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El engranaje social y económico, propio del proceso de globalización del siglo XX que
permanece hasta hoy, tambalea por cuenta de un virus. - Foto:
El planeta está paralizado. Lo que hace unos meses parecía un problema
sanitario en una remota ciudad china se convirtió en una inédita crisis de salud
que tiene al mundo en vilo. El covid-19, el virus que preocupa por su rápido
contagio y que aún no tiene tratamiento, obligó a todos los países a reaccionar
con premura para evitar que la situación escale y frenar una gran tragedia
humanitaria. En unas pocas semanas, han llegado consecuencias mayúsculas:
países aislados, miles de eventos suspendidos en todos los continentes y
medios de comunicación colmados por un solo tema, el nuevo coronavirus. El
engranaje social y económico, propio del proceso de globalización del siglo
XX que permanece hasta hoy, tambalea por cuenta de un virus.
Las estimaciones acerca de cuánto durará la crisis sanitaria son inciertas. Las
más optimistas dan el asunto por resuelto en abril. Las menos dicen que la
situación se extenderá por los próximos dos años. Pero así se controle la
pandemia en unas cuantas semanas, el episodio cambiará al mundo para
siempre.
Más allá de la absurda convocatoria de Ortega, la sintonía entre los países para
controlar la emergencia invita a pensar que, al terminar la crisis, las
instituciones y organismos internacionales saldrán favorecidos, al remontar la
complicada situación que vivían algunos, como la Unión Europea luego del
brexit. Así lo cree Pilar Mera Costas, doctora en Ciencias Políticas de la
Universidad Complutense de Madrid, quien le dijo a SEMANA que “la
rapidez con que la crisis se convirtió en algo global y la certeza de que el
sufrimiento sanitario, social y económico es general potenciará el
multilateralismo”. Para ella, “una señal positiva es la posibilidad de que
la Unión Europea lance eurobonos, una medida para que todos los Estados
miembro compartan el riesgo y se vean respaldados a la hora de tomar
medidas”.
La educación ante la
globalización y los cambios
culturales
Introducción
Al reflexionar sobre las grandes olas de cambio que ha vivido la
humanidad en su recorrido por la historia, nos encontramos
claramente que de acuerdo a la velocidad a la que se produjeron y
transportaron los conocimientos, se crearon los paradigmas para el
diseño de los sistemas de la creación de la riqueza y las rutas para
obtenerla.
“En la Segunda Gran Ola, la de la Revolución Industrial, se fue
configurando un camino cada vez más amplio y mejor diseñado que
permitiera competir a las empresas más importantes del mundo y
pelear la delantera, a más alta velocidad.
Grandes y poderosas, optimizando la tecnología y sus avances,
produjeron la Tercera Gran Ola de la informática y sofisticaron el
canibalismo depredador teniendo como medidores de superioridad:
el tamaño, la participación en el mercado y las utilidades.
Jugar en escenarios tan distintos con las mismas reglas nos llevó a
estrellarnos a nuevas realidades: el dinero no tiene nacionalidad,
Hoy se requiere una visión directiva muy distinta del mundo de los
negocios globalizado, porque de sí, ya no es el mismo mundo”.
Copiar, imitar, que fue como obligado en su tiempo, en el mundo de
la segunda ola en donde todo era estandarizado e igual, porque
además así lo pedía la gente, ahora es obsoleto, pues la
información corre a tan alta velocidad y de manera tan democrática,
que ya nadie puede ser dueño del poder del conocimiento y esto ha
explosionado la creatividad de manera exponencial.
Los procesos educativos, como formas culturales y estructurales de
las sociedades, han sido tocados por la globalización. Y aquí debe
entenderse por educación no únicamente la que se imparte en las
escuelas, sino también la que concretamos día a día la sociedad
civil y las otras instituciones y medios de comunicación a través del
intercambio cotidiano de información, de interacciones, de modos
de organizarnos y muy importante, de entender el mundo y nuestro
papel en él.
