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Hoja de apoyo de exposición de penitenciario

La cocina que se propone


• Es recomendable crear una cocina central en posición estratégica, inmediata al rondín
perimetral interior y comunicada a cubierto con los módulos de alojamiento de la población.
• La población podrá acudir por grupos a un comedor ubicado junto a la cocina, en donde exista
un sistema de servicio en una barra de atención con comida caliente, atendiendo en turnos a la
población en condiciones de circular de manera controlada; de esta manera se reducen los
tiempos necesarios para la prestación del servicio.
• El resto de las personas privadas de la libertad, como la población sujeta a régimen de
vigilancia alta, los internados en el hospital, en tratamiento de adicciones, así como los sujetos a
protección o los aislados temporalmente, deben recibir su alimentación en sus alojamiento.
LAVANDERIA: Actualmente existe la costumbre de que cada persona privada de la libertad lave
su ropa, afuera y adentro de su celda: afuera, la ropa de cama, en lavaderos ubicados en el patio
de alojamiento, con tendederos informales que incluyen las cercas que limitan los patios. Dentro
de la celda, se lava la vestimenta. Ésta dura mucho tiempo húmeda, lo que provoca hongos e
insalubridad general. Esta costumbre no sólo genera desorden por la cantidad de prendas tendidas
afuera y adentro de la celda, sino que fomenta el ocio con el pretexto de vigilar la ropa tendida.
La lavandería que se propone • La ropa de cama y los uniformes debidamente identificados por
alojamiento deberán lavarse semanalmente en la lavandería central de la prisión. • La ropa interior
podrá lavarse y tenderse por turnos en un área limitada, para que el espacio abierto pueda
controlarse desde la custodia, de tal manera que el turno que lavó en la mañana recoja su ropa
por la tarde. • El espacio de lavado y tendido de la ropa interior será limitado, pero abierto y
controlado visualmente por la custodia; deberá ser de un tamaño proporcional al número de
personas que haya en el dormitorio. Por ejemplo: si el dormitorio es para 140 personas,
necesitarán un patio de 90 m². • A cada custodio se le debe proveer de dos juegos del uniforme,
para que se laven en las casas. • La ropa del centro médico, se lavará y planchará en el mismo
edificio.
Infraestructura básica Es necesario que las instalaciones penitenciarias cuenten con lo siguiente:
• Subestación eléctrica. Instalación destinada a mantener los niveles de tensión adecuados para
la transmisión y distribución eléctrica libre de riesgo.
• Tanque elevado. Punto de inicio de la distribución del agua. Conviene localizarlo en el punto más
alto de la topografía del terreno. • Tratamiento de aguas. Complemento del abastecimiento de
agua de la prisión Incluye: A) Sistema para descontaminación y reúso de aguas servidas producidas
en el centro penitenciario. Debe estar localizado en el punto más bajo del terreno. B) Planta
purificadora de agua. Con el fin de potabilizar agua para consumo humano, y con ello evitar la
compra de agua purificada en garrafones individuales.
Mantenimiento: • Aplicar recomendaciones y cuidados desde la planeación de la prisión, en su
diseño, construcción y equipamiento. • Construir las prisiones con una estructura, acaba dos,
instalaciones y equipos de fácil y económica operación, limpieza, conservación y mantenimiento.
• Considerar que prevenir es más económico y eficaz que corregir. • No se puede concebir el
diseño de una prisión sin un análisis profundo de las soluciones que se esperan para su
construcción y equipamiento. • La integración de un sistema para el mantenimiento preventivo y
correctivo de edificios, artefactos, mobiliario y equipos. Debe agregarse al gasto operativo de la
prisión, el correspondiente al mantenimiento en todos sus renglones.

