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Equipo de trabajo:
Matilde Fernández,
Celerino Garrido,
Rosa Gómez del Campo,
Lázaro González.
ININ220108– 1a
INDICE
III. OTRAS VIVIENDAS, OTRO MODELOS DE VIVIENDAS Y CON OTROS ENTORNOS. ...…...13
III.1.- Un hogar asequible: La vivienda social en España y en otros países de la Unión Europea
III.2. Tipos de viviendas para personas mayores. Tendencias europeas y la escasez de datos
en España.
III.3. Los pequeños hogares, oferta actual minoritaria frente a las grandes residencias
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economía y empleo español, aunque sí hay desagregados varios e interesantes datos.
Algunos pequeños estudios ya hablan de que las personas de más de 50 años en España
generan, con su consumo, 4,4 millones de empleos y 325.000 millones de valor
añadido o un 26% de nuestro PIB y 118.000 millones de ingresos fiscales (con datos de
2019). Sin olvidar que el 36% de los turistas y visitantes que llegan a España tienen más
de 50 años y aportan recursos significativos, que para que los sigan aportando, también
hay que pensar en qué tipo de hoteles, residencias y entornos han de mejorarse.
Como ven, hablamos y queremos pensar en: cómo llegar a acuerdos para cuidar mejor
a las personas mayores y sobre todo en sus domicilios y en sus residencias -hogares,
cómo desarrollar un urbanismo y unas viviendas adaptadas a las necesidades de la
ciudadanía de más edad y, cómo seguir desarrollando y empoderando a la economía
de los cuidados.
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A lo largo de 2020 y en la primera parte de 2021 se ha escrito mucho sobre los cambios
que se han de producir en la mayoría de las residencias y especialmente en las
residencias de mayor tamaño ante el fracaso vivido y los fallecimientos producidos, sin
detectarse capacidad de reacción ni por los responsables políticos ni por los gestores.
Hemos leído documentos recientes y otros menos recientes, pero de total vigencia.
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Una amplia oferta de servicios de ocio y cultura dentro del equipamiento y en
el entorno, para producir una interrelación entre el centro residencial y el barrio
o territorio.
Una plantilla adecuada del personal de cuidados que pueda disponer de tiempo
para ocuparse de las personas, acompañarlas y escucharlas y que además esté
bien formada.
Era y es necesario ir impulsando modificaciones en algunas de las residencias existentes
para adaptarlas al modelo de hogar y al modelo sociosanitario también necesario, sin
dejar de tener claro que la llegada a una residencia está o debería estar después de
agotar una buena atención en domicilio y de haber tenido la oportunidad de convivir
en viviendas diversas con autogestión y autonomía.
Propuestas que caminaban al tiempo que se desarrollaba la nueva Ley de Promoción de
la Autonomía Personal y Atención a las Situaciones de Dependencia de 2006 y se
disponía de nuevos recursos económicos.
Se hablaba, con alto consenso social, sobre:
La necesidad de abrir las residencias a su entorno pudiendo prestar servicios a
personas no residentes, desde el comedor a la lavandería, pasando por todos los
servicios de mantenimiento físico y de cuidados personales. Somos conscientes
de que esto es mucho más fácil de llevar a cabo en residencias de tamaño
pequeño o en residencias grandes, pero bien organizadas por módulos de
convivencia.
La conveniencia que la residencia se acerque a las necesidades de las personas
que residen en sus domicilios con la prestación de los servicios de ayuda a
domicilio y los apoyos y acompañamientos necesarios para hacer frente a sus
soledades.
La posibilidad de ser un centro de formación para profesionales de los cuidados
y en relación con las universidades cercanas para poder realizar las prácticas de
sus diferentes materias o especialidades.
La oportunidad de diseñar un paisaje exterior terapéutico, convivencial y
comunitario y unos diseños arquitectónicos inteligentes para la evolutiva
reducción de movilidad de las personas.
Y sin duda, la obligación de ser centros con órganos de participación y
codecisión de los residentes y de los familiares, cuando cognitivamente los
residentes no puedan asumir tal tarea.
Felicitamos a aquellas residencias y poderes públicos que han ido avanzando en tales
objetivos y reivindicamos la no renovación de contratos/concursos con quienes
caminan sólo en la dirección de beneficios a costa de cuidados no dignos y de empleos
no decentes.
El Defensor del Pueblo, al presentar a las Cortes Generales su Informe anual en 2019,
incorporó un anexo con el título de: “Atención a las personas mayores: Centros residenciales.”
Fruto de las quejas y consultas de la ciudadanía, la petición de información a las diferentes
administraciones aludidas y el diálogo institucional, el Informe concluye con unas propuestas
que no podemos permitir que caiga en saco roto. (3).
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Si agrupamos estas conclusiones y recomendaciones diremos:
La conveniencia de que las Cortes Generales elaboren debatan y aprueben una
Ley Orgánica sobre los derechos fundamentales de las personas mayores en las
residencias y las posibles limitaciones cuando su deterioro físico y cognitivo lo
obligue. Sobre su libertad y protocolos para el ingreso en estos centros,
respetando la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, sobre las sujeciones
físicas y farmacológicas, siempre bajo prescripción facultativa e información
comunicada a la autoridad judicial, así como sobre su capacidad de toma de
decisiones y su posibilidad de recibir visitas aun cuando su tutor, público o
familiar, lo quiera restringir.
Hay tal dispersión normativa sobre los requisitos, (acreditación, autorización y
funcionamiento) que deben reunir los centros residenciales, por lo que hemos
de pedir a las Comunidades Autónomas un esfuerzo de actualización y
armonización para que sintamos que disponemos de los mismos derechos allá
donde vivamos.
Lo mismo sucede ante la recopilación de datos para realizar buenas y fiables
estadísticas y adecuados estudios cualitativos. No hay un mecanismo eficaz
compartido por todas las Comunidades Autónomas (CCAA) y Comunidades
Locales (CCLL), y hay que crearlo y consensuarlo. A partir de ahora se nos exigirá,
si cabe más, por parte de las autoridades europeas para el seguimiento de la
economía de los cuidados y para la justificación del uso de fondos europeos en
los campos sanitarios, sociosanitarios y sociales.
