede haber servido como elemento base
para el quemado.

Se han encontrado artefactos mezclados con cenizas de carbón de madera, fragmentos de


arcilla bastante quemada con impresiones de tallos de “cola de caballo”.

4. AREAS DE ACTIVIDAD

En Cerro Mayal, se han determinado actividades de manufactura realizadas en el sitio.


Estas son divididas por: áreas de quema intensiva, áreas aparentes de apoyo a la
producción y zonas de habitación.

a. Áreas de quema intensiva


Estas áreas presentan gran cantidad de desechos de producción consistentes en
diversas clases de materiales que se encuentran en hoyos de quema, también,
tiestos, moldes, escoriam cerámica sin quemar, carbón y ceniza. Así mismo, se
han registrado restros de alimentos, conchas marinas y huesos de animales, que
indicarían que la gente consumia alimentos mientras fabricaban las cerámicas.
b. Áreas de apoyo a la producción
Estas áreas se ubican en la parte central de la quebrada, localizados un poco mas
debajo de la zona de producción intensica. Se han registrado basura de producción
como desechos, moldes y escoria, pero fueron escasas, mientras que, las
cerámicas sin quemar fueron registradas en mayor densidad. Es decir, algunos
autores sugieren que las vasijas fueron pulidas en estas áreas de apoyo y quemadas
en otro lugar.
Asimismo, en estas áreas se encontraron una variedad de otras evidencias, como
pisos, cimientos de estructuras efímeras, fogones y basurales.
c. Zonas de habitación
No se han excavado áreas de arquitectura domestica definida, sin embargo, se han
registrado pisos y otros elementos, pero no se han encontrado arquitectura de
adobe o mampostería significativa, esto indicaría que muchas de las áreas de
actividad tuvieron estructuras muy efímeras o que estuvieron en áreas exteriores.

COMPLEJO ARQUEOLOGICO MOCOLLOPE

I. UBICACIÓN:

El Complejo Arqueológico de Mocollope está localizado en la esquina suroeste del Cerro


Mocollope. Se ubica en el distrito de Chocope, provincia de Ascope, y dista 45 km al
norte de la ciudad de Trujillo. Se encuentra a 5 km de la margen derecha del río Chicama
y a 20 km del litoral. El sitio arqueológico tiene aproximadamente 18 hectáreas de
arquitectura.

El complejo arqueológico está dividido en 5 sectores que son Huaca de piedra, Huaca
Larga, Plaza Central, El Castillo y Huaca Chica.

II. ANTECEDENTES:

En una fotografía aérea publicada por Paul Kosok en 1965, se puede observar que el
Complejo Mocollope estaba muy afectado por los huaqueros como se encuentra ahora.
En esos tiempos se podía definir plataformas escalonadas delimitadas por grandes
cercados laterales (Huaca Larga y Huaca Chica) y una plaza central, además de la regular
conservación de la Huaca El Castillo.

Muchos investigadores prestigiosos han visitado Mocollope, como por ejemplo, Richard
Schaedel (1951), Eulogio Garrido (1953), Hans Horkheimer (1965), Paul Kosok (1965),
Marcus Reindel (1993). Posteriormente, arqueólogos norteamericanos visitarían el sitio
como Christopher Attarian (1996, 2003, 2009), Glenn Russeli y Banks Leonard (1992),
Russeli (1999) y los arqueólogos peínanos César Gálvez y Jesús Briceño (2001)

Un investigador alemán de nombre Manáis Reindel (1993), en uno de sus recorridos por
el Complejo Mocollope, localizó murales que los huaqueros en sus excavaciones
clandestinas habían sacado a la luz antes del año 1993. Uno de los muros decorados fue
hallado en la Huaca El Castillo, antes conocido como "Palacio", donde se registró un
muro pintado de estilo Moché con la figura de un sacerdote que por muchos años
permaneció oculto para la arqueología. Otra de las evidencias estaba, al parecer, en la
plataforma más baja de la Huaca Larga donde los huaqueros encontraron también unas
ornamentaciones murales escalonadas o espirales geométricos, aparentemente en una de
las paredes de un recinto enterrado que lamentablemente fue destruido por los huaqueros.

Los Arqueólogos norteamericanos Russeli y Leonard hicieron reconocimientos


arqueológicos del valle de Chicama en 1992; Mocollope era uno de esos sitios. Según sus
investigaciones, el Complejo Mocollope tiene una prolongada ocupación: prehispánica,
conformada por Construcciones de piedra asociadas a cerámica del estilo "Castillo" y
"Puerto Moorin-Salinar", y que en la época Moche el sitio se habría convertido en la
capital de upa unificación política y el Complejo El Brujo en un centro religioso. Ahora
se está pensando que él Complejo El Brujo fue la capital religiosa del vallé dé Chicama
y Mocollope un centro cívico ceremonial.

Russeli y Leonard orientaron su interés en el estudio de sectores residenciales de


Mocollope. Concentrando sus excavaciones en cuatro unidades localizadas al suroeste
de la Huaca Chica con resultados alentadores. En 1999 dan a conocer sus intervenciones
científicas en tres divisiones: La primera división se ubicó en la esquina suroeste de lo
que ahora llamamos la Huaca Chica; la segunda división se ubicó en la esquina suroeste
de la Huaca Larga (parte baja) y la tercera división fue ubicada en la plataforma suroeste
de la Huaca Chica, al norte de la división 1. En la división 1, se identificó una ocupación
doméstica de la cultura Gallinazo (ocupación Moche Tardío).

Mientras tanto, las excavaciones no tuvieron éxito en la División 2, debido a que este
sector Se encontraba fuertemente huaqueado. En cambio, en la División 3
correspondiente a la plataforma sur de la Huaca Chica, se halló cerámica Gallinazo de
varios tipos, lo que ayudó a demostrar que el sitio correspondía a este período cultural.

El arqueólogo Miguel Fiestas intervino en el sitio en 1992, concentrando su atención en


Huaca Larga, que según sus consideraciones se trata de uno de los edificios más grandes
del lugar, con una extensión de 300 m de largo por 125 m de ancho en el lado sur y 65 m
de ancho en el lado norte, y con un eje de proyección noreste-suroeste.
Img 32. Sectores De Cerro Mocollope (Leonard, 1992)

III. EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO MOCOLLOPE EN LAS


DIFERENTES ÉPOCAS CULTURALES

La parte baja del Complejo Mocollope ha sido intensamente alterado partir del siglo XVI,
perdiéndose sitios arqueológicos y seguramente áreas de vegetación típica del monte seco
y campos agrícolas.

Régulo Franco indicó que este fue un centro de orden político y administrativo, en el que
se desarrollaron las culturas Cupisnique, Salinar, Gallinazo, Moche, Lambayeque y
Chimú, entre los periodos 800 años A.C. hasta 1200 D.C.

 Ocupación Cupisnique

En el Complejo Arqueológico Mocollope hay la posibilidad de encontrar restos de esta


cultura que deben estar sepultados a mayores profundidades. Hasta el momento nadie ha
dado a conocer arquitectura de adobes cónicos o troncocónicos de esta época en el sitio.
Regulo Franco es sus recorridos por la base de la montaña en los últimos años,
especialmente por el frente norte, registró en la esquina noreste con vista hacia
Casagrande y sobre una colina, una construcción mediana, no muy grande, con adobes
cónicos y piedra canteada o angulosa. Por la ubicación de esta estructura, se trataría de
un pequeño templo o adoratorio de esta época, asociado en la parte baja a un canal que
bordea la base del cerro. Por si fuera poco, a cierta distancia de la estructura ceremonial
que no había sido mencionada antes por los especialistas, encontró un resbaladero
ceremonial.