NELSON MANDELA Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918, en Sudáfrica y muere
el 5 de diciembre de 2013. Fue un abogado activista, gran filántropo, que después de haber
estado 27 años privado de su libertad, en 1990 es excarcelado, uniéndose en las negociaciones
para abolir el apartheid y establecer las elecciones generales de 1994, convirtiéndose en este
año en el primer presidente sudafricano de raza negra. Desde joven tuvo una gran participación
en la política, se unió así a las filas del Congreso Nacional Africano, y posteriormente fundó la
Liga Juvenil en la misma organización; trabajó intensamente en la “Campaña del Desafío”, de
1952 y fue presidente regional del Congreso Nacional Africano de Transvaal; presidió el
Congreso Popular en 1955 y por todas estas actividades fue varias veces arrestado y de 1956 a
1961 fue procesado en el juicio por traición. En 1962 nuevamente es arrestado y acusado por
conspiración y sentenciado a prisión de por vida durante el Proceso de Rivonia. Como presidente
promulgó una nueva Constitución; creo la Comisión para la Verdad y la Reconciliación para
investigar las violaciones a Derechos Humanos; implementó medidas para reformar la
propiedad de la tierra, el combate a la pobreza y la expansión de servicios de salud. Su lucha fue
permanente combatiendo la impunidad, por lo que posteriormente fue Premio Nobel de la Paz,
y recibió múltiples reconocimientos como la Medalla Presidencial de la Libertad y el Premio
Lenin de la Paz. Mandela fue trasladado por esto a una prisión ubicada en la Isla Robben, donde
permaneció 18 años, picando piedra y careciendo de condiciones dignas, habiéndosele
trasladado posteriormente a una mina de cal, lo que le causó un gran daño a su visión. En varias
ocasiones estuvo en régimen de aislamiento y llevando a cabo en múltiples ocasiones huelgas
de hambre con el fin de mejorar las condiciones de vida dentro de la prisión. Sus visitas en la
prisión se dieron de manera irregular y estando privado de la liberad murió su hijo primogénito
y su madre. En 1967, las condiciones de vida en prisión se modificaron, mejorando la comida,
permitiéndoseles realizar actividades deportivas y modificando su vestimenta también.
Posteriormente fue trasladado a Badenhoerst, mejorando en algunos aspectos sus condiciones
de vida. En este tiempo de internamiento recibió sanciones, suspendió y retomó sus estudios,
se dedicó a la jardinería y a la lectura y recibió condecoraciones como: el Doctorado Honorario
de Lesoto; el Premio Jawaharlal Nehru de la India; y las llevas de la Ciudad de Glasgow de
Escocia. En 1982 Mandela es trasladado, a la prisión de Pollsmoor en Tokai, incrementando en
este centro sus horas de lectura y correspondencia, aquí sufrió tuberculosis, por lo que fue
nuevamente trasladado en esta ocasión a la prisión de Victor Verster, cerca de Paarl, mejorando
sus condiciones de salud, habiendo sido excarcelado posteriormente y declarando a su
liberación, su compromiso para mantener la paz y la reconciliación una vez más. Por ello toda
su trayectoria está inmersa sobre estas conceptualizaciones: En 1994 publica su autobiografía
“Un largo camino hacia la libertad”, y en 1995 funda el “Fondo para la Infancia de Nelson
Mandela”, lugar al cual donaba parte importante de sus ingresos. En 1999 se retira de la vida
pública e inicia otra labor en la “Fundación Nelson Mandela”, encaminada al desarrollo del área
rural, la construcción de escuelas y el combate al sida.
En el año 2000 se fundó el “Torneo de Golf Nelson Mandela” con el fin de recaudar fondos,
posteriormente en el año 2002 se inaugura la “Lectura Anual Nelson Mandela” y en el 2003 la
“Fundación Mandela Rhodes” en Rhodes House en la Universidad de Oxford para promover
becas universitarias para estudiantes africanos, de igual forma se crea el “Centro de la Memoria
Nelson Mandela”, los “Conciertos 46664” para recaudar fondos contra el sida. En el año 2005
fundó “Nelson Mandela Legacy Trust”, para recaudar fondos en beneficio del continente
africano. A sus 95 años muere, declarándose duelo nacional por diez días, reconocido como un
gran líder y hombre con gran convicción sobre la inclusión, la estabilidad, la paz y defensor de
los Derechos Humanos. Fue considerado padre de la democracia, así como de la nación
sudafricana. Posterior a su muerte ha sido sujeto de múltiples reconocimientos y la Asamblea
de las Naciones Unidas proclamó su cumpleaños (18 de julio), como el “Día Internacional de
Nelson Mandela”, instando a realizarse algo en beneficio del prójimo por 67 minutos, número
de años que él fue parte del movimiento por la paz. Nelson Mandela dedicó su vida como
abogado a defender los Derechos Humanos, trabajando por una cultura de paz, tanto en
libertad, como privado de ésta. El 17 de diciembre de 2015, la Asamblea General de la
Organización de las Naciones Unidas, aprueba la recomendación del grupo de expertos para que
las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos actualizadas se denominen “Reglas
Nelson Mandela”, motivando a los Estados Miembros a celebrar esta ocasión de manera
apropiada, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a partir el 18 de julio de
2016 lleva a cabo la conmemoración respectiva en forma anual, invitando a todos los
involucrados con el sistema penitenciario mexicano a realizar lo propio, con el fin de llevar a
cabo la mayor difusión del espíritu de estas Reglas, que pregonan el respeto de los derechos
humanos y la humanización de la pena de prisión.
En noviembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de julio «Día
Internacional de Nelson Mandela» en reconocimiento de la contribución aportada por el ex
Presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y la libertad. En la resolución 64/13 Documento
PDF de la Asamblea General se reconocen los valores de Nelson Mandela y su dedicación al
servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de
conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la
reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos
vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas. Se reconoce también
su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura
de paz en todo el mundo.
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO PACHECO TERUEL Y OTROS VS. HONDURAS
SENTENCIA DE 27 DE ABRIL DE 2012 (Fondo, Reparaciones y Costas)

