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La maldición de Oak Island

Dicen que en su interior está el tesoro del mítico pirata


Barbanegra. Otros más afirman que adentro se encuentran las
joyas de María Antonieta de Habsburgo luego de que huyera de
Londres. A ciencia cierta nadie sabe qué secretos alberga el
famoso "pozo del dinero", una excavación ubicada en la Isla del
Roble (Oak Island), en Nueva Escocia, Canadá, pero lo que esi
es una realidad, es que casi una decena de cazadores de
tesoros no ha logrado salir con vida de ahí.

No es complicado de entender. Este llamado "pozo del dinero"


no es más que es una agujero de unos cuatro metros de
diámetro en la tierra, situado al sur de la isla. Pero de él se dicen
muchas cosas: que está maldito, que fue el lugar donde piratas
escondieron sus tesoros e incluso que los Caballeros Templarios
guardaron en su interior el Santo Grial, es decir, la emblemática
copa que Jesús habría usado en la Última Cena.

Algunas versiones apuntan a que el pozo fue decubierto en el


siglo XVIII por unos adolescentes, quienes motivados por la
curiosidad comenzaron a excavar hasta llegar a unos 10 metros
de profundidad, después de ahí, decidieron no continuar por
alguna razón. Se dice que durante esa exploración, los jóvenes
no encontraron más que capas de rocas y troncos, pero que en expediciones posteriores, se halló una
inscripción de supuestamente decía que abajo estaban enterrados dos millones de libras esterlinas, sin
embargo, casi tres siglos después, no hay evidencia de este letrero.
Sin embargo, esta historia fue la que vino a reforzar las teorías que hasta hoy se creen que son ciertas: que
adentro está el tesoro de piratas como Wiliiam Kidd o Barbanegra, y que acordaron con el mismísimo Satán
que sólo ellos podrían encontrarlos. Sin embargo, cuando se habla de tesoros no sólo se trata de joyas o
dinero, sino que también se cree que en ese hoyo de tierra el filósofo Francis Bacon habría escondido los
documentos que lo acreditaban con el verdadero autor de las famosas obras de William Shakespeare.

Nuvo Magazine relata que al menos siete personas, entre exploradores, trabajadores y hasta supuestos
cazadores de tesoros, han muerto tratando de descubrir qué hay en las entrañas del pozo del dinero en la Isla
del Roble. Es entonces que la creencia de que el lugar está maldito se refuerza, y no por nada ha perdurado
hasta nuestros días.

Sin embargo, los más escépticos y personas de ciencia afirman que no hay ninguna leyenda oscura debajo
del pozo, sino que más bien la composición de la propia isla es lo que vuelve tan peligroso el lugar, pues
debajo de ella no hay más que arenas movedizas y cavernas naturales que son vulnerables a colapsos e
inundaciones, precisa El Clarín.

La maldición del pozo del dinero, en la pantalla


La Isla del Roble en Nueva Escocia es propiedad privada, por lo que se debe pedir permiso a sus dueños para
poder entrar a ella. Sin embargo, los que han podido visitarla y explorarla lo hacen con un único objetivo: ver
qué hay dentro del pozo del dinero. Por este punto han pasado importantes personajes como los actores Errol
Flynn y John Wayne, así como el expresidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt. Aunque todos ellos
volvieron con las manos vacías.

Además de la curiosidad de celebridades, políticos y caza tesoros, el pozo del dinero ha llamado la atención
de la industria televisiva. El canal History lanzó en 2014 "La Maldición de la Isla del Roble" (The Curse of Oak
Island), una serie de la mano de los hermanos Marty y Rick Lagina, dueños de gran parte de la isla, quienes
decidieron cumplir su sueño y explorar qué había en el pozo 'maldito'. Utilizando la tecnología, han tratado de
escarbar para encontrar tesoros.

