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MAYORDOMÍA

Finanza para Cris anos

-Eres el resultado de tus eleccionesMario Alberto Hernández


Alvarado

Mayordomía, finanzas para cris anos.


-Eres el resultado de tus elecciones
Dedicado a: Quienes construyen su propia historia. Quienes
cambian la historia.

INTRODUCCIÓN

Nací en una familia con un profundo arraigo cris ano. Mis padres
conocieron el mensaje de salvación después de sus primeros años
de matrimonio. Mi padre, Juan José, originario de Matamoros,
Tamaulipas, ciudad fronteriza colindante con los Estados Unidos de
América, con estudios de contabilidad y trabajos en áreas
financieras. Mi madre, Julieta, originaria del Doctor Arroyo, al sur
del Estado de Nuevo León, quien se realizó como secretaria de
profesión y en sus úl mos años, ambos se convir eron en agentes
de ventas de una gran corporación.

Don San ago Alvarado Mar nez y Doña Cipriana Castañeda


Mar nez, fueron mis abuelos, descendientes de españoles nacidos
en suelo mexicano. Como otros inmigrantes, la familia hizo su vida
junto a los fundadores de un prodigioso con nente, asentándose
en un territorio dedicado a la agricultura, la ganadería y a la
minería.

A pesar de la prosperidad del desarrollo de la región, siendo los


padres de Don San ago dueños de algunas minas, este decidió
tomar un rumbo dis nto. El amor al estudio y a la escritura le
cau vó por sobre los asuntos económicos, convir éndose en
maestro rural desde 1918 hasta la década de los 70´s, impulsando
el conocimiento por la región, terminando como director de una
escuela hasta su fallecimiento en 1975.

La pasión por la escritura y su temprana educación le colocó como


coautor del libro “A cien años de Doctor Arroyo”, editado en 1920,
(a sus 21 años). Su pasión por la inves gación y las letras le
consolidó como redactor de ar culos para la revista “El Iris”, con
sede Matehuala, San Luis Potosí, a unos 40 minutos. La memoria de
Don San ago se preserva con una secundaria que lleva su nombre,
y dos calles por igual; los cronistas del estado le ubican como un
personaje ilustre de Nuevo León.

Existe otra información quizá menos conocida, más del interior de


la familia en el área financiera y que me man ene ligado a los
valores que hacen grandes a las personas. Don San ago fue una
persona generosa. En una región con escasez de lluvias, y después
de que se agotaban los recursos de las minas, los hombres del
campo se movilizaban con sus familias para emigrar al país del
norte. No todos tenían esta posibilidad, algunos sin contar con
recursos para el largo viaje, se acercaron a Don San ago para
“apalancarse” de sus recursos, solicitándole algún préstamo.

Al no contar con garan as para la devolución del dinero, y que la


mayoría no regresaba, ante el riesgo que implicaban los peligros de
la travesía, dejaban sus erras en garan a de pago. Dejaban atrás
su pasado y sus bienes; sin embargo, aunque se tuvo el derecho de
la posesión de erras contando con las escrituras que lo avalaran,
jamás hizo uso de los terrenos en prenda hasta el día de hoy.

Esta pequeña historia sirve para transmi r el compromiso que me


obliga a seguir los pasos de un gran hombre. Primero como
promotor de la educación, desarrollando exitosamente las
habilidades de la enseñanza empírica para los más alejados de las
letras, en los polvorientos caminos hace más de cien años.
Segundo, por el compromiso que da la oportunidad de transmi r lo
recibido como un regalo de Dios construido a lo largo de mi vida.

Es por estos orígenes que espero, mis aportaciones, trabajo y


compromiso, produzcan el bienestar necesario en la mayor
can dad de personas alcanzadas. Es parte del proceso de alguien
que desea el bien, pues mi compromiso más grande es:
democra zar la información financiera.

Tengo el deber moral de poner al alcance de los demás, mis


búsquedas y hallazgos en los campos bíblico, teológico y financiero.
No hay mejor oportunidad que la época que vivimos para lograr
este come do. La era de la informá ca, la digitalización y la
profundidad de la comunicación en red, nos posiciona como una
sociedad privilegiada por las herramientas de transmisión masiva
del pensamiento.

Después de haberme conver do en inves gador y compilador de


temas aplicables para la vida espiritual, familiar y financiera, surge
la necesidad de unir los puntos de las diferentes disciplinas a las
que me he conectado, realizando una red de conocimientos que se
condensa en este material. Con este pequeño libro pretendo de
manera general, agradecer y glorificar a Dios al compar r
nutrientes informa vos que generen los cambios necesarios para
realizar una mayordomía financiera, bajo los principios de la fe
cris ana.

Deseo que el material que enes en tus manos, sirva de ayuda para
lograr los cambios en nuestra cas gada América la na, en los
asuntos de desarrollo económico y de la administración de nuestra
mayordomía.

“El que ene lo bastante para poder hacer bien a otros, es rico”.
Thomas Browne (1605-1682)
Médico y ensayista inglés.

Mario Alberto Hernández Alvarado Autor


Contenido
INTRODUCCIÓN .................................................................. 2
1. ¿Finanzas para cris anos? ........................................... 6
2. Sabiduría financiera vs Inteligencia Financiera. ..15
3. Espiritualidad y prosperidad..................................... 26
4 Casos financieros en las Escrituras. ........................ 36
5 Casos financieros en Proverbios. ............................. 48
6 Ofrendas de gra tud: “Primicias”. ...........................57
7 Diezmos y Ofrendas de gra tud. .............................. 68
8. “Iniciando mi negocio”.................................................77
9. Cinco procesos de todo negocio. ............................... 88
10 El bien que producen los negocios. ....................... 94
11 Publicidad de su negocio. ......................................... 100

1. ¿Finanzas para cris anos?


“En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio
todo lo despilfarra”. Proverbios 21:20 (Nueva Versión Internacional)

l primer capítulo del libro parte de una pregunta: ¿Finanzas para


cris anos? Comenzar con una pregunta no es causado por la duda.
Porque preguntarse sobre las cosas, es la manifestación natural que
surge cuando tratamos de encontrarnos con la verdad. Buscar la
verdad es explorar las posibles respuestas sobre los

porqués de la vida. Por esto es que las Escrituras narran


perfectamente lo que es y lo que existe, con el fin de proporcionan
las respuestas que necesitamos para vivir de manera correcta.
Dios nos enseña a través de preguntas que debemos responder.
Dios pregunta al hombre: ¿Dónde estás tú? Preguntó a Adán, para
que él mismo descubriera su desobediencia. ¿Dónde estabas
cuando yo afirmé la erra? Pregunta a Job para ubicarlo como
criatura.

Jesús también hace excelentes preguntas: ¿Quién dicen las gentes


que es el Hijo del hombre? Preguntó a sus discípulos ¿Eres maestro
en Israel y no en endes esto? Dijo a Nicodemo: ¿Pedro me amas?
Preguntó a este discípulo.

También el hombre se hace preguntas en las Escrituras: ¿Qué es el


hombre para que tengas de él memoria y el hijo del hombre para
que le visites? ¿Si el hombre muriere, volverá a vivir?

Hacer preguntas ha sido la forma en que la humanidad verbaliza lo


que sucede. Sin embargo, hacer preguntas en sí mismo no siempre
garan za que elaboremos respuestas y teorías que permitan
describir la realidad. Si la respuesta no permite describir con la
mayor exac tud lo que sucede, probablemente el problema no esté
en la respuesta, el problema se encuentra en la pregunta.

Este es el mo vo de iniciar esta serie con una pregunta… ¿finanzas


para cris anos? Con ello hacemos una invitación a descubrir la
realidad sobre un tema tan controver do en círculos de fe… ¿No es
esto contradictorio? ¿Como creyentes deberíamos preocuparnos
por nuestra economía? ¿Nosotros a quienes se nos dice que no
pongamos nuestra vista en las cosas que están en la erra, sino en
las que están en el cielo? Pues sí, finanzas para cris anos.

Para acercarnos a responder quiero expresar que, en primer lugar


debemos sen rnos seguros de que lo que vamos a hacer por este
medio es buscar una respuesta que esté perfectamente validado
por las Escrituras. La Biblia aborda los temas necesarios para
mantener sanas nuestras finanzas. Solo que, las respuestas no
siempre están en la superficie, no siempre saltan a la vista en el
texto bíblico.

Algunas de estas respuestas se encuentran como los diamantes, en


niveles profundos de interpretación, pero cuando salen a la luz,
descubrimos que están perfectamente congruentes y alineadas con
los principios bíblicos, ya que describen de manera convincente la
realidad de lo que existe.

El ámbito financiero es un tema polémico, pero no solo en el


sen do de los afanes de la vida. Es incluso un tema que ha orillado
a algunos a alejarse de Dios. La realidad gris en el mundo hace que
algunos se sientan decepcionados, ¿Por qué? Porque algunas de las
preguntas famosas entre los que sos enen al ateísmo son: ¿por
qué existe la pobreza? ¿por qué Dios permite que haya hambre en
la erra? Y si escalamos estas preguntas por otras áreas, ¿por qué
existe la violencia? y la pregunta que concluyen los más duros
incrédulos, ¿Por qué existe el mal?

Entonces, en la construcción de teorías que respondan a las


realidades que el mundo ve, surge una hipótesis: por cuanto existe
la pobreza, el hambre y la muerte, Dios no existe. ¿Qué clase de
Dios permi ría que la fatalidad exista? ¿Qué clase de Dios,
teniendo el poder de detener toda especie de mal, deja que
sucedan las cosas que nos hacen daño? Esta es la gran incógnita de
la cual la mayoría no ene una respuesta convincente.

Sin embargo, como hemos dicho, una teoría será verdadera o falsa,
en cuanto tenga la capacidad de describir perfectamente la
realidad. Cualquier teoría debe describir lo que es y lo que ocurre
para que sea verdadera, si no lo hace, es falsa. Pero antes de hablar
de las respuestas recordemos que para que haya una respuesta
válida, la pregunta debe ser válida también. Y a pesar de que
parezca una teoría lógica, el planteamiento de las preguntas de los
inconversos sobre por qué no creen en Dios, no son correctas por
lo siguiente.

Hay elementos de la realidad en el mundo que son incausadas. Es


decir, que no enen una causa que las origine, son más bien, el
estado natural de la existencia. Así, fenómenos como la pobreza, el
hambre y la muerte son incausadas… son el estado natural del
universo.

Para demostrar que la pregunta no es correcta, podemos someterla


al tes monio escritural que se encuentra en el libro del Génesis,
donde en sus primeros textos se demuestra que la naturaleza del
universo, es el desorden, el vacío y la oscuridad. El universo se
podría describir en términos sicos de acuerdo al Génesis como
una realidad doble: fría y oscura, desordenada y vacía. No existen
causas, para la oscuridad y el frío; el desorden y el vacío, son
realidades incausadas.

Lo que sí ene causa es el orden, la luz y el calor, el orden y el


contenido del mundo. Y con ello la vida, fueron creados por la
intervención directa de Dios. La oscuridad no ene una explicación,
lo que hay que preguntarse es por qué existe la luz, por qué el calor
aparece generalmente junto a la luz. Esta es causada por una
energía, por una radiación calórica que genera un espectro
luminoso al que el ojo humano puede dis nguir.

El orden tampoco es algo natural, lo natural es el desorden y el


vacío. Esto lo puede verificar con el estado en que se encuentran
los demás planetas del sistema solar, no existen las condiciones
para que se genere la vida. Los primeros cuatro planetas rocosos,
Mercurio, Venus, Tierra y Marte, a pesar de parecerse en ser de
materia sólida, solo el tercer planeta ene una atmósfera creada
por condiciones que han permi do la vida. Estando ausentes estas
mismas condiciones en los otros tres planetas, imposibilita que aún
los microorganismos tengan posibilidad de conver rse en el hogar
de la vida orgánica, como la flora y la fauna de nuestro planeta.

De la misma manera, los siguientes planetas, Júpiter, Saturno,


Urano y Neptuno, como planetas gaseosos con enen una
atmósfera tóxica que hace imposible el orden y la vida. Al contrario
de la pregunta sobre ¿Por qué existe la muerte? La evidencia nos
dice que la vida no es natural, lo natural es la “no existencia”. La
vida es más bien, el resultado de la intervención de Dios. Por qué
existe la muerte, simple, porque Dios creó la vida, y solo muere lo
que está vivo. Cuando algún ser vivo muere, simplemente regresa
al estado natural de la no existencia.

Quiere decir que la fe en Dios ene mejores preguntas que los


postulados de quienes no creen en él. Porque mientras que los
incrédulos se centran en los nega vos, como la muerte, la
enfermedad, la pobreza, la violencia, nuestra fe se sos ene en que
Dios ha creado la vida en un ambiente que no era propicio para la
existencia. Dios inicia diciendo: “Sea la luz y fue la luz”, Génesis 1:3,
y de esta forma inicia la creación y el orden de lo creado.

Creemos en Dios no porque exista o no el mal, sino todo lo


contrario, porque su intervención ha causado, es decir, ha originado
el bien, y esto está reconocido miles de años después cuando el
escritor de hebreos dice: “…de modo que lo que se ve fue hecho de
lo que no se veía”, Hebreos 11:3. En este sen do, la pobreza
también es una de las realidades incausadas de este mundo. Por
ello es que no debemos preguntarnos de las causas de la pobreza,
sino más bien, debemos preguntarnos por las causas de la riqueza.

La pobreza no es el resultado de la civilización, como tanto se


empeñan en culparnos los polí cos ávidos de votos y seguidores, si
somos conscientes de las realidades que describen las mismas
escrituras no debemos dejarnos llevar por lo que popularmente se
dice. Los creyentes tenemos las Escrituras que dan la respuesta
correcta. La pobreza es el estado natural del ser humano. Podrá
usted recordar las palabras del siervo Job cuando declara:
“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá.
Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” Job
1:21.

Entonces, el enredo y la falacia de buscar las causas y a los


causantes de la pobreza, hace preguntarnos por quién es el
culpable, el capitalismo, la civilización, los ricos. La verdad es que
ninguna de estas respuestas es correcta. La pobreza es el estado
natural del ser humano. Todos los que llegamos a esta erra,
poseemos algo, porque alguien más trabajó para que nuestra vida
fuera posible, un lugar donde recostarnos, alimento para
sustentarnos, una vivienda donde crecer. La humanidad ha estado
saliendo de la pobreza poco a poco, pero de una manera muy
exitosa. Porque la pobreza y el hambre, la falta de recursos para
sobrevivir han sido las caracterís cas consustanciales de la
humanidad, hasta empos rela vamente modernos.

La sociología moderna y una can dad de economistas se han


esforzado para decir que el capitalismo o la civilización ha causado
la pobreza con argumentos demasiado pobres para ser verdad.
Porque si nos situamos en un ciclo de comparación histórica de
larga duración, encontramos que antes de hace unos 250 años en
que inicia la era industrial, el 98% de la población mundial era
pobre.

“El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en su mal uso”.


Mahatma Gandhi (1869-1948) Polí co y pensador indio.

La pobreza y el hambre han sido las caracterís cas de la humanidad


hasta empos rela vamente modernos. La humanidad ha estado
saliendo de la pobreza en un empo rela vamente corto, de tal
forma que ahora la medición estadís ca indica que la pobreza
disminuyó de un 98 a un 15% a nivel mundial. Se cataloga en
pobreza extrema, a quienes sobreviven con dos dólares diarios.

Y esto es también rela vo en comparación de la pobreza que ha


habido en el mundo, ya que dos dólares diarios permiten un
conjunto de bienes que evitarían que una persona muera de
hambre. Serán muy pocos por supuesto, pero los bienes
disponibles cada vez están al alcance de más personas. Antes de la
era industrial la muerte por desnutrición no solo estaba en el
con nente africano, donde algunas vastas regiones siguen sin
acceder al progreso que ha permi do salir de una escasa
economía.

Y qué hizo esta grande diferencia, la mul plicación y


transformación de la materia. No es un secreto que los países
industrializados lo han llegado a ser, porque en su carrera por el
progreso en favor de su gente, han transformado la materia prima,
propia o adquirida en otros países, generando valor agregado a sus
productos. Por el contrario, los países pobres, aunque posean una
gran riqueza en bosques, ríos y demás recursos naturales, al no
industrializarse para generar este valor agregado, venden sus
materias tal como se encuentran en la naturaleza. Así mismo estos
países venden mano de obra barata de sus pobladores a las
trasnacionales que se ubican entre sus ciudades.

La mayoría de los países la noamericanos son países ricos en


recursos, pero empobrecidos por la falta de mecanismos y
competencias que les permitan comercializar productos de mayor
valor. Podemos decir que se trata de países ricos, pero
empobrecidos. Mientras que los países de industrializados, no
contando recursos naturales algunos de ellos como los que
tenemos nosotros, son naciones pobres pero enriquecidas. Porque
los capitales que aportan a su producción, son mayores para el
mejoramiento y calidad de sus productos.

Existen además dos elementos que permiten que las personas


cambien su situación económica y que enen que ver con esto
úl mo que acabamos de mencionar. En primer lugar, recurriendo
nuevamente al Génesis, pero ahora en su capítulo 2, verso 8,
encontramos el siguiente texto: “Y Jehová Dios plantó un huerto en
Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado”. Dios
plantó un huerto en Edén; posteriormente en el verso 15 del
mismo capítulo dice el escritor: “Tomó, pues, Jehová Dios al
hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo
guardase”.

Estas dos escenas, la primera que presenta a Dios plantando un


huerto, y la segunda que describe una función para el hombre
labrando la erra, no son otra cosa sino la transformación de la
materia. ¿Para qué se planta un huerto? ¿Para qué se llama a
alguien a que lo labre como Dios puso a Adán en el Edén? habiendo
todo género de frutos en abundancia, pensaríamos que la
producción de los árboles y plantas sería suficiente. No obstante
Dios quiere que haya algo más que lo que hace la naturaleza con
sus propios procesos. El ser humano ha sido puesto en esta erra
para potenciar los recursos que existen.

Dios le está dando una lección de mayordomía al hombre, “trabaja


la erra, transforma la materia” en otras palabras, la humanidad
está puesta aquí para que mul pliquemos lo que Dios ha delegado
en nuestras manos. Plantar y labrar son actos que potencian lo que
recibimos en su estado natural. Es así que encontramos una
ecuación que permi ría que hubiere alimento para la humanidad si
queríamos mul plicar esta erra: Naturaleza + Dios + hombre =
Necesidades resueltas.

¿Y en qué términos estamos uniendo el concepto de mayordomía


con los procesos financieros? Ordinariamente hemos hecho una
definición sobre mayordomía en el sen do de cuidado y resguardo.
Pero mayordomía en términos bíblicos, no es resguardo;
mayordomía es mul plicación, es mejorar aquello que
encontramos en este mundo y potenciarlo al máximo de sus
capacidades. El cerebro humano no está hecho para emprender,
sino para cuidar y proteger. Cuando esto se logra, llega un
momento de sa sfacción que hace que se deje de crecer y de
luchar. Sin embargo, Dios en su mandato de labrar la erra, va más
allá de dejar las cosas como son.

La humanidad no solo debe desarrollar sus habilidades y talentos


para mejorarse a sí mismo, debemos mejorar el entorno en que
nos encontramos. Si el propósito de Dios es que mul plicáramos
nuestra especie y así llenáramos la erra, esto tenía el propósito de
potenciar sus recursos y hacer este mundo aún mejor.

Tenemos el gen divino de la creación, somos crea vos, hemos


desarrollado herramientas para sacar provecho de lugares
desér cos, hemos construido nuestros hogares recolectamos, y
después mejoramos Logramos salvar nuestra especie de dis ntos
problemas climá cos, geográficos, atmosféricos y lo seguiremos
haciendo. Porque quien nos creó puso en nosotros un cerebro que
permite pensar soluciones para cada desa o que se nos presenta.
con materiales que primero las técnicas de construcción.

Y entre más crecemos los problemas se mul plican, pero las


soluciones cada vez son mejores y en nuestro empo de menor
impacto ambiental. A la vez nos hemos dado cuenta, que no
podemos mul plicar la producción si las acciones no son amigables
con el medio ambiente.

Yo preguntaría, cómo es que ocurre el milagro de que en la ciudad


donde usted vive, miles de personas tengamos comida en la mesa
todos los días, por lo general tres veces al día, sin que nos
dediquemos a sembrar, cul var ni cosechar lo que consumimos.
¿Se había hecho antes esta pregunta? Bueno pues, aunque no la
haya hecho antes la realidad es que esto ocurre todos los días,
durante todos los años que haya vivido.

Esto, como decía Adam Smith, primer referente de la economía,


sucede por la división del trabajo, en donde la interrelación de
ac vidades de producción y de servicios, permite que mientras que
unos siembran, otros cocinan pan, algunos más tejerán telas y
otros crearán ropas. Las industrias del ves do, los alimentos, y
todos los bienes y servicios, directa o indirectamente permiten
tener acceso a bienes que impactan en contar con recursos
alimen cios suficientes, es decir, de al menos dos mil calorías
diarias por persona.

La mayordomía, es la mul plicación de lo que Dios ha dispuesto en


nuestras manos, y fue el factor que permi ó no solo una buena
alimentación, sino también una mejora en la calidad de vida por
medio de la invención de máquinas y herramientas que facilitan el
trabajo, que cargan por nosotros lo que antes llevábamos en las
espaldas. Pero también ha creado los avances cien ficos que, en
áreas de la salud, sin temor a equivocarme, ha salvado de la
muerte a nuestra generación, creando una tasa de vida de más de
70 años en la mayor parte del mundo.

¿Cómo ha ocurrido esto? Creando mejores medicinas,


mul plicando los métodos de producción de alimentos, atendiendo
a las mujeres en la etapa de gestación junto con el embrión,
eliminando cada vez más el trabajo que involucra la fuerza sica,
sus tuyendo la fuerza humana y animal por máquinas que hacen el
trabajo pesado por nosotros.

¿De qué otra manera? con mejores métodos de higiene que nos
alejan de las enfermedades que antes mataron a miles de
personas. Contando con agua potable, con vacunas que previenen
las enfermedades a causa de virus, y un sin n de elementos que
hacen que el índice de calidad de vida sea mejor para cada
generación. ¿Y qué ene que ver la economía con todos estos
avances? Bien, pues la economía es la base de cualquier proyecto,
por más noble que este sea.

Con el fomento del ahorro y de las inversiones, las personas


pueden dedicarse a alguna área que permita la mejora en la calidad
de vida. Los proyectos requieren dinero para pagar a los
inves gadores, para comprar las materias y los equipos necesarios,
etc., por lo que el tema financiero no solo es un tema de valor
monetario como algunas posturas pretenden, sino que, por medio
del incen vo del pago por algún producto o servicio, las personas
contribuirán en su conjunto o por separado a mejorar nuestra
sociedad.
Por ello, el tema de este libro, Mayordomía, finanzas para
cris anos, es un tema enfocado para creyentes. Porque los
creyentes debemos contribuir en la mejora de la calidad de vida,
siendo luz en la oscuridad; no adormeciendo las potencialidades
que Dios nos ha dado; sino con la invitación divina a contribuir por
el bienestar de nuestra sociedad y a la mejora del mundo en que
vivimos.

Esperamos que al inicio de estos temas logremos proporcionar


claridad sobre la importancia de mantener finanzas saludables en
nuestra familia como un compromiso que todo creyente debe de
tener. No solo consigo mismo, sino con la humanidad.

2. Sabiduría financiera vs Inteligencia Financiera.


“La riqueza, después de todo, es algo rela vo, ya que el que ene
poco y quiere menos es más rico que el que ene más y quiere aún
más”. Charles Caleb Colton (1780-1832) Poeta inglés.

n nuestro capítulo dos abordaremos el tema sobre Sabiduría


financiera, frente al tema que se debate en las escuelas de
negocios como Inteligencia Financiera. inteligencia Financiera es un
término correcto en el sen do prác co. Se trata de aumentar el
coeficiente financiero personal y empresarial para el manejo y

mul plicación de nuestras finanzas. Sin embargo, el propósito de


crear riqueza, no es el disfrute del dinero en sí mismo. El propósito
es aumentar nuestro conocimiento sobre los recursos, y ene que
ver con la mayordomía, que es el cuidado y la mul plicación
inteligente de lo que Dios pone día a día en nuestras manos.
En mi paso por la Licenciatura en Finanzas y Administración de
Negocios, y en la experiencia por más de cuatro años como
Tesorero General de una iglesia con presencia en toda la república
mexicana, además del servicio como pastor de más de siete años,
luego de pasar cuatro años por un seminario ministerial, he
aprendido de autores de diversas disciplinas. He caído en cuenta
que se descuidan ciertos tópicos rela vos al manejo del dinero, a la
decisión de comprometernos con el ahorro, la habilidad para hacer
inversiones y la pericia en los negocios.

Aprendí en las aulas de la universidad sobre ciertos conceptos y


técnicas para ahorrar y para inver r. Generalmente las personas no
ven estas asignaturas a pesar de que los temas nos acompañan a
diario. No obstante, aunque se posea la información correcta, si
esta no viene añadida con un carácter firme y decidido, y si no le
agregamos la ac tud adecuada, la comprensión sobre lo que
significa y en qué se convierte el dinero, en vez de acercarnos, nos
alejará de cumplir las metas que están a nuestro alcance.

He dado asesoría a contadores, ingenieros, doctores, taxistas,


empresarios y un sin n de personas que trabajan día a día por
llevar bienestar a sus familias. Ninguno hasta el momento había
tenido un plan financiero claro como cuando fuimos revisando su
riqueza neta, tomándonos el empo para hacer una corrida
financiera, dando consejos que requerían para ordenar sus
finanzas, porque en los casos mencionados ninguno sabía
realmente lo que tenía como riqueza neta. Mucho menos, cuáles
eran sus posibilidades de mejorar.

Como pastor y administrador de una ins tución religiosa, no puedo


solo hablar del tema del dinero, mis conocimientos bíblico
teológicos me han permi do conjuntar dos disciplinas, la financiera
y la teológica. Por ello es que el conocimiento financiero que
comparto en este libro está estrechamente relacionado con el
conocimiento teológico de las Escrituras. Es mi responsabilidad en
este momento, hablar sobre temas financieros y de mayordomía de
acuerdo a los principios bíblicos que con enen la voluntad de Dios
para los creyentes.

El tema de finanzas para cris anos, ene que ver con el valor de lo
intangible, con humanizar nuestras finanzas y explicar los términos
técnicos con calidez y a la luz de la Palabra. Los creyentes no
perseguimos la creación del dinero para conver rlo en un ídolo,
sino construir un patrimonio que dé certeza a nuestra familia sobre
su futuro, y contribuir a la mejora de nuestro entorno en los
aspectos de bienestar social.

