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1. Discusión
Como se ha visto, el proceso ordinario se desarrolla, básicamente, en cuatro etapas: la
introductoria de las cuestiones, la probatoria, la discusoria y la decisoria.
El momento de la discusión se manifiesta en las alegaciones de las partes, mediante las que se
produce la plenitud del debate, ya que la actora y la demandada hacen valer todas sus razones
frente al tribunal introduciendo elementos de tipo valorativo, racional, lógico y jurídico, para
demostrar cuál es el verdadero fundamento de sus pretensiones en función de las cuestiones
introducidas y de las pruebas aportadas en la causa.
En ese momento, las partes analizan, por medio de escritos denominados alegatos, la prueba
rendida en relación con los hechos que constituyen el sustento de su pretensión o defensa y
exponen al tribunal los argumentos fácticos y jurídicos tendientes a lograr la procedencia de la
pretensión o excepción invocada.
En definitiva, “el alegato es el acto mediante el cual cada una de las partes exponen al juez,
por escrito, las conclusiones que les sugieren las pruebas producidas en el proceso”
(Palacio, 2003, p. 514).
Las partes alegan sucesivamente o por su orden.
Eso significa que, en el juicio ordinario, lo hará primero el actor y luego, el demandado; en el juicio
ejecutivo, alega primero el excepcionante y luego, el actor.
Las partes no se limitan al análisis de la prueba rendida, sino que recapitulan —de manera
metódica— los hechos en los que fundan sus pretensiones, la prueba que a cada uno de ellos se
refiere y las razones que aducen para demostrar su derecho; también incorporan reseñas
doctrinarias y jurisprudenciales.
En el juicio ordinario, por ejemplo, el plazo para alegar es de seis días. Se trata de un plazo no
fatal, es decir que, una vez vencido, hace falta el acuse de negligencia de la contraria para que se
le dé por decaído el derecho dejado de usar a la parte a la cual se le corrió traslado para alegar y
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no lo hizo .
[1]
Arts. 505 y 48, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
Contenido
El escrito de los alegatos no tiene una formalidad especial impuesta por la ley ritual; sin embargo,
se acostumbra a comenzar —luego de cumplir todos los requisitos formales del art. 37 CPCC de
Córdoba— con una relación sumaria de los hechos de la causa, en la que se enuncien las
pretensiones, y continúa con el análisis de la prueba rendida, la que es valorada positiva o
negativamente, según sea la posición del sujeto que la formula.
Además, en un juicio ordinario, esta es la oportunidad en la que las partes podrán impugnar el
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informe de los peritos , por ejemplo.
[2]
Art. 279, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
Procedimiento
En el juicio ordinario, el trámite está regulado en el artículo 505 del CPCC de Córdoba, que
establece que:
Vencido el período probatorio
y agregadas a los autos las
pruebas que se hubieran
producido, se correrá traslado
por seis (6) días
sucesivamente a cada litigante
para que alegue de bien
probado, reservándose los
escritos en la secretaría hasta
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el decreto de autos.
[3]
Art. 505, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
La reserva del escrito en la secretaría tiene como finalidad que el adversario que alega en último
término no pueda valerse de las razones dadas por su contrincante.
En este tipo de procedimiento judicial, puede alegarse, aunque la discusión entre las partes verse
sobre cuestiones de puro derecho; es decir, cuando hay conformidad de los litigantes en cómo
ocurrieron los hechos y la divergencia finca en la calificación legal que le asignan.
En tal circunstancia, luego de la etapa de las postulaciones, el tribunal omite la apertura a prueba
de la causa (ya que únicamente se prueban los hechos controvertidos) y ordena correr los
traslados para alegar de conformidad con el artículo 497 del CPCC de Córdoba.
Por su parte, a menos que sea el oral (art. 5 de la Ley 10555), en el juicio abreviado, no está
prevista la etapa discusoria.
En efecto, el artículo 514 prescribe que “recibida la prueba o vencido el plazo para su recepción,
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el tribunal llamará autos para definitiva y dictará sentencia” .
[4]
Art. 514, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
Sobre el particular, y tal cual se adelantó, es dable resaltar que la falta de la etapa discusoria en
el procedimiento del juicio abreviado genera una serie de problemas en cuanto a cuál es la
oportunidad de las partes para impugnar los dichos del testigo o el dictamen pericial.
La gran importancia procesal del decreto de autos para definitiva se puede dividir en dos partes:
1) por un lado, cesa la carga procesal de las partes de concurrir a la sede del tribunal los días
martes y viernes para notificarse de las resoluciones puestas a la oficina; 2) por el otro, comienza
el plazo fatal para que el/la juez/a interviniente dicte la resolución sobre el fondo de la cuestión
debatida.