Young Teazer El Barco Fantasma


Conoceremos la historia de un buque del corso que
se dedicaba a cazar barcos mercantes durante la
guerra de independencia anglo-americana de 1812.
Un corsario americano, es decir un barco pirata con
licencia, que asaltaba a los navíos apoderándose de
sus riquezas y provisiones. Lo hacía bajo el
beneplácito de su gobierno hasta que un día fue
perseguido y cazado. Sucumbió entre llamas,
aunque sus días no acabarían aquí, ya que esta
goleta se materializaría durante dos siglos frente a la
bahía de Mahone, Nueva Escocia, en Canadá.
Young Teazer, el corsario en llamas fantasma. El
corso era una manera arriesgada y aventurera de
ganarse la vida pero quizás la más rápida para
amasar una buena cantidad de fortuna. Fueron
muchos los barcos que se dedicaban a la caza de
otros buques sobre todo británicos en la costa
suroriental de Nueva Escocia. El corso era un pirateo
encubierto por los gobiernos, era una actividad legal
regida por las autoridades. Servía como herramienta para abastecerse de provisiones del enemigo y hacer
más vulnerable la resistencia de las tropas por tierra. Estos buques corsarios tenían permisos para poder
identificar a los barcos mercantes que creyeran oportunos y confiscarles todos los diarios y registros de a
bordo. El nombre de Teazer pertenecía a otro buque del cual toda la tripulación fue detenida y encarcelada en
Halifax, Canadá en 1812. Su capitán, Frederick Johnson recibió la libertad condicional siempre que no atacara
ni actuara contra los buques británicos. Si lo incumplía sería ahorcado. Cuando volvió a los Estados Unidos,
como buen corsario no aguantó mucho en tierra y fue contratado como primer oficial del nuevo Young Teazer,
encargándose de formar una tripulación.

El Young Teazer era una hermosa goleta de dos mástiles, de unos 25 metros de eslora y construido en Nueva
York a principios de 1813. Poseía una gran cabeza de cocodrilo tallada como mascarón de proa con las
fauces bien abiertas. Su principal misión era cazar navíos. Los barcos confiscados eran transportados a otros
puertos, como el de Boston o Maine. Una vez allí eran subastados y vendidos al mejor postor. Su primer viaje
transcurrió un 10 de mayo de 1813 y como buen corsario a los tres días estaba atacando a un mercante
británico. No siempre tenía el rol de cazador de barcos, en otras muchas ocasiones tuvo que salir huyendo en
busca de alguna playa o ensenada donde esconderse de sus perseguidores. En junio de 1813, el navío de
guerra HMS Hogue armado con 74 cañones de la Royal Navy británica, se encontró con la goleta Young
Teazer a la cual quiso atrapar. Esta vez cambiarían las tornas ya que el Teazer sería el perseguido. La
persecución duró horas pero la velocidad y maniobrabilidad de la goleta frente al navío británico sirvió para
darle esquinazo.
Pocos días más tarde sería de nuevo localizado y para entonces se habían unido más buques en la
persecución del Teazer, la fragata HMS Orpheus, el Castor y el bergantín de guerra Manty. Lo persiguieron
hasta el puerto de Lunenburg, pero de nuevo la escurridiza goleta los esquivaría. A las pocas horas fue visto
cerca de la bahía de Mahone y se reactivó la persecución que duró casi un día. Sin embargo el empeño del
buque británico obtuvo su recompensa, y logró acorralar en una bocana al Teazer. El HMS Hogue arrió 5
botes con tripulantes armados para llevar a cabo el abordaje. El capitán del Teazer, Dobson no tenia
escapatoria, habían encallado muy cerca de la Isla de Quaker. El capitán convocó una reunión urgente para
trazar un plan de huida. Entre los reunidos se encontraba el oficial indultado por los británicos, el primer oficial
Johnson, quien obviamente no había cumplido su palabra de dejar a los británicos en paz y por tanto se
encontraba amenazado de horca. Salió de aquella reunión enfurecido y decidió encender una mecha tirándola
en el almacén de la munición y la pólvora. La goleta Young Teazer explotó saltando en cientos de trozos de
madera por los aires, llegando incluso a sacudir las costas de la bahía de Mahone a unas 15 millas de
distancia. Toda la popa se hizo añicos mientras que el resto quedó flotando incendiado y a la deriva. Casi una
treintena de hombres murieron. Sólo nueve pudieron saltar al agua y sobrevivir pese a que la mayoría estaban
mutilados por la explosión. Los habitantes locales enterraron a los muertos en tumbas sin nombre en el
cementerio anglicano de St. Stephens en Chester
Los supervivientes fueron arrestados y llevados a un campo para prisioneros de guerra en la isla de Melville
en Halifax. Más tarde volverían a casa en un intercambio de prisioneros. El capitán Dobson se encontraba
entre los supervivientes y como no podía. Al año siguiente de la tragedia, un barco fantasma fue divisado
cerca de Chester, se materializaría en la Bahía de Mahone. El barco era la goleta Young Teazer
completamente en llamas. Fue vista por un centenar de testigos, que la vieron aparecer de la nada. El barco
pondría rumbo directo hacia tierra, espantando a los numerosos curiosos y testigos que saldrían corriendo
despavoridos. Cuando estaba a punto de tocar tierra se desvaneció por completo. A partir de entonces los
avistamientos del Young Teazer en llamas empezaron a ser frecuentes sobre todo en el aniversario de la
explosión, un día de junio de 1813. Sus testigos podían ver incluso sus aparejos ondear con el fuego. Podían
escuchar los llantos y gritos de dolor de sus tripulantes quemándose. Con el tiempo y con la llegada de mas
población a la zona de Chester los avistamientos dejaron de presenciarse.

