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CICLO ACADEMICO:
2019 – I
ASIGNATURA:
Arqueologia Peruana III
PROFESOR :
Dr.(c) Edgar Bracamonte Lévano
EXPOSICIÓN:
El valle de moche
El valle de moche alberga sitios de la época mochica que son muy relevantes y de gran
importancia, uno de estos es Huacas el sol y la luna, este sitio considerado como la capital
mochica, por su gran imponencia, extensión y complejidad arquitectónica, también se
encuentra Galindo, considerada la ultima capital mochica en este valle para sus ultimas
fases mochica, aparte de estos dos importantes sitios encontramos sitios como Santa Rosa
– Quirihuac y Ciudad de Dios que presenta fuerte evidencia moche y que vendrían a ser
sitios con evidencia moche del pueblo o doméstica.
Img 2: Mapa con las regiones Mochica Norte y Mochica Sur con los principales sitios
arqueológicos.
Investigaciones
Muchos han sido los descubrimientos realizados durante los últimos 25 años sobre los
moches y Huacas de Moche. Resumiendo los principales resultados se saben ahora, por
ejemplo, que la fachada del templo principal de los moches, Huaca de la Luna, era un
discurso iconográfico policromo y narraba una historia que reforzaba el poder ostentado
por los sacerdotes. Además, se conoce que el volumen actual de las huacas fue el resultado
de la construcción de edificios superpuestos, a lo largo de cientos de años, en un proceso
que enterraba cuidadosamente los edificios más antiguos para lograr mayores alturas y
templos más amplios. Un descubrimiento de enormes implicancias fue que en la
explanada entre Huaca de la Luna y Huaca del Sol existe un conjunto de barrios
perfectamente divididos por calles y callejones, una ciudad donde vivían los servidores
de los templos y los artesanos a cargo de la elaboración de la parafernalia requerida por
las divinidades. Desde el punto de vista de la ciencia, resultó de gran novedad que lo
tradicionalmente conocido como Huaca de la Luna era en realidad dos huacas construidas
en diferentes momentos, una después de la otra: el templo viejo, que se desarrolló entre
los años 50 y 600 d.C., y el templo nuevo o más reciente, que funcionó entre los años 600
y 850 d.C. (y que marca, con claridad, el inicio del declive de la sociedad moche en la
costa norte del Perú).
Img 6:Cuadro cronológico y secuencia de ocupación del complejo arqueológico Huacas
de Moche.
Img 7: Excavaciones en el núcleo urbano, conjuntos arquitectónicos 25 y 21. Al fondo,
Huaca del Sol.
Img 8: Cocina y depósitos del conjunto residencial 5, ubicado en la parte sur del núcleo
urbano.
Img 9:Tres grandes cántaros cara gollete muestran el alto estatus de los ceramistas del
núcleo urbano. Miden 38 cm, 41 cm y 75 cm de alto.
GALINDO
Ubicación
Investigaciones
La cerámica
Las formas cerámicas recurrentes son a típicas botellas asa estribo asi como, floreros,
platos, cuencos con cuello, jarras no antropomorfas, y jarras no utilitarias de base redonda
y anular, la mayoría de estos objetos era de pasta oxidada roja.
Investigaciones
Los primeros en investigar estos sitios fueron los del Proyecto Chan Chan - Valle de
Moche. Theresa y John Topic, según las notas de campo existentes, excavaron
parcialmente tres de los grandes conjuntos de viviendas. Durante su reconocimiento en
1991, Billman realizó un registro del sitio de Santa Rosa-Quirihuac, que se complementó
con pequeñas colecciones de muestras de cerámica diagnóstica. En 1997 Brian Billman,
conjuntamente con Gumerman y Briceño, realizaron excavaciones en los dos pueblos
rurales Moche, Santa Rosa-Quirihuac y Ciudad de Dios, ubicados en la parte media del
valle de Moche. El proyecto tenía como un objetivo principal entender el origen del
Estado moche en este valle. Los datos que se han obtenido en estos dos lugares
domésticos, están ayudando a comprender la organización y producción agrícola Moche.
Img 17. Mapa de la costa norte del Perú mostrando la ubicación de los sitios Santa
Rosa-Quirihauc y Ciudad de Dios.
Santa Rosa-Quirihuac
Se ubica en la margen derecha y parte media del valle de Moche, cerca al pueblo de Bello
Horizonte. El sitio está constituido por una alta concentración de estructuras domésticas,
hechas de mampostería de piedra y quincha, que se extienden desde el borde de la
quebrada Santa Rosa hasta la pendiente del cerro, abarcando un área de 14 hectáreas
aproximadamente. Las estructuras de quincha han sido destruidas por la expansión del
pueblo moderno de Bello Horizonte.
Ciudad de Dios
Está ubicado a 5 kilómetros al este de Santa Rosa-Quirihuac, parte media y margen
derecha del valle Moche, en las faldas de un cerro de donde se desprenden varias
colinas. El sitio comprende 1,3 hectáreas, sobresaliendo cinco grandes conjuntos
arquitectónicos. Al sur se encuentra el Asentamiento Humano de Ciudad de Dios.
