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Juan 6:50

Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera.

En el Evangelio de Juan no hay una institución de la cena del Señor y es inevitable que, a pesar de su ubicación
en la totalidad del texto, este pasaje esté atravesado de significación sacramental. Pero, a la vez, hay en el texto
una referencia constante a la encarnación de Dios. Es importante ver cómo la progresión en las identificaciones
de Jesús que se da en el capítulo 6, se observa también desde el inicio del Evangelio: “el Verbo se hizo carne y
habitó entre nosotros lleno de gracia y verdad” (Juan 1:14);

El capítulo 6 del Evangelio de Juan es un relato fascinante de los milagros y enseñanzas de Jesús. En este capítulo,
encontramos un discurso importante de Jesús en el que se refiere a sí mismo como el pan de la vida. En el
versículo 50, Jesús dice: "Este es el pan que cae del cielo, para que el que de él coma no muera". En esta tarde
Dios permite que, exploraremos la importancia de este pasaje y lo que significa para nuestra fe católica.

En primer lugar, es importante entender que Jesús estaba hablando en términos espirituales cuando se refería
al pan de la vida. El alimento físico es temporal y perecedero, en esta tierra.
pero el alimento espiritual proporciona vida eterna.
Jesús estaba diciendo que él era el pan espiritual que podía satisfacer las necesidades espirituales de las
personas.
Al igual que el pan físico alimenta el cuerpo, Jesús puede alimentar el alma y el espíritu.

En el versículo 51, Jesús dice: "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si algún comiere de este pan, vivirá
para siempre". Esta es una poderosa y central para nuestra fe como cristianos. Jesús está diciendo que aquellos
que creen en él y se alimentan de él nunca morirán espiritualmente. La vida eterna es posible a través de
Jesucristo.

A medida que continúa hablando, algunos de los oyentes de Jesús comienzan a murmurar ya cuestionar su
enseñanza.
En el versículo 60, se dice: "Entonces muchos de sus discípulos, oyéndolo, dijeron:
Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?".
A partir de este punto, muchos de los seguidores de Jesús se alejan y ya no caminan con él.

Este es un momento triste y significativo en la historia de Jesús. Él está ofreciendo el regalo de la vida eterna a
través de sí mismo, y muchas personas lo rechazan. Pues no comprenden que habla del alimento para el alma,
no para la carne.
Sin embargo, Jesús no se desanima y sigue adelante con su misión. Se dirige a sus discípulos y les pregunta si
también quieren irse.
Pedro responde en el versículo 68 - 69:
"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".
Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.

Este es un momento poderoso y significativo en el capítulo 6 de Juan. Pedro y los discípulos deciden quedarse
con Jesús, pues ellos sabían que las palabras de Jesús, eran fuente de vida, y su carne verdadera comida y su
sangre verdadera bebida, y estas son alimento para el alma. Y a pesar de las dificultades y la oposición que
pueden enfrentar.

Esta es una lección importante para nosotros en nuestra propia fe. La vida cristiana puede ser difícil ya menudo
enfrenta desafíos y oposición. Pero si elegimos seguir a Jesús, podemos encontrar la vida eterna y la verdadera
satisfacción para nuestras almas.

En resumen, el capítulo 6 de Juan es un relato fascinante y significativo de las enseñanzas y milagros de Jesús.
En el versículo 50, Jesús se refiere a sí mismo como el pan de la vida, y esto tiene importantes implicaciones para
nuestra fe. A través de él, podemos encontrar la vida eterna y la verdadera satisfacción para nuestras almas.
Aunque la vida cristiana puede ser difícil, podemos encontrar consuelo y esperanza en la verdad que es el.

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