El Defensor del Pueblo recuerda el número insuficiente de plazas, públicas y
concertadas, para la atención residencial, cumpliendo con el derecho subjetivo
derivado de la Ley 39/2006. Añadimos que esta insuficiencia de plazas se hará
más patente si avanzamos en el deseado objetivo de habitaciones
independientes. Hoy tenemos solo 4,3 plazas por cada 100 mayores de 65 años
y la OMS recomienda disponer de un 5% de plazas residenciales, es decir, nos
faltan cerca de 70.000 plazas para atender adecuadamente a esas personas,
mayoritariamente mujeres (71%) y con más de 80 años. Aun desarrollando
mucho más los nuevos modelos de viviendas, intergeneracionales, tuteladas o
colaborativas, la necesidad de plazas es una realidad rotunda que el diálogo
entre administraciones debería especificar para conocimiento de todos los
actores comprometidos y para la planificación de sus inversiones y rehabilitación
de los centros existentes. Por ejemplo, ¿alguien sabe con cuántas plazas
residenciales nos quedaríamos si todas fueran individuales? O, dicho de otra
manera, de las 386.873 plazas existentes ¿Cuántas son individuales?
La pandemia ha mostrado los déficits existentes en las residencias. Sabemos
que se necesitan más trabajadores de todos los niveles y funciones para atender
a los residentes que casi todos son de nivel II y III en grado de dependencia.
Sabemos que se necesita mayor y mejor formación para la mayoría de estos
profesionales. En este periodo post pandemia en las residencias, se nos informa
que ahora hay menos residentes y los gestores de ellas están reduciendo las
plantillas, con lo que los cuidados siguen siendo muy deficientes.
Las CC.AA. tienen que incrementar sus equipos de inspección especializados
para efectuar una vigilancia eficaz y no permitir los desmanes vividos. Un plan de
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inspección en cada CC.AA. para vigilar el cumplimiento de las normas y la calidad
de las atenciones.
También en el Informe del Defensor del Pueblo se pedía, y es muy importante,
definir un modelo de residencias sociosanitarias por las causas crecientes que
lo demandan, casi siempre tras una estancia en un hospital por motivos diversos
o por situaciones terminales.
Estas recomendaciones deberían ser asumidas por el conjunto de los poderes públicos
para dar la respuesta necesaria, hoy al 20% de la población que vive en España y desde
ya, a quienes están en lista de espera para disponer alguno de los derechos de la Ley
39/2006 y mañana al 25% de la población en las zonas urbanas y un porcentaje mucho
mayor en las zonas rurales y menos pobladas.
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otro tipo de residencias para que realmente sean hogares con calidad de vida y
sin soledades.
Defendemos que, sin prejuicios y teniendo a las personas en el centro de las
políticas y no las competencias de las administraciones para dificultarlo, se
trabaje en las Cortes Generales, en el Senado, y en el Consejo Territorial de
Servicios Sociales y del SAAD, en la consecución de una Ley de Cuidados y
Residencias que establezca un marco común para todos y respetado o exigido a
todos.
Nuestra Asociación quiere insistir en que:
Los cuidados deben cambiar, deben individualizarse para atender las diferentes
necesidades de las personas.
Los “clientes”- “pacientes”- “residentes” futuros, no tienen las mismas
necesidades que las personas que, en general, ahora ocupan. Los diferentes
modelos residenciales actuales tienen que evolucionar.
Los derechos individuales deben ser reconocidos con un amplio margen de
ofertas y posibilidades. E insistimos, empezando por sus hogares y sus entornos.
Los servicios sociales de atención primaria de los ayuntamientos son los
actores principales para atender a las personas en sus domicilios. Además de
coordinar, con los servicios de atención primaria sanitaria, los cuidados y
cambios en los procesos patológicos relacionados con la edad, la cronicidad y las
patologías que acompañan, deben planificar un sistema propio de detección e
impacto de estos cambios, que se van produciendo en las personas y en sus
entornos, para llegar a realizar un diagnóstico y prescripción social.
Siempre se ha de trabajar con la persona, la familia y la persona cuidadora en
la prevención continuada del deterioro físico y cognitivo para ofrecer las
alternativas existentes y que elijan las personas. La gestión del contacto directo
con las personas, sus familias y sus cuidadores es, o debería ser, una importante
función de los servicios sociales municipales.
Plantear un nuevo modelo residencial alternativo a “su casa”, es una de las
decisiones más duras a las que una persona ha de enfrentarse. Así, unos planes
genéricos e imprecisos no sirven. Se necesita la realización de entrevistas
personales y detalladas para visualizar las necesidades, deseos y posibilidades
de participación tanto en su plan de cuidados como en la comunidad.
Los servicios sociales de atención primaria no deben desentenderse de las
personas que viven en centros de su territorio y entorno y han de ocuparse de
las personas con gran vulnerabilidad para contribuir, con el programa necesario,
a su integración.
Como ve el lector de estas páginas, la sociedad y los diversos profesionales estudiosos y
especialistas en esta materia o área política, coincidimos mucho en lo que hay que hacer.
¿Por qué no avanzamos? Si es por falta de voluntades políticas tendremos que alzar la
voz. Lo que no vamos a olvidar nunca es que la mayoría de las personas que en esta
pandemia han fallecido en residencias vivieron su infancia en un contexto de guerra civil
y después de represión, que pasaron los años y con su esfuerzo y austeridad olvidaron
el miedo y lucharon y trabajaron por hacer un país libre y digno para ellos y las siguientes
generaciones.
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Recientemente, la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales,
ha presentado otro Informe: “Nuevo modelo residencial para personas en situación
de dependencia: Ideas y Propuestas” con un anexo titulado: “Residencias: su casa”.
(4) (5).
Donde, además de incorporar datos comparados entre CC.AA., recoge, con muchos
detalles, propuestas muy concretas para que seriamente hagamos frente a este desafío.
Destacaríamos, además de lo ya dicho por otros:
La propuesta de convertir, a los profesionales de cada centro, en profesionales
de referencia de grupos reducidos de los residentes. Propuesta en apoyo a
desdoblar, en unidades de convivencia, la organización y estructura de los
centros residenciales. Hablan de 15 residentes, como máximo. Y los
profesionales de referencia se ocuparán como máximo de cinco residentes para
su cualitativa atención.
La necesaria organización de los centros para que familiares y amigos de los
residentes no sólo puedan visitarles cuando y donde lo deseen, sino que
también puedan ir a comer y a desarrollar actividades con ellos.
Exigen una ratio de 0,5 trabajadores por residente.
Consideran positivo flexibilizar el ingreso a los centros y no sólo considerar un
grado de dependencia, para alcanzar una mayor y mejor convivencia
Plantean buscar el objetivo de que el 75% de las habitaciones sean individuales
o de uso individual.