 Ocupación Salinar Gallinazo:

Primera época:

En la época Salinar-Gallinazo (200 a.C; - 200 d.C), se construye un templo de piedra al


pie del Cerro Mocollope, orientado hacia el oeste, con rellenos de cascajo y cantos
rodados y con paredes enlucidas con barro. Tiene cuatro- plataformas escalonadas poco
distinguibles, probablemente con muchos recintos enterrados, siendo la plataforma
superior y una de las plataformas inferiores las más angostas. La plataforma superior se
une con extrañas formaciones rocosas del cerro que fueron quizás parte del espacio
sagrado y que representaba la relación directa entre el templo y el culto a la montaña.

En la parte baja, delante de la fachada escalonada de piedra, hay un espacio extendido de


tierra que parece formar una especie de plaza delantera que falta excavar. Ciertamente,
las estructuras de piedras complementarias al templo, hacia el oeste, se encuentran debajo
de las estructuras de la Huaca Larga.

Se observa hada el lado norte del templo, parte baja, una estructura menor de piedra
escalonada más pequeña que tiene dos terrazas, una inferior y otra superior. Esta última
culmina también en una plataforma donde hay una saliente rocosa que posiblemente fue
objeto de culto. Está claro que tanto el templo y la estructura fecundaría lateral fueron
construidos Adaptándose a elevaciones rocosas que conforman parte de la base de la
montaña.

En la intervención en 2013 a cargo de Regulo Franco y su equipo, durante la limpieza de


un pozo de huaquero ubicado al medio de la segunda terraza contada de arriba hacia abajo,
ayudó a definir un cinto construido con lajas de piedra unidas con argamasa de barro y
enlucido con barro. Lo que ha llamó la atención es que este recinto permite inferir que
aquí, en su fase inicial, se le rendía culto a la montaña. Este recinto fue purificado por el
fuego y después fue enterrado, posteriormente, se creó otra plataforma con pisos también
afectados por el fuego, producto de quemas rituales.

Para esta época normalmente se encuentran fragmentos de cerámica de vasijas decoradas


con inciso-punzonado y apliqué. Por ésa razón, los arqueólogos norteamericanos Russell
y Leonard también identificaron varios tipos de Cerámica de los estilos Puerto Moorin-
Salinar y vanos tipos de cerámica Gallinazo en 1999.

Segunda época

En una segunda etapa, el sitio entra en una gran reestructuración arquitectónica Ocurrida
quizás entre 170 a.C. hasta 60 d.C., qué son los fechados obtenidos por los arqueólogos
norteamericanos. El complejo seguramente crece al impulso de un nuevo poder civil Se
construyen estructuras mayores escalonadas de tapia (muro formado con barró sólido)
hacia el lado noroeste de la Huaca de Piedra y éste posiblemente se reutiliza parcialmente,
pues hay muros de tapia junto a los muros de piedra en la cara exterior sur.

Según las excavaciones de Glenn $. Hussell y su equipo en la parte inferior de la Huaca


Chica, publicadas después en 1999, se encontraron recintos de quincha, muros de tapia y
adobe, asociados a pisos superpuestos y rellenos de material suelto con basura y contenido
de restos de flora y fauna. La cerámica hallada en este lugar se compone de vasijas del
estilo Gallinazo, decoradas en negativo. Estos investigadores concluyeron que esta
arquitectura fue una gran plataforma escalonada de naturaleza ceremonial donde se
realizaron actividades de consumo de alimentos.

Es posible, también, que se construyeran estructuras de tapia sobre muros de piedra que
actualmente se encuentran debajo de las plataformas de Huaca Larga, así como una
construcción de medianas proporciones levantada con muros de tapia ubicada al oeste de
la plaza central donde se realizaron actividades ceremoniales.

En esos tiempos, los líderes religiosos probablemente quisieron mantener en vigencia el


culto a la montaña, predilección religiosa que viene de tiempos muy remotos.

 Ocupación Moche
Según Glenn Russell, Mocollope se convierte en la capital del valle bajo del Chicama en
la época Moche (200- 800 d.C.). - Asegura que en este sitio hay una densa ocupación
habitacional de carácter urbano.

Lo que se observa es que en esta época se abandonan las construcciones anteriores (Huaca
de Piedra. Huaca Chica) y sé construyen nuevos edificios que le confieren al sitio un
carácter cívico- ceremonial.

Los restos arquitectónicos de esta época son muchos tanto que el sitio crece
desmesuradamente, sin límites, anexando a Cerro Mayal dentro de su territorio, quizás
con asentamientos más grandes vinculados con la producción agrícola distribuidos en los
terrenos que hoy son ocupados por plantaciones de caña de azúcar.

La Huaca Larga construida con adobes; rectangulares tiene terrazas en desnivel de este a
oeste, con cercaduras divididas. Su construcción habría demandado la participación de
una gran fuerza de trabajo; sin embargo, ha sido fuertemente afectado por los huaqueros,
especialmente la plataforma principal intermedia. Aquí en una de las fosas mayores, se
ha observado una superposición, de estructuras arquitectónicas: Los más antiguos son
muros de piedra, luego vienen los muros de tapia y cubiertas totalmente por rellenos y
muros de adobe. No hay todavía ninguna seguridad de la cronología de estos muros pero
hipotéticamente podemos indicar que las estructuras arquitectónicas tienen afiliación
Gallinazo, Gallínazo/Moche y Moche Temprano.

 EL CASTILLO:

La Huaca El Castillo se ubica al oeste del Complejo Mocollope. Es considerado como


una de las mayores construcciones del sitio, orientada hacia la dirección de la montaña.
A simple vista se asemeja a las murallas de Chan Chan, aunque este edificio es más
antiguo; y representa un buen antecedente de las llamadas "ciudadelas". Por el momento,
las evidencias recientes halladas en está huaca determinan que ha tenido una función
ceremonial, donde se localizan recintos con: diferentes funciones, depósitos, espacios
libre y un patio ceremonial con una fachada escalonada que estaba totalmente
ornamentada con representaciones mágicas religiosas del mundo moche.

IV. ARQUITECTURA
 Arquitectura Ceremonial:
La Huaca el Castillo es una construcción amurallada de adobe de forma rectangular, con
muros altos de corte trapezoidal, que alcanzan 15 m de alto aproximadamente y tienen un
ancho promedio de 3m. su dimensiones totales son de 75m x 50m. la parte interior tienen
sectores diferenciados: hay dos grandes espacios rectangulares con eje este-oeste uno al
norte y otro al sur, divididos por un muro (sectores A y B). El esoacio del sector norte
(A), tiene compartimientos hacia el lado este y un montículo p plataforma orientada hacia
el lado oeste. El espacio del sector sur (B) hasta donde pudieron observar tiene un patio
ceremonial con banquetas laterales hacia el lado sur y un frente principal con terrazas
ubicado hacia el lado oeste que estaba decorado con pinturas murales policromas.

El sistema de construcción es a base de rellenos modulares. Los adobes fueron colocados


en posición de soga, unidos con argamasa de barro. Los adobes más tempranos para
Moche fueron fabricados utilizando moldes de caña, los adobes tardíos fueron hechos con
gaberas El hallazgo de adobes con marca de fabricante se relaciona con las fases de
ocupación tardías similares a los adobes que aparecen en los rellenos constructivos de la
Huaca Cao Viejo del Complejo El Brujo.

Las terrazas superiores de la última fase constructiva no han sido encontradas debido a
que fueron destruidas por los excavadores clandestinos. En los escombros se encontraron
algunos fragmentos con figuras en alto relieve policromados que formaban parte quizás
de las terrazas superiores y que lamentablemente fueron destruidas por los huaqueros.

 Secuencia arquitectónica:

La secuencia arquitectónica se establece del 200 - 800 d.C. y tiene que ver con la~
superposición de estructuras de la fachada del lado oeste donde se encontraban las terrazas
ornamentadas. Trataremos de explicar cómo este frente ha modificado estructuralmente,
de Id' antiguo a lo reciente.

