Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
La referencia a la noción de progreso se extrae del fragmento IX de “Sobre el concepto de historia”. Aquí, la
idea de progreso expuesto como tempestad que empuja irresistiblemente al ángel de la historia al futuro, se
relaciona no sólo con una forma de entender de manera crítica la labor del historiador, sino también como una
forma de experimentar el tiempo actual en su aceleración. (Walter Benjamin (1995:44)
2
Pablo Oyarzún (2008:17)
anímica que hace posible una experiencia más rica en detalles que la mera intención
investigativa en busca de la posesión cognitiva.
Entonces, hay una disposición, del latín compositio, algo en el lugar adecuado, en
este caso un esfuerzo viviente por interrumpir y no entregarse de modo a-crítico a los
modos predispuestos del experimentar. ¿de qué trata esta disposición a la experiencia? Para
eso debemos desanudar la densidad escritural con que Benjamin anuncia la pobreza de la
experiencia.
4
Pablo Oyarzún (2008:7)
5
Pablo Oyarzún (2008:7)
6
“he llamado la índole aurática de la narración un sello enteramente peculiar, en la medida en que no púede
ser explicada sin más por su construcción ideológica, sino por la remisión a lo que podría ser descrito como
el fundamento de la comunicación y así, también, fundamento de comunidad [el subrayado es mío]” (Pablo
Oyarzún (2008:28)
7
Walter Benjamin (2008:59)
señala que “aparecen [los rasgos en el narrador] como pueden aparecer una cabeza
humana o un cuerpo animal sobre una roca para el observador que está a la correcta
distancia y ángulo correcto de visión”8. La analogía presenta una especial relación del
sujeto con el objeto cuando posibilita la aparición de dos figuras sobre una roca sólo
posible desde un lugar correcto de visibilidad caracterizado por los requisitos de distancia y
ángulo. La distancia es la lejanía, una toma de distancia necesaria ante el objeto de estudio
que permita reflejar los rasgos específicos del mismo en función de una visión que rescate
figuras ocultas a la disposición incorrecta. El ángulo por otra parte señala el lugar, al
parecer oblicuo, que permitiría este aparecer. Estas distancia y ángulo, en tanto que
exigencias para abordar un fenónemo que sólo manifestaría sus rasgos si ambas se
configuran de la manera correcta, según Benjamin, “nos los prescribe una experiencia que
tenemos ocasión de hacer casi cotidianamente. Nos dice ella que el arte de narrar llega a
su fin”9, y es que el autor se aproxima a la situación actual de la narración ya desde una
disposición determinada por una experiencia que le hace manifiesto el problema
fundamental de la obra: “… el arte de narrar llega a su fin”, sentencia cuya causa principal
alude a la experiencia cuya cotización ha caído.
8
Walter Benjamin, (2008:59)
9
Walter Benjamin (2008: 60)
10
Walter Benjamin (2008: 60)
“Lo que se marchita de la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica
es su aura. Es un proceso sintomático; su importancia apunta más allá del ámbito
del arte. La técnica de reproducción, se puede formular en general, separada de lo
reproducido en el ámbito de la tradición. Al multiplicar sus reproducciones, pone, en
lugar de su aparición única, su aparición masiva”11
Ambos pasajes marcan lo que en el Narrador será la destrucción del aura de la noticia en
tanto que relato singular de una lejanía aproximable frente a la inalejable cercanía de la
información como sobresaturación de lo más próximo reproducido incesantemente como
insistencia ineludible de la actualidad. La narración es el relato siempre inacabado, que,
desde una lejanía temporal o espacial, perfilará un contenido dinámico que desde la
oralidad generaría un encuentro ineludible entre dos o más participantes que compartirían
una mínima pero irreductible historia común. Una microscópica voz, que, deslizándose
epocalmente, no sólo haría persistir el destello de múltiples experiencias acumuladas, sino
también la puesta en práctica de otras múltiples historias posibles del presente hacia el
futuro. En el encuentro de dichas vivencias, la disposición a la escucha del otro figura como
experiencia de la suspensión del tiempo lineal: la apertura ética a la variedad del mundo en
la inminencia de su desaparición. No es que la experiencia se configure como causa o
consecuencia de la Narración, sino más bien, como la fundición de ambas en un momento
comunitario profundamente ético en el que la voz del pasado atravesando un cuerpo viajero
o centenario posibilitaría un fluir de lo pasado en forma de consejo para el presente.
