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Resumen unidad 2

La administración entre los años 1700 y 1900


En la administración del 1700 se aplicaron ideas que ya habían sido trazadas en la
antigüedad; se redescubrieron algunas técnicas, otras se tomaron prestadas, pero
ninguna idea nueva se desarrolló. Fue una difusión y aplicación y el refinamiento de
técnicas y principios existentes o conocidos; no fue precisamente un período de
innovación. Antes de 1700 la mayor parte de la manufactura utilizó capital limitado y en
pequeña escala trabajadores poco preparados; el desenvolvimiento de este periodo
permitió la aplicación de las más nuevas especialidades administrativas. Al principio del
siglo XVIII, una serie de acontecimientos tuvo un impacto sobre las prácticas
administrativas, como ser, el crecimiento de las ciudades, la aplicación del principio de
la especialización, el uso extendido de la imprenta tipográfica y los principios de la
revolución industrial. La revolución industrial inglesa, comprendida entre 1700 y 1785,
desarrolló una nueva generación de administradores con conceptos y técnicas propias.
Una de las más importantes innovaciones durante este período fueron los cambios en
la organización de la producción básica. El sistema predominante de este siglo, fue el
sistema doméstico, donde los individuos en vez de satisfacer justamente sus propias
necesidades, produce uno o más bienes para la venta o el trueque. Este sistema
persistió durante mucho tiempo por dos motivos:
1) la pequeñez de la inversión de capital requerida para emprender semejante
empresa
2) la dispersión de la población.

Bajo el sistema doméstico hubo reducidas oportunidades e incentivo para desarrollar o


adaptar técnicas administrativas sofisticadas, aunque lo fueron sobre una base
informal. Las barreras educativas también impidieron el desarrollo de capacidades
administrativas; un trabajador de ese período se consideraba bien educado si realizaba
simples sumas y restas; de ese modo los conceptos administrativos se encontraban
más allá de su alcance. La siguiente etapa, el sistema del trabajo a domicilio, fue una
evolución lógica del sistema doméstico. Los empresarios actuaban como corredores en
las ferias rurales contratando la producción entera de las familias. Este sistema marca
el cambio en el status de los trabajadores de manufacturero independiente a empleado.
La única función administrativa bajo este sistema fue el control de los materiales
causando esta concentración, problemas de control y coordinación. La administración
en el sistema fabril se caracterizó por un estricto control y organización militar; los
dueños fueron clasificados como comerciantes manufactureros, y estuvieron más
interesados en vender su producto que en el desarrollo de un sistema básico de
administración. La introducción del sistema fabril efectuó una mejora en el control de
los materiales, evitando o al menos disminuyendo el robo. El control de calidad no tuvo
grandes mejoras, la forma mas común de este control era la inspección del producto
por el comprador. El control de la producción en esta época, consistió en bajas tasas
por pieza y en una dura conducción de la supervisión. El control financiero, en cambio,
fue el aspecto mejor desarrollado del temprano control administrativo, debido a que los
dueños de las fábricas provenían de la clase comercial inglesa, quienes habían
adoptado las mejores técnicas contables y financieras de Italia y otros países con los
que habían negociado. Durante el siglo XVIII, empezó a reconocerse el valor de una
planificación explícita y cuidadosa, fueron utilizadas dos técnicas que quedaron entre
las más productivas: la localización de planta y computación de la amortización.

Sir James Steuart


Administración de la política económica de un país.
Steuart desarrolla la Teoría de la fuente de autoridad, donde resalta «…en tanto que
ella sea una cuestión de ley natural, no encuentro la cuestión tan difícil.

Adam Smith
Economista que mostró gran interés en el desarrollo de las funciones de la
administración, puso énfasis sobre la división de trabajo y sus beneficios.
Publicó en 1776, Riqueza de las Naciones, lo que lo hizo uno de los intelectuales del
mundo moderno.
segunda, el ahorro de tiempo que comúnmente se pierde al pasar de una especie a
otra de trabajo; y finalmente, a la invención de numerosas maquinas que facilitan y
abrevian al trabajo y capacitan a un hombre para hacer el trabajo de muchos.

Estados Unidos.
Adam Smith considera de gran importancia la planeación y la organización dentro de
las funciones de la administración. El buen administrador, según él, debe preservar el
orden, la economía, y la atención, sin descuidar los aspectos del control y la
remuneración de los trabajadores.