Edificio D

Es considerado hasta donde se conoce- corno la construcción más antigua de El Castillo.


El pozo de huaquero; profundo qué se encontró al centro de la parte baja de la fachada
escalonada nos ayuda a visualizar a mayores profundidades un muro de adobe con la cara
orientada hacia el este, que ha sido cubierto con tierra fina, cascajo y finalmente cubierto
con rellenos modulares de adobe. En las capas profundas de tierra se recuperaron
fragmentos de cerámica de tipo Gallinazo, quizás reutilizados, pero esto no
necesariamente determina la cronología del muro subyacente.

Edificio C

Cubre por completo el edificio D con un gran volumen de relleno de bloques de adobe
tramado. Se construye, tiempo después, una fachada decorada con cara hacia la montaña,
con una sola terraza que descansa en un piso que es el nivel de un patio ceremonial
delantero. Lo poco que se ha encontrado, da un idea general que en este muro habían
pinturas murales con la representación de sacerdotes aparentemente tomados de la mano.
En el muro inferior de la terraza del lado este, hubo representaciones de guerreros Moche
con armas y escudos que en parte son los nuevos descubrimientos que se realizaron.

Edificio B:

Esta construcción cubre parcialmente el edificio C en la esquina suroeste, alterando la


fachada ornamentada con la construcción de dos bloques esquinados que en planta forman
un zig-zag. Es posible que en esta fase se repitieran las mismas representaciones
pictóricas, porque sólo se han registrado siluetas humanas de extremidades inferiores
quizás de prisioneros. Este edificio se encuentra asociado a dos pisos superpuestos. El
hallazgo de chorreras de lluvia sobre las superficies de los muros lleva a asegurar que las
lluvias ocasionadas por el Fenómeno El Niño cayeron sobré el sitio, dejando sedimentos
sobre el piso dé la terraza del lado este. Posiblemente la causa de la remodelación de este
edificio fue por las lluvias que cayeron sobre las estructuras.

Edificio A:
Las evidencias arquitectónicas que corresponden a este edificio fueron irremediablemente
destruidas por los huaqueros. A juzgar por los pocos fragmentos de relieves policromados
encontrados en el lugar, es posible que la
fachada escalonada del edificio anterior se
mantuvo o sus pinturas fueron remodeladas,
y que la terraza superior tenía
representaciones de figuras en alto relieve
policromadas. Por analogía, quizás en esta
terraza estaba la representación de la
divinidad Moche conocida como El
Decapitador parecido a las representaciones
existentes en las Huacas de Cao Viejo y la
Luna.

En suma, el discurso iconográfico en este


frente tuvo un contenido mágico-religioso
que expresaba, contundentemente, el manejo
y él poder ideológico de la élite sacerdotal
Moche dirigidos a los asistentes a este
Img 33. Secuencia arquitectónica de El
recinto ceremonial.
Castillo

V. HALLAZGOS ARQUEOLOGICOS

Las excavaciones realizadas en el año 2003, en el lado suroeste del Castillo, permitieron
extraer primero una gruesa capa de escombros con muchos pozos de huaquero, entre estos
un pozo central. Al limpiar la capa de escombros conformada por adobes y tierra suelta,
a vetes semi compacta, se recuperaron muchos objetos extraídos por los huaqueros
provenientes; seguramente, de los niveles inferiores donde se localizaban las ofrendas.
Estos materiales son fragmentos, finos de cerámica Moche de color negro bruñido- con
incisiones e incrustaciones, fragmentos de textiles y placas metálicas.

1. Entierro En Cámara Simple


Antes de lleguen al entierro, retiraron capas de tierra compactadas por las lluvias,
removidas por los huaqueros, con huesos humanos sueltos, moluscos, restos vegetales,
fragmentos de cerámica, diez husos para tejer fabricados en madera, un fragmento de
vasija Moche conocido como "florero", restos de camélidos tiernos y una lámina de cobre.
Felizmente los huaqueros no llegaron al nivel del entierro, pero estuvieron muy cerca.

Se descubrió un espacio rectangular preparado como tumba dentro de un relleno de


adobes. Dentro de este espacio se hallaron los huesos desarticulados de un individuo
aparentemente joven, de 1,69 m de estatura que estaba originalmente extendido de
espaldas de este a oeste, con el cráneo orientado hacia el oeste. La mandíbula inferior se
encontraba desfasada hacia adelante con problemas patológicos en el lado derecho, con
pérdida de una porción del tejido Óseo y dos dientes desgastados. El cuerpo estaba
incompleto y desarticulado en tres secciones separadas intencionalmente, donde además
se notó la ausencia de las extremidades superiores, observándose en uno de los fémures
signos de osteoporosis. Asimismo, se encontraron dos dientes y huesos pequeños del pie
la mano, dispersos.

Se ha constatado que este individuo esclavo enterrado dentro de un ataúd de cañas de 30


cm de altura por casi 2 m de longitud que después de un tiempo sus restos fueron alterados
intencionalmente por lis Moche, cuando aún el cuerpo tenia conservada la piel que
después fue atacada por las moscas, debido al hallazgo de la pupas de estos insectos.

Las ofrendas, que lo acompañaban fueron cuatro cántaros-efigie de filiación Moche


Tardío, pintados de color crema sobre la base de tono naranja propio de la arcilla cocida.
Tres de estos cantaros-efigie corresponden a las figuras de guerreros parecido y el cuarto
corresponde a un prisionero.

Una de las preguntas que tanto se hacen los investigadores es ¿Quién fue ese individuo
joven que tiene lesiones de consideración en sus huesos? Por las características de su
estructura esquelética y las ofrendas que lo acompañaban, podemos señalar que se trataría
de un guerrero que en vida participaba en las batallas rituales y que después fue
sacrificado y enterrado al pie de la fachada escalonada de este sector. Lo que ha llamado
la atención es la manipulación y desarticulación de sus restos, que no es una novedad para
Moche, porque antes ya se habían encontrado entierros con estas características de
manipulación en diez tumbas de la Plataforma Uhle de la Huaca de la Luna, asociados a
cerámica Moche de las fases I a V; en su mayoría eran individuos masculinos entre 35-
50 años, asociados a una serie de artículos correspondientes a los señores Moche. Existe
la posibilidad que la inhumación original del entierro de este joven guerrero se habría
producido durante el funcionamiento del edificio de la época Tardía, y cuando éste fue
abandonado, fue exhumado y manipulado para fines rituales.

Img 35.Cantaros escultóricos de cerámica


moche asociados al entierro

Img 34.Entierro moche disturbado


ritualmente encontrado debajo del piso del
patio ceremonial

2. Pinturas murales inéditas

El mural polícromo que inicialmente fue registrado por el alemán Marckus Reindel, fue
definitivamente ubicado por el equipo de investigación de Regulo Franco en el ángulo
suroeste de El Castillo. Se trata de un muro de 1,50 m de altura en mal estado de
conservación, con la representación incompleta del cuerpo de un sacerdote Moche. Una
reconstrucción hipotética nos permite describirlo con una vincha ancha y diadema en
forma de un trapecio invertido, pintado de color amarillo. Tenía pintura facial alrededor
de la boca y orejeras doradas.

La forma de este sacerdote se puede comparar con otras figuras con otras figuras
parecidas que fueron descubiertas en una de las terrazas inferiores de las fachadas de las
Huacas de Cao Viejo y La Luna. La cronología de estas representaciones corresponde a
la época Moche Tardío. Por el vestido reticulado de estos personajes, es posible
considerarlos como sacerdotes que aparece en la iconografía de la cerámica Moche

Img 36.Pintura mural registrada por Reindel en 1993 y reconstrucción hipotética


Un hallazgo inédito descubierto por nosotros es una pintura mural asociada a un muro
lateral del patio ceremonial delantero que formaba parte de unas terrazas correspondiente
al antepenúltimo edificio (edificio C), y se trata de la representación de dos guerreros en
columna que se encaminan hacia la dirección de la montaña. La altura de estos personajes
es de aproximadamente 1,15 m, y tienen como característica la de poseer un casco cónico,
orejeras, un vestido que remata en flecos y un protector coxal en la parte posterior. En las
manos sujetan un escudo y una porra apoyada en el hombro que lleva despojos de los
vencidos. La policromía está basada en los colores naranja, rojo, púrpura,-gris, negro,
blanco y amarillo.

