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contaminación por plásticos y equipo electrónico

Debido al uso excesivo de pastico que hemos estado tenido en estos últimos años
la cantidad de desechos de este mismo es inmensa
La contaminación por residuos plásticos es uno de los principales problemas
medioambientales de nuestro tiempo. Una media de 8 millones de toneladas de
plástico es vertidas cada año a los océanos, esto equivale a vaciar un camión de
basura lleno de plásticos cada minuto, estas cifras son muy alarmantes ya que a
este paso dentro de pocos años se estima que habrá una tonelada de desechos
plásticos por cada 3 peces
Los desechos plásticos no solo amenazan los medios de vida de quienes
dependen de los recursos marinos para trabajar y a la misma vida marina, sino
que pueden provocar una serie de problemas de salud para las personas que
consumen pescados y mariscos infestados con micro y nano plásticos tóxicos.
El desafío de los desechos plásticos, que se ha visto agravado por la pandemia
COVID-19, es una parte importante de la crisis de contaminación global, que, junto
con la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, representan una triple
emergencia planetaria que debe abordarse mediante cambios dramáticos en la
forma en que la humanidad utiliza los recursos de la Tierra.
La mayoría de los desechos electrónicos no pasan por un proceso de reciclaje lo
cual al igual que la gestión del plástico de la cual hable anteriormente hace un
daño irreparable al medio ambiente al igual que a nosotros
Si los últimos años han estado marcados por un fenómeno indiscutible, es el
creciente ritmo al que evoluciona la tecnología. Esta velocidad imparable a la que
los dispositivos que utilizamos mejora, ha ce que al poco tiempo de disponer de
ellos tengamos que cambiarlos. A veces por simple capricho, otras por necesidad,
ya que el avance imparable de tecnología hace que nuestros aparatos se queden
obsoletos muy rápidamente, desechamos a diario toneladas de productos
electrónicos. De hecho, el PNUMA -Programa para el Medio Ambiente de las
Naciones Unidas- calcula que se generan en todo el mundo cerca de 50 millones
de toneladas de aparatos electrónicos que son desechados anualmente. Estos,
son complejos, y en su interior albergan una serie de materiales altamente
contaminantes y que en muchas ocasiones van a parar a los lugares más
insospechados.
Así en los residuos electrónicos encontramos materiales peligrosos como metales
pesados: mercurio, plomo, cadmio, plomo, cromo, arsénico o antimonio, los cuales
son susceptibles de causar diversos daños para la salud y para el medio
ambiente. En especial, el mercurio produce daños al cerebro y el sistema
nervioso, el plomo potencia el deterioro intelectual, ya que tiene efectos
perjudiciales en el cerebro y todo el sistema circulatorio; el cadmio, puede producir
alteraciones en la reproducción e incluso llegar a provocar infertilidad; y el cromo,
está altamente relacionado con afecciones en los huesos y los riñones. Por poner
algunos ejemplos, un solo tubo de luz fluorescente puede contaminar 16.000 litros
de agua; una batería de níquel-cadmio de las empleadas en telefonía móvil,
50.000 litros de agua; mientras que un televisor puede contaminar hasta 80.000
litros de agua.
No obstante, del mismo modo, en la basura electrónica, encontramos una gran
variedad de materiales y plásticos valiosos. Hasta 60 elementos de la tabla
periódica pueden hallarse en la electrónica compleja. Muchos de ellos son
técnicamente recuperables, aunque existen límites establecidos por el mercado.
Los desechos electrónicos contienen metales preciosos incluyendo oro, plata,
cobre, platino, y paladio, pero también un valioso volumen de hierro y aluminio y
plásticos, que pueden reciclarse. Las estimaciones calculan que de los desechos
electrónicos pueden obtenerse hasta 55.000 millones de euros al año en
materiales.
En conclusión para mejorar nuestra situación sobre los desechos se debe de tener
una mejor gestión sobre que hacer con los mismos, como reciclarlos o como
deben de ser desechados

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