Está en la página 1de 18

EXAMEN FINAL

1. SEÑALA ALGUNOS ELEMENTOS DE LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO QUE MANIFIESTAN


QUE LA IGLESIA UNIVERSAL ESTÁ PRESENTE Y ACTÚA EN LA CELEBRACIÓN.

El Bautismo es acción de Cristo, pero en la Iglesia: «Un sacramento es siempre un acontecimiento


en la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia». El Bautismo nunca es un acto privado entre Cristo
y el catecúmeno; es siempre celebración de la Iglesia.
La Iglesia, sujeto integral de la celebración bautismal
El ritual del Bautismo pone claramente de manifiesto la significación eclesial del acontecimiento
que se celebra. Está previsto que participe activamente toda la comunidad local (cf. RICA 7-17,
41-48; RBN 10-30), para que se vea que es ella el sujeto integral de toda la celebración y ésta
aparezca como verdadera celebración de la Iglesia, como acción de la Iglesia.
La celebración bautismal en su conjunto manifiesta que la Iglesia universal está presente y
actúa en la celebración:
❖ Los RITOS INICIALES: definen desde el principio el sentido del proceso que se pone en marcha:
La presentación del candidato a la Iglesia:

Hermanos:
Con gozo habéis vivido en el seno de vuestra familia el nacimiento de un niño. Con gozo
venís ahora a la Iglesia a dar gracias a Dios y celebrar el nuevo y definitivo nacimiento por
el Bautismo.
la acogida por parte de la comunidad:

Todos los aquí presentes nos alegramos en este momento, porque se va a acrecentar el número
de los bautizados en Cristo.

la gustación de la sal como rito de hospitalidad,


la inscripción del nombre en el libro de la Iglesia.

❖ LA(S) SIGNACION(ES) Y LA UNCIÓN PREBAUTISMAL: la impronta de una marca de propiedad


y pertenencia (al rebaño, al ejército de Cristo).

Signación:
N., La Iglesia te recibe con gran alegría. Yo, en su nombre, te signo con la señal de Cristo Salvador.

❖ La LETANÍA misma, nos presenta la unión de toda la Iglesia, es la familia a la que entramos.
❖ El rito esencial del paso por el seno materno de la piscina bautismal marca el momento
culminante del alumbramiento de la Iglesia.
❖ La acogida jubilosa de los nuevos miembros por la comunidad.

Curso 2023
2. DESCRIBE Y COMENTA LOS RITOS EXPLICATIVOS EN LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO.

1. RITO DE ACOGIDA
▪ En el umbral de la iglesia, a la entrada (Catecismo de la Iglesia, n. 1181)
▪ Diálogo con los padres:
a) ¿qué nombre habéis elegido? Identidad, salir del anonimato (Papa Francisco, audiencia
18.IV.2018)
b) ¿Qué pedís para vuestro hijo? Bautismo, fe, vida eterna. (Benedicto XVI, encíclica Spe
salvi, n. 10, homilía 8.I.2006)
c) Pregunta a padres y padrinos: ¿os obligáis a educarlo...?

▪ Signo de la cruz sobre la frente:


Catecismo, n. 1235: “La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo
sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su
cruz”.
Francisco, Audiencia 18.IV.2018. Atención al Decreto de 22.II.2013 que modifica las palabras del
celebrante al hacer el signo de la cruz: no más “la comunidad te recibe”, sino “la Iglesia de Dios te
recibe” … Iglesia universal que acoge. “N. la Iglesia de Dios re recibe con alegría. Yo, en su nombre, te
signo con la señal de Cristo salvador”.

2. LITURGIA DE LA PALABRA
▪ Finalidad Praenotanda, n. 17: ilumina con la verdad revelada y suscita la respuesta de fe.
▪ Lecturas bíblica y homilía.
Catecismo, n. 1236: “El anuncio de la Palabra de Dios ilumina con la verdad revelada a los
candidatos y a la asamblea y suscita la respuesta de la fe, inseparable del Bautismo. En
efecto, el Bautismo es de un modo particular "el sacramento de la fe" por ser la entrada
sacramental en la vida de fe”.
▪ Oración de los fieles
▪ Letanía de los santos: la familia de Dios. (Francisco, audiencia 21.VI.2017 y 25.IV.2018.)
▪ Exorcismo y unción prebautismal en el pecho del niño con el óleo de los catecúmenos:
Catecismo n. 1237: “Puesto que el Bautismo significa la liberación del pecado y de su instigador, el
diablo, se pronuncian uno o varios exorcismos sobre el candidato. Este es ungido con el óleo de los
catecúmenos o bien el celebrante le impone la mano y el candidato renuncia explícitamente a Satanás.
Así preparado, puede confesar la fe de la Iglesia, a la cual será "confiado" por el Bautismo (cf Rm
6,17)”. Francisco, audiencia 25.IV.2018.

