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La profesion y el enfoque ético 1. CARACTERIZACION E IMPORTANCIA La profesién, docente o no docente, se caracteriza por dos rasgos: el perfeccionamiento propio, del individuo como tal, mediante el e- jercicio pleno de la actividad a la que libremente aplica sus energias espirituales y ffsicas, y el servicio social con el cual esta relacionada toda profesién, de un modo muy especial la profesién docente. Todo trabajo honesto dignifica al hombre, ademas de facilitarle los medios honestos para subsistir. Se puede decir que en la teleolo- gia de la existencia humana el trabajo tiene un fin, que no es otro que el desarrollo del mismo hombre, el desarrollo de todas sus facul- tades espirituales y corporales, La Tierra es para todos los hombres: para que nazcan en ella, para que vivan en ella y para que mueran en ella: ““Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te converti- rds”, sentencid el Génesis. Respecto de estos tres momentos de la existencia es necesario ejercer el trabajo, porque nada esta totalmen- te terminado en nuestro planeta. Ni siquiera en los afios idflicos de la infancia de la humanidad hubo completa holganza, segtin lo de- muestra el precepto biblico: “Dios puso al hombre en el Paraiso pa- ra que lo cultivase y lo guardase”, Como el hombre no ha sido hecho para vivir solo, sino para vivir en sociedad y para la sociedad, el trabajo cumple simulténeamente una funcién personal y una funcion social, Sea remunerativo, o sin cargo, voluntario o involuntario, el trabajo extiende sus frutos al contorno personal de la persona que trabaja. Si el trabajo es honesto esos frutos son un bien para la sociedad. , En este contexto no es exacto sostener j @3 kac que cada hombre trabaja porque lo necesita para subsistir; aunque no haya realmente meee lad, tiene que trabajar para darle algtin sentido serio a la existencia. M1 Eseaneado con CamScanner Bl hecho de que sea jnmensamente rico no Jo exime de esta obliga- cién, porque puede trabajar sin percibir paga, gratuitamente. Y de do se hace un bien a si mismo y hace bien a los demas. ese modo se 4 . i virtud y ayuda a las demas virtudes; la El trabajo humano es y ‘icios”. El trabaj ociosidad es un vicio y “es la madre de todos los vicios’. treba es util para el individuo, pero también es un “servicio ie consideraciones bastarian para que muchas Pera qi at i initiles, que se sienten frustradas, trabajen de algtin modo (y hay muchos) en beneficio de sus semejantes. ; Por pequefio que sea el grupo social —con mayor razon en una ciudad— se hace indispensable la distribucién de las tareas, nece- sarias unas, convenientes otras, que satisfacen los objetivos de toda comunidad humana que ha alcanzado un grado elemental de civili- zacion. No todos pueden vender pan, no todos pueden vender carne, no todos pueden ser médicos, no todos pueden ser maestros, etc. Los oficios y las profesiones liberales son tanto mds imprescindibles cuanto mas compleja y mas densa es la estructura de una poblacién. La satisfaccién de la subsistencia material inmediata (alimentos, viviendas, servicios ptiblicos) depende de quienes ejercen oficios; la salud corporal es atendida por los profesionales médicos, enferme- ros y farmacéuticos; para la solucién de conflictos interpersonales estén los abogados; para recibir una conveniente educacién estan los maestros y los profesores, etcétera. El ejercicio de un oficio y de una profesién es trabajo; trabajo humano para seres humanos. La persona que ejerce un oficio o una profesién realiza un acto humano en beneficio de seres humanos. Por consiguiente, la connotacién ética de los actos realizados por un profesional (0 por el técnico en cualquier oficio) esta marcada por Ung felacion binaria en la que intervienen el profesional y el es trate fosters) ISTeL Gee de una profesion. (0 de un oficio) lo oe “edu ames ao eiercicio sdemas Move Tenlteite aw Oticio) lo es “reduplicativamente”. Pero ningdn acto juridico, ningin. dovtne ete nO esté de por medio atencién de un profesional