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El gato es un felino carnívoro y mamífero cuadrúpedo, que ha convivido con los seres
humanos desde hace unos 9500 años, ocupando en la cultura temprana de las sociedades antiguas
un lugar prominente.
El gato doméstico está emparentado con los grandes felinos africanos, se estima que su
pariente más cercano sean los gatos salvajes del Medio Oriente. El primer caso registrado de
domesticación de un gato se presume en la isla de Chipre, en la antigüedad.
Fuente: https://humanidades.com/gato/#ixzz82OuBV6Fn
Domesticación
Se suele pensar que los antiguos egipcios serían los primeros en incluir al gato en su vida
doméstica, así como en sus representaciones religiosas, en las que gozaba de un lugar importante.
Pero bien pudieron ser los antiguos asirios o alguna cultura predecesora.
Fuente: https://humanidades.com/gato/#ixzz82OuUsz7J
Ciclo de vida
Los gatos nacen en camadas de 1 a 10 crías, después de un período de gestación de unos
dos meses, y las crías recién nacidas acompañarán a la madre durante un período de 30 días como
mínimo.
La fecundación pocas veces tiene lugar al primer intento. Una vez finalizada la cópula, la
hembra emprende un período de aseo durante el cual se muestra particularmente hostil.
La esperanza de vida del gato promedio es de unos 12 a 14 años, pero las hembras pueden
incluso vivir un par de años más. La esterilización y el cautiverio pueden prolongar el período, si
bien los gatos callejeros en entornos urbanos no suelen superar los dos años de edad.
La vejez del gato es abrupta, a diferencia de la humana, y suele durar un año entero, hasta
que se produce la muerte. Durante esa etapa el animal mostrará pocas dotes de energía y dormirá
la mayor parte del tiempo.
Los gatos son cazadores natos y son poco dados a la constitución de comunidades. Poseen
un fuerte instinto territorial y son altamente independientes, esto último los hace populares como
animal de compañía. Un contraste marcado con su variante salvaje, cuya tendencia a la agrupación
social es mucho más pronunciada.
El pelaje del gato puede ser tan variado como su raza, pero a grandes rasgos se distinguen
dos tipos de raza: las de pelo corto y las de pelo largo, ambas tenidos por mestizas. El porcentaje
de gatos purasangre en el mundo no supera el 10% de los individuos totales.
Los gatos son animales de alto desgaste energético, por lo que suelen dormir en
abundancia a lo largo del día. Su naturaleza nocturna los activa a la caída del sol, por lo que
pueden mostrarse más enérgicos y demandantes a partir de esa hora.
Las razas de pelo corto, a grandes rasgos, suelen ser mucho más delgados e inquietos,
mientras las de pelo largo tienden a la gravedad y el aletargamiento. En general, tienden a un ciclo
cardíaco veloz, conservando una temperatura corporal entre 38 y 39 centígrados, levemente más
alta que la de los humanos.
Fuente: https://humanidades.com/gato/#ixzz82Oxi4NMw
Por otro lado, el sobrepeso es común en los gatos caseros que presentan baja actividad
diaria y/o exceso alimenticio. Si bien debe tomarse en cuenta la raza y el tamaño del animal, un
gato saludable no debería superar los 4,5 kilogramos de peso. La obesidad en los gatos, tal y como
en los humanos, conduce a diabetes mellitus, lipidosis hepática y riesgos vasculares.
Fuente: https://humanidades.com/gato/#ixzz82OxtRTfh
Marco teórico
El gato doméstico (Felis catus. Linneo) pertenece al orden Carnívora, familia Felidae. Los
félidos son una pequeña familia de mamíferos extremadamente especializados y a la vez los más
evolucionados de todos los carnívoros. Su fuerza, morfología e inteligencia, sumadas a una
extrema agudeza sensorial, proporcionan a estos mamíferos cierta supremacía universal.
En la otra rama evolutiva, aparece el Dinictis, un carnívoro muy parecido al gato, del
tamaño del lince, dientes caninos desarrollados y cerebro más pequeño que el gato actual; del
Dinictis descienden 95 especies de la familia Felidae, todas ellas relacionadas con el Felis catus y
de las cuales aún existen 36 en estado salvaje, encontrándose la mayoría en peligro de extinción.
https://web.uchile.cl/vignette/tecnovet/CDA/tecnovet_articulo/0,1409,SCID
%253D9557%2526ISID%253D457,00.html
Sánchez R., Alfonso E., Algunos antecedentes sobre el origen y la reproducción del gato
domestico (Felis catus). TECNO VET: Año 4 N°2, agosto 1998
https://web.uchile.cl/vignette/tecnovet/CDA/tecnovet_articulo/0,1409,SCID
%253D9557%2526ISID%253D457,00.html
El gato doméstico (Felis catus. Linneo) pertenece al orden Carnívora, familia Felidae. Los
félidos son una pequeña familia de mamíferos extremadamente especializados y a la vez los más
evolucionados de todos los carnívoros. Su fuerza, morfología e inteligencia, sumadas a una
extrema agudeza sensorial, proporcionan a estos mamíferos cierta supremacía universal.
En la otra rama evolutiva, aparece el Dinictis, un carnívoro muy parecido al gato, del
tamaño del lince, dientes caninos desarrollados y cerebro más pequeño que el gato actual; del
Dinictis descienden 95 especies de la familia Felidae, todas ellas relacionadas con el Felis catus y
de las cuales aún existen 36 en estado salvaje, encontrándose la mayoría en peligro de extinción.
Las distintas especies de felinos actualmente vivientes son variables en sus formas y tallas,
adaptándose a diversas condiciones climáticas y ambientales. La teoría más aceptada sobre los
ancestros del gato doméstico señala que éste sería el resultado de los cruces entre Felis Silvestris
(gato montés europeo) x Felis Lybica (gato montés africano) en Europa, Bretaña, Sicilia, Córcega,
Creta y Asia.
Además se plantea que la religión egipcia aceleró el proceso de domesticación, los egipcios
veneraron al gato y lo consideraron un animal sagrado, así por ejemplo muchos dioses fueron
representados mediante esculturas y dibujos de gatos matando serpientes tal como el dios del sol
Ra y la diosa Mafdet. Según Baldwin (1975) la completa domesticación del gato ocurre 1000 años
antes de Cristo y se caracteriza por la secularización en la tenencia de gatos en Egipto y la difusión
del animal hacia el extranjero.
Respecto a la domesticación del gato Le Barre (1955) señala que es discutible si el gato
tiene interés alguno en el hombre, como no sea en su calidad de proveedor directo o indirecto de
alimentos. Los amantes de los gatos sostienen que el hombre nunca logró domesticar por
completo al gato y en ninguna parte esto se evidencia como en el intento por controlar los hábitos
de reproducción. La mayor parte del conocimiento científico respecto a la reproducción del gato
doméstico se ha generado en experiencias de laboratorio, situación que explica las variaciones y/o
particularidades observadas en la vida libre del animal.