3. LITURGIA DEL SACRAMENTO


▪ Bendición del agua.
Catecismo, n. 1238: “El agua bautismal es entonces consagrada mediante una oración de epíclesis (en
el momento mismo o en la noche pascual). La Iglesia pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder
del Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a fin de que los que sean bautizados con ella "nazcan
del agua y del Espíritu" (Jn 3,5)”.
Francisco, audiencia 2.V.2018 y 9.V.2018; Francisco, carta apostólica Desiderio desideravi,
n. 12-13
▪ Renuncias y profesión de fe. Francisco, Audiencia 2.V.2018 y 2.VIII.2017. Benedicto
XVI, homilía 8.I.2006.
▪ Bautismo con su fórmula trinitaria. “YO TE BAUTIZO, EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL
HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO”.
Catecismo, n. 1239: “Sigue entonces el rito esencial del sacramento: el Bautismo propiamente dicho,
que significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida de la Santísima Trinidad a través

Curso 2023
de la configuración con el misterio pascual de Cristo. El Bautismo es realizado de la manera más
significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal. Pero desde la antigüedad puede ser
también conferido derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato. 1240. En la Iglesia
latina, esta triple infusión va acompañada de las palabras del ministro: "N., yo te bautizo en el nombre
del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". En las liturgias orientales, estando el catecúmeno vuelto
hacia el Oriente, el sacerdote dice: "El siervo de Dios, N., es bautizado en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo". Y mientras invoca a cada persona de la Santísima Trinidad, lo sumerge
en el agua y lo saca de ella”. Benedicto XVI, homilía 7.I.2007. Respuesta de la Congregación del culto
divino sobre la fórmula bautismal, 1.II.2008.

▪ El agua del Bautismo debe ser agua natural y limpia, para manifestar la verdad del siglo,
y hasta por razones de higiene (Praenotanda, n. 18)
➔ La fuente bautismal o el recipiente en que se prepara el agua cuando, en algunos casos,
se celebra el sacramento en el presbiterio, debe distinguirse por su limpieza y estética
(Praenotanda, n. 19)
➔ Praenotanda, n. 21: El agua bendecida en la Vigilia pascual se emplea todo el tiempo
de Pascua. Fuera del tiempo de Pascua, es de desear que se bendiga el agua en cada
una de las celebraciones.
▪ Unción con el sacro crisma: “DIOS TODOPODEROSO, PADRE DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO, QUE TE HA LIBERADO DEL PECADO Y DADO NUEVA VIDA POR EL AGUA Y EL
ESPÍRITU SANTO, TE CONSAGRE CON EL CRISMA DE LA SALVACIÓN PARA QUE ENTRES A
FORMAR PARTE DE SU PUEBLO Y SEAS PARA SIEMPRE MIEMBRO DE CRISTO, SACERDOTE,
PROFETA Y REY”.
Catecismo, n. 1241-1242: “1241 La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por
el obispo, significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano,
es decir, "ungido" por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y
rey (cf. Ritual del Bautismo de niños, 62). 1242.En la liturgia de las Iglesias de Oriente, la unción
postbautismal es el sacramento de la Crismación (Confirmación). En la liturgia romana, dicha
unción anuncia una segunda unción del santo crisma que dará el obispo: el sacramento de la
Confirmación que, por así decirlo, "confirma" y da plenitud a la unción bautismal”. Francisco,
audiencia 9.V.2018
▪ Imposición de la vestidura blanca: “N., eres ya nueva criatura y has sido revestido de
Cristo. Esta vestidura blanca sea signo de tu dignidad de cristiano. Ayudado por la palabra
y el ejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha hasta la vida eterna”.
Catecismo, n. 1243: “La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha "revestido de
Cristo" (Ga 3,27): ha resucitado con Cristo. Benedicto XVI, homilía Misa crismal 2007.
▪ Entrega del cirio encendido: “RECIBID LA LUZ DE CRISTO”
Catecismo, n. 1243: “El cirio que se enciende en el Cirio Pascual, significa que Cristo ha
iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son "la luz del mundo" (Mt 5,14; cf Flp 2,15).
El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Único. Puede ya decir la oración de los
hijos de Dios: el Padre Nuestro”. Francisco, audiencia 16.V.2018. Benedicto XVI, homilía
13.I.2008.
▪ Rito del effetá: “El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos, te conceda,
a su tiempo, escuchar su Palabra y proclamar la fe, para alabanza y gloria de Dios Padre”.

4. CONCLUSIÓN DEL RITO

▪ Procesión al presbiterio
▪ Rezo del Padrenuestro
▪ Bendición final
▪ Ofrecer el niño a la Virgen.

Curso 2023
3. COMENTA LA FÓRMULA SACRAMENTAL DE LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO. ¿POR QUÉ NO
SON CORRECTAS OTRAS FÓRMULAS DISTINTAS COMO “YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL
CREADOR, DEL REDENTOR Y DEL SANTIFICADOR”?
LA FÓRMULA TRINITARIA.
Sus orígenes no son claros, aunque ahora todas las comunidades eclesiales la emplean en el
bautismo.
En la tradición apostólica, el primer texto (testigo) que habla y da una descripción del acto bautismal
es Hipólito en su TA (c.318); en el texto hay una formulación trinitaria al momento de bautizar (tipo
profesión de fe opción 1). Esta forma de bautizar estaba en uso en otras muchas partes.
Al rito sacramental acompaña únicamente la confesión de fe del sujeto. La confesión de fe y el gesto
ritual de la inmersión-emersión son los dos únicos elementos constitutivos del signo sacramental (la
forma y la materia esenciales, que dirían los escolásticos) la respuesta de fe del sujeto es parte
integrante del signo sacramental.
Esta fórmula trinitaria aparece también en Iglesias que o no conocieron la costumbre de las tres
preguntas y respuestas o la habían perdido, lo que indica que en un momento llega en que la fórmula
trinitaria se hace universal. Esta fórmula responde a tres preocupaciones:
➢ Asegurar una mayor fidelidad al mandato del Señor en su expresión evangélica.
➢ Explicitar la naturaleza del acto sacramental
➢ Proclamar la Trinidad como origen y causa del bautismo.
La fórmula se presenta bajo dos formas: la activa de los occidentales (Yo te bautizo…) y pasiva de
las liturgias orientales (N… es bautizado).
Los Santos Padres, cuando se refieren a la mención de las tres Personas de la Trinidad en el momento
del bautismo, hablan frecuentemente de invocaciones a la Trinidad. La Iglesia percibió que, en
última instancia el bautismo, como todo sacramento, es una humilde epíclesis a la Trinidad, origen
y causa de todos los dones.
¿POR QUÉ NO SON CORRECTAS OTRAS FÓRMULAS DISTINTAS COMO “YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE
DEL CREADOR, DEL REDENTOR Y DEL SANTIFICADOR”?

