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Historia Dominicana.

La piratería es tan antigua como la navegación y el robo, pues las dos cosas
juntas la definen. Es un fenómeno que a lo largo de los siglos se ha
reproducido en todos los mares del globo. La voz actual de pirata procede del
verbo griego peirao, que significa esforzarse, aventurarse, intentar
conseguir fortuna. Pero si el ansia de botín y la aventura han sido
motivaciones clásicas del oficio de pirata, no hay que perder de vista la
estrecha relación que el robo en el mar ha tenido con la política y el mundo de
los negocios.
Desde la Edad Media, fueron los reyes, los nobles y los mercaderes quienes
financiaron las expediciones de los corsarios, que no eran sino piratas con
papeles en regla (patente de corso) emitidos por el “empresario” (a veces la
propia Corona) armador de los barcos. Así se hicieron fortunas, se
engrandecieron imperios y se prolongaron en el mar las guerras que los países
europeos libraban en tierra.

El sistema de flota empezó a afectar el tráfico entre España y la mayoría de las


Antillas. Santo Domingo, que había sido el principal centro del comercio y la
navegación entre España y América, entro así en Un proceso de aislamiento y
abandono. Para la década de 1560,  cuando  se  reajusto  el  sistema  de 
flotas, 
La Habana había desplazado a Santo Domingo como puerto más importante
en el caribe.
La isla entro así en un largo proceso de decadencia, consecuencia inmediata
de la debilidad económica española y de su rígido monopolio comercial.

La economía española empezó a debilitarse cuando los reyes Fernando e


Isabel expulsaron de la península, primero a los musulmanes  y  después  a
los  judíos,  alejando a España de los recursos financieros y humanos más
próximos al naciente capitalismo europeo.

2. Piratas Persona que, junto con otras de igual condición, se dedica al


abordaje de barcos en el mar para robar. Deriva de una palabra griega "peirao"
que significa "el que emprende" o "el que busca fortuna", o "el que se

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esfuerza”. Estas personas con el solo objetivo del lucro personal, conseguían
grandes botines tras la captura de barcos y venta de todo aquello
de valor capturado, el buque, piezas de artillería, esclavos, y rescates por
pasajeros. Por lo que el pirata era un vulgar ladrón de mar, muchas veces
sanguinario.

No dependían de nadie, ni tenían que rendir cuentas a nadie, por lo cual no


tenían la protección de ningún país y eran perseguidos por todos aquellos,
cuyos buques habían sido atacados. Sus actos podían ser brutales, ya que
su ley era la codicia y con tal de conseguir los metales preciosos, podían hacer
cualquier cosa.Al ser mercenarios experimentados en la lucha cuerpo a cuerpo,
aprovechando su superioridad numérica y la velocidad de sus naves que
principalmente trasportaban hombres, podían apoderarse de naves de carga,
con escasa tripulación y con marineros con poca experiencia
militar.Su método de lucha era fundamentalmente destruir el velamen del
barco, e impedir su capacidad de maniobrar y huir. A continuación, podían
realizar un abordaje y una victoria en la mayor parte de las ocasiones.En
la piratería se enrolaban gentes de condición social baja, necesitados,
delincuentes o desertores, entre otros.

Estas carencias, necesidades o problemas sociales empujaban a que estas


gentes se convirtiesen en piratas. Y posteriormente el afán de lucro a
permanecer como tales.Entre los más famosos cabe destacar a, Henry
Morgan, Edward Teach (Barbanegra), William Kidd, ó John Rackmam (Calico
Jack) ó incluso mujeres como Anne Bonny ó Mary ReadLos piratas, en contra
de lo que se cree, no tenían la costumbre de enterrar sus botines o tesoros sino
que una vez obtenidos se los repartían de acuerdo a sus propias normas que
más o menos tenían que ver con la categoría que ocupaban en el barco y el
ardor o valor puesto en la lucha por conseguirlos.Castigos como el pasar a
un hombre por la borda o el abandono del mismo en una pequeña isla desierta
se hicieron famosos en su conducta.Corsarios Se dice del buque que andaba al
corso, con patente del gobierno de su nación. Es decir un País otorgaba un
permiso llamado "Patente de Corso", gracia al cual podía practicar la piratería
contra barcos de los Países enemigos, recibiendo a cambio una parte del botín.

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Se podría decir que el Corsario era un pirata "patrocinado" por un país.Corso
(carrera)) denominación con la cual se indicaba, que un particular había fletado
y armado un barco, para capturar y saquear el tráfico marítimo, de los países
enemigos de un gobierno. Por lo cual estaban al servicio de la Corona y tenían
que rendir cuentas ante ella.Estos particulares recuperaban la inversión con el
botín conseguido con los barcos y pequeñas ciudades capturadas.

También pedían rescates por pasajeros y vendían los esclavos capturados.


Una parte de este botín se la llevaba la Nación que le otorgaba la patente, a
cambio de su protección y de poder utilizar sus puertos. Solo podían considerar
puertos seguros los de su país. También les otorgaba protección, teóricamente
un Corsario no podía ser colgado por llevar la patente de corso, si era
capturado. El reparto del Nuevo Mundo por los países hegemónicos de la
época España y Portugal, con el apoyo del Papa, hizo que países emergentes
como Francia y mas tarde Inglaterra, entorpecieran el tráfico marítimo y
sacaran grandes beneficios, en una guerra no declarada.Corsarios conocidos
fueron John Hawkins y Francis Drake al servicio de la corona británica ó Robert
Surcouf al servicio francés o el famoso corsario americano Jhon Paul
Jones.Bucaneros y Filibusteros

Los Bucaneros propiamente americanos y principalmente ubicados en la Isla


de La Española actualmente Haití, se les conocía por este término a los
cazadores de animales asilvestrados (cerdos, vacas, etc...) que objeto de su
abandono estaban a disposición de quien les diera caza.Estos bucaneros
comercializaban la piel y la carne obtenida de sus cacerías, entre otros, con
piratas y corsarios a quienes intercambiaban su carne por objetos valiosos para
ellos, como telas, armas, pólvora etc...No tenían morada fija y deambulaban en
fin de sus propósitos. Con el tiempo llegaron a emprender acciones propias de
la piratería de la época.

Conociéndoseles por aquel entones como filibusteros, nombre empleado con


los piratas que actuaban en la zona de las Antillas.Llegaron a formar
una comunidad denominada La Hermandad de la Costa, siendo la Isla de la
Tortuga su refugio preferido.Los filibusteros, al igual que los corsarios fueron

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sagazmente empleados por diversos países europeos en su pretensión
colonialista, dándoles el refugio, la cobertura y la ayuda necesaria para sus
propósitos de expansión en la nueva América.
Por qué progresó tanto el contrabando a finales del siglo XVI
Esas incursiones piratas demostraron la debilidad de la defensaespañola, no
solo en la Isla, sino también en las demás
coloniasamericanas. Al percibir esa debilidad, muchos piratas decidieron
entonces que era más provechosos establecer relaciones comerciales con los
vecinos isleño que dedicarse a pillar los barcos españoles.

Quienes eran los vecinos y cuales productos intercambiaban con los


comerciantes extranjeros.

Esas relaciones comerciales ilegales entre los vecinos de la colonia ylos


aventureros extranjeros fueron llamadas contrabando. El contrabando progreso
tanto que sustituyo a la industria azucareracomo actividad economica mas
importante durante casi 40 años.
Los Intercambios Eran más Por las reses mansas y salvajes que había
esparcidas por amplias zonas muy abundantes

Rutas y regiones del contrabando en el Caribe y en La Española


A principios del siglo XVII las colonias españolas de Cartagena, Havana,
Santiago, Panamá, y Santo Domingo eran los establecimientos más
importantes de las Américas.

En 1600 Porto Bello había reemplazado a Nombre de Dios como puerto


caribeño del Istmo de Panamá para el transporte de plata. Veracruz, la ciudad
portuaria más importante de México, siguió sirviendo al vasto interior de Nueva
España como ventana del Caribe.

Las ciudades pequeñas producían tabaco y también recibían a los


contrabandistas extranjeros que evadían las leyes comerciales españolas.

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Las regiones con baja densidad de población de Hispaniola eran otras áreas
donde los contrabandistas de tabaco eran bienvenidos para realizar sus
actividades.