La atención sanitaria de cada residente debe depender, fundamentalmente del
Sistema Público de Salud y así, de los Centros de Atención Primaria cercanos con
su medicina de familia y su enfermería comunitaria definidos en su cartilla
médica.
Un liderazgo público patente y claro.
Parece, en resumen. que algo se está moviendo o así queremos verlo desde nuestra
asociación, y tanta información, estudios, análisis y recomendaciones parece que no han
caído en saco roto porque el IMSERSO ha convocado a las CC.AA. al Consejo
Interterritorial de Servicios Sociales y del SAAD para entregarles un documento a
debate con el título de: “Acuerdo de bases y hoja de ruta para modificar los criterios
comunes de acreditación para garantizar la calidad de los centros y servicios del
Sistema para la autonomía y atención a la Dependencia (SAAD)”. Documento que
también ha llevado a la Mesa de Diálogo Social, donde están otros ministerios, los
sindicatos y los empresarios y a la Mesa de Diálogo Civil donde han sido conocedores
tanto el Consejo Estatal de Mayores como el CERMI y el Tercer Sector. (6).
Es el momento de tener altura de miras y acordar conjuntamente sobre los recursos
materiales, la calidad de la atención, los recursos humanos y la continua evaluación para
la constante mejora que es necesario emprender para que no nos vuelva a pasar lo que
esta pandemia nos ha dejado trágicamente patente.
Nuestra Asociación y todo nuestro ámbito de influencia, estará con la actitud y la
voluntad de apoyo para que este “Contrato Social”, de la España cuidadora, sea una
realidad y configuremos esa sociedad de personas cuidadas que Europa plantea como
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una realidad inaplazable y conveniente en “El Libro Verde sobre el envejecimiento:
Fomentar la Solidaridad y la Responsabilidad entre Generaciones”. (7).
En definitiva, nuestra Asociación, plantea avanzar hacia el modelo de cuidados que:
1. Los cuidados empiecen en los domicilios de las personas con una atención más
integrada y cuidada. Esto implica una completa coordinación entre los servicios
sociales comunitarios y los servicios de atención primaria sanitaria. Estos
servicios han de estar más dotados de recursos humanos especializados y,
posiblemente habrán de contar con una necesaria revisión de: la Ley General de
Sanidad, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas
en situación de Dependencia y la Ley de Bases de las Corporaciones Locales.
Implica también la necesidad de contar con todos los servicios de cualquier área
municipal al fin de contribuir a un envejecimiento activo, saludable y sin soledad
no deseada. Es decir, transversalidad.
2. Los cuidados continúan con el desarrollo de múltiples y estudiados modelos de
residencias y viviendas alternativas, adecuadas a las necesidades vitales de las
personas y a sus entornos y territorios en los que viven. Pisos tutelados,
viviendas compartidas, apartamentos con servicios compartidos y comunitarios,
centros de día y de noche, hogares-edificios intergeneracionales, …siempre
integrados en la Comunidad y visibilizados en los planes urbanísticos de las
ciudades y pueblos y coordinados en el territorio.
3. Las macro residencias han de rehabilitarse y transformarse para que las
Unidades de Convivencia permitan una atención cualitativa y para que sus
diseños internos posibiliten el sentimiento de estar en un nuevo hogar. Han de
estar formando parte del entorno donde se sitúan con una vida comunitaria
activa y participativa.
4. Lo sensato sería conseguir la aceptación, con el protagonismo de todas las
administraciones, CC.AA. y CC.LL., para dotarnos de una Ley de Cuidados y
Residencias que desarrolle: los espacios de centros socio-sanitarios, la
transformación de las residencias, los varios modelos de viviendas comunitarias,
los derechos fundamentales de las personas mayores en las residencias y que
hoy se están “aparcando”, la planificación de las inversiones o dotaciones
públicas necesarias, el compromiso de la sociedad y su voluntariado, la
cualificación y empoderamiento de los diferentes profesionales de los cuidados
y el seguimiento y evaluación de todo ello.
5. Y, contar con todos los actores que intervienen o pueden intervenir, desde el
liderazgo público, para que estos derechos sean una realidad y configuremos
una sociedad de bienestar.
Los Presupuestos Generales del Estado y los Presupuestos de cada CC.AA. tendrán que
reflejar este reto: un nuevo modelo de atención y cuidados centrado en las reales
necesidades de las personas.
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Si miramos la existencia humana, la historia de la vivienda ha variado drásticamente a
lo largo del tiempo; tamaño, materiales, alturas, diseños. Desde las casas hechas de paja
y tierra, que perviven y están en uso en muchos municipios españoles, hasta la primera
casa imprimida en 3D en su totalidad.
Las peculiaridades de una casa están influidas por múltiples factores sociales,
evolucionan y se adaptan respondiendo a las necesidades de las personas que las
habitan.
Las viviendas para las personas mayores, por tanto, deberán responder a sus
necesidades y habrán de adaptarse para que así sea.
Cuando se opte por vivir en residencias distintas a nuestra casa actual, bien por
necesidad en el presente o como opción para el futuro, estas deben tener los requisitos
necesarios para que podamos identificarlas y sentirnos como en nuestro hogar.
Antes de abordar los modelos de hogares para personas mayores dependientes,
conviene tener en cuenta algunas de las características que han de tener dicho hogares,
además de las ya descritas en apartados anteriores:
Han de ser asequibles a todos independientemente de su capacidad económica.
De ahí la importancia de considerar el costo y las ayudas para la compra o el
alquiler. Esto nos lleva a ver la importancia de las políticas de vivienda social para
todas las edades.
Han de ser accesibles, es decir contar con condiciones que permitan hacer con
comodidad todas las actividades de la vida diaria, como moverse y desplazarse,
asearse, comunicarse, etc. Esto supondrá unas normativas obligatorias para
proyectos nuevos y unas ayudas técnicas para rehabilitación de casas que no
reúnan unos requisitos mínimos de accesibilidad.
Han de estar ubicados en entornos amigables, lo que supone también unas
condiciones de accesibilidad del entorno y unos servicios y espacios idóneos para
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comunicarse, convivir con otras personas o poder participar en actividades de la
comunidad.
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Constitución. La vivienda no figura en ella como derecho fundamental, pero sí exige de
los poderes públicos que establezcan las normas para hacerlo efectivo mediante la
regulación del uso del suelo para impedir la especulación.
El anteproyecto de Ley pretende impedir la venta del parque público de vivienda
social a fondos de inversión.