En el muro inferior de la fachada I escalonada, asignado al penúltimo edificio (edificio


B), se encontraron fragmentos de piernas, quizás de prisioneros desnudos, lo que da una
idea general que la representación completa en la época Moche era seguramente de
guerreros y prisioneros, parecidos a los murales en alto relieve y policromadas que se
descubrieron también en las Huacas de Cao Viejo y la Huaca de la Luna.

En efecto, podemos decir que en los distintas fases de ocupación de este frente escalonado
habían representaciones murales con un discurso de contenido mágica-religioso,-que
estaba asociado alas divinidad protectora, benefactora o divinidad de la montaña y a
escenas ceremoniales de la vida real como danzas y batallas rituales que tenían la
intención de propiciar el mundo doméstico. El hecho que estás expresiones murales de la
Huaca El Castillo sean parecidas a las representaciones de la Huaca Cao Viejo, reflejaría
de algún modo que Mocollope dependía de la autoridad religiosa instalada en el Complejo
El Brujo.

Img 37.Mural inédito


 COMPLEJO ARQUEOLÓGICO EL BRUJO
1. UBICACIÓN:

El complejo arqueológico El Brujo en uno de los sitios arqueológicos más


importantes de la costa norte del Perú, conformado a su vez por Huaca Prieta y
Huaca Cortada. Se encuentra ubicado en el valle del río Chicama, a unos 6km del
distrito de Magdalena de Cao, provincia de Ascope, departamento de La Libertad,
aproximadamente a unos 60 km al norte de la ciudad de Trujillo.

El valle del río Chicama fue uno de los escenarios en donde se desarrolló la
sociedad Moche y Huaca Cao, ubicado en el Complejo Arqueológico El Brujo no
fue ajeno a este desarrollo. El río Chicama forma uno de los 52 valles de la costa
peruana y es uno de los ríos de escorrentía permanente de la costa norte que se
originan en las altas montañas y vierten sus aguas en el Océano Pacífico. Se
encuentra aproximadamente a 616 km de Lima y a unos 45 km al norte de la
ciudad de Trujillo.
Ilustración 38 Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

Ilustración 39 Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

2. Investigadores: Desde el año 1990 este sitio estuvo siendo investigado por los
arqueólogos del Proyecto Arqueológico Complejo El Brujo a cargo del
arqueólogo Régulo Franco, financiados por la Fundación Wiese y con el apoyo de
la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) y el IRC - La Libertad.
Este complejo está conformado por las pirámides mochicas de Cao Viejo y Huaca
Cortada, además de un conjunto de restos de la época prehispánica y colonial
repartidos en una amplia área desértica de forma triangular. Estas se ubican sobre
la margen derecha del río Chicama, muy cerca al litoral del Océano Pacífico, en
el distrito de Magdalena de Cao, provincia de Ascope, departamento de La
Libertad en el norte del Perú. Las huacas de El Brujo fueron uno de los más
importantes centros religiosos y políticos de la cultura Moche (100 - 750 d.C.),
así como unas de las más bellas pirámides construidas en el valle de Chicama.
Estas construcciones ofrecen un maravilloso arte mural pues la mayoría de sus
muros y paredes están adornados con representaciones en alto relieve usando
variados colores. Los investigadores han determinado que los Mochicas tenían
un estricto patrón o modelo al momento de construir sus edificios principales. Este
consistía en la construcción de 2 pirámides separadas por un amplio espacio, plano
y vacío, en alusión a la creencia de que el cosmos estaba formado por dos fuerzas
o entidades opuestas, pero complementarias. En el caso del CAEB (Complejo
Arqueológico El Brujo) estas dos pirámides son Cao Viejo y Huaca Cortada.
También se puede ver este modelo reproducido en el sitio arqueológico de Licapa
(valle de Chicama) y en las Huacas de Moche -más conocidas como Huacas del
Sol y La Luna- (Franco, Gálvez y Vásquez 2001)
Al excavar exhaustivamente una de estas pirámides, la de Cao viejo, determinaron
el patrón al interior de las pirámides. Este consiste en un edificio piramidal
(Pirámide Principal) con una Plaza Ceremonial amurallada y un Anexo o
plataforma larga a un lado de la plaza. Para acceder a la cima de la pirámide,
donde se encuentran las habitaciones más importantes, se usó una larga rampa
ubicada a un lado de la plaza. En una esquina de la misma se ubica un recinto
especial llamado Recinto Ceremonial, pues está decorado en todas sus paredes
con frisos representando escenas míticas. En la cima, hay un Patio Ceremonial,
semejante a la Plaza Ceremonial, pero en dimensiones reducidas, con su propio
Recinto Ceremonial. Al frente, y dando vista a la Plaza Principal una última
plataforma (Plataforma Principal) sirve de base al Altar, la más sagrada y máxima
estructura en importancia de todo este complejo arquitectónico (Franco, Gálvez y
Vásquez 2003).

 HUACA CAO VIEJO

Cao Viejo es el nombre de una de las más importantes pirámides construidas por los
mochicas, fue el principal centro religioso y administrativo de dicha cultura en el valle de
Chicama (costa norte del Perú). Es una pirámide trunca formada por la superposición de
plataformas de las cuales se reconocen siete edificios (A a G) superpuestos (Franco et al.
1996).dándole un aspecto escalonado (120 m. de largo por 100 m. de ancho por 31 m. de
alto). Su orientación es rumbo norte. Hacia esa misma orientación hay una plaza, más
larga que ancha, rodeada por una muralla.

Los trabajos de investigación arqueológica llevados a cabo a lo largo de varios años


(desde 1990) por el Proyecto Arqueológico Complejo El Brujo determinaron, que los
principales componentes arquitectónicos de esta huaca son: (1) Pirámide de bordes
escalonados, sobre la cual se ubican el Patio Ceremonial, el Recinto Ceremonial, la
Plataforma Principal y el Altar. (2) Plaza Ceremonial, con el Recinto Ceremonial en una
de sus esquinas, (3) Anexo junto con la rampa por la que ascendía desde el nivel de la
Plaza Ceremonial a lo alto de la pirámide.

