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1°Estar con gente que no bebe

No todo el mundo, ni mucho menos, tiene como hábito beber. Hay muchas personas
que no beben o que consumen alcohol en ocasiones muy puntuales. Por eso, estar
con este tipo de gente es muy sano ya que no incentivan el consumo de alcohol.
Además, lo más habitual es que conozcan otras formas para entretenerse. En cambio,
si se conoce a alguien que bebe demasiado y no se puede bajar su consumo, será
mejor apartarse de esa persona para evitar que nos perjudique. A lo mejor así se da
cuenta de que la bebida le está haciendo perder amigos y decide reducir su consumo.

2°Probar actividades sin alcohol

Cuando se trata de hacer cosas con los amigos, ir a tomar algo a un bar puede ser
algo bastante común. Sin embargo, hay muchas otras actividades que no implican
beber alcohol como ir de excusión, probar nuevos deportes o apuntarse a un curso de
idiomas. La bebida no forma parte de este tipo de actividades y así se puede disfrutar
de una experiencia con los amigos en plenas facultades.

3°Buscar sustitutos

Una vez se ha echado el alcohol fuera de casa, se puede comprar otras bebidas no
alcohólicas para calmar la sed como refrescos, preferiblemente sin azúcar. En cambio,
no es recomendable comprar cerveza sin alcohol u otras bebidas en su versión no
alcohólica. El motivo es que su consumo incrementará las ganas de consumir. En su
lugar, es mejor adaptarse al sabor de bebidas que normalmente no llevan alcohol.

4°Ejercicio

Para hacer frente a los problemas de menor gravedad, el deporte es una de las
mejores recetas. Además, hacer ejercicio ayuda a reducir el consumo de alcohol y es
una de las mejores estrategias para prevenir el alcoholismo. Beber hace que nos
sintamos flojos y débiles, a parte de provocar aumento de peso, efectos
contraproducentes con la realización de actividad deportiva. Para estar al cien por cien
cada vez que se va al gimnasio o a correr, lo mejor es no consumir.
Los síntomas de la adicción al alcohol son:

● Ansiedad por consumirlo


● Pérdida del control
● Incapacidad para parar de beber
● Dependencia física, que provoca el síndrome de abstinencia (sudoraciones,
fiebre, temblores) cuando se deja de tomarlo
● Tolerancia (necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol)

Además, el consumo excesivo de esta droga conlleva graves problemas de salud,


tanto mentales (depresión, psicosis) como físicos (daños en hígado, cerebro), e incluso
la muerte.

Las causas del alcoholismo son variadas, dado que se ha determinado cierto factor
hereditario en la propensión al mismo, así como en la capacidad de digestión y
asimilación de los alcoholes. Se considera un trastorno hereditario, aunque por lo
general está desencadenado por el consumo masivo y constante de la sustancia, lo
cual es claramente una decisión de conducta.

Aun así, el 80% de los casos de alcoholismo encubren otras dolencias emocionales y
psicológicas (e incluso psiquiátricas) de base, cuando no situaciones de alto estrés o
depresión crónica, ya que el paciente consume para evadir la realidad.

Con el tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede causar enfermedades crónicas y


otros serios problemas como los siguientes:

● Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares,


enfermedad del hígado y problemas digestivos.
● Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.
● Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento
escolar.
● Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
● Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo.
● Dependencia al alcohol o alcoholismo.
El alcoholismo se define, según la OMS, "como cualquier deterioro en el
funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permite inferir
razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho
trastorno".

El alcoholismo se encuentra relacionado con el 40-50% de los accidentes de tráfico, el


15-20% de los accidentes laborales, el 50% de los homicidios, etc.

Es importante recordar que todo alcohólico suele presentar de forma asociada elevado
consumo de tabaco, café e importantes trastornos en la dieta, con lo que su patología
se encuentra de forma incrementada.

Desintoxicación y abstinencia. El tratamiento puede comenzar con un programa de


desintoxicación, que es la abstinencia controlada por un médico, y suele durar de 2 a 7 días.
Es posible que debas tomar sedantes para prevenir los síntomas de abstinencia.
Usualmente, la desintoxicación se realiza en un centro de tratamiento para pacientes
internados o en un hospital.

Aprendizaje de nuevas habilidades y elaboración de un plan de tratamiento. Por lo


general, este proceso supone la participación de especialistas en el tratamiento contra el
consumo de alcohol. Puede comprender el establecimiento de metas, técnicas para el
cambio de comportamiento, el uso de manuales de autoayuda, asesoramiento y atención de
seguimiento en un centro de tratamiento.

Asesoramiento psicológico. El asesoramiento y la terapia grupal e individual te ayudan a


comprender mejor tu problema con el alcohol y apoyan la recuperación desde los aspectos
psicológicos del consumo de alcohol. Puedes beneficiarte de la terapia familiar o de pareja; el
apoyo familiar puede ser una parte importante del proceso de recuperación.

Medicamentos orales. Un medicamento llamado disulfiram puede ayudar a evitar que


bebas, pero no curará el trastorno por consumo de alcohol ni eliminará las ganas de beber. Si
bebes alcohol mientras tomas disulfiram, el medicamento produce una reacción física que
puede consistir en enrojecimiento, náuseas, vómitos y dolor de cabeza.
Medicamentos inyectables. El vivitrol es una versión del medicamento naltrexona que un
profesional de la atención médica inyecta una vez al mes. Aunque puede tomarse un
medicamento similar en forma de píldora, la versión inyectable puede ser más fácil de usar
de forma constante para las personas que se están recuperando del trastorno por consumo
de alcohol.

Apoyo continuo. Los programas de postratamiento y los grupos de apoyo ayudan a las
personas que se están recuperando del trastorno por consumo de alcohol a dejar de beber,
controlar las recaídas y enfrentar los cambios necesarios en el estilo de vida. Esto puede
comprender la atención médica o psicológica, o tener que asistir a un grupo de apoyo.

Tratamiento de problemas psicológicos. En general, el trastorno por consumo de alcohol


se produce conjuntamente con otros trastornos de salud mental. Si tienes depresión,
ansiedad u otra afección de salud mental, es posible que necesites terapia de conversación
(psicoterapia), medicamentos u otro tratamiento.

Tratamiento médico para trastornos de la salud. Una vez que suspendes el consumo,
muchos problemas de salud relacionados con el alcohol mejoran significativamente. Pero
algunas afecciones médicas pueden necesitar tratamiento continuo y atención de
seguimiento.

Práctica espiritual. Para las personas que están involucradas en algún tipo de práctica
espiritual regular puede ser más sencillo continuar con la recuperación del trastorno por uso
de alcohol u otras adicciones. Tener una mayor comprensión del lado espiritual es un
elemento clave en la recuperación de muchas personas.

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