En primer lugar, aclarar la gran importancia que debe darse al asunto de las distintas fórmulas
empleadas en el Sacramento del Bautismo, porque está en juego la salvación de las personas, para
lo cual se requiere el Bautismo, según la propia afirmación del Señor: “En verdad, en verdad os digo:
el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn3,5). De ahí, la misión
de bautizar confiada por Jesús a sus discípulos.
Estas fórmulas no son correctas porque:
a) NO OBEDECE AL MANDADO DE JESUCRISTO, referido al final del Evangelio según San Mateo:
“Id pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19). Y la Iglesia no tiene derecho a cambiar lo que Cristo mismo
instituyó. Por tanto, cualquier bautismo que no contenga la invocación de la Santísima Trinidad
con la expresión distinta de las tres Personas con sus respectivos nombres es inválido, porque
no respeta la voluntad de Cristo.

b) Las FÓRMULAS SACRAMENTALES deben examinarse en la medida en que EXPRESAN LA FE


DE LA IGLESIA, y puesto que la fórmula bautismal debe expresar adecuadamente la fe
trinitaria: no valen fórmulas aproximativas. La expresión adecuada de la fe trinitaria no
se da cuando se designa a las Personas divinas con nombres comunes a las tres (Creador,
Redentor, Santificador), atribuyendo por apropiación cada nombre a una Persona. Y esto, es lo
que sucede en las fórmulas consideradas como el caso de Creador, del Redentor y del
Santificador.

Curso 2023
La persona que realiza la acción bautismal con una de esas fórmulas inválidas defrauda a quienes
reciben esta acción, y también a quienes la presentan si se trata de un niño, porque lo que esperan
es un verdadero Bautismo.

4. EXPLICA LOS TRES ASPECTOS QUE CONFIGURAN LA DIMENSIÓN CRISTOLÓGICA DEL


BAUTISMO
a) MORIMOS Y RESUCITAMOS CON CRISTO (SIMBÓLICAMENTE)
San Pablo interpretó el rito bautismal como una representación sacramental (homoiôma) de la
muerte y resurrección de Cristo: ritualmente reproducimos los pasos que llevaron a Cristo de la
muerte-sepultura a la resurrección. Es la unidad del misterio pascual la que quiere expresar el
simbolismo doble de la inmersión-emersión.
La mistagogía de los siglos IV-V la que hizo amplio y brillante uso de este simbolismo.
Aduciremos un ejemplo significativo:
«Después fuisteis conducidos de la mano a la santa piscina del divino bautismo, como
aprender, pero sí para
Esto no es necesario

Cristo de la cruz al sepulcro…Fuisteis sumergidos tres veces en el agua y emergisteis de


nuevo, significando también aquí simbólicamente la sepultura de tres días de Cristo.
explicar

Pues, así como nuestro Salvador pasó tres días y tres noches en el seno de la tierra,
también vosotros en la primera inmersión imitasteis el primer día de Cristo en la tierra
y, en la emersión, la noche; porque del mismo modo que el que está en la noche ya no ve
y que, por el contrario, el que está en el día camina en la luz, así vosotros en la inmersión
como en la noche no veías nada, pero en la emersión os encontrasteis de nuevo con el día»
(Cirilo de Jerusalén, Cat. Myst. 2,4: SCH 126, 110-112).
Se ha podido observar que muy pronto esta referencia del rito esencial a la Pascua se vio
reforzada por ciertos detalles complementarios simbólicos; p.e., haciendo que el candidato
atraviese la piscina de occidente a oriente; dando forma cruciforme a las piscinas; poniendo tres
peldaños para descender y remontar…
Algunos ritos complementarios fueron interpretados en este mismo sentido; p.e., la denudación
y la subsiguiente unción de todo el cuerpo con óleo imitaría el despojo de Jesús y su victorioso
combate en la cruz contra las potencias diabólicas.
b) EN EL BAUTISMO SE HACE PRESENTE EL MISTERIO PASCUAL
La Iglesia está convencida de que el despliegue de símbolos alusivos al Acontecimiento pascual
en el corazón del rito bautismal no es simple representación teatral que sólo busca
dramatización. En la celebración simbólica de la Iglesia se hace presenta el misterio salvador
conmemorando; concretamente, «el bautismo conmemora y actualiza el misterio pascual»: RICA,
n.6.
En la acción eclesial-sacramental, que es el bautismo, se hace presente el acontecimiento
histórico de la Pascua de Cristo. Se hace presente de una manera sacramental o mística, pero
se hace presente realmente (místico y sacramental no se oponen a real). A la verdad, si el
bautizado participa realmente en la muerte-resurrección de Cristo, como veremos en el paso
siguiente, es preciso que aquel Acontecimiento salvífico se le haga realmente accesible en el
sacramento. Difícilmente podría morir con Cristo y resucitar con él, si Cristo no muriera y
resucitara con él.
Según esto, el bautismo tiene rango de Acontecimiento salvífico; es historia de la salvación en
acto; es misterio actualizado: como revelación y oferta. El bautismo, desde esta perspectiva, es
acción de Cristo, porque él es el protagonista del Acontecimiento pascual que se actualiza en