La dotación prevista en los Presupuestos de 2022 en vivienda es de 3.300
millones de euros, siete veces más que en 2017.
Se prevén también un total de 100.000 viviendas de alquiler asequible, la mitad
públicas y la otra mitad privadas.
Contar con presupuestos facilitará la aplicación de la Ley.
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Sin embargo, en España esta distribución no ha ido acompañada hasta ahora en muchos
casos de modelos residenciales diferentes, ya que el estándar es la residencia
tradicional, con un porcentaje elevado de habitaciones dobles.
Carencia de datos de la situación en España
La transición de la atención institucional en grandes residencias al modelo de
vivienda centrado en la persona, que en Europa comenzó en los años 70, en España
estamos abordándolo recientemente con interés y en el ámbito de todo el estado y
especialmente a partir de las enseñanzas del COVID 19.
Los modelos de vivienda alternativos a las grandes residencias que ponen a
disposición las distintas administraciones públicas dirigidos a personas mayores y
personas con discapacidad forman parte de un programa de intervención social de
dichas administraciones y gestionados en general por Asociaciones o Fundaciones y
con seguimiento de técnicos, como medida preventiva dirigida a evitar la exclusión
social de las personas. Generalmente son derivados desde los Servicios Sociales con
un informe técnico.
En España tenemos muy pocas experiencias de otros modelos de viviendas
diferentes a las grandes residencias, cuya gestión es de la administración bien
directamente o cedida su gestión a empresas privadas o asociaciones. en todo caso
suponen un porcentaje muy pequeño respecto del total.
Según datos del Portal “Envejecimiento en Red”, no contamos con datos concretos
de ámbito estatal. Podemos encontrar Comunidades Autónomas que especifican
cifras, pero estas representan globalmente todos los alojamientos y servicios sin
diferenciar (Residencias, viviendas tuteladas, centros de día.) sin desagregar los
referidos a personas mayores o personas discapacitadas. En su informe especifican
que “Estas estadísticas no son oficiales. Son datos recogidos mediante Encuesta a
los centros residenciales, abril 2019, siendo su nivel de respuesta el 53,6%. Se
completa con listas y webs de las comunidades autónomas y otras guías, revisados
a fecha de febrero de 2019”.
Los centros con capacidad menor a 25 personas, el número de plazas representa el
5% del total. De estos el 4,6% corresponden a centros de gestión privada y el 6,3% a
gestión pública. (12)
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El 89 % de los servicios de atención residencial son residencias con una media de 70
plazas por centro. Por su parte, las 645 viviendas para mayores analizadas arrojan
un promedio de 16 plazas por centro.
De las 386.873 plazas de atención residencial, el 58 % de ellas son de financiación
pública.”
La carencia de datos oficiales de carácter estatal sobre residencias pone de
manifiesto la ausencia de políticas en un tema muy grave que afecta a una parte
significativa de la población mayor más vulnerable. Es una carencia que es muy
urgente de abordar. (13)
III- 3. Los pequeños hogares oferta actual minoritaria frente a las grandes
residencias
Se exponen a continuación los distintos modelos de hogares existentes en nuestro país.
Aunque carecemos de datos y evaluaciones que puedan avalar la bondad o no de cada
modelo.
Viviendas tuteladas
Las viviendas tuteladas para personas mayores son un servicio de acogida alternativo
para personas mayores autónomas cuyas circunstancias sociofamiliares no les
permiten permanecer en su propio hogar. Se trata de un conjunto de viviendas con
estancias de uso común y sin barreras arquitectónicas. Los residentes de las viviendas
tuteladas comparten tareas y gastos y, optativamente, pueden vivir con sus cónyuges o
parejas y con las personas que dependan de ellos.
Los equipos profesionales que ofrecen el servicio de vivienda tutelada deben estar
formados, como mínimo, por un director o directora responsable y un trabajador o
trabajadora social para las admisiones, el seguimiento y la búsqueda de recursos, en
coordinación con la red de atención primaria. Asimismo, deben constar de conserje o
un servicio de teleasistencia, disponible las 24 horas.
Las viviendas tuteladas más consolidadas fueron puestas en marcha por el IMSERSO,
antes INSERSO, procurando que estuvieran cerca de centros residenciales para
establecer una comunicación y contacto, así como la coordinación de programas y
servicios entre ambos centros. Algo que se reclama actualmente para que los
equipamientos estén abiertos y en contacto con el entorno, con la comunidad.
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Viviendas municipales en alquiler para mayores
Los ayuntamientos disponen de viviendas, aunque no las suficientes, para alquilar
dirigidas a población de todas las edades, que por diversos motivos se encuentran en
dificultad social. Si bien en el baremo para la concesión se valora como un indicador
tener más de 60 años, este no es de los indicadores que más peso tienen en la
valoración.
Reflejamos como “buenas prácticas” las de los Ayuntamientos de Barcelona, San
Sebastián y Alicante que sí disponen de edificios de viviendas para personas mayores
específicamente, con dotación de servicios.
Observamos que algunos Ayuntamientos como Sevilla, contempla planes para
incrementar alojamientos colaborativos y en alquiler que atenderán alrededor de 1000
personas. Valladolid prevé incorporar hasta 560 viviendas a su parque municipal en los
próximos cinco años. Nuevamente insistimos en que nos faltan datos globales de otros
municipios.
Viviendas compartidas por mayores
En este modelo de residencia, varias personas mayores comparten una misma vivienda,
que puede ser propiedad de una de ellas, o bien alquilan una vivienda para compartirla.
A veces es una Fundación la propietaria de los pisos que alquila teniendo que pagar las
personas como máximo un tercio de su pensión.
A diferencia de los programas intergeneracionales, este es un modelo dirigido a
personas mayores de 60 años y de la misma generación. Más desarrollado en municipios
pequeños y con acuerdos directos y así, difícil de conocer y evaluar. Tarea de los servicios
sociales de los municipios.
Pequeñas unidades de convivencia o mini residencias
Son viviendas para un grupo reducido de personas de entre cuatro y veinticuatro. Las
pequeñas unidades de convivencia tienen el mismo funcionamiento que un hogar
convencional; cada uno de los miembros realizan diferentes tareas cotidianas con los
apoyos que sean necesarios. Además, por la manera que está formada la organización
de este servicio. permite que puedan vivir personas con cierto deterioro cognitivo.
Las mini residencias forman parte de la red de servicios sociales de la localidad en las
que están ubicadas y prestan una tutela especializada porque ofrecen una orientación
comunitaria y familiar.
