Está en la página 1de 30
Laletra en su conjunto remite a una historia de amor: sufrimientos de esa indole, Pero el estribillo (y su anticipo en el titule) convoca otra clase de imagen: “2Quién resistiré, cuando el arte ataque?".Se trata de una ancién de Luis Alberto Spinettay fue editada en 11986 en el disco La la la, compartido con Fito Péez. “Cuando el arte ataque"’ algo levemente impropio, ‘yacaso un tanto extempordneo, se juega en esa for- mulacién.Elarte al ataque,enfrentando resistencias. @Por qué al ataque? ,¥ atacando a quién? ;¥ de qué resistencias, eventualmente, se trataria: de una resis- tencia al arte mismo o de una resistencia al ataque, ‘a su paso ala ofensiva? Sin tratarse, en realidad, de una vanguardia, parece haber una evocacién de la vanguardia (del imaginario de las vanguardias) en esa parte de la cancién, Es cierto que, en la forma de cantarla, queda mas enfatizada la frase sobre la resis- tencia ("Quién resistirs":la voz abierta y ascendente) que la frase sobre el ataque del arte ("cuando el arte ataque’: la voz descendente y mitigada), lo cual no dojaria de implicar toda una consideracién sobre las, ‘vanguardias en ese contexto. Pero se trata, en cual- quier caso, de ese imaginarfo, de ese vocabulario, de esaimpronta en expansin del arte bajo un impulso an de tenor vanguardista. La idea misma de que el arte ataque. La propia palabra, “vanguardia’, no tiene otro origen que ese: proviene ni mas ni menos que det lenguaje militar. Avant-garde: guardia de avance, la fuerza que se adelanta, en eso consiste justamente. Antes del movimiento conjunto de la tropa en ple- no, un grupo se anticipa en la incursién, va adelante para explorar. Yen esa tesitura, la dela exploracién de avanzada, se activan otros factores que definen igualmente lo que pueden er las vanguardias. Porlo pronto, aquello que de la exploracién se resuelve en experimentacién: un afan de novedad, una busqueda radical deo radicalmente nuevo, una ruptura radical conlo consabidoy con lo establecido (no una mera renovacién, como la que puede introducir cualquier corriente estética respecto de las precedentes, sino lun gesto mucho mas drastico: una puesta al limite de eso que es propio dela sensibilidad moderna, la dela valoracién intrinseca de lo nuevo) Adelantarse a explorar, como en la guerra, cobra en la acepcién artistica de los conceptos aun otra inflexién, Elavance, més que espacial ~-ya que es espa- ial solamente en lo metaférico-, pasa a ser mas bien ‘temporal. El"avant" delas vanguardias, suavance y su adelante, mas que en elterreno-en el sentido en que sehabla de un terreno de operactones-, pasaa darse ena cronologla: se avanza hacia el futuro, donde se a uae ARTE ATAOIE incuba la promesa delo nuevo (no sorprende, por lo tanto, que entre las diversas corrientes de vanguar dia que surgieron en la primera parte del siglo XX hublese dos que, aun teniendo entre sisustanciales diferencias, adoptaron esa misma denominacién: “futurismo"). ‘Vanguardia, entonces: extremar esa pasién por lo nuevo que inspiré el modernismo, de Baudelaire en adelante, explorando y experimentando, apurando los futuros; pero sin atenuaciones de ese tenor belicista que esta en la base del término: la vanguardia lo es para entrar en|ucha, para confrontar, para combatir. El género vanguardista por excelencia est consti- tuido, notoriamente, por los manifiestos; casino hay ‘movimiento de vanguardia que no parta de esa clase de declaracién,a la que cabe pensar siempre no solo como una declaracién de principios, sino también, -y sobre todo, como una declaracién de guerra, dado ‘elmarcado predominio en ellos de aquello contra lo queseesté Ponerse ala vanguardia, ser vanguardia y estar cen contra: en un espectro por dems diverso (surrea- lismo, dadaismo, expresionismo, futurismo italiano, futurismo ruso, ete, ete, etc), elarteadopta ese tem: peramento