scon a escrito: el que solicita la ‘orarios, o sin ellos— lo hace para que el profesional lo ayude en la solucién de un problema: si el profesional acepta —con honorarios o sin ellos— ipso facto” queda establecido un contrato, en el sentido en que 10 hemos expli- Se raieeral bilateral. Quiero decir que el profesional que iente, aun en forma i : ts e gratuita, se Ilo a hacer todo lo posible por dejarlo satisfecho. obliga con él La Etlca Profesional, que se denomina también DEONTOLOGIA, ge gina apiicacion de los principios generates de la Etica a la activi- lad especitica de cada profesién u oficio. Esencialmente no constituye 142 Eseaneado con CamScanner una ciencia distinta de la Etica General; es sélo una derivacion de ésta. Son tantas las nuevas ¢ inesperadas situaciones que se presen: tan en el ejercicio de algunas profesiones, y tan profunda la soli- citud de la Filosofia moderna por cl respeto que merece la persona, que se tr ablecer, en cada especialidad, como ha de ser la conducta ética del hombre, en cuanto profesional. En otras pa- Hsofo se pregunta qué condiciones morales se exigen en el profesional como tal y qué enfoque ético se les deben dar a esas nuevas situaciones. En esto consiste la DEONTOLOGIA (Deontolo- gia juridica, Deontologia médica, Deontologia docente, etc.) Vamos a numerar y comentar brevemente los requisitos que se exigen para ejercer honestamente una profesién, y las cualic ides morales que debe poseer el profesional cuando ejerce su profesion. 2. REQUISITOS PARA EL RECTO EJERCICIO DE LA PROFESION a) Ciencia. Toda profesién supone conocimientos especificos en quien la ejerce; precisamente los que acuden al profesional lo hacen porque ellos no tienen esos conocimientos, 0 los tienen en grado elemental. Una base cultural mds o menos amplia, como es Ia que se alcanza en los cinco o seis afios de la Escuela Media, no es sufi- ciente para dedicarse a la actividad profesional: es necesario seguir una carrera de tipo terciario (universitaria 0 no) para aprender, tedricamente y practicamente, todo lo que atajie a la profesién que se ha elegido. El curso de los estudios, los examenes aprobados y el titulo otorgado son el comprobante oficial de que la persona esta preparada para ejercer la profesién. En cualquier pais civilizado la ley castiga a los que se dedican a curar enfermos sin haber cur- sado la carrera de medicina, 0 sin haber terminado los estudios correspondientes (“‘ejercicio ilegal de la medicina”); a los “falsos” abogados e ingenieros se les aplica todo el peso de la ley cuando se comprueba que lucran con una actividad que les esta prohibida. Y Ia ley castiga porque se trata de conductas inmorales, porque el falso profesional engafia a quienes acuden a él pensando que posee los conocimientos que ellos no poseen, porque (con mucha frecuen. cia) causan perjuicios a los desprevenidos clientes. titulo oficial, o privado, pero con validez oficial, es una e@: rantia de la preparacién cientifica o técnica del sujeto que lo ha obtenido. Sin embargo, bien sabemos que no todos los profesio- nales egresan con el mismo caudal de conocimientos; no todos acr cientan su saber después de su egreso; y si lo acrecientan, no todos Jo hacen con el mismo ritmo; mientras unos se actualizan con cur- sos de perfeccionamiento, otros se anquilosan sin preocuparse de los descubrimientos logrados por la ciencia o por la técnica. 4 143 Eseaneado con CamScanner » ética (dificilmente puede Ta ley incursionar en e tied NC he compictar sus conocimientos, sobre oreo ee su cgreso; debe actualizarse @ también en cuanto a métodos I indole de la profesion. El oriiemtehe estar seguro de To que sabe, para que fe; cuando se sorprenda a sf mismo en un Cie ie rancia, debe subsanar el defecto. Y si el defecto ha Sido adver Y Gfente cl profesional debe admitir con toda x siancia, aun con el riesgo de perder al azones Por profes Tel este terreno) ¢ a ‘ fodo en los primeros afios inmedia no solo en cuanto 2 contenidos sino 7 procedimiento, seein s y téenicas de profesional debe s el clicnte pueda ercerle; sido advertido por 1 honestidad su error o su ignoré cliente. f ee « Cos: a falta del La incompetencia profesional no es otra cosa que fa ta. del minimum de ciencia; matematicamente no es mensurable es Bt f . 