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LENGUA PROFESORA: GABRIELA DI PUGLIA

LA LEYENDA LAS TRES HERMANAS

Hace mucho, pero mucho tiempo que en los Montes Azules, en Australia, vivía la tribu Katoomba. Los
montes habían recibido este nombre porque todo el que los miraba desde lejos los veía envueltos en nubes
que, iluminadas por el sol, se confundían con el azul del cielo.

Tyawan era el brujo de esa comunidad, un aborigen pacífico y trabajador, que se deleitaba viendo a sus tres
hijas llamadas Meehni, Wimlah y Gunnedoo jugando entre el follaje de los magníficos árboles del lugar. Las
tres fueron muy unidas desde pequeñitas y les gustaba bañarse y chapotear en el agua de las cascadas que
caía transparente y fresca en medio de las rocas, en el valle. Eran muy alegres y siempre tenían una palabra de
cariño para su padre.

Él, por su parte, las adoraba.

Sin embargo, todos compartían un mismo miedo ya que existía en el lugar un ogro que vivía en una grieta
de las montañas, en un agujero profundo. Muy cerca, demasiado, de donde la tribu tenía sus chozas. De tanto
en tanto, el malvado se entretenía saliendo a buscar alimento y disfrutaba maltratando a quien se le pusiera
adelante.

Tyawan siempre les advertía a sus hijas acerca de este peligro y les rogaba que se alejasen de la grieta todo
lo que pudieran.

Ocurrió que un día el padre tuvo que ausentarse porque debía arreglar ciertos asuntos con otras tribus
vecinas. Sentía temor por lo que les pudiese pasar a sus hijas y tomó una decisión. Las reunió y les dijo:

-Quiero que permanezcan ocultas en el hueco de aquel acantilado, detrás de aquella roca. Por ningún
motivo salgan de allí. Cuando yo regrese las iré a buscar y juntos volveremos a casa.

Las acompañó y controló que las niñas ingresaran en la pequeñísima abertura.

Se despidió de ellas agitando su mano con amor y, con cierta aprensión, descendió lentamente hacia el
valle. Las chicas permanecieron acurrucadas, casi sin atreverse a hablar por miedo a que el ogro las escuchase.
Así, en silencio, el sueño las fue ganando. De casualidad, Meehni abrió sus ojos y vio un gran ciempiés que
rodeaba la roca y caminaba amenazante en dirección a ellas. Asustada, sin pronunciar palabra, despertó a sus
hermanas, tomó una piedra y se la arrojó al animal. Tuvo tal mala suerte que la piedra chocó contra el borde
del acantilado y se partió en pequeños pedazos que fueron cayendo uno a uno en el valle provocando un
pequeño aluvión. Así, la roca que las ocultaba de la vista del gigante tembló y se precipitó dejando al
descubierto a las tres hermanas en una pequeña explanada.

Algunos animales del lugar comenzaron a huir al tiempo que gritaban: "Aprisa, viene el ogro". En efecto, el
gigante había emergido de su sueño y buscaba el motivo por el cual se había despertado. Las mu- chachitas se
abrazaron asustadas temiendo sobre cuál podría ser su destino. Cuando el gigante miró hacia lo alto de la
montaña las vio y gruñó ferozmente enfilando sus pasos hacia ellas. Las hermanas comenzaron a correr,
pidiendo auxilio mientras tropezaban en el camino desparejo y se acercaban peligrosamente al precipicio.
En ese momento, regresaba de su viaje, Tyawan, quien al oír la conmoción temió que estuviese pasando lo
peor. Levantó la vista hacia las montañas y vio cómo el gigante estaba a punto de alcanzar a sus hijas.
Desesperado y sin otra posibilidad, señaló con su hueso mágico a las niñas y las convirtió en piedra.
Pensaba que de esa manera las protegería y, una vez que el ogro se marchase, las volvería a su estado natural.
LENGUA PROFESORA: GABRIELA DI PUGLIA

Pero el ogro se enfureció, bajó velozmente el acantilado, casi volando y arremetió contra el aborigen.
Tyawan corrió y corrió con el monstruo siempre detrás de sus talones. Cuando estaba a punto de alcanzar un
escondite tropezó con una rama, el hueso mágico se desprendió de sus manos y cayó alocadamente por la
ladera de la montaña. El hombre logró alcanzar un lugar seguro pero estaba profundamente afligido porque
había perdido la herramienta para volver a sus hijas a la vida.

Fue pasando el tiempo y cuando el ogro se cansó de esperar, regresó a su sueño. Entonces, Tyawan
comenzó la búsqueda del hueso. Con minuciosidad y paciencia recorrió cada rincón del valle, levantó cada
guijarro e investigó una a una todas las flores.

Dicen quienes visitan las Montañas Azules que hasta hoy, Tyawan persiste en su búsqueda.

Mientras tanto, las tres hermanas, paradas en la pequeña explanada en lo alto de la montaña, miran el
valle y esperan el día en que se rompa el encanto y el hueso mágico las traiga nuevamente a la vida.

LEYENDA DE AUSTRALIA

ACTIVIDADES:

1) Una de las características de la leyenda es que explica la presencia de algún elemento de la naturaleza.
¿De qué elemento se trata en este caso?

2) Explica las razones por las cuales este texto puede ser considerado una leyenda. Ten en cuenta las
características del género.

3) Ubica el marco del relato: ¿En qué lugar geográfico se desarrollan las acciones? ¿Puedes identificar el
tiempo? ¿Por qué?

4) En la leyenda aparecen personajes fantásticos, objetos mágicos y personificaciones. Identifícalos en el


texto y explica oralmente qué función cumplen.

5) Reescribe en tu carpeta los dos primeros párrafos de "Las tres hermanas" desde el punto de vista de
Tyawan. Realiza todas las modificaciones que consideres necesarias para que se convierta en una narración en
primera persona.
LENGUA PROFESORA: GABRIELA DI PUGLIA

La leyenda
A veces usamos las palabras mito y leyenda como sinónimos. Sin embargo, se trata de tipos de relatos que
tienen semejanzas, aunque también cuentan con algunas diferencias.

La leyenda es un relato de tradición oral que narra en forma fantástica episodios que tienen en muchos casos
una base histórica y un carácter simbólico. Algunas de las similitudes y diferencias son:

* En la leyenda se pierde el carácter sagrado de la historia que era una característica excluyente del mito.
Pueden aparecer seres sobrenaturales o acontecimientos maravillosos, pero no se consideran hechos
sagrados.

* Por lo general, la leyenda brinda una explicación acerca de la presencia de algún elemento de la naturaleza.
Por ejemplo, el origen de una determinada flor, una roca, la confluencia de dos ríos. En nuestro país son muy
conocidas las leyendas "de la flor del ceibo", "de la yerba mate", "del chajá", "del puente del inca".

* Aunque no siempre sucede, la leyenda permite establecer la época a la que se refiere el relato, mientras que
en el mito los hechos se narran en un tiempo remoto, muy impreciso. Por ese motivo, se dice que la
indeterminación temporal es una de las características de estos relatos.

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