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El texto proporcionado trata principalmente sobre el estatus y los derechos del

cónyuge en relación con la herencia y la legítima en el Código Civil. A


continuación, se presentan algunos puntos clave que se discuten en el texto:
El cónyuge es considerado un heredero forzoso, lo que implica que tiene
derechos sucesorios protegidos por la ley.
Existen ciertos casos en los que el cónyuge recibe un tratamiento especial,
según los artículos 731 y 732.
Se diferencia entre cónyuge y concubino, ya que el concubinato no otorga
derechos sucesorios, aunque puede dar lugar a una sociedad de bienes.
Se plantea la cuestión de si se deben aplicar otros principios y normas
sucesorias y matrimoniales a la legítima, como los establecidos en los artículos
826 y 827.
La porción legitimaria de los descendientes y el cónyuge se establece en dos
tercios de la herencia.
En ausencia de descendientes, los ascendientes tienen derecho a la mitad de
la herencia, siempre y cuando no exista cónyuge.
Si no hay herederos forzosos, el testador puede disponer libremente de la
totalidad de sus bienes.
La legítima no puede ser privada por el testador, salvo en casos determinados
por la ley, y no se pueden imponer gravámenes o sustituciones sobre ella.
La preterición de uno o más herederos forzosos invalida la institución de
herederos si se afecta la legítima que les correspondería.
Es importante destacar que este análisis es un resumen de los puntos
principales discutidos en el texto proporcionado. Si deseas una interpretación
más detallada o tienes preguntas específicas, estaré encantado de ayudarte.
El texto analiza diversos aspectos relacionados con el cónyuge en el ámbito
sucesorio. Comienza mencionando que el cónyuge es considerado como
heredero forzoso en ciertos casos, pero con un tratamiento especial según los
artículos 731 y 732. Sin embargo, se destaca que el artículo 724 establece al
cónyuge como un legitimario aparte de estos artículos. Es importante notar que
la referencia se hace específicamente al cónyuge y no al concubino, ya que el
concubinato no confiere derechos sucesorios, aunque podría dar lugar a una
sociedad de bienes según el artículo 326 del Código Civil.
El análisis también plantea la posible aplicación de otras normas y principios
sucesorios y matrimoniales. En cuanto a los principios sucesorios, se plantea si
las disposiciones de los artículos 826 y 827 del Código Civil, que tratan sobre
los derechos del cónyuge en caso de sucesión intestada, deben extenderse a
la legítima. El artículo 826 establece que el viudo no hereda si se casó con
alguien que falleció dentro de los treinta días siguientes al matrimonio debido a
una enfermedad, a menos que el matrimonio se haya celebrado para
regularizar una situación de hecho. Por su parte, el artículo 827 establece que
la nulidad del matrimonio no afecta los derechos sucesorios del cónyuge que
contrajo matrimonio de buena fe, salvo que sobreviva el primer cónyuge. Se
plantea la posibilidad de injusticia para el segundo cónyuge de buena fe, ya
que la ley no le brinda protección.
En cuanto a los principios matrimoniales, se menciona el artículo 343 del
Código Civil, que establece la pérdida de derechos hereditarios para el
cónyuge separado por su culpa, y el artículo 353, que priva de derechos
hereditarios entre sí a los cónyuges divorciados.
El texto también aborda la porción legitimaria de los descendientes y del
cónyuge. El artículo 725 del Código Civil establece que aquel que tiene hijos u
otros descendientes o cónyuge puede disponer libremente hasta de un tercio
de sus bienes. Esto significa que el causante puede dejar un tercio de sus
bienes a terceros, y cualquier exceso de ese tercio debe ajustarse o reducirse a
pedido de los legitimarios afectados. La norma equipara la legítima del cónyuge
a la de un hijo, por lo que el cónyuge concurre con los hijos y descendientes.
Asimismo, se analiza la porción legitimaria de los ascendientes. El artículo 726
del Código Civil establece que aquel que tiene solo padres u otros
ascendientes puede disponer libremente hasta de la mitad de sus bienes. Los
ascendientes son legitimarios en ausencia de descendientes, pero quedan
excluidos si existe cónyuge. En ese caso, los ascendientes son legitimarios
junto con el cónyuge.
El texto continúa con el artículo 727 del Código Civil, que establece que aquel
que no tiene cónyuge ni parientes indicados en los artículos 725 y 726 tiene la
libre disposición de la totalidad de sus bienes. En estos casos, no existe
legítima, por lo que el testador puede.

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