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Trastorno por déficit de atención Parte 1

El TDA es reconocido como una patología del desarrollo neurocognitivo


que afecta en un 20-60% más a las niñas que a los niños y suele evidenciarse en la
etapa preescolar. Puede confundirse con una de las subclasificaciones del trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero estos síndromes difieren
entre sí.

Esta alteración tiene mayor índice en la niñez; sin embargo, los adultos
también padecen de TDA.

¿Cómo saber que estoy frente a un caso de TDA?

Los niños con trastorno por déficit de atención no son impulsivos como
en el TDAH, lo contrario a estos. Una persona con este trastorno en la atención
presenta problemas para adaptarse al área de enseñanza aun cuando no están en
la edad de recabar mucha información.

No logran quedarse en una tarea por mucho tiempo a pesar de ser


“divertida” y cuando se le llama tampoco atiende de forma rápida. Se le relaciona
con otros déficits como la falta de memoria y es válido; puesto que, estas personas
no captan las ideas que se les quiere impartir y por ello no guardan la información,
lo que, a su vez, se les hace difícil recordar.
Los padres contamos con la perspicacia para saber cuándo algo no está del
todo bien con nuestros hijos y al presenciar estos signos:

1. Falta de interés para aprender.


2. Ensimismamiento excesivo.
3. Cuando hace tareas comienza a cantar o hablar solo.
4. Ve hacia el techo u otro lado cuando se le pide concentrarse en algo.
5. Aunque no tiene problemas con sus compañeros en la escuela,
pocas veces mantiene una conversación por largo tiempo.
6. Al sentirse incomodo se toma las manos nerviosamente, signo de
que se está forzando más allá de sus capacidades para prestar
atención.

Ahora bien, cada niño actúa de forma distinta, es cierto. No obstante, este
trastorno tiene cualidades similares entre un caso y otro incluyendo a los adultos.

¿Qué sucede cuando un TDA no es diagnosticado tempranamente? La


dificultad de un médico para diagnosticarlo radica en que, los niños cuando inician
la etapa preescolar, escolar, bachillerato no se adaptan fácilmente al conocimiento
que se les enseña, incluso los que no son diagnosticados y tratados dejan los
estudios por su “imposibilidad” de aprender.
Generalmente los niños son hiperactivos o tranquilos dependiendo de la
educación familiar, cuando inician el recorrido en el ámbito educacional son pocos
los que realmente aprenden a la perfección lo que se les va indicando, ya que la
educación es un proceso de niveles y cada estudiante va desarrollando facultades
de acuerdo al nivel en el que se encuentre.

Pasando desapercibido por las pesquisas médicas y son los padres,


amigos, familiares los que logran notar “anomalías” en la conducta del niño o niña.

¿Puedo sufrir el trastorno por déficit de atención siendo


adulto?

Por supuesto, esta alteración no tiene cura y en la etapa adulta se padece


igual que en la niñez. Incluso es en este periodo cuando suele diagnosticarse por
accidente, debido a un chequeo rutinario o por patologías subyacentes.

No todos los adultos sufren de TDA, pero no todos pueden descartarse de


padecerlo y es que puede ocultarse por ser considerado sus síntomas algo “normal”
y con el tiempo desaparecerá espontáneamente.

Algunos países gracias a la falta de recursos no proveen de educación


gratuita a la población y no todos tienen el mismo nivel socioeconómico para optar
a una.

Estas personas se dedican a trabajar y abandonan la idea de estudiar, se


les hace aún más complejo poder entender el lenguaje sobre todo el escrito y
términos que no se les ha inculcado. Todo esto, a veces, no es por sufrir algún
trastorno neurológico sino por la falta de educación. Descartándose la probabilidad
de que tenga TDA.
Causas del trastorno por déficit de atención

Su causa es multifactorial, se considera a la genética la principal siguiendo


malformaciones durante la gestación debido a sustancias toxicológicas como:
alcohol, sustancias ilícitas y tabaco.

Los traumatismos craneoencefálicos también son considerados un factor de


riesgo. Así como, la alteración en la región superior del tálamo que envía señales
sensoriales al sistema nervioso para cumplir con el correcto funcionamiento de la
captación de estímulos externos prolongados.

Durante la pandemia por el SARS Cov19 el TDA y su detección ha ido en


aumento entre la población mundial, ya que los niños permanecen en las casas y
están continuamente bajo la supervisión de los padres.

A veces, los diagnósticos son tardíos no por la falta de aplicación de


técnicas cognitivas sino porque estas personas no son llevadas al médico cuando
los síntomas empiezan a notarse con regularidad.

Tratamiento del trastorno por déficit de atención

Los médicos no emplean medicamentos farmacológicos cuando el trastorno


está en un estado poco expuesto, sobre todo en la niñez. Existen estimulantes y
vitaminas que suelen darse cuando los síntomas son severos.
Más se han evaluado terapias conductuales para mejorar el estado de los
niños y adultos con esta patología, ya que presenta mayores resultados
satisfactorios que los propios fármacos.

Estas terapias son las recomendadas en la etapa prematura del trastorno y


ejercen un gran impacto en el mejoramiento del niño. Es una forma de
acompañamiento que se le provee al paciente para que pueda avanzar según su
edad en el aprendizaje, aunque muy distinta a lo que se consideraría “normal”.

Cuando se inicia este acompañamiento conductual los padres deben estar


enterados del proceso y lo que les depara, ya que no es fácil, no todos los niños
responden de la misma manera.

El TDA en los niños si puede disminuir ya está evidenciado científicamente,


sin embargo, en los adultos es más prolongado el avance con resultados inciertos.
Si en tu caso sufres de TDA ya diagnosticado puedes acudir a terapias y estar
seguro, de que con el tiempo y esfuerzo podrás recuperar tu calidad de vida.

Si en tal caso no sufres de este trastorno, pero eres padre o amigo de una
persona con esta alteración neurológica, comparte esta información y sé un apoyo
para esta persona; puesto que, muchas veces quien tiene el trastorno por déficit de
atención no se siente comprendido y sólo necesita que alguien entienda en cierta
parte lo que le sucede.

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