El 11 de marzo de 2011 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la


Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió a la Corte, de conformidad con los artículos
51 y 61 de la Convención, el caso 12.680 contra el Estado de Honduras (en adelante “el Estado” u
“Honduras”). La petición inicial fue presentada ante la Comisión Interamericana el 14 de julio de
2005 por las organizaciones Pastoral Penitenciaria, CARITAS Sampedrana y Equipo de Reflexión,
Investigación y Comunicación “ERIC” (en adelante los representantes). El 17 de octubre de 2008
la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad No. 78/08 y el 22 de octubre de 2010 emitió el
Informe de Fondo No. 118/10, de conformidad con el artículo 50 de la Convención Americana (en
adelante “informe de fondo”) . Este último informe fue notificado a Honduras mediante una
comunicación de 14 de diciembre de 2010, otorgándole un plazo de dos meses para informar
sobre el cumplimiento de las recomendaciones. La Comisión señaló que, luego de vencido el plazo
sin que el Estado diera cumplimiento a las recomendaciones, sometió el caso al Tribunal en virtud
de la necesidad de obtener justicia y una justa reparación. La Comisión Interamericana designó
como delegados a los señores Felipe González, Comisionado, y a su Secretario Ejecutivo Santiago
A. Canton, y como asesores legales a las señoras Elizabeth Abi-Mershed, Secretaria Ejecutiva
Adjunta, Lilly Ching, Isabel Madariaga y al señor Andrés Pizarro, abogados de la Secretaría
Ejecutiva.
QUE SOLICITO EL ESTADO: Mediante Resolución de 27 de enero de 2012, el Presidente de la Corte
ordenó, entre otros, recibir diversas declaraciones en el presente caso . Asimismo, convocó a las
partes a una audiencia pública, la cual fue celebrada el 28 de febrero de 2012 durante el 94 Período
Ordinario de Sesiones de la Corte, el cual tuvo lugar en la sede del Tribunal . 7. Durante la audiencia
pública del caso, el 28 de febrero de 2012, el Estado reconoció su responsabilidad por los hechos
descritos en el Informe de Fondo de la Comisión y manifestó haber llegado a un acuerdo de
solución amistosa con los representantes. En consecuencia, el Tribunal, mediante Resolución
incidental de 29 de febrero de 2012, dejó sin efecto el plazo previsto para la remisión de los
alegatos finales escritos de las partes y las observaciones finales de la Comisión, en vista del
acuerdo de solución amistosa alcanzado entre los representantes y el Estado .
A. El acuerdo de solución amistosa 14. El 28 de febrero de 2012, durante la audiencia pública del caso, las partes
presentaron al Tribunal un acuerdo de solución amistosa15 , celebrado entre el Estado de Honduras y los
representantes de las presuntas víctimas. Asimismo, la Comisión Interamericana manifestó su conformidad
con este acuerdo en la referida audiencia pública. En dicho acuerdo el Estado reconoció su responsabilidad
internacional respecto del contexto, los hechos y las violaciones que fueron descritas en el Informe de Fondo
de la Comisión y se acordaron las medidas de reparación para el caso. 15. En la audiencia del caso, el Estado
dio lectura del acuerdo y realizó un “reconocimiento público de responsabilidad internacional”, en los
siguientes términos:
[…] El Estado de Honduras reconoce que la vida es un valor supremo, invaluable e irreparable. Asimismo, reconoce que el
ser humano es el fin supremo de la sociedad y que [al Estado] le corresponde la protección de los derechos intrínsecos de
éste. En definitiva […] le corresponde asegurar el goce de la justicia a sus ciudadanos. Siendo el Estado de Honduras
signatario de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, instrumentos del sistema interamericano de protección de los derechos humanos, por medio de los cuales se
reconoce al ser humano todas las garantías fundamentales como […] el derecho a la vida, a la seguridad, a la integridad
de las personas, entre otros. Como consecuencia de su violación, [el Estado] reconoce […] la responsabilidad por el
fallecimiento de las 107 personas que se encontraban recluidas en el Centro Penal de la ciudad de San Pedro Sula,
Departamento de Cortés, Honduras, como consecuencia del incendio que se produjo por las condiciones de dicho centro
penal, que provocaron la trasgresión de los derechos humanos.