CERRO MAYAL
UBICACIÓN
Cerro Mayal se ubica en la costa norte del Perú, en la parte baja del valle de Chicama,
que se extiende al norte del valle de Moche y al sur del valle de Jequetepeque. En relación
al conjunto arquitectónico de Mocollope, Cerro Mayal se encuentra a 1.5km. en dirección
noroeste ubicado sobre u promontorio rocoso que se eleva entre los campos de caña de
azúcar pertenecientes a la Cooperativa Agraria de Producción de Casa Grande.
Figura N° 28: Mapa de Ubicación de Mocollope y Cerro Mayal en el valle de Chicama.
DESCRIPCIÓN
El Cerro Mayal, es un área plana de forma oblonga, oscurecida por carbón y ceniza. Es
un grupo de ceramistas especializados en producir vasijas decoradas, figurinas
moldeadas, instrumentos musicales y ornamentos muy semejantes a los elaborados en el
taller de Huacas de Moche. El centro de producción en Cerro Mayal consistía en tres
zonas funcionales distintas. En la primera se trabajaba la arcilla cruda y se moldeaban y
pintaban las piezas. En la zona de cocción, que incluía un fogón, se han hallado
concentraciones de combustible (carbón vegetal) y de piezas descartadas o
accidentalmente rotas. Este presenta el taller de producción de cerámica, que esta
localizado en una pequeña depresión, se hallaron grandes cantidades de moldes, piezas
cerámicas no cocidas y masas de arcilla cruda; estas últimas originalmente envueltas con
textiles (Russel etal.1994,1998; Russel y Jackson 2001).
INVESTIGACIONES
El trabajo de campo en el taller del Cerro Mayal fue realizado en el año 1989 y 1992, este
consistió en registro de superficie y excavaciones.
EVIDENCIA MATERIAL
1. CERÁMICA
En el Cerro Mayal, se han registrado los comúnmente llamados como floreros, estos son
los típico cuencos Moches con Bordes expandidos, presentan dos clases diferentes, según
el tamaño: los floreros pequeños, que presentan decoraciones con diseños simples en el
interior, engobe blanco, sencillo y pulimentado en el exterior; mientras que, los floreros
grandes, presentan decoraciones geométricas muy detalladas en el interior y una
decoración geométrica elaborada en el exterior,; estos diseños fueron hechos con pintura
blanca y línea fina.
Otra forma muy común es la jarra mediana de cuello vertical, algunas con caras
moldeadas y otras con caras de aplicaciones en el cuello. Además, se han registrado ollas
pequeñas de cuello corto y evertido, también fueron decoradas con bandas de pintura
blanca y líneas descendentes sobre los exteriores pulimentadas, otras con representación
de figuras humanas y animales modelados y moldeados.
En el área del taller, se han encontrado vasos efije, copas y cuencos con diseños
geométricos y relieves moldeados a presión. Esto indicaría que la producción del taller
estuvo destinada a la demanda de la elite y es claro que en este taller no se produjeron las
vasijas domesticas que predominan en los sitios comunes Moche en el valle Chicama.
2. ESTRATIGRAFÍA
La estratigrafía del Cerro Mayal, tuvieron cuatro niveles estratigráficos finos, tales como
eventos de arrojar basura o eventos relacionados a superposición de pisos. Esta
estratigrafía varía en gran medida tanto vertical como horizontal, ello significaría que se
tratase de áreas de actividad de corta duración y sometidas a cambios constantes. Todo el
material, desde arriba hasta abajo está relacionado con la manufactura de cerámica, pero
la ubicación exacta de las distintas actividades de manufactura de cerámica estuvo
cambiando continuamente y no llevadas a cabo en espacios arquitectónicos interiores bien
definidos. Se ha registrado la presencia de por lo menos un periodo de marcada deposición
aluvial ocurrida en el sitio. Los niveles estratigráficos superiores parecen estar
fuertemente disturbados por la acción del agua. Probablemente esto sería indicador del
evento de “El Niño”.
Figura 31: Estratigrafía de la excavación en Cerro Mayal.
3. HORNOS
4. AREAS DE ACTIVIDAD
I. UBICACIÓN:
El complejo arqueológico está dividido en 5 sectores que son Huaca de piedra, Huaca
Larga, Plaza Central, El Castillo y Huaca Chica.
II. ANTECEDENTES:
En una fotografía aérea publicada por Paul Kosok en 1965, se puede observar que el
Complejo Mocollope estaba muy afectado por los huaqueros como se encuentra ahora.
En esos tiempos se podía definir plataformas escalonadas delimitadas por grandes
cercados laterales (Huaca Larga y Huaca Chica) y una plaza central, además de la regular
conservación de la Huaca El Castillo.
Muchos investigadores prestigiosos han visitado Mocollope, como por ejemplo, Richard
Schaedel (1951), Eulogio Garrido (1953), Hans Horkheimer (1965), Paul Kosok (1965),
Marcus Reindel (1993). Posteriormente, arqueólogos norteamericanos visitarían el sitio
como Christopher Attarian (1996, 2003, 2009), Glenn Russeli y Banks Leonard (1992),
Russeli (1999) y los arqueólogos peínanos César Gálvez y Jesús Briceño (2001)
Un investigador alemán de nombre Manáis Reindel (1993), en uno de sus recorridos por
el Complejo Mocollope, localizó murales que los huaqueros en sus excavaciones
clandestinas habían sacado a la luz antes del año 1993. Uno de los muros decorados fue
hallado en la Huaca El Castillo, antes conocido como "Palacio", donde se registró un
muro pintado de estilo Moché con la figura de un sacerdote que por muchos años
permaneció oculto para la arqueología. Otra de las evidencias estaba, al parecer, en la
plataforma más baja de la Huaca Larga donde los huaqueros encontraron también unas
ornamentaciones murales escalonadas o espirales geométricos, aparentemente en una de
las paredes de un recinto enterrado que lamentablemente fue destruido por los huaqueros.