Afrontar los retos que nos reclama la educación de nuestras
sociedades implica un esfuerzo permanente de reflexión e
innovación. En el presente ensayo, propongo una respuesta a la
pregunta ¿cuál debe ser la base para el ejercicio educativo en el
contexto de la globalización? Y de nuevo insistir, el hablar de
educadores y no de docentes, es porque considero que no sólo son
los maestros en las escuelas quienes educan, sino que somos
todos los seres humanos quienes tenemos el cometido de apoyar
nuestro crecimiento como humanidad.
Globalización y cultura
Según Tomlinson, la “cultura puede entenderse como el orden de
vida en que los seres humanos conferimos significados a través de
la representación simbólica” (Tomlinson, 1999: 21) Podemos hablar
entonces de que la globalización es un fenómeno cultural, que es
significado por los diferentes grupos culturales. Para explicarlo,
García Canclini (2003:32) recurre al concepto de “imaginarios”, esto
es, a la forma como las sociedades configuran diversas imágenes
de un hecho, en este caso de la globalización.
El proceso de la globalización ha aparecido en nuestras vidas,
sabemos que estamos inmersos en él, hablamos de él pero desde
diferentes punto de vista, cada quien lo entiende desde sus
referentes, desde su nivel de conciencia posible, y así como hay
diversidad de imaginarios individuales, hay construcciones por
sectores de la sociedad, por gremios, por los grupos de poder.
La educación informal
La escuela no es el único espacio en donde se concreta la
educación. La labor educativa de la escuela precisa reconocer los
elementos de otros espacios en donde se concretan formas de
cultura popular, tan eficientes en el sentido de educar o mucho más,
que la escuela. En este sentido, se considera que ”la pedagogía
como práctica cultural crítica necesita abrir nuevos espacios
institucionales en los que los estudiantes puedan experimentar y
definir qué significa ser productores culturales, capaces de leer
textos diferentes y producirlos, de emprender y abandonar
discursos teóricos pero sin perder nunca de vista la necesidad de
teorizar por sí mismos” (Giroux, 1994: 122) y por supuesto, capaces
de leer su realidad y participar en su transformación.
Por un lado, la diversidad debe encontrar un espacio en las
instituciones educativas, como diferenciación, pues es importante
para lograr la verdadera autonomía, en el sentido de “conquista
social, no para que los poderes públicos hagan dejación de sus
responsabilidades económicas y políticas”, sino para dar cabida a
“…la participación y la corresponsabilización de una gestión
democrática de todos los miembros de la comunidad”. (Imbernón et
al, 1999:72). Por otra parte, como un legado de su propio carácter
social, las instituciones que configuran el entorno sociocultural de
una comunidad, son responsables de socializar, lo cual se ha
considerado una forma de educación, denominada informal por no
estar regida por programas o estructuras predelimitadas.
En el contexto de este tipo de educación informal, la familia tiene un
papel muy importante, puesto que es el primer grupo con el que
interactúa un ser humano. La transformación de la familia, como
institución social y como elemento clave en el desarrollo de la
personalidad, es definitivamente un aspecto que ha coadyuvado a
la configuración de las nuevas generaciones. El hecho de que, “la
función de control de la familia está perdida” (Castells et al, 1994:
37) ha llevado a esa incertidumbre, no hay contenciones y por ende,
todo se vale.
Y por supuesto, la sociedad en general somos educadores.
Huaquín Mora hace un señalamiento importante acerca de la
influencia y necesidad de los otros en la constitución de los seres
humanos, señala que “al basarse en el hombre mismo, se descubre
que éste, en su propia esencia, se auto realiza existencialmente en
tres condiciones de relaciones compartidas. El hombre es un ser en
relación con otro…sin embargo, la individualidad de cualquier sujeto
parte de seres humanos que actualizan en otros algo que los realiza
también a ellos mismos; de esta forma, a la condición humana de
ser con otro se agregan las condiciones de ser- por- otro y de ser-
para otro”. (Huaquín Mora, s/f: 5).