Eli Whitney
Eli Whitney desarrolló la idea de la manufactura de partes intercambiables, también
llamado «sistema americano». Este sistema lo utilizó para la creación de armas para él
ejército y partes separadas para la reparación de esas armas.
Este sistema de partes intercambiables, indica un alto nivel de «Know-How»
tecnológico y un conocimiento avanzado de las herramientas.
Señala una primera y sofisticada aplicación en la manufactura de la división del trabajo
por operación, así como también, un excelente desarrollo de métodos de control de
calidad. Este sistema llevó el fundamento por el cual los pioneros de la administración
científica construyeron su disciplina. Whitney también desarrollo un sistema extensivo
de contabilidad de costos, ya que cada componente y cada proceso llevan sus costos
propios. En la fábrica Mill Rock, de su propiedad, fue puesto en práctica una especie de
control de calidad, donde un inspector probaba cada parte de los fusiles desechando
aquel que fuera defectuoso. Una de las primeras aplicaciones de la administración
científica a la manufactura ocurrió en Gran Bretaña en Ingeniería de Fundición Soho,
de Boulton, Watt y compañía en 1800. Fue originalmente formada para fabricar la
máquina de vapor de Watt; hasta que en 1800 sus respectivos hijos, heredaron las
responsabilidades administrativas, desarrollaron mecanismos intercambiables en un
alto grado de perfección «…y con la gran experiencia de los propietarios aplicaron el
poder del vapor a las máquinas de cilindros, bombas, al taladro, al torneado; para el
calentamiento de sus hornos de fundición y a cualquier cosa que abreviase el trabajo
humano obteniendo seguridad; por la superioridad de sus herramientas fueron capaces
de obtener fluidez y perfección en un grado nunca antes alcanzado.».
Cuando por necesidades de la demanda la fabrica se expandió, se hicieron planes
detallados considerando la disposición, el tamaño, la localización y las fuentes de
energía de la factoría.

W. Taylor.
Se llevaron a cabo planes detallados de flujos de trabajo o rutinas. El proceso de
producción para cada artículo en particular se dividió en una larga serie de operaciones
menores, indicando un alto grado de división del trabajo. Cada trabajador era
clasificado por especialidades: ajustadores, torneros, y trabajadores en general.
Podemos observar tres factores importantes El proceso de producción fue organizado
sobre las bases de maquina y trabajador. Los administradores de Soho se interesaron
en las ventajas comparativas del tanto por pieza en el establecimiento de salarios,
siendo el control la principal razón administrativa. Las tasas por pieza solo fueron
aplicadas sobre aquellos artículos uniformes que fueran fácilmente clasificables en
grupos, midiendo y uniformando el tiempo para cada operación, anticipándose así a
Babbage, Taylor y Gilbreth. La administración comprendió que un cambio a tanto por
pieza de una tasa tanto por hora podría llevar a trabajar más rápidamente. En
consecuencia, a los hombres se les pagó a salario por tiempo por una producción igual
a la previa más un pago incentivo por la producción extraordinaria. En la fundición
Soho, los hombres incorporados en un grupo de trabajo fueron contratados por un
salario semanal. El grupo de los capataces, sin embargo, fue contratado sobre una
base de tanto por pieza. En total se utilizaron tres escalas de salarios:

 una tasa igual por pieza para cada artículo


 una tasa variable por pieza en proporción al tamaño o al diámetro
 una tasa por pieza que variaba con el numero de caballos de la maquina para el
trabajo de ajuste de aparatos y transmisiones.
El bienestar físico se consideró cuidadosamente y se reconoció la importancia sobre la
productividad del ambiente en el trabajo. Boulton también estableció una sociedad
mutua de seguros para el beneficio de sus empleados y para aumentar el afecto de los
obreros a la Soho.

