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UNIVERSIDAD TÉCNICA

DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS

TAREA 1

NOMBRE:
GUILLERMO ANDRES HERNANDEZ INTRIAGO

SEMESTRE:
SEPTIMO SEMESTRE

MATERIA:
CLINICA DE ESPECIES MENORES B

TEMA:
ENSAYO: FLUIDOTERAPIA EN PERROS Y GATOS

NOMBRE DEL DOCENTE:


DR. GUSTAVO ADOLFO NAVARRETE SUAREZ
INTRODUCCION

La fluidoterapia incluye todos los tratamientos destinados a restaurar el estado de

volumen y corregir la deshidratación o los desequilibrios electrolíticos para asegurar que las

necesidades celulares estén cubiertas. El plan de fluidoterapia debe tener como objetivo

corregir primero la hipovolemia, luego la deshidratación y finalmente los desequilibrios

electrolíticos. Este enfoque sistemático es esencial para garantizar la concordancia entre la

condición clínica del animal y el diagnóstico definitivo.

Es Indispensable durante un plan de fluidoterapia: la planificación de los límites por

adelantado reduce el riesgo de sobrecarga y permite definir las indicaciones para el uso de

vasopresores. Su uso suele ser complejo y requiere un seguimiento preciso, apropiado y

continuo. La fluidoterapia veterinaria es un importante tratamiento de apoyo que, en muchos

casos, puede salvar la vida de los pacientes. Sin embargo, antes de realizarla, está indicada

una evaluación previa para investigar la causa primaria de la enfermedad. Y también, elegir el

tipo de líquido que se utilizará, así como la vía por la cual se administrará (Vigano,2020).

Los casos más comunes de indicación de la fluidoterapia son para la corrección de:

Deshidración; hipopotasemia; Acidosis metabólica. Sin embargo, también puede estar

indicado para la corrección específica de: hipernatremia; hiponatremia; hiperpotasemia;

alcalosis metabólica; hipocalcemia; Hipercalcemia. También está indicado para nutrición

parenteral y para reponer pérdidas concomitantes o previas por diarreas, vómitos, neumonías,

quemaduras, heridas extensas o acumulación de líquido en el tercer espacio (Tijano, 2020).

Excepto por la urgencia del tratamiento, los mismos objetivos se aplican en el animal

críticamente enfermo. Los métodos para proporcionar fluidos a menudo influyen en el

resultado final del caso.


DESARROLLO

El primer paso en la fluidoterapia veterinaria es la evaluación del paciente para

determinar la causa principal de la deshidratación.

Para entender la fluidoterapia y sus aplicaciones, primero hay que entender la distribución

de líquidos y agua en el cuerpo. El agua corporal total (TBW) comprende aproximadamente

el 60 % del peso corporal de un paciente. Aproximadamente el 67 % del TBW se encuentra

dentro de las células del cuerpo y se denomina líquido intracelular (ICF) (Viganò, 2020).

Para clasificar el estado físico del paciente y estimar el tipo (hipotónica, isotónica o

hipertónica) y porcentaje de deshidratación (muy leve, leve, moderada, severa y shock) es

necesario tener en cuenta la tonicidad del líquido corporal remanente, la historia del animal,

recopilar información del propietario y realizar exámenes físicos (Tijano, 2020).

Luego, se debe evaluar la turgencia de la piel, la humedad de las mucosas, la posición del

globo ocular en la órbita, la frecuencia cardíaca, la característica del pulso periférico y el

tiempo de llenado capilar y asociarlos con los hallazgos de laboratorio (Tijano, 2020).

Luego de realizar la evaluación clínica y de laboratorio y clasificar el tipo y porcentaje de

deshidratación que presenta el paciente, es necesario elegir el tipo de líquido a utilizar. Estos

se clasifican según el tamaño molecular y la permeabilidad capilar (coloides o cristaloides), la

osmolaridad (hipotónica, isotónica o hipertónica) o la tonicidad y la función prevista (Tijano,

2020).

La fluidoterapia comprende tres etapas:

Resucitación._ Suele ser necesario en casos de urgencia, donde se deben reponer pérdidas

sufridas por una patología existente, tales como: pacientes en estado de shock, cuando es

necesario administrar una gran cantidad de líquido para ampliar el espacio intravascular,
corrigiendo el déficit de perfusión. Incluso pacientes con vómitos y/o diarrea crónica

(Ayuso, 2004).

Rehidratación._ es la etapa de reposición, donde es necesario reponer la volemia y las

pérdidas de los compartimentos intra y extracelular (Ayuso, 2004).

Mantenimiento._ El cual se utiliza en casos de pacientes con hidratación normal, pero que no

pueden ingerir un volumen de agua adecuado para mantener el equilibrio hídrico. La

administración de fluidos se puede realizar de diferentes formas, las cuales son:

La vía oral la cual es la vía más fisiológica, económica y fácil, se puede utilizar cualquier

tipo de líquido y no debe ser la única vía en pacientes muy deshidratados, ya que se produce

de forma lenta y constante. Debe utilizarse en pacientes sin vómitos, incluso en aquellos que

estén recibiendo líquidos por otras vías (Ayuso, 2004).