Mientras tanto, las excavaciones no tuvieron éxito en la División 2, debido a que este
sector Se encontraba fuertemente huaqueado. En cambio, en la División 3
correspondiente a la plataforma sur de la Huaca Chica, se halló cerámica Gallinazo de
varios tipos, lo que ayudó a demostrar que el sitio correspondía a este período cultural.
La parte baja del Complejo Mocollope ha sido intensamente alterado partir del siglo XVI,
perdiéndose sitios arqueológicos y seguramente áreas de vegetación típica del monte seco
y campos agrícolas.
Régulo Franco indicó que este fue un centro de orden político y administrativo, en el que
se desarrollaron las culturas Cupisnique, Salinar, Gallinazo, Moche, Lambayeque y
Chimú, entre los periodos 800 años A.C. hasta 1200 D.C.
Ocupación Cupisnique
Primera época:
Se observa hada el lado norte del templo, parte baja, una estructura menor de piedra
escalonada más pequeña que tiene dos terrazas, una inferior y otra superior. Esta última
culmina también en una plataforma donde hay una saliente rocosa que posiblemente fue
objeto de culto. Está claro que tanto el templo y la estructura fecundaría lateral fueron
construidos Adaptándose a elevaciones rocosas que conforman parte de la base de la
montaña.
Segunda época
En una segunda etapa, el sitio entra en una gran reestructuración arquitectónica Ocurrida
quizás entre 170 a.C. hasta 60 d.C., qué son los fechados obtenidos por los arqueólogos
norteamericanos. El complejo seguramente crece al impulso de un nuevo poder civil Se
construyen estructuras mayores escalonadas de tapia (muro formado con barró sólido)
hacia el lado noroeste de la Huaca de Piedra y éste posiblemente se reutiliza parcialmente,
pues hay muros de tapia junto a los muros de piedra en la cara exterior sur.
Es posible, también, que se construyeran estructuras de tapia sobre muros de piedra que
actualmente se encuentran debajo de las plataformas de Huaca Larga, así como una
construcción de medianas proporciones levantada con muros de tapia ubicada al oeste de
la plaza central donde se realizaron actividades ceremoniales.
Ocupación Moche
Según Glenn Russell, Mocollope se convierte en la capital del valle bajo del Chicama en
la época Moche (200- 800 d.C.). - Asegura que en este sitio hay una densa ocupación
habitacional de carácter urbano.
Lo que se observa es que en esta época se abandonan las construcciones anteriores (Huaca
de Piedra. Huaca Chica) y sé construyen nuevos edificios que le confieren al sitio un
carácter cívico- ceremonial.
Los restos arquitectónicos de esta época son muchos tanto que el sitio crece
desmesuradamente, sin límites, anexando a Cerro Mayal dentro de su territorio, quizás
con asentamientos más grandes vinculados con la producción agrícola distribuidos en los
terrenos que hoy son ocupados por plantaciones de caña de azúcar.
La Huaca Larga construida con adobes; rectangulares tiene terrazas en desnivel de este a
oeste, con cercaduras divididas. Su construcción habría demandado la participación de
una gran fuerza de trabajo; sin embargo, ha sido fuertemente afectado por los huaqueros,
especialmente la plataforma principal intermedia. Aquí en una de las fosas mayores, se
ha observado una superposición, de estructuras arquitectónicas: Los más antiguos son
muros de piedra, luego vienen los muros de tapia y cubiertas totalmente por rellenos y
muros de adobe. No hay todavía ninguna seguridad de la cronología de estos muros pero
hipotéticamente podemos indicar que las estructuras arquitectónicas tienen afiliación
Gallinazo, Gallínazo/Moche y Moche Temprano.
EL CASTILLO:
IV. ARQUITECTURA
Arquitectura Ceremonial:
La Huaca el Castillo es una construcción amurallada de adobe de forma rectangular, con
muros altos de corte trapezoidal, que alcanzan 15 m de alto aproximadamente y tienen un
ancho promedio de 3m. su dimensiones totales son de 75m x 50m. la parte interior tienen
sectores diferenciados: hay dos grandes espacios rectangulares con eje este-oeste uno al
norte y otro al sur, divididos por un muro (sectores A y B). El esoacio del sector norte
(A), tiene compartimientos hacia el lado este y un montículo p plataforma orientada hacia
el lado oeste. El espacio del sector sur (B) hasta donde pudieron observar tiene un patio
ceremonial con banquetas laterales hacia el lado sur y un frente principal con terrazas
ubicado hacia el lado oeste que estaba decorado con pinturas murales policromas.
Las terrazas superiores de la última fase constructiva no han sido encontradas debido a
que fueron destruidas por los excavadores clandestinos. En los escombros se encontraron
algunos fragmentos con figuras en alto relieve policromados que formaban parte quizás
de las terrazas superiores y que lamentablemente fueron destruidas por los huaqueros.