5 i je e: ‘0 nimum: no tiene sentido, por ejemplo, establecer que cine eee seis mil conocimientos acreditan un saber suficiente. Con ae Hi rio flexible se puede pensar que no carece de conocimientos suficien- tes el profesional que sabe cémo resolver la mayoria de los casos comunes (no necesariamente “faciles”) que se suelen presentar en su especialidad. Los casos muy dificiles de resolver hay que poner- los en la cuenta de la limitacién humana; por lo tanto, la ignorancia (privativa invencible) y aun el error (invencible) son éticamente excusables. Cuando se trata de estos casos muy dificiles el profe- sional debe tener la humildad, la sana humildad de consultar a sus colegas. Si un eminente especialista en medicina consulta a otros colegas no tan eminentes como él acerca de un caso grave que se le ha presentado, suben los quilates de su conducta ética, y su ciencia no se desprestigia ante los ojos de nadie. ;Cudntos males graves se evitarian en el campo de la actividad profesional si cl orgullo per- sonal se doblegara ante los valores éticos! Ey gate Profesién G8 una especialidad. No consultamos a un abo- males| i i 7 Se rcelen patestar estomacal, nia un arquitecto por un pleito : - Pero ademis el ejercicio de las profesiones modernas se ha sub-especializado por la variada gama de | se presentan. Es como si dijéramos que alpunae soy rooemas: que dividen en subsprofesiones: hay abogados Gue eo cee es Se: Sub recho penal, otros en derecho comercial, o en derecho ins 0 en locaciones; hay médicos cardiélogos, endocrinél logos, pediatras, geriatras, etc. En estos casos hay eee, ral, basica, que’ caracteriza a la profesion™ cea yung sub-ciencia, derivada de la artic ‘iza a 5 . " Particulariza algunos de los conocimient general. Pues bien: la Etica exige los limites de la especialidad:a le ques : emergencia, y advirtiende al oon foe 38, dedica, salvo en casos de templa el problema sobre el que se le cone “SPeialidad no con- se lo consulta. Cuando no se trata ernacional, traumaté- s hay una ciencia gene- (la medicina, el derecho, anterior, que profundiza y 0S que estén en la ciencia el profesional no traspase 4 Eseaneado con CamScanner f ? y d » ) *CrlTrllUTarsrr er Oh. =. ie de una emergencia (urgencia), 1 ft actitud ética que correspor S zi Stica nde es aconsejar al cliente que y = acuda aun especialista en la mate la profesién. La cien- ia. b) Idoncidad. Es la aptitud para ejerce aptitad pare Rear ca, no implica en quien la posee titulo es una hati ta ect, beotesisn. Aunque teéricamente el t : a habilita profesional, es un aval de ciencia y de idoneidad, puede ocurrir que haya en Ia persona, antes de obtener el titulo, o después de obtenerlo, alguna falta de idoneidad que haga inmoral (no necesariamente ilegal) el ejercicio de la profesién. La falta de idoneidad antes de obtener cl titulo impide obtenerlo, aun- que se posea mas que suficiente ciencia, en la profesién docente, por ejemplo; un tartamudeo crénico, no importa que sea psiquico, © una semisordera, o la gangosidad son deficiencias que al profesor de Practicas le impediran aprobar a un alumno tanto en los cursos de Magisterio como en los de Profesorado. Pero en otras carreras universitarias donde no se toma mucho en consideracién el aspecto practico del desenvolvimiento personal ante los demas, alguna falta de idoneidad puede no ser impedimento para obtener el titulo pro- fesional. La falta de idoneidad después de terminada la carrera profesional es mas frecuente, por el desgaste natural del organismo, o por hechos accidentales: el mal de Parkinson contraido a los cin- cuenta afios por un cirujano lo hace no idéneo para operar; la pérdida total o casi total de la audicién es una falta de idoneidad en el profesional de la ensefianza. c) Vocacién. Es el requisito mas dificil de detectar objetiva- mente, por la simple razén de que