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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

SOCIALES
MEDICINA LEGAL
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
5º SEMESTRE
DOCENTE
Dra. Elida Salinas
INTEGRANTES
 Érica Morinigo.
 Angélica Montiel.
 Kevin Bareiro.

Año 2023
INTRODUCCION

Se denomina Responsabilidad Profesional al conjunto de acciones que llevamos a


cabo en el ejercicio de nuestra profesión observando el Código de Ética en
vigencia y a las consecuencias que pueden ocasionar al conjunto de la sociedad
organizada de acuerdo a las normas legales en vigencia.

La responsabilidad profesional surge en este punto como incluida dentro de la


responsabilidad moral, alcanzando el interior de nuestra conciencia. Tiene dos
objetivos primordiales: evitar toda falta voluntaria y disminuir en lo posible en
número de faltas involuntarias por debilidad humana, flaqueza propia o
negligencia ajena.

La presente tarea de investigación tiene como objetivos averiguar y descubrir todo


lo referente a la responsabilidad profesional en los diferentes ámbitos y reconocer
dichas características que este posee.

La importancia de la indagación radica en la necesidad de conocer cabalmente


cuales son las responsabilidades que tiene los profesionales y cuáles son las
causas que se le serán dadas por su irresponsabilidad o negligencia profesional y
cuáles son las responsabilidades que deberán de asumir.

La búsqueda es viable pues se pretende que este trabajo sirva como base para
aquellos quienes quieran acceder a la información pertinente del tema
desarrollado e investigado. Pues se cuenta con recursos bibliográficos para la
correcta realización de este trabajo de investigación.

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL: CONCEPTO.


La responsabilidad como deber es entendida como la obligación de responder de
nuestros actos ante un tribunal. Se habla de responsabilidad moral cuando el
tribunal es Dios o la propia conciencia, la responsabilidad legal (o
específicamente, civil o penal) cuando el tribunal es el Poder Judicial.

El concepto de responsabilidad profesional es la obligación de reparar y satisfacer


las consecuencias de los actos, omisiones y errores voluntarios e involuntarios
incluso, dentro de ciertos límites, cometidos en el ejercicio de su profesión.

La responsabilidad profesional surge en este punto como incluida dentro de la


responsabilidad moral, alcanzando el interior de nuestra conciencia. Tiene dos
objetivos primordiales: evitar toda falta voluntaria y disminuir en lo posible en
número de faltas involuntarias por debilidad humana, flaqueza propia o
negligencia ajena.

Además, constituye una modalidad de la responsabilidad civil, caracterizada


porque los hechos o presupuestos de que deriva pertenecen a la actividad propia
de una profesión, sea esta liberal o esté determinada por una relación de empleo,
pública o privada, que ligue al sujeto con otra persona o entidad. Quiere decirse
con esto, que el ejercicio profesional al que pertenezca el hecho o acto del que
deriva la responsabilidad tanto puede ser propio de la actividad de un funcionario
al servicio de cualquiera de las administraciones públicas existentes (del Estado,
Autonómica, Local o Institucional), como de la de un empleado o trabajador, no
funcionario, al servicio de una persona o entidad, sea esta, también, pública o
privada (recuérdese que hay trabajadores no funcionarios al servicio de la
Administración), o de la actividad del que se conoce como “profesional
liberal”(abogado, médico, ingeniero, arquitecto, etc.).

Por lo demás, cuando se habla genéricamente de responsabilidad civil, se quiere


significar la obligación de reparar el daño causado que incumbe a toda persona
autora del mismo, ya sea consecuencia del incumplimiento de sus obligaciones
contractuales, de la comisión de cualquier hecho ilícito, o bien de la realización de
actos y omisiones en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia y
aun de la realización de hechos que, no obstante haber sido llevados a cabo con
diligencia y cuidado, se inserten en actividades que originen riesgos para los
demás y beneficio o ventaja solo para su autor.

La responsabilidad médica es la obligación que tienen los profesionales que


ejercen la medicina, de responder por las consecuencias derivadas de su
actuación profesional. Es una variedad de la responsabilidad profesional
conceptuándose como consecuencia, a todos los daños en el cuerpo o en la salud
o la muerte de los pacientes que estaban bajo la asistencia médica. Ateniéndose
a la concepción jurídica y genérica que divide a las obligaciones en obligaciones
de medios y obligaciones de resultados, la obligación del médico es de medios y
no de resultados. el médico tiene el compromiso de poner todo el empeño y la
técnica al servicio del paciente. repetidamente la jurisprudencia ha sostenido que
"el médico contrae una obligación de medios, consistente en la aplicación de su
saber y de su proceder en favor de la salud del enfermo", excepto en Cirugía
Plástica y Anatomía Patológica en las que la obligación es de resultados.