Alguno de los restos del naufragio fueron reutilizados para la construcción de adornos, enseres, suvenires y
recuerdos. Existe actualmente una cruz en la iglesia anglicana de Saint Stephen en la población de Chester
realizado con un trozo de quilla del Young Teazer. Incluso existe una viga en un restaurante la misma ciudad
como recuerdo de que los corsarios merodearon hace algún tiempo aquellas frías costas. Con más restos del
naufragio se construyó una casa de madera que fue descubierta por la historiadora y escritora Helen
Creighton. Pero aquella casa que se encuentra abandonada actualmente no era normal. Según sus vecinos,
estaba como poseída ya que se podían oír a altas horas de la noche fuertes golpes, pisadas y sollozos.
Muchos de los avistamientos fantasmales de la goleta Young Teazer fueron explicados por investigadores y
testigos como fruto de ilusiones ópticas bajo ciertas condiciones climatológicas e iluminados por la luz de la
luna llena, aunque también es cierto que otras de las apariciones seguirán siendo un misterio…

El tren fantasma de Saint Louis


se trata The St. Louis Ghost Train, en la provincia de
Saskatchewan, en donde las historias y leyendas de
aparecidos abundan, pero destaca la de las luces del
tren fantasma de St. Louis, un fenómeno conocido por
muchos.

Diversos testigos afirman que cerca de la medianoche


se ven a la distancia las luces de un tren que se acerca,
pero quienes han esperado incluso por más de dos
horas, afirman que a pesar de la claridad con la que se
ven las luces, el tren jamás pasa frente a ellos.

El ferrocarril es fuente de inspiración para artistas y


escritores, quienes han creado numerosas obras en las
que los trenes han tenido un protagonismo especial, Y,
también, por diferentes motivos, historias con el
ferrocarril como telón de fondo han pasado al campo de
la leyenda, algunas de ellas con un destacado
componente sobrenatural. Hoy traemos a esta bitácora
una de estas historias, el tren fantasma de San Luis, recordada por el correo canadiense en el año 2014.
El 13 de junio de 2014, el correo de Canadá emitió una serie de cinco sellos postales dedicada a dversos
fantasmas y fenónemos paranormales del estado norteamericano. La emisión se presenta en forma de carnet
con diez sellos, dos de cada diseño, o en forma de hoja bloque con los cinco valores y una ilustración alusiva.
El diseño de los mismos es obra de Lionel Gadoury y Terry Popik, e impresos por Lowe-Martin mediante offset
con un dentado de 13 x 12 /2 . Su facial lleva la letra P, lo que implica que su valor es permanente, lo que
equivale a la tarifa A de algunos sellos españoles.

