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¿Qué son los vapeadores?

Los vapeadores o cigarrillos electrónicos son sistemas electrónicos de


inhalación diseñados para sustituir y simular el consumo de tabaco. Estos
dispositivos contienen menos sustancias tóxicas que el tabaco convencional,
puesto que no contienen tabaco y no existe combustión. Sin embargo, los
compuestos empleados para vaporizar la nicotina y los sabores a baja
temperatura se transforman en sustancias tóxicas.

¿Crees que los vapeadores son elementos inofensivos que pueden


ayudarte a dejar de fumar de forma saludable? Puede que te estés
equivocando…

¿Qué contienen los líquidos de los


vapeadores?
Los principales componentes del líquido de vapeo son estos:

 Propilenglicol: generalmente alrededor del 70 %.


 Glicerina vegetal: en torno al 20 %.
 Nicotina: se puede encontrar en diferentes dosis, entre 0 mg y 54 mg/ml.
 Sabores y aromas.

Tanto la glicerina como el propilenglicol no se consideran tóxicos cuando se


administran por vía oral. No obstante, los líquidos de vapeo pueden contener
sustancias químicas que aumentan su toxicidad. Entre ellas, se incluyen las
siguientes:

 Esencia de tabaco.
 Ácido cítrico.
 Valerato de Butilo.
 Butirato de Geranilo.
 Hexonato de Isopentilo.
 Benzoato de Benzilo.

Se han llevado a cabo análisis de diferentes líquidos utilizados para los


vapeadores y los resultados varían en función de la marca. Asimismo, se ha visto
que cuanto más ingredientes contengan, mayor es su toxicidad.

También se han hallado trazas de carcinógenos propios del tabaco convencional,


como nitrosaminas, metales, compuestos fenólicos y orgánicos volátiles. Incluso,
se ha visto que los niveles de níquel encontrados son mayores que los hallados en
el tabaco convencional.

La mayor toxicidad proviene de los compuestos que dan sabor, como la vainilla y
el cinmaldehído. Por tanto, cuanto más sabor tengan los líquidos para vapeadores,
más tóxicos son.

¿Cómo afectan los vapeadores a la


salud?
Uno de los inconvenientes de los vapeadores es que se desconocen sus efectos a
largo plazo. Sin embargo, sí son conocidos los efectos a largo plazo del tabaco
convencional. Entre estos, se incluyen algunos como:

 Cáncer.
 Cardiopatía isquémica.
 Enfermedad obstructiva crónica o EPOC.
 Bronquitis crónica.
 Enfisema.

Los vapeadores alteran la función pulmonar (como la estructura bronquial),


aunque algunos de sus efectos son menos severos que los producidos por los
cigarrillos convencionales.

¿Son adictivos?
Los vapeadores que no tienen nicotina no producen adicción física. No obstante,
la adicción tiene un componente físico, de corta duración, y uno psicológico, más
duradero en el tiempo.

El riesgo de volverse adicto al vapeo depende de para qué se use el vapeo. Se


puede usar para reemplazar el tabaco, reducir el consumo o simplemente, de
forma lúdica por personas que no son fumadores.

En relación a la sustitución del tabaco, pueden mantener la adicción psicológica.


Esto se debe a que no favorece el cambio de conducta respecto al cigarro
convencional debido su similitud.

Por tanto, los vapeadores, aunque ayudan a reducir la abstinencia física, no


favorecen el abandono del hábito de fumar.
Desprenderse de este hábito es
fundamental
Actualmente, los estudios sugieren que los vapeadores podrían ser menos nocivos
que los cigarrillos convencionales. Sin embargo, la nicotina, en cualquiera de sus
formas, es muy adictiva y las sustancias del vapor, cancerígenas.

Por lo tanto, lo más recomendable es acudir al médico y plantearse la opción de


dejar de fumar. También es importante buscar ayuda psicológica, para poder
combinar el tratamiento del médico con el de un especialista de salud mental. Será
difícil, pero nunca imposible.

Los mitos sobre el vapeo


1. El vapeo ayuda a las personas a dejar de fumar.

La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas


en inglés) no ha encontrado ningún cigarrillo electrónico que sea seguro y efectivo
como ayuda para dejar de fumar. Un estudio reveló que el vapeo era más efectivo
que otras terapias de reemplazo de nicotina (como los parches de nicotina) para
ayudar a dejar los cigarrillos. Sin embargo, la mayoría de las personas seguían
vapeando después de dejar de fumar, por lo que seguían inhalando nicotina y otros
productos químicos peligrosos.

2. Vapear es más seguro que fumar.

Los cigarrillos contienen sustancias venenosas, metales tóxicos y carcinógenos


que entran en el cuerpo con cada calada. Las personas que vapean también
respiran sustancias químicas peligrosas, como la acetona, que se utiliza como
solvente. La acetona puede irritar la piel y los ojos al entrar en contacto con ellos.
Otras sustancias químicas de los vapeadores pueden causar cáncer con el
tiempo.

3. El vapeo produce un vapor de agua inofensivo.

Aunque suele emplearse el término “vapor”, los vapeadores no producen vapor de


agua. Vapear produce un aerosol. A diferencia del vapor de agua, este aerosol
contiene partículas ultrafinas que llegan hasta los pulmones.

4. El vapeo no produce humo de segunda mano.

Inhalar el humo de segunda mano es un riesgo para la salud de las personas que
están cerca de los fumadores de cigarrillos y de los vapeadores. Además, el humo
de tercera mano, que es el que se asienta en la ropa y los muebles, aparte de que
huele mal, puede ser peligroso para las personas con problemas respiratorios.

El vapeo no produce los mismos vapores olorosos que los cigarrillos, pero el vapor
de segunda mano contiene sustancias químicas y compuestos que contaminan el
aire en interiores.

Aunque no tengan olor, las partículas de tercera mano se quedan en las


superficies, y el polvo resultante puede ser inhalado y llegar a los pulmones, o
absorbido a través de la piel.

5. Dejar de vapear es fácil.

Los vapeadores tipo pod suministran nicotina adictiva equivalente a 20 cigarrillos.


El vapeo entrena al cerebro a esperar más nicotina, lo que provoca el deseo de
vapear aún más. El cerebro de los adolescentes es especialmente susceptible a
los efectos de la nicotina. Esto hace que sea más difícil para ellos dejar de vapear,
y aumenta la posibilidad de que los adolescentes se conviertan también en
fumadores.

¿Cómo puedo dejar el hábito de


vapear?
 Decide por qué quieres abandonar este hábito y escríbelo o ponlo en tu
teléfono. Cuando tengas muchas ganas de vapear, puedes leer esos
motivos.
 Escoge un día para dejar de vapear. Lo puedes marcar en el calendario y
decirle a un familiar o un amigo que te apoya que ese día dejarás de
vapear.
 Deshazte de todos los productos para vapear.
 Descarga herramientas (como aplicaciones y programas de mensajería de
texto) en tu teléfono que puedan ayudarte con los antojos y animarte
mientras intentas dejar de vapear.
 Comprende lo que implica la abstinencia. La adicción a la nicotina provoca
unas intensas ganas de consumir nicotina. También puede causar lo
siguiente:
o Dolores de cabeza
o Cansancio, mal humor, enojo o depresión
o Problemas para concentrarse
o Dificultades para dormir
o Hambre
o Inquietud

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