Bajo esta óptica, la relación médico-paciente es de carácter CONTRACTUAL, no


obstante, el hecho de que el paciente no haya contratado directamente sus
servicios o que estos fueren gratuitos. Es responsable por las consecuencias
dañosas que deriven de la mala realización de esta labor, correspondiéndole al
paciente demostrar la culpa en el acto médico y el daño que le hubiere provocado
ese accionar. Existe otra forma de relación, llamada EXTRACONTRACTUAL que
se da cuando, por ejemplo, un médico atiende a un paciente accidentado en la vía
pública o en otras situaciones de emergencia, en que NO EXISTE una obligación
previamente pactada pero sí, un deber de cuidado.

TIPOS Y CARACTERISTICAS DE LA RESPONSABILIDAD PROFESIONAL.

Responsabilidad profesional consigo mismo: que exige una conciencia fiel a


un triple deber de competencias físicas, intelectuales y sociales. Un ejemplo de su
desmedro se da en el caso de profesionales que, por dinero o un mayor status,
usan su título profesional para venderse al mejor postor, sin considerar las
actividades que apadrinarán, sus fines o su lealtad al trabajo.

Responsabilidad profesional con el prójimo: se refiere al trato con los prójimos


profesionales: colegas, colaboradores, clientes y acreedores. Deja de lado las
responsabilidades consignadas en el Derecho Civil para centrarse en la
responsabilidad natural hacia la persona, humana y su dignidad como tal.
Ejemplos de ella son el aprecio hacia un colega que obtuvo méritos, la fidelidad
hacia nuestros colaboradores, la comprensión de las necesidades de los clientes
y las exigencias de un acreedor.

Responsabilidad profesional con la sociedad: es la responsabilidad que tiene


el profesional por el hecho de poseer un título universitario. De su inteligencia en
la opinión y sus energías en la acción depende la conducción del pueblo, quien
marcha siempre dirigido por un guía. Aquí podemos señalar a los líderes que
defienden a las poblaciones explotadas por compañías petroleras o aquellos que
regresan después de sus estudios fuera de su tierra natal para mejorar la calidad
de vida de sus pueblos.

En la misma línea de la ética profesional, afirma que los individuos profesionales


deben ser conscientes de su posición en la sociedad y cultivarla a través de: (Su
personalización e individualización ejercitando la profesión de manera honrada -
sin desvirtuar su autonomía y su función específica, evitando delegar
responsabilidades a las organizaciones, ya sean estas estatales o privadas.

Así se conseguirá que la conciencia y la madurez espiritual de los profesionales


pueda, en conjunto, restablecer la tranquilidad de sus hogares y de su patria, con
la confianza de su libertad y su destino.

Responsabilidad profesional civil: Ocasionada por el incumplimiento de las


obligaciones del profesional, presumiendo una conducta indebida sancionable de
manera económica. Aunque no está claramente estipulada en el Código Civil,
ésta se circunscribe al cumplimiento de las obligaciones generadas por un
contrato.

Un ejemplo a considerar es la entrega de una obra de infraestructura en una


fecha posterior a la estipulada en un contrato de adjudicación, lo que es hecho
común en la administración pública y que genera demandas por incumplimiento
de contrato.

Responsabilidad profesional penal: hace referencia a la comisión de un delito.


Por lo tanto, los delitos cometidos en el ejercicio de la profesión pueden ser
intencionales o dolosos e imprudenciales o culposos.

Un ejemplo que ilustra este tipo de responsabilidad es retardar la atención de una


solicitud que requiere su atención urgente.

Como la tendencia del texto es hacia la culpabilidad de los profesionales, expone


una serie de estrategias para reducir o evitar los factores de riesgo:

* Conocimiento inadecuado o insuficiente: apelan a la reestructuración de planes


de estudio según niveles de competencia, la educación continua y la elaboración
de guías prácticas.
* Destreza limitada: apoyan al adiestramiento tutelado y especializado en técnicas
innovadoras, además de la reestructuración de programas de estudio, ya
mencionados en el acápite anterior.

