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Al cumplir los 6 años la llevaban junto con sus hermanas Hermida, Enriqueta y
Josefa y sus hermanos Felipe y Gualberto, al Colegio Roque J. fundado por la Sra.
Benita Palma Vda. de Campos que impartía una educación laica y en el que iban
los hijos de los obreros del lugar, quienes por costumbre hablan la lengua maya
entre sí. Por lo que, desde niña se percató de la desigualdad entre las clases
sociales que se vivía durante el Porfiriato.
Elvia Carrillo fue alumna de la poetista Rita Cetina Gutiérrez, aprendiendo de ella,
la noción de igualdad de género. Gracias a su influencia, estudió textos escritos
por grandes teóricas de los derechos de la mujer, como Mary Wollstonecraft, Flora
Tristán y Victoria Woodhull.
La Siempreviva fue la primera escuela secundaria para mujeres en el Estado de
Yucatán fundada por la Maestra emeritense Cetina Gutiérrez donde las egresadas
-la mayoría- se dedicarían a la docencia en las escuelas de todos los poblados de
la entidad.
Con ayuda del presidente Plutarco Elías Calles logró escapar de Yucatán y
terminó por refugiarse en la ciudad de México.
Nunca retrocedió en su lucha por los derechos de las mujeres. Nunca dejó de lado
su preocupación por las mujeres y los hombres mayas ya que Elvia amaba esa
lengua.
La poetisa y gran defensora de los derechos de las mujeres, nos recuerdan que la
lucha no es en vano y que al final los resultados pueden ser tardíos, pero
totalmente satisfactorios.
CARMEN SERDÁN
(María del Carmen Serdán Alatriste; Puebla de Zaragoza, 1875 - 1948) Heroína de
la Revolución Mexicana de 1910 entre cuyas cualidades se destaca la fortaleza y
tenacidad de su carácter y su brío y valor en la lucha contra la dictadura de Porfirio
Díaz. Junto a su hermano Aquiles, que lideraba el alzamiento en Puebla, participó
en el primer enfrentamiento armado de la Revolución.
Carmen Serdán
Hija de Manuel Serdán y Carmen Alatriste, su madre contaba entre sus ancestros
con un ilustre general, el liberal Miguel Cástulo Alatriste, bisabuelo de la pequeña
Carmen. Tras las primeras letras, recibió una cuidada educación en el Colegio
Teresiano. La prematura pérdida del padre cuando contaba siete años de edad
forjó el fuerte carácter de Carmen, que tuvo pronto que asumir responsabilidades
familiares y ocuparse de sus hermanos menores, Natalia, Aquiles y Máximo.
En el marco del ocaso de la dictadura porfirista, los hermanos Serdán abrazaron la
causa anti-reeleccionista que lideraba Francisco I. Madero. En 1909 Aquiles
Serdán fue elegido presidente de la sección de Puebla del Partido Nacional
Antirreleccionista. Como tal estaba en el punto de mira de las autoridades, a las
que había logrado eludir gracias a sus tretas y la ayuda de Carmen, quien por otra
parte se ocupaba de las labores de propaganda y de la compra y distribución de
armas y explosivos entre los seguidores de la causa, tareas que desempeñaba
con el pseudónimo de Marcos Serrato. Con ese mismo alias colaboró en la
publicación clandestina No-reelección.
Entretanto, su radical oposición a la dictadura de Porfirio Díaz había llevado
a Francisco I. Madero a la cárcel (1910). Madero huyó a Texas y organizó desde
allí la Revolución. Carmen y Aquiles Serdán se dirigieron a Texas para recibir
instrucciones; por el camino tuvieron noticia del Plan de San Luis, llamamiento que
Madero dirigía al pueblo mexicano para que se levantase en armas a las seis de la
tarde del domingo 20 de noviembre. Madero encargó a Aquiles Serdán preparar el
alzamiento revolucionario en Puebla.
De regreso a Puebla, el disparo accidental de un arma en casa de los Serdán
levantó nuevas sospechas sobre las actividades que allí se desarrollaban. El 18 de
noviembre de 1910 cinco policías se presentaron en el domicilio con orden de
detener a Aquiles Serdán; el tiroteo que se desató forzó a las autoridades a enviar
más efectivos. Carmen resultó gravemente herida cuando llevaba municiones a
los revolucionarios, refugiados en la azotea.
Tras varias horas de fuerte resistencia, los federales tomaron la casa. Carmen, su
madre y su cuñada Filomena del Valle fueron conducidos primero a la cárcel de la
Merced y luego al hospital de San Pedro. Su hermano Máximo y los demás
hombres habían caído en el asalto. La madrugada del 19 Aquiles Serdán, que se
había ocultado en el sótano, fue abatido cuando intentaba abandonar su
escondrijo.
La lucha de Carmen Serdán por la causa revolucionaria proseguiría en los años
siguientes. En 1913, tras el golpe de estado de Victoriano Huerta, formó parte de
la Junta Revolucionaria de Puebla. En 1914 se entrevistó con Venustiano
Carranza, primer jefe del Ejército Constitucionalista, y apoyó su partido trabajando
como enfermera en los hospitales militares. Por su valor simbólico (fue el punto en
el que tuvieron lugar los primeros combates de la Revolución Mexicana), la casa
de los Serdán sería luego convertida en el Museo de la Revolución de Puebla.