1. Materiales de construcción
a) Adobes
Los adobes son los materiales constructivos más comunes de la Huaca Cao Viejo.
Sobre estos se dibujaron símbolos llamados "marcas de fabricante", de los que se
han identificado al menos 120 diferentes (Franco, Gálvez y Vásquez 2001). Se
deduce que estas marcas representan a diferentes comunidades o pueblos
mochicas que tributaron a la autoridad central de esta huaca contribuyendo con
adobes para su construcción, dejando constancia, a través de las marcas, de la
cantidad entregada. La tipología básica en este edificio se refiere a los adobes
rectangulares, plano-convexos o hemisféricos, cuadrados y cilíndricos (C. A.
Gálvez, A. Murga, D. Vargas y H. Ríos 2003).
 Adobes rectangulares: elaborados mediante la técnica del moldeado, y son
los más comunes. A su vez estos se clasifican en:
 Rectangulares planos: algunos poseen marcas de gavera de carricillo y
predominan en los edificios C, D, E, F y G.
 Rectangulares altos: fueron moldeados en gavera de carricillo o de caña de
guayaquil chancada y conforman los edificios A Y B.
 Adobes plano-convexos: Están presentes como relleno del Edificio D, este
mismo se utilizó en la plaza ceremonial y la plataforma superior de la Huaca Cao
Viejo para cubrir los espacios arquitectónicos del Edificio E, que es más
temprano. Este tipo de adobes tiene medidas muy variadas; el largo, ancho y altura
máximos son de 34, 27 y 16 cm, respectivamente. Los más resistentes son de barro
amarillento y los menos resistentes de color gris (C. A. Gálvez, A. Murga, D.
Vargas y H. Ríos 2003).
 Adobes cuadrados: Estos pueden ser cuadrados propiamente dichos o también
pueden tener una mínima diferencia en sus lados, debido a razones tecnológicas.
Son adobes especiales para la construcción de las columnas de los recintos de los
edificios D y E en el frontis oeste y en la plataforma superior de la Huaca Cao
Viejo. Los adobes fueron hechos con arcilla amarillenta y muestran la impronta
de la gavera de carricillo (Phragmites comunis). Sus dimensiones son las
siguientes: 33 x 33 x 9 cm; 40 x 35 x 9; 24
 Adobes cilíndricos: Este tipo de adobes lo podemos encontrar en los recintos con
hornacinas ubicados al suroeste del patio ceremonial que existe en la plataforma
superior del Edificio D de la Huaca Cao Viejo, y ésta mide 28 cm de diámetro y
25 cm de altura. La materia prima es de color grisáceo y es muy resistente.
 Adobitos: Están presentes en el forado prehispánico existente en la Plataforma 1
(PL1), inmediatamente al norte del recinto ceremonial (RE1) del Edificio A.
Cronológicamente corresponden al Edificio C, debieron formar parte de una
estructura que tuvo relieves, esto se deduce porque la mayoría de estos adobitos
muestra en una de sus caras incisiones y pintura de color gris y amarillo. Las
dimensiones son variadas en longitud (14 a 17 cm), siendo el ancho y la altura
coincidentes (5 cm).
b) Barro: Este material forma parte de las estructuras y fue colocado sobre cada
capa de adobes, y también fue usado en la preparación de los pisos, el
pañeteado de los paramentos y para enlucir las columnas y otros elementos
arquitectónicos. En estos casos el barro no difiere mucho del material de los
adobes; sin embargo, en los enlucidos se usó una mayor proporción de arena,
que era colocada sobre el pañeteado para darle una textura lisa y evitar el
agrietamiento (C. A. Gálvez, A. Murga, D. Vargas y H. Ríos 2003).
c) Madera
 Algarrobo (Prosopis sp.) y Espino (Acacia macracantha). Estas
corresponden a horcones, de los cuales se han encontrado varias muestras
en la plaza ceremonial, asociadas al paramento con el desfile de
prisioneros y guerreros. También se encontró vigas de algarrobo y espino
en la cubierta de Tumbas o también sirvieron como soporte de la cubierta
de adobes apoyados que forman ángulo de las tumbas.
 Caña brava (Gynerium sagittatum): La caña brava fue usada en las
cubiertas de los recintos colocándola sobre las vigas.
 Caña guayaquil (Guadua angustifolia): Se ha encontrado la impronta de
este material en el mortero de las cubiertas recuperado al interior del
Recinto 1, y en la estructura interna del edificio, aparentemente con la
finalidad de delimitar tareas o bien por razones de estabilidad estructural.
2. Técnicas
Entre ellas tenemos 2 técnicas que se emplearon para la edificación de huaca cao
viejo:
a) Técnica de cámaras rellenas: consiste en conformar mediante muro perimétricos
de adobe un conjunto de cámara destinado a tener rellenos de piedra o arena y
luego eran sellados. El adosamiento de estas cámaras, una al lado de la otra en
alineamiento ortogonal, generaba una retícula o emparrillado. Una vez rellenadas
las cámaras, eran selladas con un piso, dando lugar a un nuevo nivel. (Chirinos y
Zarate 2011)
b) Bloques de adobe tramado: consiste en levantar grandes columnas o bloques
formados por la superposición de muchas capas o hileras de adobes ordenados en
sentidos diferentes. La sección de estas columnas mide varios metros por lado. El
aumento del volumen de las pirámides se logró mediante el adosamiento y
superposición de estos bloques. (Chirinos y Zarate 2011)

3. Cronologías y Fases Constructivas de Cao Viejo


En Huaca Cao se ha evidenciado que su construcción se basa en la superposición
de por lo menos cuatro edificios, en donde se hacía una “renovación de templos”;
es decir el templo viejo era en terrado para crear sobre él una plataforma más
amplia y elevada. Huaca Cao contiene elementos arquitectónicos bien
diferenciados: un edificio piramidal con los cuatro lados escalonados y con una
superficie superior trunca o plana orientada hacia el norte.
Ilustración 40. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAO PAG. 97

 Primer edificio:
Considerado el más antiguo por el mismo hecho de estas en lo más profundo (ley
de superposición). Se encuentran evidencias en el nivel superior, en los recintos
laterales del lado oeste con pintura mural de color rojo. Se encuentra también
una decoración en el patio ceremonial, especialmente en el muro sur, decorado
con pintura polícroma y con figuras de peces bicéfalos. Los colores que se usaron
fueron: rojo, amarillo, negro y blanco.

Ilustración 11. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAEO. PAG. 106

 Segundo edificio:
Para la construcción de este segundo edificio, se llevó a cabo con el “entierro”
del primer edificio. Mediante se realizaba este entierro, el segundo edificio
aumentaba sus medidas constructivas, con mayor cantidad de recintos en donde
vemos que se desarrolló la actividad ceremonial con mayor porcentaje. Es en
este edifico donde aparece el entierro de la Dama de Cao, específicamente en el
recinto esquinero con acceso hacia el norte y a su vez aparece la imagen de unos
de los personajes principales del panteón moche: el “Decapitador”,
considerándose a este recinto como el más importante. En el patio ceremonial se
encuentran murales con iconografías marinas de rayas y lifes; y para la esquina
noreste se encuentra la representación de un felino estilizado. Se utilizaron los
colores amarrillo ocre, rosado, blanco, azul gris, y negro.

Ilustración 42.FUENTE EL BRUJO. HUACA CAO. PAG. 116

 Tercer edificio:
La construcción de este tercer edificio se dio igual que para el segundo (un previo
enterramiento del edificio anterior) esto hizo que ganara altura y volumen. Algo
muy interesante que se puede observar en este edificio es el cambio que tiene la
iconografía, que pasa de representaciones marinas a representaciones de posibles
conflictos armados y sacrificios humanos.
En la fachada norte se puede evidenciar unos 4 escalones que muestran diferente
iconografía. Del primer escalón solo se evidencia la pintura que en su momento
fue de color blanca. El segundo escalón está decorado con relieves polícromos
representado a personajes llamados “oficiantes”, el tercer escalón muestra la
representación de “la escena del sacrificio” en el cual se puede notar a un
personaje principal portando en su mano derecha un cuchillo tumi y con su mano
izquierda arrastra a otro personaje de los cabellos. El cuarto escalón muestra la
decoración con relieves de peces estilizados. Para la siguiente construcción se
hizo una ofrenda bastante peculiar, ídolos de madera y una osamenta de
sacrificio.
Ilustración 43. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAO PAG. 136

 Cuarto edificio:
Para esta construcción, como ya se mencionó anteriormente, se hizo el entierro
del edificio tres. En este edificio se muestran dos fases de remodelación, una
primera fue cuando el piso de la antigua plaza fue solo arreglado y cubierto con
un nuevo acabado iniciándose así la construcción del recinto esquinero; y el
segundo en donde la plaza fue totalmente sellada con un relleno de adobes de 3
m de alto. En lo que respecta a la fachada norte, nos muestra las evidencias de
tres escalones. El primer escalón muestra una fila de 10 prisioneros sujetados
por una soga al cuello, siendo conducidos por un guerrero. El segundo escalón
muestra a los llamados “oficiantes” que están sujetos de las manos y el tercer
escalón muestra a un ser antropomorfo portando un tumi. En el recinto esquinero
se encuentra un muro en donde se puede observar a varios personajes realizando
lo que parecer ser actividades de la vida cotidiana, los expertos definen a este
muro como una clara representación de creencias míticas.
Ilustración 44. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAO. PAG. 163

4. Arquitectura ritual e Iconografía en Cao Viejo

Las pirámides mochicas fueron diseñadas y construidas como una representación


simbólica del cosmos, del mundo que los mochicas veían y entendían. Por ello cada
espacio de la pirámide es parte del circuito ceremonial, y la forma, dimensión y
decoración de cada ambiente responde a estas exigencias.