Secuencia arquitectónica:
La secuencia arquitectónica se establece del 200 - 800 d.C. y tiene que ver con la~
superposición de estructuras de la fachada del lado oeste donde se encontraban las terrazas
ornamentadas. Trataremos de explicar cómo este frente ha modificado estructuralmente,
de Id' antiguo a lo reciente.
Edificio D
Edificio C
Cubre por completo el edificio D con un gran volumen de relleno de bloques de adobe
tramado. Se construye, tiempo después, una fachada decorada con cara hacia la montaña,
con una sola terraza que descansa en un piso que es el nivel de un patio ceremonial
delantero. Lo poco que se ha encontrado, da un idea general que en este muro habían
pinturas murales con la representación de sacerdotes aparentemente tomados de la mano.
En el muro inferior de la terraza del lado este, hubo representaciones de guerreros Moche
con armas y escudos que en parte son los nuevos descubrimientos que se realizaron.
Edificio B:
Edificio A:
Las evidencias arquitectónicas que corresponden a este edificio fueron irremediablemente
destruidas por los huaqueros. A juzgar por los pocos fragmentos de relieves policromados
encontrados en el lugar, es posible que la
fachada escalonada del edificio anterior se
mantuvo o sus pinturas fueron remodeladas,
y que la terraza superior tenía
representaciones de figuras en alto relieve
policromadas. Por analogía, quizás en esta
terraza estaba la representación de la
divinidad Moche conocida como El
Decapitador parecido a las representaciones
existentes en las Huacas de Cao Viejo y la
Luna.
V. HALLAZGOS ARQUEOLOGICOS
Las excavaciones realizadas en el año 2003, en el lado suroeste del Castillo, permitieron
extraer primero una gruesa capa de escombros con muchos pozos de huaquero, entre estos
un pozo central. Al limpiar la capa de escombros conformada por adobes y tierra suelta,
a vetes semi compacta, se recuperaron muchos objetos extraídos por los huaqueros
provenientes; seguramente, de los niveles inferiores donde se localizaban las ofrendas.
Estos materiales son fragmentos, finos de cerámica Moche de color negro bruñido- con
incisiones e incrustaciones, fragmentos de textiles y placas metálicas.
Una de las preguntas que tanto se hacen los investigadores es ¿Quién fue ese individuo
joven que tiene lesiones de consideración en sus huesos? Por las características de su
estructura esquelética y las ofrendas que lo acompañaban, podemos señalar que se trataría
de un guerrero que en vida participaba en las batallas rituales y que después fue
sacrificado y enterrado al pie de la fachada escalonada de este sector. Lo que ha llamado
la atención es la manipulación y desarticulación de sus restos, que no es una novedad para
Moche, porque antes ya se habían encontrado entierros con estas características de
manipulación en diez tumbas de la Plataforma Uhle de la Huaca de la Luna, asociados a
cerámica Moche de las fases I a V; en su mayoría eran individuos masculinos entre 35-
50 años, asociados a una serie de artículos correspondientes a los señores Moche. Existe
la posibilidad que la inhumación original del entierro de este joven guerrero se habría
producido durante el funcionamiento del edificio de la época Tardía, y cuando éste fue
abandonado, fue exhumado y manipulado para fines rituales.
El mural polícromo que inicialmente fue registrado por el alemán Marckus Reindel, fue
definitivamente ubicado por el equipo de investigación de Regulo Franco en el ángulo
suroeste de El Castillo. Se trata de un muro de 1,50 m de altura en mal estado de
conservación, con la representación incompleta del cuerpo de un sacerdote Moche. Una
reconstrucción hipotética nos permite describirlo con una vincha ancha y diadema en
forma de un trapecio invertido, pintado de color amarillo. Tenía pintura facial alrededor
de la boca y orejeras doradas.
La forma de este sacerdote se puede comparar con otras figuras con otras figuras
parecidas que fueron descubiertas en una de las terrazas inferiores de las fachadas de las
Huacas de Cao Viejo y La Luna. La cronología de estas representaciones corresponde a
la época Moche Tardío. Por el vestido reticulado de estos personajes, es posible
considerarlos como sacerdotes que aparece en la iconografía de la cerámica Moche
En efecto, podemos decir que en los distintas fases de ocupación de este frente escalonado
habían representaciones murales con un discurso de contenido mágica-religioso,-que
estaba asociado alas divinidad protectora, benefactora o divinidad de la montaña y a
escenas ceremoniales de la vida real como danzas y batallas rituales que tenían la
intención de propiciar el mundo doméstico. El hecho que estás expresiones murales de la
Huaca El Castillo sean parecidas a las representaciones de la Huaca Cao Viejo, reflejaría
de algún modo que Mocollope dependía de la autoridad religiosa instalada en el Complejo
El Brujo.
El valle del río Chicama fue uno de los escenarios en donde se desarrolló la
sociedad Moche y Huaca Cao, ubicado en el Complejo Arqueológico El Brujo no
fue ajeno a este desarrollo. El río Chicama forma uno de los 52 valles de la costa
peruana y es uno de los ríos de escorrentía permanente de la costa norte que se
originan en las altas montañas y vierten sus aguas en el Océano Pacífico. Se
encuentra aproximadamente a 616 km de Lima y a unos 45 km al norte de la
ciudad de Trujillo.