Comprender el relato del otro, en este sentido, no se reduce a su apropiación sino que “al
arbitrio de explicarse [el oyente] el asunto tal como lo comprende [adquiriendo una]
amplitud que a la información le falta”13. ¿Cuál es entonces el carácter de la experiencia
11
Walter Benjamin (2003: 44)
12
Walter Benjamin (2003: 47)
13
Walter Benjamin (2008: 70)
que se constituye en el taller14 como espacio de la narración? Benjamin, en el capítulo VIII
del Narrador se referirá al aburrimiento (langeweile)15, como un estado de relajación que
permitiría la asimilación de lo narrado sin la tensión que matizaría el relato, permitiendo su
ingreso a la memoria sin una mediación reductiva del mismo. Este aburrimiento es el
pájaro del sueño que empolla el huevo de la experiencia 16, entendida ésta, como
disposición que permitiría ingresar, del relato, algo más que el relato mismo como cosa
escuchada. El tiempo, en esta singularidad de la experiencia, no se siente, siguiendo a
Oyarzún, sino como el transcurso del rato, suspendido en una “dilatación vacía”. La
experiencia, es, en este sentido, una entrega al Otro, sin objetivo, sin final, en el que la
insipiente arremetida de la muerte, se desplaza en virtud del encuentro con lo que el otro
tiene para contar.
Resulta interesante, aunque pueda ser una forzosa lectura, asimilar esta experiencia
de índole artesanal, a las nociones de exposición y tratado que Benjamin desarrolla en el
Prólogo Epistemo-crítico. En efecto, el autor del Origen del Drama Barroco Alemán,
reivindica el tratado como forma de exposición de la verdad sobre la base de que ésta no
debe ser confundida con el conocimiento. El conocimiento se define por una posesión del
fenómeno que lo haría ingresar, mediante conceptos, al campo de lo representado,
reduciendo al mismo a lo ya anticipado por el sujeto cognoscente. Pero la verdad excede lo
apropiable del conocimiento, por cuanto esta, inabarcable en cuanto concepto mediador,
encontraría su modo exposición en el tratado. Dice Benjamin que el tratado es un término
escolástico que, conteniendo una latente alusión a los objetos de la teología, permitiría
pensar la verdad. El método propio del tratado es el rodeo, siendo “…la renuncia al curso
14
“El maestro sedentario y los aprendices errantes trabajaban juntos en el mismo taller; y todo maestro
había sido aprendiz errante antes de establecerse en su patria o en el extranjero. Si campesinos y marineros
fueron maestros ancestrales de la narración, el estamento artesanal fue su escuela superior. En ella se
combinaba la noticia de la lejanía, tal como la traía a casa el que mucho ha viajado, con la noticia del
pretérito que se confía de preferencia al sedentario” (Walter Benjamin (2008: 62)
15
“Ciertamente, la traducción de Langeweile por "aburrimiento'' (de abhorreo, "repeler", "repugnar;') pierde
de vista la significación temporal que expresa el término alemán: "largo rato", que es; si se quiere, el tiempo
en que no se asiste a nada, porque nada se destaca en el transcurso del "rato", y sólo se siente el tiempo, no
su paso, como dilatación vacía”. (Pablo Oyarzún (2008: 17)
16
Walter Benjamin (2008: 70)
inamovible de la intención […] su primer signo distintivo”17. Recordemos, en función de
esta propuesta asociada a la muerte de la intención como condición para la exposición de la
verdad, la disposición del oyente frente al narrador que, lejos de buscar la apropiación del
contenido relatado en función una pretendida centralidad dominante del conocimiento, se
entrega a la fluidez de las palabras del narrador, no buscando (intencionando) la verdad en
lo narrado, sino más bien, disponiéndose sin matizaciones psicológicas, a la noticia
recibida. La escucha, en este sentido, propia de una experiencia del aburrimiento en
términos de suspensión del tiempo de las urgencias del yo en la disposición al Otro como
fuente de una lejanía que, no siendo aproximada con una intención didáctica sí logra ser