Humanización de la educación
Es interesante observar cómo lo que en un momento se denominó
instrucción, es decir, la enseñanza de habilidades y conocimientos
para desempeñar un oficio, vino a configurarse como el fin
fundamental de los procesos educativos escolares, dejando
prácticamente en el olvido la función verdaderamente educativa que
corresponde a las acciones encaminadas a la formación del
ciudadano, a la configuración del ser social, más allá del ser
productivo. Este descuido ahora emerge como un problema que
requiere ser abordado con urgencia, al identificarse que muchas de
las situaciones sociales y ecológicas son producto de haber pasado
por alto la esencia de la formación del hombre.
Si bien el ser humano nace diferenciado fisiológicamente de los
animales, logra su verdadera humanidad a través del contacto con
otros humanos, creciendo con ellos, aprendiendo de otros y con
otros, esto difícilmente llega a ser considerado. No basta con
coexistir con otros para adquirir el apelativo de “ser humano”, sino
tener presente que lo que se precisa es primeramente proponérselo
a partir de una filosofía de vida y una comprensión del contexto.
Esta postura con respecto a la educación, más que fundarse en
principios postmodernistas, se ancla en el principio de la utopía,
carácter relativo a la era moderna.
Conclusiones
En el campo de la educación, los profesores cumplen con funciones
claramente delimitadas, pero es importante tener presente que
fuera del ámbito escolar todos somos educadores. Nuestra
interacción e intercambios comunicativos con nuestros semejantes
nos llevan a configurar en nosotros y en ellos pensamientos,
sentimientos y acciones. El educar en esta era nos implica tomar
conciencia de nuestra responsabilidad para con otros y aprovechar
el mar de informaciones; entendamos que este bien, la información,
es un medio y no un fin, un medio para participar responsablemente
en nuestras sociedades.
Finalidad
El conocimiento nos permite tomar mejores decisiones, saber lo
que tenemos que hacer para afrontar los problemas, aprovechar
mejor el tiempo, identificar mejor las oportunidades, tener
mayor capacidad de respuesta de ahí la importancia de
aprender a gestionarlo y aprovecharlo.
Acciones
Para promover el desarrollo de la sociedad del conocimiento se
pondrán en marcha importantes iniciativas didácticas a lo largo
del tiempo, que abarcarán actividades para niños desde cinco
años hasta otras destinadas a universitarios, emprendedores y
también personas mayores.
¿Qué es el conocimiento?
El conocimiento es el proceso mediante el cual la realidad es reflejada y
reproducida en el pensamiento humano. Es producto de distinto tipo de
experiencias, razonamientos y aprendizajes. Se trata de un concepto
complejo, del que se han ocupado numerosas tradiciones
de pensamiento a lo largo de la historia, y que siempre se ha mostrado,
cuando menos, elusivo.
De hecho, resulta muy complicado definir concretamente el conocimiento o
establecer sus límites, ya que siempre depende de la perspectiva
filosófica y teórica de la que se parta. Así, existe un conocimiento
relacionado a cada rama del saber humano, e incluso a cada área de su
experiencia. La rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la teoría
del conocimiento.
TIPOS DE CONOCIMIENTO
Existen numerosas clasificaciones del conocimiento. Por
ejemplo, podría clasificarse por área del saber, teniendo así un
conocimiento médico, químico, biológico, matemático, artístico,
etc. Pero también pueden clasificarse en:
El conocimiento científico
El conocimiento científico es comprobable ya que permite repetir los
experimentos.
El conjunto de saberes de la ciencia se conocen a menudo como
conocimiento científico: se distingue del resto de los tipos de conocimiento
en que es verificable, racional, objetivo y universal.
Los autores nos explican en su respectivo artículo que el conocimiento es más que
información, ya que el conocimiento incorpora formas y métodos para resolver
problemas en los distintos ámbitos del quehacer de las empresas. La capacidad de
creación de valor a partir del conocimiento es esencialmente intangible y esta capacidad
es la fuente de la ventaja competitiva en la sociedad actual.
Ya desde hace varios años se había planteado la posibilidad de que el activo más valioso
dentro de la organización, fuera el capital intelectual, sin embargo, esto ya no es una
fantasía sino una realidad.