El Estado de Honduras […] reconoce que la vida humana no tiene precio y lo que en esta oportunidad se ha comprometido a
pagar no compensará ni revivirá a aquellos que perdieron la vida. Sin embargo, podrá ayudar a sus familiares a mitigar algunas
de las necesidades que puedan tener, pero no el dolor de la pérdida de sus parientes. Por todo lo anterior, reiter[a] a sus
parientes, amigos y pueblo en general, las disculpas por los hechos acaecidos y expres[a su] más sentido pésame por el
fallecimiento de dichas personas, en esta oportunidad representadas ante este […] Tribunal por la Pastoral Penitenciaria San
Pedrana CARITAS y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC). El Estado de Honduras reconoce y agradece
la intervención de este […] Tribunal, por facilitar que las partes en conflicto haya[n] llegado a este arreglo […]

ANTERIORMENTE: CONTEXTO: Es de público conocimiento y llama la atención de la Corte que, con


anterioridad y posterioridad a los hechos que motivaron el presente caso, han ocurrido otros
incidentes de gravedad en centros penitenciarios de Honduras, entre los cuales los incendios
acontecidos: el 5 de abril de 2003 en la Granja Penal de el Porvenir, La Ceiba, donde fallecieron 69
personas; el 14 de febrero de 2012 en la Granja Penal de Comayagua, donde murieron un total de
367 personas, y el 29 de marzo de 2012 en la misma cárcel de San Pedro Sula, donde murieron 13
personas más.
De conformidad con lo expuesto en diversos informes nacionales e internacionales, en la época
de los hechos el sistema penitenciario en Honduras presentaba deficiencias estructurales. En ese
sentido, los centros penales a nivel nacional “se enc[ontraban] sobrepoblados, provocando
hacinamiento, insalubridad, contaminación, inconformidad, antagonismo [y] enfrentamientos”22.
Asimismo, las instalaciones eléctricas, de agua potable y sanitarias, entre otras, se encontraban
colapsadas. Según lo informado por el Estado, en la actualidad el sistema penitenciario hondureño
se encuentra en “emergencia penitenciaria”.
Estas deficiencias se habrían agravado como consecuencia de la implementación de reformas
penales adoptadas por el Estado en el marco de las políticas de “tolerancia cero” que pretendían
erradicar a las “maras”24 y pandillas con la finalidad de controlar la violencia. Como parte de estas
medidas, mediante el Decreto No. 117-2003 adoptado en agosto de 2003, se reformó el tipo penal
de asociación ilícita contemplado en el artículo 332 del Código Penal, aumentando las penas para
este delito e incluyendo en su redacción una mención explícita a las maras como forma de
asociación ilícita25 .
A partir de esa reforma, la policía inició una práctica común de detenciones por sospecha y
arrestos masivos con base en la apariencia de las personas y sin orden previa de autoridad
competente2.
Lo anterior incidió en el incremento de los niveles de sobrepoblación de los centros penales y
acentuó los problemas estructurales existentes en todo el sistema penitenciario, pero
particularmente en aquellos centros destinados a personas acusadas de pertenecer a las maras.
En la época los hechos, la capacidad total de los 24 centros penales del país era de 8,280 plazas.
Sin embargo, en el 2004 la población penitenciaria era de 10,931 internos, y para el 2008, se
incrementó a 11,723 internos27 .
El Centro Penal de San Pedro Sula se encuentra ubicado en una de las zonas más populares de esa
ciudad y con mayor circulación vehicular. Al momento de los hechos, constaba de 21 celdas con
una capacidad para alojar a 1,500 personas aproximadamente. Sin embargo, el día del incendio
albergaba a 2,081 internos. CONFLICTO ENTRE PANDILLAS EXPLOTANDO BOMBAS MOLOTOV
FALTA DE CLASIFICACION DE INTERBOS Y CORRUPCION Además, “[existía] un control en el centro