primordial, Primer tramo del siglo pasado: ” elarte plantea una ruptura visceral con la tradicién {aunque no es sino con la tradicién que podra pro- curarse lo nuevo), y declara abiertamente su guerra ‘ara contra lo adocenado,contralo establecido, contra el gustoexistente,contrael propio arte (contra late tal -ycomo se lo concibe: sus valores y sus instituciones, sus pardmetros y su regulacién, sus pablicos y sus consagraciones). Elarte e pone en crsisa si mismo, como nunca antes lo habia hecho. Las condiciones que lo hicieron posible son tanto sociales como pro- piamenteartisticas. Lichas de escuelas habia habido, claro, y habia habido sucesivas rupturas y refunda- ciones estéticas. Pero no en este grado, no hasta este punto, en que el propio estatuto delarte eslo que se quiere hacer colapsar. Lanocién de vanguardia, surgida enla guerra, fue adoptadanno solamente enla esfera delarte, sino tam bignen aesfera de aaccién politica, Més concretamen- te,en el marxismo,y mas concretamente por Lenin Laconcepcién del Partido Comunista como vanguar dia politica del proletariado, sin dejar de mantenerla premisa de que el sujto dela revoluciénnoes sinola clase obrera,introdujo a perspectiva de una funci6n de guiay de agitacién, toda ver que el pasoalaaceién revolucionaria podia (0 debia) no dejarse librado sin mésaun confiado espontaneismo delas masas, Porque, enefecto:serala toma de conciencia del proletariado lo que serviré de motora su paso ala accién revolu- clonaria y seréel paso ala accion revolucionaria del proletariado lo que permitiréabolirelinhumano régi- ‘men socialimperante yestablecer una nueva sociedad 8 unio eae AACE verdaderamente humana, sin explotacién. Ahora bien, es preciso considerar asimismo que esa toma de con- cienciay ese pasoalaaccin pueden requerir ungrupo deavanzada que, sin suplirlos en su funcién hist6rica revolucionaria pues toca los explotados acabarcon los explotadores-, pueda adelantar,iluminar, conducir, cencender la mecha que habilitars el estalido. Esta otra vanguardia, la politica la pevolucionara, adel leninismo, interpelaalaanterior, la estética, ahi donde se intenta abordar una variante singular, lamas intensa, por cierto, dela relacién entre arte y polit- ca. Qué articulacién posible existe entre vanguardia politica y vanguardia estética, ah{ donde el gesto de ruptura masradical del estado de cosas en la sociedad y el esto de ruptura mas radical del estado de cosas enelarte coinciden, de hecho, en la apelacién a un mismo término? Vanguardia y vanguardia, ,Cémo se conectan, se encuentran ose desencuentran? La Revo- lucién rasa el futurismo ruso, la vanguardia politica de Vladimir Leninyy la vanguardia postica de Vladimir Maiakovsky,en suestricta coexistencia, concretizanla ‘cuestién. Maiakovsky suefia con una plena confluencia posible, hasta necesaria, zNo estan haciendo, acaso, los revolucionarios de octubre de 1917, en la sociedad usa, es0 mismo que los futuristas estn queriendo hacer, en esos mismos afios, ena literatura? Ese suetio de Maiakovsky se reallza parcialmente, Larevolucién politica se lleva.a cabo; el futurismola “ acompafia con su propia revolucién,laliteraria, Mas que unidas, ya que no llegana estarlo, se diria que una yy otra vanguardia avanzan en correlacién, No obs- tante, Lenin, para el caso, siente més afinidad, tanto personal como estética, con un novelista del realismo tradicional como era Maximo Gorki. Y aun Trotsky, interesado en el futurismo, le plantea discusiones. Esa correlacién, de todos modos, va adesarmarse y estropearse de la peor manera posible: con el viraje alestalinismo de la revolucién (0, por mejor decir: con la traicién de la revolucién por parte del estali- rismo), las vanguardias pasarén a ser condenadas y perseguidas, yel realismo dejar de serunaliteratura ‘eventualmente afin para pasara ser la doctrina oficial del régimen soviético. El