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Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad.

Nelson Mandela, activista sudafricano por los derechos civiles.

Hasta ser escuchadas.

Amnistía Internacional es un movimiento alrededor del mundo en búsqueda de que los Derechos

Humanos sean respetados. Es una organización integrada por personas que, mediante diversas

acciones, hacen un llamado a que las miradas de la comunidad internacional presionen a los

gobiernos, instituciones privadas o quienes sean que estan violando sistemática y estructuralmente

los Derechos Humanos de una o conjunto de personas. Esta organización es una de las más grandes

y se encuentra en más de 150 países, han logrado que “los torturadores acabarán convertidos en

delincuentes internacionales, que la mayoría de los países abolieron la pena de muerte y que

dictadores que parecían intocables se vieron obligados a responder por sus crímenes”.

El estudio que realizaron la Dra. Edith Olivares y un grupo de trabajo en conjunto con Amnistía

Internacional sobre las deficiencias en las investigaciones penales de feminicidios precedidos de

desaparición en el Estado de México. Se realizo en ese lugar porque es uno de los estados

catalogado como el más peligroso y violento para cualquier persona y en la cual la impunidad impera.

Siempre es noticia en redes sociales y algunas veces en los medios de comunicación tradicionales, la

actuación de la policía (que no tiene elementos jurídicos para hacerlo) que detiene a automovilistas

para extorsionarlos y robarlos por cualquier cosa incluido por delitos que ni existen. La policía del

Edo. De México es una de la más corruptas que existe en el país así se dice de simple, lleva una

verdad intrínseca y sus acciones lo comprueban. De esta manera no se puede esperar que la

investigación de casos relacionados con cualquier delito sea atendida de manera eficiente, que los

MP’s estén a la orden y dispuestos a desquitar el sueldo (si no es con dinero de por medio), que los

jueces y sus sentencias sean justas y adecuadas al delito y a la víctima, que el Gobernador este al

tanto de la percepción de inseguridad tan grande y lo peor que no solo se entere que es una

percepción, sino que es una desgraciada realidad; y con todo lo anterior ¿qué se espera? ¿que una

mujer muerta sea de gran interés para el sistema de justicia y peor tantito las desaparecidas, aunque
casadas y con antecedentes de violencia por parte de su pareja para los ojos del sistema judicial “se

van con el novio” y con ello inicia y termina el trabajo de estos servidores públicos?

Y pues sí, de inicio una desaparecida “se va con el novio” y con ello empieza un trabajo que no

terminara nunca para un gran porcentaje de las familias que exigen una investigación por la

desaparición y muerte de una mujer de su familia. El trabajo que debiera ser de investigación

policiaca se convierte en investigación familiar, el trabajo de búsqueda con dinero del erario que se le

proporciona al ejercicio de labores de investigación en alguna procuraduría se convierte en el

desfalco, prestamos impagables, venta de bienes de las familias para tener dinero, para ir y venir

todas la vueltas que sean necesarias a la procuraduría a ver si de pura casualidad existe un avance

en su “investigación”, a pegar volantes, a solicitar información, a realizar investigación de campo,

labores que le pertenecen a la policía de investigación pero que ante tanta ineficiencia, la familia toma

ese rol y muchas veces han llevado a la justicia al culpable, pero por desgracia muchas veces

también, por haber vacíos judiciales dentro de las carpetas de investigación, porque los MP’s y la

policía no hicieron su parte, ellos salen libres.

Injusticia tras injustica es lo que el informa narra que encuentran las mujeres que es en su mayoría

las que salen a buscar a sus hijas perdidas, son sus madres, sus abuelas, sus hermanas, que si ya

de por si tienen que llevar la pena de la desaparición, posteriormente de su muerte, a la hora de

buscar justicia encontrarse con una muralla de investigaciones mal hechas, de perdida de evidencia,

no investigan de forma correcta y con los protocolos necesarios, es la manera en que se pierden

oportunidades de sumar pruebas e incluso atrapar al presunto asesino y someterlo a juicio. Es

entonces cuando se identifican dos cosas sumamente importantes y que padecen las familias en la

búsqueda de justicia, la falta de perspectiva de genero y la revictimización a la que se someten cada

día que pasa y no aparece la mujer desaparecida o que al aparecer por desgracia muerta su caso no

recibe la atención adecuada.

Si bien es un avance que todas las muertes de una niña, jovencita o mujer adulta se investigue como

un caso de feminicidio, si falta la perspectiva de género entonces falla todo. Esto es porque no se
aplican los protocolos de recolección de muestras, de evidencia, exámenes de detección de agresión

sexual, que la línea de investigación sea la de más fácil para los investigadores y den por sentado

estereotipos y culpabilización de las víctimas. Esto hace que los familiares sean revictimizados, al

sentir que la justicia no llega por ninguna parte, el trato de los servidores públicos que los minimiza,

que no les hacen caso, que tienen que gastar ellos el dinero que no tienen muchas veces para

investigar por ellos mismos, el hecho de saber que la justicia es para los que si tienen dinero y

pueden ser “influyentes”, y lo peor es que ellos mismos sean amenazados de muerte, en sus bienes,

en su familia, agredidos y amenazados por las propias autoridades o por los familiares de los

culpables, esto no hace más que herirlos en su dignidad y viviendo el terror sin una sola autoridad

que ponga un alto a esto. Muchas familias ya desposeídas de dinero y sin ningún apoyo que los

ayude a salir adelante en su caso, mejor lo dejan, mientras otras siguen adelante por años si es

preciso, seguirán hasta ver a la persona que le quito la vida en la cárcel o esclarecer el caso de la

desaparición y recuperación del cuerpo de su madre, hija, hermana, abuela; para al menos mitigar un

poco el dolor de la perdida.