Además, el llamamiento de autos para definitiva, según el tipo de juicio del que se trate, presenta
las siguientes particularidades:
Así, por ejemplo, en el marco del juicio ordinario se dispone: “Evacuados los traslados previstos
en los artículos 497 y 505, según corresponda, el tribunal dictará el decreto de autos para
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definitiva y pronunciará sentencia” .
En cambio, para el juicio abreviado (común) se establece: “Recibida la prueba o vencido el plazo
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para su recepción, el tribunal llamará a autos para sentencia” .
[6]
Art. 506, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[7]
Art. 514, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995
Por su parte, en cuanto al abreviado oral, cabe indicar que: “Formulados los alegatos, el tribunal
declarará cerrado el debate y llamará inmediatamente autos para sentencia, la que será
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pronunciada en el plazo de treinta (30) días” .
En relación con el juicio ejecutivo, el art. 555 del CPCC de Córdoba reza: “No habiéndose abierto
a prueba la causa, evacuados los traslados previstos en el artículo anterior o, en su caso, vencido
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el período de prueba, sin que se hubiere producido, el tribunal llamará autos para sentencia” .
[8]
Art. 6, Ley 10555 de 2018. Ley de procedimientos para los juicios de daños y perjuicios que tramiten por el juicio abreviado según lo
[9]
Art. 555, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
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Por último, cabe señalar que el decreto debe notificarse al domicilio “constituido” , y que en el
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lapso de tres días las partes podrán recusar al juez sin expresión de causa , por ejemplo.
Asimismo, es de destacar que —tras quedar firme el decreto de autos— se cierra la discusión, y
las partes ya no podrán presentar nuevos escritos (salvo incidentes de nulidad) ni producirse más
prueba (a excepción de la documental en los términos del art. 241), a menos que el tribunal lo
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ordene a través de una “medida para mejor proveer” .
[10]
Art. 145, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[11]
Art. 19, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[12]
Art. 325, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995
Sentencia
Es la resolución del tribunal que, luego de su integral tramitación, pone fin al procedimiento; es
una especie de acto jurídico procesal formal que reviste los caracteres del instrumento público ya
que lo realiza un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones y en las formas que las
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leyes prescriben .
[13]
Art. 289, Código Civil y Comercial de la Nación [CCC]. Ley 26994 de 2014. 7 de octubre de 2014 (Argentina).
☰ Lugar y fecha
De conformidad con el art. 42 del CPCC de Córdoba, la sentencia debe contener mención del
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lugar y la fecha en que se dicta .
La indicación de la fecha permite establecer si fue pronunciada en día hábil y si lo fue dentro del
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plazo que la ley le fija para el efecto .
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El vencimiento del plazo es causal de recusación para el/la juzgador/a ; pero si ella no ha sido
articulada, la resolución que se dicte luego de vencido el plazo será plenamente válida.
Por su parte, la fecha debe ser completa, consignando mes y año con claridad y exactitud,
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expresada en letras y no en números, y debe corresponder al día en que se firmó la sentencia .
☰ Idioma
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Como instrumento público que es, la sentencia solo puede ser redactada en idioma nacional ,
lo que no impide que puedan hacerse algunas citas o transcripciones en idioma extranjero, con
el objeto de precisar sus fundamentos.
☰ Firma
Es requisito formal de toda resolución judicial la firma del juzgador o de los integrantes del
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tribunal .
[14]
Art. 42, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[15]
Art. 121, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[16]
Art. 17, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[17]
Art. 36, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
[18]
Art 302, Código Civil y Comercial de la Nación [CCC]. Ley 26994 de 2014. 7 de octubre de 2014 (Argentina).
[19]
Art. 120, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995
Debe contener:
1. La indicación de las partes actuantes. Son partes: el que promueve la acción (actor) y aquel
contra quien se deduce (demandado); si aquellas actúan por representantes, se hará
constar esta circunstancia.
2. Descripción de los hechos: el tribunal hará una síntesis de los hechos expuestos por el actor
en la demanda y por el demandado en su contestación, pero no es necesario que se refiera
a ellos detalladamente, sino en cuanto tengan importancia con relación al objeto del litigio.
En esta segunda parte de la sentencia, llamada considerandos, el/la juez/a fija los hechos y
efectúa los razonamientos lógicos y valorativos indispensables para poder aplicar la ley al caso
concreto.