La Plaza Ceremonial es una explanada nivelada artificialmente que se ubica frente a la


Pirámide Principal, es el primer espacio que ve el visitante y el más grande. En este lugar
se llevaron a cabo ceremonias que congregaban gran cantidad de personas, como
ofrendas, sacrificios humanos o el entierro de algún curaca (gobernante). Mide
aproximadamente 140 metros de largo por 75 metros de ancho (Franco, Gálvez y Vásquez
2001b).

En la esquina que forman La Plaza Ceremonial con la Pirámide Principal se construyó


una pequeña habitación llamada el "Recinto Ceremonial". En tres de sus paredes
exteriores se modeló y pintó sendos frisos de intrincado diseño que representan un
calendario ceremonial. Las caras interiores de los muros de este Recinto Ceremonial
estuvieron pintadas de color blanco (Franco y Vilela 2003). Los mochicas creían que los
seres vivos en la tierra tienen en el cielo a sus progenitores, quienes se encargan de su
cuidado y multiplicación, y que las estrellas del firmamento y los animales o insectos
representaban en nuestro mundo a dichas fuerzas que movían a la naturaleza.
Se han estudiado detenidamente estas representaciones, a las que se les ha llamado "temas
complejos", pues sobre cada uno de los tres muros decorados han identificado siete
diferentes historias o narraciones (temas complejos) que tratan sobre los orígenes y
fundamentos del mundo, así como sobre el orden y estructuración de la sociedad mochica
(Franco y Vilela 2003).

Ilustración 45 Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo. El calendario mítico


En un extremo de la Plaza, haciendo ángulo recto con la Pirámide Principal los arquitectos
mochicas construyeron una larga y angosta plataforma desde donde se podía observar
todo lo que acontecía en la Plaza Ceremonial. Hoy en día se le conoce como "El Anexo".
Sus muros estuvieron adornados con bellos frisos alusivos a las actividades que se
celebraban en dicha plaza. A lo largo de su vida el anexo gozó de ampliaciones y
remodelaciones. La fachada de la Pirámide Principal está orientada dando frente a la Plaza
Ceremonial. En cada una de sus plataformas se presenta un friso diferente. Debido al
estado ruinoso de este edificio se han conservado mejor los diseños de los tres primeros
niveles. En el primer nivel está el friso de "Los Prisioneros". Representa a personas
desnudas amarradas por el cuello que desfilan guiadas por un guerrero. En la segunda
plataforma están "Los Danzantes". El diseño muestra a personas vestidas con una túnica
larga de color rojo, quienes están tomados de la mano y mirando de frente. Sobre el muro
de la tercera plataforma esta la imagen del "Decapitador", que es un ser fantástico, mitad
araña mitad persona, llamado así pues en su mano derecha porta un tumi (cuchillo) y en
su mano izquierda una cabeza cortada. Los arqueólogos lo han identificado como
Aiapaec, el "dios de la Montaña", el dador de la lluvia y por ende, del agua de los ríos,
indispensables para alimentar los canales que riegan los campos de cultivo.

La parte baja (Plaza Ceremonial, Anexo y Recinto Ceremonial) se comunica con la parte
alta, la cima de la Pirámide Principal (Patio Ceremonial, Segundo Recinto Ceremonial,
Plataforma Principal y Altar) por una larga rampa que corre adosada al Anexo, en un
inicio y luego se apoya en la fachada de la Pirámide Principal trazando un recorrido en
zigzag. En la cima está el Patio Ceremonial, que es el ambiente para las celebraciones que
reunían sólo a los nobles mochicas. En su trazo es similar a la Plaza Ceremonial, pero
ésta es de menor tamaño, restringiendo el número de personas que caben en ella y por
ello exclusiva. Fue adornado con símbolos religiosos de la mayor importancia. En
diferentes etapas de esta pirámide, los motivos representados en este patio fueron
distintos. Así, para la etapa constructiva llamada Edificio D, el motivo representado en
alto relieve es un ser con cabeza de pez y cuerpo de serpiente. El diseño consiste en bandas
diagonales dentro de las que se repite este mismo motivo. Usaron los colores blanco,
amarillo, rojo, negro, rosado y azul grisáceo (Franco, Gálvez y Vásquez 2001a).

En el lado norte del Patio Ceremonial, se han encontraron un muro derruido que colapsó
por acción de fuertes lluvias. Al levantarlo, pensando que eran solo escombros,
encontraron que en una de las caras de los adobes de dicho muro había restos de un friso.
Al unir todos los adobes pudieron reconocer el diseño: paneles en forma de rombos y
triángulos enmarcan el altorrelieve de un rostro feroz con ojos saltones y mirada
penetrante, nariz ancha y prominente boca con grandes colmillos, enmarcado en una
guardilla de serpientes. En los paneles triangulares se repite, en pequeño, el mismo rostro
fiero de los paneles romboidales, pero en éstos destacan un par de cuellos largos que
rematan en cabeza de aves que brotan de la parte inferior de dichos rostros. El marco de
los paneles es de color rojo y negro, el fondo de la guardilla de serpientes es azul-grisáceo,
las serpientes son de color amarillo y el fondo de todo lo demás es blanco. Este friso es
muy similar a los que hay en los muros del Patio Ceremonial en la cima de la Huaca de
la Luna en el valle de Moche. (Franco, Gálvez y Vásquez 2003).

El Recinto Ceremonial (el ubicado en la cima, en una esquina del Patio Ceremonial) es la
habitación donde los sacerdotes mochicas hacían los sacrificios e invocaban augurios para
los nobles. Sus muros exteriores están decorados con las imágenes de Aiapaec, llamado
"el degollador": es un alto relieve mostrando a un personaje de pie en posición frontal,
con rostro fiero y grandes colmillos, tiene el mentón y las cejas resaltados con tocado en
forma de media luna (en posición invertida). Viste un "unku" (túnica) corto y taparrabo.
Luce un pectoral de forma circular. Muestra uñas largas y sus manos sostienen, la de la
izquierda una cabeza degollada, y la de la derecha un cuchillo.