El tren fantasma de San Luis es un fenónemo paranormal avistado en las cercanías de St. Louis, en el estado
canadiense de Saskatchewan, en el que se afirma haber visto luces moviéndose sobre una antigua línea de
ferrocarril abandonada. Se dice que dichas luces, cuyo color e intensidad varían en cada aparición, provienen
de un tren fantasma. Entre las diferentes versiones que tratan de explicar el fenónemo, figura la de un
ferroviario de los Ferrocarriles Nacionales de Canadá que fue arrollado y decapitado por un tren y que, desde
entonces, vaga por las vías con una linterna, buscando su cabeza. Pese a que la línea fue desmantelada, hay
quien afirma que las luces continuan apareciendo.

La leyenda de la desaparición de Rose Latulippe


A Rose Latulippe, una muchacha alegre y hermosa le encantaba
bailar,pero en Acadie,en Quebec, dónde vivía, no eran muy
dados al baile en aquellos tiempos de 1700,ya que todos eran
sumamente religiosos,y más cuando se llegaba la cuaresma.
Pero Rose se moría de aburrimiento,a tal que logró convencer a
sus padres,y a su serio prometido Gabriel,para organizar una
fiesta en las vísperas de la cuaresma. Ah,pero con la promesa,de
que el baile sería interrumpido al filo de la media noche,en
cuanto los días de guardar dieran inicio.
La bonita Rose amaba mucho, mucho el baile, así que durante
aquella noche,desde el atardecer se dio a bailar y no con su
aburrido prometido Gabriel,sino con otros chicos guapos de
Acadie, hasta que el novio mostró su enfado con miradas
asesinas a los compañeros de danza de la muchacha, de tal
modo que ya ninguno de los jóvenes del lugar quiso bailar con
Rose.
Y mientras todos se divertían y festejaban, Rose desesperaba
por bailar,moviendo discretamente los pies al ritmo de la música,
bajo su falda,esperando a algún valiente que la sacara a
bailar,pero todos los chicos la ignoraban,y Gabriel la miraba con el ceño fruncido...

De pronto, a las once de la noche,cuando la fiesta declinaba, alguien llamó a la puerta... El padre Latulippe
abrió y descubrió un extraño muy guapo y elegante, y que nadie había visto jamás en el pueblo. El
desconocido le preguntó con su voz profunda si podía unirse a la fiesta. Y sin esperar respuesta,el misterioso
extraño se acercó a Rose Latulippe,y sin quitarse el sombrero ni la capa,ni los guantes, la miró con extraña
fijeza a los ojos y le pidió el baile...Rose,no dudó un segundo antes de responder con una gran sonrisa,el
desconocido le besó la mano y luego la tomó por la cintura... Y los dos se dieron a bailar como en un sortilegio
que asombró a todos,incluyendo a Gabriel, ya que la pareja danzaba sincronizada en unos giros casi mágicos.
Y así Rose bailó con el desconocido, inmersos en la música y sin mirar a nadie más. Rose no tuvo un
pensamiento o una mirada al pobre Gabriel, quien pasó la noche en su silla viendo danzar a la pareja
entrelazada,muerto de celos... .
Pero cuando la medianoche sonó en el reloj, el padre de Rose,reaccionó por fin,y entonces dijo con con voz
firme: "Basta! Se acabó la fiesta,no más baile! Es media noche y empieza la cuaresma..." Entonces fue que
todo el mundo dejó de bailar sin protestar ... excepto lo desconocido que le susurró a Rose una voz
encantadora," Sólo una última danza, mi Rose ... "
Rose sonrió fascinada y aceptó... Estaba hipnotizada por este hombre tan guapo, y que bailaba tan bien, y
con el que le hubiera encantado seguir bailando hasta la eternidad, pero también sabía que la cuaresma ya
había empezado,y que había prometido a su padre terminar la fiesta a la medianoche,y que Gabriel estaba
furioso de celos, y que continuar el baile sería un pecado muy grande... Así que ella dijo al desconocido que
mejor no,que no era prudente...pero entonces el desconocido la miró profundamente a los ojos y sin más
besó sus labios con una pasión incendiaria...y entonces Rose,ante ese beso,olvidó todo y se abrazó al
desconocido y ambos se dieron a bailar en un vertiginoso frenesí...sus pies parecían hechizados a tal,que
parecían echar chispas cuando rozaban la madera del suelo,y las pavesas volaban con los giros,y en
segundos en la casa de Latulippe se inició el fuego...
Afortunadamente, los invitados lograron salir de la casa en llamas ... Mientras Rose y el extraño siguieron
bailando entre las llamaradas y el humo...Gabriel quiso entrar a salvar a Rose,pero las vigas y el techo se
derrumbaron en ascuas...