Robert Owen
Robert Owen mostró en Inglaterra que el industrialismo no necesitaba construirse sobre
el trabajo barato, el abuso y la brutalidad. Pavimentó el camino para la legislación
industrial, poniendo sus principios en acción y probando que podrían funcionar. «El
hombre es la criatura de las circunstancias» fue la filosofía de Owen y aprecio la parte
vital jugada por el factor humano en la industria. Al creer que el volumen y la calidad del
producto de un trabajador era influenciado por el ambiente tanto en el trabajo como
fuera de él, sus políticas de trabajo fueron paternalista, atrayendo atención, pero poca
imitación. Owen vivió la administración como una profesión. Bajo su dirección se
construyeron casas y calles, la edad mínima para el trabajo de los niños se aumento,
se otorgaron facilidades para comer, se introdujo la escuela y se abrieron centros de
recreación vespertina para enfrentarse con los problemas del ocio.

Charles Babbage
Fue pionero en el desarrollo de la primera computadora digital. Babbage era un
científico, un matemático y un escritor. Su conocida obra «La economía de las
máquinas y las manufacturas» apareció por primera vez en 1832, y los tres mil
ejemplares impresos se vendieron en menos de dos meses. Cinco meses después
apareció una segunda edición y en 1835 ya se había publicado una cuarta edición en
Londres. Babbage contribuyó al inicio y desarrollo del enfoque científico del estudio de
la administración. Aseguraba que los principios de organización eran aplicables a
cualquier campo en donde la coordinación del esfuerzo humano fuera esencial para el
logro de un objetivo común. Le interesó primordialmente no el diseño y la construcción
de maquinaria, sino su utilización y la organización de los seres humanos con ese
propósito. Babbage enfatizó la importancia de la división del trabajo, indicando que se
podía lograr una mayor ganancia a través de la especialización, que el tiempo
requerido para aprender un proceso determinado podría acortarse y que la habilidad
adquirida por dicho proceso podía ser aumentada por la división del trabajo.
Fue predecesor de Taylor en el área de estudios de tiempos. Enfatizó también la
importancia del equilibrio en los procesos y el principio del tamaño óptimo de las
unidades de producción para cada producto.

Henry Poor
Fue editor del American Railroad Journal , estableciendo principios administrativos
básicos para las grandes organizaciones de negocios. Henry Poor aparece en escena
como respuesta a diversos problemas relacionados con la gran organización
ferrocarrilera. Los administradores ferrocarrileros debían guiarse por tres principios:
organización, comunicación e información. Proponía que la organización del ferrocarril
debía estar diseñada para asegurar que el tiempo de cada hombre fuera
completamente utilizado y el equipo fuera mantenido en servicio el mayor tiempo
posible. Fue superintendente del ferrocarril de Erie de 1854 a 1857, trabajó
conjuntamente con Henry Poor y fue uno de los primeros en poner en práctica sus
recomendaciones administrativas. McCallum fue un autodidacta, con su mente abierta
y su viva imaginación, encontró soluciones a las ineficiencias administrativas que
plagaban a los ferrocarriles en esa época. Básicamente, el problema era el control.
McCallum creía en una dirección con mano de hierro, tal como lo hizo al ocupar su
cargo en Erie en 1854. Este régimen no les pareció bien a los ingenieros que
estuvieron en huelga durante diez días desde que tomó su puesto. El enfoque
administrativo de McCallum para dirigir al Erie estaba basado en sistemas, sentido
común, informes y control. Aplicó en 1854, lo que ahora consideraríamos como simple
rutina. Después de poner su sistema en operación, desarrolló un organigrama para el
ferrocarril. Fue uno de los primeros con una estructura con forma de árbol, que
mostraba al presidente y a la junta directiva en su parte central, con las cinco divisiones
fundamentales de la compañía ilustradas como ramas del árbol. Después de dejar el
Erie en 1857, el secretario de guerra Edwin Stanton, lo nombró director y
superintendente de todos los ferrocarriles de Estados Unidos en febrero de 1862, con
el poder de expropiar y operar cualquier ferrocarril necesario para la culminación
exitosa de la guerra.

Joseph Wharton
En 1881, apareció un nuevo desarrollo. Reconociendo la necesidad de una formación
administrativa, Joseph Wharton, industrial y financiero de Filadelfia, donó cien mil
dólares a la Universidad de Pennsylvania para que estableciera un departamento en
donde los jóvenes puedan adquirir la educación y el adiestramiento necesarios para ser
administradores. De acuerdo con Wharton, las universidades de la época estaban
preparando solamente unos cuantos individuos para desempeñar sus labores reales en
la vida y creía que se debía hacer algo para incorporar la educación administrativa al
nivel universitario. El nuevo departamento debería incluir en su plan de estudios una
educación liberal de administración de empresas que cubriera temas tales como, los
problemas de las huelgas, principios de cooperación, legislación mercantil, oratoria,
funciones de los bancos de liquidación, causas de los pánicos y crisis monetarias, la
naturaleza de los bonos, etc.