Acogida familiar
Son familias que acogen a personas mayores con las cuales no guardan ningún
parentesco y a las que se les proporciona alojamiento, manutención, atención y
compañía a cambio de una prestación económica. La acogida incluye una ayuda
económica de una administración pública generalmente, que se concede a la persona
mayor beneficiaria para que pueda contribuir a los gastos generados en el hogar de
acogida. La cuantía de la ayuda la fija la administración. Está muy poco implantada en
España para personas mayores, no así para menores.
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Viviendas intergeneracionales
Una persona mayor ofrece alojamiento en su domicilio a otra persona de una
generación diferente que contribuiría con los gastos de la convivencia en común a
cambio de apoyo, compañía y ayuda para realizar diferentes trámites. Existen
profesionales que gestionan estos alojamientos, quienes supervisan esta convivencia y
ayudan a que ésta sea adecuada en todo momento.
Las experiencias más conocidas están basadas inicialmente en la convivencia de
estudiantes que “acompañan” a personas mayores; éstas a su vez ofrecen la calidez de
un hogar y la posibilidad de acceso a un piso en condiciones económicas. Es una
experiencia enriquecedora para ambas partes, de ayuda mutua y solidaridad
intergeneracional.
Una modalidad y buena práctica de este tipo de viviendas es el Programa “Vive y
Convive”, de convivencia de mayores y estudiantes. Está funcionando en 34
Universidades de toda España. Se dirige a personas mayores de 65 años, que vivan solas
y puedan valerse por sí mismas. Deben contar con una vivienda en condiciones
adecuadas de habitabilidad y disponer de una habitación para el/la estudiante. Los
estudiantes deben tener una edad entre los 18 y 36 años y estar matriculado en una de
las Universidades que participan en el programa. Cada universidad marca las normas y
obligaciones de convivencia de sus estudiantes con las personas mayores con las que
conviven.
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Los residentes son personas de bajos ingresos. Los residentes de más de 65 años son el
78% y los jóvenes de menos de 35 años son el 22%.
En su página web aporta evaluación del programa, aprendizajes y modificaciones de
adaptación a la realidad, algo que agradecemos muy especialmente. (14)
El centro intergeneracional de Muros del Nalón. Municipio asturiano con menos de
2000 habitantes.
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Para personas mayores las herramientas digitales son múltiples y pueden facilitar en
gran medida la vida autónoma. Son herramientas como:
Alarmas personales como colgantes y otros dispositivos portátiles para activar una
alerta con una respuesta en una central; la alarma también puede estar fija dentro de la
casa con dispositivo sensorial; Monitoreo médico, como pulso, presión arterial;
Recordatorios de asistencia cognitiva y sensorial, como tomar medicamentos o comer;
Sistemas de entrada que permiten a la persona ver quién está llegando y luego abrir la
puerta de forma remota; Sensores: para monitorear la actividad general que
proporciona una advertencia temprana si la persona no regresa a la cama o silla dentro
de un marco de tiempo preestablecido, o puede alertar sobre la detección de tropiezos
y caídas, peligros como el horno dejado encendido o el grifo dejado abierto, Iluminación
que se puede activar automáticamente; Mayor uso de la robótica para ayudar con las
tareas del hogar; Videoconferencia para citas médicas; participación social virtual;
localizadores de objetos perdidos como llaves y dispensadores de medicamentos;
Formación / educación…
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Sin duda, las viviendas son importantes y van a precisar el grado de autonomía de las
personas, sobre todo cuando aparecen dificultades y habrá que dar todas las soluciones
posibles. Sin embargo, algo que va a determinar un envejecimiento activo y saludable,
haciendo posible la aportación de todos los saberes de la población mayor a la
sociedad serán las posibilidades de desplazamiento en la ciudad y que esta disponga
de los recursos necesarios.
Las distintas administraciones, tanto europeas, como españolas, Comunidades
Autónomas y Ayuntamientos, así como Entidades sociales representando a Mayores,
ONG que dirigen sus intervenciones a la integración de las personas mayores, Empresas,
Sindicatos, Colegios Profesionales, coinciden en la importancia del entorno para
favorecer un envejecimiento activo y saludable. He aquí algunas iniciativas:
Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores
En 2010 la OMS creó La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las
Personas Mayores. como respuesta al rápido envejecimiento de la población y con el
objetivo de conectar ciudades, comunidades y organizaciones en todo el mundo con la
visión común de hacer de su entorno un lugar mejor donde envejecer dignamente y con
calidad. En la actualidad forma parte de la estrategia de la OMS para la década del
Envejecimiento Saludable (2021-2030). Se trata de una iniciativa centrada en la acción
local.
Una ciudad es amigable con las personas mayores cuando:
Las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con su entorno físico y
social se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores
vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la
sociedad de manera plena y activa.
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Reconoce la diversidad de las personas mayores. Respeta sus decisiones y
opciones de forma de vida.
Promueve una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades
anticipándose y respondiendo de manera flexible a sus necesidades y
preferencias relacionadas con el envejecimiento activo.
Se trata de promover iniciativas locales que en este año 2021 proponen como el lema
«Por tu salud, muévete de forma sostenible». En el año 2020, en plena pandemia de la
COVID 19 participaron casi 3000 municipios de 53 países. Estos datos nos dicen que son
eventos que proporcionan una gran visibilidad a nuestras propuestas dirigidas a
intervenir para paliar la soledad no deseada y el envejecimiento activo. Apoya iniciativas
locales para que los municipios sean más seguros, más ecológicos, más inclusivos y
accesibles.
Algunos ejemplos de entornos sostenibles
¿Como sería si viviéramos en un lugar donde todo lo que necesitásemos estuviese a tan
solo 15 minutos caminando?
Este planteamiento surgió en 2015 de la mano de Carlos Moreno e identifica 6 funciones
sociales urbanas que afectan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos:
o una vivienda digna, tener un trabajo físico o digital en proximidad, poder
comprar en las cercanías, poder cuidarse física y mentalmente, tener acceso a la
cultura y también a la educación.
Se está implementando en París como parte del plan de la alcaldesa de la ciudad, Anne
Hidalgo, para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Además de en la capital francesa este movimiento se está desarrollando en ciudades
como Melbourne, Ottawa, Detroit, Copenhague, Utrecht, Milán o Dublín.
También en ciudades de América Latina como Buenos Aires, Montevideo, Lima,
Medellín, Guayaquil, Bogotá o Río de Janeiro. (20)
En los Países nórdicos el ciudadano es el centro "Se ha puesto mucho esfuerzo en
construir sociedades más igualitarias", explica David Pinder, profesor de estudios
urbanísticos de la universidad de Roskilde, en Dinamarca.