A la mañana siguiente todos vieron Gabriel merodeando alrededor de las cenizas de la casa. Su cabello se
había vuelto completamente blanco. En una noche, el pobre había envejecido cincuenta años y había perdido
por completo su mente: El pobre contaba a todo el mundo en el pueblo que el desconocido no era otro que el
diablo,que vino a llevarse a Rose por su gusto pecador por el baile...Y se sabía que era el diablo puesto que
había mantenido su sombrero para ocultar sus cuernos y sus guantes para ocultar sus garras ... Y con él,Rose
fue directo al infierno.
Y así fue que en todo Quebec,se conoció la triste historia de Rose Latulippe. En algunas historias, se
sospechaba que Gabriel había iniciado el fuego en esa casa, y que el verdadero diablo era él... En fin,que la
leyenda de Rose Latulippe, también conocida como La leyenda del diablo en la Danza, tiene más de 200
versiones diferentes en el folclore francés canadiense. La leyenda inspiró el primer ballet de larga duración de
Canadá, Rosa Latulippe, compuesta por Harry Freedman para el Royal Winnipeg Ballet en 1966.
La leyenda pudo haber servido como cuento con moraleja para las jóvenes sobre los peligros de la danza con
los extraños que pudieran ser un criminales, particularmente en esos tiempos en que los tramperos,los
buscadores de oro,y los hombres de los aserraderos, que permanecían mucho tiempo en las soledades
agrestes de las montañas,cuando llegaban a Quebec y veían a una muchacha tan linda y alegre como Rose
Latulippe,se perdían en la lujuria y se volvían como diablos...

La china Hilaria
Algunos creen que era una bruja. Otros, que su belleza física, aunada a su
amabilidad, la pusieron a salvo. Y aunque nadie sabe con certeza qué fue; lo
cierto es que su leyenda perdura hasta nuestros días. La china Hilaria no sólo
es la protagonista de una insólita leyenda, sino que llegó a formar parte de
una expresión que solamente los mexicanos sabemos reconocer.

Todo comenzó en El Encino, un popular barrio del estado de Aguascalientes.


Allí. una mujer se dedicaba a preparar y servir comida en una pequeña fonda
para subsistir. Su nombre era Hilaria, y además de que su sazón era
excepcional, el buen trato que ofrecía a sus clientes los convencía de volver.

Para rematar, Hilaria era una mujer de gran belleza. El atributo físico que más
destacaba en ella eran los largos rizos que enmarcaban su rostro. Gracias a
ellos, se ganó el cariñoso sobrenombre que identifica su leyenda: la china
Hilaria.

Por supuesto, no era raro que los hombres del barrio se fijaran en ella. Un
día, un sujeto de muy malos antecedentes llegó a comer en donde Hilaria
atendía, y quedó prendado de ella. Todos le llamaban el Chamuco, y además
de su mala fama, era agresivo, hostil y presumido. Por supuesto, intentó
cortejar a la famosa mujer, pero solamente recibió negativas.
Conforme pasaba el tiempo, el Chamuco comenzó a ser más insistente y menos amable, pues la china Hilaria
no cedía. Al contrario, acudió con el sacerdote del pueblo para pedirle ayuda ante la insistencia del rufián que
no la dejaba en paz.

Tras hablar largo y tendido, el sacerdote le dijo al Chamuco que debía conseguir un mechón del cabello de
Hilaria e intentar alisarlo de manera natural, es decir, sin trucos. Si lo lograba en menos de dos semanas,
Hilaria aceptaría salir con él; pero si no, debía dejar de cortejarla.