Ilustración 38 Fuente: Complejo Arqueológico El Brujo
2. Investigadores: Desde el año 1990 este sitio estuvo siendo investigado por los
arqueólogos del Proyecto Arqueológico Complejo El Brujo a cargo del
arqueólogo Régulo Franco, financiados por la Fundación Wiese y con el apoyo de
la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) y el IRC - La Libertad.
Este complejo está conformado por las pirámides mochicas de Cao Viejo y Huaca
Cortada, además de un conjunto de restos de la época prehispánica y colonial
repartidos en una amplia área desértica de forma triangular. Estas se ubican sobre
la margen derecha del río Chicama, muy cerca al litoral del Océano Pacífico, en
el distrito de Magdalena de Cao, provincia de Ascope, departamento de La
Libertad en el norte del Perú. Las huacas de El Brujo fueron uno de los más
importantes centros religiosos y políticos de la cultura Moche (100 - 750 d.C.),
así como unas de las más bellas pirámides construidas en el valle de Chicama.
Estas construcciones ofrecen un maravilloso arte mural pues la mayoría de sus
muros y paredes están adornados con representaciones en alto relieve usando
variados colores. Los investigadores han determinado que los Mochicas tenían
un estricto patrón o modelo al momento de construir sus edificios principales. Este
consistía en la construcción de 2 pirámides separadas por un amplio espacio, plano
y vacío, en alusión a la creencia de que el cosmos estaba formado por dos fuerzas
o entidades opuestas, pero complementarias. En el caso del CAEB (Complejo
Arqueológico El Brujo) estas dos pirámides son Cao Viejo y Huaca Cortada.
También se puede ver este modelo reproducido en el sitio arqueológico de Licapa
(valle de Chicama) y en las Huacas de Moche -más conocidas como Huacas del
Sol y La Luna- (Franco, Gálvez y Vásquez 2001)
Al excavar exhaustivamente una de estas pirámides, la de Cao viejo, determinaron
el patrón al interior de las pirámides. Este consiste en un edificio piramidal
(Pirámide Principal) con una Plaza Ceremonial amurallada y un Anexo o
plataforma larga a un lado de la plaza. Para acceder a la cima de la pirámide,
donde se encuentran las habitaciones más importantes, se usó una larga rampa
ubicada a un lado de la plaza. En una esquina de la misma se ubica un recinto
especial llamado Recinto Ceremonial, pues está decorado en todas sus paredes
con frisos representando escenas míticas. En la cima, hay un Patio Ceremonial,
semejante a la Plaza Ceremonial, pero en dimensiones reducidas, con su propio
Recinto Ceremonial. Al frente, y dando vista a la Plaza Principal una última
plataforma (Plataforma Principal) sirve de base al Altar, la más sagrada y máxima
estructura en importancia de todo este complejo arquitectónico (Franco, Gálvez y
Vásquez 2003).
Cao Viejo es el nombre de una de las más importantes pirámides construidas por los
mochicas, fue el principal centro religioso y administrativo de dicha cultura en el valle de
Chicama (costa norte del Perú). Es una pirámide trunca formada por la superposición de
plataformas de las cuales se reconocen siete edificios (A a G) superpuestos (Franco et al.
1996).dándole un aspecto escalonado (120 m. de largo por 100 m. de ancho por 31 m. de
alto). Su orientación es rumbo norte. Hacia esa misma orientación hay una plaza, más
larga que ancha, rodeada por una muralla.
1. Materiales de construcción
a) Adobes
Los adobes son los materiales constructivos más comunes de la Huaca Cao Viejo.
Sobre estos se dibujaron símbolos llamados "marcas de fabricante", de los que se
han identificado al menos 120 diferentes (Franco, Gálvez y Vásquez 2001). Se
deduce que estas marcas representan a diferentes comunidades o pueblos
mochicas que tributaron a la autoridad central de esta huaca contribuyendo con
adobes para su construcción, dejando constancia, a través de las marcas, de la
cantidad entregada. La tipología básica en este edificio se refiere a los adobes
rectangulares, plano-convexos o hemisféricos, cuadrados y cilíndricos (C. A.
Gálvez, A. Murga, D. Vargas y H. Ríos 2003).
Adobes rectangulares: elaborados mediante la técnica del moldeado, y son
los más comunes. A su vez estos se clasifican en:
Rectangulares planos: algunos poseen marcas de gavera de carricillo y
predominan en los edificios C, D, E, F y G.
Rectangulares altos: fueron moldeados en gavera de carricillo o de caña de
guayaquil chancada y conforman los edificios A Y B.
Adobes plano-convexos: Están presentes como relleno del Edificio D, este
mismo se utilizó en la plaza ceremonial y la plataforma superior de la Huaca Cao
Viejo para cubrir los espacios arquitectónicos del Edificio E, que es más
temprano. Este tipo de adobes tiene medidas muy variadas; el largo, ancho y altura
máximos son de 34, 27 y 16 cm, respectivamente. Los más resistentes son de barro
amarillento y los menos resistentes de color gris (C. A. Gálvez, A. Murga, D.
Vargas y H. Ríos 2003).
Adobes cuadrados: Estos pueden ser cuadrados propiamente dichos o también
pueden tener una mínima diferencia en sus lados, debido a razones tecnológicas.