Actualmente es fácil ver empresas como Google, que su modelo de negocios está
basado en el eficiente uso y transformación de la información, crecer apresuradamente
frente a nuestros ojos y de una manera intangible crear valor en aplicaciones, así como
en software.
Por lo tanto, en el presente artículo se hablará de manera breve acerca de la Gestión del
Conocimiento, así como su importancia y características, para saber cómo manejar
adecuadamente el conocimiento dentro de la organización y así poder generar una
ventaja competitiva frente a las demás organizaciones.
ANTECEDENTES
(Pedraja-Rejas et al., 2009) nos comentan que, tanto capital como trabajo son requeridos
para la producción de bienes, pero el conocimiento es la base o esencia de la economía,
y que la innovación y la productividad son expresiones concretas del conocimiento
individual y del conocimiento organizativo.
Bajo esta óptica, la gestión del conocimiento constituye una tarea esencial de la alta
gerencia para generar: nuevos productos o servicios; innovaciones o disminuciones de
costes de transacción; nuevas oportunidades de negocios; mejores decisiones.
Cuando se habla de organización (Pérez Rodríguez & Coutín Domínguez, 2005) nos
mencionan que es casi imposible no hablar de información, sin información no hay
organización posible; más aún, si se considera que el desarrollo económico depende
cada vez más de la información y el conocimiento, impulsado con el avance vertiginoso
de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
La información puede ser más o menos significativa, en la medida en que influye en los
cursos de la acción posterior a su recepción, al tiempo que puede ser más o menos
completa, según la magnitud del conocimiento nuevo que aporta al receptor del
mensaje.
La información para que sea utilizable y genere ventajas competitivas debe tener tres
características básicas: completa, confiable y oportuna. Una información completa debe
contar con los elementos necesarios para que la empresa la analice y procese; confiable,
debe provenir de una fuente veraz y creíble; oportuna, debe llegar a la organización a
tiempo para su empleo.
Cuando una organización desea proporcionar servicios o productos, que satisfagan una
necesidad con un alto valor agregado, para mantener ante sus usuarios/clientes una
ventaja competitiva estable, debe saber utilizar y aprovechar los activos o intangibles
que posee, específicamente, su cartera de conocimientos, porque estos constituyen, entre
otros, la principal fuente de valor de la organización.
El conocimiento se define como todo lo tácito y explícito que los individuos de una
organización saben respecto de productos, sistemas y procesos.
conocimiento base
conocimiento estructural y
conocimiento dinámico; siendo el conocimiento dinámico la interacción entre el
conocimiento base y el estructural.
Las empresas que tienen conocimiento superior, son capaces de coordinar y combinar
sus recursos tradicionales y capacidades en caminos nuevos y distintivos, otorgando
más valor para sus clientes que lo que pueden entregar sus competidores. En este
contexto se puede plantear que el principal desafío de la organización es crear y
transferir conocimiento en forma eficiente dentro de la firma, para luego convertir el
conocimiento en nuevos productos o servicios.
Ante el auge de las nuevas tecnologías y la importancia creciente que han tomado los
recursos humanos en la organización se ha desarrollado un nuevo enfoque dentro de la
gestión organizacional que involucra no solo a los recursos humanos sino también las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los métodos de dirección y la
cultura organizacional en general, la gestión del conocimiento.
La gestión del conocimiento es » una función que planifica, coordina y controla los
flujos del conocimiento que se producen en la organización en relación con sus
actividades y con su entorno con el fin de crear ciertas competencias esenciales».
De acuerdo a (Pérez Rodríguez & Coutín Domínguez, 2005) mencionan que la Gestión
del Conocimiento es: «Un nuevo método de gestión organizacional que se asocia a los
que se han desarrollado en la últimas décadas: política de innovación permanente,
marketing estratégico, política de recursos humanos, dirección por objetivos, calidad
total y reingeniería de procesos. La Gestión del Conocimiento podría resumirse en:
información más gestión de recursos humanos. Se trata de desarrollar un conjunto de
actuaciones y procedimientos que aporten valor añadido a las actividades de la
organización y generalicen las mejores prácticas, en cada uno de los procesos de su
actividad».