Sin embargo, el Chamuco no era un hombre paciente. Tras unos cuantos intentos, optó por el camino fácil y le
pidió al diablo que realizara la tarea. A cambio, le ofreció su alma.

Lo que ni el Chamuco se esperaba era que el demonio no podría alisar ese mechón, pues en aquello consistía
el plan del sacerdote. Desesperado, el diablo arrojó el mechón a la cara del hombre, dejándole una
quemadura que le atravesaba la cara. Por supuesto, el plazo se venció sin que el mechón cediera, por lo que
el Chamuco tuvo que dejar de insistir. Sin embargo, desde entonces, se dice que cuando le preguntaban
cómo se encontraba, el respondía: “¡De la chi…na Hilaria!”

La dama enlutada
Se comenta con gran temor el misterioso caso en el que en una fría y
solitaria madrugada del mes de Noviembre de hace ya mucho tiempo
en nuestra ciudad, algo verdaderamente terrorífico le aconteció a un
chofer de taxi.
Sucedió que el Sr. Morales, quien venía manejando su taxi al norte
de la ciudad y justo al pasar por fuera del Panteón del Saucito sintió
un ligero escalofrío al percatarse de una extraña presencia que le
hacía la parada desde los antiguos arcos de dicho lugar.
El taxista se detuvo mientras distinguía que era una dama vestida de
negro quien sin quitarle la mirada de encima, se iba aproximando al
coche.
Al subir la dama al carro de sitio, el Sr. Morales pudo ver claramente
una gran tristeza reflejada en sus ojos así como también al escuchar
esa ronca y seca voz que le pedía la llevase a cierto templo.
Inmediatamente el chofer le dijo que por ser las tres de la
madrugada, ya el templo estaría cerrado pero la misteriosa mujer
insistió diciendo que solo se arrodillaría unos minutos para rezar por
fuera de las puertas.
Y así fue como ambos personajes llegaron en medio de la completa
oscuridad al Templo de Sn. Francisco.
La mujer descendió del taxi y caminó lentamente hasta las puertas del templo, se arrodilló y rezó rápidamente
no sin antes santiguarse y volver de nuevo al taxi.
El Sr. Morales muy seguro le preguntó que a donde la llevaría dado a la peligrosa hora que era ya y al
contestarle la dama enlutada que ahora irían a la Parroquia de San Miguelito, el chofer la llevó algo
asombrado y la esperó por corto tiempo.
Y así fueron recorriendo otras cuatro iglesias más, en donde la misteriosa y pálida mujer se bajaba del carro y
caminaba muy lento hasta arrodillarse y rezar por fuera de las distintas puertas de cada una.
De nuevo ella le dijo al chofer con esa ronca y seca voz que ya solo le quedaba ir a rezar a las puertas del
Templo del Señor del Saucito para cumplir con una manda que no pudo cumplir anteriormente y así fue, pues
hizo lo mismo y regresó al carro de alquiler.
Al subirse esta mujer, le pidió de favor dejarla de nuevo en los antiguos arcos que están por fuera del panteón
del Saucito, mismo lugar donde la recogió.
Al taxista le pareció extraño no llevarla a alguna casa sino al camposanto ya que no era común dejar a alguien
a esas horas y aún más estando obviamente cerrado.
Al momento de llegar al panteón, la singular mujer lo observaba con una fría mirada mientras le daba un sobre
cerrado y a parte una medalla de oro pues no traía dinero para pagarle pero le dijo que fuera a cobrarle a su
hermano a la dirección escrita en dicho sobre que segundos antes la mujer le había dado en sus temblorosas
manos.
El Sr. Morales tomó tanto el sobre como la medalla de oro de mala gana ya que no le pareció correcta la
manera de proceder de la pasajera y al voltear de nuevo a la parte trasera del taxi, el chofer se percató que
estaba completamente solo pues ya no estaba la misteriosa dama.
En seguida pudo ver a lo lejos que la dama enlutada se perdía entre los arcos del panteón para desaparecer
entre la espesa neblina del fúnebre lugar.
El chofer pensó que ya por lo cansado que estaba no pudo escuchar el cerrar de la portezuela del vehículo y
arrancó muy nervioso y confundido.
A la mañana siguiente, el taxista al mirar la antigua medalla de oro se dio cuenta que ésta llevaba inscrito en
la parte posterior el nombre de Socorro y en seguida se dispuso a ir a buscar al hermano de la misteriosa
mujer quien le aseguró era un licenciado.
Y así fue pues al tocar en cierto despacho, pudo entrar e informarle al hermano acerca de lo ocurrido.
El hermano quedó impávido al escucharlo y al ver la medalla de oro le dijo que efectivamente era la misma
medalla de su hermana mayor.
De inmediato le pagó con cierto recelo al taxista confesándose que su hermana Socorro había muerto meses
antes sin haber cumplido una manda pues falleció repentinamente habiendo quedado ésta pendiente.
Se dice que el taxista al oír lo que el licenciado le decía sintió un gran terror al recordar esa voz de ultratumba
así como la funesta mirada de aquella mujer y salió corriendo sin aceptar el pago.
Lamentablemente el chofer del taxi murió poco después de haberse dado cuenta que se topó cara a cara con
la mismísima muerte.
Se dice por ahí que murió víctima de una extraña enfermedad a la que nuestros antepasados llamaban
espanto.