penal a cargo de los […] internos, y que hasta cierto punto ha[bía] sido permitido por las
autoridades penitenciarias, quienes no han supervisado la introducción de armas y bombas,
poniendo en riesgo a la población penitenciaria y a las visitas” . Las condiciones del sistema
eléctrico del penal eran “deplorables” y representaban un riesgo latente de incendio.
CONDICIONES UNHUMANAS SIN ESPACIO NI AIRE NI LUZ NATURAL, SIN SALIDAS DE EMERGENCIA,
Por otro lado, el servicio de “agua corriente” era inadecuado. Por ello, los sanitarios debían
llenarse con cubetas, además de que no había lavabos, ni duchas. Tampoco se proporcionaban
productos de aseo personal. Lo anterior generaba un ambiente malsano e insalubre y la
proliferación de insectos.
Asimismo, los internos de la celda No. 19 no recibían la atención médica debida, puesto que los
servicios de salud estaban organizados para atender a la población penal en general y la situación
de aislamiento en la que se encontraban dificultaba su acceso a dichos servicios. Además, la
alimentación que recibían era deficiente. GUARDIAS HOSTILES Y AMENZANTES EXPONIAN A SU
VISITAS POR IGUAL A LA LLUVI Y SOL.
El incendio en la celda No. 19 del Centro Penal de San Pedro Sula ocurrió el 17 de mayo de 2004,
entre las 1:30 y 2:00 horas de la madrugada, y se originó dentro de la celda, en la parte superior
de la puerta de acceso. FRENTE A LOS GRITOS DE AUXILIO LOS POLICIAS SOLO DISPARARON E
INSULTARON. EL ALCAIDE NO ESTABA, En dicho incidente perdieron la vida 107 internos, de los
cuales, al menos 101 murieron a causa de la inhalación masiva de dióxido de carbono (asfixia
por sofocación), y cinco fallecieron en el hospital con quemaduras graves. No hay pruebas de
internos heridos o muertos por arma de fuego.
La identificación de los cadáveres se prolongó por varios días. Al tercer día, los familiares, en su desesperación,
“intentaron romper la cerca para entrar en la morgue”. El reconocimiento de los cuerpos se realizó de forma
apresurada y sin estudios de ADN, “comparando fotos de los muertos con sus carnets de identidad y otros
documentos”. En consecuencia, se cometieron errores en la entrega de cuerpos, lo cual agravó el sufrimiento de
los familiares. MAS GASTOs de 10000 lempiras que no contaba nadie para ello.
EL estado actuo de manera arbitraria CON SU LEY ANTI MARAS. NO SOLO POR ELLO DEBE TENER CARCELES Y
PROGAMAS ADECUADAS PARA EJERCER ESA LEY.
OBLIGARON A : Sin perjuicio de lo anterior, en el inciso “d” del acápite denominado “Antecedentes” del acuerdo
de solución amistosa, se señala que: los “beneficiarios: por acuerdo expreso entre las partes[,] comprende[n] a las
víctimas y sus familiares descritos en el [I]nforme de [F]ondo de la Comisión”. No obstante, en el capítulo referente
a la “[i]ndemnización económica, [g]astos y [c]ostas”, se dispone que el monto relativo a los daños materiales
“constituirá el fondo de oportunidad y compensación para los familiares de los [107] privados de libertad que
perdieron su vida en el Centro Penal de San Pedro Sula”. Lo mismo se aplica en el capítulo sobre la atención
psicológica y/o psiquiátrica, la cual incluye a “los familiares de las [107] víctimas del incendio”.
C. Medidas de reparación integral: garantías de no repetición, rehabilitación y satisfacción

El Centro Penal de San Pedro Sula


CPEUM.- Artículo 18. PARRAFO SEGUNDO El sistema penitenciario se organizará sobre la base
del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la
salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar
que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres
compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto.
Ley Nacional de Ejecución Penal. Ley DOF 16-06-2016 Enrique Peña Nieto.

