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Clase: Ofimática
Sección: VT128
Objetivo general
La desintegración familiar es un fenómeno social actual en la que permite
analizar cómo están las familias en sus diferentes ámbitos, la salida de un
miembro de familia padre o madre afecta la estructura integra de la misma, en
muchos casos abandonan el hogar por la pobreza, migración, infidelidad y
violencia.
Objetivos específicos
Las debilidades como la falta de empleo es la principal razón por la cual la
mayoría de los jóvenes intentan migran para tener una mejor estabilidad
económica.
Identificar los factores de riesgo y protección dentro del país, los efectos
sociales, económicos, psicológicos que provocan en las familias las partidas al
extranjero.
Determinar que uno de los factores de migración es por problemas
socioeducativos por lo cual las condiciones de economía son más bajas.
INTRODUCCIÓN
Usualmente las personas que migran a otros países sufren de soledad, diferencias
culturales, sentimiento de culpa por haber dejado a su familia, estrés por conseguir una
nueva oportunidad de empleo y ansiedad por todos los aspectos nuevos que está
· Urbanización y migración
· Migración familiar
· Migración laboral
Migración en honduras
La migración trae consecuencias graves para una nación, entre ellas la desintegración
familiar, ya sea porque una persona se va, o muere en el intento, también la fuerza
laboral joven en el país disminuye, por ello es un lacerante problema social en
Honduras.
Según los últimos datos publicados Honduras tiene 985.077 emigrantes, lo que supone
un 9,91% de la población de Honduras. Si miramos el ranking de emigrantes vemos
que tiene un porcentaje de emigrantes medio, ya que está en el puesto 121º de los 196
del ranking de emigrantes.
De los 850,000 hondureños que viven en otros países, unos 800,000 están en Estados
Unidos. Dicha población incluye no sólo a los emigrados, sino también a sus
descendientes de segunda y tercera generación -hijos y nietos.
Son muchas las razones por las que la gente trata de reconstruir su vida en otro país.
Algunas personas dejan su hogar para encontrar trabajo o poder estudiar. Otras se ven
obligadas a huir de la persecución o de violaciones de derechos humanos como la
tortura. Son millones las que huyen de conflictos armados o de otras crisis o de la
violencia. Algunas ya no se sienten seguras y puede que se las persiga por el mero
hecho de ser quienes son o por lo que hacen o por lo que creen; por ejemplo, por su
etnia, religión, sexualidad u opiniones políticas.
Hay muchas razones por las que podría ser demasiado difícil o peligroso quedarse en
el propio país. Por ejemplo, los niños y las niñas, las mujeres y los hombres huyen de
la violencia, la guerra, el hambre y la pobreza extrema, debido a su orientación sexual o
de género o de las consecuencias del cambio climático o de otros desastres naturales.
A menudo se debe a una combinación de estas dificultades.
Los conflictos políticos de un país pueden impulsar la migración según la gravedad del
caso. Golpes de Estado, inestabilidad en la alternancia del poder, irrespeto a la
expresión de la voluntad popular, etc. generan una situación de inestabilidad que suele
forzar la migración.
La migración puede estar impulsada por dificultades en el entorno social que le restan
calidad de vida al migrante y su entorno familiar. La inseguridad y el desempleo son
causas comunes de migración en América Latina, lo que promueve las movilizaciones
hacia otros países dentro o fuera del continente.
Desintegración familiar
Muchos padres migran en búsqueda de oportunidades, con el fin de brindar una mejor
calidad de vida a sus seres queridos. Y aun cuando no hay tiempo definido, la
incertidumbre de saber si lograran traspasar la frontera se vuelve eterna. Son muchas
las consecuencias de la separación familiar, y el sector más vulnerable es la niñez.
Migrar a un país distinto, con padres sustitutos, con otra cultura y nuevas formas de
vida, puede generar conductas y comportamientos desfavorables. El duelo de una
familia disfuncional puede provocar un gran daño psicológico, cicatrices que dejan
rastro en la niñez, por el resto de su vida.
Los hijos son los que se llevan una gran carga emocional, su vida sufre cambios
importantes y en ocasiones, por no saber controlarla, viven las peores consecuencias.
A falta de la autoridad paternal en casa y la nueva rutina pesada de mamá, tienden a
caer en drogas, alcoholismo y comportamientos que llaman la atención de sus papás,
pese a saber que la figura paterna no está.
La inmigración no sólo arrasa con las ilusiones y esperanzas, sino también con las
oportunidades de mejora en las familias y la sociedad, la cultura, el lenguaje, hábitos y
costumbres. Las huellas de los que se van no solo quedan marcadas en la tierra en su
largo recorrido hasta llegar a la Unión Americana, las marcas más pesadas y que
parecen estar forjadas a hierro son las que quedan en sus familias, las cuales son
capaces de destrozar este tan importante núcleo y finalmente, nos quebrantan como
seres humanos.
Es un hecho que la migración trae fuertes consecuencias y cambios tanto para quien
se va como para quienes se quedan, no es un tema sencillo y mucho menos fácil de
llevar. En sí, tanto papás como hijos sufren la ausencia y la distancia de quien se ha
ido. Son pocas las familias que logran sobrevivir a este fenómeno, por lo regular, todas
las dificultades antes mencionadas son las que enfrentan día a día familiares de
inmigrantes.