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Tanto Copenhague como Estocolmo, Oslo y Helsinki aparecen entre las 25 ciudades con
mayor calidad de vida en 2019, según estudios hecho por la consultora Mercer y la
revista Monocle. (21)
Algunas otras experiencias en España
Se indican solo a título de ejemplo, sin querer decir aquí que son ni las únicas ni las
mejores prácticas, pues no existe información suficiente
Ayuntamiento de Pontevedra
En agosto de 1999, con la finalidad de revitalizar el Centro Histórico de Pontevedra como
escenario vital de la ciudad, la Alcaldía publicó un bando mediante el cual se decretaba
su declaración como zona de absoluta preferencia peatonal.
En la actualidad en estos espacios, más del 70% de los desplazamientos urbanos se
hacen a pie. (22)
Super Bloques o Super Manzanas
Los Ayuntamientos de Barcelona y Vitoria-Gasteiz apuestan por este modelo
Los super bloques o super manzanas son espacios urbanos de 400 metros de lado en los
que en el interior se limita la circulación de coches en gran medida, consiguiendo que el
peatón vuelva a ser ciudadano y disfrute de la ciudad, con espacios más amplios que una
simple acera junto a las edificaciones. Se eliminan las calles del ruido y de la
contaminación del tráfico y se sustituye por zonas de juego, árboles y espacios para
caminar. (23, 24 y 25)
Ayuntamiento de Zaragoza: De los seis ejes que componen la estrategia "Zaragoza
2020", los dos ejes clave para la ciudad ahora mismo son la sostenibilidad y la
competitividad. (26)
La experiencia de un pequeño pueblo en la España rural y despoblada
Pescueza es un modelo muy distinto, pero innovador, que podía ser extensivo a otras
localidades de la España despoblada. Es un pequeño pueblo cacereño en el que la
mayoría de sus habitantes son personas mayores, entre ellas dependientes, y que viven
en sus casas. Las calles del pueblo están acondicionadas con franjas de colores y con
reposa manos en las calles que facilitan el acceso a los lugares de reunión a las personas
con dificultades sensoriales o de movilidad. Un minibús permite a los vecinos el
desplazamiento gratuito a otras localidades para hacer visitas o utilizar servicios básicos
que no hay en el pueblo. Podríamos decir que todo el pueblo es una residencia que
permite vivir en su casa. Ha sido una iniciativa del Ayuntamiento y de la Asociación de
Amigos de Pescueza, que cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura. (27)
El objetivo del proyecto es que el pueblo sea un lugar para vivir con dignidad, de forma
amigable y que las personas mayores se mantengan en su propia casa y entorno los
más años posibles de su vida, como desean.
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Los cambios demográficos generan nuevas necesidades de convivencia
En España, como en gran parte del mundo occidental del que formamos culturalmente
parte, la estructura social, familiar, de pareja e individual está cambiando de forma
acelerada. Hay cada vez más personas que viven aisladas o en “soledad no deseada”.
Una parte significativa de las personas mayores de 64 años, alrededor del 25%, vive en
hogares unipersonales y en su mayoría son mujeres. El otro 75% reside en pareja. Esta
situación hace que una parte de esta población se convierte en vulnerable, cuando la
familia se separa o la pareja muere.
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Los humanos somos seres sociales. Sin embargo, la mayoría de la población,
especialmente los mayores de 64 años, vivimos en grandes urbes. El riesgo de soledad
y aislamiento ha aumentado considerablemente por el anonimato, la masificación y
gentrificación progresiva de las ciudades. Las relaciones familiares, como consecuencia
de que los miembros de la familia no residen en la mayoría de los casos en viviendas
cercanas, hace que muchas personas estén expuestas a vivir en cierto aislamiento social.
La convivencia.
En nuestro país, según MOVICOMA, el 65% de las personas que se unen a esta forma
de vida son mujeres de nivel formativo alto. Este modelo es alternativo a las actuales
residencias de personas mayores existentes en nuestro país. Se pretende encontrar
soluciones basadas en el envejecimiento activo de manera que sus residentes
intervienen y participan activa y coordinadamente en la toma de decisiones para lograr
unas relaciones sociales hechas a su medida... En este modelo de vida cada persona,
conservando su privacidad, comparte espacios e intereses comunes y establece un
compromiso de cuidado y socorro mutuo con los demás partícipes; esto minimiza al
máximo el impacto de posibles dependencias.
Uno de sus fines primordiales del Cohousing es conseguir los medios humanos y
técnicos que permitan una buena calidad de vida, un envejecimiento activo y cubrir
necesidades personales, culturales y sociales.
Otro, es mantener y enriquecer las relaciones entre las personas y su entorno con el
fin de no interrumpir los lazos afectivos en esta etapa de la vida. También se busca la
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permanencia de los residentes en sus viviendas, con los apoyos necesarios, hasta
cualquier nivel de dependencia
Desde un modelo de atención integral centrada en la persona, con equilibrio entre vida
privada, social y en comunidad, se pretende enlazar el envejecimiento activo con la
dependencia mediante la cooperación y ayuda mutua.
Cooperación: Entre los partícipes, con el entorno, con las distintas Administraciones
Públicas. La vida en una Vivienda Colaborativa no busca únicamente soluciones para sus
miembros. También intenta ser un referente y cumplir una función social.
Es, en suma, una vida más solidaria, autosuficiente y sostenible que en una vivienda
convencional, persigue criterios de minimización en el gasto, financiación colectiva,
modelos arquitectónicos ecológicos y no contaminantes, eficientes energéticamente
(energía solar, geotermia, aerotermia…).
Complejo habitacional.
Los Senior Cohousing, desde el punto de vista arquitectónico, son unidades que
alberguen una serie de viviendas particulares y unos espacios comunes compartidos.
El diseño del conjunto habitacional ha de buscar favorecer la relación y la cooperación
entre los individuos; los espacios comunes han de ser el complemento a las viviendas
privadas. Éstos permiten que las viviendas de un Centro de Convivencia suelen ser más
pequeñas que las convencionales y, por tanto, más económicas. Algunos de los espacios
comunes han de contar con cocina, comedor colectivo, salas para distintas actividades
(audiovisuales, juegos, ordenadores, reposo/meditación, visitas), biblioteca, lavandería
gimnasio, piscina cubierta de ejercicio…
Los terrenos deberían ser municipales dotacionales. Aunque también es posible que se
edifiquen en terreno adquirido por los residentes.