> TÍTULO PRIMERO Capítulo I Artículo 3 XXII. (Servicios: A las actividades educativas, culturales,
recreativas, de trabajo, de capacitación para el trabajo, de protección para la salud, deportivas y otras similares
que deben tener disponibles los Centros de manera accesible, aceptable, progresiva y adaptable a las necesidades
de las personas privadas de la libertad, en términos del artículo 32 de esta Ley. Entre los servicios se comprende
el abasto de productos que, sin formar parte de los suministros gratuitos, deben ser accesibles y asequibles para
las personas internas;) Suministros. XXV. Suministros: A todos aquellos bienes que deben ofrecer los
Centros Penitenciarios, gratuitamente, entre ellos, el agua corriente y potable, alimentos, medicinas,
anticonceptivos ordinarios y de emergencia; ropa, colchones y ropa de cama, artículos de aseo personal y de
limpieza, libros y útiles escolares, así como los instrumentos de trabajo y artículos para el deporte y la recreación;.

Artículo 4. Principios rectores del Sistema Penitenciario(Dignidad e Igualdad)


Artículo 4. Principios rectores del Sistema Penitenciario El desarrollo de los procedimientos dentro del Sistema
Penitenciario debe regirse por los siguientes principios:
Dignidad. Toda persona es titular y sujeta de derechos y, por lo tanto, no debe ser objeto de violencia o
arbitrariedades por parte del Estado o los particulares.
Igualdad. Las personas sujetas a esta Ley deben recibir el mismo trato y oportunidades para acceder a los derechos
reconocidos por la Constitución, Tratados Internacionales y la legislación aplicable, en los términos y bajo las
condiciones que éstas señalan. No debe admitirse discriminación motivada por origen étnico o nacional, el color
de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica,
la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las
opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las
responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otra que atente contra la dignidad
humana y con el objeto de anular o menoscabar los derechos y las libertades de las personas.
Las autoridades deben velar porque las personas sujetas a esta Ley, sean atendidas a fin de garantizar la igualdad
sobre la base de la equidad en el ejercicio de sus derechos. En el caso de las personas con discapacidad o
inimputabilidad deben preverse ajustes razonables al procedimiento cuando son requeridos, así como el diseño
universal de las instalaciones para la adecuada accesibilidad.

> TÍTULO SEGUNDO Capítulo II Régimen de Internamiento Artículo 30,31,32,33,34,35,36,37