Henry Metcalfe
Metcalfe trabajó en la administración en el Arsenal de Frankford, descubrió que los
métodos tradicionales de organización y control que se usaban en la industria eran
despilfarradores e ineficientes. Su solución fue el desarrollo, en 1881, de un sistema de
control tan completa y exhaustivo que, años después de marcharse Metcalfe, el arsenal
continuó utilizándolo. Al igual que la de McCallum, la teoría de Metcalfe estaba basada
en sistema y control. Metcalfe visualizaba e insistía que toda la autoridad debía
provenir de una sola fuente, con un flujo de información detallada de gastos y logros
volviendo a dicha fuente; y eliminó trece distintos tipos de libros e informes que habían
sido usados regularmente en el arsenal de Frakford. Después de ser transferido a
diferentes arsenales, Metcalfe, continuó experimentando mejores técnicas de control
administrativo. Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos en 1886, probablemente
inspiró a Frederick Taylor a dedicar el trabajo de toda su vida a la administración
científica. En su conferencia, Towne destaca que la administración del taller es tan
importante como la administración de ingeniería en la eficiente dirección de una
empresa. Este pedía que la administración fuera considerada una ciencia con su propia
literatura, revista y asociaciones. Towne, se podían los empresarios beneficiar de la
experiencia de otros. En una segunda conferencia, «Reparto de ganancias», publicada
en 1896, Towne afirma que el reparto de utilidades no es un ajuste equitativo, ni una
solución correcta a un problema económico. El plan de Towne garantizaba una tasa de
salario definida para cada empleado, con la ganancia que cada departamento obtenía
sobre un nivel científicamente determinado, dividido al 50 por ciento entre patrón y
empleado. En su tercer ensayo «La evolución de la administración industria», escrito en
1921, Towne comparó el estatus de la administración científica en 1886 y en 1921,
observando particularmente los establecimientos de cursos de administración industrial
en escuelas técnicas y universidades y acreditando a F. W. Taylor como el apóstol del
movimiento científico.

Frederick Halsey
En 1891, Frederick Halsey presentó un importante trabajo ante la Sociedad Americana
de Ingenieros Mecánicos en el cual esbozaba sus ideas sobre salarios. Halsey estaba
fundamentalmente en desacuerdo con el plan de informe de ganancias de Towne, ya
que pensaba que las utilidades provenían de muchas otras fuentes aparte de la
producción de los trabajadores. Además estaba en completo desacuerdo con la
práctica prevaleciente de reducir la tasa de salario a destajo cuando el obrero estaba
percibiendo una cantidad de dinero demasiado grande. El «plan de primas» sugería la
determinación de un tiempo normal para efectuar un trabajo, con una prima que le sería
pagada al empleado por el tiempo empleado. Este plan garantizaba a cada trabajador
la paga completa de su día de trabajo más la prima si su iniciativa así lo requería. Bajo
el plan de Halsey, se les concedía a los trabajadores el tiempo que habían utilizado en
el pasado como norma. Se han desarrollado muchos planes de primas para pago de
salarios, pero el de Halsey se le considera una contribución original a la administración
por varias razones. En primer lugar, fue un intento de mitigar el antagonismo entre la
administración y los empleados causado por los salarios; y garantizaba una tasa diaria
o por hora basada en la actuación anterior del empleado más una prima adicional de un
medio a un tercio del ahorro logrado por el trabajador. Bajo el plan de Halsey, por tanto,
las ganancias del empleado no serían excesivas aún si doblaba su producción y el
patrón se vería tentado a reducir la tasa de la prima, ya que él, lo mismo que el
trabajador, se beneficiaba con la producción adicional. Finalmente, éste plan era un
avance sobre el plan de Towne, ya que en este último un aumento en la producción
implicaba una pequeña recompensa tanto para el buen como para el mal trabajador.
GRAN BRETAÑA
Podemos definir a la Revolución industrial, como una serie de transformaciones que
experimentó la economía inglesa en la segunda mitad del siglo XVIII. De un entorno
rural con sus costumbres campesinas, pasa a otro completamente diferente: un mundo
urbano e industrializado. Inglaterra y se expandió por el resto del mundo, lo que en un
principio fue un desarrollo de los avances tecnológicos, terminó por transformar a toda
la sociedad, conformando un sistema económico que hoy conocemos como
capitalismo. Se ha reflexionado acerca del porque la Revolución se dio en Gran
Bretaña y no en otros países, que compartían el mismo desarrollo de la agricultura, la
manufactura o el comercio. La razón quizás es que en Gran Bretaña existían muchas
regiones preparadas para adoptar las nuevas tecnologías, la demanda de productos
industriales fomentaba la aparición de nuevos métodos de producción, había mano de
obra disponible para trabajar en la nueva industria y capital para poner en marcha las
nuevas fábricas. Además existía una población más preparada y dispuesta a aceptar la
innovación que en otros lugares de Europa, además de poseer un marco institucional
adecuado. Para el obrero, el cambio fue incluso más fundamental, porque no solo
estaba en juego su ocupación, sino su propia forma de vida. Para muchos la
introducción de la máquina supuso por primera vez una separación respecto de los
medios de producción; para casi todos, la máquina impuso una nueva disciplina.
Sólo incentivos muy fuertes pudieron haber decidido a los empresarios para iniciar y
aceptar estos cambios; y sólo adelantos decisivos haber superado la resistencia de la
mano de obra al propio principio de mecanización. Una de las formas de producción
anterior a las fábricas, la más antigua, era el taller artesanal independiente, donde un
maestro contaba con la ayuda de un aprendiz o jornalero.