Curso 2023
este sacramento; él es el sujeto principal del sacramento en este nivel en el que ahora nos
encontramos: quien propiamente inicia a los candidatos en el Misterio salvador es el mismo
Cristo; él es el verdadero mystagôgos.
c) EN EL BAUTISMO, EL BAUTIZADO SE ASOCIA AL MISTERIO PASCUAL
San Pablo: en sus textos bautismales (Rm 6,3-8; Col 2,12; 3,1.3; Gál 2,19-20; Ef 2, 5-6) expresa
con suficiente fuerza esta experiencia del misterio pascual que viven en común con Cristo y el
bautizado.
Los SS.PP repiten con énfasis las afirmaciones paulinas. El vocabulario que emplean para
expresar esta participación en el misterio redentor es muy variado y de sentido realista.
Recurren sobre todo a la categoría de participación-comunión (koinônia), pero utilizan también
expresiones como conjunción, familiaridad, semejanza, etc.
Santo Tomás: entiende esta experiencia como una incorporación del creyente a la pasión y
muerte de Cristo (Cf. STh III, q.69, a.2 c y ad 1).
El Vaticano II: hace eco de una larga tradición cuando afirma:
«Los creyentes se unen a Cristo, muerto y glorificado, de una manera misteriosa, pero
real… Este rito sagrado (del bautismo) significa y realiza la participación en la muerte
y resurrección de Cristo»: LG 7.
El sacramento introduce al creyente en la dinámica redentora del Acontecimiento pascual. El
bautizado vive, como experiencia personal, la muerte-resurrección del Señor. Se convierte en
coactor de aquel Acontecimiento central de la historia de la salvación. La koinônia que resulta
es una comunión ontológica-místico-real; indica participación real en el misterio salvador.

Curso 2023
5. ¿QUÉ SIGNIFICA QUE EL BAUTISMO ES VÍNCULO SACRAMENTAL DE UNIDAD ENTRE LOS
CRISTIANOS?

El un solo bautismo de Ef 4,5 ha sido interpretado en doble sentido:


c) En la Iglesia no hay más que un solo bautismo (unicidad);
d) El bautismo sólo se recibe una vez (irreiterabilidad).
La insistencia de los símbolos de la fe en el unum baptisma sería una reacción contra la
pluralidad de bautismos que predicaban los heterodoxos.
En la controversia bautismal del S. III, ambos bandos (católicos y gnósticos) coincidían en
afirmar el principio de la unicidad del bautismo legítimo y verdadero en la Iglesia; en este punto
había consenso general entre Iglesias. La diferencia estribaba en el problema de los
rebautizantes, negaban que el bautismo de los herejes fuera legitumis et verus et unicus Ecclesiae
baptismus.
Poco a poco se fue abandonando la postura rígida y demasiado jurídica de san Cipriano (los
herejes cuando creen bautizar no bautizan, no hay por tanto que rebautizar, sino bautizar por
primera vez). Después la Iglesia impuso la doctrina y práctica romana, que deja claro el principio
de unicidad del bautismo. Sobre los bautismos realizados por herejes y cismáticos, afirma que
en ellos se cumplen dos de los tres componentes del cuerpo del bautismo:
a) Es la Trinidad que bautiza → el bautismo es obra de la Trinidad. El que bautiza es la
Trinidad.
b) La fe correcta en la Trinidad → asegura esta intervención de la Trinidad.
c) Aunque no se dé, el tercer componente, el del ministro, que es sólo servidor del misterio.
A pesar de la herejía o del cisma, el bautismo de los herejes y cismáticos es también baptismus
Ecclesiae, bautismo de la Iglesia Madre que engendra y alumbra nuevos hijos, a todos por igual.
El bautismo es celebrado siempre en la Iglesia.
El bautismo confiere al bautizado siempre la misma salvación, la misma gracia, sea cual fuera
la Iglesia en la que es bautizado. Empiezan a ver el bautismo como vinculo de unión entre
todos los bautizados, por encima de las separaciones de herejías y cismas. Esta misma
convicción reaparece en Occidente.
San Agustín tenía las ideas claras al respecto. Separados en la comunión eclesial, están unidos
en el único bautismo:
- «(La Iglesia) está dividida en cuanto al vínculo de la caridad y de la paz, pero está unida en
el único bautismo. Por eso la Iglesia es una y sólo a ella se llama “católica” …»
- Enumera los bienes que los católicos tenemos en común con lo donatistas: «Bautismo común,
evangelio común, sacramentos comunes, escrituras comunes».
Esta doctrina sufrió un largo eclipse en las Edades Media y Moderna. Los encuentros
ecuménicos han contribuido sin duda a recuperarla y a clarificarla.
El Concilio Vaticano II desarrolla y proclama:
El bautismo es el fundamento del ecumenismo, en cuanto constituye el vínculo sacramental de
unidad entre los fieles de todas las confesiones.
«Por el Sacramento del bautismo siempre que sea debidamente (rite) conferido según la
institución del Señor y recibido con la debida disposición… constituye un vínculo
sacramental de unidad entre todos los que hemos sido regenerados por él» (UR 22).