Es innegable, por sentido común y sin pensar mucho que la gran responsabilidad de que la justicia

no llegue a manos de las familias que han perdido a un ser querido es del Sistema Judicial, habrá

otros factores sociales, económicos y políticos, pero el poder Judicial a pesar de que en sus leyes,

instrumentos, protocolos, procedimientos, etc., si existen medios para ofrecer justicia a cualquier

persona, en estos casos de desaparición y muerte, se observan diversos elementos que hacen que

esta no exista. Los servidores públicos son los encargados de estar capacitados para ofrecer la mejor

actuación con los elementos existentes, pero si desde presidencia vemos que existe una gran

ignorancia referente a la violencia de género, que incluso el propio presidente en cadena nacional ha

violentado a activistas y periodistas, a injuriado al movimiento feminista y minimizado la cantidad de

muertes por feminicidio, ¿qué se puede esperar de ese nivel para abajo? Pues lo que vemos hoy en

día, que los policías, los policías investigadores, las personas que recogen pruebas, los MP’S, los

jueces y demás actores jurídicos que participan en un evento de violencia feminicida o en un


feminicidio, están en las mismas, y como no es un tema que sea muy importante para el gobierno en

turno, pues los fondos destinados a este rubro no serán suficientes, por lo cual no tendrán la

suficiente fuerzas para que se actúe a favor de las familias y la víctima y por lo cual hoy nos

encontramos con estas historias que hasta cierto punto son surrealistas, parecen cuentos malos,

parece una historia de terror, parece una mal sueño, pero si, realmente es una pesadilla que las

familias no terminan de padecer.

Amnistía Internacional detecto que no hay una formación especializada de los MP’s, no hay dinero

para cubrir sueldos adecuados y la compra de insumos para trabajar, esto conlleva a no tener la

infraestructura suficiente, edificios, bodegas, espacios para trabajar eficientemente, hace falta

capacitación, cursos y actualizaciones constantes para los servidores públicos. La limitación de lo

anterior los lleva a una sobrecarga de trabajo, horarios largos, falta de vehículos, falta de peritos

especializados, falta de material adecuado, una sobre explotación que termina en gran cantidad de

veces en una mala atención, actuación y a ser parte de la corrupción.

Se recomiendan varias cosas para ERRADICAR la violencia feminicida y lo feminicidios a distintos

niveles del gobierno, y es correcto todo y considero que es posible una reivindicación del Poder

Judicial, que cumpla honrosamente su trabajo con todas las recomendaciones que les pudieran dar

de todos los ámbitos de la vida diaria; pero estamos en México, un país victima de sus

representantes en el poder y donde la justicia no es ciega, donde la justicia estará donde vea dinero

de por medio, donde si esta situación no da un vuelco desde la presidencia y si no toma una

importancia de primer orden como un tren, como un refinería o un aeropuerto, pues se seguirán

recibiendo muchas recomendaciones por parte de organismos internacionales de Derechos

Humanos, de organizaciones como la de Amnistía Internacional, de diversas ONG’s, de grupos

feministas, de colectivos en contra de la violencia y nada, absolutamente nada cambiara; porque es

innegable que si las instituciones de gobierno siguen operando y dan algunos visos de buena

actuación y justicia, es por algunos empleados que lo hacen desde su experticia, su honestidad y su

empatía hacia las víctimas, a ellos les debemos también nombrar y agradecer lo mucho que hacen
ante lo poco que pueden y tienen, pero no es suficiente, no porque su esfuerzo sea malo, sino porque

no existe el respaldo de la institución y quienes las administran.

Se ha dicho que México es deshonrosamente un país feminicida, y si bien la mayor parte de los

hombres no se despiertan pensando a quien van a violentar o a matar ese día, si existen esos

hombres y no hay ejecución de leyes ni castigos ejemplares que los puedan disuadir, por eso hoy

tenemos niños, hermanos, padres de familia, abuelos, familias enteras llorando por la injusta manera

de que se ha tratado la desaparición y muerte de una mujer en su familia. Pero la pelea sigue y en

espera que ellas no sean olvidadas, las mujeres que perdieron a sus hijas estarán a pie de lucha

HASTA SER ESCUCHADAS y reciban justicia.


Bibliografía:
 Olivares Ferreto, Edith. Et al. Juicio a la justicia. Deficiencias en las investigaciones penales

de feminicidios precedidos de desaparición en el Estado de México. Amnistía Internacional,

México 2021.

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