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Cuento infantil

LA LIEBRE Y

LA TORTUGA

En un bosque vivía una liebre despreocupada durante todo el día, solo


brincaba saltaba y se admiraba a sí misma, le encantaba hablar de lo
rápido que era comparado con los otros animales.
—Soy el animal más rápido en este bosque, alguien quisiera jugar carreras
conmigo — dijo la liebre
Ciertamente corría rápido con sus grandes pies, los otros animales odiaban la
forma en que presumía pero aún así nunca podían ganarle en una carrera.
—Si volví a ganar, porque...porque soy rápido.
Mientras tanto los animales conversaban en el bosque...
A donde fuera que iba la liebre decía:
—soy tan rápida que nadie me puede rebasar
y sus palabras comenzaban a molestarle a todos los otros animales en el bosque
—bien puede que sea la más rápida, pero el hecho de que lo diga y lo presuma no es
agradable...alguien debería darle una lección para que aprenda.
Todo lo que comentaban los otros animales del bosque lo escucho la tortuga
la tortuga caminaba muy lento y le tomaba un día llegar a la distancia que la liebre podría
hacer en un minuto, aún así ella deseaba encontrarse con la liebre, entonces fue a ver a los
otros animales y les dijo que le gustaría competir.
El oso le dijo—quieres correr contra la liebre, ni siquiera los animales más rápidos le han
ganado,¿cómo podrías tú?
Solo dejenme eso a mí—respondió la tortuga
Cansada de siempre escuchar sus comentarios, la tortuga fue al lado de la liebre y le retó a
competir en una carrera.
—Qué chistosa que eres tortuga, debes estar bromeando—dijo la liebre mientras se reía a
carcajadas.
—Ya veremos liebre, guarda tus palabras hasta después de la carrera— respondió la tortuga.
Al día siguiente, los animales del bosque se reunieron para presenciar la carrera.
Todos querían ver si la tortuga en realidad podía vencer a la liebre.
El oso comenzó la carrera gritando:
—¡En sus marcas, listos ya!
La liebre se adelantó inmediatamente, corrió y corrió más rápido que nunca. Luego,
miró hacia atrás y vio que la tortuga se encontraba a unos pocos pasos de la línea de
inicio.
—Tortuga lenta e ingenua—pensó la liebre— ¿Por qué habrá querido competir, si no
tiene ninguna oportunidad de ganar?
Confiada en que iba a ganar la carrera, la liebre decidió parar en medio del camino
para descansar debajo de un árbol.
La fresca y agradable sombra del árbol era muy relajante, tanto así que la liebre se
quedó dormida.
Mientras tanto, la tortuga siguió caminando lento, pero sin pausa. Estaba decidida a
no darse por vencida.
Por fin, llegó al lado de la liebre y la vio que dormía profundamente, sin detenerse
continúa su camino
Un rato después la liebre se despertó y alzó la mirada, pudo ver a la tortuga que ya
estaba llegando a la meta.
La liebre corrió todo lo que pudo, pero de nada le sirvió y fue la tortuga la que ganó la
carrera.
Algunos de los animales que esperaban en la línea de meta estaban
extremadamente felices todos los animales lanzaron a la tortuga al aire con
gran emoción diciéndole: Ganaste tortuguita!
Mientras que el conejo se fue a una esquina con gran tristeza, la tortuga la ganadora
de la carrera camino hacia el conejo
—Señora liebre lo importante ser consecuente con todo lo que haces, presumir de
más, llamarte a ti mismo es una debilidad, no te gané porque era más rápido que tú,
pero fui más sabio e hice lo que hice seriamente
—tienes razón tortuga de ahora en adelante dejaré de presumir que soy el más
rápido de todos.
—debo volver ahora, mi casa está a un largo viaje de distancia.
la tortuga sonrió y continuó su camino
el conejo aprendió una buena lección y notó su error, después de ese día
nunca volvió a presumir ni a correr nuevamente.

Colorido y coloriento, nos vemos en el próximo cuento!

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