Demonios y cárceles

Voy y vuelvo en una casa llena de oscuridad, con una silla, un colchón y una ventana
que me permite ver una cárcel. No me junto con la gente de ahi, pero siempre me
causa curiosidad qué estarán pensando allí.

Me vine a vivir aquí porque los callejones me invitaron, y rápidamente me di cuenta que
no vivo sola. Hay un ente Negro que si lo dejo entrar me revienta la casa.

Yo ya me di cuenta de esto y cada vez que las noches se vuelven mas frias procuro
que las puertas esten cerradas, pues no vaya a ser que Negra entre a mi vida de
nuevo.

Pero hoy no hace frio, no de esos que te hacen querer entrar a tu casa. Hoy quise salir,
y con la vista de la cárcel me pasee por el alrededor de mi casa solitaria, con una
ventana, una silla, y un colchón.

No estoy sola. Hay alguien que me quita el aliento.

Y así la oscuridad se ve no tan negra cuando la luna esta casi llena pero cuidado, que
pronto ya no habrá nada que refleje el sol, y estoy dejando la puerta abierta.

En qué pensarán esas personas de la cárcel? Creo que me da miedo acercarme para
saberlo, y me frustra. Dentro de todas las cualidades que me ha arrebatado la Negra es
poder socializar.

Antes era mejor, antes era mas abierta. Ahora solo soy Negra.

Recuerdan que quiero andar por el mar verdad? Creo que ya me inundé, por mi
incapacidad de vivir con gente, y por no poder hablarle a las personas de la cárcel.

Cómo puede ser que ellos esten entre rejas pero mi casa solitara es igual de represiva?
Al menos sé que compartimos algo en común, pero me da miedo sacar conclusiones
apresuradas.

Ojalá pudiera vivir sin cerradura y libre, pero si no me convierto en mi propia cárcel ella
me va a matar, ella me va a matar, y cualquiera que sea distinto de mi la invita a pasar.
Del blanco al negro, del negro al rojo. Lo blanco se transtorna en azul, y de rojo está mi
cuerpo.

No se qué seguirá, pero siento que algo malo va a pasar, porque veo una sombra abajo
de mi puerta, y creo que me vino a visitar.

- Negra