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¿Por qué Venezuela no es parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el

Derecho del Mar?


Publicado el 18/03/2017 por Argenis J. Rodríguez Gómez

¡Hola! En mi artículo de la semana pasada mencioné superficialmente la posición del


Estado venezolano con respecto a la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar (CONVEMAR) 1982, así que decidí explicar más a fondo el porqué
Venezuela no es parte de tan importante convenio internacional.

Primero, conozcamos un poco el Convenio.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, conocida
también como “Convención de Montego Bay” (ciudad jamaiquina en la que fue
adoptada) establece el marco fundamental para todos los aspectos de soberanía,
jurisdicción, utilización y derechos y obligaciones de los Estados en relación con los
océanos. Es la más importante en cuanto a la regulación del Derecho del Mar debido a
la creación de nuevas instituciones del Derecho del Mar, como la Zona Económica
Exclusiva, los Estrechos usados para la navegación internacional, las Aguas
Archipelágicas  el Régimen de las Islas y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar.

Esta Convención es tomada en cuenta como el marco y base de todo instrumento futuro
que se proponga definir aún más los derechos y compromisos sobre los océanos.
Asimismo ha dado frutos importantes tales como:

 La aceptación casi universal de las doce millas como límite del mar territorial.
 La jurisdicción de los Estados ribereños sobre los recursos de una zona económica
exclusiva de no más de 200 millas marinas.
 El derecho de tránsito a través de los estrechos usados para la navegación internacional.
 La soberanía de los Estados archipelágicos (compuestos por islas) sobre una zona de
mar delimitada por líneas trazadas entre los puntos extremos de las islas.
 Los derechos soberanos de los Estados ribereños sobre su plataforma continental.
 La responsabilidad de todos los Estados de administrar y conservar sus recursos
biológicos.
 La obligación de los Estados de resolver por medios pacíficos las controversias relativas
a la aplicación o interpretación de la Convención.
 Las múltiples opciones de solución de controversias relativas a la interpretación o
aplicación de la Convención, tales como: el Tribunal Internacional de Derecho del Mar,
la Corte Internacional de Justicia, arbitraje y conciliación.

Posición de Venezuela frente a CONVEMAR

Venezuela tuvo un papel fundamental en la elaboración de este Convenio. De hecho, el


mismo fue discutido y redactado en Caracas, por lo que iba a ser conocida como la
“Convención de Caracas”. Sin embargo, ante la decisión de la delegación venezolana de
no suscribir el referido convenio, se tuvo que trasladar la firma del mismo a la ciudad de
Montego Bay, Jamaica. Fue bastante sorpresiva la no suscripción del convenio por parte
del Estado venezolano, habiendo sido este el principal protagonista en su redacción. ¿A
qué se debió ese cambio de parecer tan radical?
Muy simple: razones estratégicas.

La explicación que voy a dar es un resumen de la Declaración del Embajador de


Venezuela, el respetable jurista Andrés Aguilar Mawdsley, de fecha 30 de marzo de
1982. El mismo puede ser leído íntegramente a través del siguiente
enlace: http://jualpeac.blogspot.com/2006/11/el-derecho-del-mar-y-la-ley-organica-
de.html

Para empezar, el convenio no permite hacer reservas al mismo, por lo que hay que
acogerse al mismo en su totalidad. Esto resultaba perjudicial para los intereses del
Estado venezolano.

La idea era reservar los artículos 15, 74, 83 y 121, los cuales, estratégicamente hablando
eran desfavorables para la extensión del territorio marítimo venezolano.

En efecto, el artículo 15 establece el método de la equidistancia para delimitar en mar


territorial entre Estados con costas adyacentes o situadas frente a frente, el cual
establece lo siguiente:

Cuando las costas de dos Estados sean adyacentes o se hallen situadas frente a frente,
ninguno de dichos Estados tendrá derecho, salvo acuerdo en contrario, a extender su
mar territorial mas allá de una línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos
más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura del mar
territorial de cada uno de esos Estados. No obstante, esta disposición no será aplicable
cuando, por la existencia de derechos históricos o por otras circunstancias especiales,
sea necesario delimitar el mar territorial de ambos Estados en otra forma.

Históricamente, Venezuela ha disputado con Colombia la soberanía sobre el Golfo de


Venezuela. Entonces, la aplicación del método de la equidistancia en la delimitación de
nuestro mar territorial nos haría perder gran parte del Golfo de Venezuela frente a
Colombia, territorio que históricamente ha sido reclamado por este país.

En segundo lugar, los artículos 74 y 83, que tratan la delimitación de la zona económica
exclusiva y plataforma continental entre Estados con costas adyacentes o situadas frente
a frente, respectivamente, remiten al  artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional
de Justicia, el cual en primera instancia, recurre a los acuerdos internacionales suscritos
entre los Estados interesados. Sin embargo, a falta de estos acuerdos, podría terminar
aplicándose de manera analógica el artículo 15 anteriormente citado (método de la
equidistancia) para la delimitación de la zona económica exclusiva y plataforma
continental. Dicho método, como ya dijimos, nos perjudicaría frente a Colombia con
respecto a la soberanía sobre el Golfo de Venezuela.