Seguramente usted ha tenido la experiencia de quienes hablan


sobre el tema del dinero como un poder y como un medio para
alcanzar los anhelos de grandeza. La sabiduría financiera ofrece un
paradigma dis nto, porque nuestro modelo financiero y económico
se basa en potenciar el bien de lo que existe en la mayor can dad
de personas que sea posible, además, porque: “El principio de la
sabiduría es el temor del Señor”. Proverbios 1:7

Nuestra economía debe tener como fin úl mo, aportar el mayor


valor en la generación de mejores condiciones de vida para el
mayor número de personas. Cuando alguien crea una empresa,
abre espacios que no exis an para que otras familias se beneficien
de un salario, así como de una serie de interrelaciones comerciales
que permiten que dueños de locales, proveedores, transpor stas,
productores, empleados, se vean beneficiados por nuestra
ac vidad comercial. Cada vez que se crea un negocio con este po
de condiciones, aportamos niveles de bienestar en un mayor
número de personas.

El dinero se crea mediante las inicia vas mercan les que surgen de
las negociaciones. Por ejemplo, quien busca construir una
propiedad, ocupa sus ahorros para pagar al dueño de un terreno,
este, con el paso del empo adquirió plusvalía, es decir un plus en
el valor entre el precio que lo compró quien fuera el dueño original,
y el precio que pagó quien finalmente va a construirlo.

Al comprar los materiales como ladrillos, varillas, cemento, grava y


toda la materia prima para los acabados, habrá puesto en
movimiento su dinero con el que otras familias tendrán para
sa sfacer sus necesidades con la venta de estos productos. Lo
mismo ocurre cuando pagamos al constructor, y este a sus
trabajadores. Al final esa construcción no pierde su valor, sino que
se mul plicar la inversión. Es decir, desde que se compró el terreno,
hasta que se construyó y vendió, es posible que se haya duplicado
el dinero circulante en este ciclo comercial.

Con este ejemplo podemos comprender algo muy importante que


usted debe comenzar a iden ficar. El dinero no es un stock cerrado
que cambie de manos entre ricos y pobres. El dinero se crea de las
interrelaciones comerciales que realizamos todos los días, es el
resultado de la energía impresa en un trabajo, es el interés que nos
pagan cuando hacemos un buen negocio, porque creamos algo que
no exis a. Por otra parte, es una falacia mezclar asuntos como
pobreza y desigualdad, es pretender que el hecho de que unos
sean ricos y otros no, provenga de una mala distribución de la
riqueza. La riqueza no se distribuye, se genera, se produce.

No podemos negar que existe desigualdad y necesidades, pero


todos podemos crear mejores condiciones, lo que nos ha faltado es
educación y sen do prác co para crear una mejor economía. El
dinero no se reparte, el dinero se crea de nuestro trabajo. Cierto
que para unos será más di cil hacer dinero que para otros. Cierto
que algunos trabajan de sol a sol con los mismos resultados, pero el
problema no está en la economía global, el problema está en que
no se ene la información correcta ni la disciplina para permi rse la
creación de su propia riqueza.

Por esto mismo, mi compromiso es democra zar la información por


medio de este recurso que ene en sus manos, porque no se trata
de trabajar más, sino de hacerlo correctamente, buscando obtener
una mejor u lidad. Esto que pasa con el ejemplo de la construcción
de una casa, donde se generaron recursos económicos en cada
transacción, ocurre todos los días en cada compra, cada vez que
sacamos el dinero de la cartera y lo regresamos al ciclo comercial.

El dinero que usted ene en sus manos o en su cartera, ha pasado


por muchas personas en un sinnúmero de relaciones inter
comerciales. El siguiente ejemplo se alinea con esta teoría. Si el
dinero fuera un producto de consumo, por ejemplo, unas naranjas,
al momento de cambiar de manos, esas naranjas alguien tendrá
que consumirlas antes de que se echen a perder, y al momento de
hacerlo, habrá terminado el ciclo comercial. Pero el dinero es un
bien de intercambio, quizá cuando llegó a nosotros haya pasado
antes por miles de manos comprando productos y pagando
servicios sin que se agote su poder de compra.

Si busca entre los billetes o monedas que ene en su bolso,


encontrará el más an guo, de unos cinco o diez años de
an güedad. Imagine cuanta circulación ha tenido esa simple
moneda, ¿Cuántos bienes se han comprado? ¿Cuántos pagos se
han realizado con ese billete? El dinero se mul plica en el uso
corriente que se le da en cada adquisición, por medio de los
mecanismos ins tucionales que permiten que compremos
libremente.

Lo que en este momento usted ene en su cartera o en una cuenta


de banco, no podremos saber cuántas veces se ha u lizado para
comprar medicinas, comida, ropa, o para pagar el transporte. Y
como decimos, esto ocurre cada vez que ponemos el dinero en
circulación, cuando sale a comprar su despensa, o cuando compra
los materiales escolares de sus hijos.

No existe un stock fijo del dinero, el dinero se sigue mul plicando


en cada compra y venta que realizamos por medio de las
ins tuciones que permiten la interrelación comercial. Cuando
compro o vendo algo que consumo en corto plazo con cincuenta
pesos, par cipo en una relación de corto alcance, estoy en el ciclo
del consumo. La sabiduría financiera me da una perspec va de
mayor amplitud y de un valor intangible, porque me permite
experimentar con sa sfacción, el bien que producen mis compras y
mis inversiones, aunque no las pueda ver.

Aunque no puedo seguir esos 50 pesos y conocer todas las manos


que lo han tenido y las compras que se han logrado, esos mismos
cincuenta pesos no desaparecen en las manos de quien los recibe,
volverán tarde o temprano a comprar lo que con cincuenta pesos
se puede comprar todas las veces que sea u lizado por otras
personas. Cuando ahorro mi dinero, lo que estoy haciendo es
postergar el gasto, trasladarlo hacia el futuro, ya sea que encuentre
una buena oportunidad para inver rlo, o que esté en espera de
ahorrar más dinero para lograr una compra de mayor valor que no
se consuma en el corto plazo.
Gastar nuestros recursos sin sabiduría financiera nos ubica del lado
equivocado del comercio, y ese lado equivocado es el de los que
u lizan sus recursos de cada salario o de la u lidad de su negocio
solo en consumir. Claro, tenemos que consumir y gastar lo que
tenemos en los básicos de la vida, como vivienda, comida y ropa,
pero no todo lo que tenemos debemos de gastarlo. Aprende a
disciplinar tus compras, trata de que te queden excedentes
después de gastos, que permitan ahorrar para posteriormente
inver r en cosas de mayor valor, que incluso produzcan ac vos que
generen flujo de efec vo.

Quienes no se ubican en la cadena del comercio como productores


o generadores de riqueza, solo están consumiendo. Gastan
rápidamente lo que tanto trabajo les implicó adquirir. El ciclo
comercial del dinero de un consumidor es demasiado corto.
Termina en el café que compramos todos los días, o en los
productos que adquirimos sin pensar si los necesitamos o no.

Generalmente los consumidores enen un desorden cortoplacista.


Pagan a diario sus consumos que son por lo general inversiones de
baja calidad, no importa si lo que compran es de buena marca,
porque esto que consumen, por lo general no mejora sus vidas. Los
consumidores que no ahorran e invierten carecen de sabiduría
financiera. Las inversiones y gastos de los consumidores
cortoplacistas, no son de mayor valor que el salario neto mensual
que reciben.

Así que, por ejemplo, redondeando en la moneda del país que tú


seas, si alguien gana 100, y gasta esos cien, logró entonces comprar
cosas de 10, 15, 30, o hasta 50, y digamos que con los 50 que le
restaron pagará lo que le cuesta vivir, como la comida y vivienda.
Pero al final de cada mes se habrán consumido sus 100, y estará
ansioso por recibir su próximo pago porque se ha quedado sin flujo
de efec vo.

Con este es lo de vida, será di cil para un consumidor cortoplacista


comprar algo de 200 o de 500. Para comprar algo más que lo que
su liquidez le permite, las personas recurren a los créditos
bancarios, y vaya que el banco sabe vender bien su dinero. El
crédito es el dinero caro que los bancos y las financieras ofrecen al
mercado, se entrega de inmediato, produce una sensación de
bienestar inmediata, pero resulta costosa la falta de paciencia y de
disciplina que permite ahorrar y esperar el momento adecuado
para adquirir nuestros bienes.

Quienes financian a los consumidores cortoplacistas, les cobran


grandes can dades de intereses para tener la posibilidad de
comprar cosas que van más allá de sus 100 mensuales. ¿Cómo
podría un cortoplacista comprar cosas con valor de 500?… ¡Claro! A
crédito. En cambio, quien ene sabiduría financiera, ahorra 10, 20
o hasta 50 de los 100 que recibe cada mes, entonces no solo crecen
sus ahorros, también crece como persona, porque la sabiduría le
hace contener sus pasiones y dominar la compulsión de gastar
desordenadamente, logrando ahorrar un porcentaje de su ingreso
neto mensual.

La persona que ahorra constantemente, ha logrado organizar sus


gastos, aprendió a vivir con menos de lo que gana y solo invierte lo
necesario para vivir. Claro que podría tener algunos gustos y lujos
de vez en cuando, pero siempre serán “gastos controlados”, de tal
manera que en vez de comprarse cosas de 20 o de 50 cada mes, se
de ene para ahorrar. Prefiere ir paso a paso. En uno o dos años
tendrá la posibilidad de comprar cosas de mayor valor, ¡Como de
1,000! ¡O de hasta 5,000!
Quien logra sabiduría financiera, en vez de ir al banco, se convierte
en su propio banco, porque tendrá la posibilidad de autofinanciarse
y comprar con libertad financiera. Entonces, no se requiere tener
los grandes salarios para mejorar la calidad de vida, sino la
determinación de querer organizar sus finanzas con sabiduría.

“La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener


pocas necesidades”. Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo grecola no.

Si hicieras un análisis, no de lo que ganas cada mes, sino de tu


forma de ahorrar e inver r, ¿cuál sería el resultado? ¿gastas como
el primer caso, el cien por ciento de todo lo que recibes? ¿O eres
como el segundo ejemplo, el que ahorra e invierte con paciencia?
Es fácil saberlo, ¿hace cuánto empo que no has hecho una
inversión en efec vo de un valor mayor a dos o tres meses de tu
salario neto? Si tu respuesta es nunca, o hace empo, puede ser
que no hayas podido ahorrar lo suficiente y debes corregir cuanto
antes tus finanzas.

Cuando hablamos de inteligencia financiera, nos referimos a la


habilidad de ahorrar e inver r tu dinero de manera correcta. Pero
cuando hablamos de sabiduría financiera, va más allá del asunto
monetario. En términos bíblicos, tener sabiduría es acceder al bien
ser y al bien vivir de la persona. Los sabios en Israel eran unos
agudos observadores de lo que sucedía a su alrededor.
Encontraban lecciones de vida en la naturaleza misma que
replicaban en los actos co dianos de las personas. Es decir,
encontraban teorías que permi an describir la realidad,
an cipándose a los resultados de la conducta humana.

Un rasgo de la sabiduría bíblica es la prudencia en la administración


de los recursos. Cuando vamos a las escrituras, sin importar si es el
An guo o el Nuevo Testamento, estamos en empos en que los
trabajos eran realizados un 95% de manera manual, u lizando
herramientas rudimentarias forjadas con hierro, o con utensilios de
barro. Sin máquinas y herramientas apropiadas, se hacía necesaria
una gran can dad de esfuerzo para producir una buena cosecha,
incluso para lograr engordar un buen becerro. Aun así, el
proverbista dice: “En casa del sabio abundan las riquezas y el
perfume, pero el necio todo lo despilfarra”. Proverbios 21:20 (NVI).

Los sabios veían demasiado insensato, que después de jornadas


extenuantes de trabajo, donde prác camente se dejaba la piel en el
campo, los necios se gastaran lo aquello que les costó un enorme
esfuerzo en unos cuantos días de derroche: ¿Dónde está la u lidad
de todo tu esfuerzo? Al contrario de la casa del necio, el sabio no
solo ene para su supervivencia, además del alimento y el ves do,
ene para ambientar su casa con buenas esencias aromá cas y
buenos ungüentos, para cuidar su salud con ar culos de mejor
calidad.

No existen recetas milagrosas para mejorar la capacidad financiera


de una familia, lo que se requiere es a corregir el despilfarro que
man ene al 90% de la población con ingresos deprimidos, y que
decidamos ahorrar para mejorar nuestra condición económica.
¿Dónde se encuentra el agujero donde se escapan tus bendiciones?
La mayoría hecha sus ganancias en sacos rotos que no pueden
conservar los beneficios logrados. Después de que habían tenido
una grande sequía, lograron un poco de producto para ellos y sus
animales, los sabios separaban la buena semilla y comercializaban
lo que tenían en excedente. Pero los necios todo gastaban.

Los proverbistas sacan a la luz el tema del cuidado de los recursos.


Esto también es Palabra de Dios. Están inscritos en una correcta
forma de vida, ubicando la comparación entre el sabio y el necio en
temas co dianos como el financiero. Lo que hoy eres, es el
producto de tus logros, eres el resultado de tus decisiones, y estos
resultados están supeditados no solo a la acción, sino a los anhelos
que provienen del corazón de cada persona.

Ser sabio es actuar con prudencia, es no derrochar en tres semanas


lo que me costó ganar durante el año. Pero nuestras acciones no
surgen distanciadas de lo que ocurre al interior del corazón. Una
persona dejará de gastar en la medida en que crezca como
persona, por tanto, es inú l que alguien pretenda corregir su
manera de gastar si antes no hay un cambio en su interior, en su
corazón.

La sabiduría financiera no solo corrige aspectos externos, sino que


va a la ac tud interna que provoca una forma de actuar
equivocada. Corrige los impulsos internos que hacen que gastemos
tratando de llenar los vacíos de aceptación, para dar apariencia de
lo que no somos. Para que esto suceda efec vamente, es necesario
lograr un cambio de vida. Los gurús financieros que abundan en
este empo enen grande aceptación en consumidores
cortoplacistas.

El consumidor quiere tener más para gastar más, así que le


presentan una imagen de alguien en un Ferrari o en un Masera .
Falsa ilusión con una doble correspondencia: El éxito de los
estafadores involucra el 50% de eficacia en la habilidad para
generar publicidad engañosa; el otro 50% viene de la codicia de
personas con poca formación en asuntos de dinero. Son quienes
pretenden que con una baja inversión, se generarán grandes
dividendos, porque la vida de lujos sin el esfuerzo necesario, es la
trampa de los poco prudentes. Los únicos ricos en esa negociación
serán los estafadores que armaron un cuento vendiendo polvo de
hadas.

Para ir apuntalando esta información, establezcamos algunos


comportamientos que permiten mejorar nuestra inteligencia
financiera, basado en el crecimiento espiritual que debemos
alcanzar. ¿Qué po de acciones y carácter deberíamos lograr para
llegar a tener metas que nos posicionen en una mejor calidad de
vida? Existen al menos cuatro caracterís cas de lo que podemos
nombrar, “un es lo de vida sencillo”.

1. Equilibrio de tus emociones. La insa sfacción financiera hace


que las personas compren ar culos de mayor valor a sus
capacidades económicas. Hay quienes gastarán más en un celular
de marca que en un buen den sta. Son capaces de ahorrarse en un
problema con sus piezas dentales buscando el precio más bajo, con
trabajos de mala calidad, pero no pensarán mucho cuando se trata
de algún ar culo que les da estatus.

Equilibra tus emociones, pon primero las primeras cosas, primero


es la salud y la alimentación. En estos terrenos no debemos
ahorrar, consigue un buen plan de seguro de gastos médicos y
aprende u lizarlo en el momento apropiado. No importa que tu
ropa no sea de la mejor marca, pero comer bien. Cuidar tu salud y
proteger a tu familia es imprescindible.

2. Disfruta lo que Dios te da. Disfrutar un buen descanso no


requiere de unas vacaciones al mejor lugar turís co de tu país. El
ambiente lo pones tú y tu familia, donde estén juntos, disfrutando
del descanso será lo mejor. Las mejores cosas que Dios nos da no
enen precio. Si en algún momento no se puede realizar algo que
estaba planeado, habrá otro momento, pero no dejes de disfrutar
lo que Dios te ha dado en abundancia como la vida, tu salud y la de
tu familia.

3. Opta por la simplicidad. Lo simple no quiere decir que sea de


baja calidad, sino lo que es menos complicado. En Estados Unidos,
se popularizó una tendencia que nació en la pintura ar s ca,
llamado “minimalismo”, es una tendencia que reduce al mínimo su
expresión. Este arte se trasladó a un es lo de vida en el que se
puede reducir lo que tenemos a lo estrictamente necesario.
Quienes adoptan la forma de vida minimalista, enen un stock fijo
mínimo de prendas y venden o regalan todo lo demás.

Un rasgo común entre las personas que enen una baja economía,
es que su casa está llena de cosas pequeñas y de poco valor;
generalmente son juguetes, adornos, libros viejos, y toda especie
de ar culos que no aportan a la calidad de vida. No caiga en el
fenómeno de la acumulación, opte por lo sencillo, la vida en Cristo
no necesita mayor marca que la del amor del Padre. Dice el apóstol
Pablo en Efesios 4:24: “ves os del nuevo hombre, creado según
Dios en la jus cia y la verdad”.

4. Ordena tus finanzas. Es de sabios conocer el estado en que se


encuentran nuestras finanzas. Tenemos que controlar nuestros
gastos y recortar todo lo que no sea necesario, así aumentarán
nuestros excedentes. Para hacerlo debemos realizar un
presupuesto y planear lo que tenemos que gastar cada mes,
apegándonos lo más posible a lo planeado. Al presupuestar
limitamos las compras impulsivas, y prevenimos los gastos que
tenemos que realizar cada mes. Recuerde que un presupuesto, es
ordenarle nosotros. a nuestro dinero lo que queremos que haga
por
“La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión”.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

Vivamos una vida sencilla conforme a los principios del Reino de


Dios. Si queremos lograr resultados verdaderos y tangibles
tenemos que iniciar ya mismo. Las finanzas son un tema que ene
que ver con principios más que con técnicas o habilidades, es lo
mismo que cuando hacemos ejercicio o mejoramos nuestra
alimentación. No podemos ordenarnos financieramente, si
tenemos desordenadas las demás áreas de nuestras vidas.

Todo lo que mejore nuestra vida, como el estado emocional,


nuestra alimentación, el ejercicio, cuidar nuestra salud, contribuirá
posi vamente a mejorar nuestra relación con áreas di ciles como
el dinero. Logremos conver rnos en mayordomos de los bienes que
Dios ha puesto en nuestras manos para mul plicarlo.

3. Espiritualidad y prosperidad.

“Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas


intenciones no hubiera tenido dinero”. Margaret Thatcher (1925-
2013) Ex-primer ministro de Inglaterra.

bordaremos en este tercer capítulo un tema que parece


controver do, ¿cómo unir dos términos que parecen tan
disonantes?: espiritualidad y prosperidad. El hecho de la
controversia, no nace de los términos en sí mismos, más bien, se
origina en el ambiente actual que se relaciona con predicaciones de
teologías, que ubican a las riquezas
como “centro de la manifestación del poder de Dios”.

Los supuestos de la “teología de la prosperidad”, nacen de una


lectura mal enfocada sobre los recursos y la fe. Sus postulados
principales parten del pensamiento de que, si tenemos un Dios
poderoso el cual es dueño de todo lo creado, este Dios no limitará
su generosidad, ni negará su benevolencia para con nosotros. Dios
nos compar rá una grande rebanada del pastel de la riqueza a
quienes somos sus hijos.

Sin embargo, este no es el ma z con el que abordaremos el tema


de la espiritualidad, porque la vida en el Espíritu no se reduce a los
bienes materiales, ni tampoco es el tono en que dibujamos la
prosperidad. Se es próspero en el interior de la persona, más allá
de conceptos de valor monetario. Ser próspero repercute en tus
resultados generales, entre ellos el poder económico. Lo cierto es
que ambos elementos, espiritualidad y prosperidad deberían ser
parte de la co dianidad del creyente.

El primer término, espiritualidad, está relacionado con la vida en el


Espíritu, con aquello que nos conecta con el carácter y los
propósitos de Dios. El segundo, prosperidad, abre caminos para
que sabiamente disfrutemos de la abundancia de lo que existe, en
este gran planeta lleno de vida y recursos.

Sin duda, los seres vivos disfrutamos de una can dad más que
suficiente de los recursos naturales del planeta, como el oxígeno, el
agua, los alimentos y aquello que generación. Las abundantes
riquezas durante el empo de su existencia, a los seres vivos que
hemos tenido por casa al planeta Tierra.
asegura la vida de nuestra

del planeta, han sostenido


Este planeta es abundante, porque tenemos más oxigeno del que
podemos respirar en estos pequeños pulmones; más agua de la
que podamos beber, y más minerales que los que podamos
consumir como el alimento que nos dan fuerza. Así que, aunque en
los conceptos actuales, espiritualidad y abundancia no parecen ser
compa bles, y nos vemos orillados a decidir entre lo uno o lo otro,
en principio no es así.

Es como tratar de decidir entre tener vista o tener audición. Por


supuesto que ambos sen dos por separado significan una grande
ventaja, pero si contamos con ambas facultades siempre será
mejor. El problema surge cuando hacemos una dicotomía de
conceptos que en sí mismos son posi vos, y que no tendrían que
ser autoexcluyentes uno del otro. Claro, el uso incorrecto de
algunos, y el prejuicio de otros, termina dando a la prosperidad una
mala reputación.

No obstante, cuando ubicamos en su lugar correcto a la


espiritualidad y la abundancia, el potencial de una persona para
hacer el bien se mul plica. Entonces ene sen do el dicho de
Margaret Thatcher cuando dijo: “Nadie recordaría al buen
samaritano, si contara con la generosidad que le dis ngue en la
parábola, pero no hubiera tenido recursos” (Lucas 10:25-37). Este
ejemplo que vemos en los textos de las Escrituras, en su sen do
más amplio, nos advierte a no desvincular la realidad material, de
la riqueza espiritual.

El samaritano no solo vendó las heridas de quien fue asaltado en


un peligroso camino, después de poner aceite como un medio
terapéu co, Jesús dice que fue movido a misericordia, pero no solo
con actos de amor, sino con actos de desprendimiento. Llevó al
herido a un mesón y dejó dos denarios. Este era el pago de dos días
de trabajo, lo tenía entre sus pertenencias para que el dueño del
negocio lo atendiera. Y si esto no fuera suficiente, a su regreso
pagaría el resto.

La parábola no solo trata de un buen hombre, es también un buen


administrador. Alguien que lleva consigo recursos que no se ha
gastado y que son suficientes para hacer bien a su prójimo.
Contaba con recursos suficientes para sus propias necesidades, así
como para apoyar en este po de caridad que garan za estar listo
ante cualquier imprevisto. Quien ene recursos y posee de un
espíritu bondadoso, de vez en cuando se conver rá en protector de
alguien más. Esto es prueba de que espiritualidad y abundancia, se
convierten en el binomio donde inicia un círculo virtuoso.

Cuando crecemos no lo hacemos solo en el aspecto sico o


intelectual, el sen do humano también se desarrolla, la
espiritualidad alcanza otros niveles y adquirimos como modelo de
vida el carácter de Cristo. Y cuando crecemos en espiritualidad y en
las áreas de nuestra humanidad, el resto de las competencias de la
vida se verán potenciadas. En un sen do colec vo, esto mismo ha
ocurrido con los habitantes de una ciudad.

Al desarrollarnos como mejores personas, en una comunidad se


logran establecer espacios de convivencia, que dan lugar a las leyes
que promueven la paz y la jus cia en favor de todos. Se crea un
estado de derecho, donde las reglas son claras para fomentar la
vida. Entre estas reglas, se incluyen las leyes para el comercio que
permiten una can dad de recursos y productos que generan una
mejor calidad de vida, y son el resultado de la cooperación
conjunta.

Como adelantábamos, lo mismo ocurre en cada ser humano, cada


uno somos el resultado de nuestras propias elecciones. Sin
importar el po de decisiones que hayamos tomado, podemos
vernos como una grande ecuación, donde los aciertos y errores en
la toma de decisión, se suman a las acciones y decisiones a lo largo
de la vida. De tal manera que la igualdad de esta ecuación, es decir
el producto de nuestra vida, es lo que somos en la actualidad. Por
más posi vo y grande que sea nuestro crecimiento, la ecuación
nunca estará concluida, siempre podemos sumar más, porque
siempre podremos ser más.

Cada día sumamos y mul plicamos a nuestro desarrollo, y con el


crecimiento adquirido alcanzamos mejores resultados.
Espiritualidad y abundancia son un binomio virtuoso presente en la
vida del cris ano, aunque no hayamos tenido un término para
referirnos a él. Esto permite una sólida y rica vida interior con un
propósito trascendente.

La información que estamos presentando ene como propósito,


ayudarnos a descubrir que los asuntos financieros no están
desvinculados al crecimiento de los demás aspectos de la vida,
incluso los espirituales. Esta información pretende recordarnos,
que las potencialidades con las que Dios nos equipó, repercuten en
resultados financieros.

Descubramos la verdad sobre el dinero de la manera correcta, con


la base escritural, solo así puede romperse el posible bloqueo que
aparece cuando comenzamos a emprender como empresarios o
dueños de algún negocio. Así como usted busca que sus hijos
estudien, se superen, crezcan intelectual y espiritualmente por los
medios académicos y la intervención de la vida en el Espíritu;
sepamos que existe también el área de mayordomía financiera, que
debemos incluir entre los proyectos de largo plazo.
Recapitulando un poco ya con esta información, ¿qué pensamos
cuando alguien nos habla de abundancia? Generalmente viene a la
mente la imagen del hombre rico que ene su vida resuelta; esas
personas raras que vive en la mejor zona de su ciudad y que anda
en un auto depor vo vis endo las mejores ropas.

Esa no es la descripción que pretende este libro, más bien estamos


enfocados a la vida abundante descrita como vida en plenitud.
Aquella que Jesús otorga según comprendemos en el evangelio de
Juan: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Juan 10:10. Una vida abundante no es la de aquellos que se
dedican a adquirir lujos, o que hacen viajes de gran turismo
alrededor del mundo, o quienes cambian su guardarropa en
endas lujosas.

El gran mito del rico derrochador, se termina cuando conocemos


que la mayoría de las personas que han accedido a un nivel de
riqueza económica, viven de manera sencilla. Invir endo más en
ac vos que les produzca un flujo de efec vo que en ar culos
costosos. En muchos casos, su residencia es la misma en que han
vivido la mayor parte de su vida, no siempre en la mejor zona de la
ciudad.