Capítulo II Régimen de Internamiento
Artículo 30. Condiciones de internamiento Las condiciones de internamiento deberán garantizar una vida digna y
segura para todas las personas privadas de la libertad. Las personas privadas de la libertad podrán ejercer los
derechos y hacer valer los procedimientos administrativos y jurisdiccionales que estuvieren pendientes al
momento de su ingreso o aquellos que se generen con posterioridad, salvo aquellos que sean incompatibles con
la aplicación de las sanciones y medidas penales impuestas.
Artículo. 31Clasificación de áreas La Autoridad Penitenciaria estará obligada a instrumentar una clasificación de
las distintas áreas y espacios en el Centro Penitenciario, en particular, de los dormitorios, obedeciendo a criterios
basados en la edad, el estado de salud, duración de la sentencia, situación jurídica y otros datos objetivos sobre
las personas privadas de la libertad, tendientes a armonizar la gobernabilidad del mismo y la convivencia entre las
personas privadas de la libertad.
Las personas sentenciadas por los delitos de secuestro, previstos en la Ley General para Prevenir y Sancionar los
Delitos en Materia de Secuestro, así como por las conductas de privación ilegal de la libertad con el propósito de
obtener un rescate, lucro o beneficio, independientemente de su denominación, tipificadas en las legislaciones
penales, deberán compurgar su pena privativa de la libertad en espacios especiales ubicados dentro de los Centros
Penitenciarios, en términos de lo que dispongan las normas administrativas aplicables.
Lo anterior será aplicable a las personas sentenciadas por delitos en materia de delincuencia organizada, conforme
a la ley en la materia, así como para las personas privadas de la libertad que requieran medidas especiales de
seguridad. Las personas internas en espacios especiales, no podrán ser afectadas en sus condiciones de
internamiento, de manera que estas resulten equivalentes o más aflictivas que las establecidas para las sanciones
disciplinarias.
Artículo 32. Servicios La Autoridad Penitenciaria estará obligada a prestar sus servicios a todas las personas
privadas de la libertad que los requieran, ser de buena calidad y adecuarse a sus necesidades, bajo criterios de
razonabilidad y no discriminación. Las personas sujetas a prisión preventiva y las personas aseguradas con fines de
extradición gozarán de estos derechos desde su ingreso. Las personas privadas de la libertad podrán hacer uso
voluntariamente de los servicios que ofrezca el Centro Penitenciario, con excepción de las medidas preventivas de
enfermedades, de higiene y de salubridad general.
La Autoridad Penitenciaria está obligada a brindar gratuitamente todos los suministros a la población penitenciaria.
Artículo 33. Protocolos La Conferencia dictará los protocolos que serán observados en los Centros Penitenciarios.
La Autoridad Penitenciaria estará obligada a cumplir con los protocolos para garantizar las condiciones de
internamiento dignas y seguras para la población privada de la libertad y la seguridad y bienestar del personal y
otras personas que ingresan a los Centros. La Conferencia dictará protocolos, al menos, en las siguientes materias:
I. De protección civil; II. De ingreso, egreso y de las medidas necesarias para poner a la persona en libertad
inmediata cuando la autoridad judicial así lo disponga y no exista otra causa para mantener a la persona
privada de la libertad; III. De capacitación en materia de derechos humanos para el personal del Centro;
IV. De uso de la fuerza; V. De manejo de motines, evasiones, incidencias, lesiones, muertes en custodia
o de cualquier otra alteración del orden interno; VI. De revisiones a visitantes y otras personas que
ingresen a los Centros asegurando el respeto a la dignidad humana y la incorporación transversal de la
perspectiva de género; VII. De revisión de la población del Centro; VIII. De revisión del personal; IX. De
resguardo de personas privadas de la libertad en situación de especial vulnerabilidad; X. De la ejecución
de la sanción de aislamiento temporal; XI. De cadena de custodia de objetos relacionados con una
probable causa penal o procedimiento de responsabilidad administrativa
Artículo 34. Atención médica La Autoridad Penitenciaria en coordinación con la Secretaría de Salud Federal o sus
homólogas en las entidades federativas y de acuerdo con el régimen interior y las condiciones de seguridad del
Centro deberán brindar la atención médica en los términos de la Ley General de Salud.
La Autoridad Penitenciaria deberá tomar las medidas necesarias para garantizar la atención médica de urgencia
en los casos en que las personas privadas de la libertad o las hijas e hijos que se encuentren bajo la custodia de las
madres en reclusión la requieran.
Sólo en casos extraordinarios en que por su gravedad así lo requieran, podrán ser trasladados a instituciones
públicas del sector salud para su atención médica, observándose las medidas de seguridad que se requieran.
La Autoridad Penitenciaria, en coordinación con las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud
competentes, garantizarán la permanente disponibilidad de medicamentos que correspondan al cuadro básico de
insumos para el primer nivel de atención médica, y establecerán los procedimientos necesarios para proporcionar
oportunamente los servicios e insumos requeridos para otros niveles de atención. Es obligación del personal que
preste servicios médicos en los Centros Penitenciarios guardar la confidencialidad de la información a la que tengan
acceso con motivo de los mismos. La Autoridad Penitenciaria sólo podrá conocer dicha información por razones