Ilustración 46. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo. Reconstrucción de la


Fachada principal

5. LA TUMBA DE LA SEÑORA DE CAO


En el año 2005 se descubrió la tumba de la Señora de Cao en el interior de un recinto
mausoleo ubicado en la esquina superior noroeste de la Huaca Cao Viejo (Franco, 2008,
2012). El recinto que contuvo la tumba está ornamentado con representaciones alusivas
al mundo mágico religioso Moche, representaciones estilizadas del pez life
(Trichomycterus sp.) de agua dulce, el felino estilizado conocido como “animal lunar”
representado dentro de escaques, peces marinos y la representación en la cara principal
de un recinto esquinero, también en escaques, de la imagen de la Divinidad de la Montaña,
en su versión del inframundo que se encuentra acompañada de dos cóndores y dos
serpientes. El arte pictórico de este recinto es notable, resaltan los colores rojo, blanco,
negro, azul, rosado, marrón, verde olivo, todos de origen mineral. La tumba se descubrió
al interior de una fosa de 2.5 m de profundidad. En la base se encontraba un fardo
funerario en extraordinario estado de conservación, acompañado a un costado de los
restos de una mujer adolescente que había sido estrangulada; además, hacia el sur, habían
unas vasijas de cerámica finas y llanas, entre estas dos hermosas piezas, una con la
representación de una escena de curanderismo y la otra con la efigie de un señor noble.
Fuera de la fosa, al sur, en otra fosa pequeña, se encontraron los restos de un adolescente
que fue denominado el “guardián”. Hacia el lado sur y al pie del mural con las
representaciones del pez life estilizado, se encontraron tres fosas: una fosa central con los
restos en fardo de un sacerdote importante que en vida, al parecer, encabezaba rituales
relacionados con el culto al agua o la propiciación del mundo doméstico; él estaba
acompañado de una mujer adolescente también estrangulada y como ofrenda, algunas
vasijas de cerámica. De acuerdo al especialista, el Dr. Jordi Esteban de la Universidad de
Barcelona, este personaje murió de una enfermedad conocida como treponematosis; la
otra fosa, al lado este, contenía los restos de otro sacerdote de menor rango que había sido
estrangulado seguramente para acompañar al sacerdote principal, quizás fue su hombre
de confianza y asistente en las ceremonias. Y en la fosa del lado oeste, hacia el mar, se
encontraron los restos, sin fardo, de un individuo simple sin ofrendas que, según el mismo
especialista arriba citado, manejaba un brazo más que el otro, a partir de lo cual se propone
la hipótesis de que se trataría de un individuo que fue ejecutado para acompañar y guiar
al sacerdote principal en su viaje a la vida eterna.

El fardo funerario de la Señora pesaba más de 100 kilos por todos los objetos que
contenía. La apertura estuvo a cargo de la arqueóloga Arabel Fernández, quien registró
27 niveles que contenían mantos, vestidos, estandartes, insignias de poder, ornamentos,
artefactos metálicos diversos, además del cuerpo de la Señora de Cao en buen estado de
conservación, se puede ver la piel, las uñas, los tatuajes, el cabello y restos de cinabrio
(sulfuro de mercurio) que cubría parcialmente su rostro y cuerpo.

Ilustración 47. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

Ilustración 48. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo


Ilustración 49. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

En sus antebrazos se registraron figuras de serpientes, arañas, el “animal lunar” y otros


símbolos mágico-religiosos que formaban parte de su cosmovisión y que seguramente
también le servían como una carga simbólica muy poderosa para sus trabajos espirituales.
Ilustración 50. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

Los estudios antropológicos realizados por el Dr. John Verano de la Universidad de


Tulane permitieron conocer que la dignataria Moche murió a la edad de casi 25 años,
tenía una estatura de 1.48 m y padecía de un absceso o apostema en la muela del juicio y,
por la presencia del vientre altamente dilatado, se ha definido que su muerte se produjo
en una etapa de postparto, con la posibilidad de la ocurrencia de una eclampsia. Los
estudios del cabello en la Universidad de Bradford, Inglaterra, gracias a la atención del
biólogo Víctor Vásquez y el estudio especializado del Dr. Andrew S. Wilson (1996),
determinaron que la dieta de la Señora de Cao estuvo basada en el consumo de granos de
maíz y recursos marinos en general.

Gracias a la colaboración del biólogo Víctor Vásquez, se identificó el pigmento utilizado


en los tatuajes de los antebrazos de la dignataria, óxido férrico, análisis realizado en los
laboratorios de microscopía electrónica de barrido y EDS del Museo de Ciencias
Naturales de Madrid, España. Es posible que los tatuajes se realizaran con agujas de
metal. La identificación de los metales en los ornamentos e insignias de poder de la
Señora de Cao fue realizada por el Dr. Roberto Cesáreo y su equipo de la Universidad de
Sassari, Italia. De 100 objetos metálicos, se definieron que 60 son de oro o parcialmente
oro, 47 de plata o parcialmente plata, 23 de cobre, 5 objetos de tumbaga y 1 objeto de
cobre arsenical (Cesáreo et al., 2013). Una de las preguntas centrales es ¿quién fue esta
poderosa mujer enterrada en un especial recinto mausoleo al interior del templo mayor y
venerada por mucho tiempo. Muchas interrogantes todavía quedan por resolver; sin
embargo, podemos indicar en resumen que las insignias y ornamentos que lleva la Señora
de Cao, su enterramiento complejo y la ubicación de su tumba señalan, sin duda, su alto
estatus en el gobierno Moche, comparado con las tumbas de los señores de Sipán. Sus
insignias de poder, ornamentos y otros, especialmente, tienen comparación con las
insignias o emblemas de poder que tiene el personaje “D” de la ceremonia del sacrificio,
a pesar de la diferencia cronológica.

Ilustración 51. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo


Ilustración 22. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

Ilustración 53. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo


Ilustración 54. Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo

 HUACA CORTADA

Es el segundo edificio más importante del Complejo Arqueológico El Brujo. Es una


pirámide trunca de perfil escalonado construida con adobes en la época mochica (100 -
750 d.C.) y contemporánea con Huaca Cao Viejo. Mide 103 metros de largo por 98 metros
de ancho y 22 metros de altura. Se localiza en el sector noroeste a unos 500 metros de
distancia de la pirámide de Cao Viejo ocupando un área aproximada de 10,000 metros
cuadrados. Lleva el nombre de Huaca Cortada pues en el centro de su fachada sur hay un
largo, ancho y profundo corte (45 metros de largo por 5 de ancho) que casi la divide en
dos. Dicho corte fue hecho en época incierta después de la conquista española del Perú
(siglo XVI), casi sin lugar a dudas, con la finalidad de buscar tesoros en su interior.

Técnica constructiva y cronología

Los arqueólogos han aprovechado este gran corte para estudiar ésta pirámide encontrando
una larga secuencia constructiva que se refleja en un progresivo crecimiento en sus tres
dimensiones: largo, ancho y alto. No obstante las remodelaciones, los constructores se
cuidaron de usar siempre el mismo modelo arquitectónico, rasgo característico del diseño
mochica.

Al igual que otras pirámides mochicas, la técnica usada para hacer crecer el volumen de
este edificio consistió en rellenar los recintos y espacios abiertos con la técnica
constructiva de Bloques de Adobe Tramado, sobre los que se levantaron los nuevos
recintos y espacios abiertos. En total se han identificado 5 remodelaciones, llamadas
Edificio A, B, C, D y E. El Edificio B de Huaca Cortada corresponde, cronológicamente,
al Edificio C de Cao Viejo, así también, el Edificio A de Huaca Cortada corresponde a la
época de los Edificios A y B de Cao Viejo.

Frisos en Huaca Cortada

Aprovechando el gran corte de la fachada sur se ubicó un friso que estaría decorando un
muro de un metro de espesor en el Patio Ceremonial en la cima correspondiente a la etapa
constructiva conocida como Edificio D. El motivo representado es posiblemente un pez
"Life" (Trichomyc terus sp.) representado como un dibujo de un ser con cuerpo largo y
cabezas en ambos extremos ordenados dentro de paneles diagonales de 1.46 metros de
ancho. Otro friso decorativo en el mismo Patio Ceremonial se hizo sobre el muro norte,
allí se repite el mismo motivo pero en paneles verticales. Los colores usados son el
amarillo, rojo, blanco, gris y negro. La técnica usada para la elaboración de estos frisos
es la misma usada en la mayoría de los frisos de la pirámide de Cao Viejo: Primero se
colocó una gruesa capa de barro sobre el muro a decorar, luego se trazó el diseño y
posteriormente se caló la imagen. Finalmente se enlució con una capa fina y se aplicó
color.