Una revolución en la agricultura


En las sociedades preindustriales, la agricultura era la actividad económica
fundamental, la que generaba la mayor parte de la renta y la que ocupaba la mayoría
de la población, aunque su bajo rendimiento solo permitía alimentar a una escasa
población no rural, se necesitaban dos hombres cultivando la tierra para conseguir un
excedente que pudiera ser vendido a un tercero de otra profesión. El crecimiento de la
población estaba limitado a la disponibilidad de tierras y al rendimiento de la agricultura.
La tierra se cultivaba con instrumento y métodos primitivos: arado tirado por animales,
abonos naturales, uso del barbecho, etc.; era muy dependiente de los ciclos naturales,
lo que provocaba períodos de escasez. La revolución agraria logró aumentar la
productividad a través de innovaciones tecnológicas y cambios en la propiedad de las
tierras que facilitan la adopción de esas innovaciones. El aumento de la producción se
dio no sólo por la extensión de la superficie cultivada, sino porque se consiguió una
mayor producción por hectárea.
El barbecho se eliminó al introducir sistemas de rotación de cultivos que permiten
regenerar el suelo a la vez que se cultiva.

La revolución demográfica
La sociedad preindustrial se caracterizaba por sus altas tasas de mortalidad y de
natalidad. La población era periódicamente diezmada por epidemias causadas por el
hambre, resultante de la baja producción agraria. La carencia de alimentos bajaba las
defensas y las epidemias se difundían, como consecuencia, volvía a bajar el
crecimiento demográfico. En Inglaterra entre 1750 y 1800 el ciclo malthusiano se rompe
y la población comenzó a crecer de manera continuada. La mortalidad baja y sigue
habiendo alta natalidad debido a diversos factores, como ser, las transformaciones en
la agricultura que se traduce en una mejor alimentación, a la revolución en los
transportes que hacía posible la importación del trigo, avances en la medicina y una
política más eficaz de higiene pública. La época del capitalismo es la de las grandes
migraciones económicas. Dentro de Europa, del campo a la ciudad, de los países
pobres a los industrializados o a zonas poco pobladas del este. La segunda gran
inmigración se produjo entre 1880 y 1914, y afectó a casi 20 millones de europeos; a
diferencia de la anterior, una buena parte de ellos, luego de unos años, volvían a su
país de origen y, en el límite, se encuentra la emigración «golondrina» de los italianos,
que cada año recogían la cosecha en su país y en Argentina. La emigración europea
tuvo consecuencias enormes en términos económicos y demográficos: hizo más lenta
la expansión demográfica y ocasionó un movimiento de capital en dos sentidos: el
dinero sacado por los emigrantes y el que mandaban sus familias abrió nuevos
mercados comerciales fomentó el aumento de salarios al reducirse la mano de obra y
el abaratamiento de la tierra al bajar su demanda alteró la distribución geográfica de la
población y contribuyó a difundir la cultura europea. De la herramienta a la máquina
hasta finales del siglo XVIII el hombre había utilizado herramientas que dependen de la
fuerza y habilidad de la persona que los maneja. Estos instrumentos pueden reproducir
los movimientos mecanizados que pueden repetir indefinidamente; cuando este
movimiento es inducido por un motor, surge la máquina. El primer sector inglés en