Por qué el contrabando se convirtió en una amenaza para España a


finales del siglo XVI
El contrabando se convirtió en una amenaza para España porque debilitaba el
monopolio de los mercaderes sevillanos. Donde se realizaba el comercio ilegal.
Además porque los comerciantes sevillanos no podían competir en términos
de precios con los comerciantes extranjero los que procedían de otros países
de Europa. Preferían negociar con los extranjeros porque vendían más barato y
compraban más caro.

. Cuales Propuestas se discutieron en España para ponerle fin al


contrabando en la española:
-Que en 1598 que los pocos vecinos de la banda norte, que no pasaban de
170, fueran mudados junto a sus ganados a la banda del sur en los alrededores
de la ciudad de santo domingo para evitar así contrabando
-Dos remedios* como solución al contrabando el primero que España enviara
barcos comerciales a las regiones escenario de los  trueques los cuales
carguen allí de frutos y cueros de los vecinos y elsegundo concederle a
aquellos pueblos el comercio libre como como lo tienen en san Lucas y en
canaria las naciones extranjeras.
-El rey acogió así las recomendaciones del consejo del indias, que a la
vez había aprobado la propuesta de López de castro quien seencontraba en
España.

Consecuencias de las Devastaciones


•  Destrucción de unos 120 hatos, lo que significó el abandono de más de cien
mil reses y unos catorce mil caballos que pasaron a engrosar el ganado
cimarrón de la zona despoblada. Del ganado manso que se criaba en la región
sólo menos del 10% (unas 8,000 cabezas de ganado) pudo ser trasladado a los
nuevos lugares.

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•  Destrucción de los ingenios y trapiches del lugar, lo cual aceleró la
decadencia de la industria azucarera y, junto con la pérdida de ganado y
plantaciones de cañafístola y jengibre, acrecentó la pobreza padecida en toda
la colonia y la disminución de la importancia comercial de Santo Domingo.
•  Favoreció el alzamiento de muchos esclavos negros que se asentaron en las
zonas despobladas.

•  Emigración de muchos de los habitantes afectados a Cuba y Puerto Rico.


•  Despoblación de más de la mitad de la isla que quedó entonces a merced de
los extranjeros cuyo trato se quería evitar.

Las Devastaciones de Osorio no detuvieron el contrabando


La pobreza generalizada que afectó a largo plazo a toda la colonia, debido a
las despoblaciones de 1605 y 1606, hizo que mermaran en grado sumo las
recaudaciones fiscales de la administración colonial, hasta el punto de que no
alcanzaban a cubrir los gastos burocráticos ni el mantenimiento de la dotación
de soldados destacados en Santo Domingo.

De ahí que, entre otras medidas, como la reducción del número de soldados a
la mitad, el Gobierno español otorgara a partir de 1608 una asignación
subsidiaria anual que en este caso procedía de México, y que se conocía como
"el situado". Este subsidio se mantuvo durante todo el resto del siglo XVII.

1. Corso, piratería y contrabando


1.1. Los enemigos europeos de España legitimaron la guerra de corso y la
piratería durante dos siglos
Durante el siglo XVI, fueron los españoles los únicos europeos que se
apropiaron de manera duradera de los espacios caribeños tanto en las islas
como en el continente. Las demás monarquías europeas intentaron apoderarse
de las riquezas que provenían de aquella América nueva. Para lograr tal
objetivo, sacaron partido de la guerra de corso y eligieron el espacio marítimo
como lugar de contienda. Los corsarios, en posesión de "patentes reales de
corso" inglesas o francesas, trataron de apoderarse de las riquezas que venían
de América reservando parte del botín a sus reales comanditarios. Para éstos

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últimos, aquel tipo de intervenciones evitaba una declaración oficial de guerra
contra España cuya infantería se consideraba como la mejor de Europa.
Aquellos combates navales se parecían a audaces asaltos, los corsarios eran
excelentes marineros, acostumbrados a la pelea en el mar y disponían de
naves rápidas, aptas a la maniobra y bien armadas. Sus principales armas
residían en la sorpresa, la rapidez y la violencia habitual en tales combates.
Como los españoles habían fortificado sus principales puertos, era necesario
que los corsarios manifestaran una gran audacia. Aquellos mismos corsarios se
convertían en piratas cuando reunían a sus tropas de hombres "que no temían
ni a Dios ni al Diablo" en barcos que no enarbolaban ningún pabellón. Así, los
términos de corsario, pirata o filibustero podían designar a los mismos
individuos según las circunstancias en las que desarrollaban sus actividades.

Francés e ingleses se distinguieron así durante todo el siglo XVI. Los primeros
se apoderaron en 1522 de una parte del tesoro de Moctezuma que provenía de
la recién conquista de Tenochtitlán a costa de los Aztecas. Devastaron los
principales puertos españoles desde 1530 hasta 1555.

La segunda mitad del siglo vio el triunfo de los corsarios ingleses tales como
John Hawkins o Francis Drake quien devastó Nombre de Dios (istmo de
Panamá) en 1572 y Cartagena (Colombia) en 1585.
El frecuente saqueo de los puertos españoles daba lugar a incendios,
importantes rescates y botines proviniendo de bienes públicos como privados,
los cuales se podían fácilmente convertir en dinero. Los asaltantes europeos
recibían a veces la ayuda de los amerindios, en particular de los Kalinas de las
Pequeñas Antillas, que solían armar expediciones guerreras a bordo de sus
canoas rumbo a las Grandes Antillas en el norte y a la cuenca del Orinoco en el
sur.

Aquellas frecuentes destrucciones de los principales establecimientos


portuarios, como se sumaban a la captura de los galeones, causaban graves
daños a la Corona española.

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A principios del siglo XVII, perdieron los españoles el dominio de los mares de
su vasto imperio. Aureolada con su victoria en el mediterráneo contra los turcos
en Lepante (1571) la flota española se preparó al asalto de Gran Bretaña. El
desastre de la Invencible Armada (1588) frente a los ingleses, significó el inicio
de la irreversible decadencia de la marina de guerra española frente a su rival
británica cada día más potente.

A partir de la segunda mitad del siglo XVII, los recién Países Bajos, en el
ámbito de su guerra de liberación contra la Flandes española, se lanzaron en
una aventura marítima que les convertiría en "carretero de los mares". Gracias
a sus excelentes astilleros, Ámsterdam proveía buques robustos, baratos y
construidos con rapidez: los buques holandeses iban a dominar el mercado de
los intercambios marítimos en Europa durante el siglo XVII.

A partir de entonces, los piratas eran tanto holandeses como ingleses o


franceses. Fue así como en 1628 los corsarios holandeses se apoderaron de
una parte de la flotaen Matanzas (Cuba). En cuanto a Henri Morgan, saqueó
Portobelo (1668) y sobre todo se apoderó de Panamá en 1671. 1 Pero con la
instalación de los europeos en las Antillas, las actividades de los corsarios
terminaron por contrariar los planes de los colonizadores, aun cuando aquellos
corsarios fuesen los iniciadores de estos planes antes de convertirse en
piratas.
Corsarios y piratas necesitaban bases regionales. Las hallaban en las islas
abandonadas por los españoles. Así, los archipiélagos de las Bahamas eran un
buen sitio para interceptar la flotaa la salida del estrecho de Florida.
Igualmente, los archipiélagos de las Islas Vírgenes, las Granadinas y las islas a
la altura de las costas de Venezuela servían de refugio. En las pequeñas
Antillas, aquellos forajidos debían negociar con los Kalinas para obtener el
refresco de agua y varias frutas y verduras. Pero el sistema más acabado era
el de los Hermanos de la Costa que reunía a los piratas de la isla de La Tortuga
y a los bucaneros de la costa septentrional de Hispaniola. Estos últimos
cambiaban la carne acecinada, otros alimentos y bebidas por dinero y por los
despojos de los saqueos.

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1.2. El contrabando o el fracaso del sistema del comercio exclusivo
Cada monarquía que obraba como colonizador en el Caribe se apoyó en una
de las bases del mercantilismo: el monopolio para el pabellón nacional en todos
los intercambios con sus colonias. Para España se trataba de implantar el largo
circuito logístico de sus convoyes de oro y plata cuyos eslabones débiles eran
los puertos y el trayecto marítimo. Con sus "Navigation Acts" de 1650 y 1651,
Inglaterra estableció un monopolio estricto, imitada más tarde por Francia. Sin
embargo, el dominio español estaba tan extenso que resultaba insuficiente e
irregular el abastecimiento de las colonias tanto insulares como continentales.
Aquel hecho fue un tema de quejas de los colonos españoles para con su
soberano a lo largo de la época colonial.