La vía intravenosa siendo la más adecuada por ser versátil y permite una rápida expansión

de volumen, ya que se produce directamente en el torrente sanguíneo. Las principales

indicaciones son para animales muy enfermos, con deshidratación severa y situaciones de

emergencia. Sin embargo, se requiere cuidado, ya que grandes volúmenes de líquidos

administrados rápidamente pueden provocar una sobrecarga del sistema circulatorio,

causando edema pulmonar e incluso la muerte (Ayuso, 2004).

Es una excelente alternativa a la intravenosa en pacientes pequeños, particularmente

cachorros muy deshidratados, sin embargo no es muy utilizada por presentar riesgos y

dificultades. Las principales ventajas son que los fluidos administrados por vía intraósea caen

directamente en el torrente sanguíneo, acceso rápido a la circulación periférica y central, se

pueden administrar grandes volúmenes de fluido (Llanes, 2020).


Es necesario tener en cuenta que la seguridad se puede mantener con un monitoreo

atento. Para monitorear el estado de perfusión de un paciente, los técnicos deben observar los

parámetros de perfusión directa. La normalización de estos parámetros es un buen indicador

de que la fluidoterapia se está proporcionando con éxito. En el laboratorio, los técnicos

pueden realizar mediciones en serie de PCV/TP y USG. En pacientes que se presentaron en

estado de deshidratación con aumento de PCV/TP, la disminución de estos valores indica un

retorno a los niveles normales de fluidos en el espacio intravascular y una mejora en la

hidratación general. La orina cada vez más diluida significa que los riñones del paciente han

detectado un aumento en el volumen intravascular y una restauración del equilibrio general

de líquidos (Valdeviria, 2001).

Una de las formas más fáciles y sensibles de monitorear la terapia de fluidos en pacientes

es con múltiples controles de peso a lo largo del curso de la terapia. Dado que el TBW es el

60 % del peso corporal de un paciente, los aumentos en cualquier compartimento de líquido

conducen a un aumento proporcional en el peso total del paciente. Sin embargo, un aumento

>10 % con respecto al peso de ingreso inicial debe impulsar una investigación sobre la

posibilidad de que el paciente se esté sobrehidratando, también conocido como sobrecarga de

líquidos (Valdeviria, 2001).

Además de las pérdidas, el fluido puede moverse y se mueve entre compartimentos de

una manera dinámica y en constante cambio. Al brindar soporte de fluidos a los pacientes, los

técnicos deben tener en cuenta qué compartimento debe reabastecerse o qué trastorno debe

corregirse. Este conocimiento ayuda a guiar tanto la elección de fluidos como el método

utilizado para administrar la terapia de fluidos (Schaer, 1991).


CONCLUSION

Al realizar el procedimiento es fundamental clasificar el tipo de deshidratación ya que el

líquido a administrar debe ser el mismo que se pierde. La elección del líquido también debe

hacerse con criterio, y los pacientes con vómitos agudos del contenido del estómago,

hiperlactatemia, insuficiencia hepática o con linfosarcoma no pueden recibir lactato.

Los pacientes en shock, con obstrucción hipoadrenocortical o uretral no deben recibir

potasio. Es decir, los casos deben evaluarse cuidadosamente para evitar errores. En caso de

duda, lo mejor es optar por un simple ringer en solución salina.

También se debe tener cuidado al elegir la vía de administración y calcular el volumen y

la velocidad ideales. Esto se debe a que la entrada incorrecta de demasiados líquidos en el

organismo del animal, además de no revertir la situación, puede incluso empeorar el cuadro

clínico.

Para asegurar el correcto uso de la fluidoterapia veterinaria, es estrictamente necesario

conocer la fisiología de los fluidos corporales, saber elegir el fluido según el tipo de

deshidratación y también las causas relacionadas.

Para evitar que el animal se deshidrate, es muy importante tomar algunos cuidados

preventivos, como evitar que esté expuesto a la luz solar intensa durante períodos

prolongados, mantener al animal alejado de alimentos en mal estado para evitar vómitos y

diarreas. Además de mantener el lugar donde se encuentran bien higienizados para evitar la

contaminación por agentes patogenos.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Viganò, F. (2020). Fluidoterapia en perros y gatos. Hemodinámica y gestión de los

desequilibrios electrolíticos y acidobásicos. Grupo Asís Biomedia SL.

Tíjaro Moreno, I. L. (2020). Fluidoterapia en el manejo de urgencias en pequeños animales.

Daza, M., & Ayuso, E. (2004). Intoxicaciones más frecuentes en pequeños animales. Clínica

veterinaria de pequeños animales, 24(4), 0231-239.

Llanes, Y. M., & Alfonso, Y. A. Q. (2020). Elementos básicos de fluidoterapia en animales

de compañía

López, J. R., Álvarez, L. E. F., Valdevira, A. M. G., & Montaña, J. R. G. (2001).

Aplicaciones de fluidos en veterinaria. Aplicaciones de fluidos en veterinaria.

Schaer, M. (1991). Fluidoterapia y alteraciones hidroelectrolíticas. In Fluidoterapia y

alteraciones hidroelectrolíticas (pp. x-222).

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