En Venezuela rigen la Convención de Ginebra sobre Mar Territorial y Zona Contigua; y


la Convención de Ginebra sobre Plataformas Continentales, ambas del año 1958. Dichas
convenciones sí permiten la figura de la reserva, y efectivamente, el artículo 15 de
CONVEMAR, anteriormente citado, se corresponde con el artículo 12 de la Convención
sobre Mar Territorial, que se encuentra reservado. De este último convenio también se
encuentra reservado el artículo 24, párrafos 2 y 3; y del Convenio sobre Plataforma
Continental, el artículo 6 fue objeto de reserva.

Por último, de lejos, la razón de mayor peso por la cual Venezuela no es parte de
CONVEMAR, se debe al artículo 121 de esta Convención, el cual es del siguiente tenor:

1. Una isla es una extensión natural de tierra, rodeada de agua, que se encuentra sobre el
nivel de ésta en pleamar.
2. Salvo lo dispuesto en el párrafo 3, el mar territorial, la zona contigua, la zona
económica exclusiva y la plataforma continental de una isla serán determinados de
conformidad con las disposiciones de esta Convención aplicables a otras extensiones
terrestres.
3. Las rocas no aptas para mantener habitación humana o vida económica propia no
tendrán zona económica exclusiva ni plataforma continental. (Subrayado nuestro)

Como se puede ver, este artículo establece una definición de isla que, de aplicar en
Venezuela, nos haría perder una cantidad considerable de zona económica exclusiva, lo
cual se traduciría en menos recursos naturales disponibles para explotar, puesto que la
Isla de Aves y el Archipiélago Los Monjes ya no serían consideradas islas, por no tener
habitabilidad ni poder mantener vida económica propia. Esto es porque, de no ser
consideradas islas, la Isla de Aves y el Archipiélago Los Monjes no podrían dar derecho
al Estado venezolano a extender nuestra zona económica exclusiva tal como se
encuentra delimitada actualmente. Resulta interesante este extracto de la Declaración
del embajador Andrés Aguilar, que refleja una brillante capacidad analítica, el cual cito
textualmente:

Esta disposición es objetable por cuanto introduce una discriminación entre porciones
de un mismo territorio nacional, que no se puede justificar ni tampoco aceptar por
razones de principio y en aras de la justicia y la equidad. Primero, cuenta el principio de
la unidad e indivisibilidad del territorio nacional, de la misma manera que la soberanía
del Estado es una e indivisible, no podemos admitir que el territorio nacional genere
derecho en unas partes y no en las demás (…).

Con respecto a la Isla de Aves, la misma posee una historia muy interesante, ya que por
su importancia estratégica, ha sido objeto de disputas, ganadas por el Estado
Venezolano, lo cual hace que su importancia sea aun mayor para nuestro país.

En abril del año 1854,  un capitán norteamericano descubre abundantes cantidades de


guano (excremento de ave) en Isla de Aves. En los siguientes meses comienza su
explotación por dos empresas norteamericanas que se dividieron la isla: Lang & Delano
y Shelton, Sampson & Tappan. En diciembre, el gobierno envía dos buques, el General
Falcón y luego el Trece de Diciembre de la Armada venezolana. A su llegada declaran
que la isla pertenece a Venezuela. Luego de algunos malentendidos, retiran al personal
de ambas empresas de la isla. Esto genera una serie de protestas legales por parte del
gobierno de los Estados Unidos que al final se concretaron en un convenio de
indemnización en 1859.

Adicionalmente, los Países Bajos (Holanda), por su interés en el guano, reclaman la


soberanía de Isla de Aves por considerar que en antiguos mapas aparece un banco de
arena que unía la isla con la isla de Saba, lo cual hace suponer que era un solo territorio,
y además los habitantes de San Eustaquio y Saba (islas holandesas) tenían la costumbre
ir a la isla a pescar tortugas y huevos de aves. Es por esto que en el año 1857 se firma un
convenio entre Venezuela y los Países Bajos, solicitando a España un Laudo Arbitral,
para definir el dominio y soberanía sobre Isla de Aves, en el que se designa como
árbitro a la Reina Isabel II de España. Este conflicto termina en el año 1865 con laudo
arbitral favorable al Estado Venezolano, por lo que, el territorio de la Isla de Aves
correspondía, y aun corresponde a Venezuela[1].

La ardua lucha que ha emprendido el Estado venezolano a través de su historia para


mantener la soberanía sobre la Isla de Aves, ayuda a entender el porqué la extensión de
zona económica exclusiva que nos proporciona es tan valorada, como en efecto merece
ser valorada y conocida por todos los venezolanos.

Para finalizar este post, de haber permitido CONVEMAR la posibilidad de reservar


artículos, el Estado venezolano habría suscrito y ratificado el mismo, reservando los
artículos 15, 74, 83 y 121, evitando así los efectos desfavorables para nuestro territorio,
anteriormente expuestos.

Sin embargo, cabe destacar que Venezuela no ha despreciado la gran importancia que
reviste este convenio, por lo que las más importantes disposiciones de CONVEMAR
han sido recogidas en el vigente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de
los Espacios Acuáticos.

Esto es todo por hoy, espero que el paseo por este pedazo de historia venezolana te haya
parecido interesante.

Referencias bibliográficas

El Derecho del Mar y la Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos (LOEA). Disponible
en: http://jualpeac.blogspot.com/2006/11/el-derecho-del-mar-y-la-ley-organica-de.html

[1] http://www.isladeaves.org.ve/historia.html#cronologia

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