Los Países Bajos sacaron partido de aquella situación. La gran tradición


comercial de los Flandes les permitía distribuir por toda Europa del Norte las
riquezas y el metálico proporcionados por el Imperio americano. Ya separados
de Madrid, incrementaron esta función sin olvidar la voluntad de perjudicar a su
antiguo dueño. Valiéndose de la fuerza o de la complicidad de las autoridades
locales, vendían de contrabando a los colonos españoles todo lo que
necesitaban (madera, telas, herramientas, armas, harina, vinos, licores, tejidos)
y cargaban productos tropicales (tabaco, algodón, especias, azúcar,
aguardiente de caña, cueros) pero también la preciosa sal necesaria para las
famosas salazones holandesas. Para conseguir este producto, los Países
Bajos se instalaron en las islas abandonadas por las otras potencias europeas:
San Martín, San Eustaquio y sobre todo a orillas de las costas con lagunas de
América del sur donde existían salinas naturales 2 (Aruba, Bonaire, Curazao).
Las colonias inglesas instaladas durante el siglo XVII en la costa noreste de
América del Norte desempeñaron también una función importante en aquel
contrabando regional. Se dedicaron a proporcionar madera, telas, pescado
seco, harinas a las colonias españolas y también francesas a cambio de
especias, azúcar y aguardiente.

2. El sistema de la plantación en las Antillas

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2.1. Una mano de obra de africanos esclavos para plantaciones
azucareras integradas en un conjunto colonial basada en una logística
marítima intercontinental

2.1.1. El peso de la trata


Aquel odioso comercio empezó ya a principios del siglo XVI y no se acabó sino
en la segunda mitad del siglo XIX. Siempre coexistieron dos aspectos: uno
oficial en el cual existían tratados y se otorgaba licencias para practicar la trata,
lo que dio a los portugueses cierta supremacía hasta el siglo XVIII, que fue
cuando los ingleses dominaron aquella actividad hasta la época de la abolición.
Nunca pudo España satisfacer los menesteres en esclavos de sus colonias,
incluso en tiempos de la Unión Ibérica cuando aprovechaba la experiencia de
los portugueses. Igual ocurrió para los franceses. Por eso, el contrabando fue
activo tanto en la trata oficial 3 como en la ilegal. La trata de esclavos fue al
origen del famoso comercio triangular en el que se integraban las monarquías
europeas con sus negociantes y armadores, las costas occidentales de África
(desde el Cabo Verde hasta el golfo de Guinea) proveedoras de esclavos, y el
Caribe insular donde vendían a los supervivientes de aquellos siniestros
cargamentos.4 El trayecto transatlántico de vuelta servía para llevar a Europa
los frutos de la colonización esclavista basada en el azúcar.

2.1.2. La plantación azucarera, matriz socio-económica de las Antillas


Esta forma de colonización socio-espacial era muy diferente del modelo
colonial español. Tomó forma durante el siglo XVII en las Antillas menores que
estaban bajo la doble dominación francesa e inglesa. Heredera del modelo de
explotación iniciado durante el siglo XVI en Madeira por los portugueses,
aquella unidad agrícola integrada con una mano de obra esclava, vino a ser el
núcleo socio-económico básico de la colonización europea en las Pequeñas
Antillas. Motivos económicos, sociales y técnicos la convirtieron en el modelo
casi único hasta la llegada del ingenio a vapor en la segunda mitad del siglo
XIX. Aquella entidad espacial necesitaba una superficie suficiente para hacer
rentable el molino que trituraba las cañas de sus campos de las cuales
sacaban azúcar y aguardiente. Aquella superficie suponía una clase de dueños
bastante acomodados que, además de las tierras, eran propietarios de la mano

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de obra esclava que se traía del África negra en un contexto socio-racial muy
áspero que iba a marcar para siglos la sociedad antillana.

2.1.3. Una movilidad de los hombres que obedecía a códigos raciales


Para los esclavos: una movilidad carcelaria reglamentada por las necesidades
del trabajo. La colonización europea en las Antillas fue una colonización de
poblamiento. Muy rápidamente la preeminencia del cultivo de la caña a costa
de cualquier otro cultivo, 5hizo que fuera necesario un recurso cada vez más
masivo a cautivos africanos convertidos en esclavos a su llegada en las islas.
Ya a partir de los años 1670-1680 la población de origen europeo vino a ser
minoritaria (Barbados, Martinica, Guadalupe). Aquella situación impuso a la
población esclava una verdadera traba legislativa, tanto en las islas inglesas
(código de 1688) como en las francesas (código negro de 1688). Aquellos
textos, por temor a una rebelión, detallaban el menor acto de la vida del
esclavo con fines represivos. Los movimientos del esclavo se reducían a la
funcionalidad de un ser considerado como una mera herramienta para el
trabajo, que se tenía que cuidar para conservarla pero también que vigilar para
que no escapara de su condición. Los trabajos que se daban a las diferentes
categorías de esclavos establecían una especie de jerarquía. En los campos,
del amanecer al atardecer, el esclavo no tenía sino sus pies descalzos para
desplazarse según horarios estrictos y bajo una vigilancia constante que se
ejercía desde su lugar de trabajo hasta su cabaña. El esclavo en la casa del
dueño podía aprovechar una libertad de movimientos un poco más extendidos,
pero siempre dentro del ámbito de una servidumbre sometida a los deseos de
los dueños que, a veces, podía acompañar en sus desplazamientos. En fin, la
movilidad de los esclavos era muy reducida, repetitiva y bajo orden. Los
momentos de descanso resultaban limitados y nocturnos.

Había pocos libertos en aquella sociedad. En el marco urbano, los que


gozaban de aquel estatuto se movían en un espacio de vida más extenso, que
se podía comparar al espacio que recorrían las clases más populares de la
población blanca.

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El dueño esclavista, si además poseía un título de nobleza, gozaba de todos
los privilegios ligados a aquella clase de plantadores. Sin embargo, muy pocos
eran los que emprendían un viaje por el Atlántico. Tenían la exclusiva de
aquellos viajes los funcionarios coloniales civiles y militares, los importantes
comerciantes o los jóvenes hidalgos que iban a "estudiar humanidades" en la
metrópoli.
La sociedad antillana de los siglos XVII y XVIII calcaba las clases sociales de la
sociedad europea. Era una copia empeorada por la terrible agregación de la
esclavitud que convertía al esclavo en un bien material en contra de quien
reforzaban la iniquidad y la violencia de los medios de coacción por temor a la
rebeldía contra su condición.

La geografía de las "islas del azúcar" hizo coexistir espacios ocupados por las
plantaciones y extensas zonas de selva deshabitadas. Los primeros
privilegiaban las llanuras costeras, las segundas se ubicaban en el interior
montañoso (Guadalupe, Martinica, Jamaica). Las ciudades eran puertos salvo
unas aldeas en el interior de las islas más grandes. Con más frecuencia que en
los territorios españoles, los plantadores vivían en sus plantaciones. Las
ciudades, ante todo, eran factorías para los comerciantes y lugares de
residencia para el poder colonial civil, militar, religioso, judicial y administrativo.
Tratándose de la arquitectura, predominaba el pragmatismo sobre lo suntuoso
que se reservaba a unos pocos edificios y a las viviendas más ricas. En
nuestros días, las ciudades coloniales de las Pequeñas Antillas lucen un estilo
menos atractivo que él de las ciudades coloniales españolas de las Grandes
Antillas o de la orilla continental.

La mediocridad las redes viarias tanto en el interior de las plantaciones como


entre ellas y los puertos de carga limitaba la variedad de los medios de
transporte. Para los esclavos y los blancos más pobres, andar significaba a
veces llevar una carga. En la plantación no faltaban acarreos y manipulaciones,
en particular en la fábrica de azúcar. Se utilizaban bestias de carga, bueyes y
mulas, para mover los molinos y también para acarrear la caña utilizando
carretas de ruedas llenas. Para el transporte hacia el puerto, aumentaba la
gama de vehículos integrando carros, carretones y carretas. Las Autoridades

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de mayor importancia podían beneficiarse de una carroza, mientras los ricos
plantadores se desplazaban en landó, cabriolé o tílburi, cuando no iban a
caballo, privilegio del blanco rico.

Los sitios de carga eran los lugares de mayor importancia en la colonia cuya
economía estaba extravertida por completo. Vendía todo lo que producía y
compraba todo lo que necesitaba incluso la mano de obra esclava.
Generalmente, se trataba de una simple bahía, las naves más grandes
fondeaban en la rada y las barcas iban y venían entre la nave y la costa,
cargadas con toneles, sacos y tinajas. 6 Los estibadores eran esclavos, algunos
libertos ocuparon cargos en relación con las actividades portuarias que también
atraían a las clases más humildes de los blancos.