En cambio, quienes no viven una espiritualidad plena, son presas


de vacíos humanos que tratan de llenar con productos de marca,
que les dé un estatus que su experiencia de vida no logrado.
Quienes acceden a una vida abundante, llegan a este nivel
económico por esfuerzo, no por la acumulación de bienes.

Han pasado quizá más de dos décadas con orden y administración


financiera, reprimiendo gustos y lujos, postergando la gra ficación,
con planes de inversión de largo plazo, dominando la compulsión
por acumular bienes de baja calidad que pierden su valor en el
empo.

Por lo general, quienes no poseen educación financiera, a lo único


que pueden aspirar es a contar con una buena liquidez que nunca
se solidifica. ¿Qué quiere decir esto? Hago la comparación sobre el
flujo de efec vo, al que llamamos dinero líquido, de donde
proviene el término liquidez. De la misma manera que ocurre con
el agua, el dinero líquido se escurre de entre las manos. Entre más
empo lo tenemos con nosotros pierde su valor por el efecto de la
inflación, si no es que antes lo gastamos.

El dinero líquido, ya sea que esté en la cartera, debajo del colchón,


en la alcancía o en una cuenta de débito o ahorro, escapa de entre
las manos y se pierde si no es inver do. En diferentes momentos he
tenido la oportunidad de aconsejar a personas a que conviertan el
dinero líquido en dinero sólido, a través de la compra de
propiedades.

Esto no es algo sencillo, pero tampoco está fuera del alcance de las
personas, porque una propiedad no siempre es un inmueble.
Pueden ser otros ac vos, monedas de algún metal precioso como
plata y oro, relojes de marca, autos clásicos, terrenos o
departamentos, e incluso inver r en negocios convir éndose en
accionista. Cualquier cosa que esté al alcance o que se planee
adquirir en el empo. No importa si sus ingresos son reducidos,
cualquier can dad de dinero crecerá si ahorramos por una mayor
duración, porque el factor más importante en el tema financiero, es
el empo.

Toda acción sostenida en el empo generará grandes resultados,


sin importar lo grande o di cil que esta sea. El gran democra zador
del éxito es la disciplina, con ella podemos igualar, e incluso superar
a los virtuosos en cualquier ac vidad. Ya sea que quiere terminar la
universidad, conver rse en un gran músico, alcanzar el éxito en los
negocios. Sin duda conocemos a alguien que, sin tener una gran
can dad de ingresos, lograron comprar propiedades con base en el
esfuerzo y en el trabajo en un lapso de empo.

Esta es la equis (X) que muchos no despejan en la ecuación


financiera. Se requiere paciencia para ahorrar el capital suficiente
para tomar decisiones que cambien nuestra vida radicalmente. Si
has trabajado en una empresa, donde entre los empleados que
ganan la misma can dad de dinero y enen el mismo puesto,
algunos enen mejores resultados financieros que otros.

Porque el factor principal no radica en los ingresos, sino en el uso


apropiado de nuestra mayordomía. Ser buen mayordomo de los
recursos que Dios pone en nuestras manos, nos lleva a limitar el
gasto presente, para tener adquisiciones de mayor calidad en el
futuro.

Los grandes hombres y mujeres de la historia, tuvieron las mismas


24 horas que ene cada persona. La diferencia está en que
supieron u lizar cada una de estas horas de manera produc va. El
mismo Hijo de Dios, no por ser quien era le fueron dadas más de 24
horas para realizar su misión. Solo que lo vemos aprovechando de
una mejor manera cada hora. El empo de cada día está presente,
como una oportunidad de mejorar nuestros resultados. Se requiere
disciplina para planear la agenda desde el día anterior. Si
planeamos el mismo día su ejecución, vamos tarde.

Insisto en que la abundancia de los bienes que Dios ha colocado en


este mundo, ene el propósito de ayudarnos a encontrar los
mejores resultados en todo lo que hacemos. Esto incluye al empo
como el más valioso recurso. Si piensas que porque no enes
dinero no puedes hacer nada por mejorar tu economía, te
equivocas, porque solo hablas de una parte de los ac vos que
construyen tu éxito.

En este preciso momento, nuestro planeta cuenta con una


abundancia de materiales y energía disponibles en la naturaleza y
que pueden ser u lizados. Muchos de ellos son gratuitos o de bajo
costo, como el agua potable que llega a los hogares, la electricidad
que te permite conectar a una computadora y al internet. Antes
esto era costoso, pero ahora, tus conocimientos, sumados a las
nuevas habilidades que puedes aprender en un tutorial gra s en la
Red, te pueden hacer generar mayores recursos.

Son tan abundantes los recursos disponibles que pasan


desapercibidos por estar siempre presentes. La humanidad ha
tardado una can dad considerable para agotarlos. Tenemos
energías que se crean desde las turbinas de las represas por medio
del flujo del agua, convir endo la energía ciné ca en energía
eléctrica. A nuestro planeta llega energía externa, como la luz y
radiación solar, esta no es creada en la erra, sino que es producto
de la irradiación del Sol.

Energías externas e internas, presentes en el planeta que puede ser


u lizadas para reducir los costos de vida de una familia, o de
producción de una empresa. Energías que van dejando cada vez
menos huella de carbono en el planeta. Así podemos hablar de la
energía eólica, la que se produce del movimiento de los grandes
generadores a base de las corrientes de aire, que permiten que
donde no llega la red eléctrica, se cuente con electricidad.

Quienes son conscientes de esta riqueza, cambian su modelo


financiero, porque caen a la cuenta de que podemos concebir que,
en este mundo, tengamos acceso directo a la abundancia de lo
creado por Dios. Tenemos mejores posibilidades de alcanzar
nuestros sueños con menores recursos y menor esfuerzo. Lo único
que se requiere es alinear nuestras acciones a los recursos y a la
benevolencia de Dios. No debemos olvidar que más dinero, no
mejora la situación de una persona. Si el problema principal está en
su mente, sigue teniendo el perfil consumista de alguien
desordenado.

Seguramente, Dios nos ha dado recursos suficientes como para


comprar una mayor can dad de alimentos de los que podamos
consumir. Pero tener la capacidad de hacerlo, no nos obliga a
comprar en exceso, ni a comer de manera desordenada una mayor
can dad de calorías de las que gastamos cada día. Nadie pondría
ocho litros de aceite al motor de su auto, si sabe que solo requiere
cinco. La misma ansiedad de no saber qué hacer con lo que se
ene, hace creer que está bien comer más de lo necesario.

Tenemos una gran can dad de distractores alrededor nuestro,


donde desperdiciamos este factor no renovable llamado empo.
Quienes pasan empo de más en series de televisión, durmiendo
más de lo necesario, piensan que cuentan con empo suficiente
para derrochar grandes espacios cronológicos. Horas de pereza
nada produc vas.

Un es lo de vida en el que se manifiesta el desorden financiero, se


origina de la escasez de otras áreas que debemos corregir, y estas
carencias pueden incluir el área espiritual. La falta de riqueza
espiritual se refleja en limitaciones para la abundancia en terrenos
como el económico. El desorden financiero no nace en la cartera, el
desorden financiero nace en el corazón. En el corazón de alguien
que no está sa sfecho con lo que somos. Cuando no valoramos lo
que Dios pone en nuestras manos, y en consecuencia, derrochamos
fácilmente, tratamos de llenar el vacío que hace percibirnos como
de escaso valor.

“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y


mul plicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra
jus cia” 2 Corin os 9:10

En ocasiones pensamos que como lo que gastamos es nuestro


dinero, como ya hemos entregado nuestra ofrenda o dona vos de
caridad, entonces con el resto podemos hacer lo que queramos. Y
es verdad, pero solo en parte, porque aún en lo que llamamos
nuestro, Dios sigue demandando una buena mayordomía. Como
explicamos desde el primer capítulo, mayordomía no significa
guardar, mucho menos gastar. Mayordomía es la mul plicación de
aquello que Dios pone en nuestras manos en beneficio propio, de
los nuestros y de nuestro entorno.

Le invito a que en este momento haga un balance del índice de


espiritualidad y de abundancia, y que este lo defina por las
decisiones que ha tomado de los recursos que Dios ha puesto en
sus manos, ¿cuál sería el resultado? Para hacerlo más sencillo, haga
el siguiente ejercicio. En un papel escriba la suma aproximada del
salario que ha recibido desde su primer ingreso. Comience a revisar
en qué se ha inver do, si puede encontrar algún bien tangible
donde se pueda apreciar claramente, que lo que Dios puso en sus
manos se transformó en un bien. Al final observe cuál ha sido el
resultado. ¿Tiene algún bien que represente el ahorro de su vida
transformado en algo sólido?

Los números cuentan historias, y en ocasiones las historias que


cuentan no son felices, en la mayoría los resultados son tristes y
desconsoladores. Es un error pensar que hay personas que no
pueden ahorrar, porque sus ingresos son demasiado pocos. Hasta
los más pobres han ahorrado en algún momento de su vida para
adquirir algún bien. Los números no mienten, cuando nos damos
cuenta de nuestra historia financiera, reconocemos que hemos
dejado escapar de nuestras manos muchas oportunidades de hacer
crecer nuestro dinero.

El propósito de dar esta información, es para mo varnos como


hijos de Dios, a que aprendamos a corregir nuestra historia
financiera; que dejemos de tropezar con la piedra del consumismo;
que no seamos indiferentes ante la oportunidad de ahorrar una
parte de lo que Dios nos regala, en la remuneración por el trabajo,
o por el comercio que desarrollamos.

Es mejor si lo hacemos juntos, entre creyentes, sin importar la


organización religiosa a la que pertenezca usted que lee, y sin
importar la denominación de quien escribe. Si lo que decimos es
verdad, esa verdad no cambiará por quién emite las teorías o
postulados. Como iglesia debemos apoyarnos mutuamente en
oración, tomando decisiones que permitan que cambiemos nuestra
forma de pensar sobre las bendiciones que Dios nos da cada día.
Dios no ha dejado de bendecirnos al poner alimento en nuestras
mesas y dar ves do para cubrirnos, pero seamos sinceros, nos ha
dado más de lo que necesitamos.

Y bueno, ese extra que Dios nos da, no es lo que nos sobra después
de nuestros gastos para seguir disipando lo que con tanto esfuerzo
hemos obtenido. Eso que Dios nos da de más, debería conver rse
en la semilla que habremos de sembrar para mul plicar la
bendición que nos hizo llegar. Seamos sabios financieramente, no
nos permitamos comer el pan y la semilla. Comencemos a contar
historias dis ntas de nuestra situación financiera. Honremos al
Señor con nuestros bienes, y mejoremos la forma en que
administramos nuestras finanzas.

4 Casos financieros en las Escrituras.

“No es pobre el que ene poco, sino el que mucho desea”. Lucio
Anneo Séneca (2 AC-65). Filósofo la no.

urante el cuarto y quinto capítulo, revisaremos conceptos


financieros y de negocios, tomados de algunos temas que aparecen
tanto en el An guo como en el Nuevo Testamento. ¿Sabías que en
las Escrituras existen 2,350 versículos relacionados con el tema
financiero? En gran can dad de historias de la Biblia

aparece algo relacionado con los recursos, temas que abordan el


pago de erras, leyes sobre la propiedad privada, reglamentos para
las herencias, planeación de proyectos, donaciones de bienes para
la construcción y adorno del templo.

Recordarás parábolas de Jesús donde sus protagonistas son


jornaleros, dueños de haciendas y de viñas, o a quien construye
una torre sin hacer los cálculos que le permi eran saber si con los
recursos disponibles habría de terminarla. De este po de
información está reves da la Palabra de Dios. En ocasiones son
advertencias sobre no poner el corazón en los lugares incorrectos;
otras veces son consejos de una sabia administración. Administrar
bien los recursos permi ó que las personas sobrevivieran a crisis
por hambre y escasez, circunstancias que no han desaparecido en
ninguna época registrada en la historia.
El ser humano ha estado vinculado con la erra desde siempre: de
ella fue formado, en ella trabaja y a ella volverá al final de sus días
según los textos del Génesis 3:9: “Con el sudor de tu rostro comerás
el pan hasta que vuelvas a la erra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás”.

El pueblo de Israel se dedicó en sus primeros años al pastoreo de


sus ganados, esto lo vemos desde los capítulos iniciales del An guo
Testamento, en las narraciones de los patriarcas. El pastoreo, por la
naturaleza de su ac vidad, ene movimientos geográficos
constantes en busca de buenos pastos para los rebaños.

Otro nombre con el que se le conoce a esta ac vidad es la


trashumancia, desarrollada por las sociedades tan primi vas como
las semitas de Medio Oriente. Ahora mismo, en aquellas zonas de
oriente medio, existen tribus nómadas de beduinos que se
trasladan durante el año con sus rebaños. Este po de ac vidades
económicas están presentes en el empo de formación para Israel.
Saberlo, permite dimensionar lo importante que es el
establecimiento en un sistema de ciudad, incluido en la promesa de
Dios de heredar una erra que produzca la can dad suficiente de
bienes para sobrevivir. Era necesario asentarse en lugares fér les,
junto a los ríos donde encontrarían el sustento necesario para las
futuras generaciones.

Situar correctamente la antropología bíblica, aclara el nivel de


importancia de las leyes, promesas y forma de vida ligadas con la
sobrevivencia en total dependencia de la fer lidad de la erra.
Estamos en un empo donde el bienestar depende de las lluvias
para una buena cosecha. Esto alejaba la muerte por causas de
hambre. Vemos un hilo conductor en la historia de Jacobo,
determinado por la necesidad de alcanzar la bendición de Dios,
manifestada en contar con ganados y espacios fér les y amplios
para sus rebaños, historia que se desencadena de la huida de su
hermano Esaú.

Cuando la erra de la promesa se reparte en Canaán, a cada tribu


se le otorgó una can dad suficiente para su población. Cada quien
conservaría su herencia de manera permanente, por ello es que
cuando alguien tenía la necesidad de vender una porción de su
propiedad territorial, al llegar el año del jubileo, en el año 50, todas
las posesiones regresan a sus dueños originales. Los Levitas fueron
los únicos que no tuvieron heredad pues tendrían el servicio de los
lugares santos. Vemos el cuidado de Dios a través de sus hermanos,
siendo sostenidos por los dona vos para el Templo para quienes se
dedican a las cosas santas.

El tema antropológico resulta importante, ahí giran los aspectos del


modo de supervivencia, como la historia contada en el libro de
Ruth. Una familia tocada por la desgracia de una sequía
prolongada, que los obliga a salir de su pueblo original de Beth-
lehem, cuyo significado era la casa del pan.

Con este juego de palabras, se indica la gravedad de la historia, en


la casa del pan hay hambre. Si esto pasa en un lugar de abundancia,
¿qué pasará en el resto de la nación? El hambre obliga a salir de la
erra de la promesa en búsqueda de su supervivencia, tanto que se
instalan en erra de sus enemigos moabitas, ya que Moab es
territorio de uno de sus enemigos históricos.

Estas narraciones son las que hacen universal el texto sagrado,


porque hablan de la intervención divina en los problemas
humanos. Miramos la dependencia de Dios en un pueblo que ve su
mano poderosa dirigiendo la historia de la salvación. La bendición
del Dios de Israel, está presente en el sustento de sus familias, en
empos de complicaciones máximas que llevaron al exterminio a
grandes can dades de personas por el hambre, las guerras y las
enfermedades.

Un empo en que no existe más que su fe en que el trabajo que


realizan con sus manos será bendecido. Nos encontramos en estas
historias momentos de fiesta al encontrar agua en el subsuelo con
la fabricación de pozos profundos para obtener el preciado líquido
del agua, o como más delante, en el camino por el desierto siendo
alimentados por Dios. El Señor proveyó al enviar maná del cielo,
carne por medio de las codornices, además de apagar su sed con
agua que sale de una roca, así fueron salvados una y otra vez de
morir.

Para esta nación que inicia su cons tución, uno de los peligros de
asentarse en Canaán era caer en idolatría. Los dioses que adoraban
los habitantes de aquella región estaban vinculados a las cosechas.
Se decía que Baal era el responsable de la fer lidad de los campos.
Según sus creencias, cuando le rendían tributos y ofrecían
sacrificios, por su poder enviaba la lluvia que generaba el sustento
de la erra. Israel se vio tentado en adorar a estos falsos dioses,
olvidándose del Dios verdadero, para buscar la prosperidad de sus
cosechas en estos cultos paganos.

Así nace la historia del profeta Elías enfrentando a los adivinadores


de Baal a quienes derrota. El profeta de Dios ora al Creador para
detener la lluvia que por tres años había causado una grande
hambruna en toda la región. Recordamos como Elías ora a Dios
nuevamente, el Señor hace que la lluvia regrese llenándose
nuevamente las fuentes de los ríos y de los lagos. Los campos
recuperan su fuerza y la vida se vuelve a generar. No son los baales,
es Dios quien sustenta su creación.
Tal vez en este empo haya menos personas que se dediquen a la
siembra y producción de lo que comemos. Pero seguimos
dedicados a trabajar en diferentes áreas que permiten que
llevemos alimento a nuestro hogar. En las páginas de la Biblia
encontramos tes monios de los principios para una sabia
administración de los recursos. Cómo no reconocer en primer lugar
al gran administrador que fue José en erra de Egipto.

En principio, lo que se destaca de esta historia, es que el grado de


bienestar a manos de un sabio administrador, impidió una muerte
masiva por hambre. José realizó una administración efec va que
tuvo efectos más allá de su propia nación. Salvó la vida de cientos o
quizá miles de personas, entre las que se incluyeron sus hermanos
y su padre Israel. Cuando Dios cuida a sus hijos, cuida también de
su entorno. El esfuerzo que impacta a su familia, generó un
bienestar que se extendió a otras personas sin que ellos tuvieran
tan claros estos alcances al inicio.

José es un hombre de fe y es un hombre sabio, creó una estructura


sólida, organizando a las personas y los bienes para sobrevivir en
los momentos en que vendría el hambre y la muerte. Los demás
pueblos pudieron pensar solo en derrochar durante siete años de
abundancia.

“Si una sociedad libr e no puede ayudar a sus muchos pobres,


tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”. John Fitzgerald Kennedy
(1917-1963) Trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos.

José es un verdadero estadista, de acuerdo a su liderazgo, los siete


años de buenas cosechas que Dios reveló a Faraón en un sueño,
deberían ser bien administrados. Durante ese empo habría que
planificar cómo dosificar el consumo de lo que la erra produciría a
causa de una excelente temporada de siete años de abundancia.
Seguramente que este nuevo funcionario, desconocido, pero
brillante, el más excelente de la casa de Faraón, tendría que darse a
la tarea de conocer los campos, aprender sobre negociación de
productos, seleccionar las mejores semillas, construir grandes
almacenes en diferentes ciudades, mantener sus libros de
inventarios actualizados, pagar a sus trabajadores y tener una
extraordinaria visión de largo plazo. El tema de mayordomía
financiera, no solo trata de lo que Dios puede hacer, sino de poner
en prác ca una planeación que debería involucrar los siete años de
abundancia, e incluir los siete de suprema sequía.

Tres años de sequía en empos de Elías, bastaron para que los


animales y personas murieran a falta de pan. Imagine la sequía en
empos de José, que duraría más del doble de empo. Cuando
vienen a nuestra vida empos de abundancia, por lo general no
actuamos así. Durante la temporada de mayor fuerza laboral,
cuando nos encontramos en el punto más alto de nuestras
capacidades y somos produc vos, que podemos resis r el
cansancio, el sistema inmune del cuerpo nos protege al ataque de
las enfermedades, poco hacemos para prepararnos de la llegada de
un empo de las vacas flacas. Las vacas gordas para una persona,
es el empo produc vo de nuestra juventud y adultez. Este no
durará para siempre.

Debemos generar inversiones para el re ro, procurar nuestra


autonomía, en un empo que vendrá de vacas flacas, cuando
nuestras manos no tengan la fuerza suficiente, la vista cansada no
vea más, y entremos al empo de las pérdidas. Pérdida de los
sen dos, del reflejo que evita que caigamos al tropezar, pérdida de
las piezas dentales, pero también del trabajo y del ingreso
recurrente. Para todos hay un empo de vacas gordas donde
recolectemos bienes y recursos, como la hormiga en verano,
porque sabemos que los vientos fríos del invierno de la vida, habrá
de llegar tarde o temprano.

La edad produc va va de los veinte a los sesenta años


aproximadamente. Si en este momento te ubicas en esta edad,
estás en condiciones de trabajar. Si ahora no posees un buen
ingreso, no has logrado tener un negocio estable, y no te has
decidido a preocuparte por tu futuro, porque se te hace di cil,
porque no quieres privarte de los placeres de comprar y gastar tu
dinero como bien te parezca; cuando vengan los malos días como
dice el Eclesiastés (Eclesiastés 12:1), menos lo podrás hacer.

Lo que nos muestra la historia de José, es que tenemos que tener


una visión de austeridad en empo de vacas gordas, y que
debemos de planear a largo plazo. ¡Imagina una planeación de
catorce años! Cuando la mayoría no alcanza a planear siquiera el
mes que está corriendo.

El ejemplo de la Escritura es claro, también es Palabra de Dios, y


también fue escrito para nuestra enseñanza. ¿Queremos ser fieles
y observar el consejo de Dios? Miremos la administración de José.
Cuántos países en nuestra las mada La noamérica han vivido
como países ricos en empos de prosperidad, hasta que se acaba la
fiesta y es empo de pagar las cuentas.

Cuántas familias hemos tenido oportunidades que dejamos pasar


de mul plicar lo que Dios puso en nuestras manos. No quisimos
“apretar el cinturón”, solo nos dedicamos a vivir y disfrutar el placer
inmediato y co diano de gastar sin reparo. José nos enseña con su
administración, que todo lo bueno de la vida se puede lograr a
largo plazo. Él reconoce a Dios como la fuente de sabiduría y
discernimiento. En sus manos estaba la prosperidad de una nación.
Al igual que José, usted no sabe a cuantas personas puede
beneficiar su bienestar financiero en empos de vacas gordas. En
manos suyas está el bienestar de su familia y de otras personas que
dependen de lo que usted decida. Ya sea que invierta en un
negocio que le de trabajo a otras personas, o que compre
productos a un proveedor que requiere vender su mercancía.

Estar educados en temas financieros, nos puede salvar de entrar en


crisis que hacen que perdamos nuestros bienes, que perdamos
nuestras propiedades, e incluso que perdamos nuestra libertad.
Dios enriqueció a manos llenas, durante siete años de abundancia a
la región entera, no solo a Egipto. La diferencia es que las demás
naciones pensaron que las bendiciones del cielo serían
permanentes. Dios da a manos llenas en algunos momentos de la
vida, pero no para que derrochemos sus beneficios, sino porque
quizá vendrá la necesidad dentro de algún empo.

Debemos de aprender entonces a ser austeros, guardar los


excedentes que pone en nuestras manos. En lo personal, como
administrador financiero de una ins tución religiosa, me
corresponde realizar algunas auditorías a las tesorerías locales de
las iglesias. En más de una ocasión encontré desorden en las
finanzas de la iglesia. El más recurrente es no tener un presupuesto
de ingresos y egresos.

Esto es lo que llevaba a pastores y tesoreros a gastarse el cien por


ciento de los ingresos. Por poner un ejemplo, si una ins tución
social o religiosa recibe dis ntos ingresos, que en enero se reciben
500, y se gastan 500, febrero reciben 700 y gastan 700, marzo ene
ingresos de 1000 y gastan 1000. Mi pregunta es, por qué cuando
recibiste 500 solo gastaste 500, pero cuando recibiste 700 o 1000
no seguiste viviendo con 500.
Aquí está el gran problema no solo de los negocios sino de muchas
familias en ámbitos financieros. Porque lo que se debería conver r
en excedentes que se deben guardar, los conver mos en mayor
capacidad de dinero para gastar. Este es el grave error tradicional,
una mala ges ón económica.

Las acciones sabias de José salvaron a Israel, a Egipto y a otras


naciones, porque conservaron su nivel de gasto abajo, porque
aplicaron la austeridad en empo de vacas gordas. Así lograron
riqueza, que es el símbolo de la autonomía. Riqueza no es tener
mucho o tener poco, sino tener lo suficiente para vivir de manera
autónoma el mayor empo posible. La riqueza se mide por el
empo que podemos vivir sin trabajar o generar ingresos.
Comprenderlo a empo para accionar, ha salvado a familias y
naciones de la pobreza extrema.

Las naciones vecinas de Egipto, no tuvieron la perspec va de cuidar


los excedentes del empo de la abundancia. Vivieron la fiesta,
teniendo liquidez durante largos siete años. Sin embargo, cuando el
grifo que permi a que el flujo de recursos les diera prosperidad se
cerró. Y cuando el río de la riqueza se agotó por completo,
comprendieron que su autonomía era cero, no habían dejado
recursos suficientes para los días malos.

Comenzaron entonces a vender sus ganados, pero no fue


suficiente. Siete años son muchos, así que vendieron sus erras a
Egipto. Pero no fue suficiente de nuevo, y tuvieron que regresar
para venderse a sí mismos y a sus familias como esclavos para
sobrevivir.

Qué diferente hubiera sido si supieran los principios de la riqueza y


de la abundancia, que no se basa en el derroche sino en la sabia
administración. En historias de la Biblia como estas observamos la
pérdida de las tres libertades fundamentales del ser humano que
como creyentes no debemos perder de vista. La Biblia las
menciona, y es deber nuestro conservarlas como la base de la
subsistencia, de la libre acción que nos ayudará en empos de
escasez y hambre.

Son los mismos derechos que el pueblo de Israel perdió por la


ranía del Faraón y a manos de Nabucodonosor, quienes se creían
dueños de las personas por el poder de sus imperios. Son los
derechos que se pierden en las guerras donde abunda el despojo,
la muerte y la esclavitud. Estos son: El Derecho a la Vida, el derecho
a la libertad y el derecho a la propiedad privada. Cons tuyen la
base para que una sociedad pueda subsis r, crecer y mejorar las
condiciones de bienestar.

El Derecho a la Vida es fundamental porque nadie ene permi do


quitarle la existencia a ninguna persona, la vida le pertenece al
creador. En la historia de la salvación, vemos cómo este derecho
fue vulnerado para Israel en dis ntos momentos, incluso en la
historia reciente hace poco más de 75 años. No solo en las páginas
de la biblia ocurre que se vulneran los derechos, sino en la historia
universal. El derecho a la vida se ex ende más allá, protegiendo
sobre cualquier forma de maltrato y humillación que atente contra
la dignidad humana.