* Juicio equivocado: proponen la elaboración de consensos entre varios


especialistas, la retroalimentación con resultados de experiencias previas, y el
fortalecimiento de las metodologías cuya efectividad haya sido comprobada.

* Delegación de acciones a profesionales en formación o auxiliares: apuestan por


la supervisión de las actividades.

* Falta de comunicación dentro del equipo de trabajo: dan soporte a la


coordinación al interior de los grupos.

* Recursos físicos, materiales y humanos insuficientes: apoyan la administración


eficiente, el suministro adecuado de insumos y la optimiza.

LA IRRESPONSABILIDAD PROFESIONAL.

La responsabilidad general es la obligación de las personas imputables de dar


cuenta por los actos realizados contrarios a la ley y sufrir las consecuencias
jurídicas. Desde el punto de vista médico legal, los médicos tienen la obligación
de responder ante la justicia por los actos perjudiciales que se causen en el
ejercicio de la profesión.

La irresponsabilidad es lo contrario o el antivalor de la responsabilidad. La


irresponsabilidad se refiere a la incapacidad y falta de voluntad de una persona
para cumplir con una obligación, compromiso o tarea asignada de forma
voluntaria u obligatoria.

Irresponsabilidad también se emplea para indicar las consecuencias de haber


llevado a cabo algún acto sin considerar previamente sus resultados.

Los elementos que confluyen a determinar la responsabilidad profesional y que


necesariamente deben estar presentes toda vez que se invoque la posibilidad de
una mala praxis profesional son los siguientes:

 El autor debe ser médico,


 La acción u omisión que produce el daño debe ser el producto del accionar
profesional, o sea, verificarse en el acto médico,
 Debe existir una relación de causalidad directa entre el acto médico y el
daño,
 Debe existir el elemento objetivo constituido por el daño, es el elemento
fundamental de la responsabilidad, y
 Debe existir el denominado elemento subjetivo, o sea, la culpa del médico.
La culpa es la base de todo sistema de responsabilidad civil, ya que no hay
responsabilidad sin culpa. En este aspecto, debe demostrarse que, en la
producción del perjuicio, ha habido impericia, imprudencia, negligencia o
inobservancia de los deberes o reglamentos inherentes a la labor profesional, que
constituyen las formas de la culpa.

IMPERICIA O IGNORANCIA INEXCUSABLE:

Se la define como una incapacidad técnica para el ejercicio de una función,


determinada por el desconocimiento de aspectos elementales del quehacer
profesional o por una torpeza práctica. La responsabilidad, en este sentido, será
tanto más inexcusable cuando mayor sea el grado de especialización, o sea, que
la exigencia es más severa a medida que aumenta el nivel de conocimiento que
supuestamente debe poseer un profesional en determinada rama del arte médico.

Es una actitud negativa, carencial; es la incapacidad técnica, la falta de destreza y


conocimientos suficientes para el ejercicio de determinada profesión.

El médico, por ignorancia, no sabe lo que hay que hacer, y por ende, no actúa
(omisión); o no entiende un cuadro clínico y lo minimiza (omisión); o tiene
conocimientos insuficientes y actúa mal, pero convencido de hacer lo correcto
(acción); o conoce, en teoría, cómo proceder, pero llega a la concreción práctica
de una manera completamente inexperta o con torpeza inadmisible (acción).

Aparece cuando el profesional carece de conocimientos y habilidades necesarias,


que se presume debe tener, para tratar a su paciente de acuerdo con el nivel
estándar de la medicina en el tiempo y lugar que se analiza. La impericia tiene
mucho que ver con la desactualización y la falta de información científica idónea
del profesional en el ejerció.

IMPRUDENCIA:

Es la falta de precaución que implica omitir la diligencia requerida. Se trata de un


olvido de la previsión aconsejable para realizar algún hecho que la prudencia
popular recomendaría. Estos hechos imprudentes constituirían un delito si
mediara mala intención, pero en realidad son productos del descuido. En el
ejercicio de cualquier profesión, imprudencia es la omisión de extremas
precauciones, que son consecuencia de la habitualidad y confianza que crea el
desempeñar una actividad o profesión.

LA NEGLIGENCIA:

Es la falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona en lo que hace, en


especial en el cumplimiento de una obligación.