suicidio de Maiakovsky, en 1930, expresa dramsticamente que esa vida se acaba ba, por propia voluntad, porque el suefio se acababa, en contra de su voluntad, No todaslas vanguardias, claro, ambicionaron una confluencia asi. El surrealismo francés, por ejemplo, ‘cuyo primer manifiesto se fecha en 1924, declaré su adhesiénal comunismo, pero nose vio en asituacién concreta de formar parte de un proceso revolucio- nario; aquel otro futurisme, el italiano, liderado por Marinetti,cuyo manifiesto se fecha en 1909, derivaré su fascinacién por los nuevos tiempos y las nuevas tecnologias nada menos que hacia el fascismo, el col- ‘mo dello reaccionario. De manera que esas audacias " cunnan eaeaE cexploratorias que se proponen luchar, en elarte, con- tra todoloexistente, no encuentran una corresponden- la politica univoca. ¥ ahi donde parecieron coincidir en una misma pasién por camblarlo todo, el arte yla vida la estéticay la sociedad, no dejaron de aflorar las disonancias y las desavenencias. {Quién resiste, entonces, yquién seresiste, cuando elarteataca? Ataca flancos diversos, tal y como pue- de hacerlo la vanguardia de cualquier ejército. Ataca las convenciones de la representacién pict6rica, por aso, ola idea misma de figuracién, ol principio de tonalldad en la misica,o la premisa que superpone lenguajey racionalidad, oataca ni ms ni menos que quello que se considera arte o nose considera arte; yasi tenemos, por caso, el cubismo, el expresionismo abstracto, la atonalidad y el dadecafonismo, tenemos elsurrealismoo tenemos el célebre (e! que terminaré por ser célebre) mingitorio de Marcel Duchamp, fir ‘mado y presentado en un museo, paraalterar revul: sivamente laIdentificacion esencial de arte ybelleza, dearte y creaci6n personal, para poner en cuestién el acendrado fundamento de a esteticidad intrinseca para inscribir el arte en lo hallado antes que en lo creado, para plantear que es la mirada la que estetiza el objeto, toda vez que se la convoca o se la suscita Vanguardia, entonces: “avant” (prefijo de adelan- tamiento, de un osado aventurarse) “garde” (en el sentido en que se dirfa: ponerse en guardia, estar en guardia). Ala palabra, que contiene ya un prefijo,se Jehan adosado ulteriormente otros prefjos. Cuanta menos, estos dos: “neo” (y se hablé de neovanguar- dias, en los aos cincuenta y sesenta) y ‘post (y se hablé de posvanguardia, desde fines del siglo XX y hasta ahora).Los prijs, al acumularse, al sumarse unoalotro, producen ya ea unaredundancia,yasea una paradoja, Redundancia, podria decirse, porque, sienel avant se expresaba un movimiento hacia lo nuevo, zen qué sentido podria adosarse novedad a eso ya nuevo? :Cémo entender un movimiento de vance, sise resuelve como retorno? Qué resulta de tunairrupcién, aparicién intempestva,si deviene una reaparicin, una vuelta, una segunda vez? Qué que- dade o “nuevo” en el“de nuevo"? ;Cémo puede ser “nuevo” el “de nuevo"? Las vanguardias, en su regreso como neovanguardias, en el salto que vade comien- 205 a mediados del siglo XX, se encontraron con ese dilema: .qué venfan a expresar las neavanguardias sobre las vanguardias: su vigencia osu agotamiento, Su persistenciao su caducidad? ;Qué lugarles abe, Ja vanguardias,enlasneovanguardias: mantienen su poder de ruptura y desconcierto? 20, si pueden reto: ‘arse, citarse, remedarse, no es sino porque se han convertido,cllasmismas,entradicién? Eso en cuanto alas neovanguardias, los movi- imientos que, décadas después, se propusieron reto- mar o reactivar esas vanguardias que ya pasaban a ” ‘Cuan aE ATADUE llamarse “elésicas’ (deahi el dilema: ;se confirmaba un vanguardismo o se establecia una clasicidad?), ya fuera volviendo sobre sus mismos pasos (como Ja segunda ola surrealista, por ejemplo) o ya fuera Intentando algo distinto (como el arte pop, por ejem- plo, mediante una articulacién inédita de arte y cul tura de