2 2. El fraccionamiento de las Antillas en posesiones coloniales rivales


Al principio del siglo XVII, las monarquías inglesas y francesas, imitadas más
tarde por los recién Países Bajos durante la segunda mitad del siglo, trataron
de establecer colonias en las Antillas. Sus corsarios fueron las más veces los
pioneros de aquellos establecimientos que, tras haber sido un complemento de
sus actos de depredación en contra de los intereses españoles, se convirtieron
en establecimientos permanentes con sus propias fuentes de riqueza. Aquellas
colonias de poblamiento se establecieron con dificultades a causa de las
reacciones hostiles de los Kalinas en el arco de las Antillas menores. No fue
sino por los años 1680 cuando acabaron los conflictos entre amerindios y
europeos. Los amerindios iban a desaparecer con rapidez frente a la nueva
demografía esclavista que se instauró en las islas del azúcar.

Si a veces ingleses y franceses se aliaron contra los Amerindios hasta


compartir la isla de San Cristóbal, rápidamente se opusieron las dos
monarquías. Los conflictos anglo-franceses dominaron la historia de las Antillas
desde el fin de siglo XVII hasta el principio del siglo XIX. Durante el siglo XVII
los Países Bajos se inmiscuyeron en los conflictos, aliados de uno u otro país,
pero las más veces aliados de los ingleses. Las islas del arco antillano
cambiaron varias veces de bandera a raíz de graves destrucciones que
parecían a las de las incursiones de piratas.

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Si los Países Bajos no obtuvieron más que unos escasos archipiélagos y
Surinam, Francia estructuró sus posesiones en torno a Martinica y Guadalupe
antes de que Santo Domingo tomara toda su importancia durante el siguiente
siglo. Los ingleses, en Barbados y Jamaica, poseían sus bases más fuertes.

Fue durante el siglo XVIII cuando aumentó y se extendió el conflicto franco-


inglés.8 Era la copia antillana de un antagonismo que se desarrollaba tanto en
Europa como en otros continentes (Asia, América del Norte) como ocurrió
durante la guerra de los Siete Años (1756-1763). En las islas los botines de
guerra eran menos sangrientas que durante el siglo precedente y el nuevo
soberano se contentaba con garantizar a sus nuevos súbditos la continuación
de sus actividades.9 Los términos del tratado de París (1763) pusieron
claramente de relieve la importancia económica de las islas del azúcar. A pesar
de su derrota, Francia consiguió conservar Martinica y Guadalupe a cambio de
su ambición de conquista en América del Norte. En aquella época, fue
considerado como un éxito diplomático.
Las islas del azúcar hicieron la riqueza de aquellas dos monarquías durante el
siglo XVIII. Formaban la periferia colonial más rica de Europa junto con la
América española que inundaba la Europa mercantil con sus metales
preciosos.11 Aquella riqueza era más provechosa para los comerciantes que
para los plantadores quienes, muchas veces, eran deudores de aquellos.
También era provechosa para los armadores y la burguesía mercantil de los
puertos como Londres, Bristol, Liverpool, Ámsterdam, Burdeos, Nantes, La
Rochela. Contribuyó también en afianzar la potencia de los "merchant
adventurers" quienes, al buscar futuros importantes beneficios, apoyaron a
inventores que fueron los iniciadores de la revolución industrial que iba a
desclasificar el mercantilismo colonial

Los conflictos en las Antillas eran sobre todo batallas navales. Si durante el
reinado de Luis XIV se reforzó grandemente la armada de guerra de Francia, el
siglo XVIII vio el triunfo de su rival inglés que se manifestó en el desastre
franco-español de Trafalgar (1805) en pleno período napoleónico. 12 En cada
conflicto en las Antillas, los dos enemigos integraban la dimensión naval de
manera distinta. Los franceses no tenían escuadra permanente en las Antillas,

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en caso de conflicto era necesario que llegara una escuadra de Francia,
cargada de soldados de infantería para los combates terrestres. Las
dificultades de la travesía exigían un tiempo de descanso para que los
soldados pudieran operar.
Al contrario, Inglaterra disponía de una escuadra permanente en el Caribe, que
muchas veces fondeaba en English Harbour 13 en Antigua, a unas millas al norte
de Guadalupe. De este modo, Inglaterra contrabalanceaba la escasez relativa
de su infantería por la disponibilidad inmediata de su armada.

La marina inglesa no tenía equivalente. Las naves de guerra eran entonces


grandes buques de varias cubiertas y los más imponentes llevaban varios
centenares de cañones, y disponían de aparejos difíciles de maniobrar durante
los combates navales. El éxito dependía de la rapidez de maniobra de la
armada, de la destreza de los artilleros y del genio del almirante jefe en
interpretar rápidamente la situación. Los oficiales británicos eran excelentes
profesionales así como las brigadas. Los marineros tenían una buena práctica
al igual que los artilleros que disponían de cañones de disparos rápidos y
precisos.

El éxito en un combate naval significaba una victoria probable en el conflicto. Y


quien dominaba el mar, dominaba el Caribe. Fue así como el golfo de México y
el mar de las Antillas fueron espacios marítimos dominados por España, luego
por los Países Bajos durante algún tiempo, y por fin por Inglaterra.

2.3. La movilidad ilegal: la obsesión de las autoridades


2.3.1. En tierra: el gran temor a los cimarrones
Muy temprano, los esclavos intentaron rebelarse. Las crónicas oficiales
registran numerosos motines siempre reprimidos con dureza. La obsesión de la
sociedad esclavista era que sus esclavos se rebelaran o fugaran, siendo las
dos perspectivas un peligro para el sistema de la plantación azucarera.

Para los esclavos, fugar era una posibilidad de escaparse de su destino, a


pesar de los horribles castigos a que se exponían. La extensión de las
plantaciones azucareras en las islas redujeron los espacios propicios a la fuga.

15
En una isla como Barbados con una topografía marcada por una pocas colinas,
esconderse era mucho más aleatorio que en las montañas de Dominica,
Granada, en el interior del macizo de Guadalupe o en las regiones kársticas de
Jamaica (Cockpit Country). Nacía une fuerte solidaridad entre las autoridades y
los plantadores para buscar y castigar a los fugitivos.

¿Por qué no intentaron los fugitivos escaparse por el mar? Sin duda, hay en
esta actitud, un rasgo eminente de la mentalidad antillana heredada de la
esclavitud. Aquellas poblaciones guardaban un recuerdo horrible del viaje
transatlántico en fondo de las calas de las naves negreras. Para ellas, el mar
era sinónimo de esclavitud y desgracia. Era también el área donde los piratas y
filibusteros las capturaban como botín. Además era un espacio de guerra en el
cual patrullaban las armadas reales. Para la mayoría de los esclavos fugitivos,
el mar se convirtió en un área prohibido, peligroso, cerrado por las autoridades
o los piratas, dos entidades que no tenían interés en debilitar el sistema del
cual sacaban su riqueza.

Sin embargo, los cimarrones pudieron beneficiar de la complicidad de otros


rebeldes: los Amerindios refugiados en islas como Dominica o San
Vicente. Gracias a esta complicidad tomaban la vía marítima entre las islas.
También hubo cimarrones que se unieron a los piratas en algunas
expediciones. Pero, poco acostumbrados a la navegación, los fugitivos
preferían, con mucho, penetrar en la sierra selvática y deshabitada (Blue
Mountains en Jamaica15). Los cimarrones tuvieron más acierto en las
inmensidades selvas de las Guyanas donde establecieron verdaderas
comunidades y reanudaron el uso de los caminos de agua utilizados por las
poblaciones indígenas de amerindios. Hoy, aquellas poblaciones negras
(Saramacas, Boui) son los mejores piragüeros de los ríos guyaneses.

Los cimarrones vivían aislados por razones de seguridad, y practicaban


algunos de sus usos y costumbres africanos. Su economía de subsistencia era
antagónica con la economía de las plantaciones azucareras.