1. Examen de la prueba
Para la reconstrucción de los hechos, el tribunal actúa como lo hace un historiador: examina
documentos, analiza las declaraciones de los testigos, etc.
Ello le permite comprobar la existencia o inexistencia de los hechos alegados por el actor y el
demandado, y así establece si ellos han sido alegados en tiempo oportuno, si son conducentes a
los efectos de la litis, si la prueba rendida se ajusta a las prescripciones legales.
Sin embargo, en ese sentido, la actividad del órgano jurisdiccional tiene restricciones: solo puede
tomar en cuenta los hechos alegados por las partes, prescindiendo de aquellos de los cuales
haya tenido conocimiento individual; además, únicamente puede referirse a la prueba rendida en
autos.
Para eso, actúa con independencia del derecho invocado por las partes (principio iura novit curia);
en consecuencia, puede apartarse de los términos de las acciones deducidas, rectificar la
calificación que de ellas hicieren las partes o aplicar una norma diferente a la que hubieran
invocado (siempre y cuando, ello no importe vulnerar el derecho de defensa, claro).
Establecidos los hechos y determinada la norma que rige la cuestión en litigio, el/la sentenciante
resolverá sobre la procedencia o improcedencia de la acción deducida.
Calidad: es la conformidad entre el sujeto que deduce la demanda y aquel a quien la norma
ampara (legitimación activa) y la coincidencia entre el sujeto a quien se demanda y aquel
contra el cual la norma ampara (legitimación pasiva); es decir, la demanda no prosperará si
el actor no es el acreedor o el demandado no es el deudor, aunque esté probado el hecho
constitutivo de la obligación.
Interés: no basta justificar el derecho, sino que también es necesario tener interés en el
pronunciamiento (sin interés no hay acción). (p. 77).
Resolución concreta
Es en esta parte, llamada dispositiva o resolutiva, donde el/la juez/a pronuncia su fallo.
La decisión debe ser expresa y precisa; esto es, que no deje lugar a dudas.
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En caso de silencio u oscuridad de la sentencia, las partes pueden pedir la aclaración de ella .
Por último, cabe destacar que debe haber conformidad entre la sentencia y la demanda (y la
reconvención en su caso), en cuanto a las personas, el objeto y la causa, porque el tribunal no
puede apartarse de los términos en que ha quedado planteada la litis en la relación procesal.
[21]
Art. 336, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
En conclusión:
La sentencia deberá contener decisión expresa con arreglo a la acción deducida en el juicio,
declarando el derecho de los litigantes, dictando la condenación o absolución a que hubiere lugar
y el pronunciamiento sobre costas y honorarios.
Salvo disposición legal en contrario, los tribunales formarán su convicción respecto de la prueba,
de conformidad con las reglas de la sana crítica. No tendrán el deber de expresar en la sentencia
la valoración de todas las pruebas producidas, sino únicamente de las que fueren esenciales y
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decisivas para el fallo de la causa.
[22]
Art. 327, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
No olvides…
Formalidades intrínsecas de la sentencia judicial
Vistos
Considerandos
Motivación de la resolución
Examen de la prueba
Resuelvo
Parte dispositiva
Decisión expresa
Declarativa
Toda sentencia es declarativa en cuanto ella no tiene otro efecto que el de reconocer un derecho
que el actor ya tenía cuando entabló la demanda y que el demandado se lo había desconocido, o
el de establecer que el demandado no se encuentra sometido al poder jurídico del actor y, en
consecuencia, es infundada la demanda.
Condenatoria
En otros supuestos, además, será necesario imponerle al condenado una prestación (dar, hacer o
no hacer), y —en ese caso— la sentencia contendrá una condena.
Constitutiva
Por último, la declaración puede importar también la constitución de un nuevo estado jurídico
(divorcio, separación de bienes, etc.), en cuyo caso, la sentencia será constitutiva.
Efectos
En cuanto al tiempo, los efectos de la sentencia varían según la naturaleza de la pretensión, a
saber:
Por su parte, en principio, las sentencias constitutivas proyectan sus efectos hacia el futuro.
Costas
Otro efecto del carácter declarativo de la sentencia es el reintegro de los gastos ocasionados en
la defensa.
Extinción de la jurisdicción
Una vez notificada la sentencia, concluye la jurisdicción del tribunal respecto del pleito y no puede
hacerse en ella variación o modificación alguna.
Ello, sin embargo, no le impide al sentenciante continuar actuando en el proceso para las
diligencias ulteriores (admisión de recursos, medidas precautorias, ejecución de la sentencia,
etc.), pues la extinción de su jurisdicción se refiere solo a la cuestión decidida.