La negligencia médica es un acto mal realizado por parte de un proveedor de


asistencia sanitaria que se desvía de los estándares aceptados en la comunidad
médica y que causa alguna lesión al paciente. Es haber realizado actos no
apropiados o, por no haber tenido la diligencia requerida para el caso particular.
Es decir, no haber cumplido con los parámetros mínimos y estándares de
conducta para enfrentar el caso, y no haber cumplido con las normas técnicas de
la profesión médica. Constituye, junto a la impericia e imprudencia médica, una
vulneración a la lex artis ad hoc. También recae en el equipo de salud en el caso.

DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO. IATROGENIA.

DELITOS DOLOSOS. ESTADO DE NECESIDAD.

La responsabilidad médica es CULPOSA y como tal debe diferenciársela de otros


hechos que, si bien transcurren y son consecuencia de la actividad profesional,
por sus características no deben ser incluidos bajo este concepto ya que las
consecuencias jurídicas son otras.

En el siguiente cuadro se exponen las situaciones que deben diferenciarse de la


responsabilidad médica propiamente dicha:

IATROGENIA.

Uno de los primeros en utilizar el término IATROGENIA fue el psiquiatra E. Bleuler


quien aplicó dicho término a los "trastornos psíquicos originados o generados en
el enfermo por actitudes o explicaciones del médico sobre la afección que
padece”.

El diccionario Espasa —Calpe y el British Medical Dictonary— definen a la


IATROGENIA como a "los temores implantados en la mente del enfermo por el
proceder explorador de médico o por observaciones o palabras inoportunas
dichas en su presencia".

Algunos autores equiparan a la IATROGENIA con la RESPONSABILIDAD


MEDICA. Nosotros creemos que debe reservarse el término IATROGENIA a los
daños emergentes del accionar médico, pero en el que se actuó con atención,
dedicación y cuidado descartándose la DESAPRENSIÓN, AUDACIA O
TERMERIDAD. O sea que a pesar del resultado no deseado —daño o muerte—
se han cumplido con las normas del arte médico de acuerdo al caso, al tiempo y
al lugar, no siendo en consecuencia, ese resultado, punible penalmente ni
resarcible económicamente.

Diversos autores han manifestado su opinión sobre el tema:

Bonnet señala que iatrogenia es un adjetivo calificativo y que se debería hablar de


ENFERMEDAD IATROGENICA pudiendo ser dolosa, culposa, por estado de
necesidad con causa.

Escardó dice que es "el mal que el médico produce o puede producir por su
condición de tal".

Steel dice que "es el mal que se produce como consecuencia de un


procedimiento diagnóstico y terapéutico y da como ejemplo las úlceras por
decúbito que son por CULPA del médico ya que podrían —con más cuidado—
haberse evitado.

Nash dice que "es cualquier lesión o muerte por error médico". Achaval y Jiménez
de Asua más cercanos a nuestra opinión, sostienen que "es la lesión o
enfermedad que produce el médico no obstante el ejercicio correcto de la
profesión" y que "son los efectos nocivos en el quehacer médico, pero no
atribuibles al médico", respectivamente.

Puede definirse a la IATROGENIA como a las alteraciones sobrevinientes que el


médico NO HA PODIDO PREVEER o que previstas NO HAN PODIDO
EVITARSE. De este modo la iatrogenia resulta médica y jurídicamente
FORTUITA, IMPREVISTA E INEVITABLE.

EJERCICIO PROFESIONAL Y HECHOS DOLOSOS.

Los delitos cometidos durante el ejercicio profesional son: el aborto criminal, la


eutanasia, la ayuda y / o instigación al suicidio y el abandono de persona.

Carácter DOLOSO hace que estén excluidos del campo de los delitos por
responsabilidad médica. Con respecto a las tres primeras figuras, nos remitimos a
los capítulos respectivos refiriéndonos aquí al abandono de persona.
Abandono de persona: es un delito contemplado y sancionado en el código penal
en el que se expresa que "el que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea
colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte o una
persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el
mismo autor haya incapacitado, será reprimido con prisión de 2 a años. La pena
será de reclusión o prisión de 3 a 10 años. Si a consecuencia del abandono
resultare grave daño en el cuerpo o en la salud de La víctima. Si ocurriere la
muerte, la pena será de 5 a 15 años de reclusión o prisión."

Es un delito doloso, variando la pena según la característica del daño que puede
ser: peligro de vida, grave daño en el cuerpo o en la salud o la muerte.