(Pedraja-Rejas et al., 2009) sugiere que el proceso de la Gestión del Conocimiento está
conformado de la siguiente manera:
Sin embargo, (Benavides & Quintana, 2003) proponen que el proceso de Gestión del
Conocimiento se compone de las siguientes etapas: identificación y medición,
generación, captura y almacenaje, acceso y transferencia y aplicación e integración del
conocimiento. A continuación, se mostrará gráficamente el proceso propuesto por los
autores mencionados anteriormente.
(Pérez Rodríguez & Coutín Domínguez, 2005) nos explican que la tecnología es una
pieza clave en los proyectos de Gestión del Conocimiento, puesto que gestionan los
procesos de creación y reutilización del conocimiento en:
Y por supuesto todo ello exige nuevas competencias profesionales para los
formadores.
Si nos referimos más en concreto a las TIC, será necesario tener en cuenta
que, dejadas a las fuerzas el mercado, como señala Jordi Adell, acrecientan las
diferencias sociales (Adell, 1997), por lo que la educación y los poderes
públicos tienen un imprescindible papel que jugar:
– Planificar cursos:
– Diseño del currículum: objetivos, contenidos, actividades, recursos,
evaluación…. En algunos casos puede ser conveniente prever distintos niveles
en el logro de los objetivos.
– Diseñar estrategias de enseñanza y aprendizaje (intervenciones educativas
concretas, actividades)
– Preparar estrategias didácticas (series de actividades) que incluyan
actividades motivadoras, significativas, colaborativas, globalizadoras y
aplicativas. Deben promover los aprendizajes que se pretenden y contribuir al
desarrollo de la personal y social de los estudiantes.
– Encaminar a los estudiantes hacia el aprendizaje autónomo y promover la
utilización autónoma de los conocimientos adquiridos, con lo que aumentará
su motivación al descubrir su aplicabilidad
– Diseñar entornos de aprendizaje que consideren la utilización
(contextualizada e integrada en el currículum) de los medios de comunicación
y los nuevos instrumentos informáticos y telemáticos (TIC), aprovechando su
valor informativo, comunicativo y motivador. Así preparará oportunidades de
aprendizaje para sus alumnos.
– Aprovechar múltiples recursos y las aportaciones didácticas que pueden
proporcionar sus distintos códigos y lenguajes.
– Considerar la posibilidad de ofrecer a los estudiantes diversas actividades
que puedan conducir al logro de los objetivos (para facilitar el tratamiento de
la diversidad mediante diversas alternativas e itinerarios)
– Elaborar la web docente.
– Formación continua:
– ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL
. Conocimiento de las posibilidades de utilización de los recursos en soporte
TIC en la docencia y para la organización y gestión de las instituciones
formativas.
. Conocimiento de las ventajas e inconvenientes de los entornos virtuales de
aprendizaje frente a los sistemas de aprendizaje presencial con apoyo TIC..
. Acceso a las fuentes de información y recursos en soporte TIC (revistas,
portales especializados, webs temáticas, foros telemáticos…) dedicadas a las
labores de los formadores.
. Conocimiento de las repercusiones de las TIC en el campo de
conocimiento que se imparte
. Acceso a las fuentes de información y recursos en soporte TIC sobre las
materias que imparte.
. Utilización de los programas informáticos relevantes y específicos de las
materias que imparte.
. Acceso a algunas de las múltiples fuentes de formación e información
general que proporciona Internet (bibliotecas, cursos, materiales
formativos, prensa…).
–METODOLOGÍA DOCENTE
. Integración de recursos TIC (como instrumento, como recurso didáctico y
como contenido de aprendizaje) en los planes docentes y programas
formativos.
. Evaluación objetiva de recursos educativos en soporte TIC.
. Selección de recursos TIC y diseño de intervenciones formativas
contextualizadas; organización de las clases.