Son adobes especiales para la construcción de las columnas de los recintos de los
edificios D y E en el frontis oeste y en la plataforma superior de la Huaca Cao
Viejo. Los adobes fueron hechos con arcilla amarillenta y muestran la impronta
de la gavera de carricillo (Phragmites comunis). Sus dimensiones son las
siguientes: 33 x 33 x 9 cm; 40 x 35 x 9; 24
Adobes cilíndricos: Este tipo de adobes lo podemos encontrar en los recintos con
hornacinas ubicados al suroeste del patio ceremonial que existe en la plataforma
superior del Edificio D de la Huaca Cao Viejo, y ésta mide 28 cm de diámetro y
25 cm de altura. La materia prima es de color grisáceo y es muy resistente.
Adobitos: Están presentes en el forado prehispánico existente en la Plataforma 1
(PL1), inmediatamente al norte del recinto ceremonial (RE1) del Edificio A.
Cronológicamente corresponden al Edificio C, debieron formar parte de una
estructura que tuvo relieves, esto se deduce porque la mayoría de estos adobitos
muestra en una de sus caras incisiones y pintura de color gris y amarillo. Las
dimensiones son variadas en longitud (14 a 17 cm), siendo el ancho y la altura
coincidentes (5 cm).
b) Barro: Este material forma parte de las estructuras y fue colocado sobre cada
capa de adobes, y también fue usado en la preparación de los pisos, el
pañeteado de los paramentos y para enlucir las columnas y otros elementos
arquitectónicos. En estos casos el barro no difiere mucho del material de los
adobes; sin embargo, en los enlucidos se usó una mayor proporción de arena,
que era colocada sobre el pañeteado para darle una textura lisa y evitar el
agrietamiento (C. A. Gálvez, A. Murga, D. Vargas y H. Ríos 2003).
c) Madera
Algarrobo (Prosopis sp.) y Espino (Acacia macracantha). Estas
corresponden a horcones, de los cuales se han encontrado varias muestras
en la plaza ceremonial, asociadas al paramento con el desfile de
prisioneros y guerreros. También se encontró vigas de algarrobo y espino
en la cubierta de Tumbas o también sirvieron como soporte de la cubierta
de adobes apoyados que forman ángulo de las tumbas.
Caña brava (Gynerium sagittatum): La caña brava fue usada en las
cubiertas de los recintos colocándola sobre las vigas.
Caña guayaquil (Guadua angustifolia): Se ha encontrado la impronta de
este material en el mortero de las cubiertas recuperado al interior del
Recinto 1, y en la estructura interna del edificio, aparentemente con la
finalidad de delimitar tareas o bien por razones de estabilidad estructural.
2. Técnicas
Entre ellas tenemos 2 técnicas que se emplearon para la edificación de huaca cao
viejo:
a) Técnica de cámaras rellenas: consiste en conformar mediante muro perimétricos
de adobe un conjunto de cámara destinado a tener rellenos de piedra o arena y
luego eran sellados. El adosamiento de estas cámaras, una al lado de la otra en
alineamiento ortogonal, generaba una retícula o emparrillado. Una vez rellenadas
las cámaras, eran selladas con un piso, dando lugar a un nuevo nivel. (Chirinos y
Zarate 2011)
b) Bloques de adobe tramado: consiste en levantar grandes columnas o bloques
formados por la superposición de muchas capas o hileras de adobes ordenados en
sentidos diferentes. La sección de estas columnas mide varios metros por lado. El
aumento del volumen de las pirámides se logró mediante el adosamiento y
superposición de estos bloques. (Chirinos y Zarate 2011)
Primer edificio:
Considerado el más antiguo por el mismo hecho de estas en lo más profundo (ley
de superposición). Se encuentran evidencias en el nivel superior, en los recintos
laterales del lado oeste con pintura mural de color rojo. Se encuentra también
una decoración en el patio ceremonial, especialmente en el muro sur, decorado
con pintura polícroma y con figuras de peces bicéfalos. Los colores que se usaron
fueron: rojo, amarillo, negro y blanco.
Segundo edificio:
Para la construcción de este segundo edificio, se llevó a cabo con el “entierro”
del primer edificio. Mediante se realizaba este entierro, el segundo edificio
aumentaba sus medidas constructivas, con mayor cantidad de recintos en donde
vemos que se desarrolló la actividad ceremonial con mayor porcentaje. Es en
este edifico donde aparece el entierro de la Dama de Cao, específicamente en el
recinto esquinero con acceso hacia el norte y a su vez aparece la imagen de unos
de los personajes principales del panteón moche: el “Decapitador”,
considerándose a este recinto como el más importante. En el patio ceremonial se
encuentran murales con iconografías marinas de rayas y lifes; y para la esquina
noreste se encuentra la representación de un felino estilizado. Se utilizaron los
colores amarrillo ocre, rosado, blanco, azul gris, y negro.
Tercer edificio:
La construcción de este tercer edificio se dio igual que para el segundo (un previo
enterramiento del edificio anterior) esto hizo que ganara altura y volumen. Algo
muy interesante que se puede observar en este edificio es el cambio que tiene la
iconografía, que pasa de representaciones marinas a representaciones de posibles
conflictos armados y sacrificios humanos.