mecanizarse fue el textil, y dentro de éste, el del algodón. En 1733, el relojero Kay
patentó su invento conocido como la «lanzadera volante», que permitía tejer piezas
más anchas que la apertura de los brazos de un trabajador aumentando así su
rendimiento. En 1738, Wyatt y Paul logran incrementar también la productividad en la
hilatura registrando una máquina, que prescinde de los dedos humanos, obteniendo
hilo de algodón. Aunque la introducción de estos inventos fue lenta, no utilizándose
hasta 1760, significan una gran transformación en el ciclo de producción textil y el
primer paso de lo que se llamaría revolución industrial. Gracias a estos y otros inventos
el algodón pronto superó a la lana constituyéndose en el sector puntero de la
economía.
La industria del algodón
La máquina de Wyatt y Paul no tuvo el éxito que se esperaba, sus mecanismos no
estaban perfeccionados y producía hilo de baja calidad, por ello, para abastecer la
demanda de telares, Inglaterra se veía obligada a importar grandes cantidades de
hilados. De ahí al primer gran invento, que se produce en 1764 cuando un trabajador
llamado Hargreaves, casi por casualidad hace girar la hiladora mecánicamente en vez
de manualmente. Esta máquina de hilar se patentó en 1770 y fue conocida en toda
Europa como jenny; y en su primera forma tenía ocho usos y ya a finales de siglo
poseía de 100 a 120. Esta máquina logró aumentar la oferta de hilo y ahorrar mano de
obra.El segundo gran invento se dio en 1768, por un barbero llamado Arkwright, que
construyó la llamada «water frame», una máquina de hilar que usaba como fuerza
motriz la de un salto de agua , que a diferencia del invento anterior, sólo se podía
utilizar en fábricas. Gracias a estos aumentos la productividad creció
considerablemente. La primera reacción de los trabajadores ante estas nuevas
máquinas fue violenta, pues pensaban que cada una dejaría sin trabajo a varios
obreros. El tercer gran invento fue a finales de 1770, cuando el técnico Crompton
perfeccionó la mule jenny, que era un cruce de las anteriores, y que producía un hilo
fino pero resistente. Estas innovaciones provocaron la importación de grandes
cantidades de algodón en bruto de la India, Medio Oriente y Estados Unidos. Ahora
había hilo barato pero el bloqueo lo producía la lenta confección del tejido; el hilo se
estaba comenzando a exportar, en beneficio de las industrias nacientes de otros
países. Este bloqueo fue solucionado con la máquina de Cartwright, el sacerdote que
inventó el telar mecánico, ensayado en 1785 y perfeccionado y automatizado entre
1815 y 1840. Su aceptación fue lenta debido a las dificultades técnicas, que no se
solucionaron hasta principios de siglo, como a la resistencia de los trabajadores que lo
consideraban su enemigo, ya que venía a sustituir a una gran masa de obreros poco
especializados por un pequeño número de trabajadores capacitados. A partir de la
renovación de la hilatura y el tisaje se puso en marcha un proceso de mecanización de
todas las etapas de producción de tejidos. Estados Unidos. Gracias al descubrimiento
del cloro, la operación del blanqueado se redujo notablemente. En cuanto a duración y
la limpieza del algodón en rama también se mecanizó, así como el cardado y el
estampado. La fábrica de algodón era el símbolo de la grandeza industrial inglesa; el
obrero del algodón, la fuente de su mayor problema social: la aparición de un
proletariado industrial.