2.3.2. La persistencia de la piratería y del contrabando

16
A medida que se estabilizaba la instalación de los Europeos en las Antillas, las
patentes de corso se hicieron más escasas. Las autoridades de las monarquías
inglesas y francesas pesaron más sobre la administración y la explotación de
las colonias. Una autoridad real centralizadora que acentuó la rigidez del
mercantilismo colonial se sustituyó a las compañías privadas fomentadas por el
genio mercantil de los holandeses, imitados más tarde por los franceses.
Aquella situación iba en contra de las metas de los numerosos "aventureros de
los mares" que, a partir de entonces, trabajaron por cuenta propria, reuniendo
verdaderas flotas con tripulaciones de diversos orígenes. Durante el siglo XVIII
particularmente, piratas y filibusteros se volvieron los enemigos de los
almirantes reales. En algunas circunstancias, colaboraban con la armada real y
conseguían parte del botín. Pero, como los conflictos anglo-franceses se
intensificaban y se volvían inestables las alianzas, tuvieron que integrarse o
tomar el riesgo de la ilegalidad frente a las armadas oficiales cada vez más
potentes.

Como se evocó antes, la ilegalidad tenía como soporte la diferencia entre los
menesteres de los colonos en todo el Caribe y lo que les traía su flota nacional.
En aquellas sociedades coloniales muy extravertidas que reproducían los
esquemas socio-políticos de Europa y tenían por eso pocas características
tropicales, se necesitaba una gran variedad de flete: cargamentos comerciales,
barcos negreros llenos de cautivos, viajeros transatlánticos eran tantas
oportunidades para que se enriquecieran los depredadores de los mares al
tiempo que satisfacían, a su manera, las necesidades de los colonos. A ello,
cabía añadir el saqueo de las ciudades-puertos sin que se preocuparan de las
alianzas militares de la colonia ni de la bandera que ondeaba sobre aquellas
ciudades. Todas las ciudades, a semejanza de las españolas, tuvieron que
edificar fortificaciones tanto en contra de las expediciones armadas del
enemigo como en contra de las incursiones de los piratas.

Así pues, contrabando y piratería se mezclaban íntimamente. En realidad, las


naves oficiales también podían practicar el contrabando. Los holandeses eran
los más diestros en este terreno: escondidas en alta mar, sus naves mercantes
esperaban a que se sobornaran a las autoridades españolas para luego

17
efectuar sus transacciones, en particular en los puertos de la costa Caribe de
América del sur.

3. Conclusión
En el último tercio del siglo XVIII, antes de que se rebelaran las colonias
inglesas del continente y soplaran los vientos revolucionarios resultantes de las
ideas del siglo de las Luces, el Caribe fue un espacio vital para las monarquías
europeas. Para establecer su primacía, compitieron allí las dos monarquías
más potentes, inglesa y francesa, siendo el espacio caribeño uno, entre otros,
de los sitios de sus enfrentamientos. Las hostilidades se concentraron en
algunos sitios nodales en los que, en caso de treguas siempre precarias, se
desarrollaba una feroz competencia. El primer nudo estratégico era el Paso de
los Vientos ubicado entre la Cuba española al oeste, la Hispaniola francesa al
este y la Jamaica inglesa al sur. El segundo era la salida oriental del golfo de
México entre la Florida española, y las Bahamas británicas salpicadas de
islotes que eran tantas guaridas de filibusteros. Por ella transitaba la mayoría
de las naves que salían del Caribe para iniciar la travesía del Atlántico.

En el sur existía otra puerta marítima, entre la isla de Trinidad, inglesa desde
hacía poco, y el trío de islas holandesas a la altura de las costas de Nueva
Granada la cual se negaba a reconocer la existencia legal de las tres Guyanas
francesas, inglesas y holandesas. Por último, el istmo de Panamá suscitaba la
envidia por ser una estrecha franja de tierra que abría el paso hacia las
riquezas mineras de los Andes y las especias de extremo Oriente.

La colonización europea revolvió el espacio caribeño. Con adjuntar el Caribe al


occidente, Europa hizo pagar un precio exorbitante a las poblaciones indígenas
que se vieron diezmadas y esclavizadas, mientras desaparecía su cultura.
Implantó en las islas y en las costas del continente una forma de explotación
plantocrática basada en el azúcar y apoyada en una muchedumbre de esclavos
desraizados de su África natal. A lo largo de los siglos, aquellos esclavos
africanos se criollizaron en el seno de un sistema carcelario del cual no podían
escapar sino para fugar rumbo a los extensos espacios de la selva o de la
sierra. El sistema colonial español, basado en las minas y la ganadería, y las

18
islas del azúcar en las Antillas se desarrollaron gracias a una economía
extravertida cuyo segmento logístico transatlántico era vital. Dominar aquel
segmento fue, durante cuatro siglos, uno de los motivos de los conflictos entre
las monarquías europeas puesto que sacaban gran parte de su potencia de sus
colonias en el Caribe.

1.- Pirámide social de Saint Domingue.


Los cultivos de azúcar, tabaco, cacao, algodón, café, y otros productos en la
colonia, estuvieron basados en el uso del sistema de plantaciones que aplicaba
gran cantidad de esclavos, que viviendo y trabajando en penosas condiciones
morían rápidamente lo que obligaba a masivas importaciones de nuevos
esclavos y dio lugar a una sociedad, basada en la explotación y los prejuicios
para fomentar la aceptación moral de esa explotación, que se organiza en
diferentes grupos basados en la pureza racial y el poder económico.

Grandes blancos
Grupo social reducido y heterogéneo, eran la cúspide de la pirámide social de
la colonia, también fueron conocidos como la burguesía colonial esclavista.
Este grupo estaba conformado por los funcionarios del gobierno francés y los
dueños de las grandes plantaciones. 

Pequeños blancos
Este grupo estaba formado por blancos que no poseían tierras y que
trabajaban en tareas comerciales y artesanales.

Gens de couleur
Un grupo muy heterogéneo, del cual estaban excluidos los esclavos, formado
por libertos y descendientes de negros e indios (mulatos, mestizos, etc.).
Normalmente pretendían emular la vida y las costumbres francesas. Sus
miembros llevaban cuenta precisa del porcentaje de sangre negra que llevaban
en su sangre de manera que aquellos que tenían menos porcentaje se
encontraban en un nivel social más alto. Esta clasificación era tan precisa que
tenía 32 niveles diferentes con diferentes nombres para cada nivel de color.

19
Esclavos
El número de esclavos superaba al de blancos en una proporción de más de 20
a 1, alrededor del 80 por ciento trabajaba en las plantaciones. Su origen era
muy variado ya que pertenecían a muy diversas etnias con costumbres y
lenguajes muy diferentes.

Negros cimarrones
El término cimarrón, que tiene origen en el Santo Domingo español quiere decir
salvaje, y se aplica a los esclavos que huían de sus dueños y que muchas
veces se refugiaban en las montañas, ya sea en forma solitaria o formando
pequeñas comunidades.

2.- Tratado de Ryswick.


El Tratado de Rijswijk, también llamado Tratado de Ryswick es el tratado de
paz que da fin a la Guerra de los Nueve Años, que vio enfrentadas a Francia
contra España, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos y el Sacro
Imperio Romano.

El Tratado de Ryswick fue firmado el 20 de septiembre de 1697 en la ciudad de


Ryswick, Holanda, y pone fin a la guerra de la Liga de Augsburgo; que
consistía en un conflicto entre varios países europeos contra Francia.
Época en la que se produjeron también, pero en la Española, algunas
hostilidades entre españoles y franceses. "Cuando la noticia del Tratado de
Ryswick llegó a la isla, todos los procedimientos fueron suspendidos y los dos
asentamientos rivales guardaron sus espadas. Mediante este Tratado, los
franceses obtuvieron la primera cesión regular de la parte oeste de St.
Domingo.
3.- Tratado de Aranjuez.

El tratado de Aranjuez de 1777 firmado entre España y Francia estableció las


fronteras entre los territorios español y francés en la isla La Española, en el mar
Caribe.
Francia intentó tomar ventaja del Tratado de Paz de Ryswick de 1697, pues
éste indicaba que todos los territorios volverían a sus respectivos dueños antes

20
del conflicto que precedió al tratado, pero es importante recalcar que, si bien
los franceses ya habitaban en la zona occidental de la isla de La Española (lo
que actualmente es Haití, dejando a los españoles la oriental, actual República
Dominicana), la presencia de los franceses en esa zona era ilegal, por lo que la
estancia de los mismos en esa región era más propia de relaciones de
tolerancia por parte de los españoles que de un tratado de paz.1 Durante todo
el siglo XVIII España y Francia mantuvieron unas relaciones cordiales, basadas
sobre todo en la relación de parentesco de los monarcas de ambos países,
todos ellos pertenecientes a la Casa de Borbón.