. Aplicación en el aula de nuevas estrategias didácticas que aprovechen los
recursos TIC:
– Algunos profesores utilizan recursos TIC relacionados con los contenidos de
su asignatura, otros utilizan recursos que no tienen relación específica con la
asignatura para realizar actividades innovadoras
– Presentar organizadores previos con buenos conceptos inclusores antes de
que hagan las actividades con apoyo TIC.
– Uso de las funcionalidades de la pizarra digital en el aula . Aprovechar los
(contenidos, interacción, multimedia, ubicuidad en Internet… motivación)
como apoyo a la orientación del aprendizaje, para individualizar los
aprendizajes y tratar mejor la diversidad: necesidades formativas, ritmos,
preferencias, tiempos y espacios disponibles para el estudio…
– Aprovechar la interactividad de los materiales didácticos multimedia para
que los estudiantes realicen prácticas para mejorar los aprendizajes.
– Realización de trabajos de autoaprendizaje a partir de búsquedas en Internet
y presentación de los mismos en el aula con apoyos audiovisuales o digitales.
– Realizar investigaciones guiadas tipo Webquest.
– Competencias pedagógicas:
-habilidades didácticas (incluyendo la didáctica digital), mantenimiento de la
disciplina (establecer las “reglas de juego” de la clase), tutoría, conocimientos
psicológicos y sociales (resolver conflictos, dinamizar grupos, tratar la
diversidad…), técnicas de investigación-acción y trabajo docente en equipo
(superando el tradicional aislamiento, propiciado por la misma organización
de las escuelas y la distribución del tiempo y del espacio). Debe actuar con
eficiencia, reaccionando a menudo con rapidez ante situaciones siempre
nuevas y con una alta indefinición (una buena imaginación también le será de
utilidad) y sabiendo establecer y gestionar con claridad las “reglas de juego”
aceptadas por todos.
Por otra parte, muchos de los docentes actualmente en ejercicio recibieron una
formación pensada para la escuela de las últimas décadas del siglo XX. Y
nuestra sociedad ha cambiado mucho, de manera que la formación
permanente que la “sociedad de la información” impone a sus ciudadanos
también resulta indispensable para el profesorado de todos los niveles
educativos.
En suma, es necesario reconocer e incentivar la competencia y buena labor
docente del profesorado, su compromiso y su dedicación real,
proporcionándole recursos suficientes, las mejores condiciones de trabajo
posible, y la formación inicial y continua y el asesoramiento adecuado. En
este sentido se propone:
– Licenciatura de 4 años para los maestros. La complejidad de la sociedad
actual y la diversidad del alumnado exigen una formación más amplia para los
futuros maestros, que se puede articular en unos estudios de licenciatura.
– Itinerarios de capacitación docente en todas las licenciaturas que habilitarían
para poder ejercer la docencia en la ESO y los niveles superiores de
enseñanza. En los actuales cursos de capacitación pedagógica no se puede
aprender todo lo que hoy en día hay que saber para ser un docente y un
educador. Las Facultades de Ciencias de la Educación deberían ofrecer
asignaturas optativas que permitieran establecer itinerarios de capacitación
docente en todas las licenciaturas
– Plan de formación continua para docentes en activo (un 50% tienen más de
45 años) diseñado modularmente en cursos de unas 30 horas a partir de unas
competencias básicas que todos deberán acreditar poco a poco, por ejemplo en
un plazo de 10 años. Pensamos que la Administración Educativa debería
establecer unas competencias básicas que todos los profesores en ejercicio
deberían acreditar cada diez años, mediante la realización de un cursillo
específico para cada una de ellas. Estos cursillos se podrían ir realizando sin
prisas, a un ritmo de uno por año. Entre estas competencias básicas
destacamos:
–
– Tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
– Lenguaje audiovisual
–
– Buenas prácticas didácticas
–
– Didáctica de (la asignatura de cada uno)
–
– Multiculturalidad
–
– Tratamiento de la diversidad
–
– Dinámica de grupos
–
– Resolución de conflictos
–
– Las componentes emocionales de la inteligencia
–
Esta formación continua podrá complementarse a través de comunidades
virtuales de profesores, donde los docentes pueden compartir recursos,
exponer problemáticas… Una de estas comunidades es el Grupo Didáctica y
Multimedia de la UAB
En este marco, la formación permanente del profesorado debería
enfocarse atendiendo a una triple dimensión:
– Las necesidades de los centros, donde los profesores podrán poner en
práctica lo que aprendan.