El segundo es el Derecho a la Libertad. Significa que cualquier


persona puede tomar sus propias decisiones por sobre lo que
decida hacer. Somos responsables de nuestras elecciones y
debemos luchar por que nadie intervenga en nuestro libre albedrío.
El mismo Dios nos permite ejercerlo. Es un derecho que debe ser
tratado con responsabilidad, pues como dice el apóstol Pablo,
“todo me es lícito, pero no todo conviene” (1 Corin os 10:23). Se
trata de ejercer la propia voluntad, como la libre empresa, las
decisiones que permitan labrarse un futuro de bienestar que
alcance para los nuestros respetando las leyes y la dignidad ajena.

El tercer derecho es el de la Propiedad Privada. Este se refiere al


disfrute de lo que se ha obtenido con trabajo, y permite realizar,
comprar o recibir la cesión de derechos de alguien más, como en el
caso de las herencias o las donaciones que vemos muy difundidas
en el An guo Testamento en la época de los patriarcas.

Estos tres derechos no solo deben ser cuidados por la sociedad,


debemos ejercerlos de forma constante, de manera personal y
colec va. Por medio de ellos se genera un bienestar que impacta a
un número mayor de personas. José los reconoce, y ante la crisis
que viene, en vez echarse a la fiesta con los excedentes de una
cosecha abundante de siete años consecu vos, genera inversiones
para construir los lugares de almacenamiento para Faraón.

Con su prudente proyección hacia el futuro, sin saberlo, estaría


preservando el derecho de la vida de su propia familia. José buscó
los mecanismos para una adecuada conservación de la semilla y los
productos para los empos di ciles que Dios les había adver do.
Fue de esta manera como conservó la vida esta nación, y en esa
riqueza es que los hermanos de José pueden ser bienvenidos
alcanzándoles la bendición de Dios.

Quizá en este empo no tengamos esa comunicación directa y tan


clara de parte de Dios que tuvo José, pero tenemos su Palabra, la
cual nos ha dado estas lecciones de administración que
permanecen aquí para que las descubramos desde hace miles de
años. No sabemos cuándo, pero los empos de escasez seguirán
acompañando a la humanidad. Yo preguntaría, ¿Cómo es que
vamos a resolver la siguiente crisis que indudablemente llegará? No
sabemos cuándo ni cómo será, pero Dios desde ahora nos da un
espacio de empo suficiente para que cuando llegue estemos
preparados.

Vivimos años de bienestar social y económico después de la


Segunda Guerra Mundial. Con la pandemia generada por el
Coronavirus que ha prevalecido desde finales de 2019, nos dimos
cuenta de que el mundo no estaba preparado para una crisis
global. Cientos de miles de empleos y empresas tuvieron que cerrar
sus puertas y con ello dejar de recibir ingresos. Tenemos “dos años
de sequía” que gracias a Dios parece que a inicios del año 2022 se
ve que va terminando. Pero indudablemente otras crisis menos
globales seguirán llegando hasta la puerta de cada hogar.

Por eso insis mos que una buena ges ón de los recursos no se
basa en amasar capital, sino en generar fuentes de trabajo, en
crear beneficios comunitarios que permitan construir una
infraestructura como la que logró José, construyendo graneros
suficientes para almacenar cuidadosamente la semilla que
permi ría resis r los momentos de escasez anunciados por el
Señor.

Pero la historia de José, no es la única que aparece en las Escrituras


sobre la acción en el tema de los recursos que puede hacer la
diferencia. Tenemos en la Biblia desastres económicos en las
familias, como una más que se menciona en el libro segundo de Los
Reyes (cap. 4), donde se relata la historia de una viuda que estuvo
casada con un hombre fiel a Dios.

Cuando conoce al profeta Eliseo, ella se encuentra endeudada. En


esta historia ella recurre a Eliseo diciendo: “Tu siervo, mi marido ha
muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha
venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por esclavos”.
Vemos nuevamente cómo era vulnerado el derecho a la libertad a
causa de las deudas. Las deudas no se liquidaban a con la muerte
del deudor, antes, se heredaban a la familia, su liquidación estaba
en manos del acreedor. No se describen las circunstancias por las
que su esposo se encontraba endeudado con aquel hombre. Ella
dependió toda su vida de un esposo proveedor, pero nunca pensó
que fuera a faltarle.

La familia se encuentra en un momento crí co, porque las mujeres


de aquel entonces di cilmente podrían sobrevivir sin un varón que
viera por ellas. La esclavitud era una especie de muerte lenta,
debido a los trabajos pesados a los que eran some dos por los
amos. Ahora que le quieren quitar a sus hijos, ellos serían esclavos
y a ella no le quedaría más qué hacer. La mujer busca refugio en el
profeta Eliseo, un siervo ungido por Dios.

Lo que no sabía, era que tenía un gran potencial, un gran talento


dado por Dios para llegar a ser una administradora en la
comercialización de un producto que tenía en casa, aunque no lo
tenía en abundancia. Eliseo le aconseja que pida un préstamo de
vasijas con sus vecinos. El único recurso que tenía era un poco de
aceite en una sola vasija. Ante la necesidad, dejó atrás la pena y el
temor, pidió vasijas suficientes a sus vecinos y creyó a la voz del
profeta.

Probablemente el negocio de su esposo se trataba de algo parecido


que era la venta de aceite. Eliseo le dice que el aceite de la vasija
no escaseará hasta que tenga suficiente para pagar sus deudas.
Cuando ocurre el milagro de la mul plicación, el profeta la impulsa
a comercializar este valioso producto: “Ahora ve a vender el aceite,
y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre, podrán vivir tú y tus
hijos”. Hay varias enseñanzas que descubrimos en estos versículos.
Podemos decir que este préstamo de las vasijas que hizo la viuda,
fue una pequeña deuda que adquirió para inver r en esta
microempresa de aceite artesanal. Dios mul plicará lo que
tenemos, como los peces y los panes. Un pequeño recurso puede
reproducirse con el favor y la dirección de Dios. El éxito de la viuda
vino por su fe, pero también por llevar a la prác ca lo que era
necesario, ir y comercializar su producto.

Una familia fue salvada del desastre por medios divinos, pero la
acción de Dios es potenciar lo que somos y lo que tenemos. Dios
nunca nos va a dejar solos, con nuestras deudas o con nuestras
complicaciones económicas. Pero la mul plicación de su aceite de
modo milagroso, fue un impulso del que tuvo que aprender a
desarrollar una micro empresa.

Terminamos recordando lo que di ce Proverbios 10:4, “Las manos


ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas”.
Dios bendecirá lo que ha puesto en nuestras manos, nos dará el
impulso para aprender habilidades al momento de mul plicar
nuestros bienes, no solo para que usted y su familia coma, porque
la economía del reino es una economía colabora va, que involucra
a quienes no enen un trabajo, para que nos ayuden en un servicio
del hogar, o del negocio o empresa que Dios nos da.

José tuvo éxito no solo por el favor de Dios, siempre hay algo que
nosotros debemos hacer. Él se puso en marcha ante un sueño
revelado por Dios, tuvo una perspec va sobre su futuro al visualizar
las grandes acciones en el empo de la abundancia y los peligros
de no estar preparados para la escasez.

La pobreza y sus consecuencias, son realidades económicas que


también afectan a los creyentes. Al tener la Palabra de Dios en
nuestras manos, tenemos los sueños revelados de Dios, tenemos la
información que el mundo necesita para sobrevivir no solo en lo
espiritual, también en lo material. Los países que se dedican solo a
derrochar, pero no a generar inversiones y negocios que permitan
bienestar, pasarán por graves crisis financieras que hundirá sus
economías y las mará gravemente en la salud y nutrición de sus
habitantes.

Nuestra tarea como creyentes, es ayudar a eliminar todo signo de


pobreza con una visión y acción como la que tuvo José. La visión no
será suficiente, debemos ac varnos y salir a ejercer nuestra
mayordomía, haciendo uso de nuestros recursos con inteligencia y
dedicación, así Dios bendecirá nuestro trabajo, nuestras primicias y
el resto de nuestras cosechas.

No es fácil salir de la comodidad de gastar y no ahorrar, algunos


han renunciado a poner orden a su vida financiera. ¿Cómo es que
habría yo de limitarme de ves r como deseo? ¿Por qué debería
bajar mi nivel social comprando cosas que no son de buena marca
o de calidad? Puede ser cierto, por un empo habría que dejar de
gastar compulsivamente o preferir lo funcional, aunque no tenga la
mejor esté ca. Pero se llegará más lejos siendo disciplinado. En el
desorden y el caos financiero, se puede ver que las personas
sobreviven a una mala ges ón de sus propias finanzas.

5 Casos financieros en Proverbios.

“ Ganar dinero es una consecuencia de la persona en la que te has


conver do. Vayas a donde vayas serás capaz de generarlo, porque
serás una persona de valor”.
-Lifeder.com, (life daily educa on & research)

D
urante este quinto capítulo, seguimos revisando conceptos
financieros tomados de historias y temas que aparecen en las
Escrituras. En ocasiones es di cil aceptar que la Biblia trate sobre
temas de economía y finanzas. Esto pasa porque cuando leemos la
Palabra de Dios, lo hacemos desde nuestros propios acentos

teológicos. Dejamos de lado aquello que no coincide con nuestras


expecta vas.

Cada persona que se acerca a las Escrituras Sagradas. ene cierta


inclinación por algunos temas de la Biblia, esto es de lo más
natural. Se trata de una tendencia con la que interpretamos de
manera personal, con los ojos de nuestra experiencia, de acuerdo
al po de relación que tenemos con Dios, e influyendo los valores
con los que fuimos formados en casa.

Por más que queramos estar libres de cargas, que inclinen nuestra
percepción a ver los textos de una manera par cular, nadie escapa
de los sesgos que son producto de nuestra vivencia de fe. Es así
que, sin importar el texto estudiado por un mismo grupo de
personas, es seguro que llegaremos a conclusiones dis ntas.

Esto no es malo ni bueno para la interpretación bíblica, aunque


existen reglas exegé cas para su aplicación, pero estas dis ntas
perspec vas enriquecen diferentes visiones sobre la sabiduría
divina. Porque Dios trabaja de manera par cular con su Palabra y
con base en tus experiencias, a tu recorrido intelectual y vivencias.

Estas tendencias par culares como leemos, nos aventajan para


interpretar algunos textos sin dificultad; porque conectan con
algunos acentos preexistentes antes de la lectura. Sin embargo, así
como esta preferencia nos acerca a la verdad en algunas
narraciones, puede también crear puntos ciegos en otros lugares
de las lecturas que nos alejen de una correcta interpretación, o que
nos impidan ver con claridad más porciones de la Biblia. Tener en
cuenta esto, y estar abiertos a la forma en que los demás
comprenden los textos bíblicos, es un buen principio para aprender
unos de otros.

Sobre el aspecto de los bienes que tenemos para administrar, es


imprescindible reconocer que todo le pertenece a Dios, ¿Por qué?
Simple, porque él es el creador de cuanto existe, visible o invisible
al ojo humano. No hay nada dentro ni fuera de este mundo, que no
haya sido hecho de acuerdo con su voluntad. Por tanto, los logros
del ser humano, los realiza con la materia prima existente y
proporcionada por él.

En el mundo construir nuestras encendemos nuestros autos y la


llama de una estufa gracias a los combus bles extraídos del
subsuelo; incluso las nuevas energías que u lizan otros materiales
son tomadas de la erra, como el li o, o las más modernas que
vienen como el sodio. ¿De dónde surgen estas energías? Por
supuesto, de lo que Dios ha creado, porque el Señor hizo y sos ene
a su creación para que encontremos la forma de u lizar estos
recursos a nuestro favor. El salmista ene muy claro la posición de
Dios:
encontramos los materiales necesarios para casas, como para
fabricar herramientas;

“De Jehová es la erra y su plenitud; El mundo, y los que en él


habitan”. Salmos 24:1

Los libros sapienciales o de sabiduría como Proverbios, tratan


temas sobre las consecuencias de no estar alertas evitando caer en
la pereza:
“ Ve a la hormiga, oh perezoso, “Mira sus caminos, y sé sabio; La
cual, no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el
verano su comida, y recoge en el empo de la siega su
mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo
te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar,
y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu
necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado”.

La pobreza y la necesidad llegarán como resultado de la falta de


acción. A pesar de que el necio no lo quiera ver, su negligencia
como mayordomo de Dios le cobrará factura. Cual hombre armado
que le despoja de su futuro, su falta de cuidado reducirá las
capacidades de enfrentar los malos días que tarde o temprano
vendrán.

El problema financiero debe considerarse por medio de reglas, una


regla es la medida hasta dónde se permite realizar algo y dónde
detenerse. ¿Cuántas horas debo dormir? ¿Cuándo de lo que
obtengo debería gastar? ¿Cuánto de mi esfuerzo es necesario para
tener una vida con resultados importantes? Las leyes son límites
para evitar el desorden, alejando el caos y la pobreza de nuestra
vida. Cuando se ponen en funcionamiento, se logra caminar por
una zona segura que será di cil de romper, porque cada acción que
respeta las reglas, es un ladrillo de la muralla que protegerá a los
nuestros de cualquier eventualidad que llegará tarde o temprano.

Ese hombre armado, si llega a la vida de quien se preparó para la


batalla, se topará con recursos que le harán frente, como un seguro
de gastos médicos para el día de la enfermedad, un seguro para la
educación de nuestros hijos, así como la diversificación de nuestras
inversiones, las cuales darán rendimientos aun si no estamos en
condiciones de seguir trabajando.
Dios en su ley habla sobre el trabajo de una forma posi va en su
máxima ley que son Los Diez Mandamientos:

“ Acuérdate del día de reposo para san ficarlo. Seis días trabajarás,
y harás toda tu obra; más el sép mo día es reposo para Jehová tu
Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bes a, ni tu extranjero que está dentro de
tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la erra, el
mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el sép mo día;
por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo san ficó”. Éxodo
20:8-11

Debemos trabajar seis días y dejar el sép mo para el descanso. El


consejo de Dios es dedicar más días para el trabajo que para el
descanso. La inac vidad nos puede llevar a la ruina financiera de
manera inevitable. El proverbista dice que consideremos a la
hormiga laboriosa que trabaja para almacenar alimento para sí
misma:

“ Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la


cual, no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el
verano su comida, Y recoge en el empo de la siega su
mantenimiento”. Proverbios 6:6-8

El pasaje advierte en contra de dormir excesivamente, cuando


deberíamos estar trabajando en algo provechoso. Alguien
despreocupado por su futuro, probablemente sea también
perezoso y negligente, prefiere descansar cuando debería trabajar.
El fin que se está trazando es el de la pobreza y la miseria.

A pesar de la distancia temporal, cultural y social entre lo que


vivieron los escritores de proverbios, estos consejos son aplicables
para nosotros. Si los hubiésemos atesorado desde la juventud, el
presente de más de la mitad de la población mundial habría sido
diferente. El libro de proverbios, valida su per nencia en el empo
de la salvación y la gracia, al enumerar principios aplicables para
todo momento.

El área financiera, como el de la salud y la alimentación, se ajusta


por principios. Los principios son permanentes. El libro de
proverbios, más que mera sabiduría popular como los dichos y
refranes, con enen máximas; es decir, pensamientos cortos pero
profundos que describen el resultado de nuestras acciones. Un
ejemplo clásico de todos conocido es Proverbios 22:6: “Instruye al
niño en su carrera, que aun cuando fuere viejo, no se apartará de
ella”. Es una máxima que describe el resultado de hacernos
responsables de la educación de nuestros hijos, y es generar
hábitos en ellos que los acompañen por el resto de la vida.

Los principios del libro de proverbios en los capítulos 1 al 6, hablan


sobre la prudencia y la moderación para la vida co diana. Pero
dejemos atrás los primeros textos de este libro sapiencial, y
hablemos del final, del capítulo 31. De acuerdo al es lo de escritura
hebreo, lo expuesto al final son las frases más significa vas del
texto. El úl mo capítulo de proverbios es el apéndice, una manera
de conclusión del libro, es una forma de aterrizar con todo el
contenido que cierra magistralmente los consejos de sabiduría de
Dios, donde se definen los pensamientos y temas más importantes.

¿Quién crees que aparece como personaje principal? Sí, la mujer,


una mujer virtuosa sin la cual lo que se realice en casa sería un
fracaso. El proverbista elogia a la mujer en el capítulo 31:10-31, y la
elogia por su trabajo: “El corazón de su marido está en ella
confiado, Y no carecerá de ganancias” Proverbios 31:11. El trabajo
de las mujeres, que en algunas culturas puede ser mal visto, aquí es
puesto en alta es ma.

La mujer virtuosa es aquella que, como resultado de su esfuerzo y


sabiduría, y del producto del trabajo de sus manos, abriga a su
familia con ves dos de lana y de lino. Los tejidos de lana son para la
ropa común e indispensable que proporcionan buen cobijo, pero el
lino, es una tela elegante usada para la fiesta y la celebración.

La mujer virtuosa busca el pan lejos, hasta donde encuentre el


mejor producto al mejor precio. A ende a su familia y con sus
ahorros es capaz de comprar una propiedad que heredarán sus
hijos. Revisa sus negocios diligentemente y parece incansable
porque duerme noche procurando el bien de su hogar. Su familia
puede enfrentar el frío invierno porque están ves dos
adecuadamente. Fabrica telas con sus manos que comercia para
ayudar a generar ingresos extras, y siempre se asegura de haberse
ganado su comida con el sudor de su frente.

Así es la mujer virtuosa, una que teme al Señor, una que es


bendecida por quienes la conocen, y que se ríe del porvenir porque
cuando vengan los malos días ella estará preparada. Qué grande
sa sfacción para quienes tenemos a una mujer virtuosa por
esposa. Alguien que u liza sus habilidades sociales y su
determinación, para mirar hacia el mañana con la seguridad y
valen a que le da su trabajo, que cuenta con la sabiduría suficiente
que le permite estar preparada para lo que venga. Ella sabe
comerciar, cuida el gasto familiar; con sus manos fabrica abrigos
para su familia y hace que su esposo sea un hombre de alta es ma
por la calidad de vida que llevan.

Regresando a los capítulos iniciales de los proverbios, a par r del


capítulo 6, el proverbista inicia una serie de consejos sobre la vida,
elogiando a quienes enen habilidades para los negocios, y
alabando a quienes han desechado la pereza. Los sabios han
optado por el trabajo esforzado y bien planificado. Por ejemplo, el
primer consejo del capítulo 6, es a no poner en riesgo su
propiedad, no figures como fiador de alguien irresponsable que
termina transfiriéndote sus deudas.

Se celebra además al trabajo laborioso, que se asemeja al de la


hormiga, la cual, sin tener quien las gobierne, realiza un trabajo
colabora vo. Advierte contra los simples que no ven el desastre
que ocurre cuando son poco previsores, en el verso 10 y 11 del
mismo capítulo 6 dice: “Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y
cruzar un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad
como caminante, Y tu pobreza como hombre armado”.

Es decir, duerme mucho y vendrá tu necesidad, deja pasar el


empo, cruza las manos y reposa más que lo que trabajas y
obtendrás pobres resultados. La gente duerme mucho más de lo
que se requiere para recuperar fuerzas; pero también duerme
despierta, mientras se entre ene con series, con una vida llena de
distracciones, escuchando la música de otros, siguiendo la vida de
otros, desperdiciando empo en lo que no edifica.

Cualquier empo es bueno para la persona que se enseña a


trabajar y que no pone como obstáculo los problemas de un país o
de la economía global. Porque sabemos que, “la bendición de
Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”.
Proverbios 10:22. Hay personas que teniéndolo todo para perder,
enfrentaron los desa os y lograron salir de su condición de
pobreza. En cambio, hay personas que teniéndolo todo para ganar,
desaprovecharon las oportunidades.
Haga el siguiente ejercicio para detectar cuántas oportunidades
existen a unos cuantos pasos de donde se encuentre usted en este
momento. ¿Cuántos recursos y cuántas oportunidades existen
afuera de su casa? Basta con que salga a la avenida más cercana
que tenga, con una hoja y un lápiz, y apunte cuántos tráileres llenos
de mercancía circulan por esa avenida en media hora. Haga un
cálculo aproximado del valor comercial que llevan. Mire también a
la izquierda y a la derecha, y observe cuántos negocios hay a unos
doscientos metros de distancia, calcule también cuál sería el total
de las ventas mensuales en conjunto de todos esos negocios. Vea el
transporte público en el que se trasladan las personas.

Vea a las personas que se dirigen a su trabajo, a las amas de casa


comprando sus productos municipales, observe este servicios de
todo po, y reconozca que las oportunidades están presentes
delante de usted, ya que puede entrar al ciclo comercial por medio
de la inversión en algún negocio. Después de esa media hora de
observación, escriba el valor aproximado que circuló frente a usted.
¿Se da usted cuenta? Por esto es que le pregunto, qué le falta para
decidirse a ser crea vo y educarse financieramente para
emprender en un buen negocio.
para el hogar, a los trabajadores

movimiento de materiales, alimentos,

Dese cuenta de que el mayor ac vo que usted ene ya está hecho.


Es la ciudad donde vive, es esa concentración de recursos y
personas que permiten un conjunto de bienes del que todos
par cipamos. Sí, el mayor ac vo económico con el que usted
cuenta ya está hecho, ya está en funcionamiento, es su ciudad, el
pueblo en el que vive, aunque sea pequeño, con sus vías de
transporte, su iluminación, con sus bancos y una mul tud de
profesionales y técnicos con quienes se puede ayudar para
desarrollar sus proyectos.

Seguramente en la región donde se ubica, puede mirar que hay


gente que ha logrado estabilidad financiera. Porque vieron la
oportunidad y con nuaron a la acción, porque no dejaron pasar el
empo, porque dieron un salto de fe dejando la seguridad de su
empleo. Y porque, el otro ac vo financiero con que usted cuenta
también es proporcionado por Dios, que es su mente, su capacidad
crea va para resolver el problema del sustento de su familia. Lo
único que necesitamos es como se dice, pensar fuera de la caja. Y
para esto quiero terminar con lo siguiente.

Desde el siglo XVIII, cuando inició la era industrial, ocurrió un


grande avance con la creación de las máquinas de vapor que
potencializó la fuerza laboral. Se generaron líneas de producción
que hicieron más rápida la elaboración de los productos. A pesar de
estos avances, se requerían demasiadas manos para la operación
de los equipos industriales, así que tuvimos unos 150 años de
trabajo dentro de las industrias, trayendo el crecimiento económico
para las poblaciones. Sin embargo, la fuerza crea va que debería
haber generado empresarios y emprendedores, se convir ó en
fuerza laboral.

Esta dinámica de trabajo, enclaustró a potentes crea vos,


matemá cos, cien ficos y ar stas, dejándolos detrás de máquinas
y computadoras, con la imposibilidad de descubrir sus potentes
talentos. Haciendo labores repe vas durante treinta años de vida
laboral, para tener derecho a una jubilación. Actualmente el
panorama no es el mismo. Estas mismas empresas donde un
trabajador podría recorrer su etapa laboral completa hasta la
jubilación, se están acabando.
La competencia mundial perfecciona a la industria, y los sistemas
automa zados requieren profesionales, especialistas y técnicos
para configurar y dirigir los equipos de úl ma generación, que
enen un nivel de eficiencia cien veces mayor que la mano del
hombre.

El empleo entonces ha cambiado, un sinnúmero de puestos ha


desaparecido, dando paso a la venta directa desde las plataformas
de Ecommerce. Los pagos bancarios desde una aplicación en el
celular, la entrega directa a domicilio de lo que compramos y una
serie de avances han transformado al comercio.

No existe en nuestro empo la seguridad del empleo como antes,


porque los sistemas económicos son cambiantes, y lo que funcionó
hace tres décadas ya no existe. Y si el mundo cambió, es de sabios
que nos adaptemos a este movimiento. Existen cosas buenas en el
empleo, por ejemplo, puede verlo como un entrenamiento pagado
para cuando se decida a emprender por su cuenta.

En tu empleo está la oportunidad de conocer sobre contabilidad,


administración, ejercitar tus habilidades para lo que se produce en
ese lugar. Incluso los errores y accidentes de quienes trabajan ahí,
son riesgos con los que corre la empresa. Pero escuche esto que le
voy a decir por favor. El empleo es un buen principio, pero puede
ser un mal final.

Es un buen principio porque allí iniciamos poniendo en prác ca lo


que estudiamos, porque se nos capacita para ejercer el puesto que
tenemos, porque podemos ahorrar un capital de nuestro salario
para emprender un proyecto diferente, y cuando este
emprendimiento ya arrancó, cuando es seguro lo que estás
construyendo, entonces te puedes independizar de tu empleo.
El empleo es un buen inicio, pero puede ser un mal final, porque
pocas son las empresas que pueden sostener una plan lla laboral
por grandes temporadas. Las empresas también enfrentan crisis
económicas y algunas cerrarán ante los cambios en la economía y
en el mercado, cualquier empresa puede cerrar. Espero que no,
pero la empresa donde laboras también ene el riesgo de cerrar.

Escuche la voz del Señor cuando nos dice que seamos diligentes y
que sepamos leer los empos. Dios previno a sus hijos de los
empos de escasez. Al final de su vida laboral, usted no se quedará
con una parte de la empresa en la que trabajó, probablemente no
le vayan a dar acciones de la empresa, porque lo que usted vendió
fue su empo y la disposición de su trabajo. Y con el salario que
recibió durante la vigencia de su contrato, se le pagó lo que estaba
establecido.

El empleo es un buen inicio, porque Dios a través de esa empresa,


le proveerá de un salario que le dará lo necesario para sostener a
su familia, pero puede ser un mal final porque después de 30 o 40
años se dará cuenta que todo el potencial y la crea vidad que Dios
le dio, lo empleó para estar al menos ocho horas diarias de su vida,
realizando operaciones repe das que no le desa an a crecer y
generar mejores resultados. Recuerde que antes de la era
industrial, las personas sembraban sus campos, eran comerciantes
o artesanos que creaban su propia fuente de ingresos.

En el siglo XXI se está regresando al emprendimiento personal que


bien realizado genera mayor bienestar. Los hijos de Dios, debemos
estar preparados para bendecir al Señor dedicando nuestros
talentos y destrezas, mul plicando lo que pone en nuestras manos
como buenos mayordomos.
Esperamos que la información de este capítulo haya sido lo
suficientemente esclarecedora para generar un cambio posi vo y
que tomemos las acciones necesarias para lograr que nuestras
condiciones sean dis ntas.

6 Ofrendas de gra tud: “Primicias”.

“No te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia”.