es totalmente personal. “Voca- cién” significa “Iamado” interno hacia un tipo determinado de ac vidad. Hay vocacién para la docencia, para el arte, para la mater- nidad, para el matrimonio, para el comercio, para la vida religiosa, para Ja artesania, etc. Y, naturalmente, hay personas que no tienen vocacién para el matrimonio, para el comercio, para la docencia, etcétera. La vocacién, que es una inclinacién del espiritu hacia una acti- vidad que produce en el sujeto satisfaccién y gusto, generalmente supone CIENCIA e IDONEIDAD, pero no siempre asi. Hay per- sonas que experimentan un llamado hacia la actividad docente, y cuesta convencerlas de que no son aptas por alguna raz6n; otras quieren dedicarse al canto, porque tienen un hermoso timbre de voz, pero no tienen ofdo musical. La ciencia a veces origina la vocacion; otras, la vocacién Heva a la adquisicién de la ciencia, sin la cual el Hamado no se convertira en realidad. La profesién (lo mismo que el oficio) es un medio de vida; es actividad lucrativa, es decir, con ella se obtiene lucro, ganancia de dinero, el cual se utiliza como medio para conseguir todas aquellas M5 Eseaneado con CamScanner nar la existencia. Pero a conservar y a perfeccio! ten ! ees 7 es un servicio para la emas —lo hemos afirmado y explicado— 6S Ue ws aemnidad, un servicio que revierte al propio sujeto que re a profesional. Servir a los demas es un objetivo etico de a jad de la persona; por ende, también lo es de cualquier proc or| can to mas culto sea el profesional y cuanto mas sepa respecto ce todo Jo que de algin modo concierne a su profesion, cuanto mayor sea su aptitud para la clase de trabajo que ha elegido, cuanto mas clara e imperiosa sea su vocacién, mejor servira a sus semejantes, mejor se realizara. . Si lo tmnico (0 lo primero) que motiva al hombre para elegir su profesién u oficio es el lucro, esta mal orientado; puede ser que acierte en un enfoque econdmico, en cuanto al porvenir de su post cién social; puede ocurrir también que Jogre su plenitud personal, pero no es lo mds probable. Si se orienta en primer término por su vocacién y sus aptitudes, y ambas coinciden, sdlo entonces podra pensar si la profesion que ¢lija lo sostendra econdmicamente a él y a su familia. No se trata de elegir la profesién que dé mis ingresos menstales, sino la que satisfaga la idoneidad y la vocacién de la persona y que, al mismo tiempo, proporcione ingresos mensuales holgadamente suficientes para subsistir. Asi, es éticamente mas acep- table, aplicada a los adolescentes de la Escucla Media, la Orientacién Vocacional que la Orientacién Profesional: aquélla debe indicar el camino a ésta, no a la inversa. Esta forma de pensar, esta concepcién ética no se ajusta mucho a las concepciones materialistas y positivistas de la actualidad, al afan de enriquecimiento rapido, ai principio de “trabajar muy poco, emplear poco tiempo y ganar muchisimo dinero”. Sin embargo, esta concepeién ética respecto de las profesiones humanas es la unica que ayuda a vivir en paz y a lograr la felicidad. 3. CUALIDADES MORALES DE LA PROFESION a) Autoridad y responsabilidad. El profesional es dad; no una autoridad en sentido paliicn cinorentae seats One Se llama autoridad en sentido cientifico a una persona Sientifico: determinada rama de Ia ciencia, posee un vasto y prof eens miento y tiene la virtud de la veracidad, que cancion fn dagibe en Jo que se piensa. En otras palabras: una autoridad es nee eestat competente en un determinado nivel cientifico + conocen estas dos cualidades de una persona estan dispucst StOS a creer lo que esa persona diga res} : ‘A respecto de ridad es el fundamento de los actos de resolves temas. La auto- ea fe que ui e' en cuanto a lo que manifiesta otra cerstine 9 na_persona hace que conoce. a acerca de los temas lad es una persona es veraz. Los que 146 Eseaneado con CamScanner Pero para que uno crea lo que otro dice deben darse simulta neamente las dos condiciones mencionadas: competencia en los co: nocimientos (ciencia) y ver den la manifestacién de esos cono- cimientos (verdad moral), Una persona de gran profundidad de saber en fisica 0 en biologia, pero de cuya veracidad se duda, no es digna de crédito, porque no se tiene seguridad de que, cuando responde a una pregunta sobre fisica 0 biologia, dice lo que piensa. Si dudamos de los conocimientos del médico le perdemos ta con- fianza: no acudimos mis a él. Si no dudamos de su saber, pero nos hemos enterado de que sucle mentir, de que no es habitual- mente veraz, también le perdemos la confianza, De donde inferi- mos que la autoridad, asi entendida, es una persona que tiene el “habito” de saber y el “habito” de ser veraz; y que no toda persona que sabe mucho es, sélo por eso, una autoridad. Es claro que el vulgo cree a aquel que sabe, sin investigar si es, 0 no, veraz; pero aunque no haga ninguna investigacién, le cree porque supone que es veraz mientras no se le prucbe lo contrario. Y el profesional debe ser una autoridad. Los que acuden a con- sultarlo, los que solicitan sus servicios lo hacen porque suponen que él “sabe” (si no, gpara qué lo van a consultar?) y que les dira lo que sabe, y que tiene seguridad de lo que les dice © meramente una opiniéi que si no sabe, les confesaré Nanamente que no sabe; con lo cual su confianza en él no desapareceré ni disminuira, sino que se aumentara, porque ven la autenticidad, la “veracidad” con que se comunica con ellos. Asi procede un profesional que tiene Etica. Y asi nos ratificamos en la persuasi6n de que es necesario el incremento y la actualizacién de los conocimientos especificos del profesional: asi crece paralelamente su autoridad por el flanco de la inteligencia; y por el flanco de la voluntad también crece su auto- ridad si a los ojos de sus clientes va creciendo el prestigio de su veracidad, que es una virtud moral. Cabe, entonces, una enorme responsabilidad ética y juridica en el profesional; y mas ética que juridica. Porque algunos actos hu- manos del profesional acusan una irresponsabilidad que sdlo es co- nocida por su propia conciencia moral, sin trascenderla; no estan, por consiguiente, al alcance de la accién juridica, La responsabilidad moral no se cimenta cn las normas legales, ni en las sanciones ju- ridicas, ni en la imagen que el profesional proyecta con su actuacion en la pantalla de la sociedad. El profesional que parece y aparece éticamente correcto, cuya responsabilidad es ptiblica y notoria en el desempefio de sus actividades especificas, cumple con su deber, con dad, realm un servicio socal aunque ey memes dea comuni si algunas o muchas veces la hubo. no. sal Eee =! sleunas’ 9. mucha » No salga del secreto recinto de ‘a. La imagen no queda alterada; pero la realidad, que Eseaneado con CamScanner es Ja persona misma del profesional, queda intimamente vulnerada, consciente de que, en lugar de progresar hacia la plenitud del ser, regresa a los primeros estadios de su desarrollo humano. i Lo importante es sefialar que, cuando el sentido de responsabi- lidad no echa sus raices en la conciencia moral, el hombre, sea pro- fesional o no, tiene muchas dificullades cn mantener exteriormente la mascara de “responsable”; tal vez la mantenga durante un corto lapso, en una constante situacién de violencia, con el temor de que salga a la luz la disociacién entre cl “dentro de” y el “fuera de que se niegan mutuamente. . La conciencia de la responsabilidad no se adquiere al ingresar en el profesionalismo. El proceso largo y lento de la educacion, en el que intervienen, completando los unos la accion de los otros, padres y educadores, incluye la formacién de esa conciencia de la responsabilidad. Cuando se dice de un nifio de cinco o seis afios, que es un inconsciente, lo que se quiere decir es que es un irres- ponsable. Y, efectivamente, a esa edad lo es; no ve el alcance de lo que hace, de las palabras que pronuncia, de sus “desobediencias”; por esa razén no existe en él propiamente el arrepentimiento, no capta la nocién de culpa. La responsabilidad va naciendo y creciendo con el desarrollo paralelo de la inteligencia y de la voluntad, sobre todo de esta