27
V.2. Senior cohousing en España
Se trataba de 16 amigos con una evidente visión de futuro, interesados en tener una
vejez digna en un lugar que fuera una prolongación de su propia casa y rechazando de
plano la idea de acabar sus días en un geriátrico al uso.
El objetivo de esta cooperativa de consumo sin ánimo de lucro fue construir un complejo
residencial en el que sus socios pudieran convivir en un ambiente de solidaridad y
amistad. Los principios y los valores cooperativos sirvieron para establecer el marco
adecuado.
“En Trabensol apostamos por una convivencia que concilie el respeto a la privacidad, la
autonomía y la independencia de cada socio en su propio apartamento, con la riqueza
de una vida en comunidad y con espacios y actividades compartidas
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El Centro ofrece unos servicios comunes básicos (comedor, lavandería, limpieza de
apartamentos y zonas comunes, etc.) que garantizan un nivel de vida digno y confortable
Entendemos como una prioridad mantener y potenciar las relaciones de cada uno de
nosotros con sus respectivas familias, estimulando su presencia en el Centro y su
implicación en nuestro proyecto común
Que ya ha construido el Centro Convivir en Horcajo de Santiago -un gran edificio, con
jardín y huerto, 66 apartamentos, comedor, cafetería, gimnasio, biblioteca, talleres de
actividades, salas comunes…
Preservar un espacio en el que podamos vivir con independencia y autonomía, pero con
la posibilidad de recibir todos los cuidados necesarios si en algún momento nuestra
situación física o psíquica lo requiere.
Tanto estos tres Centros de Convivencia como otros ya constituidos y varios más en vías
de terminar su proceso de fundación, construcción y de convivencia, están coordinados
a nivel nacional por HISPACOOP.
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Sobre esta base Hispacoop, como organización representativa sin ánimo de lucro, ejerce
su actividad en una doble vertiente:
Actividad cooperativo-empresarial, representando los intereses de las cooperativas de
consumo, desarrollando los valores y principios de este movimiento, propiciando la
concentración de recursos y la colaboración empresarial en el ámbito nacional y
europeo.
Actividad consumista. Las cooperativas de consumidores son organizaciones de
consumidores y tienen por objeto conseguir productos y servicios en las mejores
condiciones para sus socios, así como garantizas la defensa, información y formación de
los consumidores, promoviendo un consumo responsable y sostenible.
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Dentro de las actividades y reuniones habidas en Hispacoop, es de destacar el Congreso
celebrado del 16 al 19 de noviembre de 2020, por considerar que su contenido es de
resaltar. Cuyo programa y enlaces de acceso al mismo son: Congreso Virtual Cohousing
Senior 16 al 19 noviembre 2020.
El cohousing es una figura que necesita de un encaje dentro de las clases de cooperativas
y una legislación que la facilite. Unas comunidades autónomas lo consideran
cooperativa de vivienda, mientras que en otras lo consideran cooperativas de consumo.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, están trabajando actualmente en la reforma
de la ley de cooperativas, y se está planteando la figura de las cooperativas de
cohousing.
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VI.1.- Sobre las residencias como hogar colectivo
1. Proponemos que las Cortes Generales elaboren, debatan y aprueben una Ley
Orgánica sobre los derechos fundamentales de las personas mayores en las
residencias y las posibles limitaciones cuando su deterioro físico y cognitivo lo
obligue.
2. Esta Ley debe definir el modelo de residencias sociosanitarias, y, entre otros
aspectos importantes, la atención sanitaria a las personas residentes, los
cuidados que han de tener las personas en periodo de convalecencia y en
situaciones terminales
3. Pedimos a las Comunidades Autónomas un esfuerzo de actualización y
armonización de sus normativas sobre residencias para que sintamos que
disponemos de los mismos derechos allá donde vivamos.
4. Lo mismo pedimos sobre la recopilación de datos para realizar buenas y fiables
estadísticas y adecuados estudios cualitativos.
5. Reclamamos un número insuficiente de plazas, públicas y concertadas, para la
atención residencial, cumpliendo con el derecho subjetivo derivado de la Ley
39/2006.
6. Pedimos que las plantillas de cuidados de las residencias se amplíen con
personal profesionalmente bien formado y retribuido
7. Las CC.AA. tienen que incrementar sus equipos de inspección especializados
para efectuar una vigilancia eficaz y no permitir los desmanes vividos.
8. Consideramos urgente la configuración de una Mesa de Trabajo y de toma de
decisiones consensuadas con las diferentes instituciones y con las organizaciones
especializadas que han pensado y propuesto soluciones a la deshumanización de esas
macro residencias y a otras no tan grandes, pero en la que ha habido muchos
fallecimientos.
9. Proponemos que todos los Parlamentos Autonómicos hagan una avaluación de lo
hecho bien y lo hecho mal, han de analizar los aciertos y los errores cometidos.
32
10. Proponemos reducir la excesiva privatización de los centros residenciales,
aumentando la oferta pública y de la economía social
11. Exigimos que en todos los centros residenciales exista un órgano de participación de
los residentes o de sus familiares si las circunstancias de las personas residentes lo
aconsejan.
12. Es preciso hacer una programación de inversión para necesarias nuevas residencias en
cada CC.AA. teniendo en cuenta también la evolución de las pensiones y el número de
personas que no podrán pagar el precio total de sus cuidados.
13. Han de planificarse e integrarse los cuidados centrados en las personas y los servicios
de proximidad, que permitan los cuidados en sus casas y en su entorno hogares,
diseñando otro tipo de viviendas y otro tipo de residencias para que realmente sean
hogares con calidad de vida y sin soledades.
14. Los cuidados deben cambiar, deben individualizarse para atender las diferentes
necesidades de las personas.
15. Los diferentes modelos residenciales actuales tienen que evolucionar de acuerdo con
las necesidades de las personas.
16. Los derechos individuales a un hogar y un entorno dignos deben ser reconocidos.
Mejorando la oferta para ello.
17. Los servicios sociales de atención primaria de los ayuntamientos son los actores
principales para atender a las personas en sus domicilios. Siempre han de trabajar con
la persona, la familia y la persona cuidadora en la prevención. Para ello han de
visualizar las necesidades, deseos y posibilidades de participación tanto en su plan de
cuidados como en la comunidad.