Sac Nicté
Esta antigua historia de amor maya nace de la
antigua alianza de los estados mayas de Uxmal,
Chichén Itzá y Mayapán.

El poeta e historiador mexicano, Antonio Mediz


Bolio, difundió esta leyenda en su libro La Tierra del
Faisán y del Venado (1922) con el nombre de
Chichén-Itzá y la princesa Sac-Nicté.

Cuenta la leyenda que Sac-Nicté era una princesa


cuando Mayapán, Uxmal y Chichén Itzá convivían
como las grandes urbes de la cultura maya. Era
una época en la que sus reyes habían hecho un
pacto de paz y no existían ni los ejércitos. Cuando
Canek tuvo 21 años se convirtió en rey de Chichén
Itzá y vio por primera vez a la princesa Sac Nicté,
teniendo ella apenas 15 años, se enamoraron. Sin
embargo, el destino les había jugado una mala
pasada ya que el padre de Sac-Nicté, rey de Mayapán, había enlazado a su hija para casarse con
Ulil, un sub heredero del reino de Uxmal.
Canek tuvo tres veces siete años, se convirtió en rey de Chichén Itzá y vio por primera vez a la
princesa Sac Nicté, teniendo ella apenas tres veces cinco años. Desde ese momento, ambos
supieron que sus vidas estarían destinadas a estar juntos por la eternidad.

Sin embargo, Sac Nicté había sido destinada por su padre, el Rey de Mayapán, para ser esposa de
Ulil; príncipe heredero del reino de Uxmal. Faltando solo 37 días para la boda, un mensajero de
Mayapán visitó al rey Canek para invitarlo a la boda, a lo que respondió que no faltaría. Esa misma
noche, un enano oscuro y viejo visitó a Canek y le susurró al oído: “La flor blanca te espera entre las
hojas verdes, ¿vas a dejar que otro la arranque?”, justo después el enano desapareció.

En Uxmal todo se preparaba para la boda, la ciudad entera había sido decorada para la gran
ocasión. Así, cuando la luna pareciera un sol, de acuerdo a la regla maya, se realizaría el
matrimonio, pero Canek aún no llegaba.

Pasaban los días y justo cuando Sac Nicté y Ulil estaban en lo alto del altar, Canek apareció en
medio de Uxmal con sus guer

Cuando quedaba algo más de un mes para la boda, un mensajero de Mayapán citó al príncipe
Canek para invitarlo al enlace, a lo que respondió que no faltaría. Esa misma noche un enano viejo
visitó a Canek y le susurró: “la flor blanca te espera entre las hojas verdes, ¿vas a dejar que otro la
arranque?» Justo después, este hombre desapareció.