Curso 2023
«La Iglesia se siente unida por muchas razones con todos los que se honran con el nombre
de cristianos a causa del bautismo, aunque no profesen la fe en su integridad o no conserven
la unidad de la comunión bajo el sucesor de Pedro» (LG15)
El único bautismo, allí donde es debidamente celebrado, funda ya el Reino de Dios, aunque toda
comunidad de salvación debe reconocer que todavía no es el Reino de Dios, por eso el bautismo
(si se quiere, el carácter bautismal) es, en cada uno de los bautizados, y en el seno de todas las
confesiones, como una llamada a la comunión plenaria: una llamada perenne a reconstruir la
unidad entre todos los miembros del Cristo único y total.
La gracia bautismal debe despertar y alentar en todo bautizado la aspiración a la comunión
plenaria (para sí y para todos los cristianos); debe ser una provocación a la acción ecuménica.
Por el don común del bautismo las Iglesias cristianas están llamadas a vivir en tensión hacia
un futuro que exprese mejor el significado de la salvación que nos es otorgada en el bautismo.

Curso 2023
6. ¿QUÉ SUPONE QUE EL BAUTISMO PERDONA LOS PECADOS Y NOS HACE CRIATURAS
NUEVAS?

BAUTISMO PERDONA LOS PECADOS


La eficacia del bautismo en orden a destruir en nosotros el pecado representa uno de los
elementos primordiales y esenciales de la teología bautismal de todos los tiempos.
CEC 1263:
Por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados
personales, así como todas las penas del pecado (cf DS 1316).
En efecto, en los que han sido regenerados no permanece nada que les impida entrar en el Reino
de Dios, ni el pecado de Adán, ni el pecado personal, ni las consecuencias del pecado, la más
grave de las cuales es la separación de Dios.
CEC 1264
No obstante, en el bautizado permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado, como los
sufrimientos, la enfermedad, la muerte o las fragilidades inherentes a la vida como las
debilidades de carácter, etc.
Así como una inclinación al pecado que la Tradición llama concupiscencia, o metafóricamente
fomes peccati: «La concupiscencia, dejada para el combate, no puede dañar a los que no la
consienten y la resisten con coraje por la gracia de Jesucristo. Antes bien "el que legítimamente
luchare, será coronado" (2 Tm 2,5)» (Concilio de Trento: DS 1515).
NOS HACE CRIATURAS NUEVAS
CEC 1265
El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, hace también del neófito "una nueva
creatura" (2 Co 5,17), un hijo adoptivo de Dios (cf Ga 4,5-7) que ha sido hecho "partícipe de la
naturaleza divina" (2 P 1,4), miembro de Cristo (cf 1 Co 6,15; 12,27), coheredero con Él (Rm 8,17)
y templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6,19).
CEC 1266
La Santísima Trinidad da al bautizado la gracia santificante, la gracia de la justificación que:
➔ Le hace capaz de creer en Dios, de esperar en Él y de amarlo mediante las virtudes
teologales;
➔ Le concede poder vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante los dones del
Espíritu Santo;
➔ Le permite crecer en el bien mediante las virtudes morales.
Así todo el organismo de la vida sobrenatural del cristiano tiene su raíz en el santo Bautismo.

Curso 2023
7. ¿QUÉ ES EL CARÁCTER BAUTISMAL?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
1272. Incorporado a Cristo por el Bautismo, el bautizado es configurado con Cristo (cf Rm 8,29).
El Bautismo imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character) de su pertenencia a
Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar
frutos de salvación (cf DS 1609-1619). Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser
reiterado.
1273. Incorporados a la Iglesia por el Bautismo, los fieles han recibido el carácter sacramental
que los consagra para el culto religioso cristiano (cf LG 11). El sello bautismal capacita y
compromete a los cristianos a servir a Dios mediante una participación viva en la santa Liturgia
de la Iglesia y a ejercer su sacerdocio bautismal por el testimonio de una vida santa y de una
caridad eficaz (cf LG 10).
1274. El "sello del Señor" (San Agustín, Epistula 98, 5), es el sello con que el Espíritu Santo nos
ha marcado "para el día de la redención" (Ef 4,30; cf Ef 1,13-14; 2 Co 1,21-22). "El Bautismo, en
efecto, es el sello de la vida eterna" (San Ireneo de Lyon, Demonstratio praedicationis
apostolicae, 3). El fiel que "guarde el sello" hasta el fin, es decir, que permanezca fiel a las
exigencias de su Bautismo, podrá morir marcado con "el signo de la fe" (Plegaria Eucarística I o
Canon Romano), con la fe de su Bautismo, en la espera de la visión bienaventurada de Dios —
consumación de la fe— y en la esperanza de la resurrección.
Es la sphragis, lo usan los Padres para referirse al bautismo, es el sello que colocan en el ganado,
en el Bautismo también recibimos ese sello.
SELLO Y CARÁCTER [Ignacio Oñatibia]
Aparece en el AT (Gén 4,15; Ez 9,4) como una garantía de la protección divina. Por ejemplo, el
sello de pintar con la sangre las jambas y dinteles de las puertas de las casas de los hebreos,
esto es una sphragis, aquellos que lo han marcado, el ángel pasa y no mata al primogénito.
Al mismo tiempo ese sello, se identifica como signo de pertenencia, el signo por antonomasia es
la circuncisión, como miembros del Pueblo de Dios, indicando pues, pertenencia.
En el NT el verbo sphragizô aparece en contexto bautismal (2 Co 1,22; Ef 1,13; 4,30 y Ap 7,2-8)
la referencia es siempre al bautismo como tal y no a un efecto concreto del mismo. El sello
aparece en conexión con el Espíritu Santo. Sigue conservando los dos significados que tenía en
el AT, la protección de Dios y la pertenencia al Pueblo de Dios y a la Iglesia.
En la época de los Padres, en una primera etapa, antes de San Agustín, la expresión sphragis
se refiere al bautismo en su conjunto, pero poco a poco se empieza a distinguir en el bautismo
entre esa realidad, que es indestructible, y los efectos de gracia, que sí pueden frustrase.
La marca divina, además de la idea de refrenar, autentificar o autorizar que conlleva el término
pshragis, es ante todo signo de elección y de pertenencia, garantía de la protección de Dios y
manifestación de la irreiterabilidad del bautismo.
SAN AGUSTÍN: a raíz de la controversia con los donatistas analiza mas de cerca la naturaleza
de la irreiterabilidad del bautismo. A partir del bautismo celebrado por los herejes y, a partir
del supuesto de un sacramento válido, pero infructuosamente celebrado, llegó a distinguir un
doble efecto del sacramento del bautismo:
1) La plena animación por el Espíritu, la gracia: este efecto puede malograrse;
2) El hecho de haber sido consagrado a Dios e incorporado a la Iglesia por el sacramento: este
efecto es inmarcesible.

