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PARROQUIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

2. El Pecado
LEE CON ATENCIÓN LA LECCIÓN DE ESTE DÍA

“Todos han pecado y están privados de la Gloria de Dios” Romanos 1, 23

Dios creó al hombre en estado de amistad con Él para que disfrutara su amor, pero el hombre
engañado y seducido por el maligno abusó de su libertad dándole la espalda a su Creador, queriendo
alcanzar su realización al margen de Dios.
“Si comes de este árbol encontrarás la muerte” –le había dicho Dios. “No te creas de eso, al
contrario, serán como dioses” –le replicó el padre de la mentira, el seductor del mundo.
Creyéndole más al maligno, rechaza el hombre el árbol de la vida y prefiere alimentarse con el fruto
del árbol del conocimiento, caminando con sus luces y sus fuerzas propias. Se cree autónomo.
Algo que llevas por dentro
Comió el hombre de ese fruto y se le abrieron los ojos y conoció… que estaba desnudo, despojado
de los dones gratuitos y herido gravemente en su naturaleza.
Entonces se produce una profunda división en el hombre. Toda su vida, individual y colectiva se
presenta como una lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas… el ser
humano mirando dentro de su corazón y contemplando su vida, se descubre inclinado hacia el mal y
sumergido en múltiples males.
Experimenta el hombre que es incapaz de vencer por si mismo eficazmente los asaltos del mal y se
siente cargado de cadenas.
“El salario del pecado es la muerte… “Romanos 6, 23"

Consecuencias del pecado

Al rehusar reconocer a Dios como su principio el hombre pierde la unión con su fin último y rompe
toda armonía consigo mismo, con los demás hombres y con la creación.

Relaciones interpersonales inexistentes o falsas: Dañada gravemente nuestra capacidad de amar y


ser amados: hogares destrozados, rotos, relaciones engañosas, interesadas o posesivas, soledad,
incomprensión, desconfianza, agresividad.

La persona dañada y herida profundamente en su cuerpo y en su mente: Toda clase de


enfermedades y dolencias, tanto mentales como físicas, desajustes y desequilibrio interior, temores,
angustias, inseguridad, ansiedad, depresión, tensión, vida sin sentido. Muerte.

La sociedad corrompida: Individualismo, opresión, explotación, injusticia, violencia, guerras,


esclavitud, violencia, guerras, colonialismo, imperialismo, desigualdades económicas y sociales,
miseria y hambre, conflictos raciales, marginidad, manipulación de información y de educación,
afán de poder y dominio.

El cosmos convertido en caos: Cataclismos, terremotos, inundaciones, sequías, maremotos


(tsunamis), clima trastornado.
PARROQUIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

¿Quién es el responsable?
 Dios no es responsable de este mal, ni lo quiere, ni lo manda.
El responsable de este desorden es el hombre mismo, quien rechazando a Dios, prefirió la
esclavitud de Satanás, provocando el caos, la enfermedad, el desequilibrio y la muerte.

“El mundo entero yace bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5, 19)

Soluciones falsas:

Algunas legítimas como la ciencia y la técnica: Pero son parciales, superficiales, muchas veces
sólo aparentes.

Huidas falsas: alcoholismo, drogadicción, activismo automatízate y deshumanizador.

Nos hemos alejado de la casa del Padre, hemos despilfarrado nuestra herencia y estamos bajo el
poder del príncipe de este mundo que nos manda a cuidar puercos (Lucas 15, 11-35)

“Me dejaron a mí, Manantial de Aguas Vivas, para hacerse cisternas agrietadas que el
agua no contienen”: (Jeremías, 2, 13)

Sólo Dios tiene la solución al problema del hombre, ya la ha dado, y nos la ofrece a cada uno,
ahí encontraremos la salvación. La solución de Dios es la única, porque sólo ésta es total,
definitiva, radical y auténtica.

Actividad de la semana: Realiza un collage en una hoja tamaño carta de las cosas o
situaciones que nos alejan de Dios y que llamamos pecado.

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