Historias 27 57-62

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La traza: origen mítico de nuestra ciudad

Marcela Dávalos

En casi cualquier historia de la ciudad de Hay que comenzar esta historia por el prin-
México aparecen referencias a su traza. ¿Qué cipio. La traza es un asunto que la capital
es la traza? Se trata de una supuesta frontera 1 arrastra desde el siglo XVI. Fue la fundación
que dividió a la ciudad de México colonial en española quien bautizó con el nombre de ciu-
dos: de un lado debían habitar los españoles y dad a la parte central, y a la periferia circun-
del otro los indígenas. Pero además de ser el dante como pueblos de indios, parcialidades o
cuadrángulo que marcó el límite entre la ciu- barrios indígenas. La historia cuenta que la
dad española y la indígena, la traza es también ciudad fundada sobre Tenochtitlan fue uno de
el diseño con que se ordenaron los solares. La los casos excepcionales en que una urbe colo-
traza en damero, modelo al que nos referire- nial se levantaba sobre un sitio con tanta
mos aquí, es una cuadrícula en cuyo centro se población.
encuentra la plaza mayor; es decir, desde la Los cronistas fueron los primeros que co-
plaza en que se hallan los principales edificios menzaron a hablar de la traza. A Cortés y a
públicos y la catedral, las calles corren parale- Alonso García Bravo se les atribuye el diseño
las formando ángulos rectos entre sÍ. que rigió desde el momento de la fundación
Entre la traza y los indios existe una rela- española. Todos los autores posteriores, sin
ción estrecha, pues la zona indígena comen- excepción, los han tomado como fuentes de
zaba donde terminaba la ciudad. La traza se primera mano para suponer cómo fue la ciudad
refiere al diseño de la ciudad, yen ésta no ha- antes de la conquista y durante los primeros
bitan los indígenas. De modo que en aquella momentos de la colonia. Con los relatos de los
época la palabra "ciudad" no significaba lo conquistadores comenzó esa historia que ha-
mismo que hoy para nosotros: cuando alguien bla de que los aztecas tenían anchas avenidas
se refería a ella, lo hacía aludiendo exclusi- que se dirigían hacia los cuatro puntos cardi-
vamente a aquello que estaba dentro de esa nales, así como la de sus grandes edificios, sus
frontera. Un bonito ejemplo puede aclarar este diques o sus mercados. Antes de sus narracio-
punto: a mediados del siglo XVIII el señor nes ningún documento parece hablar explíci-
Antonio Padilla, que llevaba 30 años haciendo tamente sobre la ciudad indígena precorte-
cajetas y dulces, explicaba que "siempre ha es- Slana.
tado precisado a venir a la ciudad a vender sus La fundación hispana de la ciudad de Méxi-
cajetas"2 puesto que vivía en un barrio de in- co ha marcado una ruptura temporal entre lo
dios y entre gente pobre que no tenía recursos que pudo haber sido la "ciudad" azteca y la
para poder comprar sus postres. ciudad colonial española. Existen claras evi-