En 1773 el capitán general de la parte española de la isla, José Solano, y el


gobernador de la parte francesa, marqués de Valière, firmaron un acuerdo
provisional en el que se definían los límites entre los territorios de ambos
países en la isla. En 1776 José Solano y el conde de Ennery ratificarían este
acuerdo con la ayuda de una comisión de topógrafos que señalarían
físicamente los límites establecidos, auxiliados por la creación de un conjunto
de pirámides que servían como indicadores, usando el río Dajabón en el Norte
como inicio y la región de la actual Pedernales en el Sur como fin de la
delineación de la frontera.

4.- Tratado de Basilea.


El Tratado de Basilea entre la República Francesa y la Monarquía de Carlos de
IV de España, firmado el 22 de julio de 1795 en la localidad suiza de Basilea,
puso fin a la Guerra de la Convención entre los dos países que se había
iniciado en 1793 y que había resultado un desastre para la monarquía
española, pues las provincias Vascongadas y Cataluña acabaron ocupadas por
las tropas francesas. Este tratado se firmó después de la paz entre Francia y
Prusia acordada en abril de ese mismo año.

5.- Revuelta de los esclavos. Revolución en Saint Domingue.


La revolución haitiana (1791-1804) fue el primer movimiento revolucionario de
América Latina y culminó en la abolición de la esclavitud en la colonia francesa
de Saint-Domingue y la proclamación del Primer Imperio de Haití.

21
hizo erupción en el norte de Haití tras la ceremonia de la ceremonia de Bois
Caïman en agosto de 1791 ocurrió en una región que «era la más poblada y la
principal en cuanto a producción azucarera, en gran medida debido a que su
llanura agrícola era propicia al cultivo del azúcar regado por la lluvia… La
región septentrional aportaba aproximadamente dos quintos del azúcar haitiano
al comienzo de la revolución, un tonelaje un poco inferior, pero de igual valor
que el de la región occidental». Esta rebelión fue la chispa que prendió la llama
de una insurrección que era una clara y profunda expresión de un llamamiento
colectivo a la libertad. Aunque no fue un instigador de la rebelión, Toussaint se
puso al servicio de la voluntad y los intereses de los esclavos, y a finales de
1791, justo un año después de rehusar alinearse con Ogé, Toussaint piso las
tablas públicas para responder al histórico llamamiento de los esclavos. La
insurrección necesitaba de su liderazgo, y él creó una abertura hacia la libertad.

6.- Gobierno de Toussaint Louverture en Santo Domingo.


Se le apodó Louverture (‘la apertura’) en 1793 tras una serie de campañas
relámpago que hicieron que Francia aboliera la esclavitud en este territorio
(1794). Toussaint apoyó a las autoridades francesas de la isla contra la
invasión anglo-española de 1793 y fue nombrado general en 1795. Cinco años
más tarde se autoproclamó gobernador general vitalicio de Santo Domingo y en
1801 logró la independencia respecto de Francia. Procedió a reorganizar el
gobierno de la isla y a mejorar las instituciones civiles.

En esta época empezó a ser conocido como L’Ouverture, al parecer por su


capacidad negociadora, otros dicen que por un espacio entre sus dientes.
En 1794, a raíz de que la Revolución en Francia aboliera la esclavitud, regresó
a la zona francesa de la isla. Al año siguiente, a tenor de los términos del
tratado de Basilea que ponía fin al conflicto franco-español, pasó a dominio
francés toda La Española. El cambio radical que se había producido y el
ascendiente que Louverture tenía sobre la población negra contribuyeron a su
nombramiento de general, primero, y comandante militar de las tropas haitianas
después.

22
Organizó la isla como un estado semiautónomo, con una Constitución (1801),
redujo los focos rebeldes de mulatos y colonos franceses y rechazó el intento
de invasión británica de 1798. Fue proclamado gobernador vitalicio de la isla.

7.- Invasión Napoleónica a la isla de Santo Domingo. Intención de


Napoleón Bonaparte.
En 1795, cuando Francia logró la posesión de toda la isla por el Tratado de
Basilea, por el que España cedió el este de la colonia de Santo Domingo a
consecuencia de las guerras revolucionarias francesas. En ese momento, los
esclavos liderados por Toussaint Louverture en Saint-Domingue (colonia
occidental) estaban en rebelión contra Francia. Ante la inestabilidad existente
por la guerra, el brigadier español Joaquín Antonio García y Moreno mantuvo el
control del territorio.

En enero de 1801, Toussaint Louverture llegó a Santo Domingo, recibió la


capitulación en febrero de García y Moreno (que se retira a Cuba), proclamó la
abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa y tomó el control
total de la isla.
Poco después, Napoleón envió un ejército para someter a Louverture. Incluso
después de su derrota por los haitianos, una pequeña guarnición francesa
permaneció en la antigua colonia española. La esclavitud fue restablecida y
muchos de los colonos españoles emigrados regresaron. En 1802 un ejército
enviado por Napoleón bajo el mando de Charles Leclerc capturó a Toussaint
Louverture y lo envió a Francia como prisionero. Sus sucesores y la fiebre
amarilla lograron expulsar a los franceses de nuevo de Saint-Domingue. Haití
declaraba la independencia en 1804, pero Francia retuvo el control del Santo
Domingo español.

8.- Independencia de Haití. Cómo sucedieron los hechos...Agregar la


importancia de esta independencia.
La independencia de Haití marcó el final de la esclavitud colonial francesa en la
colonia de Saint-Domingue, ahora conocida como Haití. Esto se logró a través
de una revuelta masiva de esclavos y una guerra de guerrillas librada por
esclavos negros y personas de color libres contra el ejército colonial francés y

23
los propietarios de esclavos entre los años 1791 y 1804. En el momento de la
independencia, Haití era la segunda nación de las Américas. para ganar
independencia. Haití también fue el primer país de América Latina y el Caribe
en separarse de sus amos coloniales, lo que provocó un efecto dominó en las
Américas. Dado que los combatientes y vencedores eran en su mayoría de
ascendencia africana, Haití también tenía el título de ser la primera república
negra.

La parte de la Española ahora reconocida como Haití había sido colonizada


anteriormente por España, luego francesa como parte del Tratado de Ryswick
en 1697 después del hostigamiento de bucaneros franceses y luchas navales
entre españoles y franceses. Después de adquirir esta tierra, los franceses
comenzaron a importar esclavos africanos en grandes cantidades. La colonia
ganó mucha riqueza a través de la exportación de azúcar, índigo y tabaco. En
un momento, Saint-Domingue fue la colonia más rica del mundo, superando la
riqueza de las colonias americanas, británicas y españolas. Esta riqueza se
logró mediante el exceso de trabajo de los esclavos africanos. Se decía que los
esclavos en el Caribe francés sufrían el peor trato. El "Código Negro"
regularizar la forma en que los franceses trataban a los esclavos. Acogió con
satisfacción todo tipo de métodos gráficos de tortura que violaban los derechos
humanos básicos. Como resultado, hubo esporádicas revueltas de esclavos y
comunidades cimarronas formadas antes del gran levantamiento de 1791. Uno
de los cimarrones prerrevolucionarios más notables incluyó a Mackandal, quien
regularmente envenenaba y hostigaba a los amos de esclavos blancos hasta
su captura. Las personas de raza mixta también se enfrentaron a mucha
discriminación. Por lo general, se les prohibía poseer tierras y eran más bajos
que los blancos ricos y, a menudo, pobres de la casta social. En 1789, un
hombre mulato llamado Vincent Ogé intentó iniciar un levantamiento, sin
embargo, fue atrapado y roto en una rueda.

La Revolución
El 22 de agosto de 1791 se inició un levantamiento de esclavos en la parte
norte de la isla, que pronto abarcó toda la colonia. En los dos primeros meses,

24
los esclavos rebeldes mataron hasta 2 mil blancos y destruyeron 280
plantaciones.
El 4 de abril de 1792, en Francia y sus colonias, se proclamó la igualdad de
todas las personas libres, independientemente del color de su piel, y se envió
una comisión a Santo Domingo, que intentó oponerse simultáneamente a la
élite blanca local y reprimir el levantamiento esclavista.