El día de la boda, en Uxmal, toda la ciudad había sido decorada para la gran ocasión. Justo cuando
Sac-Nicté estaba a punto de contraer nupcias, Canek apareció con sus guerreros y se llevó a la
princesa frente a la mirada de todos, dejando al príncipe Ulil plantado.

Este acontecimiento provocó la guerra y Uxmal y Mayapán se unieron para luchar en contra de
Chichén Itzá. Antes de que la guerra estallara, los habitantes del Chichén Itzá abandonaron en mitad
de la noche la ciudad para salvarla. Cuando llegaron los enemigos de Uxmal y Mayapán se
encontraron la ciudad de Chichén Itzá vacía, la cual decidieron incendiar. Desde entonces la ciudad
quedó abandonada hasta nuestros días.

El autobús fantasma
El autobús número 40
Hace muchos años, casi a principios de los años ochenta, un autobús de pasajeros con el número 40 se
encontraba realizando un viaje de Toluca hacia Ixtapan de la Sal, sin imaginar el destino que le esperaba.
En esos tiempos, las carreteras eran realmente estrechas y sus cuervas bastante peligrosas y con terribles
acantilados a los costados.

Una noche, todos los pasajeros del autobús número 40 de Toluca se encontraban durmiendo en total paz, sin
imaginar el aterrador final de su viaje, una tragedia que dio origen al autobús fantasma de Toluca.

El autobús fantasma de Toluca


El chofer que manejaba el autobús fantasma de Toluca hacia Ixtapan de la Sal ya conocía el camino, sin
embargo, en esta ocasión sería diferente, puesto que el viaje se salió de control, esto aunado a una espesa
lluvia que caía esa noche.
La lluvia era densa, los truenos cada vez se escuchaban más fuertes y las luces del camión no alcanzaban a
alumbrar todo el camino.

El chofer intentó controlar el autobús en cada


curva que pasaba pero la tragedia sucedió, el
vehículo se había quedado sin frenos.

leyenda del autobús fantasma de Toluca

Tragedia al volante
El vehículo comenzó a descender poco a poco, el
conductor no lo pudo controlar más y el ambiente
de paz que se respiraba dentro del autobús
terminó.

Pronto el silencio se convirtió en un ambiente de


terror, gritos y mido era lo que se respiraba en el
autobús y en ese momento sucedió lo inevitable,
el autobús fantasma de Toluca se fue a un
barranco.

Los segundos, pasaron lentamente para todas las


personas dentro del autobús que caía hacia las
profundidades del acantilado, algunos pasajeros murieron al instante sin saber que ese sería su último viaje.

Mientras otros que lograron sobrevivir murieron calcinados debido al incendio que ocurrió después sin que
nadie se percatara del terrible suceso de esa noche.

Última oportunidad
Años después varios pobladores han contado que ese mismo camión número 40, es decir, el autobús
fantasma de Toluca de aspecto antiguo y fantasmal, aún sale de la carretera Toluca rumbo a Ixtapan de la
Sal.

Se dice qué, quienes lo han tomado mencionan que el ambiente en el camión es realmente espeluznante,
pues todos los pasajeros van vestidos de forma elegante pero con atuendos de otra época.

Una vez a bordo del autobús el nuevo pasajero comienza a sentir miedo y la piel se le comienza a enchinar
debido a la energía que emana el lugar, nadie habla solo hay silencio, ni siquiera se cobra el boleto debido a
que no hay un destino.

Parada final
Cuenta la leyenda qué. hay quienes se suben al camión y nunca regresan, mientras que otros que suben al
autobús fantasma de Toluca nunca llega a la terminal.

Antes de continuar el viaje, el conductor ordena al último pasajero bajar del vehículo en un sitio de la carretera
si no quiere que su parada final sea la muerte.

Dicen que no tienes que voltear hacia atrás, únicamente bajarte del autobús fantasma de Toluca y que en
caso de no hacerlo tu vida podría terminar de una manera trágica, tal como el destino de los pasajeros que
fallecieron esa noche.
Así que si estás solo en esa carretera por la noche fíjate bien que camión tomas, pues el autobús número 40
podría estar esperando por ti para llevarte a tu última parada.

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