ulti- ma. El que hace el bien moral es responsable de lo que hace, por- que la voluntad tiende a ese bien moral; y el que hace el mal moral también es responsable de ese mal que hace, porque la voluntad tiende al bien del que se aparta. En la profesién no hay otra res- ponsabilidad: hay otra clase de actos humanos, distintos de los de Ja vida privada del individuo. En conciencia sabe el profesional lo que debe hacer y cémo lo debe hacer y cuando lo debe hacer y dénde 10 debe hacer; si descuida alguno de estos aspectos de su accién, 0 todos, es consciente de que ha obrado mal, de que debe dar cuenta a los damnificados de que ha obrado mal, o de que ha de reparar el mal hecho a los damnificados, aunque éstos no lo adviertan. Es una forma de cumplir con la virtud de 1a justicia. _ Deber de justicia es, en el Ambito de la Deontologia, el cumpli- miento de todo aquello que el profesional promete hacer para sa- tisfacer a su cliente; si hace todo lo que puede, cumple con la justicia, aunque no se obtengan los resultados apetecidos; si es ne- gligente en preocuparse de lo que interesa a su cliente, comete injusticia en Ia medida de su negligencia. b) La honestidad intelectual: buscar, aceptar; transmitir la verdad. Como cl objeto de ta volunta ” rdad. Con a voluntad es el bien, asf el objeto de Ja inteligencia es la verdad. La expresién hoetiea intelectual” designa una combinacién de voluntad e inteligencia, pues- to que “honestidad” es lo mismo que decir “bondad moral”, y el amar, vivir y 148 Eseaneado con CamScanner « é ; € ¢ ¢ ( f ci ( ‘ ‘ f ¢ designa todo Jo que ¢s relativo a la inteligencia. adictivo “intelectual” adjetivo “intele moralmente > sstidad intelectual es la conducta De modo que la honestidad intelectual es ralmente 5 de la inteligencia. Toda persona debe ser in a honestidad aquellos investigadores, buena en el cjere! c ‘ telectualmente honesta; pero necesitan mas es que tienen como profesién ta actividad intelectual: investigadorss, historiadores, escritores, docentes, conferenciantes, periodistas, T'o y profesionales en general. sofos Buscar la verdad no significa otra cosa que conocer la verdad, entendida ésta en su acepcion ldgica (adecuacién del pensamiento con la realidad objetiva). Los juicios de los hombres, que se reflejan en la palabra oral o escrita (conferencias, conve ciones, clases, libro: periddicos, etc.), son todos ellos —los juicios— ver- daderos o falsos. El problema de la verdad, que ha preocupado al ser pensante desde la época de los presocraticos hasta nuestros dias, es como conocer si un juicio emitido por una inteligencia es verda- Gero, 0 no. En principio sabemos que la verdad de un juicio con- siste en la conformidad de su contenido con Ia realidad; y que la falsedad es la disconformidad del juicio con la realidad. Cuando piensas que Hueve, y Hueve; cuando piensas que no Ilueve, y no Tlue- ve, hay verdad en tu pensamiento. Cuando piensas que Ilueve, y no Itteve: cuando piensas que no Mueve, y Iueve, hay falsedad en tu pensamiento. La tinica forma de comprobar la verdad de un juicio es confron- tarlo —directa o indirectamente— con la realidad objetiva. A veces es facil esta confrontacién; otras veces es dificil, o muy dificil. Pero al hombre Je incumbe siempre buscar la verdad en los asuntos cruciales de su existencia; y al profesional, buscarla respecto de todo Jo que esta relacionado con su actividad especifica. La brisqueda de la verdad se realiza en el plano del conocer. Las decisiones que se tomen después de conocida la verdad dependen de muchos facto- res, que son independientes de la verdad misma. Hay virtudes mo- rales —entre ellas, la prudencia— que aconsejan en qué sentido debe tomarse una decisién; por desagradable que sea ésta, no hay que cerrar los ojos a la Juz de la verdad, porque “la verdad nos hara libres”. Aceptar y amar la verdad es la reaccién légica y natural de quien ha buscado la verdad y la encuentra, La busqueda es volu taria; eso significa que uno la va a aceptar y la va a amar cual ‘lo la encuentre, y que se alegrard de poseerla, pese