Curso 2023
San Agustín ve la esencia de este carácter bautismal en una consagración, que incorpora al
bautizado al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, imprime en él una marca indeleble, impresa por
Cristo, que lo autentifica como tal miembro y le dispone para alcanzar el efecto de la gracia
sacramental.
ESCOLÁSTICOS: emplean el término carácter en su sentido técnico moderno: como una señal
espiritual indeleblemente impresa en el alma por el sacramento.
SANTO TOMÁS: el carácter es signum gratiae. Lo considera sobre todo como una potentia, que
se inserta en el alma; le reconoce una entidad espiritual ontológica. Es a la vez signum
distinctivum et configurativum y es la causa de la irreiterabilidad del bautismo. El carácter
bautismal lo considera más bien como potentia pasiva: capacidad para participar en y de los
sacramentos de la iglesia (a diferencia del carácter sacerdotal, que es activa).

Curso 2023
8. ¿QUIÉN PUEDE BAUTIZAR?
Catecismo de la Iglesia Católica:
1256. Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina,
también el diácono (cf. CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier
persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf. CIC can. 861, § 2) si tiene la intención
requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer
hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad
salvífica universal de Dios (cf. 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf.
Mc 16,16).
[Explicación: Manual de La Celebración del Misterio Cristiano de José Sntonio Abad Ibañez]
EL MINISTRO
Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo, el presbítero y el diácono (cfr. RBN 21;
CIC861,1). «Si está ausente o impedido el ministro ordinario, administra lícitamente el Bautismo
un catequista u otro destinado para esta función por el Ordinario del lugar» (CIC 861, 2).
En caso de necesidad es ministro del Bautismo «cualquier persona que tenga la debida intención»
(CIC 861, 2). El ministro ordinario y extraordinario sólo pueden bautizar lícitamentea sus
súbditos en su propio territorio, salvo en caso de necesidad (cfr. CIC 862).
Los obispos, en razón de su capitalidad en la iglesia particular, no sólo regulan la administración
del Bautismo en su diócesis, sino que también deben celebrarlo en algunas ocasiones, como la
vigilia pascual y las visitas pastorales; es aconsejable, también, que celebren el bautismo de los
adultos, al menos de los que han cumplido catorce años (cfr. CIC 863).
Incumbe a los párrocos preparar y ayudar con medios adecuados a los padres y padrinos de los
niños que van a recibir el Bautismo (cfr. RB 23), para que participen activa y fructuosamente
en el rito y realicen los ministerios que les corresponden. En este ministerio pueden servirse de
la colaboración de los catequistas, diáconos y otros presbíteros.

Curso 2023
9. ¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN?

1. Efusión especial del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los Apóstoles
el día de Pentecostés (Catecismo, n. 1302). Lo recibimos en plenitud. Con la confirmación
nos unimos al Pentecostés. Se deduce de la celebración.

2. Por el sacramento de la Confirmación: crece y se profundiza la Gracia bautismal:


a) Nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir “Abbá, Padre”
Esta sería la respuesta

(Rm 8,15);
b) Une más firmemente a Cristo [crismación (nos hace otros Cristos) y monición anterior,
oración antes imposición manos “…haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo”].
c) Aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo (monición introductoria, colecta,
monición presentación candidatos, oración, final oración fieles)
d) Hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (monición intr., homilía, oración de los
fieles)
e) Concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante
las palabras y las obras: verdaderos testigos (homilía, oración de los fieles), para confesar
el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz.

¿EN QUÉ CONSISTE QUE CRECE Y SE PROFUNDIZA LA GRACIA BAUTISMAL?


❖ Robustece la gracia bautismal: Idea de robur: fortaleza. Es el sacramento de la
fortaleza: simbolismo de la imposición de la mano; nueva unción con el crisma. El don de
la fuerza se atribuye no tanto a la unción prebautismal, sino a la unción con el crisma.

❖ Perfeccionamiento de la gracia bautismal:


1. Perficere/perfectio o bien consummare. Confirmación como complemento del
Bautismo.
2. Plenitud: “la confirmación es plenitud del Bautismo” (Catecismo, n. 1304)
3. Augmentum: confirmación que confiere aumento de gracia (Fausto de Rietz –
homilía de Pentecostés) o aumento de gloria (Amalario de Metz)
4. El empleo de comparativos: más plenamente, más perfectamente…
5. Analogía de las edades de la vida (Santo Tomás de A.) La confirmación es al
bautismo lo que la edad adulta a la infancia. Se trata de edad adulta espiritual que
no es el resultado de un proceso corporal y psicológico, sino gracia y efecto del
sacramento (Catecismo, n. 1308).