– Las opciones y preferencias personales, ya que a cada profesor le puede
interesar más profundizar en unos temas específicos
– La acreditación de las competencias básicas establecidas por la
Administración Educativa.
– Asesoramiento continuo al profesorado. Vía Internet y, si es necesario,
también presencial. Cuando un profesor tiene un problema en clase
(conductual, de aprendizaje…) debe haber alguien que pueda darle una
solución. La Administración Educativa debe disponer de un equipo de
especialistas que puedan realizar este asesoramiento al profesorado en activo,
al cual además le sugerirán cursos de formación complementaria que pueden
ayudarle para afrontar estos conflictos.
– – Estancias en el extranjero y en empresas. Conviene facilitar la
estancia del profesorado en centros docentes del los países de la Unión
Europea y su participación en proyectos de trabajo conjunto. También es
necesario que haya una mayor relación entre la escuela y el mundo laboral.
Especialmente en los Ciclos Formativos, deberían establecerse mecanismos
para que el profesorado pudiera pasar estancias (a tiempo total o parcial) en
empresas para actualizar sus conocimientos y adquirir experiencia de su
aplicación práctica.
– Nuevos sistemas para la selección del profesorado en los centros públicos.
Las oposiciones no pueden basarse solamente en la demostración puntual de
unos conocimientos teóricos. Se propone que se tenga en cuenta también: su
web docente, un periodo obligatorio de prácticas en un centro (periodo
obligatorio de becario…)
–
– Incentivar la participación del profesorado en proyectos y actividades
formativas que fomenten la investigación y el intercambio (jornadas y
congresos), En este sentido, lnternet ofrece la posibilidad de crear redes con
profesores de otros centros e instituciones, participar en foros, proyectos de
investigación y cursos virtuales sin necesidad de abandonar la actividad
docente.
SEÁ EL FUTURO SOCIAL Y EDUCATIVO EL DE LAS TIC?
Seamos conscientes de que estamos hablando de un cambio drástico y por
tanto realmente complicado. Le estamos pidiendo al profesor que ceda su
protagonismo, renuncie a su autoridad y desempeñe un rol para el que nadie le
ha preparado, incluyendo al mismo tiempo una dolorosa revolución
tecnológica. Creo que todos reconocemos que los profesores juegan un papel
crucial. Pasan más tiempo con los niños que los propios padres y tienen en sus
manos la enorme responsabilidad de co-educarlos. Sin embargo apenas se les
dan herramientas y recursos y en la práctica no les reconocemos ese papel
esencial.
La conclusión es clara: No podemos seguir enseñando las mismas cosas y de
la misma manera. La educación y la formación son aburridas, demasiado
serias y dejan escaso margen al entretenimiento. Los profesores deben jugar
un papel diferente, y que será más importante que el que han desempeñado
hasta ahora porque la información y conocimiento que antes transmitían, hoy
ya están disponibles en múltiples formatos. En lugar de estar encerrados en un
aula, participarán en el diseño de cursos y simulaciones, en la construcción de
plataformas, de herramientas de autor, en la tutorización, seguimiento y
evaluación de alumnos, en la selección de contenidos, en el diseño de
itinerarios formativos y curriculums, en la gestión de conocimiento, en los
equipos de desarrollo de productos. Este panorama tiene también sus peajes.
El tutor tiene que aceptar que efectivamente los alumnos saben más que ellos
en algunas cosas y que por tanto en ocasiones los roles se intercambian y ello
posibilita una inmejorable oportunidad para aprender. Debe también
comprender que se trata de enseñar a las personas a pensar y que para esto
tenemos que inducirles objetivos, hacer que fallen las expectativas, ayudarles
entender porque y facilitarles herramientas para que corrijan su teoría y
aprendan. En un curso bien diseñado, un alumno habrá tenido éxito, y por
tanto un tutor también, si ha aprendido a HACER (desempeño) y no solo a
saber (información). Sin perder de vista que lo importante es lo qué necesita
saber el alumno y lo qué le interesa, no lo mucho que sepa el profesor. Es una
oportunidad única de revalorizar el esencial rol social de los profesores, hoy
en día fuertemente desprestigiado y desprotegido.