François Dominique Toussaint Louverture pronto se convirtió en el líder de los


rebeldes. El 4 de febrero de 1794, la Convención Nacional proclamó la
abolición de la esclavitud. En mayo del mismo año, el general francés Etienne
Laveaux convenció à L'ouverture para que se pusiera del lado de Francia. Gran
Bretaña y España, que lucharon contra la Francia revolucionaria, intentaron
apoderarse de una rica colonia, pero Louverture derrotó a los españoles en
1795 y luego a los británicos en 1798. En 1798, Gabriel Eduville, autorizado por
el Directorio, que llegó de Francia, intentó restaurar la esclavitud y crear una
división entre negros y mulatos. Ese mismo año, Louverture obligó a Eduville a
abandonar Haití. En 1799-1800, Louverture reprimió el levantamiento de los
mulatos liderado por los generales André Rigaud y Alejandro Petion. En 1800-
1801, sus tropas ocuparon Santo Domingo, la parte oriental de la isla que
perteneció a España hasta 1795.

El 7 de julio de 1801, la Asamblea Colonial adoptó una constitución, según la


cual Santo Domingo seguía siendo posesión de Francia, pero recibió
autonomía, y Toussaint-Louverture se convirtió en gobernador vitalicio.
Finalmente se abolió la esclavitud. Pero el primer cónsul de Francia, Napoleón
Bonaparte, se negó a reconocer la constitución y al final del año envió una
fuerza expedicionaria bajo el mando de su cuñado Charles Leclerc a la isla
para restaurar el poder francés. El 29 de enero de 1802, Leclerc desembarcó
en Haití con su ejército. A él se unieron los mulatos Rigo y Petion. Muchos de
los aliados de Louverture se pasaron al lado francés, incluido su socio más
cercano Jean Jacques Dessalines. El 5 de mayo, Louverture aceptó una tregua
propuesta por Leclerc, quien prometió no restaurar la esclavitud. Louverture fue
puesto bajo arresto domiciliario en su finca, y el 6 de junio, por orden de

25
Leclerc, fue enviado con su familia a Francia, donde murió el 7 de abril de
1803.

La Guerra de Independencia.
Durante varios meses, la isla estuvo bajo control francés. El 20 de mayo de
1802, por decreto de Bonaparte, se restableció la esclavitud en Haití. En
octubre de 1802, Petion y Dessalines se rebelaron nuevamente. Al mismo
tiempo, se inició una epidemia de fiebre amarilla, de la que murió Leclerc, y una
parte importante de su cuerpo (20 mil personas). En mayo de 1803, los
rebeldes de la facción mulata y la facción negra se unieron en una reunión
conocida como la "convención de Arcahaie", donde los rebeldes consolidaron
el poder en un general, Juan-Jocobo (Jean-Jacques) Dessalines. Fue en esta
reunión que se creó la bandera haitiana rasgando la bandera francesa en tres,
descartando la parte blanca (que simboliza la eliminación de los franceses), y
uniendo las bandas roja y azul para mostrar la unidad entre las poblaciones
negra y mulata. En 1803, Gran Bretaña, que reanudó la guerra con Francia un
año después del Tratado de Paz de Amiens, comenzó a ayudar a los rebeldes.
El bloqueo británico de Haití hizo imposible que los franceses enviaron
refuerzos a la isla. El 18 de noviembre de 1803, los franceses son finalmente
derrotados y el 29 de noviembre abandonan la parte occidental de Haití. Parte
de la fuerza expedicionaria, incluido su nuevo comandante Donacien
Rochambeau, fue capturada por los británicos. Pero los franceses pudieron
mantener el control sobre Santo Domingo, la parte oriental de la isla.

Declaración de la independencia.
El 1 de enero de 1804, Dessalines, el nuevo líder bajo la constitución dictatorial
de 1805, declaró a Haití una república libre en nombre del pueblo haitiano, a lo
que siguió la masacre de los blancos restantes. Su secretario Boisrond-
Tonnerre declaró: "¡Para nuestra declaración de independencia, deberíamos
tener la piel de un hombre blanco como pergamino, su cráneo como tintero, su
sangre como tinta y una bayoneta como pluma!" Haití era la primera nación
independiente en América Latina, la primera nación independiente poscolonial
liderada por negros en el mundo, y la única nación cuya independencia se
obtuvo como parte de una exitosa rebelión de esclavos.

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9.- La era de Francia en Santo Domingo Español...Gobierno de Lois
Ferrand. 1804-1809.
 Se conoce como Era de Francia a la administración francesa de Santo
Domingo, actual República Dominicana, en la coyuntura de las Guerras
Napoleónicas. En virtud del Tratado de Basilea de 1795, España cedió sus
posesiones en la isla española a cambio de las Provincias Vascongadas y
Cataluña que habían sido ocupadas por la Francia revolucionaria, lo que
supuso la reunificación política de la isla luego de un siglo de división.
A pesar de su brevedad, esta produjo cambios importantes en la sociedad
dominicana, especialmente en el aspecto demográfico, pues se produjo una
emigración masiva de colonos (especialmente aquellos de mayores recursos)
hacia Puerto Rico, Venezuela y Cuba, unos por lealtad a España, y otros por
las cruentas masacres perpetradas por los revolucionarios haitianos
comandados por Jean-Jacques Dessalines. La colonia perdió dos tercios de su
población y la casi totalidad de las familias aristocráticas más antiguas y
tradicionales de la isla; además la población dominicana pasó de ser
mayoritariamente blanca a ser esencialmente mulata. El establecimiento de
franceses y el retorno de algunos emigrados apenas atenuó este declive
poblacional.

Gobierno de Lois Ferrand. 1804-1809


De 1804 a 1808, el general francés Louis Ferrand presidido un régimen
esclavista en Santo Domingo (República Dominicana) que bordeaba la nueva
nación emancipancionistas de Haití. Ferrand estableció un gobierno paternal,
amparado en un decreto de Napoleón del año 1803 por medio del cual
ordenaba respetar los usos y costumbres españolas, especialmente en lo que a
la organización jurídica tocaba. Lo cierto fue que hubo colaboración entre la
población y las autoridades, aunque Ferrand, convencido de que los
sentimientos hispánicos seguían vivos entre la gran mayoría de la población,
evitaba tanto como era posible, las ocasiones de hacerles sentir su poder.

Entre otras medidas con aspecto económico tomadas por Ferrand están:
Prohibió mediante decreto todo trato comercial con los haitianos.

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Dispuso que las tropas francesas ocuparan terrenos cercanos a la frontera; así
ordenó realizar cacería de haitianos y conquista en capturarlos, para venderlos
como esclavos. Fomentó el corte de maderas preciosas, especialmente caoba,
Fomentó la agricultura, particularmente la producción de la caña de azúcar.
Declaró puerto libre a Santo Domingo, promoviendo el comercio con los
Estados Unidos.

10.- La Reconquista... Batalla de Palo Hincado, hablar del acontecimiento


histórico.
La ciudad de Buenos Aires fue ocupada por tropas al mando del militar
británico William Beresford el 27 de junio de 1806. Con poca capacidad de
defensa por parte de las autoridades virreinales españolas, los ingleses
ocuparon rápidamente la ciudad e izaron su bandera en el fuerte, núcleo del
poder del Virreinato. Los comerciantes fueron los primeros que se organizaron
para reconquistar la ciudad, el liderazgo recayó sobre el Capitán de Fragata
Santiago de Liniers, quien desde la Provincia Oriental (hoy Uruguay) consiguió
reunir una cantidad considerable de hombres, en su gran mayoría gauchos,
derrotaron a los invasores ingleses expulsándolos del territorio rioplatense y
establecieron nuevamente la soberanía española.
Esto sucedió en 1806, en lo que hoy es la República de Argentina, dos años
después (1808) se repite la historia en Santo Domingo español, donde los
dominicanos se pusieron de acuerdo para desalojar a los franceses del
territorio que, por más de tres siglos, antes de la firma del Tratado de Basilea,
había sido una posesión española. Debido a la profundidad de estas raíces
hispanas, despierta en ellos un comprensible sentimiento español que los
obliga a luchar contra la ocupación francesa.

Batalla de palo hincado


La batalla iba a ser decisiva, ya que el propio gobernador llegó con el grueso
de las fuerzas que tenía y su derrota significaría el triunfo de la campaña. Los
franceses comenzaron las hostilidades alrededor del mediodía. La caballería
francesa avanzó para cortar el ala izquierda hispano-criolla. Los jinetes
conducidos por el capitán Antonio Sosa corrieron a su encuentro, obligándolos
a disparar en sus bridas. Esta primera colisión cuerpo a cuerpo fue sangrienta.

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Sánchez Ramírez luego dio la orden de avanzar a la caballería de su ala
derecha, dirigida por el capitán Vicente Mercedes, operación que fue ejecutada
a gran velocidad, al derribar al enemigo. Diez minutos de lucha fueron
suficientes para cubrir el campo de batalla con cadáveres franceses.