Lustración 55-56. Fuente: Web


Cao Viejo y Huaca Cortada: Maquetas del Cosmos

Dentro de las Huacas (las pirámides), en sus diversos ambientes (como plazas, patios y
recintos), sucedía una serie de acontecimientos que buscaba garantizar que el precario y
cambiante ciclo del agua sea predecible. Estos desarrollaron grandes conocimientos en
astronomía y ecología, llevando a cabo gran cantidad de ritos y ceremonias propiciatorias,
de agradecimiento o aplacamiento. Todo ello estaba integrado dentro del calendario
ceremonial, junto con otras actividades muy importantes como el inicio de la siembra, la
cosecha o las temporadas de pesca. Por ello se considera que las pirámides mochicas son
la expresión física del calendario ceremonial y representan en pequeño a todo lo que
forma el mundo en que vivimos (en el que vivieron ellos): el cosmos.

La organizaron de los Mochicas estuvo basado en un complejo calendario ceremonial que


emulaba los ciclos de la naturaleza. Por ejemplo, para la producción agrícola, su principal
fuente de alimentación, era imprescindible poder conocer y predecir las temporadas
lluviosas, pues en la costa peruana los ríos son estacionales y se nutren de las
precipitaciones pluviales que ocurren en las zonas altas de la cordillera de los andes.
Diversos fenómenos atentan continuamente contra este orden natural alterándolo,
produciendo años muy lluviosos o prolongadas sequías. Sin embargo, estas alteraciones
no se dan al azar, son el resultado de ciclos que no son anuales (como las estaciones), si
no que se repiten a intervalos de 30, 70 y hasta cientos de años.

La experiencia milenaria adquirida por los Mochicas al observar la naturaleza les permitió
entender éstos, aparentemente, caprichosos ciclos, y pudieron identificar las señales que
la naturaleza les ofrecía para su detección. Por ejemplo, la presencia del Spondylus,
molusco bivalvo de aguas calientes en sus costas de mar frío significaba el calentamiento
de las aguas marinas, lo que traería como consecuencia períodos de fuertes lluvias, con
desbordes de ríos, inundaciones y avalanchas (fenómeno de El Niño). Por ello el
Spondylus (conocido como Mullu) fue muy apreciado y era considerado sagrado.

Es así que las ceremonias propiciatorias servían para promover la continuidad del orden
ya conocido. Las ceremonias de agradecimiento eran para cuando la naturaleza respondía
al ciclo conocido (como la cosecha, por ejemplo) y las ceremonias de aplacamiento eran
para cuando el orden se alteraba y se pedía su restablecimiento. Es aquí que en este último
tipo de ceremonias los sacrificios humanos fueron comunes.
En lo referente a la decoración las pirámides mochicas estuvieron adornadas con frisos y
murales policromos, no solo en los lugares más visibles sino también en espacios privados
o de uso restringido. Los motivos representados van desde diseños que imitan en lo
posible a los modelos reales (como los prisioneros o los danzantes) hasta motivos
estilizados representando seres sobrenaturales. Así, a medida que se va subiendo en altura
hacia la cima de la pirámide los frisos se van tornando más complejos y abstractos, como
representando un tránsito desde el mundo real al mundo ceremonial mochica (Franco,
Gálvez y Vásquez 2001b).

Como remate de la huaca los arquitectos mochicas levantaron una última plataforma, la
más alta, la más cercana al cielo, la principal. Nadie, salvo el gran sacerdote o el mismo
curaca podían llegar hasta allí. Sobre ella está el altar. En la cerámica mochica se dibujó
escenas donde los participantes son seres sobrenaturales, con atributos de búho, zorro,
colibrí o puma entre otros. Estas escenas ocurrían, por lo general, en pequeñas
plataformas con columnas de troncos y techos de 2 aguas. Durante muchos años se pensó
que estas representaciones eran fantásticas y que ocurrían en el mundo de los dioses.
Gracias a las investigaciones arqueológicas sabemos que dichas escenas fueron
ceremonias que se realizaron en la cima de la Plataforma Principal. Los más altos
personajes de la sociedad mochica asumían los papeles de estos seres sobrenaturales para
participar en estas ceremonias, que eran a imitación de lo que ocurría en el mundo de los
dioses, pues todo lo que allí sucedía tenía su similar en nuestro mundo.
BIBLIOGRAFIA
CANZIANI, UCEDA y MUJICA
(1993). “Perspectivas de los estudios sobre la cultura Moche” En: Moche:
propuestas y perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche
(Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda, Elías Mujica, editores.
Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines 79: 93-146. Lima, Universidad de
La Libertad - Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana
para el Fomento de las Ciencias Sociales.
BRICEÑO Y GUMERMAN
(2003) “Santa rosa - Quirihuac y Ciudad de Dios: asentamientos rurales en la
parte media del valle de moche”. En: Moche hacia el final del milenio. Actas del
segundo Coloquio sobre la cultura Moche), Santiago Uceda, Elías Mujica,
editores.
UCEDA, MORALES Y MUJICA
(2016)“Huaca de la Luna templos y dioses moche”. Lima- Perú.
FRANCO J.
(2016) “Mocollope, pasado prehispanico”. Trujillo: deposito legal de la Biblioteca
Nacional del Perú
CHIRINOS, HAYDEÉ Y ZARATE EDUARDO
(2011) Historia de la construcción en Lambayeque. Periodos prehispánico y
virreinal.

FRANCO, RÉGULO
(1998) Arquitectura Monumental Moche: Correlación y Espacios Arquitectónicos.
Arkinka 27: 100 - 110, Lima - Perú.
(2015) El complejo arqueológico El Brujo en la costa norte del Perú

FRANCO, REGULO Y VILELA, JUAN


(2003) Aproximaciones al Calendario Ceremonial Mochica del Complejo El
Brujo, Valle de Chicama. Moche Hacia el Final del Milenio Tomo I, editores:
Santiago Uceda y Elías Mujica, Pontificia Universidad Católica del Perú y
Universidad Nacional de Trujillo.

FRANCO, REGULO, GALVEZ, CESAR Y VASQUEZ, SEGUNDO


(2001a) Arquitectura e Iconografía de un Edificio Mochica Temprano en el
Complejo El Brujo. Arkinka 73, Lima - Perú.
(2001b) La Huaca Cao Viejo en el Complejo El Brujo: Una Contribución al
Estudio de los Mochicas en el Valle de Chicama. Arqueológicas 25: 123-173,
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Lima.
(2003) Modelos, Función y Cronología de la Huaca Cao Viejo, Complejo El Brujo.
Moche Hacia el Final del Milenio Tomo II, editores: Santiago Uceda y Elias
Mujica, Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad Nacional de
Trujillo.
(2004) Modelo Función y Cronología del Edificio D: Huaca Cao Viejo, Complejo
El Brujo. Desarrollo Arqueológico Costa Norte del Perú Tomo I, editor Luis Valle
Alvares, editorial SIAN. Trujillo - Perú.

GÁLVEZ, CESAR; MURGA, ANTONIO; VARGAS,D. Y RIOS,H.


(2003) Secuencia y Cambios en los Materiales y Técnicas Constructivas de la
Huaca cao Viejo, Complejo El Brujo, Valle de Chicama. Moche Hacia el Final del
Milenio Tomo I, editores: Santiago Uceda y Elías Mujica, Pontificia Universidad
Católica del Perú y Universidad Nacional de Trujillo.
CASTILLO BUTTERS, L. J.

(s.f.). LOS ULTIMOS MOCHICAS EN JEQUETEPEQUE.

CHERO ZURITA, L. E.

(2015). NUEVOS APORTES EN LA INVESTIGACION ARQUEOLÓGICA DE SIPÁN (Vol. 1°).


(L. E. CHERO ZURITA, Ed.) Chiclayo: Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú.

MUJICA BARREDA, E.

(2007). EL BRUJO. Huaca Cao, Centro Ceremonial Moche en el Valle de Chicama. (Vol.
1°). (E. MUJICA BARREDA, Ed.) Lima: Depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú.

También podría gustarte