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dencias de que la ciudad colonial se levantó leerse como un contraste entre civilizados con
sobre las ruinas que quedaron de la indígena, "casi" civilizados. Los estudios de Antonio Ca-
pero además hay autores que hablan de una so, de Manuel Toussaint, de Jorge Hardoy, de
continuidad entre la ciudad prehispánica y la Erwin Walter Palmer, de Francisco de Solano,
colonial: que los españoles, aun cuando hubie- de Richard Morese, de Woodrow Borah, de Ed-
ran destrozado las construcciones mexicas, mundo O'Gorman, de Sonia Lombardo y de
levantaron sus edificios sobre el modelo urba- varios investigadores más, giran en torno a
no que regía entre los prehispánicos. esa misma pregunta: ¿las ciudades en Nueva
Hasta hoy, todo el mundo está de acuerdo en España nacieron con la llegada de los españo-
que para la traza de la ciudad de México rigió les, o eran ya ciudades los habitats precolom-
el modelo en damero; el problema viene des- binos?
pués, cuando los autores se preguntan de dón- ¿A qué nos lleva responder esto? ¿Qué im-
de procedió esa traza reticular. No se sabe si se portancia tiene afirmar si los aztecas conocían
trata de un modelo dictado por los europeos, o o no la traza en damero? ¿Por qué se duda que
si tiene alguna influencia de las culturas pre- los prehispánicos hubieran podido vivir en
hispánicas. Hay quienes opinan que se trata ciudades? Y si nos adherimos a la idea de que
de una copia de las ciudades medievales del fueron los españoles los promotores de dicho
renacimiento italiano, retomado por los es- modelo y que los indígenas no lo conocían ¿qué
pañoles contra los moros y luego importado a implicaría? Detrás del interés por conocer si
América; hay quien piensa que ese modelo una ciudad estaha o no diseñada en damero, si
tiene relación con los presupuestos teológicos estaba trazada con calles paralelas y un centro
de Santo Tomás de Aquino, o que las órdenes se esconde el deseo de conocer el grado de civi-
mendicantes crearon un nuevo modelo de ur- lización alcanzado por una sociedad. Porque a
banización; otros autores hablan de una conti- la ciudad, por axioma, se le tiene asociada con
nuidad desde las ciudades romanas hasta prin- civilización y por ende a sus habitantes con ci-
cipios del siglo XVI; en fin, las posibilidades de vilizados. No a cualquier "campamento gita-
referirnos a los orígenes de la traza en el pen- no" la historia lo ha considerado ciudad; para
samiento e historia europeos son muchas y serlo, se le han exigido atributos. Ser ciudad es
muy variadas. 3 ser una población con cierta jerarquía.6
Sin entrar en detalles, por un lado están los Aunque en la historiografía urbana la traza
autores que buscan estrictamente los orígenes ha tenido diversos significados, siempre ha
de la traza en las tradiciones occidentales, y sido uno de los elementos claves para conside-
por el otro, quienes piensan que en el trazado rar a una ciudad "ideal", reflejo de perfección
en damero existió cierta influencia indígena. de un espacio. La traza se ha visto como el re-
De lo que no hay duda es de que ningún autor flejo de la manera en que los hombres se or-
ha sostenido que el cien por ciento de los ele- denan para convivir. A la disposición de las
mentos propios de la ciudad colonial en damero urbes se le ha atribuido distintos significados:
fueron influencia indígena; e incluso más, se lugar de reunión de hombres públicos, tempo-
ha discutido si sus centros ceremoniales pue- ralidad divina, sitio-fortaleza, higiene, orden y
den considerarse o no ciudades. 4 muchos otros. Con la traza la historia ha medido
Otros han planteado esta pregunta de la el grado de cultura y de civilización de las pobla-
siguiente manera: "¿en qué medida los indíge- ciones; ha sido la vara para medir el progreso.
nas americanos habían desarrollado centros Quienes se han preguntado si las ciudades
urbanos antes de la llegada del hombre blan- precolombinas eran ciudades, quizá en el fon-
CO?".5 Y a pesar de que Borah es de los que sos- do han querido encontrar rasgos cualitativos
tienen que Tenochtitlan sí fue una ciudad, no que permitieran ver ciudades en las formas de
dej a de destacar el contraste que hace entre los habitación prehispánicas. El único gran pro-
indígenas y el hombre blanco; esto bien podría blema es que se ha terminado por ver entre los