a las consectmeine de todo orden que se sigan del hecho de conocer Ia verdad. Muchas s los perjuicios que trae consigi ‘imi \ d induce a negarla, a ignorarla, come si fuses ne ice ered acto de la mente que no haya sido lo que realmente he cnlo ne ne no sea lo que realmente es. Vivir la verdad es tomate tal cued ee 140 Eseaneado con CamScanner te a otra persona. Si un un secreto de su un acto oral y, ademas, ilegal a una mujer que ha tenido un infarto el dia anterio ha sido detenido por haber asesinado a una persona en la via fF comete un acto inmoral, aunque diga Ia verdad. Si es verdad que no siempre hay obligacién de decir la ca también lo es que hay obligacién moral de no mentir. La m: es la expresién oral o escrita destinada, por la intencién del que la usa, 2 eae mentira off tercero; la mentira daftosa, que se dice para perjudicar a un tercero. Decir algo que de hecho no se ajusta a la realidad objetiva, pero i persona es, en ese caso, veraz: manifiesta lo que piensa, aunque, sin ella saberlo, lo que piensa es légicamente falso. La mentira es intrinsecamente inmoral, dentro de una escala que va de lo escasamente malo hasta lo gravisimamente malo. sean las consecuencias que de ese acto se sigan en perjuicio del préjimo. La calumnia, oral (en conversaciones) 0 escrita (en diarios o revistas o libros), es una especie de mentira dail y por cons- tituir un tipico caso de injusticia, exige una reparacién proporcional al dafio infligido, como ocurre con el robo. La mentira dafiosa gravemente mala si hubo intencién de causar un dafio grave, aun- que de hecho no lo haya causado. Lo peor que le puede suceder a una persona en el ejercicio de su profesién es que lo consideren mentiroso, con fundamento, en el medio donde acttia. EI profesional debe guardar el secreto de lo que sabe por su profesién. Si al ser interrogado acerca de la materia sobre la que versa el secreto, contesta: “No sé", su acto no es una mentira, por- que (se supone) su intencién no es engafar al que pregunta, sino darle a entender que no puede decirle la verdad sin quebrantar el 150 scaneado con CamScanner seereto profesional, Toda persona medianamente culta de que un “no sé” de un profesional signifi sabe, 0 que sabe, pero no puede decir nada por razones de ética, Hecha esta salvedad, es claro que cl profesional, como cualquier hombre, debe transmitir la verdad para ilustrar a sus clientes, para hacerles comprender cl porqué de los pasos que da, las dificultades que apareceran antes de Hegar al fin, las probabilidades (muchas, pocas © escasas) del éxito de su empresa. El profesional debe ser franco con su cliente y no engaiiarlo (dilatando un proceso médico, juridico 0 psicoanalitico, por ejemplo) por motivos de lucro, Asi como algunas veces debe confesar su incompetencia para resolver una cuestién, también debe manifestar al cliente que no necesita ninguna atencién profesional, que puede resolver solo el problema, si realmente ésa es la verdad. saber que éste realmente no Todas estas consideraciones sefialan un camino de rectitud mo- ral, una conducta ética que no debiera estar nunca separada de Ia actividad profesional. Vivimos una época en Ia que las graves situa- ciones econdmicas afectan no sélo a las clases menos pudientes de la sociedad, sino también a las clases profesionales. Médicos y abo- gados, que antajio tenian su propio y espacioso lugar de atencidn, se ven obligados hoy a compartir el mismo consultorio, alternando los dias y/o los horarios de consulta. La clientela mengua en los estudios, consultorios y auditorias cuando hay escasez de dinero y desempleo, porque la gente acude al profesional sélo en los casox de urgente necesidad, y deja la solucién de los problemas menos urgentes para tiempos mejores. Pero el profesional debe mantener, aun en esas circunstancias, su equilibrio ético; no debe tratar de Sompensat su ajustada situacién econémica utilizando recursos facticas que son, sin lugar a dudas, faltas de ética profesional, Eseaneado con CamScanner

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