Epicuro de Samos, (341 AC-270 AC) Filósofo griego.

n esta ocasión hablaremos del eje principal de la bendición para


nuestra economía y recursos, la gra tud. Existen al menos tres
maneras de expresar la gra tud a Dios, como demostración de
fidelidad. Son parte del fundamento doctrinal de las Escrituras, se
cons tuyen para quien es fiel al Creador, en una oportunidad de

bendecir a otros con nuestro trabajo. Nos referimos a los diezmos,


a las ofrendas y a las primicias.

Por supuesto que el empo que describe la Biblia y el que vivimos


nosotros es completamente dis nto. Varios países de la América
La na, a inicios del año 1900, y después de lograr algunos procesos
polí cos en sus sistemas de gobierno, tuvieron la oportunidad de
pasar de una economía rural a una urbana. A inicios del año 1900,
en el caso de México, ocurrió el inicio de movimientos
demográficos que fueron del campo a la ciudad.

La población del siglo XX, comenzó a extender el espectro de la


economía más allá de los cul vos. Se dejó de depender de una
economía de autoconsumo en los trabajos de labranza de los
campos familiares como ingreso mayoritario. Este movimiento de la
economía, hace suponer a los menos avispados, que, si no
dependemos más del campo, entonces, los diezmos, las ofrendas y
las primicias no enen validez para nuestra economía.

Pensar de esta manera, parece lógico, pero solo parece, porque no


nos damos el empo de hacer una hermenéu ca más profunda, es
decir, no inver mos empo en actualizar el texto sagrado para
responder si con esa interpretación, somos fieles o no a la Palabra.
Lo cierto es que, cuando una civilización con núa creciendo, surgen
otros medios de producción y otras economías que hacen eficiente
el proceso del estado de bienestar para una población que es, cada
vez más grande y por tanto, de mayores necesidades. En ciudades
como en las que vivimos en el siglo XXI, las ac vidades económicas
se dividen en al menos tres sectores, Primario, Secundario y
Terciario.

El sector primario es precisamente el que vemos en las escrituras.


Es la economía que se sustenta de la extracción de las materias
primas que encontramos en la naturaleza, como la agricultura, la
ganadería y la pesca. Son productos que se venden tal como se
ob enen y sin ningún proceso de transformación.

El sector secundario de la economía, comprende ac vidades


artesanales e industriales que se dedican a la transformación de la
materia prima. Este trabajo puede incluir desde la elaboración de
alimentos, hasta la industria automotriz, y es el de mayor empuje
económico, porque por medio de capitales inver dos, se puede
transformar la materia, convir éndola en productos de valor
agregado, con una mayor versa lidad. Se trata entonces, del sector
industrial, el cual aporta mayor valor que vender la materia prima
tal como lo que encontramos.
El sector terciario es el de los servicios, y es el que más se
desarrolla actualmente en una ciudad, Se trata de la economía de
intermediación, del transporte de mercancías como personal, el
comercio, las comunicaciones entre otras.

Sin importar en qué sector de la economía nos encontremos, el


primario, el secundario o el terciario, Dios es la fuente de toda
bendición. No podríamos pensar que solo quienes viven del sector
primario con los productos del campo, la ganadería, agricultura,
pesca o minería, deberían ser agradecidos. Los sistemas
económicos se han mul plicado y han dado paso a otras maneras
de subsistencia.

Comprendemos perfectamente que en el empo en que se


escriben las escrituras la profesión o el negocio que usted
desarrolla no exis an. Pero el tema de los diezmos, ofrendas y
primicias no depende de los sectores de la economía; es más bien
un tema sobre los recursos y los medios con los que Dios nos
permite vivir.

En las Escrituras aparece una y otra vez el principio de la propiedad


privada. Este surge cuando las personas pasaron del sistema
nómada a los primeros asentamientos humanos en ciudades. En las
primigenias ciudades estado, se establecen reglas y costos para
adquirir una propiedad. Se legisló para que los ciudadanos
pudieran tener la capacidad de ser dueños de la erra, logrando
tener una parcela qué cul va y que les permi a obtener una
cosecha para su sustento.

Tener una vivienda daba estabilidad y seguridad. En los evangelios


vemos que aún uno de sus discípulos tenía una casa, Pedro, donde
en tres evangelios aparece la escena en que su suegra es sanada.
Tener una casa siempre ha sido una buena inversión patrimonial
para el futuro, y esta se puede heredar.

El empo de la monarquía de Israel se ubica en la edad del bronce


final. En esa etapa se describe a Israel como una nación
seminómada, con una forma de vivir basada en la trashumancia,
referido como el movimiento geográfico de las personas en
búsqueda de pastos para sus rebaños durante cada temporada.

Cuando toman posesión de la erra, dejan de tener esta forma de


vida, y cambian las endas móviles por casas estables, asentándose
en un solo lugar. Es lo que se describe en el capítulo 26 del libro de
Deuteronomio, donde se le comunica a Israel antes de entrar en
posesión de Canaán que de lo que la erra produjere, deberá dar
sus diezmos y primicias, reconociendo que no teniéndolo nada en
Egipto, Dios prome a entregarles la erra por heredad.

En ese mismo capítulo, versos 5-9, vemos la descripción de la


fundación de Israel:

“ Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a


Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una
nación grande, fuerte y numerosa; y los egipcios nos maltrataron y
nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y
clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó
nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra
opresión; y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo
extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros; y nos
trajo a este lugar, y nos dio esta erra, erra que fluye leche y miel”.

Israel había pasado de una economía seminómada, a la


construcción de sus primeras ciudades. Las an guas civilizaciones
se establecieron junto a los ríos, a esto se le conoce como
“civilizaciones fluviales”. Los afluentes de aguas les proporcionaban
mejores posibilidades de vida, naciendo las sociedades agrarias.
Por tanto, el tema sobre nuestra mayordomía, incluye la gra tud y
la fidelidad en términos de ofrendas o donaciones. Se debe esto
abordar desde el tema antropológico, como actos de honra y
reconocimiento al proveedor que es Dios.

El texto que leímos de Deuteronomio expresa la terrible aflicción


que experimentó Israel en Egipto como esclavos. Sin derecho a la
propiedad, sin libertad, y en la úl ma experiencia, sin derecho a la
vida. Cuando Dios rescata a su pueblo, es cuando el primero de los
derechos estaba siendo vulnerado, tratando de abortad a los hijos
varones de las mujeres hebreas. Dios había sido quien los condujo
por el desierto y les hizo atravesar el mar en seco, con señales y
milagros, entregando en sus manos la erra que fluye leche y miel.

Por esto es que lo que definimos como la Palabra de Dios, la


comunicación que ha tenido con esta humanidad para mostrarnos
su voluntad, no es un listado de reglamentos y leyes, no son datos
cronológicos, desar culados y vacíos. Es más bien la conservación
de las experiencias que tuvo Israel y la Iglesia sobre la intervención
de Dios en su historia. Se volvieron historias de salvación, porque
su protección se hizo presente en cada momento con el riesgo de
desaparecer. En el marco de una intervención tan grande es que
Dios expresa sus leyes, como método de protección y cuidado. En
el caso de nuestras ofrendas, Dios espera que, a través de ellas, le
reconozcamos siendo agradecidos y obedientes.

Entonces, ¿Qué tan vigentes son los mandamientos? ¿Es válido dar
ofrendas? ¿Le corresponde a Dios una parte de lo que nos ha
dado? Y si es así, ¿Quién debe administrarlo? Dentro de cada
movimiento evangélico, habrá los mecanismos, las estructuras
ins tucionales, y las personas encargadas de determinar el uso
correcto de los bienes del tesoro de Dios.

Lo que queremos puntualizar aquí no es esa parte, sino que


reconozcamos, qué tan vigentes son las donaciones y ofrendas que
se nos demanda contribuir para el Reino de Dios. Tan vigentes,
como que todo lo que tenemos proviene de Dios. Tan actuales,
como que la erra sigue dando su cosecha para ser alimentados.

En este y el siguiente capítulo, veremos algunas de estas ofrendas,


pero lo haremos por orden de aparición en el texto bíblico. Siendo
así, las primeras ofrendas dedicadas al creador, fueron las Primicias.
Ofrendas que vemos de la mano de Abel, y posteriormente
recordaremos que fue también la primera ofrenda que se realiza a
Dios, antes de poseer la erra prome da de Canaán, por lo que
habremos de revisar la toma de la ciudad de Jericó. Así vemos
también en la ciudad de Jericó. Así vemos también en 5 “tomará la
cesta que tú le entregues y la depositará ante el altar del Señor tu
Dios; entonces tú dirás ante el Señor tu Dios: “Un arameo errante
era mi padre”.

Con núa diciendo “ Por eso ofrezco ahora los primeros frutos que
produce esta erra que tú Señor, me has dado. Acto seguido,
pondrás la cesta delante del Señor tu Dios y te postrarás ante él.
Después festejarás con alegría los bienes que el Señor tu Dios te
haya dado a y a tu familia. Se unirán a tu celebración los levitas e
inmigrantes que viven en medio de ”. Esta es una declaración que
ene el propósito de hacernos conscientes de la bondad de Dios.

Las primicias eran los primeros frutos agrícolas, los primogénitos de


las familias y de los animales. Tres veces al año, de acuerdo con los
diferentes productos del campo, el israelita llevaba los primeros
frutos de su esfuerzo al sacerdote del santuario para que fueran
provisión de la familia que el Señor había escogido que le sirvieran.
Las primicias no tratan de un porcentaje de lo obtenido, sino de lo
mejor de los primeros frutos, y se entregaban en fiestas o
ceremonias a las que no se debía llegar con las manos vacías, si
Dios había otorgado del fruto de la erra.

Para comenzar con la detección de las primicias en el texto bíblico,


vemos que en Hebreos 11, donde se mencionan a los personaje de
la an güedad, se inicia con Abel y no con Adán. Lo que realiza Abel
es un acto de fe. Abel es el hijo menor de Adán y de Eva, no es el
primogénito. Por alguna razón, en las escrituras se puntualiza
constantemente la elección soberana de Dios, que en la legalidad
debería recaer en el primogénito, pero que no siempre es así. Esto
ayuda a concluir que, no es la posición natural que tenemos, lo que
garan za que nuestros actos sean vistos por Dios. Abel entregó lo
mejor de los resultados de su trabajo. Y este acto de gracia y de
generosidad quedó para la posteridad como un acto de fe, al elegir
dar lo mejor de sus primeros animales, lo mejor y lo primero le
pertenece al Señor.

Haciendo una analogía entre la vida del hombre, y la experiencia de


Israel, tomando en cuenta tres estados en que se encontró: La
esclavitud, el desierto y la posesión de la erra prome da,
podríamos decir lo siguiente.

1. Tiempo de esclavitud. El pueblo de Israel antes de asentarse en


Canaán, había pasado por la desgracia de perder su libertad, sus
posesiones y algunos hasta la vida misma. Tres derechos
fundamentales para el bienestar que hemos mul citado. La vida, la
libertad y la propiedad privada, se van adquiriendo conforme corre
el empo. Porque como comentamos desde el primer capítulo,
cuando nacemos lo hacemos sin tener nada; lo que tenemos, es
porque la familia donde nacemos ya hizo algo por nosotros.
Dependemos de nuestros padres los primeros años de vida. Un día
salimos de casa, y lo más lógico es que no nos llevaremos lo que es
de nuestros padres.

Como Israel, iniciamos la búsqueda de un propósito, transitamos


nuestros propios desiertos; salimos con la bendición de Dios a
ganarnos la vida. Al principio no nos alcanza, la vivienda donde
comienza nuestro matrimonio probablemente sea rentada; el
dinero se va en deudas, gastos y rentas.

2. En el desierto. Es entonces cuando nos damos cuenta que para


llegar al siguiente nivel hay que pasar por el desierto. En el desierto
la vida es di cil, y algunos quieren regresar, “estaba mejor con mis
padres donde había comida y los servicios estaban pagados”.
Ahorramos algo y de pronto algún aparato de la casa se
descompone, o alguien en la familia enferma, así que enes que
u lizar los ahorros y volver a comenzar. Hay lo suficiente para cada
día, como en la travesía de Israel al ser alimentados diariamente
con el maná, hay lo suficiente, pero no para mañana, no hay para
vender y lograr alguna u lidad, es donde nos preguntamos ¿Cómo
puedo abrir la puerta de la bendición?

Este pueblo, cansado de atravesar por el desierto, estando frente a


la erra que fue prome da a sus padres, es sustentado por el
Señor. Cada vez ene un encuentro con el Dios proveedor. A nivel
familiar, poco a poco vamos adquiriendo consciencia de la
necesidad de ahorrar e patrimonio, en algunos bienes que
permiten ver el maná del cielo con el que Dios nos provee.
habilidades y

inver r en un
3. Posesión de la erra prome da. Cuando logramos cierta
estabilidad familiar, podemos compararlo a cuando Israel llega a la
ciudad que es puerta de la erra prome da. La ciudad más an gua
y más poderosa de los cananeos es Jericó. La ciudad más rica y más
poderosa de todo Canaán. Esto lo ates guan el tamaño de sus
murallas, lo numeroso de su ejército, y las riquezas de sus tesoros.
Hasta el día de hoy Jericó conserva sus múl ples manan ales, y
aún existen sus famosas palmeras. Israel debería iniciar la
conquista derrotando al enemigo más fuerte. Jericó es la puerta de
la bendición. Entonces el pueblo piensa que el bo n de guerra, será
bastante grande.

Jericó tenía oro, piedras preciosas, las especias aromá cas más
finas de su empo y una gran can dad de ganado. Pero antes de
iniciar la guerra contra ellos, Dios ene algo que decir. Le comunica
a Josué: “De todo lo que hay en esta ciudad no quiero que tomen
absolutamente nada, toda esa riqueza le pertenece al Señor”. Como
bien sabemos, esa batalla no la ganó el pueblo, sino Dios. Fue el
Señor quien derribó la ciudad amurallada de una forma
sobrenatural. Israel rodeó la ciudad dando vueltas a ella, y el día del
ataque, Dios derribó sus muros al sonido de trompeta, y al grito de
guerra del pueblo entero.

Jericó son las primicias de la erra prome da, y las primicias se


establecen sobre un principio que dice: “todo para el Señor, nada
para ”. Este es un acto de fe, en el que le entregamos lo primero y
lo mejor de nuestros logros a quien es dueño de todo, porque
creemos que el Señor es la fuente de toda bendición. Dar las
primicias, es abrir la puerta de la prosperidad que habrá de venir.
Las primicias es lo que rebosa de la copa.
De ninguna otra ciudad Dios les pidió las primicias, solo de Jericó. El
principio de las primicias se establece en que a Dios le pertenece lo
primero. Si no pasas por la puerta de tu propio Jericó, la erra de
las promesas no puede ser tomada. Al no abrirse la primera puerta,
la de la más grande bendición, las demás puertas que Dios tenía
para , permanecerán cerradas. Se trata de una ofrenda del fruto
pasado para el bienestar futuro. Es una ofrenda que habla a
nuestro futuro.

Alguien preguntará, ¿Cuánto debo dar de mis primicias? ¿Mi


primer salario? ¿El primer día del año o la primera venta del mes?
No vamos a dar una respuesta específica, solo le diría, depende de
cómo quieras que Dios te bendiga. Mira a Abel, ¿puedes ver si
calculó lo que estaba entregando? No, no lo hizo, y aunque murió a
mano de su hermano Caín, sus resultados no fueron borrados. Las
primicias hicieron la diferencia, porque trajo de los primogénitos de
sus ovejas, lo más gordo de ellas. Las primicias de Israel sobre
Jericó, hicieron la diferencia también en la conquista de Canaán.
Porque entregaron a Dios las primeras ganancias. La primera
ofrenda, es la semilla de las bendiciones futuras, entre mejor sea la
semilla, la cosecha será más abundante.

Veamos un tercer ejemplo, este se describe en la historia del


profeta Elías. Después de una sequía de tres largos años, los ríos se
secaron, se perdió la cosecha y no había ni comida, ni agua. Las
personas y los animales estaban muriendo. En medio de la
desesperación por la grande hambre que estaba matando hombres
y animales por igual, Elías ene un encuentro con una mujer viuda.

Esta no ene padre ni esposo, Elías la ve cuando recoge unos


cuantos leños. Su futuro estaba marcado por la desgracia, la puerta
de la bendición se había cerrado desde hace mucho empo. Elías
se acerca y le pide agua, un producto demasiado escaso que le
comparte. Después de beber agrega: “Me podrías dar un bocado de
pan”. Su respuesta nos deja conmocionados: “Sólo tengo un poco
de aceite y harina para preparar una úl ma comida y esperar la
muerte con mi hijo”.

Elías, siendo el profeta más poderoso del AT, ¿no tendría el poder
suficiente como para alimentar a esta familia, y a él mismo? Acaba
de escuchar que no enen nada, que su único hijo y ella se
preparan para la úl ma comida de ambos que tanto han cuidado,
ahora ese pequeño bocado será repar do entre tres personas. Y
para que no tengamos duda de lo que está pasando, el profeta
agrega, “pero a mí me sirves primero”. Cualquier persona que viera
esta escena, diría que Elías es un falso profeta, porque se
aprovecha de su condición con una humilde mujer en desgracia.

Sin entender lo que pasaba por su mente, la mujer solo calló y


obedeció. ¿Qué es lo que ocurre aquí? ¿Se trata de un tema de
injus cia? ¿Es una broma de mal gusto? No, más bien, Elías conocía
el principio de las primicias: No habrá bendición, si la puerta de las
primicias está cerrada. La combinación que abre la cerradura de tus
bendiciones, se basa en un acto de fe. Después que comieron, Elías
le dice: La harina de la naja no escaseará, ni el aceite de la vasija
disminuirá hasta el día que el Señor haga llover sobre la faz de la
erra.

Esta palabra que dice el profeta, no tendía fuerza en sí misma, si


esta mujer viuda no habría accedido a cuidar del profeta de Dios.
Para bien de ella y de su hijo, esta no fue su úl ma comida, Dios
estaba así garan zando su provisión hasta el final de la sequía. Las
primicias abren la puerta de la bendición para tu hogar, esta es una
promesa de Dios que no quedará vacía.
Por úl mo, una cuarta historia, el nacimiento del profeta Samuel.
Antes del nacimiento de la monarquía, se nos muestra a una mujer
llamada Ana, llena de provisiones de parte de su marido, el cual la
amaba con todo su corazón. Sin embargo, Ana era estéril. La
abundancia de riquezas y el amor de su marido no llenaban su
necesidad, ella deseaba un hijo. Ante su esterilidad, en el templo
de Silo, Ana hace un voto delante del Señor:

“S eñor todo poderoso, si te dignas mirar la aflicción de tu sierva, y


si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo
varón, yo lo dedicaré a todos los días de su vida”. 1 Samuel 1:11

Ana atesoraba la dicha de tener un hijo, de lo cual, Dios concedió


su pe ción. Ana se embaraza, da a luz, y el niño crece. Y cuando
llegó el empo de destetarlo, siendo de brazos todavía, lo llevó a
Silo nuevamente. Haciendo un sacrificio nuevamente, lo presentó
ante el sacerdote. Ella solo quería la dicha de ser madre, pero había
prome do que luego de destetarlo, lo dedicaría al Señor dejándolo
en el templo. Este hijo sería el profeta Samuel. Un hombre que
estaría al servicio en el templo desde muy temprana edad. Samuel
eran sus primicias… y como las primicias son la puerta de la
bendición, 2 Samuel 2:5 revela lo que recibe Ana: “La estéril ha
dado a luz 7 veces”. Dios abrió la matriz de Ana como una puerta de
bendición.

Como vemos en esta historia, la prosperidad no siempre es un


asunto monetario o de posesiones. Dios te dará la bendición que
necesitas en tu vida, porque el Señor bendice aquellos actos de fe
que tocan su corazón. Entonces la pregunta sobre ¿cuánto? o
¿qué? son las primicias, la debemos responder de manera
personal. Pregúntate mejor ¿con qué clase de semilla bendices al
Señor? ¿Cuáles son tus primicias? Según tu respuesta, Dios
mul plicará sus bendiciones cuando la puerta de la promesa se
abra.

Quiero expresar algunas experiencias que como pastor he


escuchado de quienes ofrendaron sus primicias. Algunos me han
comentado, que después de dar mis primicias tuvieron una gran
oportunidad, porque con poco compraron mucho, Dios abrió la
puerta de la oportunidad para un negocio. Un pastor comentó, el
auto que siempre había tenido problemas ya no se descompuso.

Un matrimonio de muchos años comentaron, nuestra situación


matrimonial mejoró, porque el tema de nuestros problemas era
que no alcanzaba lo que ganábamos, pero pudimos mejorar
nuestra economía. Un pastor tuvo la experiencia de que después
de varios años de no tener familia, su esposa se embarazó y él
decía totalmente convencido, ¡Fueron las primicias!

Cuando damos nuestras primicias, estamos confiando en que Dios


pondrá una cobertura de bendición. Si algo en la casa se daña, será
solamente para sus tuirlo por otro aparato o accesorio nuevo y
mejor. No inver rás tanto en medicamentos, porque el Señor es tu
sanidad. Recuerda que primicias no solo es lo primero, sino lo
mejor. Se trata de preminencia en empo y en calidad.

Conviene aclarar que Dios no pone en venta sus bendiciones, la


puerta de la bendición no se abre con dinero, la puerta de la
bendición se abre cuando honramos a Dios con lo que somos y con
lo que tenemos. Cuando ponemos por medio de actos de fe como
la entrega de nuestras primicias en sus manos, nuestro futuro se
pone también en su bendita voluntad.

Cuando reconocemos que es gracias a él que la erra produce su


cosecha. Para usted ¿Quién es la fuente de bendición? Sus actos de
donación, grandes o pequeños, describen la confianza que
tenemos con el dueño de todo, su generosidad nace del
reconocimiento de aquel al que pertenece la erra y su plenitud.

Honra al Señor con las primicias de tus frutos, con la bendición de


tu trabajo, porque Dios merece honra de sus hijos. Digamos en
cada acto de fe y donación como hizo David “Pues todo es tuyo, y
de lo recibido de tu mano te damos”. 2 Crónicas 29:14.

7 Diezmos y Ofrendas de gra tud.


“ Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y
mul plicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra
jus cia” 2 Corin os 9:10. Apóstol Pablo. Siglo I. Predicador y
fundador de iglesias cris anas,

omo una con nuación del tema anterior, revisaremos lo que las
Escrituras dicen sobre la entrega de los Diezmos y de las Ofrendas.
Para iniciar se requiere aclarar, que los diezmos y las ofrendas son
actos de fe, y que son expresiones individuales de adoración de
quienes recibimos algún po de ingreso o productos como fruto

del trabajo.

Este mandato se encuentra entre los estatutos de Dios al pueblo de


Israel, cuando aún no es poseedor de nada, en el desierto. Así es, el
Dios de Israel diseñó el servicio del sacerdocio de la familia de
Aarón, cuando aún están en el desierto. No enen templo y no está
operando los sacrificios, esto junto con la mención de que
próximamente edificarían ciudades donde vivirían, además del
cuidado de los levitas, las ciudades de refugio para los perseguidos,
y demás santuarios, antes de haber construido siquiera un solo
muro.

Con lo único que cuentan es con la experiencia de los hechos


demostrados de la salvación de la esclavitud y de la muerte.
Contaban además con el tes monio de que, durante la travesía del
desierto, sus calzados no se gastaron ni su ropa envejeció; jamás
fueron dejados en el olvido, muertos ni de hambre, ni de sed. En el
momento en que se instruye sobre diezmos y ofrendas, están
frente a la erra prome da, para que no olviden de quién viene
todo don perfecto, y para unificar en la adoración al Pueblo hacia el
único Dios.

Pero ¿Dónde inicia la prác ca de los diezmos en las escrituras? El


primer registro escritural lo encontramos con el diezmo entregado
por Abram a Melquisedec. Abram vive su fe en el Señor que le ha
llamado y acompañado por erra de Canaán antes de tomar
posesión de ella. Hebreos menciona sobre los diezmos de
Melquisedec. Los diezmos eran una prác ca an gua en Medio
Oriente, pero en este par cular la expresión de Génesis 14:20 es:
“Dios entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos
de todo”.

Con este primer diezmo, Abram reconoce a alguien superior y


anterior a su descendencia, un dato que Hebreos recoge para
hablar sobre el sacerdocio de Cristo en línea con Melquisedec. Por
tanto, Abram entrega los diezmos a un sacerdote que es superior al
sacerdocio de la tribu de Leví, superior al sacerdocio de Aarón o al
de Sadoc. ¿Quién es Melquisedec? Se trata del sacerdote de Salem,
una ciudad an gua que algunos, en los mapas más an guos la
ubican con Siquem.
Después de la batalla que tuvo Abraham contra cinco reyes y sus
ejércitos, Melquisedec lo recibe con pan y vino y bendice a Abram,
el cual le entregó los diezmos de todo. Este acto es replicado por su
descendiente, Jacob, el cual ante los conflictos con su hermano
Esaú, decide huir de casa. Ante los peligros inminentes de caminar
hacia una erra desconocida, Jacob hace una promesa después de
una visión. Él observa una escalera que llega hasta el cielo donde
ángeles suben y bajan, por lo que le nombra “Bethel” a ese lugar
que significa “Casa de Dios”. Jacob promete, “Si me guardas y haces
prosperar en todos mis caminos, te entregaré el diezmo de todo lo
que haya obtenido”.

Se trata de un empo en que no existe un sistema sacerdotal


propio en Israel. Observemos que sacerdotes sí exis an, y que la
presencia del Señor se manifestaba ocurrió en Bethel. El diezmo
nace considerado un don por la protección y resultados en algún
desa o y ante grandes riesgos a los que se enfrentarían Abram y
Jacob respec vamente.
de diferentes maneras, como como un acto generoso y es

En la era de los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, exis eron


diferentes santuarios que representaban lugares de adoración
donde estos habrían hecho algún pacto con Dios. Fueron
construidos para la adoración, y cuando alguien más hacía lo
mismo, recordaban los actos salvíficos de su Dios. Esto no ha
cambiado, cuando entregamos los diezmos, reconocemos de quién
depende nuestra vida y los resultados obtenidos, aún los
económicos; todo lo que tenemos es del Señor, de lo recibido de tu
mano te damos decía David. Porque del Padre recibimos salud,
vida, medios de producción, el favor de la cosecha.
La centralización del culto y los diezmos van de la mano, los actos
de salvación eran recordados en las fiestas, los días de reposo, el
momento de la oración en familia, en cada ocasión que se dirigían
plegarias al Dios de Israel, se recordaba su intervención prodigiosa.
Y lo que más dio cohesión a la fe israelita, hasta la actualidad, es la
adoración en torno a Dios, la cual trasciende la importancia del
Estado o de la polí ca como ocurriría en cualquier otro país.