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aztecas rasgos propios de una cultura terrible- mides con mezquitas se debe a una supuesta
mente alejada de la prehispánica: la nuestra. continuidad entre la Reconquista y la conquis-
A los habitats prehispánicos se les ha medido ta de América... en fin, parece que nosotros
con el criterio propio de una ciudad moderna, hemos impuesto nuestros valores para com-
regida por nociones como las de patria, circu- prender un mundo que nos es ajeno.
lación, estado y riqueza. En realidad, cuando se leen estudios sobre
Para mostrar que sí eran "ciudades", los au- cómo era la ciudad precolombina siempre sal-
tores han empleado, además de la traza, dos tan frases como "una posibilidad es que", "pien-
elementos tomados desde finales del siglo XVIII so que", "es difícil precisar", "existen estima-
como reflejo de un alto grado de civilización: la ciones de", "es posible que": todo lo que ronda
población y la superficie. Si bien se hace hinca- la historia prehispánica de la capital es un
pié en sus calles rectas, en sus plazas o en las mundo de suposiciones. No hay nada definiti-
características monumentales de sus recintos vo. ¿No deberíamos empaparnos de las refe-
ceremoniales, sobresale la preocupación por rencias culturales de los cronistas para poder
conocer la cantidad de población y superficie de comprender sus fines? ¿Los letrados del siglo
Tenochtitlan. XVI daban importancia a las cifras estadísti-
Esos dos valores han generado una gran cas? ¿En su mundo registraban la idea de
cantidad de investigaciones sobre cuál pudo patria? ¿Acaso para ellos significó, como para
haber sido el área y cuál el número de habi- nosotros, la fórmula de a mayor población y
tantes en las islas de Tenochtitlan-Tlatelolco. territorio más riqueza en una nación?
Borah nos dice que "es más probable que los Para mostrar que la ciudad mexica tenía
autores que sostienen que hubo una gran can- cierto grado de civilización se han deducido ci-
tidad de población prehispánica acepten la exis- fras de unas cuantas frases de los cronistas.
tencia de un grado considerable de urbaniza- Entre otras se halla el ejemplo de Cortés, quien,
ción, que los autores que hablan de pocos al enviar sus Cartas de Relación a Carlos 1 de
habitantes en Tenochtitlan".7 Para la moder- España comparo a Tenochtitlan con Sevilla y
nidad las ciudades son más ricas mientras Córdoba; o los comentarios de Bernal quien dice
mayor población tengan; por ello ciertos auto- que vio "sesenta mil ánimas comprando" en el
res, ansiosos de demostrar que la sociedad me- mercado; o Motolinia enunciando" cosa tan lle-
xica no era salvaje, han forzado a las fuentes a na de gente" o Pedro Mártir, o López de Góma-
enunciar la gran cantidad de territorio y habi- ra, o el cronista Herrera, Prescott y Humboldt
tantes que poseían los antiguos mexicanos. ¿A quienes hacen ciertas aproximaciones numé-
partir de qué información se ha podido supo- ricas no comprobadas por posteriores investi-
ner esto? gaciones.
Los cronistas y los planos han sido hasta hoy Con el fin de complementar aquellas frases
una de las fuentes principales para conocer la se han empleado además dos planos: un mapa
ciudad prehispánica. Y aunque se habla de le- postcortesiano en papel de maguey, "que re-
yendas, manuscritos pictóricos o registros nati- presenta a un distrito de chinampas que ha
vos, todos ellos han sido interpretados yexpli- sido localizado al norte de la ciudad" -el cual
cados en latín o español. El exceso de literalidad no se sabe si fue hecho entre los años 1557 y
en la interpretación de aquellas fuentes ha 1563 o bien una generación antes- y un se-
generado polémica: se dice que habiendo sido gundo mapa atribuido a Cortés y cuya fecha de
producidas en el siglo XVI, poseen fines, refe- realización tampoco está clara. Con estos dos
rencias y valoraciones distintas a las del siglo planos se ha supuesto la población que habita-
XX. Se dice que sus referencias del mundo ba en Tenochtitlan: aquél aporta datos de un
eran teológicas; que concebían a Tenochtitlan área de chinampas en el norte de la ciudad, lo
como una Babilonia infestada de paganos a cual ha permitido deducir el área de chinampas
cristianizar; que su comparación de las pirá- de los demás puntos cardinales, y el otro se