La energía inanimada
Las formas de energía, en vísperas de la revolución industrial eran la muscular , la
hidráulica, y la suministrada por el viento. Así que se instalaron fábricas a orillas de los
ríos que se llamaron molinos y eran movidas por ruedas hidráulicas. Como
consecuencia era de vital importancia la invención de la máquina a vapor y su
aplicación como fuerza motriz dentro de las fábricas.
Un paisaje de carbón y hierro
La madera, como combustible, fue sustituida por el carbón mineral; por otro lado su
utilización en la construcción fue reemplazada por el hierro. La metalurgia, necesita dos
ingredientes: un combustible y un mineral, que en el caso de la siderurgia, es el hierro.
La transformación del mineral no se hacía cerca de su mina sino cerca del combustible
y por tanto, su transporte resultaba más caro. Así las plantas de transformación
dependían de la existencia de un bosque cercano que, al ser consumido obligaba a un
nuevo traslado. De ahí la importancia del descubrimiento de la rentabilidad del carbón
mineral en los nuevos altos hornos. Debido a Abraham Derby, que en los primeros años
del siglo XVIII, hizo el descubrimiento a partir del coque. Con ello desaparecían los
obstáculos que impedían el desarrollo de la tecnología y el desarrollo de la siderurgia.
Entre 1830 y 1840, esto permitió incrementar y abaratar la producción de acero, la
siderurgia sustituyó al algodón y sería la base de su mantenimiento en Gran Bretaña
como primer país industrial. Además suministraba un material sólido y barato que era
imprescindible para una economía en vías de industrialización. Era utilizado en la
construcción de máquinas y, sobre todo, en el ferrocarril. Otro sector clave en la
revolución industrial fue la minería, muy importante en Inglaterra donde tenía una
explotación cuasi-feudal. Fue en este sector donde se aplicó por primera vez la
máquina atmosférica de Newcomen y donde se comenzaron a instalar raíles para el
transporte de mineral en vagones. Y el proceso continúa quizá la característica más
importante de la revolución industrial fue que abrió una vía de progreso que, para
sostenerse, debía ser constantemente renovada y perfeccionada. Entre 1875 y 1900 se
produce un avance tecnológico aplicado a la producción, que algunos han llamado
segunda revolución industrial; el cual se caracteriza por la producción industrial y
explotación comercial de nuevas fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo.
En 1914 la electricidad se había convertido en una industria mundial; su producción
constituía una ventaja relativa para los países no productores de carbón
incorporándose con éxito a la industrialización. La utilización del petróleo permitió la
invención del motor de explosión utilizado por Diesel desde 1892 y por Benz un año
más tarde. Con ellos se logra producir un acero más barato, se avanza en la industria
química, la armamentística y la agraria. A partir de la segunda guerra mundial se ha
producido una revolución científico-técnica en la que se destaca el desarrollo de la
electrónica, la informática y, la energía nuclear, con lo que se conforma una sociedad
postindustrial caracterizada por la automatización. Años anteriores a la revolución,
Francia parecía estar dispuesta a una rápida recepción de la Revolución Industrial y era
habitual la importación de máquinas de Inglaterra, pero se irá retrasando durante el
siglo XIX. Francia en comparación con Gran Bretaña, estaba peor dotada de las
materias primas necesarias en la primera etapa de la industrialización y su sistema
bancario estaba peor articulado. Entre 1815 y 1848 se puso en marcha la
industrialización. Aunque se produjo un fuerte crecimiento de la minería y la siderurgia,
se basó en las industrias de bienes de consumo como el jabón, el azúcar y el textil.
También en esta etapa comienza la construcción del ferrocarril.
Europea. Las protestas por este tratado hicieron que el Estado subvencionara la
industria metalúrgica para protegerla de la competencia exterior, y así favorecer su
modernización. La economía francesa continuó su desarrollo, pero más lento que Gran
Bretaña o Alemania. En 1870 se produjo un duro golpe a la economía francesa debido
al pago a Rusia de la indemnización de la guerra. En 1875 comenzó a reactivarse en
un marco proteccionista, tanto para la agricultura como para la industria. Se consolidó
el cultivo tradicional y el desarrollo fue lento y poco competitivo.Posee enormes
riquezas materiales que, si bien inició tarde su industrialización y con ayuda de
capitales extranjeros , pronto se desarrolló hasta convertirse, en la segunda mitad del
siglo XIX, en el primer país industrial del continente y en un peligroso rival de Inglaterra.