Para que esto ocurriera se requería de un sistema sacerdotal, un


calendario litúrgico, una serie de instrucciones sobre las formas
ceremoniales, y servicio permanente para no descuidar la
intercesión delante del creador. No todo el diezmo era en especie,
cuando se tenía que trasladar alguna mercancía o algún animal,
propiedad del ofrendante, y que su ciudad era distante, se podía
comercializar y dar el valor en alguna especie de valor monetario.

valor en alguna especie de valor monetario.

2, “Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán


parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de
la heredad de él comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus
hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho”. Esto
significa que no tenían acceso a la propiedad privada, lo cual los
hermanos. Para consagrarse al
dejaba vulnerables ante sus demás

servicio de intercesión, se debería garan zar su sustento


generacional. Así que, Dios ins tuye el sistema del diezmo para que
las familias de los levitas y sus sacerdotes fueran sostenidas por el
pueblo.

El diezmo no era algo extraño entre los demás países, sin embargo,
existe una distancia en la manera de u lizarlo. En las otras
naciones, por lo general no se repar a la erra, no exis a el
principio de propiedad privada, como las erras que se reparten en
Israel. Más bien los reyes eran dueños de sus países. Recordemos
las sociedades feudales, donde los ciudadanos eran más bien
vasallos de quienes se les imponía un tributo real, que era un
porcentaje casi siempre superior que el 10%.

Los ciudadanos tenían derecho de trabajar la erra, pero esta no


era de quien la trabajaba sino de los amos al servicio de la corona.
En Israel las erras se habían repar do por heredad, cada familia
tenía un territorio justo y disponible para sobrevivir que se habría
repar do desde empos de Josué. Esta heredad se podía negociar
y vender. Sin embargo, las ventas eran temporales. Después del año
del jubileo todas las erras compradas regresaban a la familia a
quien se había heredado. La erra seguía siendo del Señor, el cual
había repar do en heredad a su pueblo.

Teniendo en cuenta estos principios y el sistema que el Señor


establece de jus cia en la repar ción, El diezmo es un acto de fe
que se entrega como un acto de honra al Señor. En este tenor, el
profeta Malaquías hace un reclamo a quienes re enen para sí esta
parte que les corresponde a los negocios del Señor por la falta de
honra. Con esta ac tud cerraron las puertas de la bendición. Su
falta de gra tud provocó una terrible sequía donde además las
plagas habían llegado, trayendo ruina y miseria al no par cipar de
sus bendiciones con sus hermanos dedicados a las cosas sagradas.

Las escrituras describen dos pos de levitas por su ubicación


geográfica: los que servían en el templo de Jerusalén; y los que
servían en las ciudades de sus hermanos, así vemos Deuteronomio
12:12: “Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros,
vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y
el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no ene
parte ni heredad con vosotros”. Podríamos decir que eran levitas
residentes que vivían en la vecindad de alguna de las doce tribus.

Estos debían recibir el mismo trato que sus hermanos que vivían en
la capital del reino, ejerciendo el culto y cues ones jurídicas en el
templo. En los sacerdotes recaía la responsabilidad de juzgar al
pueblo, fungían como médicos para revisar algunas infecciones de
la piel, aislando a los enfermos para prevenir las epidemias; o para
resolver entre problemas de intereses familiares o comerciales.
Estos diferentes lugares de culto se verifican al rastrear al menos
tres lugares de oficio: 1. Los sacerdotes descendientes de Eli en
Silo, 2. Los de Aarón en Betel y 3. Los de Sadoc en Jerusalén.

Los diezmos no solo eran para el servicio del templo y sus


funcionarios, también tenían el des no de ayudar al forastero, al
pobre, al emigrante, al huérfano y a la viuda, según Deuteronomio
14:28ss. Dios deseaba una verdadera adoración, y esta debía
reflejarse en la solidaridad de quienes trabajaban la erra, hacia los
que fueron elegidos para las cosas sagradas.

Israel no siempre fue fiel en sus diezmos, ya mencionábamos al


profeta Malaquías quien les confronta por haber dejado este
mandato, y les revela que este era el resultado de la sequía que se
vivía en la región. Porque los diezmos están ligados a los resultados
que se ob enen del trabajo. Si para lograr una buena cosecha, se
requieren buenas lluvias y ausencia de plagas, debían reconocer
que la bendición depende de Dios, por lo que está fuera de nuestro
control.

En el empo del profeta Malaquías, se vive en paz, no son presa de


ataques de otras naciones, es un empo en que la riqueza era
posible. Pero en un ambiente donde deberían lograr cierto nivel de
riqueza, las condiciones no son favorables. El profeta recibe el
mensaje de parte de Dios para decirles que el fruto de la erra no
llegará, si no ceden en obedecer al Señor. ¿Cómo es posible que
bajo condiciones de paz se aparten de la obediencia?

El reclamo no solo es por lo que no se ofrenda, sino porque lo que


entregan no es lo mejor. Están diezmando animales robados, cojos
o enfermos según el capítulo 1. Tenían además la complicidad de
los sacerdotes que reciben en estas condiciones lo entregado y esto
defectuoso es ofrendado en el altar. El po de ofrenda describe el
po de corazón del ofrendante. Si teniendo lo mejor, damos lo
peor, no esperemos que Dios responda a nuestras plegarias el día
que rogamos su bendición.

Quienes dudan si es importante para nuestro empo mantener


nuestra fidelidad en la entrega de diezmos y ofrendas, podemos
decirle que el profeta les está diciendo, que una señal de
conversión será cuando regresen a una ofrenda fiel. Cuando esto
ocurra, las puertas de los cielos se abrirán, literalmente, la lluvia
regresará, el desastre terminará y sus almacenes serán llenos de
mosto.

Aclaramos nuevamente, Malaquías no está reclamando dinero para


el templo, sino la honra que el Señor merece. Esto lo comprobamos
en el capítulo 3:7, “Vuélvanse a mí y yo me volveré a vosotros”. Es
decir que el vínculo con Dios se puede romper cuando dejamos la
fidelidad.

Pero no todo se centra en dar. En el empo del profeta Amós


ocurre algo contrario. Amós que es del reino del norte y predica al
reino del sur, es enviado sin ser un profeta de carrera, a reclamar
una falsa piedad de los dirigentes del pueblo. El culto es celebrado
con eficiencia, al pie de cada ordenanza del Señor, las leyes de las
donaciones de ofrendas y diezmos, pero el maltrato al pobre y a los
prisioneros de guerra son síntomas de la degradación social. La
injus cia con los pobres no se borra con organizar un buen culto, se
requiere que el corazón que se acerca al Señor sea justo.

El empo de Amós es de prosperidad en Israel, y esto puede


repe rse en nosotros, teniendo recursos para ser fieles, nos
quedemos con esta parte y olvidemos la jus cia. El profeta Oseas
señala que los más piadosos de Israel estaban involucrados en
crímenes, men ras y robos. Lo que tenemos y cómo lo
administramos, define la relación que tenemos con el Señor.
Porque Él honra a quienes le honran y bendice a quien le bendice.
No solo con los labios, sino con actos de fe y de amor como estos.

Los profetas no fueron líderes polí cos, no incitaron al pueblo


contra el rey, ellos hicieron una labor directa, no son gerentes de
un equipo de trabajo, generalmente actuaban solos, como
enviados bajo la encomienda dada por Dios. De nada sirve diezmar,
ofrendar y dar las primicias sin la ac tud correcta delante de Dios
con nuestro prójimo, de quien ene necesidad. Esto indica una
decadencia en la fe.

Para terminar, hablaremos sobre las Ofrendas. El culto israelita se


basaba en una serie de rituales y ceremonias simbólicas que
representaban la salvación de Dios en la historia. Dentro de estas
ceremonias o cultos, había cuatro ofrendas que quiero enumerar
rápidamente. 1. Ofrendas como pago de tributos, 2. Ofrendas para
el sostenimiento del sacerdote, 3. Ofrendas en ayudas para las
comidas sagradas, y 4. Ofrendas como sacrificios expiatorios.

Las comidas eran una forma de reafirmar la proximidad con Dios y


de reforzar el pacto. Los Holocaustos eran ofrendas totalmente
quemadas donde la víc ma se consumía al fuego, excepto la sangre
que servía para expiación de los pecados no intencionales. Así
mismo, los sacrificios se podrían clasificar en tres pos:

1. Ofrendas de paz, expiación. Vegetales (harina, aceite, vino y sal).


2. Ofrendas mecidas (elevadas), levantándolas se mecían.
3. Ofrendas voluntarias, acto de gra tud en especie.
4. Primicias, lo primero y mejor de la cosecha.

Además de estas, exis an libaciones, que es el acto de derramar


algún líquido, como el vino en el altar. Estas ofrendas se entregaban
en diferentes fechas como las siete fiestas anuales, pero también
en la celebración del día de reposo. Las tres fiestas más
importantes eran

1. Pentecostés, fiesta de los primeros frutos del trigo,


2. Pascua, es el Pesaj o la independencia de la esclavitud de Egipto,
3. Tabernáculos o cabañas, fiesta de recolección de cereales y uvas.

Los sacerdotes del empo de Jesús, en el Nuevo Testamento,


estaban dedicados más a la administración del templo, y se habían
conver do en un grupo privilegiado, alejado del pueblo. El
cris anismo nace, por tanto, en el ámbito de quienes no poseen
una ordenación. Son familias que por lo general no estaban
vinculadas a los servicios del templo. La visión de Jesús es dis nta a
la aristocracia judía, Jesús interpreta la ley de un modo diferente,
dejando de lado el ritualismo de intercesión del templo, y
aplicando la misericordia por los que se han perdido, dejados a su
suerte.

Comienza Jesús a ser escuchado con algunas fórmulas, como: “Más


yo os digo”, desvinculando el ámbito externo de las purificaciones y
sacrificios por un acercamiento a los pecadores. Para los creyentes
es considerado con el respaldo del texto de Hebreos, como un
mayor sacerdote en la línea de Melquisedec. En el empo de la
gracia debemos diezmar, ofrendar y dar las primicias como un acto
de reconocimiento al proveedor.

En principio, porque fue Dios el que dio este sistema en medio de


su pueblo, pero en línea con el evangelio, porque todo acto de
donación, es un salir de sí mismos para darnos a los demás como lo
hizo el Hijo de Dios. Quien ex ende la bendición de sus bienes a sus
hermanos, habiendo de ellos recibido la Palabra, como de sus
pastores, o de sus hermanos que se dedican a las cosas santas,
ex enden bendición sobre ellos. Eso que a usted le costó esfuerzo
obtener, Dios lo bendice. Sin el Señor, lo que retenemos y que no es
nuestro, se convierte en un robo, no nos pertenece. Porque la vida
en Cristo se basa en los actos de donación, de fe y de obediencia.

Aunque, el tema de los diezmos no es un acto de donación, sino de


entrega de un monto que no es nuestro. Pertenece al ámbito de la
autoridad de Dios sobre sus hijos. La Iglesia naciente creó un
sistema de diaconía para la repar ción de los bienes que la Iglesia
donaba para las causas de necesidad. Posteriormente, cuando Dios
hace crecer a la Iglesia, algunos fueron elegidos para ocupar
puestos al frente de la congregación y guardar de ella. Cuando
donamos algo, no lo hacemos porque queramos servir solamente,
sino como fruto de una vida en el Espíritu, porque vivimos en
comunidad.

Quien vive en el Espíritu contribuye a la expansión del evangelio,


ayuda a quienes necesitan en su Iglesia local, y aporta a las
diferentes instancias de trabajo de la Iglesia ins tucional. El Señor
Jesús no eliminó el culto, por tanto, no fue eliminado el sistema de
donaciones del An guo Testamento. Más bien, a los fariseos les
cri có ser tan me culosos para el cumplimiento de diezmos y
ofrendas, pero tener carencia de caridad (el mismo reclamo de los
profetas).

El culto a Dios en el empo de la gracia, no es asunto de sacerdotes


y levitas, sino de un pueblo agradecido que alaba y sirve al Señor.
No es solo para la construcción del edificio donde nos reunimos, es
más bien el reconocimiento de Dios, quien es dueño del oro y de la
plata. Quien sustenta a su Iglesia librándola de cualquier peligro
que pueda vivir.

Cuando celebramos culto a su nombre, reconocemos que Dios nos


protege de nuevos faraones y nuevos imperios que quieren destruir
su obra. En cada culto pronunciamos su salvación y entregamos
nuestras coronas como lo hacen los 24 ancianos del apocalipsis,
entregamos un poco de lo mucho que tenemos, porque honramos
al creador que nos sustenta. Y en este marco de agradecimiento y
de reconocimiento, declaramos que fuimos alcanzados por su
gracia, que nos libró no solo del yugo de las cadenas, sino del yugo
de todo pecado.

Nos sacó no de Egipto, sino de un mundo que va a perecer en


medio de sus afanes. Diezmar, ofrendar y dar nuestras primicias, es
una forma de decir que nuestra fe no se vende por dinero; que
nuestro tesoro es el Señor y ya lo hemos encontrado; que su
Palabra es suficiente para alimentarnos; que no solo de pan
viviremos; que de lo recibido de su mano devolvemos un poco; que
nos ha dado a manos llenas, pero solo nos pide una pequeña parte,
con lo que formamos parte de la predicación de su evangelio.

Dios sea honrado con las primicias de tus frutos, con los diezmos de
tus graneros y con las ofrendas de tu corazón agradecido. Este es
un ejercicio de adoración, sobre todo, de verdadera autonomía
donde expresamos nuestra amplia confianza en el Dios que todo
provee.

8. “Iniciando mi negocio”.

“La bendición de Jehová es la que enriquece , y no añade tristeza


con ella” Proverbios 10:22. Salomón, Rey de Israel Hijo del David y
de Betsabé.

e felicito por haber llegado hasta este momento en la revisión de la


información, esto manifiesta la preocupación por hacer algo con tu
situación financiera, en especial por el tema patrimonial. Para
algunos la información que ha estado leyendo es nueva, en empos
de la democra zación de la información, existe gran

can dad de personas que no han accedido a temas sobre finanzas y


negocios. El desconocimiento de las habilidades necesarias para
emprender un proyecto personal, familiar o comunitario, es una de
las causas que impiden iniciar una empresa.

El pensamiento común es creer que el mundo empresarial es muy


complicado, que es solo para especialistas en disciplinas
profesionales administra vas y financieras. Que son áreas para las
que se requiere cierto po de perfil, por lo que para algunos está
vedado. Si bien es cierto que existe razón en ello, no es una verdad
absoluta, ya que anterior al empo de las fábricas y de las
empresas, todas las familias eran emprendedoras, cul vaban sus
campos, comercializaban sus productos, confeccionaban ropa para
vender y usar en la familia.
Es cues ón de visitar las comunidades donde no existen las
empresas, nos sorprenderíamos de agricultores, ganaderos,
artesanos, emprendedores. El tema de este capítulo es interesante,
porque si no se cuenta con la mo vación suficiente para hacernos
cargo de nuestra economía, jamás dejaremos la seguridad de un
empleo; por inercia nos quedaremos donde nos ofrecen unos
pocos pesos mensuales durante cuarenta años en una empresa,
fábrica u oficina.
la can dad de comerciantes,

mecánicos y todo po de

Iniciar un emprendimiento pondrá en alerta nuestras capacidades y


pondrá en riesgo la estabilidad, así como proteger el patrimonio
que ya logramos tener. Emprender no es cues ón de dinero,
inteligencia o habilidades, es cues ón de fe y determinación. En
nuestro caso es una forma de confiar en quien es el dueño de lo
creado. Porque los temores que se presentan al momento de
emprender no desaparecen con los años, los negocios enen
implícitos riesgos que se deben superar.

Existen altas posibilidades de que los primeros negocios no sean


exitosos, incluso que fracasemos al poco empo. La ruta más
probable de todo emprendedor es el fracaso, el cual antecede al
éxito de cualquier negocio, esto que no esperamos que ocurra,
aleja del éxito a los emprendedores. El secreto del éxito de los
negocios no está en el producto, en los precios ni en los
proveedores o clientes, la clave está en el emprendedor.

Los negocios cambian la vida de las personas, la ruta del éxito es


indirecta, no es una carrera lineal, incluye múl ples variables que
irán apareciendo conforme vamos avanzando. Es mo vante cuando
después de diez años de haber iniciado sus negocios, un
emprendedor mira hacia atrás y se da cuenta del tremendo
crecimiento que logró alcanzar. Enfrentar retos que jamás
tendríamos detrás de un escritorio, hace que cambiemos las reglas
con las que nos movemos.

Quien emprende será forzado a dominar ciertas habilidades de


negociación, administración y dirección, el emprendedor cambia de
mentalidad, de lenguaje y de vida; cambia para ser un buscador de
desa os. Se requiere ser transformados en personas dis ntas, más
sabias, prudentes y equilibradas, pero mo vadas por el mañana,
llenas de energía de ver que los planes de negocios escritos en un
papel se conviertan en realidad.

Hacer cosas diferentes requiere de un nivel de energía dis nto. Y


no sucede de la noche a la mañana, son cambios graduales
sostenidos en el empo, es un nuevo aprendizaje, un nuevo
lenguaje tan real, como cuando aprendimos a leer y a escribir. Las
complicaciones de los negocios ocurren cuando no estamos
dispuestos a cambiar el ser interior, es lo que lleva al fracaso de
más del 70% de los nuevos emprendimientos.

Si me lo preguntan, sí, defini vamente, vale la pena aprender con


todo y sus riesgos. Ninguno aprendimos a andar en bicicleta en el
primer intento. El riesgo de caernos de la bicicleta cuando
aprendimos a andar en ella la primera vez, de rasparnos las rodillas
no nos detuvo, porque sen mos la adrenalina de decir: ¡Lo logré!
Seguiremos teniendo temores antes de iniciar algo diferente.

Conforme vamos convir éndonos en adultos, dejamos de intentar


cosas diferentes. El emprendedor no es un temerario que deba
cegarse de los peligros que trae el fracaso. Pero a pesar del riesgo,
sabe que el camino del éxito transita por los retos que lo harán más
fuerte y que siempre habrá oportunidad de levantarse. Sin
importar si usted es profesionista, técnico, si ene un pequeño
negocio, si es obrero de una industria o un emprendedor inicial,
seguramente que cuenta con algo de experiencia para trazar la ruta
que le permita lograr un plan de negocios.

No es necesario saberlo todo, sino conocer algunos principios


aplicables para cualquier po de mercado en los que decidamos
iniciar. Cuando conocemos lo esencial sobre los principios
financieros, es como si alguien te pregunta cómo construirías tu
casa si tuvieras un millón de dólares. Aunque no seas arquitecto o
ingeniero, todos tenemos idea de qué po de casa nos haría felices.
Cómo sería la fachada, la puerta principal, cuántas habitaciones
necesitas, ¿y si tuviera alberca? Que tal una cocina moderna y un
área amplia para ver tus programas favoritos.

Es lo mismo con los negocios, no requieres ser experto en lo que


quieres emprender, pero debes reconocer cuáles son los principios
que mueven ese negocio o producto. Por esta razón, hablar de
principios sobre los negocios nos permi rá generar ideas
adecuadas que disminuyan riesgos. A diferencia de cuando
buscamos un empleo, donde el reclutador pide que se cuente con
suficiente experiencia para ser candidato a un puesto en par cular,
iniciar un negocio no requiere de experiencia.

Se requieren visión y enfoque correctos, una alta energía enfocada


en hacer crecer una empresa. No queremos decir que la
experiencia no tenga su validez, sin embargo, cientos de empresas
se van a la quiebra paradójicamente por un exceso de experiencia
de quienes están al frente en la toma de decisiones. ¿Por qué?
Bueno, la gente que es contratada en una empresa ene la tarea de
resolver problemas.
Una persona con experiencia, resolverá los problemas con las
respuestas que le han funcionado por un empo determinado. Sin
embargo, los líderes que trascienden no son aquellos que elaboran
respuestas cíclicas o ru narias, sino aquellos que formulan nuevas
preguntas, que ven nuevos mercados y perfeccionan los productos
y servicios que ya existen.

Una empresa con años de funcionamiento, si no se renueva


constantemente se hace reac va. Tanta experiencia cíclica genera
lo que se conoce como “ceguera de taller”. Esta ocurre cuando se
realizan procesos cíclicos interminables, ac vidades que con el
empo nos parecen tan familiares, y que impiden ver los riesgos y
las oportunidades para la mejora con nua.

La capacidad crí ca y el impulso analí co se pierde con la


co dianidad de una ru na no desafiante. No siempre la experiencia
garan za el éxito, a veces genera temores para cambiar y
reestructurar a las empresas. Cuando hablamos de crear una
empresa, estamos dando un paso para conver r las ideas de
negocios en planes de negocios.

Las ideas no facturan, los planes sí, se convierten una metodología


en un ambiente controlado, donde se ene la capacidad de calcular
los procesos produc vos, el retorno sobre la inversión y se an cipa
al mercado por medio de la elaboración de campañas de
marke ng, validación de la marca con los clientes directos, además
de realizar proyecciones financieras que permiten saber qué tan
estructurada estará la empresa que estamos creando. Un plan de
negocios no es a prueba de errores, no es perfecto, sino que se irá
corrigiendo con el paso del empo.

Ninguna empresa logra deshacerse de la incer dumbre sobre los


resultados de cada proyecto. Existen demasiadas variables en el
mercado, diseño de producto, competencia, deseabilidad del
producto que vendemos. La acción empresarial ene riesgos, si
estás esperando que tu plan de negocios sea perfecto, no sucederá.
Las empresas y los negocios actúan sobre el ambiente de tarea, que
es el lugar donde ocurre la empresa, el producto, la sinergia de los
equipos de trabajo; y el macro ambiente empresarial, que incluye
las regulaciones del gobierno, tus compe dores, la inflación, las
estrategias en el mercado, etc.

No se puede prever lo que vendrá y en esto consiste el liderazgo,


en avanzar moviendo las velas para que aún los vientos contrarios
nos favorezcan. Se requiere colocar las velas del barco de tu
empresa adecuadamente para aprovechar esas ráfagas, que en vez
de que nos hagan retroceder, los retos sean el impulso que nos
lleva hacia adelante. Nadie puede prevenir la próxima tormenta
con seguridad, pero cuando llegue, estaremos con el entusiasmo, el
capital y la visión para enfrentarla.

Tampoco es necesario iniciar con resultarían imposibles de reunir.


Siempre pensando en grande, aprendiendo a hacer las cosas desde
cero, y avanzando en cada esfuerzo que se realiza. Inicia un
pequeño local, no enes que dar un servicio a cien personas,
puedes iniciar con diez clientes, tener un inventario reducido, pero
en tu estrategia no debes dejar de pensar en la meta de seguir
creciendo.
grandes capitales que se inicia en pequeño,

Algunos negocios establecidos dejaron de crecer hace algunos


años. Solo sobreviven porque han llegado al punto de equilibrio
que es cuando el negocio genera suficientes ingresos para pagar
sus propios gastos. ¿Has visto negocios así? Son negocios que te
piden a gritos que hagas algo antes de que mueran. Algunas
empresas dan una pequeña u lidad, pero esta no se reinvierte
porque permite solo lo necesario para no cerrar.

Los negocios no solo resuelven cues ones del gasto personal de las
familias, los negocios son un bien social que debe estar siempre en
crecimiento y en expansión, dos elementos claves que hacen a un
negocio exitoso. El crecimiento se refiere a la profesionalización del
trabajo de una empresa, una mejor atención, una estructura
empresarial sólida, productos de calidad. Y la expansión de un
negocio es su duplicación y mul plicación.

Si su negocio ha llegado al primer nivel de éxito que es el equilibrio


financiero, donde los ingresos ya cubren los egresos, es un buen
negocio que seguramente en poco empo logrará buenas
u lidades y se conver rá en un ac vo financiero, y entonces se
puede duplicar y mul plicar. Los negocios pasan a nuevos niveles,
cuando llegamos al éxito, debemos pasar por el desapego del
negocio, es la etapa donde hay que dejar a alguien más el puesto y
las responsabilidades que ocupamos.

Es un gran salto, sobre todo un salto de fe, porque no estamos


acostumbrados a soltar. Nos acostumbramos al área opera va,
aferrándonos a ser quienes decidimos todo cuanto pasa en el
negocio, orillados por el temor de que nadie haga igual de bien
nuestras tareas. Esto impide nuestro crecimiento y la expansión del
negocio, porque el siguiente nivel es lanzarnos a expandir nuestro
mercado, lograr mayor captación de capitales, ampliar el espectro
de nuestro producto o conver rnos en una marca reconocida que
se replique en varios lugares de la ciudad.

Un negocio que se expande ha encontrado un canal de éxito.


Debemos escribir y replicar la ruta del éxito que se siguió en otra
ubicación geográfica. Pero la expansión y el crecimiento son
diferentes maneras de ser exitoso. Por esto es que existen negocios
que crecen, pero no se expanden. Podrás recordar algún negocio
de comidas que es excelente y que ene años de éxito, pero no se
ha expandido. Es porque para expandirse deben ocurrir cosas
dis ntas a las que estás realizando. En primer lugar, debes buscar
entre quienes son parte del negocio, alguien que desarrolle el
trabajo que tú estás haciendo.

Esta toma de decisiones no es fácil, debo recalcar esto que acabo


de mencionarte, dentro del empresario exitoso existen temores de
soltar, cuando hacemos un negocio lo hacemos dependiente de
nosotros, no creamos un sistema. Y eso no es la definición de un
negocio, porque en un negocio se puede cambiar al gerente, pero si
quien llega a ocupar ese puesto sigue la misma fórmula, el éxito
está en la creación de la ecuación del éxito, no en las personas.

No quiere decir que las personas no sean importantes, pero tu


negocio no será duplicable si para que funcione te necesita a y
solo a . Qué di cil es desprenderse de la operación de un negocio
al que le tenemos cariño, porque nos ha dado sa sfacciones, lo
vimos crecer y pensamos que sin nosotros puede fracasar,
generamos un vínculo es ma vo profundo.

Si los negocios deben seguir creciendo, solo lo harán cuando


tomemos la decisión de deshacernos del temor de soltar. Cuando
delegas el cien por ciento la ac vidad que desarrollas y te dedicas a
la expansión de tu empresa, estás creciendo de manera
exponencial. No es fácil pasar de ac vidades opera vas a acciones
de dirección, pero es el único camino para la expansión.