asimilada en virtud de una intención más educativa. El paralelo entre didáctico y educación
comparece en las primeras páginas del Prólogo con la finalidad de señalar el contenido del
tratado no en función de algo acabado que deba ser acercado al público mediante la figura
de un yo responsable de dicho contenido (didasko: yo enseño) sino más bien de mostrar un
contenido en el que la presencia subjetiva de la mediación tendría un lugar más acotado en
el proceso del mostrar (educo: llevo adelante, saco). El modo de exposición de la verdad,
en cuanto eidética, no es enseñable bajo la figura de un acabado y finito suporte
representacional, sino, más bien, a partir de un método que, en cuanto rodeo, posibilite un
excedente inapropiable a la posteridad. Lo inapropiable de un contenido con miras a
mostrar la verdad respetando a la misma en cuanto forma no coincidente con la forma
propia del conocimiento18, requiere para su recepción una aproximación que también tome
distancia de la intención devoradora del conocimiento, esta aproximación al contenido del
tratado es, entonces, el de una experiencia específica, dispuesta, como el oyente estaba
dispuesto a la escucha sin mediaciones psicológicas a la escucha del narrador para
continuar con la tradición de lo narrado.
19
Diego Fernandez (2020:193-194)
La experiencia, asociada ahora a la temporalidad irreductible de la verdad, debe ser
problematizada. La relación de la experiencia con la verdad no es posible sin la
temporalidad como índice de su encuentro. Si la verdad es inmediatez, ¿existe algo así
como la experiencia de dicha inmediatez? Si la inmediatez de la verdad en cuanto
presentación requiere de una forma que le haga justicia a esa verdad, quizás, la experiencia
es el espacio en la que esta pueda comparecer más allá o más acá de toda representación
reductiva. La verdad en cuanto pasado a ser representado coincide con lo que Oyarzún
desarrollará a partir de la noción de muerte como índice de toda presentación en la
experiencia:
22
Walter Benjamin (2008: 60)
23
Hago referencia aquí al ensayo de Benjamin “Sobre el programa de la filosofía futura” en el que el autor,
realiza una crítica a la reducción que Kant realiza del concepto de experiencia en los siguientes términos:
“Que Kant pudiera emprender su obra extraordinaria justamente bajo una constelación iluminista, significa
que hubo de emprenderla partiendo de una experiencia reducida al punto cero, a un mínimo de
significado”(Walter Benjamin (1986: 8)
24
“La justicia de la narración y del narrador consiste precisamente en que ni éste emite un juicio ni ella es
un dictamen. En la narración no se juzga a la criatura, sino que se le da un espacio de juego […]para que
ella haga sentir los rasgos insustituibles de su individualidad” (Pablo Oyarzú(2008:50)
El presente, no solo en términos históricos sino también cotidianos, adolece de ser el
producto de una catástrofe de la experiencia, experiencia moderna cuya característica
fundamental es el shock:
“Una generación que todavía había ido a la escuela en carro de sangre, se
encontró a la intemperie, en un paisaje en que nada quedó inalterado salvo las
nubes, y bajo ellas, en un campo de fuerza de torrentes devastadoras y de
explosiones, el ínfimo y quebradizo cuerpo humano.”25
Bibliografía
Walter Benjamin (2008), El Narrador, Introducción, traducción, notas es índices de Pablo
Oyarzún: Metales Pesados.
Walter Benjamin (2009), La dialéctica en suspenso, Traducción, introducción, notas e
índices de Pablo Oyarzún: LOM
Walter Benjamin (2003), La Obra de Arte en la época de su reproductibilidad técnica:
Itaca.
Walter Benjamin (1986), Sobre el programa de la filosofía futura y otros ensayos: Planeta-
agostin.
Susan Buck Morss (2005), Benjamin, escritor revolucionario: Interzona.
Diego Fernández (2020), El concepto benjaminiano de historia en la ´lucha por su
(verdadera) representación´, en HYBRIS. Revista de Filosofía, Vol. 11 N°2.