❖ Fortalece para la misión: la confirmación es una nueva deputatio y consagración para


la misión, pero al mismo tiempo es también capacitación para cumplirla. La tradición ha
visto un claro paralelismo entre la unción de Jesús en el Jordán y la unción de la Iglesia
en Pentecostés y ambas las ha relacionado con la confirmación.
Deputación con amplitud de miras. Es como una vocación constitutiva, una especie de
ordenación, como una investidura o encomienda oficial por parte de la Iglesia. La crismación
símbolo de esta investidura, se presenta como una consagración. Funciones profética,
sacerdotal y real.
➢ Confirmados para ser testigos: bonus odor Christi (finales s. IV). Tipología unción de
los profetas. Unción de Jesús después del Bautismo. Está relacionado con la tarea de
dar testimonio.

Curso 2023
➢ Confirmados para el sacerdocio real. La confirmación “perfecciona el sacerdocio
común de los fieles recibido en el Bautismo” (Catecismo, n. 1305). Tipología: unción
de los sacerdotes del AT, en especial, Aarón. Una mayor participación en el
sacerdocio de Cristo.

➢ Confirmados para la realeza: Tipología unción de los reyes del AT. Confiere la fuerza
necesaria para que puedan trabajar y colaborar con otros en la tarea de someter el
mundo al señorío de Dios. Consecratio mundi, sería el objetivo contemplado por la
función regia. Recrear desde dentro el mundo, para crear las condiciones de una
fraternidad auténtica.

Curso 2023
10. ¿QUIÉN ES EL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN? ¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE LA
IGLESIA DE ORIENTE Y DE OCCIDENTE EN RELACIÓN AL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN?
DOS TRADICIONES: ORIENTE Y OCCIDENTE
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
1290. En los primeros siglos la Confirmación constituye generalmente una única celebración con
el Bautismo. (…) Entre otras razones, la multiplicación de los bautismos de niños, durante todo
el tiempo del año, y la multiplicación de las parroquias (rurales), que agrandaron las diócesis,
ya no permite la presencia del obispo en todas las celebraciones bautismales.
ORIENTE:
❖ Ministro: Obispo, Sacerdote
❖ Motivos:
Unidad de los dos sacramentos: una persona cuando se bautiza recibe el Espìritu Santo
en plenitud (se confirme).
Destaca más la unidad de la Iniciación cristiana, entonces el ministro tiene que ser el
sacerdote. El sacerdote bautiza y confirma, pero sólo puede hacerlo con el “myron”
consagrado por un obispo.
En Oriente la dimensión eclesial y apostólica se resalta porque el sacerdote no puede hacerlo sin
el “myron” consagrado por el obispo.
OCCIDENTE:
❖ Ministro: el Obispo
❖ Motivos:
El deseo de reservar al obispo el acto de conferir la plenitud al Bautismo.
Lo importante es destacar la dimensión eclesial y apostólica: cuando uno se confirma
se une más profundamente a la Iglesia y, por ende, es el obispo quien es el Sucesor de
los apóstoles y para que quien se confirma tenga claro que entra a forma parte más
íntima de la Iglesia.
❖ Consecuencia: Separación entre Bautismo y Confirmación
¿Cómo se pudo hacer esto en Occidente? ¿Separar los dos Sacramentos?
Porque en el Bautismo había una doble unción con el Santo Crisma después del Bautismo:
realizada ya una por el presbítero al neófito al salir del baño bautismal, es completada por una
segunda unción hecha por el obispo en la frente de cada uno de los recién bautizados (cf San
Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21).
CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO
Capítulo II. Del ministro de la Confirmación
❖ [c.882] ministro Ordinario: el Obispo

❖ [c.883] por derecho (ipso iure):


1. Quienes en el derecho se equiparan al Obispo diocesano: prelado, vicario apostólico,
administrador apostólico.
2. El presbítero que, por razón de su oficio o por mandato del Obispo diocesano, bautiza a
quien ha sobrepasado la infancia o admite a uno ya bautizado en la comunión plena de
la Iglesia Católica;
3. Para los que se encuentran en peligro de muerte, el párroco, e incluso cualquier
presbítero.

Curso 2023
❖ [c.884, §1] por encargo (por concesión no tiene derecho): el Obispo diocesano en caso
de que la necesidad lo requiera, puede conceder a uno o varios presbíteros determinados,
para que administren este sacramento.
[§2] Por causa grave, el Obispo, y asimismo el presbítero dotado de facultad de confirmar por
el derecho o por concesión de la autoridad competente, pueden, en casos particulares, asociarse
otros presbíteros, que administren también el sacramento.