El proceso incluye capacitar por unos meses a quien desempeñará


las funciones que realizas en la empresa, conver rte en director de
tu empresa te consolidará como un líder, la clonación de tu
liderazgo en tu equipo te mul plicará. Trabajar solo durante años
impide la duplicación de tu negocio, debes escribir tu “know how”
(cómo se hace) del éxito, así mostrarás con claridad la ruta del éxito
que has seguido. El siguiente nivel de todo negocio exitoso es la
expansión, replicar tu negocio exactamente igual, pero en otra
ubicación, como si te convir eras en tu propio franquiciatario.

Por ejemplo, si vendes autos y quieres expandirte, el siguiente


negocio debería ser igual, o estar alineado a esta industria. Podría
ser de venta de refacciones, servicios de suspensión, taller de autos
siniestrados, un autolavado, etc. De tal modo que la curva de
aprendizaje del nuevo negocio sea más corta que si incursionara en
un nicho totalmente diferente, en el que defini vamente iniciarías
con cero experiencias.

A pesar de lo dicho hasta aquí, iniciar un negocio o una empresa es


más sencillo de lo que aparenta ser. No te dejes dominar por el
pánico, no enes que saberlo todo, y aunque lo supieras, nuevas
preguntas y nuevos desa os vendrán irremediablemente. Mejor
céntrate en aprender sobre los principios que transforman tus
ideas en planes de negocios y decídete a iniciar ya. Te recomiendo
si eres empleado, no renuncies a tu cargo de inmediato, sino hasta
que el nuevo negocio sea rentable y estés capitalizado. Recuerda
que al empleo lo puedes mirar como un entrenamiento pagado
donde desarrollar tus habilidades.

No se requieren grandes elementos para iniciar, pero no estamos


deses mando la preparación, la educación para los negocios es el
eje principal que provee las habilidades necesarias para resolver los
obstáculos y limitaciones. Es por medio del aprendizaje que se
puede ser exitoso, porque los negocios, aunque enen algo de
intuición, la mayor parte se planea en un entorno controlado.
Tienes que hacer tus números, calcular lo que inver rás, el precio
que manejan tus proveedores, el precio final de tus productos y
considerar el costo de las operaciones para no cometer errores que
te descapitalicen. Esto lo encuentras en libros sobre estrategias de
negocios, ventas, finanzas y otros más, pero no te preocupes,
tampoco son grandes ecuaciones, son más bien operaciones
sencillas básicas como sumas, restas, mul plicaciones y divisiones.
Nada del otro mundo, pero si esto sencillo no se realiza en cada
proceso, el negocio fracasa, aunque tengas un producto exitoso.

La mejor Escuela de Negocios (MBA) nace cuando ejecutamos los


proyectos, allí es donde la magia sucede. Puedes tener todos los
números y la información necesaria, pero si no te decides a iniciar,
jamás lo lograrás. Ahora bien, ¿por qué la población en general está
desconectada del mundo de los negocios?

Somos la generación que ene en la información la herramienta


más grande. Las estadís cas indican que quienes terminan la
universidad salen con la visión de encontrar un empleo. Pocos se
gradúan con visión empresarial. Venimos de la inercia de la edad
industrial, donde las personas eran empleadas para pasar treinta
años dentro de una fábrica hasta su jubilación.

Esto ha limitado la capacidad de hacernos responsables de nuestras


economías, esperamos que la empresa, el gobierno o la familia se
hagan cargo de nosotros porque ya hemos trabajado para ellos
dando nuestro empo. Pero esa era está por terminar, leíste bien,
la era industrial se está terminando. Hoy estamos en la era de la
información y de las tecnologías. Grandes can dades de personas
han salido de las empresas porque el empleo es un recurso que se
ha estado terminando desde hace décadas.
Se necesitan menos palancas y menos manos para mover al
mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tres
cuartas partes de los empleados en la actualidad son temporales,
sus puestos son con ngentes, es decir, pueden o no estar porque
las empresas requieren menos empleados a empo completo. La
mayoría de profesionistas alrededor del mundo se han hecho
empresarios independientes ante esta realidad.

Esto refleja lo que hemos venido diciendo, que el empleo ya no


ofrece la seguridad que daba en la era industrial. Los empleos fijos
se irán reduciendo cada vez más hasta desaparecer por completo.
Como creyentes estamos invitados a cues onar los sistemas
establecidos y ofrecer respuestas que ayuden a transformar a la
sociedad. La vida del culto en la reunión es un lugar donde
analizamos el mundo desde otra perspec va. Los creyentes
deberíamos comprender antes que el mundo, los procesos sociales
y económicos que van pasando. En el ámbito del empleo debemos
ser agudos en realizar cues onamientos adecuados.

Y para hacerlo no tenemos que generar toda la información, sino


extraerla, recopilarla y organizarla a la luz de la Palabra de Dios
para saber en qué momento estamos viviendo. Existe una gran
can dad de recursos que podemos encontrar pues al año se
publican más de 11,000 libros sobre el mundo empresarial. El
portal de Amazon, el mayor vendedor de libros impresos y digitales
a nivel mundial ene 630,000 tulos relacionados con el mundo de
los negocios, sin contar con los libros que son inicia vas
par culares y que no cuentan con un registro de ISBN.

Además de los libros, encontramos más de 110 millones de blogs


relacionados con este ámbito, por lo que la información se
encuentra al alcance de todos. Lo que tenemos que hacer es filtrar
los datos y escoger aquellos que son de u lidad y que aplican para
nosotros.

Si tuviera que recomendarle alguna lectura para iniciar un negocio,


le diría que leyera las biogra as de emprendedores exitosos,
conocer la ruta del éxito que dejaron para nuestra enseñanza. La
lectura de biogra as nos ayuda a dejar de iniciar en ceros, a la vez
que encontraremos estrategias que se pueden aplicar a nuestro
emprendimiento.

Las historias de creación de empresas y sus proyectos mo van e


inspiran a conseguir nuestros sueños. Haga una lista de los libros y
las biogra as que debería conocer, defina el po de negocio que va
a construir, llénese de información sobre la manera en que lo
hicieron otras personas y empresas para ser exitosos en esas áreas.

Algunos abandonan la lectura porque para recoger frutos hay que


rar muchas hojas. Los lectores no saben cómo dis nguir el grano
de la paja en los libros, lo que debes buscar son los principios que
mueven las ideas y planes de negocios, así como la mo vación que
los impulsa.

Lo más valioso es preguntarse, ¿cómo funciona esto que me está


transmi endo el escritor de su experiencia? ¿por qué la gente
buscó ese producto? ¿qué esperan encontrar en lo que vendo?
¿cómo perciben el beneficio y por qué pagarían tales can dades?
Existe un proceso mental en cada empresa y en cada producto que
se vende y se debe iden ficar.

Cuando aprendes a estudiar cómo funciona el mundo y por qué


suceden los fenómenos empresariales, encuentras que el éxito del
negocio fue completar el vacío que tenía esa industria. Para esto no
se requiere ser más inteligente, sino ser un observador analí co de
los sistemas que envuelven a las empresas.

Seguramente hayas logrado diferentes pos de aprendizajes en tu


vida. Por esto es que debes iniciar aun sin sen rte preparado para
hacerlo. Las enseñanzas, las experiencias, los consejos que has
recibido a lo largo del empo te proveen un conocimiento amplio.
Solo que no es fácil sinte zar el conocimiento, porque las lecciones
de vida aparecen dispersas, y para unir los puntos de manera
coherente, lo primero es organizar la información que te dan tus
conocimientos técnicos y la experiencia, conecta los puntos, has
que suceda el milagro.

Dale un lugar en tu mente a tus vivencias y crea un conocimiento


de origen múl ple. Revisa cómo las personas adquieren sus propios
criterios para comprar o vender algún producto. El mundo de los
negocios es mul factorial, pero los negocios se forman a par r de
vivir, no son algo oculto, debes llevar la información a un plano
consciente de lo que está sucediendo en las personas.

Los negocios están por todas partes porque son la manera en que
las personas viven. Se encuentran donde compras la despensa, en
el transporte público, en la ropa que compras para tu familia.
Estamos rodeados de negocios donde compramos y vendemos. No
requieres caminar largas distancias para encontrarte con un
negocio, ahí están, en el sistema comercial y mercan l, en la banca,
en una financiera, en el campo.

A par r del siguiente capítulo revisaremos elementos que nos


permitan su desarrollo de una manera clara y segura. Por lo pronto,
te animo a que sigas pensando en lo que sabes hacer bien en este
momento. Todos somos expertos en una o dos cosas, y un desastre
en todo lo demás. Eso que sabes lo puedes mone zar porque lo
conoces y quizá lo desarrollas, si esperabas el momento, ese
empo ha llegado ahora.

9. Cinco procesos de todo negocio.

“ Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no


para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa
de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” Carta a los
Colosenses 3:23-24 Apóstol Pablo.

ntes de iniciar, te recuerdo que la base del ahorro, de las


inversiones y de los negocios, es la disciplina constante. Nuestra
mente funciona por medio de hábitos creando inercias diferentes a
las que hemos estado acostumbrados. Los cambios en nuestra
forma de vida no serán fáciles al principio, pero podemos lograrlo si

vamos agregando a nuestras agendas diarias, algunas ac vidades


como las lecturas de diferentes libros, el control de nuestros gastos,
una buena alimentación y ac vidad sica.

Esto nos prepara para tener fuerza de voluntad al momento de


abrir la cor na de un negocio todos los días, o de hacer las
llamadas que se requieran y que logremos proveedores. Si
hablamos sobre la aunque cada industria se mueve de manera
diferente, todas enen un po de administración que las hace
funcionar.
contactar a nuestros clientes o

organización de una empresa,


En primer lugar, un negocio o empresa genera valor. Un valor
agregado a los productos que se convierte en u lidad. Para esto
tenemos que recordar que el valor de las cosas, es un término que
está relacionado directamente con el sujeto, por lo tanto, el valor
es subje vo. Dependiendo entre otras cosas, de la necesidad, de la
u lidad y de la escasez de cada producto, que es como se valorizan.

Otro tema con el que generalmente se confunde el valor de los


precios, es el costo. El costo de producción puede ser diferente, y le
doy algunos ejemplos que quizá haya escuchado. Si un mecánico le
arregla el auto, pero no u liza más que sus habilidades, su
conocimiento y algunas pocas herramientas, y si solo invir ó
quince minutos para que el auto encendiera, él le comunica que el
costo es digamos, de cincuenta dólares, dependerá del cliente si se
le hace caro o no.

Alguien que llevaba mucha prisa porque tenía que llegar a un


compromiso importante, pagaría sin reparo. Pero alguien que no
valora ese precio, porque se le hizo demasiado sencillo su trabajo,
quizá esté pensando que lo que está pagando es muy caro. El costo
de mercado representa el gasto en la fabricación de los productos.
Es la suma de lo que tuvimos qué inver r por crear nuestros
productos con gastos asociados o no asociados.

Los gastos asociados al producto son aquellos que mejoran la


calidad de lo que vendemos. Los gastos no asociados también
afectan el precio del producto, pero están en la renta del local y
servicios, en los salarios de quienes laboran en el negocio y aquello
que se hace imprescindible inver r. Definir cuál fue el costo
unitario por producir lo que ahora ene en su inventario, es una
tarea que le permite saber cuál será la can dad a recuperar, y esta
es la suma de los gastos asociados y no asociados, dividido por la
can dad de unidades creadas.

Sin embargo, el valor es aquella can dad que el cliente estaría


dispuesto a pagar por el producto que le vendemos. Como
decimos, ene que ver con el sujeto, por esto es que algunos
productos que logran posicionarse en un mercado, invierten en el
pres gio de la marca y en la calidad, para que las personas
compren al precio justo, de acuerdo con el valor que le dan a su
producto. No solo calcule el costo de producción, hay valor
agregado como la marca, calidad de materiales, durabilidad,
esté ca, la confianza, etc.

Los negocios son creados por personas para beneficiar a otras


personas. Un negocio es una oportunidad de mejorar la vida de los
demás, por tal mo vo, la pregunta es, ¿Qué le falta a la gente?
¿Cómo puedo sa sfacer esa necesidad? No importa qué po de
producto o servicio sea, pero este deberá generar valor, ya que
cumplir con este requisito man ene vigentes a las empresas.

Los negocios pueden tener dos ver entes, los que crean algo de
valor para un número mayor de personas, o los que crean
muchísimo valor, pero para un número reducido de personas.
Ambos enen dis nta configuración, pero coinciden en generar
algo que las personas necesitan y en ambos enen su nivel de
especialización. Existen cinco procesos en los negocios que quiero
enumerar rápidamente.

1. Producto. Es el proceso de descubrir qué es lo que la gente


necesita, producirlo o comprarlo para ponerlo a disposición de
alguien más.
2. Marke ng. Hacer que la gente vea que tenemos este producto,
hacerlo visible para el po de personas a las que está dirigido;
generar una demanda al establecer una necesidad que habremos
de cubrir.

3. Ventas. Conver r a los prospectos en potenciales clientes que


podrían comprar el producto de manera recurrente. Después debo
mantener su interés en el producto con la atención posterior a la
venta. Esto hace la diferencia entre los mejores negocios. Como
ejemplo prác co podemos preguntar: “En una escala del 1 al 10,
donde el 1 es, no me interesa el producto, y el 10, ya lo quiero
comprar, donde se ubica usted”. En su respuesta, cualquier número
diferente a 1 es un cliente potencial que lo debo llevar arriba del 5
en su intención de compra.

4. Servicio. Las ventas se envuelven de la atención a quien nos


compra, es el reves miento de una amable atención, de un
contacto permanente ante las dudas o aclaraciones que nos
soliciten. Es la diferencia que hace que las personas recurran a
nuestro negocio en vez de ir con otros.

5. Finanzas. El negocio no se puede conver r en la caja chica de la


familia. Los negocios llegan a la crisis cuando ocurre la
desorganización financiera. Si el negocio vale la pena, si le
inver mos mucho esfuerzo y recursos, hay que hacerlo crecer y no
conver rlo en algo que todavía no es, nuestra principal fuente de
sustento. Lo que debemos hacer es reinver r las u lidades,
alimentar al negocio y no alimentarnos de él. Podemos obtener
algunos beneficios, pero debemos cuidar que se convierta en un
negocio autosustentable. Pronto podrá flotar sin que le tengamos
que inver r mayores recursos.
Estos principios llevados a la prác ca, nos van a ayudar a sostener
la inversión que realizamos. Si debe hacer un plan de negocios,
inicie con estos cinco pasos que son principios imprescindibles para
cualquier po de empresa. Grabe estas palabras en su mente, si lo
puede escribir en papel, es muy probable que se haga realidad,
pero si no está escrito, estará haciendo cosas a prueba y error,
teniendo altas probabilidades de fracasar.

Todos los negocios inician en una hoja en blanco. Poco a poco


vamos planeando, se planea cómo inver mos nuestro dinero, hasta
la manera en que lo recuperaremos con algunos dividendos o
u lidades. Como parte del desarrollo del negocio, existen
habilidades que usted debe perfeccionar. Pero debe elegir las que
son necesarias y las que estén relacionadas con estos cinco factores
que mencionamos. Si vender no es su habilidad, debe aprender y
perfeccionar su técnica.

La primera habilidad es conocer sus productos. Si usted es un


mayorista o un distribuidor, aunque el producto no sea de su propia
fabricación, debería contar con la información exacta del producto
que distribuye. Seguramente habrá manuales que describan los
materiales de que están hechos, instrucciones de uso, advertencias
y otra información adicional.

Debe ser un experto en resolver las dudas sobre sus productos,


conocer sus beneficios y dirigir sus ventas al po de personas que
requieran tenerlos. Trate de tener los mejores productos siempre,
que se encuentren en perfecto estado, sin defectos de fabricación,
ni siquiera en el empaque, deben estar impecables siempre.

Las ventas es otra habilidad que debe dominarse. Vender ene un


poco de sen do común, pero las ventas no son intui vas. Existen
formas comprobadas para poder vender sus productos, diálogos
que tendrá que aprender para iniciar una conversación de
negocios, respuestas a las objeciones de sus clientes, diálogos para
mostrar la bondad de lo que vende, diálogos para cerrar la venta y
para lograr que el cliente pague lo antes posible.

También requiere conocer lo más posible del tema de marke ng,


pero no solo conocerlo, sino saberlo hacer, o contar con alguien
que le ayude a realizar campañas de marke ng. Esta área es muy
importante porque le da visibilidad a su negocio en los portales de
internet donde en este empo las personas hacen la mayoría de
sus compras, o al menos inician comparando precios y calidad de
los productos.

Una habilidad suprema dentro de estas cinco caracterís cas de la


operación de un negocio, es el servicio al cliente. Las personas que
regresan a comprar una segunda o tercera vez, lo hacen por el
servicio que han recibido. Desde que un cliente se pone en
contacto con usted de manera presencial o virtual, debe quedarle
muy claro que la experiencia que tendrá será excepcional. Y esto se
logra con el primer contacto que tenemos.

La persona que entra a su negocio, es la más importante durante


esos minutos que permanece en el lugar. U lice sus habilidades
sociales sin ser molesto, hágale sen r que está en libertad de
analizar los productos de su negocio, y que cualquier duda que
tengan les será resuelta de inmediato. Dentro del servicio se
encuentra la posventa, las personas a veces requieren atención al
momento de u lizar lo que compraron.

La posventa es importante porque ocurre lo que llamamos la


fidelización de las personas, es decir, que sean fieles a la marca y a
su negocio. Para ello puede ofrecerles un descuento en su próxima
compra por medio de alguna tarjeta de descuento. Existen
opciones para fidelizar a sus clientes dependiendo del negocio que
usted tenga.

Y sobre finanzas sanas, usted deberá ser cuidadoso con los


capitales que van llegando, así como con lo que ene valor dentro
del negocio. Nos referimos a la inversión en el equipo, las
herramientas de trabajo, la mul media, computadoras, celulares y
todo el desarrollo tecnológico que es parte de la empresa. Debe
conservar todo en óp mas condiciones, sicas, operacionales y
esté cas.

Ha ingresado usted a algún negocio en el que no se cuida la


esté ca, donde no existe la limpieza y nada está ordenado. Su
negocio se debe dis nguir desde la llegada de las personas por ser
un lugar diferente: Limpio, ordenado, bien iluminado, esté co y
agradable. Esto permite que los cinco minutos que estarán sus
clientes no haya nada de distractores, que los productos que vende
sean visibles y que le ponga absoluta atención a usted o a quien
está en la venta.

Entonces, los negocios no son complicados, solo debemos darnos a


la tarea de una buena planeación, y al llevar esto a la prác ca
estará aprendiendo poco a poco lo que debe realizar para que su
negocio, empresa o emprendimiento sea exitoso.

Espero la información haya sido clara y suficiente para mo varte a


iniciar, poniendo todo en manos de Dios quien bendice todo
esfuerzo. Te invito a que, como hacemos, empleos, negocios y las
empresas alrededor del mundo. Ahora que hemos han logrado
superar la crisis de la pandemia, podemos decir una vez más “Hasta
aquí nos ha ayudado el Señor”. 1 Samuel 7:12.
nos unamos en oración por los
que cada uno de los creyentes

10 El bien que producen los negocios.

“Y el que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros
cinco talentos” Evangelio según Mateo 25:16 Escrito por Leví hijo de
Alfeo Recaudador de impuestos en Jerusalén para Roma.

Por qué tratar estos temas? Es una buena pregunta a estas alturas
que debemos revisar nuevamente. Son los negocios y las empresas
los que permiten que la economía de las familias y de un país logre
mejores resultados. No debemos pasar por alto la necesidad de la
oración por aquellos que invierten sus ahorros en negocios que han
generado

empleos, bienes y servicios que mejoran la calidad de vida de


nuestra generación.

Por medio de esta información, invitamos a quienes enen algún


interés en mejorar su economía, y agregar valor a lo que producen,
seguimos en oración por tus proyectos. Dios nos dará de su
sabiduría para que los conocimientos adquiridos permitan construir
y consolidar un negocio o una empresa que haga bien a quienes
dependen de él, ya sea por ser parte de los empleados, ser
proveedor, o beneficiarte de su existencia.

Quiero tratar el tema sobre la importancia de elegir el mercado al


que estará dirigido nuestro negocio. En nuestra experiencia
académica como en la prác ca, hemos encontrado errores que
cuestan caros al definir el binomio entre el producto o servicio, y el
mercado al que está dirigido. En el negocio de los bienes raíces, por
ejemplo, existen desarrolladores que invierten grandes capitales
para construir un edificio o un conjunto residencial de alto valor,
pero que la zona donde construyen no es el apropiado por el
entorno en que se realiza.

Si alguien quiere construir viviendas de gran valor, debe ubicar la


zona apropiada, la zona de interés de un cliente con tal capacidad
adquisi va. Cada unidad habitacional debe ubicarse de acuerdo
con el nivel de vida de sus clientes obje vo. No hacerlo así le traerá
dificultades para vender, las personas preferirán pagar un poco más
por una ubicación más privilegiada o exclusiva, que por una casa
más grande o más cómoda. Y así tenemos otros productos que han
sido eficientes, pero que no encuentran personas interesadas en
comprarnos.

Debemos ser juiciosos en revisar que los productos que vendemos


tengan una relación equilibrada entre funcionalidad, calidad y
precio, desde allí inicia la ecuación del campo empresarial. Hay
productos que son un lujo para pocos que pueden comprar. Son
buenos en su funcionalidad, diseño y calidad. No son de venta
masiva, sino de venta dirigida par un público reducido que pagará
el precio de exclusividad.

Existen productos caros en su inicio, como es el caso de los


celulares. Cuando inició la fabricación y venta de celulares, era caro
tanto el aparato como el servicio. Unos cuantos tuvieron acceso a
ellos en la década de los 80´s. Los ricos o la gente con mayor poder
adquisi vo son los que pagan el precio de prueba de productos que
inicialmente serán caros, pero que, con el empo, su
perfeccionamiento, y su abaratamiento por nuevos sistemas y
mejores tecnologías, se masificará su venta, logrando bajar su
precio. Si creamos productos exclusivos debemos saber que el
público obje vo es demasiado exigente.

La deseabilidad de los productos es determinante para el éxito de


cualquier empresa. El mercado premia o cas ga lo que hacemos
con las altas o bajas ventas que logramos posicionar. Así que una de
las partes importantes en la ecuación sobre el producto a vender,
es saber cuántas personas están interesadas en mi producto.
Existen al menos tres pos de productos en el mercado.

El primero es para un po de clientes especializado. Se trata de


productos o servicios caros que no cualquiera puede comprar, y no
cualquiera necesita. El efecto inmediato es que se reduce la
can dad de público interesado. El producto debe de ser de mucha
calidad, y aunque obtendré pocas ventas, estas serán de un gran
precio. Hay empresas que se sos enen con pocos clientes a los que
sa sfacen sus demandas, pero poseen una alta especialización para
ese po específico de mercado. No podrían realizar una venta
masiva, sus productos costosos y su mercado es limitado. Sin
embargo, esta combinación es suficiente para sostener el negocio.

El segundo po de clientes es al que la mayoría de negocios se


enfocan. Se trata del de las ventas masivas con productos de uso
co diano, sus precios son populares, y su uso es popular.

El tercer po de clientes se encuentran en medio de los anteriores,


son productos para un po específico de clientes que no son tan
especializados, pero que cubren una necesidad específica.

En el primer caso, el de los negocios que a enden a un número


reducido de personas con alta especialización. Podemos encontrar,
por ejemplo, en servicios a las consultorías para profesionales y
para empresarios. Estas empresas a enden a menos clientes, pero
el valor que se cobra es mayor, el esfuerzo no recae en lo masivo,
sino que se diseña un traje a la medida para cada cliente, se revisan
los procesos, los costos, la ubicación del personal, entre otros
temas, Son los agentes externos que permiten rediseñar las
estrategias de la empresa con miras a corregir o aumentar su nivel
de efec vidad.

El segundo caso, es la venta masiva de productos. Se dirige a todo


público, por lo tanto, se u liza más el marke ng. No se requiere de
una alta especialización porque el centro es el producto o servicio.
Su éxito es conseguir productos de la mejor calidad al precio más
bajo posible, y se cierra cuando en la venta el margen de u lidad es
mayor. Lo más importante en los negocios de venta masiva, es
cuando compramos a un precio bajo, no cuando vendemos.

Si compramos al precio más barato, el margen de u lidad está


asegurado. El poder de compra es mayor que el poder de venta,
quien compra ene la sartén por el mango, ene el dinero y puede
negociar con el que le vende, puede negociar precio, productos,
servicios extras, dependiendo de lo que más le interese o esté
dispuesto a negociar. Y al momento de vender, el cliente es quien
se ubica con el mayor poder, “quien paga manda” como se dice
comúnmente, ahora nosotros somos quienes vendemos y debemos
hacerlo bien. Si antes de vender, hicimos una buena compra,
aunque bajemos un poco más el precio, la ganancia ya ene un
margen de ganancia asegurada.

El tercer caso se encuentra en medio de los dos anteriores. Son


personas con necesidades específicas que venden de forma no
masiva. Se trata de negocios que combinan la venta de productos
con la venta de servicios y en ambos se cobra. Se puede tratar de
quienes venden productos y los instalan, productos de mayor
inversión, como equipos de refrigeración, o que requieran una
instalación eléctrica, contra stas de construcción, redes
tecnológicas para empresas, instalación de equipos de seguridad,
etc.

No son iguales los negocios, los productos, los clientes, ni los que
realizan sus operaciones. Cada uno ene frecuencias dis ntas, y
cada una debe descifrar las metodologías necesarias para obtener
los mejores resultados. Pero en todos los casos el tema es producir
algo que se necesite comprar. Lo mismo ocurre cuando escribimos
un libro. Rela vamente todos podríamos escribir un libro. Pero es
di cil encontrar una necesidad de información que lo haga
vendible, no importa si es un libro para entretenimiento, una obra
literaria poé ca, un instructor técnico de cierta área, una novela o
cuentos cortos.

La ley de probabilidades nos dice que, de cien personas, al menos


unas dos presentarán algún po de interés en lo que ofrecemos.
Así que la acción es masiva para que la venta sea de algunos
volúmenes. Sin embargo, cuando alguien ha logrado conocerse, el
esfuerzo se reducirá considerablemente. Sin embargo, siempre es
necesario estar en la mente de las personas cuando tengan la
necesidad de comprar lo que nosotros vendemos por medio de
algún po de publicidad.

Por ejemplo, las marcas de refrescos más populares a nivel


mundial, Coca-Cola o Pepsi-Cola, no han dejado de crear
publicidad, no importa que su marca ya está posicionada. La
publicidad y el marke ng harán que el consumidor los tenga en la
mente las 24 horas del día.