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remite a la zona urbanizada, al "centro" de la casi indescifrables? ¿No podríamos pensar que
ciudad. los conquistadores vieron solamente lo que su
Luego de calcular que el mapa de papel ma- cultura les permitió?
guey representa una superficie aproximada La historiografía actual plantea cada vez
de 242 mil metros cuadrados, o sea, 24 hectá- más problemas sobre la interpretación de las
reas, es decir, 400 solares, y de asociar esta ci- fuentes; se trata, dice, de marcar la distancia
fra con la escasa información de los cronistas, cultural de nuestro mundo con aquél en que
se calculan 2 mil personas ocupando 24 hectá- pudieron vivir los cronistas, y de darse cuenta
reas. Lo increíble es que, después de esta serie de que los documentos son puro lenguaje y no
de laboriosos cálculos, uno de los mejores y realidad pasada. Para conocer quiénes eran
más serios especialistas en el tema nos advier- los conquistadores, se debe especificar si eran
ta lo siguiente: "Pero es difícil precisar cuál fue soldados o religiosos, si sabían o no leer y es-
el área de la ciudad ocupada por las chinam- cribir, si pertenecían a la corte o eran del pue-
pas ... (con el mapa de papel maguey). Para in- blo llano, a quién dirigían sus escritos, con qué
tentarlo debo ensayar un rodeo ... (con) el plano motivo, en qué momento lo escribían, en fin,
atribuido a Cortés .. (pero) como carece de una hoy día se ha dado una importancia vital a
escala gráfica y fue dibujado con una falta to- quién produce los mensajes, a quién van diri-
tal de escala visual, resulta una representa- gidos y cómo eran recibidos por los individuos
ción muy desproporcionada de la ciudad y de en el universo mental al que pertenecían.
difícil interpretación".8 Y de estas fuentes se Los españoles crearon una ciudad sobre an-
ha escrito la historia de la ciudad mexica que cestrales formas de sobrevivencia de las que
hasta hoy conocemos. poco sabemos. Sus relatos hablan más de ellos
¿Cómo es posible que se haya construido una mismos que de los indígenas; más de la impor-
historia de la ciudad mexica sobre suposicio- tancia que tuvo en su mundo mental renacen-
nes de las suposiciones? ¿Cómo es posible que tista la traza que la manera en que fue recibida
hoy día le reprochemos a un plano del siglo por los nativos. Las crónicas han servido para
XVI que no posea escala visual y sea despro- escribir sobre historia prehispánica durante
porcionado? ¿No será que los cronistas eran casi cinco siglos; su gran virtud y su gran de-
ajenos a nuestras escalas numéricas?; y sin fecto. Sólo que ahora, la versatilidad de la his-
embargo, hemos partido de ahí para demos- toria nos muestra que para descifrar de ellas la
trar que los mexicas eran una gran civiliza- vida indígena, debemos antes considerar que
ción. ¿No estaremos imponiendo a las fuentes la teología, las ciudades ideales, las jerarquías
de aquel siglo criterios que no les correspon- y la guerra, no son más que los valores medieva-
den? ¿Es posible conocer aquella cultura? ¿Aca- les que regían cuando las crónicas fueron escri-
so no fue destruida y nos quedan sólo huellas tas.

Notas
1 Aquí no entraremos en detalles de la efectividad que 2 Archivo Histórico de la Ciudad de México, Real
tuvo o no la traza. Edmundo O'Gorman sostiene que la Audiencia Fiel Ejecutoría Veedores. vol. 3833, exp.59,
traza nunca logró separar el sitio de habitación de los 1745.
indígenas del de los españoles. "Reflexiones sobre la 3 Woodrow Borah, "La influencia cultural europea en
distribución urbana colonial de la ciudad de México", la creación de los centros urbanos hispanoamericanos",
Boletín del Archivo General de la Nación, México, Secre- Ensayos sobre el desarrollo urbano de México, México,
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La Santísima.

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