Creo que no habrá disenso si afirmo que uno de los efectos más notables de
las tecnologías digitales es que permiten y facilitan una mayor comunicación
entre las personas independientemente de su situación geográfica o temporal.
La tarea que tenemos por delante es, al mismo tiempo, un reto tentador y una
aventura gigantesca. Quiero creer que caminamos hacia una sociedad de
hombres más libres, de personas cada vez más autónomas y más capaces de
tomar el control de sus vidas. Antes se educaba para aprender a obedecer y
luego trabajar en una fábrica/empresa donde seguir obedeciendo. Hoy
queremos personas emprendedoras, que piensen por si mismas y para lograrlo
hay que enseñarles de otra manera, entregarles todo el poder. Para guiar y
controlar su vida no podrán dejar nunca de aprender, no hay garantía alguna
de que lo que hoy les sirve mañana siga siendo útil. Pero esto significa que si
unos ganan libertad y control, otros la pierden y ya sabemos lo humanamente
complicado que resulta renunciar al poder. Los tomadores de decisiones, las
personas que dirigen empresas, sistemas educativos y gobiernos y que lo
harán todavía durante bastantes años nacieron, crecieron y se educaron en un
modelo tradicional. No tuvieron contacto con un ordenador hasta que
empezaron a trabajar y tienen, con honrosas excepciones, un concepto poco
innovador y moderno del aprendizaje. Tengamos esto siempre presente para
moderar el optimismo que en ocasiones se desborda.
Por último y para no generar falsas expectativas, hay que advertir que no van
a aprender gran cosa por leer este artículo. Como mucho, me conformo con
que encuentren algunas ideas inspiradoras y otras provocadoras pero poco
más. Y las razones son simples.
En pocas semanas se olvidarán de la mayor parte de lo que lean. Además no
se aprende en fecha fija sino cuando se necesita para resolver algún problema
(just in time). Y lo realmente importante son las preguntas que surjan en sus
cabezas cuando lean estás paginas, preguntas que muchas veces quedarán sin
respuesta. Por tanto, les recomiendo que recopilen y contrasten tan amplio
espectro de opiniones sobre el tema como sea posible en lugar de fiarse de un
solo experto, institución, informes…
La sociedad de la tecnología nos engloba, nos une y nos separa a la vez, por
eso y tam como hacíamos con la lectura de los Mitos del Dr. Cabero, debemos
separar el grana de la paja, procurar que las TIC sean beneficiosas para todos,
que todos podamos acceder a ellas y que el amplio espectro que representan
significa progreso, libertad, transparencia e independencia de criterio y de
utilización, siendo su USABILIDAD, potestat de todos y no de unos cuantos,
y que se emplee en una sociedad multidireccional y multicultural, donde los
valores inclusivos (respeto a las diferencias) son la base de las TIC, ya que así
y gracias a sun indiscutible “potencialidad” podremos hacer un mundo mejor,
que al fin y al cabo es de lo que se trata
ACUERDO COMERCIAL
Un acuerdo comercial es un convenio entre dos o más partes de cara al
desarrollo de una actividad económica común entre ellas. Este tipo de
estrategia puede ser emprendida por empresas, organizaciones privadas o
incluso naciones.
En otras palabras, un acuerdo comercial es un tratado entre dos o más
partícipes con el fin de incrementar el intercambio de bienes, servicios o
inversiones entre ellos. De ese modo, cada uno busca sacar provecho para
el desarrollo de su(s) negocio(s).
Tipos de acuerdo comercial
En tal sentido, todos los actores tanto públicos como privados, tendrán
una presencia permanente en la construcción de una posición
negociadora que representara los intereses nacionales.