El/la juez/a también está facultado/a para aclarar, corregir o subsanar una omisión en la
sentencia, a pedido de cualquiera de las partes, para lo cual, estas deben interponer la aclaratoria
correspondiente. Así lo establece el artículo 336 del CPCC de Córdoba:
Pronunciada y notificada la sentencia, concluye la competencia del tribunal respecto del pleito,
pero podrá corregir cualquier error material, aclarar algún concepto oscuro o suplir cualquier
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omisión, siempre que se solicite dentro de los tres días siguientes al de la notificación.
[23]
Art. 336, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
“Lo dispuesto sobre la conclusión de la competencia del Tribunal tampoco obsta que este
pueda interpretar su propia sentencia, en cualquier tiempo, a mérito de su ejecución o de
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juicio contradictorio sobre su inteligencia” .
[24]
Art. 338, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
Recapitulando…
Efectos de la sentencia
Extinción de la competencia
Costas y honorarios
Cosa juzgada
Cosa juzgada
Si bien se observa cuál es el fin que las partes persiguen en el proceso, podrá advertirse que no
es otro que el de obtener del tribunal una declaración por la cual se decida definitivamente la
cuestión litigiosa, de manera que no solo no pueda ser discutida de nuevo en el mismo proceso,
sino en ningún otro futuro (non bis in idem), y que —en caso de dictarse una condena— pueda
ser ejecutada sin nuevas revisiones.
Este efecto de la sentencia, sin duda alguna, el más importante, es el que se designa con el
nombre de cosa juzgada, lo que significa juicio dado sobre la litis, y puede ser opuesta como
una excepción. Ello está condicionado por la exigencia de que la acción a la cual se oponga sea
la misma que motivó el procedimiento.
Bastará con que una sola difiera para que la excepción en cuestión sea improcedente (teoría de
la identidad de las pretensiones).
Clasificación
Desde otro costado, resulta necesario distinguir entre cosa juzgada formal y cosa juzgada
material:
se refiere a la imposibilidad de reabrir la discusión en el mismo proceso, sea porque las partes
han consentido el pronunciamiento de primera instancia, sea por haberse agotado los recursos
ordinarios y extraordinarios cuando ellos procedan, pero sin que obste a su revisión en un juicio
posterior.
Puede así, haber cosa juzgada formal sin cosa juzgada material, pero no a la inversa, porque la
cosa juzgada material tiene como presupuesto a la cosa juzgada formal.
Por ejemplo, en principio, la sentencia dictada en un juicio ejecutivo tiene fuerza de cosa juzgada
formal y permite su ejecución, pero carece de fuerza juzgada material porque queda a salvo al
vencido el derecho a promover juicio declarativo posterior para obtener su modificación.
[25]
Art. 557, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27 de abril de 1995 (Argentina).
Por el contrario, la sentencia dictada en juicio ordinario produce cosa juzgada material, porque
supone la inadmisibilidad de todo recurso o impugnación y tiene como consecuencia la
imposibilidad de modificar la decisión.
En síntesis, la cosa juzgada material se refiere al contenido de la sentencia y sus caracteres son
la inmutabilidad y la coercibilidad; es decir, proyecta sus efectos hacia el pasado y hacia el futuro.
El vencido en la sentencia está obligado a cumplir las condenaciones que ella le imponga y, en su
defecto, el vencedor tiene a su disposición la exceptio rei iudicati (excepción de cosa juzgada).
Es de advertir, sin embargo, que esta acción no es privativa de la cosa juzgada material, porque
también se la acuerda, aunque con carácter provisional, en ciertos casos en que la sentencia solo
tiene fuerza de cosa juzgada formal, como ocurre con las dictadas en un juicio ejecutivo.
En definitiva, la cosa juzgada puede ser invocada por cualquiera de las partes,
independientemente de su posición en el litigio anterior; por ende, el demandado podrá oponerla,
por ejemplo, contra el actor que pretende reclamar en un nuevo juicio un derecho que le fue
desconocido en el primero, y el actor podría oponérsela al demandado que intentase una defensa
que ya le ha sido rechazada.
Recuerda…
Material (+ inmutable)
Principio de congruencia
Tiene consagración legislativa expresa en el artículo 330 del CPCC de Córdoba.
Conforme el principio dispositivo, la plataforma fáctica del litigio es fijada por las partes, sea el
actor en la demanda o el demandado en la contestación (a lo que se añaden los supuestos de
reconvención).