Los servicios sociales de atención primaria no deben desentenderse de las personas
que viven en centros de su territorio y entorno y han de ocuparse de las personas con
gran vulnerabilidad para contribuir a su integración
18. Han de implementarse medidas para acercarse a los estándares europeos tanto
en vivienda social como modelos de viviendas alternativas a residencias, a
través de un marco normativo estatal, en el que se encuadren las normas tanto
de comunidades autónomas como municipales para actuaciones públicas y
privadas en el desarrollo de viviendas alternativas a las grandes residencias.
19. El IMSERSO, en colaboración con el INE debería recoger información concreta
y detallada, con cifras que reflejen la realidad de todos los modelos de vivienda,
número de plazas, lugares y de quien es la gestión, desagregando personas
mayores y personas con discapacidad.
20. Se deberán llevar a cabo evaluaciones, basadas en estándares de calidad de
atención integral centrada en la persona, de los modelos de vivienda
alternativos a las grandes residencias, además de a estas, y publicar los mismos
de manera que los ciudadanos conozcamos y podamos elegir.
21. Se debería crear un Observatorio de buenas prácticas sobre hogares de
personas mayores y dependientes que recoja las actuaciones por Localidades y
Comunidades Autónomas y se publicite de manera amplia.
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22. Que se destinen fondos presupuestarios para que se puedan implementar todas
las actuaciones expuestas y se transfieran de forma específica para ese fin sobre
todo a ayuntamientos porque muchas de estas medidas no serán posibles si no
hay recursos para llevarlas a cabo.
23. Que se promueva un urbanismo inclusivo y accesible para que todas las
personas mayores, dependientes, que se sienten solas o aisladas puedan
participar activamente en la sociedad.
24. Las leyes sobre Vivienda y el Suelo habrán de modificarse en lo que sea
necesario para dar facilidades a nuevos tipos de proyectos de hogares para
personas mayores, dependientes o en situación de vulnerabilidad.
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VII.1.- Sobre las residencias como hogar colectivo
(1) Pilar Rodríguez (2011). “Hacia un nuevo modelo de alojamientos. Las
residencias en las que queremos vivir”. Fundación Pilares. Se puede consultar
en:
https://www.fundacionpilares.org/docs/las_ressidencias_que_queremos.pdf
(2) Pilar Rodríguez (2021). “Las residencias que queremos. Cuidados y vida con
sentido”. La Catarata
(3) Defensor del Pueblo. (2020). “Atención a las personas mayores: Centros
Residenciales”. Anexo al Informe de 2019, presentado a las Cortes Generales.
Se puede consultar en:
https://www.defensordelpueblo.es/informe-monografico/atencion-
personas-mayores-centros-residenciales/
(4) Asociación contra la Soledad (no deseada) (2020). “Hacia un nuevo modelo de
centros residenciales para las personas mayores”.
Se puede consultar en. www.contralasoledad.com
(5) Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales (2021).
“Nuevo modelo residencial para personas en situación de dependencia: Ideas
y Propuestas” Y,
(6) “Residencias: su casa” Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios
Sociales (2021).
Se pueden consultar en:
https://directoressociales.com/wp-content/uploads/2021/06/Modelo-
residencias2021.pdf
(7) IMSERSO (2021). “Acuerdo de bases y hoja de ruta para modificar los criterios
comunes de acreditación para garantizar la calidad de los centros y servicios
del SAAD.
(8) Se puede consultar en:
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https://www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/
acuerdorutaacreditact20210726.pdf
(9) Comisión Europea (2021). “Libro Verde sobre el envejecimiento: Fomentar la
Solidaridad y la Responsabilidad entre Generaciones”.
Se puede consultar en:
https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/com_2021_50_f1_green_paper
_es.pdf
36
(18) Hernández. D; control casa domótica para personas dependientes. Facultad de
informática de Barcelona;
Se puede consultar en:
http://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099.1/11486/66259.pdf?sequenc
e=
(19) J. Nieto. A, Barballa. A; et al. El hogar digital como solución a las necesidades
de las personas mayores. CEDITEC. Se pueden consultar en:
http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/asimelec-hogar-01.pdf
(20) IMSERSO. (2021) Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas
Mayores. Se puede consultar en:
https://ciudadesamigables.imserso.es/ccaa_01/index.htm
(21) LA Network – Equipo editorial (16 febrero, 2020). Hábitat y Desarrollo Urbano.
Ciudad de los 15 minutos: ¿En qué consiste la propuesta de Anne Hidalgo para su
segundo mandato? Ciudad de los 15 minutos. Se puede consultar en:
https://la.network/ciudad-de-los-15-minutos-en-que-consiste-la-propuesta-de-
anne-hidalgo-para-su-segundo-mandato/
(22) Maddy Savage. (22 diciembre 2019). El secreto de los países escandinavos para
diseñar algunas de las mejores ciudades del mundo para vivir (y cuál es su lado
negativo). BBC Culture. Se puede consultar en:
https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-50762043
(23) Jesús Gómez Viñas. (enero-febrero 2021). Pontevedra. Estrategias integradas
de movilidad y desarrollo urbano. Págs. 81-85. Revista de Obras Públicas núm. 3626.
Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Se puede consultar en:
https://www.revistadeobraspublicas.com/articulos-de-opinion/pontevedra/
(24) Francesc Magrinyà Torner. (enero-febrero 2021). Barcelona y su ensanche.
Cambio de paradigma hacia una movilidad activa y saludable. Págs. 48-54. Revista
de Obras Públicas núm.3626. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
(25) Salvador Rueda Palenzuela. (enero-febrero 2021) Vitoria-Gasteiz. La
implantación del modelo de supermanzanas. Pag.67-73. Revista de Obras Públicas
núm.3626. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
(26) Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. (21 febrero 2021). Gasteiz hoy. Se puede
consultar en:
https://www.gasteizhoy.com/supermanzanas-zabalgana-auzogune/
(27) Ayuntamiento de Zaragoza. (2012-2015) Estrategia de Gobierno Abierto en la
Ciudad Digital. Se puede consultar en:
http://www.zaragoza.es/contenidos/sectores/tecnologia/Estrategia-Ciencia-
Tecnologia.pdf
37
(28) Pescueza, un pueblo cacereño que sí es de los mayores.
https://www.65ymas.com/sociedad/pescueza-el-pueblo-cacereno-que-si-se-
preocupa-por-sus-mayores_1120_102.html
(30) JUBILARES: (Libro “El Manual del Senior Cohousing”, autor Charles Durret.
Editorial Dykinson, S.L., Madrid, 2015)
https://www.dykinson.com/libros/el-manual-del-senior-
cohousing/9788490855256/
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