Resulta pertinente e ilustrativo el fallo por el que se condenó a un médico por


abandono de persona en las siguientes circunstancias:

Una menor presentó una herida por proyectil de arma de fuego en abdomen.
Llevada por su padre a un establecimiento asistencial privado, el cirujano
aconsejó la intervención quirúrgica previo depósito de una cantidad de dinero en
concepto de gastos y honorarios, tal cual lo establecía el reglamento de la
institución. Al no disponer los familiares de esa cantidad de dinero, el cirujano
decidió no intervenir por lo que los padres debieron buscar una ambulancia y
trasladar—sin médico—a la niña a un hospital público en donde se la intervino,
pero, lamentablemente falleció.

El fallo del tribunal civil expresó que "existió una omisión por la no aplicación del
tratamiento que privó a la enferma de una manera cierta de la oportunidad de
curación que tenía derecho a esperar puesto que las posibilidades de sobrevivir,
con una intervención más rápida hubieron sido más altas". Más adelante el fallo
dice: "... la medicina comporta un deber humanitario y altruista de consagrar al
enfermo todos los estudios y afanes que el título universitario obliga.

En este sentido lo que guía a la actividad profesional, sobre todas las cosas, es
algo más elevado que el pago de una remuneración. En casos urgentes y graves
el médico está obligado a prestar su oficio, cuando es requerido y en caso
negativo surge su responsabilidad civil. El reglamento de por medio o no, con o
sin el pago del anticipo por el trabajo profesional, el médico en cuyas manos está
en ese momento la de contribuir a la salvación de un ser humano, debe cumplir,
ante todo, con su deber profesional y moral afrontando cualquier responsabilidad
en que pudiera incurrir frente a las autoridades de la institución por la violación de
una disposición administrativa de tipo utilitario" (Cámara de Apelaciones Civil y
Comercial de San Martín, Sala I, 1979).

ESTADO DE NECESIDAD.

Es una circunstancia prevista en la legislación penal. En efecto en artículo 34 del


Código respectivo se establecen las condiciones de inimputabilidad o sea la no
punibilidad de aquel que cometiere un mal para evitar otro mayor inminente al que
ha sido extraño. En el caso de los médicos se da esta situación cuando hay que
adoptar una conducta determinada pues de no hacerlo se pondría en riesgo de la
vida del paciente. Esa conducta lleva implícito un mal, pero menor al que ha
motivado esa situación y a la que el médico es extraño. Las situaciones más
comunes son las siguientes:

— esplenectomía por ruptura de bazo,

— amputaciones de miembros luego de un accidente,

— interrupción del embarazo, o sea aborto, en los casos que, habiéndose


desencadenado una hemorragia uterina por causas patológicas, esa es la
indicación precisa para evitar la muerte de la madre.
CONCLUSIÓN

Tal como hemos visto, la responsabilidad profesional tiene los mismos principios
que rigen en la responsabilidad civil en general, aunque con algunas
peculiaridades propias. He hecho la culpa profesional es una manifestación de la
culpa común pero aplicable a un sujeto capacitado en alguna rama del saber.

La responsabilidad profesional se ha exigido, en general, a todos los


profesionales a lo largo de la historia. Sin embargo, durante largos períodos,
muchos consideraron que en el ejercicio de las profesiones de la salud no era
posible exigir responsabilidad, puesto que la medicina en sí no era una ciencia
exacta y ante una misma actuación profesional podían producirse resultados
distintos. A lo anterior se añadía que el médico y lo mismo el odontólogo siempre
buscaban el bien del paciente, por lo que, si se obtenían resultados indeseables,
no cabía exigir responsabilidad. Con el transcurso del tiempo comenzaron a
publicarse casos en los que se exigía responsabilidad a los médicos ante la
realidad de faltas singulares de las que se derivan graves daños a los pacientes.
Actualmente se admite que los profesionales de la salud deben estar sujetos en
su práctica profesional al control jurídico, al igual que en cualquier otra profesión
humana.

La Responsabilidad Profesional es: “la obligación de los profesionales de la salud,


de dar cuenta ante la sociedad y la ley por los actos que realizan durante el
ejercicio de su profesión, siempre que sean contrarios a sus deberes, provoquen
daño y puedan adquirir importancia jurídica, es decir, que el acto sea relevante”.
BIBLIOGRAFÍA.

1. Libro de Medicina Legal de José Ángel Petito. Pag. 85 al 95


2. https://archivo.consejo.org.ar/congresos/material/4jorprevactivos/
Silvarredonda.pdf
3. https://www.techtitute.com/py/informatica/blog/responsabilidad-
profesional

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