Ese ámbito no puede ser invadido por el/la juez/a so riesgo de incongruencia, porque se debe
fallar secundum allegata et probata; en cambio, en materia jurídica, rige el iura novit curia,
conforme al cual —aun cuando las partes no hubiesen invocado normas de derecho o lo
hubiesen hecho incorrectamente— la tarea del tribunal es aplicar las que correspondieren.
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El principio de congruencia, entonces, asentado en la garantía de defensa en juicio , procura
que exista correlación entre la pretensión deducida, su oposición y lo que el/la magistrado/a debe
decidir en la sentencia.
[26]
Art. 18, Constitución de la Nación Argentina. 3 de enero de 1995 (Argentina).
De todo lo dicho, se infiere que la observancia del principio de congruencia exige una rigurosa
adecuación de la sentencia con los sujetos, el objeto y la causa que individualizan a la pretensión
y a la oposición.
Sobre el punto, en primer lugar, y en cuanto a los sujetos, la sentencia solo puede contener un
pronunciamiento con respecto a quienes hayan revestido en el proceso la calidad de “partes”.
En lo que concierne al objeto, el principio de congruencia requiere que el/la sentenciante emita el
pronunciamiento, total o parcialmente positivo o negativo, sobre todas las pretensiones y
oposiciones formuladas por las partes y solo sobre ellas, respetando sus límites cualitativos y
cuantitativos.
Así, por ejemplo, desde el punto de vista cuantitativo, la incongruencia resulta configurada
cuando, habiéndose reclamado una suma determinada, la sentencia fija una menor sin enunciar
las razones que justifiquen la reducción (infra petita).
Por su parte, transgrede el principio de congruencia el fallo que excede las peticiones contenidas
en la pretensión o la oposición (ultra petita) y concede más de lo reclamado por las partes.
Finalmente, se halla afectado de incongruencia el fallo que se pronuncia sobre materia extraña a
la que fue objeto de la pretensión y de la oposición (extra petita) y se concede o se niega lo que
ninguna de las partes reclamó.
Igualmente, el fallo es incongruente cuando omite decidir sobre alguna pretensión u oposición
(citra petita).
Por último, en lo que respecta a la causa, para no incurrir en incongruencia, el fallo debe
adecuarse tanto a la concreta situación de hecho invocada por las partes como a la imputación
jurídica realizada.
Ahora, a efectos de repasar las nociones analizadas hasta aquí, se propone que realices las
siguientes actividades de integración conceptual:
Considerando todo lo relativo a los alegatos y las resoluciones judiciales, vincula correctamente
los conceptos, las definiciones y los ejemplos que se comparten a continuación, descartando los
distractores incluidos:
Tabla 1. Conceptos
respectivas pretensiones en el
derecho vigente, en la doctrina y en la
jurisprudencia.
Decreto
proceso.
Sentencia Pone fin al proceso y resuelve, en El Dr. Rodríguez Villafañe le
definitiva, sobre la cuestión litigiosa comunica a su clienta que el juez que
de fondo. entiende en el juicio por daños y
perjuicios iniciado en contra del Sr.
Fernández ha dictado la resolución
final correspondiente en la causa, ha
hecho lugar a la demanda y ha
condenado —en consecuencia— al
demandado al pago de la suma
reclamada, con los intereses hasta el
día de su efectivo e íntegro pago, y
las costas del proceso.
El Dr. Cáceres le explica a su cliente
que recibió en su estudio jurídico la
cédula a través de la cual se notifica
del dictado del decreto de apertura a
prueba en el juicio civil ordinario que
han iniciado en virtud del accidente
de tránsito ocurrido.
Preguntas de repaso
¿Cuándo se sostiene que la sentencia judicial debe bastarse a sí misma?,
¿a qué principio se hace alusión?
Principio de autoabastecimiento
Principio de autosuficiencia
Principio de completitud
Principio de suficiencia
sentencia.
Los “resultandos o vistos” son fundamentales no solo para que la sentencia se baste
a sí misma, sino también para que las partes e interesados conozcan lo que ha
ocurrido objetivamente en el proceso y comprueben si la decisión guarda relación
con el principio de congruencia.
Referencias
Alsina, H. (1963). Tratado teórico práctico de derecho procesal civil y comercial (Vol. 1). Ediar.
Código Civil y Comercial de la Nación [CCC]. Ley 26994 de 2014. 7 de octubre de 2014
(Argentina).
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba [CPCC]. Ley 8465 de 1995. 27
de abril de 1995 (Argentina).
Ley 10555 de 2018. Ley de procedimientos para los juicios de daños y perjuicios que tramiten por
el juicio abreviado según lo dispuesto en el Código Procesal Civil y Comercial provincial. 27 de
junio de 2018.