ALEMANIA
Estado en todo el proceso. El Estado prusiano, agente de la unificación política,
impulsó la economía como un medio para conseguirla. El primer paso fue el zollverein
o Unidad Aduanera entre los numerosos Estados alemanes. Fue creado por F. List,
donde aseguraba que sin la desaparición de las múltiples aduanas que separaban a los
estados alemanes, no era posible el intercambio de mercaderías, elemento necesario
para la industrialización. Así en 1834 se logró un zollverein general. En 1838 comenzó
la unidad monetaria, que hacía posible, y a su vez, exigía la construcción de una red
ferroviaria; este sector, a su vez fomentó el desarrollo de la siderurgia y la minería de
carbón. Así, Alemania, se especializó en la industria pesada y bienes de equipo. Su
comienzo fue próspero gracias a las indemnizaciones de guerra pagadas por Francia.
Las relaciones entre banca e industria fueron más estrechas que en ningún otro país.
Ya en 1914, los bancos alemanes poseían las dos terceras partes de sus carteras en
valores extranjeros. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, Alemania producía más
hierro fundido que Inglaterra y Francia juntas y más acero que estas dos más Rusia.

ESTADOS UNIDOS
Comenzó su industrialización a partir de 1820, se llevó a cabo gracias a la continua
llegada de emigrantes, gente emprendedora y arriesgada, que se encontraba en un
país nuevo y lleno de posibilidades. La inmigración hizo que la población se
incrementara, aunque la densidad de población seguía siendo menor que en Europa.
Esta presión poblacional actuó en dos sentidos. Por una parte, fomentó el rápido
desarrollo agrícola y ganadero, cuantitativamente a través de la extensión hacia el
oeste con asentamiento de colonos-propietarios, y cualitativamente al emplear los
métodos más modernos de cultivo. Por otra parte, fue agente del rápido desarrollo
industrial. Como en Inglaterra, su fuerte fue la industria textil, como también la industria
maderera y de la construcción. Estados Unidos fue capaz de producir su propia
tecnología; se adoptaron modernos sistemas de producción y gestión y se formó una
potente banca nacional. Luego al período de la guerra de secesión, que finalizó con el
triunfo de la opción industrializadora y capitalista frente a la agrarista y esclavista,
comenzó una rápida recuperación. Se benefició de la llamada segunda revolución
industrial, con la explotación de yacimientos petrolíferos, electricidad y automóvil. En
vísperas de la Gran Guerra, se había convertido en la primera potencia mundial. Entre
1827 y 1833 comienzan a sentarse las bases del sistema capitalista en España con el
Código de Comercio y la constitución de la Bolsa de Madrid. En 1914 el país no estaba
industrializado y la minería y la industria producían solo la cuarta parte de la renta
nacional, mientras que la agricultura todavía era responsable del 40 por ciento.
El primer problema de la industrialización española es su asincronismo, frente a la
sincronización inglesa, entre los cambios técnicos, económicos, ideológicos y políticos
que conducen al capitalismo. En el siglo XIX, a España se le ha aplicado el calificativo
de «economía dual», que es tradicional y moderna a la vez, «de subsistencia» y
capitalista. En agricultura subsiste, la de tipo antiguo, dedicado a abastecer el mercado
rural circundante, sólo una pequeña parte entra en el mercado. La España moderna y
capitalizada, de altos rendimientos, muy minoritaria, se localizaba en las zonas del
litoral mediterráneo. El pequeño taller artesano y la empresa familiar con técnicas
antiguas y poco capitalizada convivían con la próspera y avanzada industria textil,
minería y siderurgia. Otros problemas a destacar son: la escasa capitalización de la
agricultura; la importancia del capital extranjero en sectores fundamentales como la
minería o el ferrocarril; la pérdida del mercado colonial; la inadecuación de la estructura
bancaria que es escasa, débil y concentrada en Madrid, lejos de los centros
productores; se canaliza la inversión hacia el ferrocarril y hacia la renta pública.
El arranque de la industrialización se produce desde que el modelo liberal se asentó
tras el fin de la primera guerra carlista en 1840. Se crearon y desarrollaron empresas
industriales especialmente en Cataluña. El dinamismo industrial, especialmente en el
textil algodonero, se vio afectado en 1862 por la crisis de abastecimiento de materia
prima a causa de la Guerra de Secesión americana.1866, en Madrid y Barcelona.
Bilbao, las navieras.

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