En la fachada norte se puede evidenciar unos 4 escalones que muestran diferente
iconografía. Del primer escalón solo se evidencia la pintura que en su momento
fue de color blanca. El segundo escalón está decorado con relieves polícromos
representado a personajes llamados “oficiantes”, el tercer escalón muestra la
representación de “la escena del sacrificio” en el cual se puede notar a un
personaje principal portando en su mano derecha un cuchillo tumi y con su mano
izquierda arrastra a otro personaje de los cabellos. El cuarto escalón muestra la
decoración con relieves de peces estilizados. Para la siguiente construcción se
hizo una ofrenda bastante peculiar, ídolos de madera y una osamenta de
sacrificio.
Ilustración 43. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAO PAG. 136
Cuarto edificio:
Para esta construcción, como ya se mencionó anteriormente, se hizo el entierro
del edificio tres. En este edificio se muestran dos fases de remodelación, una
primera fue cuando el piso de la antigua plaza fue solo arreglado y cubierto con
un nuevo acabado iniciándose así la construcción del recinto esquinero; y el
segundo en donde la plaza fue totalmente sellada con un relleno de adobes de 3
m de alto. En lo que respecta a la fachada norte, nos muestra las evidencias de
tres escalones. El primer escalón muestra una fila de 10 prisioneros sujetados
por una soga al cuello, siendo conducidos por un guerrero. El segundo escalón
muestra a los llamados “oficiantes” que están sujetos de las manos y el tercer
escalón muestra a un ser antropomorfo portando un tumi. En el recinto esquinero
se encuentra un muro en donde se puede observar a varios personajes realizando
lo que parecer ser actividades de la vida cotidiana, los expertos definen a este
muro como una clara representación de creencias míticas.
Ilustración 44. FUENTE: EL BRUJO. HUACA CAO. PAG. 163
La parte baja (Plaza Ceremonial, Anexo y Recinto Ceremonial) se comunica con la parte
alta, la cima de la Pirámide Principal (Patio Ceremonial, Segundo Recinto Ceremonial,
Plataforma Principal y Altar) por una larga rampa que corre adosada al Anexo, en un
inicio y luego se apoya en la fachada de la Pirámide Principal trazando un recorrido en
zigzag. En la cima está el Patio Ceremonial, que es el ambiente para las celebraciones que
reunían sólo a los nobles mochicas. En su trazo es similar a la Plaza Ceremonial, pero
ésta es de menor tamaño, restringiendo el número de personas que caben en ella y por
ello exclusiva. Fue adornado con símbolos religiosos de la mayor importancia. En
diferentes etapas de esta pirámide, los motivos representados en este patio fueron
distintos. Así, para la etapa constructiva llamada Edificio D, el motivo representado en
alto relieve es un ser con cabeza de pez y cuerpo de serpiente. El diseño consiste en bandas
diagonales dentro de las que se repite este mismo motivo. Usaron los colores blanco,
amarillo, rojo, negro, rosado y azul grisáceo (Franco, Gálvez y Vásquez 2001a).
En el lado norte del Patio Ceremonial, se han encontraron un muro derruido que colapsó
por acción de fuertes lluvias. Al levantarlo, pensando que eran solo escombros,
encontraron que en una de las caras de los adobes de dicho muro había restos de un friso.
Al unir todos los adobes pudieron reconocer el diseño: paneles en forma de rombos y
triángulos enmarcan el altorrelieve de un rostro feroz con ojos saltones y mirada
penetrante, nariz ancha y prominente boca con grandes colmillos, enmarcado en una
guardilla de serpientes. En los paneles triangulares se repite, en pequeño, el mismo rostro
fiero de los paneles romboidales, pero en éstos destacan un par de cuellos largos que
rematan en cabeza de aves que brotan de la parte inferior de dichos rostros. El marco de
los paneles es de color rojo y negro, el fondo de la guardilla de serpientes es azul-grisáceo,
las serpientes son de color amarillo y el fondo de todo lo demás es blanco. Este friso es
muy similar a los que hay en los muros del Patio Ceremonial en la cima de la Huaca de
la Luna en el valle de Moche. (Franco, Gálvez y Vásquez 2003).
El Recinto Ceremonial (el ubicado en la cima, en una esquina del Patio Ceremonial) es la
habitación donde los sacerdotes mochicas hacían los sacrificios e invocaban augurios para
los nobles. Sus muros exteriores están decorados con las imágenes de Aiapaec, llamado
"el degollador": es un alto relieve mostrando a un personaje de pie en posición frontal,
con rostro fiero y grandes colmillos, tiene el mentón y las cejas resaltados con tocado en
forma de media luna (en posición invertida). Viste un "unku" (túnica) corto y taparrabo.
Luce un pectoral de forma circular. Muestra uñas largas y sus manos sostienen, la de la
izquierda una cabeza degollada, y la de la derecha un cuchillo.
El fardo funerario de la Señora pesaba más de 100 kilos por todos los objetos que
contenía. La apertura estuvo a cargo de la arqueóloga Arabel Fernández, quien registró
27 niveles que contenían mantos, vestidos, estandartes, insignias de poder, ornamentos,
artefactos metálicos diversos, además del cuerpo de la Señora de Cao en buen estado de
conservación, se puede ver la piel, las uñas, los tatuajes, el cabello y restos de cinabrio
(sulfuro de mercurio) que cubría parcialmente su rostro y cuerpo.