Curso 2023
11. ¿QUÉ SUPONE DECIR QUE LA CONFIRMACIÓN ES EL SACRAMENTO DEL DON DEL ESPÍRITU
SANTO?
TRADICIÓN: ha expresado con singular insistencia la convicción de que en los ritos
postbautismales, en el proceso de iniciación cristiana, se da una nueva comunicación del
Espíritu Santo.
➔ El mismo simbolismo de dos de esos ritos -la imposición de manos y la unción- orientaba
ya en esa dirección.
AUTORES CRISTIANOS: En los testimonios de algunos como Cipriano, Orígenes y Tertuliano se
Hay que saberlo explicar un poco

ve cómo explican que la imposición de manos otorgará el don del Espíritu Santo. A su vez, la
oración que en la Traditio Apostolica se intercala entre la imposición de manos y la unción
habla de ese don del Espíritu Santo unido a la imposición de manos.
Conforme la confirmación se separa del Bautismo se estudiará con más detenimiento cuál es el
significado específico de los ritos que configuran este sacramento. La tendencia mayoritaria será
atribuirles la comunicación del Espíritu Santo (Hilario de Poitiers, Jerónimo, Ambrosio,
Agustín, Inocencia I y Fausto de Rietz. En el ámbito oriental: Cirilo de Jerusalén, Teodoro de
Mopsuestia, Cirilo de Alejandría, Ps. Dioinisio Areopagita y Severo de Antioquía).
Los ritos que acompañan la unción o la imposición de manos son auténticas epíclesis.
Algunas fórmulas de la unción crismal afirman enfáticamente el don del Espíritu Santo. La idea
aparece también en las fórmulas de consagración del myron.
La tradición oriental y occidental en sus primeros siglos relaciona la unción crismal con la
unción de Jesús por el Espíritu después del bautismo del Jordán. Sin embargo, otras corrientes
vinculan la confirmación con Pentecostés. Esta segunda opción es actualmente la mayoritaria.
Oración final de la oración de los fieles destaca esta idea.

LO ESPECÍFICO DEL DON DEL ESPÍRITU EN LA CONFIRMACIÓN


En realidad, podemos hablar de una nueva comunicación del Espíritu Santo. Se trataría de una
efusión del Espíritu en la confirmación que no se da en el Bautismo. Podemos hablar de una
plenitud del Espíritu Santo.
Los verbos derramar y llenar que se emplean para hablar de esa efusión del Espíritu Santo,
tienden a resaltar esa plenitud.
Respuesta en sí

A esto se une, en la tradición occidental, la idea de la concesión de los siete dones del Espíritu
Santo. La idea la encontramos en una carta del Papa Siricio (año 385). Otros testimonios
posteriores los encontramos en Ambrosio, Eusebio de Vercelli y Agustín.
En la liturgia se abrió paso esta idea (concesión de los siete dones del Espíritu Santo) en el OR
XI y ha llegado hasta nuestros días en el Ritual de confirmación: oración sobre los confirmandos
antes de la crismación.
La idea se inspira en Is 11 1-2. En el texto hebreo son seis los dones del Espíritu. La traducción
de los LXX (y la Vulgata) añaden un don más, la piedad, resultando así el número místico de
siete dones.

Curso 2023
12. DESCRIBE EL RITO ESENCIAL DE LA CONFIRMACIÓN Y CÓMO SE HA LLEGADO A ÉL A LO
LARGO DE LA HISTORIA.

Tenemos dos respuestas:


# 1.
La sacramentalidad de la Confirmación está atestiguada desde la época apostólica.
❖ SIGNO SACRAMENTAL ORIGINARIO: la imposición de manos y una oración epiclética.
➢ ORIENTE: La imposición de manos se cambia por la crismación;
➢ OCCIDENTE: permanece como el más importante hasta la Edad Media. La crismación
aparece como elemento sacramental desde la Tradición Apostólica y se fue afianzando
progresivamente.
Hay una íntima unidad entre Bautismo y la Confirmación; la Confirmación como
complemento. Hay distinción también, el Bautismo administrado por presbíteros, la
Confirmación reservada al Obispo o la bendición del crisma. La unión con la Eucaristía es
igualmente clara, tanto en el plano celebrativo como en el teológico.
LOS MINISTROS originarios son los obispos como sucesores de los Apóstoles.
➢ EN ORIENTE, los presbíteros confirman de ordinario, al menos desde el siglo III, con
delegación permanente del obispo y siempre con el myron consagrado por él. En la liturgia
romana esta apostolicidad del ministro es incluso más patente.
En Oriente se mantuvo esta unión, al ser los presbíteros los ministros ordinarios de los tres
sacramentos;
➢ OCCIDENTE: en cambio, de acuerdo a varios factores (el bautismo de niños, que se reserva al
Obispo la Confirma), lo que llevó a la siguiente praxis paulatinamente: Bautismo, a los pocos
días de nacer, Confirmación cuando el obispo visitaba la comunidad cristiana, y Eucaristía.
Durante varios siglos se celebraron de modo continuo los tres sacramentos de la Iniciación
Cristiana, tanto en el caso de los adultos como en el de los niños. Con plena concordancia entre
la realidad teológica y la ritual.
EL PRIMITIVO RITUAL ERA MUY SENCILLO: una imposición de manos del obispo sobre cada
neófito y una fórmula. Sin embargo, el rito apostólico de la imposición de manos se sustituyó
relativamente pronto por el de la crismación, en la que se veía una continuación del rito
primitivo. En ambos supuestos, se trataba de un rito cuya finalidad específica era conferir la
plenitud del Espíritu Santo.
La autonomía ritual de la Confirmación supuso un notable incremento en los ritos, pero no
eliminó ni oscureció la idea tradicional de ser el sacramento que confería la plenitud del Espíritu
Santo: como lo deja claro los textos del Pontifical romano-germánico.
LA FÓRMULA DE LA CRISMACIÓN es tan variable en la tradición romana, que es distinta en la
Tradición Apostólica (fórmula trinitaria), en los sacramentarios y en los
pontificales(cristológica).
Las fuentes señalan como efecto específico de la Confirmación el don mismo del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo viene a perfeccionar la vida iniciada en el Bautismo y, a fortalecer al bautizado
en orden al testimonio valiente del evangelio.

Curso 2023

También podría gustarte