Si las compañías más grandes como estas dos, no han dejado de


publicitarse, es porque son empresas que invierten grandes
capitales, que para sostenerse requieren una permanente compra
de parte del público cau vo que compra constantemente.
Entonces, por qué usted no tendría que u lizar herramientas
publicitarias, si su producto o negocio no es tan conocido como
estas grandes corporaciones.

Pasemos a un tema importante en cuanto a las necesidades


humanas, estas deben estar presentes en el diseño y creación de
los negocios, si descubrimos qué es lo que quieren las personas.
Las personas están centradas en cuatro necesidades básicas que
influyen al momento de tomar una decisión.

1. Adquirir. Se siente bien cuando se sa sfacen los deseos de


obtener algún producto sico o virtual. El ser humano puede
adquirir bienes que le permitan asegurar su futuro con la compra
de propiedades, acciones o inversiones.

2. Vinculación. Las redes sociales del momento sa sfacen la


necesidad de vinculación, pero esto inicia desde los restaurantes,
los congresos de profesiones y especialidades, los grupos de ventas
en redes sociales.

3. Protección. Conforme crecemos nos damos cuenta de los riesgos


de la vida, y la necesidad de estar asegurados, han creado las
empresas de seguros, los sistemas de alarmas, los entrenadores de
defensa personal, los despachos de abogados, etc. Esto permite
contar con alguien que vea por los nuestros en caso de no estar
presentes, o de preservar nuestras propiedades ante accidentes. El
beneficio que ofrecen es de estar seguros de que tendremos
alguien que nos respalde ante situaciones no controladas.

4. Enseñanza. Las personas alimentan su curiosidad al momento de


aprender. Es bastante reconfortante cuando aprendemos algo
nuevo que jamás imaginamos. Quienes terminan una profesión en
la universidad, saben que tendrán que seguir estudiando si quieren
hacerse más valiosos. Las empresas de formación académica
resuelven la necesidad de actualización. Volvernos más
competentes en el área profesional es indispensable en cualquier
po de contexto mercan l y podemos cobrar más por los servicios
profesionales.

5. Sen rse vivos. Las sen dos. Los viajes, personas requieren
es mular sus

las experiencias emocionantes, el entretenimiento y la diversión


siempre han tenido un amplio mercado. Las personas necesitan
sen rse vivas y que su trabajo les permita darse cierto po de
experiencias reconfortantes. Las compañías de entretenimiento, las
películas y series de televisión, los deportes extremos en algunos
casos o los conciertos musicales o los deportes se dedican a esto
específicamente.

Estas son las necesidades más visibles de nuestro empo, las


personas buscan quién les permita resolver cada una de ellas, y si
no somos nosotros, encontrarán a alguien más a quien comprarle
sus servicios o productos. La forma de suplir estas necesidades no
son está cas, van cambiando, aunque lo que se busca son estas
cinco que mencionamos. Si podemos combinar dos o tres de ellas,
estaremos descubriendo un po de negocio que no existe en la
actualidad, esto permite que sea más atrac vo lo que ofrecemos y
tendremos un mercado potencial.

Si ya tenemos un negocio, debemos revisar en qué po de


necesidad se suscribe de estas cinco que mencionamos. Cuando lo
iden fiquemos, debemos enfocarnos en describir tal necesidad,
¿qué es lo que buscan experimentar y obtener las personas con mi
producto? Después habremos de encontrar la manera de mejorar
el nivel de sa sfacción que brinda mi negocio.

Todos los negocios son perfec bles, pero los cambios que
realicemos deben estar quirúrgicamente realizados. No se debe
cambiar solo por moda, sino sabiendo que la necesidad ha
cambiado, o la tecnología requerida, o alguna otra actualización
necesaria. Esto permite un panorama amplio sobre las
posibilidades que ene si se decide a emprender, hacia dónde
dirigirse.

Recordemos que el mayor generador de bienestar es el Creador.


Dios suplirá toda necesidad y nos bendecirá en cualquier
circunstancia. Seamos fieles en nuestras ac vidades y pongamos en
alto su nombre en las áreas donde servimos.

11 Publicidad de su negocio.

“ Haz un cliente, no una venta” Katherine Barche . Experta en


ventas y servicio al cliente. Fundadora de Barche Shops,
Pi sburgh

os acercamos a la recta final sobre esta obra, “Mayordomía,


finanzas para cris anos”, y queremos darles algunos elementos
vitales, que le den vida y presencia al negocio. Cuando ofrecemos
algún producto, no es suficiente que este sea de gran valor, si nadie
conoce lo que has creado.

No existe negocio exitoso sin publicidad, la promoción de tus


productos es una habilidad que hay que desarrollar exitosamente,
esta genera el interés de clientes potenciales por medio de un
conjunto de técnicas visuales, audi vas e ins n vas. La publicidad
o marke ng hará visible lo que vendemos y cerrará contratos
comerciales.

Las personas tenemos un empo limitado de atención. Vivimos


bombardeados de información a cada momento. Aunque veamos
gran can dad de imágenes, elegimos a qué le dedicamos empo
basado en nuestros intereses. Cada vez tenemos menos empo
disponible para otros. En empos actuales se compite por llamar la
atención de las personas u lizando altas tecnologías. Existe una
gran competencia que impide que las personas volteen a ver
nuestro negocio. Nos saturamos de ac vidades, de información
que llega a los correos electrónicos, de anuncios en las redes
sociales, del internet, radio y televisión.

Contra esto compiten tus productos, y tus anuncios enen el


desa o de lograr que en pocos segundos se capte el efec vidad. No
solo compe mos con otros productos nuestro, sino con miles de
distractores, imágenes y productos deben despertar el interés, para
lograrlo debemos buscar qué es lo que provoca nuestro producto
en nuestro cliente, no siempre interés con

similares al ofertas. Tus es exitosa una campaña de publicidad


donde se resalta el beneficio directo del producto, las personas se
verán más atraídas por un día de descanso, un trayecto en bicicleta,
una flor en el jardín, un momento de la familia, y es ahí donde se
insertan los productos, en la co dianidad.

Generar el deseo de compra en los potenciales clientes, hace que la


publicidad deba enfocarse en un público obje vo y no en el cien
por ciento de la población. Los espectaculares o los anuncios en
medios digitales llegan a miles o quizá millones de personas, esta
es acción masiva. Pero nosotros no queremos hablar a los millones
de quienes nos ven, sino a quienes necesitan resolver el problema
como lo hemos logrado. Por la ley de medias y por las
probabilidades de una acción masiva, un porcentaje de al menos un
30% va a estar interesado en lo que ofrecemos; de este grupo, un
30% coincide con algo que está buscando, y un 10% de este 30,
estaría dispuesto a comprarlo.

Lograr éxito en tus campañas de publicidad requiere escuchar a tu


público obje vo. Puedes convocar a un grupo heterogéneo de
potenciales clientes para dar su opinión sobre la calidad del
producto, sobre el anuncio que exhibirás, sobre el precio, el
empaque entre otras cosas. La información que resulta de este
ejercicio es bastante reveladora para perfeccionar la publicidad. Sin
embargo, a pesar de que haya todo po de técnicas, debemos
considerar que, sin la preexistencia del deseo de compra de un
producto como el nuestro, las personas no estarán interesadas.

Cada persona elige a qué le da más valor, esto elimina las


posibilidades de interés de lo demás. Si muestro un producto de
buena calidad, pero que al público que lo dirijo no les interesa, de
más está la publicidad, la calidad o el precio. Cada persona ene
diferentes necesidades y su nivel de recep vidad sobre lo que
ofrecemos depende de al menos un 50% de sus deseos. Si no existe
un buen nivel de recep vidad, el mensaje no llegará a transformar
una emoción que mo ve la compra.

Un secreto para no desanimarse de la efec vidad de la publicidad,


es que las personas son cambiantes, dependiendo entre otros
factores, del momento en que se encuentren. Es decir,
probablemente este día en que alguien ve mi publicidad, no esté
interesado en mis productos, en un margen mayor de empo,
dentro de meses surgirá el deseo por nuestro producto.

Si el mensaje publicitario estuvo bien dirigido, esa persona lo


primero que recordará será nuestro producto al que antes no dio
valor. Aunque todos vieron nuestra publicidad, solo algunos fueron
afectados posi vamente por ella, algunos de quienes no estuvieron
interesados, lo estarán probablemente en otro momento. Así que,
los dos elementos que hacen posible la entrega del mensaje en una
persona, son el interés por el producto y el momento en que se
necesita el producto.

Es un error pensar que todas las personas se interesarán en nuestro


negocio. Las emociones de crear un producto que todos van a
amar, nos deben llevar a ofrecer bienes que todos necesiten y
deseen. La realidad es que un pequeño porcentaje habrá de
interesarse por lo que ofrecemos. Sin embargo, usted no está para
captar la atención de toda esa gente que pasa por las calles para
lograr las suficientes ventas. Lo que requiere es captar a la can dad
suficiente de personas que pongan atención, se interesen y pasen a
la acción de compra. Habrá una can dad de personas que
suficiente para sostener su negocio.

Por eso es que debemos conocer al po de personas a las que les


vendría bien comprarnos. Elegir además el lugar y momento
adecuado en que pasa la gente del perfil que compra nuestro
producto, en las redes sociales como Facebook o YouTube se puede
segmentar el po de público que deseamos nos mire. Se puede
elegir la edad de las personas, si son hombres o mujeres, la
geogra a donde se ubiquen, el nivel de estudios, entre otros.

Es importante elegir el lenguaje a u lizar, si es directo o su l, los


colores, el ambiente en que se desarrolla la escena que exhibe al
producto, los personajes que aparecen, y aquello que permita a las
personas iden ficarse con lo que promocionamos. Entonces, el
marke ng es la acción de segmentar a la población de tal manera
que el mensaje se dirija para un grupo específico de personas, en el
momento en que más atención puedan poner a la publicidad.

Como resumen podemos decir que una publicidad que considere a


todo po de público será infructuosa. Si vamos a inver r en
publicidad, tenemos que hacer que cada peso gastado reporte la
mayor probabilidad de intenciones de compra. Aprendamos de los
expertos en publicidad, quienes invierten grandes can dades de
dinero para aparecer en un evento depor vo por unos segundos,
con un comercial nuevo, interesante, que pretende generar los
mejores resultados en conversión de ventas.

Para hacer una buena publicidad, cabe bien el siguiente ejemplo de


descripción de productos. Supongamos que vende autos, al
concesionario llega una mujer con la necesidad de un vehículo. Si al
describir el producto le habla de los caballos de fuerza, del torque
del motor, de la can dad de velocidades, del sistema de la
suspensión, la estabilidad en las curvas por la tecnología de
suspensión individual. La persona probablemente no conectará con
esa información, porque estamos equivocando la manera de
vender a una mujer que ene el deseo de un vehículo que le
permita resolver una necesidad.

Pero si otro vendedor que comprende el po de cliente que llegó al


concesionario, una mujer con una vida atareada, con hijos en edad
escolar, un esposo ocupado en sus ac vidades, entonces, en lugar
de describirle la ficha técnica, le explica lo que ob ene con ese
vehículo, por ejemplo:
“ En este vehículo usted y su familia disfrutarán la sensación del
viaje porque su suspensión reduce el movimiento al interior, lo
amplio de sus espacios permite que quepan cómodamente, el
sistema de ahorro de combus ble le permite hasta un 30% menos
de gasto en gasolina; por su sistema de seguridad, los frenos son
los más seguros de su segmento, así que usted y su familia pueden
estar tranquilos de que ante cualquier eventualidad seguirá
teniendo el control del vehículo”.

Si pudo notar, sin mencionar el motor, los amor guadores o la


transmisión, se le ha dado a conocer los mismos beneficios que si
le hubiera leído la ficha técnica. Solo que el lenguaje fue una mujer
con necesidades específicas. Los productos se compran no solo por
las necesidades que resuelven, sino por las emociones que
provocan, por lo que piensan que puede ocurrir al obtenerlos. Así
como se elige una universidad pres giosa no solo por el programa
de estudios, sino por lo que significa haber estado allí para la
posibilidad de ser contratado en alguna gran empresa.

El marke ng debe considerar lo que una persona está buscando, es


decir, lo que realmente subyace de la compra de tal producto. Tal
vez si usted ha sido padre o madre de un bebé, se dio cuenta que
cuando estaba el proceso del embarazo, de pronto aparecieron una
gran can dad de mujeres embrazadas. Esto no significa que haya
sido así, sino que como el tema es tan relevante en ese momento,
su cerebro estuvo más recep vo para todo lo que significa bebés,
embarazo, pañales, leche en polvo, cunas y juguetes para bebé.

Nuestro cerebro decide pensar más en los asuntos que son


relevantes en el momento, y entonces dejamos de interesarnos en
otros temas. Es un mecanismo bastante normal, que después de
varios años del nacimiento de los hijos, parece como si las
embarazadas volvieron a desaparecer. Pero si presta más atención
se dará cuenta que siguen estando por allí, solo que nuestro
cerebro es selec vo, y nos ciega de lo que no tenemos interés.

Así es el marke ng, seguramente a alguien que ene una dieta


vegetariana, no le llamará la atención los cortes especiales de res, y
dejará de ver la mayor parte de la publicidad que tenga que ver con
comer productos cárnicos. Por esto es que en internet se puede
dirigir los anuncios por medio del uso de palabras claves que están
asociadas con los productos que interesan a las personas.

Si se realiza adecuadamente, las personas con mayores


probabilidades de comprarnos se encontrarán irremediablemente
con nuestra publicidad antes que con otros proveedores. Un
marke ng bien trabajado provoca un deseo irresis ble de compra.
Si el producto es bueno, el precio no será un problema, pero si la
publicidad no genera el deseo de compra no importa que sea una
buena oferta.

La parte importante para nosotros como cris anos, es no ofrecer


algo que el producto no genera, no manipular o forzar el deseo de
compra de productos que no le servirán a las personas, sino
preferir objetos que generen un valor a un precio razonable para
ambos actores mercan les, y alejarse de publicidad engañosa. Es
necesario ser claros en que podemos presentar nuestro producto
de manera atrac va, generar interés y resolver una necesidad que
se ene.

En ningún momento debemos recurrir a prác cas persuasivas


equivocadas por medio de suges ones que denigren la imagen de
la mujer, o que u licen la codicia y el deseo desmedido por adquirir
nuestros productos. Como creyentes, debemos cuidar que los
elementos presentes en nuestra publicidad no contengan este po
de información que denigra la obra de Dios, seamos inteligentes al
u lizar las técnicas necesarias para dar a conocer lo que vendemos.

Recordemos que en todo lo que hagamos, debemos honrar al


Señor. Él habrá de ayudarnos a tener sabiduría para atraer a los
compradores que se decidirán por nosotros al comprar el producto
que estén buscando. Aprendamos a esperar en el Señor y
descarguemos en el toda nuestra ansiedad.

Recuerde además que la hones dad es la mejor estrategia, no solo


desde el punto de vista é co. Cuando una oferta se altera, puede
estar captando ventas en corto plazo, pero las personas que
conocen bien de los precios y productos probablemente se alejarán
de su negocio después de sen rse manipulados por su oferta
engañosa. La sa sfacción se verá comprome da y su reputación
quedará en entredicho. Recordemos que, si el Señor no edifica la
casa, en vano trabajan los que la edifican, y en esto también aplican
los principios de hacer solamente lo que Dios espera de nosotros.

12 Las ventas de su negocio.

“ Nunca negocies el precio, negocia el valor que recibirá el cliente”


Mark Hunter, Autor de High Profit Selling. Experto en rentabilidad
de líderes de ventas.

xterno mi gra tud por permi rme entrar a tu mente y a tu corazón


con esta información. El deseo que existe en mí, es que en todo lo
que hagas, Dios sea exaltado. No solo honramos al Señor cuando
adoramos o meditamos en su palabra, también cuando ponemos
en funcionamiento los dones, recursos y herramientas para
abrirnos paso en la vida. Vivimos empos de cambios constantes, la
Iglesia fundada por Jesucristo debe contar con el perfil de agentes
del Reino de Dios en cada creyente, debemos contar con ideas
prác cas que mejoren la vida de nuestras familias.

Para cerrar el ciclo de temas, queremos hablar sobre las ventas. En


diferentes ámbitos se u lizan los mismos mecanismos de ventas
cuando tratamos de conseguir una respuesta posi va de otras
personas. Pero las ventas no se logran solo con un buen producto.
Requiere que seamos buenos negociantes, y los mejores saben que
existen emociones involucradas en una transacción comercial.
Ventas es liderazgo, transmisión de energía y de emociones.

Partamos de un principio básico, generalmente nadie quiere gastar


su dinero, comprar es tomar la decisión de dejar ir una parte de
nuestro capital, y solo lo haremos por algo que valga la pena. Antes
de determinar en qué inver r nuestro dinero, habrá inseguridad
sobre si la decisión tomada es la correcta. ¿Cuál es el interés del
que compra y cuál es el interés de quien vende? En cualquier
negociación están en juego la sa sfacción de ambas partes.

El vendedor . Debe ayudar a su cliente a resolver un problema y


para ello debe tomar una decisión. El sí de una venta pasa por
procesos conscientes e inconscientes, entre ellos, no debe sen r
que se están aprovechando de su buena fe, de la amistad o del
desconocimiento del producto. La negociación ene entre sus
objetos hacer sen r a la persona segura de que lo que lo que
obtendrá con la compra, cumple con lo que está buscando.

El comprador . Quien compra ene el mayor poder, el slogan “el


cliente siempre ene la razón” es cierto en el hecho de que, aunque
el cliente no tenga claro qué es lo que quiere comprar, su necesidad
guía la venta. Si a namos a resolver su problema, habremos de
generar una venta, si logramos colocar una relación más allá del
producto, tomando una parte de su proceso y aportamos más valor
más allá de la compra, generamos una relación que le llevará a
conver rse en cliente.

Negociación es un intercambio de palabras donde se verbalizan los


intereses en dos o más personas. Los acuerdos comerciales son
intercambio de ar culos por medio de una moneda de intercambio
principalmente, es el dinero la moneda que mueve los negocios.
Los acuerdos comerciales deben tener un valor económico en su
base principal, aunque se puede negociar productos asociados a la
venta, descuentos, atención en la posventa, etc.

Ningún negocio puede sobrevivir de regalos o del intercambio de


productos, se debe vender por dinero. El dinero es una especie de
cer ficado que comprueba que hemos hecho un bien a nuestro
prójimo, que hemos sido produc vos en el mercado. Las ventas
incluyen la sa sfacción del otro, aunque lo que buscamos es
nuestro propio interés. Quien vende valora más el dinero que
puede obtener que lo que vende, y de manera inversa, quien
compra valora más el producto deseado, que el dinero que está
dispuesto a pagar. Esto ubica toda relación comercial como justa,
pues ambas partes sa sfacen su propio interés.

Quien compra desea obtener el mejor producto al mejor precio,


quien vende, por el contrario, desea vender su producto al mayor
precio posible. Para esto exis rá un margen entre lo que estamos
vendiendo y lo que el cliente esté dispuesto a pagar. El margen de
ambos deberá estar en un área que permita la negociación para
lograr la venta. Cuando el margen de compra y de venta están lejos
uno del otro, no se concreta la venta, no hay punto medio que
sa sfaga a ambas partes.
totalidad del precio, si la beneficiemos.

Un negocio debe la negociación actúa correctamente, involucra el


tema del crédito al dar Tener un negocio que crezca y se expanda,
requiere generar

confianza en nuestros compradores. Debemos ser honestos y


realizar las transacciones de manera transparente. Y al cliente le irá
bien si en dentro de la negociación se cierto empo para pagar la
negociación será constante, ambos nos

contar con clientes que regresen periódicamente, el porcentaje 80-


20 dice que un negocio se sustenta con las ventas del 20% de
nuestros clientes, quienes hacen compras por 80% de nuestro
inventario, en cambio el 80% de clientes restantes, comprarán el
20% de productos. Debemos aprender a retener a ambos y
construir las mayores compras.

Decidir el precio de un producto es algo intrínseco al sujeto, el


precio no es algo que siempre sea obje vo, depende de diversos
factores como la deseabilidad del producto, la escasez, la calidad, y
encontrar el precio más alto que un cliente puede pagar. El precio
debe considerar la recuperación del dinero inver do, y de allí par r
sobre el margen de ganancias. Cuánto me cuesta en este momento
adquirir ese producto en el mercado, en las condiciones de calidad
y disponibilidad actuales de acuerdo a la competencia.

Cuánto costaría la casa en la que usted vive. Para saberlo, un


valuador tomará en cuenta el precio catastral del terreno, el costo
del proyecto arquitectónico, el precio de materiales, el costo de
fabricación, la an güedad de la vivienda, el número de
habitaciones, baños, cajón de estacionamiento, los trámites ante
las autoridades municipales entre otras cosas. Después añada el
margen comercial de la zona en que se encuentra, y compare los
precios de casas similares en la zona.

Los precios son flexibles, no siempre se jus fican por su costo de


producción. El precio es un proceso de libre mercado que depende
de la oferta y la demanda. El precio elegido debe jus ficarse por el
valor subje vo que le da el comprador. Existen clientes que
buscarán el precio más bajo, a pesar de que lo que se están
llevando sean productos de mayor calidad en el mercado. Usted
debe jus ficar su precio, sea alto o bajo, cuál es la can dad que el
mercado puede comprar.

Algunos precios no son tan sencillos de comprender, manejan otro


po de elementos, como la escasez, la rareza, la importación o
exportación con sus impuestos aduanales, etc. Lo vemos en los
ar culos de lujo, como los diamantes o los autos de alta gama.
Siempre habrá precios de referencia desde donde se puede par r.
Aunque, si vamos a una subasta, la deseabilidad del producto
puede doblar o triplicar el precio inicial ya que este depende del
interés de un grupo de personas y del dinero que se esté dispuesto
a gastar.

¿Qué hacer cuando no hay puntos en común con el comprador y


usted? Cuando una persona ene otras alterna vas, se le hará fácil
poner objeciones a todo lo que le diga para no comprarle. No es
que sea un hábil negociador, sino que, al cerrarse esta puerta, se
abrirán otras más. Las personas enen opciones no solo de otros
productos iguales, sino de inver r su dinero en algo dis nto.

Cuando somos conscientes de las opciones que ene el comprador


nos da ciertas ventajas. Porque puede diseñar otras alterna vas
basado a lo que encontrará en la competencia. Cuanto más
sepamos de nuestra competencia, mejores ofertas podemos hacer,
incluso ofertas combinadas. Así ocurre con la renovación de
contratos hipotecarios, con opciones para trasladar su deuda a otro
banco, o de unir sus deudas y obtener un mejor po de interés.

Tendrá más poder de negociación el que cuenta con opciones de


redirigir su compra hacia otros lugares, y abandonará la
negociación si no encuentra lo que busca. Entre más opciones,
mayor poder de negociación se obtendrá.

Usted ene tres pos opciones para negociar: dinero, empo y


flexibilidad y con ellos puede intercambiar intereses.

1. Moneda de cambio. Dinero, metales preciosos, productos.


Bienes tangibles que se pueden intercambiar. Es muy común
negociar una parte de la venta con una especie de trueque.

2. Tiempo. También es un medio de intercambio. Si quien paga trae


el efec vo y puede cerrar el trato en ese mismo momento,
podemos convencerlo con un descuento atrac vo.

3. Flexibilidad. Se puede negociar el precio de un inmueble, si el


dueño agrega herrería en ventanas y puertas, o una cocina
contemporánea. O dejarla como está, pero reduciendo el costo de
estas mejoras.

Mencionamos solo tres opciones que funcionan como moneda de


cambio que aplica para cualquier producto sin importar el precio.
Pero negociar no solo de ofertas y contraofertas. Negociar no es
algo que se improvisa, la planeación de la venta permite tener los
diferentes escenarios posibles calculados. Antes de encontrarse con
el cliente, deberá prepararse emocionalmente, tener un plan de
acción y estructurar una argumentación convincente. Con una
estructura que genere un entorno de negociación podremos
generar acuerdos, que si vamos solo con nuestros catálogos,
precios y condiciones originales.

Llegar preparados con respuestas para las objeciones que se


presentarán, o que ya hemos escuchado de otros clientes, nos
permi rá seguir teniendo el control de la venta. Debemos crear un
escenario por medio de la planeación y la preparación, para ello
debe iniciar con un breve cues onario a su cliente que le permita
tener información sobre ¿Quién es esta persona que está frente a
mí? ¿Viene predispuesto, o está abierto a escucharme? ¿Tengo
claro en qué le puede ayudar mi producto? ¿Cuál es mi propuesta
específica para él? ¿En qué le estoy beneficiando en este
momento? ¿Cómo defiendo mi propuesta antes de decidir si
acepto una contraoferta? ¿Estoy dispuesto a aceptar algún po de
compensación con tal de llegar a un acuerdo?

La preparación para la negociación es la ruta del éxito de una venta.


El entorno donde se desarrolla la negociación es importante
también. Los grandes negocios se cierran un buen número de veces
en un buen restaurante, esto facilita que ambas partes estén
relajadas y dispuestas a dialogar. Mis propuestas deben considerar
los puntos en común, para traducirlos en un ganar-ganar en ambas
partes.

La propuesta debe tener la base de una sólida argumentación que


le deje en claro de qué se trata la oferta. Al final, ambos deberán
decidir si llegaron a un buen acuerdo; si hay dudas o falta de
información que surgió del diálogo, se puede posponer el cierre de
ventas para una cita más o una llamada al día siguiente, pero deje
pasar mayor empo.

Para ganar un buen cliente, a veces se debemos entrar perdiendo.


En ocasiones se inver r equipo y dinero para pertenecer al grupo
de proveedores de una empresa. Tenemos que considerar si el
negocio al que estamos entrando vale la pena para sacrificarnos en
esa parte.

Con este tema llegamos al final de la información, esperamos haya


sido de u lidad alguna frase, estrategia o idea. Seamos fieles al
Señor en todo lo que hacemos, y reflejemos su luz en cada acuerdo
logrado.

Nuestras oraciones al Señor son porque Dios permita que en la


mesa haya la provisión suficiente para alimentar a los nuestros, ser
generadores de empleo, y bienes para nuestro mundo, cuide la
salud de en cada hogar, siendo prosperados en lo espiritual como
en lo material.

“ Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que


tengas salud, así como prospera tu alma” 3 Juan 1:2.

“ Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el


fruto de tu vientre, el fruto de tu erra, el fruto de tus bes as, la
cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu
canasta y tu artesa de amasar”. Deuteronomio 28:3-5

“ Mas buscad primeramente el reino de Dios y su jus cia, y todas


estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33

“ La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes


enriquece”.
Proverbios 10:4

AMÉN

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