HUACA CORTADA
Los arqueólogos han aprovechado este gran corte para estudiar ésta pirámide encontrando
una larga secuencia constructiva que se refleja en un progresivo crecimiento en sus tres
dimensiones: largo, ancho y alto. No obstante las remodelaciones, los constructores se
cuidaron de usar siempre el mismo modelo arquitectónico, rasgo característico del diseño
mochica.
Al igual que otras pirámides mochicas, la técnica usada para hacer crecer el volumen de
este edificio consistió en rellenar los recintos y espacios abiertos con la técnica
constructiva de Bloques de Adobe Tramado, sobre los que se levantaron los nuevos
recintos y espacios abiertos. En total se han identificado 5 remodelaciones, llamadas
Edificio A, B, C, D y E. El Edificio B de Huaca Cortada corresponde, cronológicamente,
al Edificio C de Cao Viejo, así también, el Edificio A de Huaca Cortada corresponde a la
época de los Edificios A y B de Cao Viejo.
Aprovechando el gran corte de la fachada sur se ubicó un friso que estaría decorando un
muro de un metro de espesor en el Patio Ceremonial en la cima correspondiente a la etapa
constructiva conocida como Edificio D. El motivo representado es posiblemente un pez
"Life" (Trichomyc terus sp.) representado como un dibujo de un ser con cuerpo largo y
cabezas en ambos extremos ordenados dentro de paneles diagonales de 1.46 metros de
ancho. Otro friso decorativo en el mismo Patio Ceremonial se hizo sobre el muro norte,
allí se repite el mismo motivo pero en paneles verticales. Los colores usados son el
amarillo, rojo, blanco, gris y negro. La técnica usada para la elaboración de estos frisos
es la misma usada en la mayoría de los frisos de la pirámide de Cao Viejo: Primero se
colocó una gruesa capa de barro sobre el muro a decorar, luego se trazó el diseño y
posteriormente se caló la imagen. Finalmente se enlució con una capa fina y se aplicó
color.
Dentro de las Huacas (las pirámides), en sus diversos ambientes (como plazas, patios y
recintos), sucedía una serie de acontecimientos que buscaba garantizar que el precario y
cambiante ciclo del agua sea predecible. Estos desarrollaron grandes conocimientos en
astronomía y ecología, llevando a cabo gran cantidad de ritos y ceremonias propiciatorias,
de agradecimiento o aplacamiento. Todo ello estaba integrado dentro del calendario
ceremonial, junto con otras actividades muy importantes como el inicio de la siembra, la
cosecha o las temporadas de pesca. Por ello se considera que las pirámides mochicas son
la expresión física del calendario ceremonial y representan en pequeño a todo lo que
forma el mundo en que vivimos (en el que vivieron ellos): el cosmos.
La experiencia milenaria adquirida por los Mochicas al observar la naturaleza les permitió
entender éstos, aparentemente, caprichosos ciclos, y pudieron identificar las señales que
la naturaleza les ofrecía para su detección. Por ejemplo, la presencia del Spondylus,
molusco bivalvo de aguas calientes en sus costas de mar frío significaba el calentamiento
de las aguas marinas, lo que traería como consecuencia períodos de fuertes lluvias, con
desbordes de ríos, inundaciones y avalanchas (fenómeno de El Niño). Por ello el
Spondylus (conocido como Mullu) fue muy apreciado y era considerado sagrado.
Es así que las ceremonias propiciatorias servían para promover la continuidad del orden
ya conocido. Las ceremonias de agradecimiento eran para cuando la naturaleza respondía
al ciclo conocido (como la cosecha, por ejemplo) y las ceremonias de aplacamiento eran
para cuando el orden se alteraba y se pedía su restablecimiento. Es aquí que en este último
tipo de ceremonias los sacrificios humanos fueron comunes.
En lo referente a la decoración las pirámides mochicas estuvieron adornadas con frisos y
murales policromos, no solo en los lugares más visibles sino también en espacios privados
o de uso restringido. Los motivos representados van desde diseños que imitan en lo
posible a los modelos reales (como los prisioneros o los danzantes) hasta motivos
estilizados representando seres sobrenaturales. Así, a medida que se va subiendo en altura
hacia la cima de la pirámide los frisos se van tornando más complejos y abstractos, como
representando un tránsito desde el mundo real al mundo ceremonial mochica (Franco,
Gálvez y Vásquez 2001b).
Como remate de la huaca los arquitectos mochicas levantaron una última plataforma, la
más alta, la más cercana al cielo, la principal. Nadie, salvo el gran sacerdote o el mismo
curaca podían llegar hasta allí. Sobre ella está el altar. En la cerámica mochica se dibujó
escenas donde los participantes son seres sobrenaturales, con atributos de búho, zorro,
colibrí o puma entre otros. Estas escenas ocurrían, por lo general, en pequeñas
plataformas con columnas de troncos y techos de 2 aguas. Durante muchos años se pensó
que estas representaciones eran fantásticas y que ocurrían en el mundo de los dioses.
Gracias a las investigaciones arqueológicas sabemos que dichas escenas fueron
ceremonias que se realizaron en la cima de la Plataforma Principal. Los más altos
personajes de la sociedad mochica asumían los papeles de estos seres sobrenaturales para
participar en estas ceremonias, que eran a imitación de lo que ocurría en el mundo de los
dioses, pues todo lo que allí sucedía tenía su similar en nuestro mundo.
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