de salud pública. La información clínica no formará parte del expediente de ejecución.
Los exámenes para detectar si las personas privadas de la libertad cuentan con el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida o son portadores del virus de inmunodeficiencia humana sólo podrán aplicarse con su consentimiento.
Las intervenciones psicológicas, psiquiátricas o médicas contarán con el consentimiento informado de la persona
privada de la libertad, con excepción de los casos en los que, por requerimiento de autoridad judicial, se examine
la calidad de inimputable o de incapaz de una persona privada de la libertad.
Los servicios de atención psicológica o psiquiátrica se prestarán por personal certificado del Centro, o en su
defecto, personal externo a los Centros Penitenciarios que dependa del Sistema Nacional de Salud.
Artículo 35. Personas indígenas privadas de la libertad Para determinar el Centro Penitenciario en el que tendrá
lugar la privación de la libertad de las personas indígenas se ponderará la importancia que para la persona tenga
la pertenencia a su comunidad. La Autoridad Penitenciaria debe adoptar los medios necesarios para que las
personas indígenas privadas de la libertad puedan conservar sus usos y costumbres, dentro de las limitaciones
naturales que impone el régimen de disciplina del Centro y que no padezcan formas de asimilación forzada, se
menoscabe su cultura, o se les segregue.
La educación básica que reciban será bilingüe. Se deberá contar con un intérprete certificado por el Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas que hable y entienda la lengua madre de la persona privada de su libertad para
asegurar que entienda todo el proceso que se sigue en su contra, así como sus obligaciones y derechos.
Artículo 36. Mujeres privadas de la libertad con hijas o hijos Las mujeres privadas de la libertad embarazadas
deberán contar con atención médica obstétrico ginecológica y pediátrica, durante el embarazo, el parto y el
puerperio, el cual deberá realizarse en hospitales o lugares específicos establecidos en el Centro Penitenciario
cuando cuenten con las instalaciones y el personal de salud especializado. En caso de no contar con las
instalaciones o con personal médico y que la condición de salud de la mujer o del producto de la concepción
requieran de atención, ésta se garantizará en instituciones públicas del Sector Salud.
Las hijas e hijos de las mujeres privadas de la libertad, que nacieron durante el internamiento de estas, podrán
permanecer con su madre dentro del Centro Penitenciario durante las etapas postnatal y de lactancia, o hasta que
la niña o el niño hayan cumplido tres años de edad, garantizando en cada caso el interés superior de la niñez. Las
mujeres privadas de la libertad con hijas o hijos, además de los derechos humanos reconocidos tendrán derecho
a lo siguiente: I. Convivir con su hija o hijo en el Centro Penitenciario hasta que cumpla los tres años de edad. Para
otorgar la autorización para que la niña o el niño permanezca con su madre, la Autoridad Penitenciaria velará en
todo momento por el cumplimiento del interés superior de la niñez.
Se notificará a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes o a sus equivalentes en las
entidades federativas. Si la hija o el hijo tuviera una discapacidad que requiriera los cuidados de la madre privada
de la libertad, si esta sigue siendo la única persona que pueda hacerse cargo, se podrá solicitar la ampliación del
plazo de estancia al Juez de Ejecución, quien resolverá ponderando el interés superior de la niñez.
II. A que su hija o hijo disfrute del más alto nivel posible de salud, así como a recibir la prestación de servicios
de atención médica gratuita y de calidad de conformidad con la legislación aplicable, con el fin de prevenir,
proteger y restaurar su salud. En caso de no contar con las instalaciones o con personal médico y que la
condición de salud de la mujer o del producto requieran de atención, ésta se garantizará en instituciones
públicas del Sector Salud. III. A que su hija o hijo reciba educación inicial y tenga acceso a participar en
actividades recreativas y lúdicas hasta los tres años de edad. IV. A que su hija o hijo la acompañe en el
Centro Penitenciario, al momento de su ingreso sea examinado, preferentemente por un pediatra, a fin de
determinar sus necesidades médicas y, en su caso, el tratamiento que proceda
Artículo 37. Medidas de vigilancia especial Las personas privadas de la libertad por delincuencia organizada y
aquellos que requieran medidas especiales de seguridad compurgarán sus penas en espacios especiales, de
conformidad con el artículo 18 Constitucional. Las medidas de vigilancia especial consistirán en: I. Cambio de
dormitorio, módulo, nivel, sección, estancia y cama; II. Vigilancia permanente de todas las instalaciones del Centro
Penitenciario, incluyendo módulos y locutorios; III. El traslado a otro Centro Penitenciario o a módulos especiales
para su observación; IV. Restricción del tránsito en el interior del Centro Penitenciario; V. Visitas médicas
periódicas;

> TITULO TERCERO Capitulo VI. Trabajo.


Artículo 98. Actividades productivas no remuneradas para fines del sistema de reinserción.
Artículo 99. Actividades productivas realizadas a cuenta de terceros Las actividades productivas realizadas a cuenta
de terceros son la modalidad a través de la cual las personas privadas de la libertad realizan actividades productivas
lícitas, en el marco de los convenios que para tal efecto suscriba la Autoridad Penitenciaria con las instituciones
del Estado y las personas físicas o jurídicas correspondientes.

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