masas). Mas desconcertante puede llegar a resultar,en todo caso, el montaje de post” y “avant, lde lanocién de "posvanguardis”.Siavant® supone un movimiento abierto hacia adelante, ce6mo hacerlo congeniarcon esa impronta de clausuray de después que se invoca cuando dice “post”? Esa nocién, la de posvanguardia, queda integrada, por cierto, a esa ver daderaandanada de “‘muertes"y de “fines” y de “post” quecunden casi por doquier: posmodernidad, posmo- dernismo, posmarsismo, posverdad, posautonomia, poshistoria; el fin de los grandes relatos, la muerte del sujeto,la muerte del autor, etc, etc, ete Por qué habrian de salvarse las Vanguardias? Tambiéna ellas selesasesté el acta de defuncién,el decreto definitud, cl sello delo ya caducado, lo concluido. El post como condicién de época, de una época que se piensa ast misma en un absolute después, enel después de que todo terminé, De ahi el planteo de Arthur Danto en Después del fn del arte. gQué hay después del in, es decir, de los tantos finales? Qué sigue, qué puede seguir, una vez que todo se acaba? En las antipodas dela isin de las vanguardias, desu faturoyy de sus » ain conan futurismos de su adelante, imperata protesta pes a" Nohay futuro” y con exo el tempo cultural del reciclaje, del pastiche deo existente larenuncia a la novedad o bien suresigniado reemplazo por lo falsamente nuevo ldapoda retro (otro oximoron), el continuo més de lo mismo, Posvanguarala la excur. sin de avanzada tiene ahora los camvinos cerrades, eseadelante ha quedado atrés, ese tempo por venir yaterminé Loentendi alaperfeccin ctor Liberte cuan- do eseribig “1utuiro ya ue” (ahi donde esa expre- si6n, "ya fue, se convirié on la manera de decir que algono eran seria). Libertelareferente neludible en laliteratura argentina par calibrate lnterrogur qué significa ser de vanguardia en el presente, reformu- 16a cronologias con entera hicidez:hay un futuro, pero no esti adelante, sino ards. Hay un future, no ts cierto que no haya un futuro, Pero yaocureg est enel pasado, Fsaambicén de aturidad, sin dejar de serlo,cobrael cardctr de lo pretérit, Lo nuevo, sido. Como si convintese fusionar el prefijo“neo" con el prefiio“pos’ lo nuevo con lo concuido,lo pasado con lo pendiente, para mejor escrutar cuél puede sera signifcacin actual del vanguardisio. Libertella de activa participacinen laagltacionartistica argentina de nes de os aos sesenta, autor, por caso, de textos fonmidables acerca de MirtaDermisachey forge Bon no, escibe sobreel futuro ("el futuroya fue") en los nna auae apesadumbrados afios noventa, Las vanguardias se ven interrogadas asi desde el cruce de neovanguar- diay posvanguardia, Desde textos que, como los de Libertella, nunca dejan de “atacar" las convenciones establecidas, las taras de las lecturas domesticadas, elreino mustio dela literatura estndar. Hay un futuro, pero ya fue. En stntoy clase de enfoque, Ricardo Piglia planteé que “a lite ratura es a vanguardia de un ejército que retrocede” Una redefinicién crucial, La metaférica de guerra -visiblemente persiste, Lo que cae, lo que desaparece, eslaidea dela ofensiva, "Cuando el arte ataque"? No, el arte ya no ataca, Estita la defensiva. Lejos del confiado optimismo que alguna ver lo llevé a pen- ssarse bajo esa forma, lanz4ndose sobre la sociedad para conquistarla para transformarla, para tomarla y para estetizarla, ahora se repliega, cede posicio- nes, flaquea golpeado por la indiferencia o por la banalidad, se siente inofensiva,.o es, Hay vanguardia (de hecho, Piglia denominé “Las tres vanguardias” a unseiinario sobre Saer, Puig y Walsh que dicté 1/1990 en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y que luego se edits ‘como libro): Hay vanguardia: una guardia que esta adelante: Pero ese ejército del cual es vanguardia no avanza: retrocede, No ataca: opera cautelosamente su repliegue defensivo.

También podría gustarte