Las tácticas de Sánchez Ramírez consistieron, como se registra en su diario,


en transformar rápidamente el duelo de fuego lejano en combate cuerpo a
cuerpo, en el que los dominicanos eran expertos. Lo realizaron con tal gallardía
y audacia que solo hubo siete muertos de su lado. Entre estos,
significativamente, los líderes de los dos cuerpos de caballería, los capitanes
Antonio Sosa y Vicente Mercedes.

Al ver derrotados a sus batallones, el general Ferrand huyó precipitadamente


hacia Santo Domingo con un grupo de oficiales supervivientes, perseguidos por
un escuadrón comandado por el coronel Pedro Santana, padre homónimo del
futuro presidente de la República. Los fugitivos ganaron terreno y cruzaron un
río. El escuadrón detuvo la persecución allí, por temor a ser vulnerable en
campo abierto, a merced de francotiradores que los esperaban. Esto permitió a
los fugitivos detenerse y descansar en el valle de Guaiquía. En este punto,
Ferrand, infeliz y dominado por el desaliento, se disparó en la cabeza.
11.- La España Boba 1809-1821...Gobiernos de este período y situación
económica.
La España Boba fue un período de la historia de la República Dominicana. La
guerra de Independencia en la que se encontraba sumida España y el hecho
de que las colonias más ricas estuviesen en proceso de independencia eran la
causa de que, por parte de las autoridades peninsulares, hubiese un escaso
interés hacia la colonia de Santo Domingo en el periodo comprendido entre
1809 y 1821. A esto se ha de sumar el hecho de que Santo Domingo había
agotado las riquezas que llamaban la atención en España. La poca atención de
las autoridades españolas hizo que este periodo fuera conocido popularmente
como la «España Boba».

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El 17 de julio de 1809 inicio el período de nuestra historia llamado España
Boba, el primer gobernador fue Juan Sánchez Ramírez con un gobierno
autoritario y lleno de malas decisiones.

Crisis
Por la guerra de la reconquista todo quedo devastado y por España gastar todo
su dinero en tropas no tenia dinero para ayudar a la colonia.
Los esclavistas no tenían suficiente dinero para mantener y comprar esclavos,
esto genero un declive en la esclavitud.

Mala economía.
Descontento con España.
Después de la muerte de Sánchez Ramírez, España estaba ocupaba con los
procesos de independencia de otras colonias y designa a tres gobernadores:

Manuel Caballero 1811-1812


             Emitió papel moneda para contrarrestar la crisis.

Carlos Urrutia 1813 -1818


             Intento reactivar la economía incentivando el conuco.

Sebastián Kindelán 1818 -1821


            Realizó nuevas emisiones de dinero para pagar a los militares
funcionarios.
 
12.- Independencia efímera. 1821.. José Núñez de Cáceres, causas de su
corta duración.
Se conoce como Independencia efímera al período de la historia de la
República Dominicana que transcurre entre la proclamación del Estado
Independiente del Haití Español el 1 de diciembre de 1821 y su anexión a la
República de Haití el 9 de febrero de 1822 debido a una ocupación del ejército
haitiano encabezado por Jean Pierre Boyer. La denominación "efímera" se

30
debe precisamente al corto espacio de tiempo durante el cual se mantuvo la
independencia, apenas dos meses y ocho días.

Fue proclamada por un sector de la pequeña burguesía urbana, liderada por el


político y académico José Núñez de Cáceres, quien creía en la anexión a la
Gran Colombia de Simón Bolívar.

Desde 1809, la entonces colonia española de Santo Domingo, sufría una gran
crisis económica. A este período se le conoce como España Boba, pues la
metrópoli no podía atender a su colonia por los problemas que atravesaba
(invasión napoleónica y movimientos independentistas en toda
Hispanoamérica). A estos hechos se le sumaban el agotamiento de las
riquezas de Santo Domingo y el poco estímulo para la producción de otros
bienes y la actividad de corsarios que en nombre de los grancolombianos
atacaban a las naves peninsulares en todo el Mar Caribe.

Ante esto se había ordenado la movilización de las tropas de la colonia, pero


como no se les había pagado el sueldo éstas estaban cerca del motín. Había
rumores de que algunos criollos influyentes planeaban declarar la
independencia derrocando al gobierno colonial sobre todo después de que
agentes de Caracas hubiesen hecho llegar una carta animando a los nativos a
la insurrección.

Ante esta situación de crisis económica, se produjo de inmediato un gran


descontento en toda la población de la colonia, por lo que el escritor criollo
José Núñez de Cáceres formó un grupo para conspirar contra esta situación y
lograr la independencia de España.

El grupo conspirador pronto se dividió en dos tendencias: un grupo era


favorable a la anexión con Haití, país cuyo presidente, Boyer, había empezado
a preparar su ejército para invadir Santo Domingo además de buscar el apoyo
de los negros y mulatos que vivían en la parte occidental de la colonia
española; su objetivo era unificar la isla para defenderse mejor de cualquier
intento francés de recuperar su colonia. El otro grupo lo componían aquellos

31
que eran favorables a la anexión a la Gran Colombia presidida por el libertador
Simón Bolívar.

En la primavera de 1821 un grupo de conspiradores intentaron un golpe de


estado con la esperanza de disponer del apoyo armado que Bolívar les había
garantizado, pero las previsiones militares del gobernador, brigadier Sebastián
Kindelán y O'Regan, les hicieron fracasar.1 Sorprendentemente Kindelán no
tomó medidas más duras contra Núñez, quien pudo demandar al capitán
Manuel Martínez, delator del movimiento, por injurias y calumnias. Al poco
tiempo Kindelán fue reemplazado y su sucesor, asumiendo como verdaderas
las acusaciones contra Núñez, no tenía el poder militar para enfrentarse a los
aristócratas locales por lo que solo pudo vigilarlos e intentar ganar el apoyo del
coronel Pablo Alí, comandante del batallón de mulatos.1 Pero Alí, a pesar de
mostrarse colaborador con el nuevo gobernador, ya había jurado lealtad junto a
la mayoría de los oficiales a los conspiradores.

Para mediados de noviembre de 1821, surge un nuevo movimiento en las


zonas fronterizas con Haití, con el propósito de derrocar al Capitán General,
que gobernaba Santo Domingo en nombre del Rey de España, y de incorporar
la colonia española al territorio haitiano. El 8 de noviembre el comandante
Andrés Amarante declaró la independencia en el poblado fronterizo de Veler y
quince días después el movimiento se extendió a Dajabón y Montecristi, donde
sus dirigentes solicitaron a Boyer su intervención. Este movimiento, desde sus
inicios estuvo integrado por la clase media y pobre de la colonia, así como
pequeños comerciantes, mulatos propietarios y algunos sectores importantes
de los hateros.

El movimiento pudo extenderse hacia otras poblaciones de la región sur y


Cibao, también algunas personas de todas las clases sociales se unieron, por
lo que el proyecto de Núñez de Cáceres quedó aislado. Por esta razón, Núñez
de Cáceres se vio obligado a apresurar el golpe de Estado al gobernador
colonial, el brigadier Pascual Real, que había llegado en mayo de 1821.
 
1.- Ocupación haitiana de Jean Pierre Boyer. 1822-1844

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La ocupación militar haitiana de Santo Domingo en 1822 fue un período
histórico que duró 22 años, en el cual Haití gobernó la parte oriental de la isla
imponiéndose sobre el nuevo Estado de Haití Español, el cual fue dividido en
dos departamentos: situándose en la porción norte, el Cibao y en la porción
sur, el Ozama.

Los veintidós años de la ocupación haitiana de Santo Domingo, después de un


breve período de independencia son recordados en gran medida por los
dominicanos como un período de régimen militar brutal, aunque la realidad es
más compleja. En este período se llevaron a cabo expropiaciones de tierra a
gran escala, en desmedro de los esfuerzos necesarios para la producción de
cultivos de exportación. Se impuso el servicio militar, se restringió el uso de la
lengua española y se trató de eliminar las costumbres tradicionales como las
peleas de gallos. Esta situación avivó la percepción que tenían los dominicanos
de sí mismos y sus diferencias con las costumbres haitianas en términos de
idioma, raza, religión y costumbres nacionales. Sin embargo, este fue también
un período que terminó definitivamente con la esclavitud como institución en la
parte oriental de la isla.

Haití prohibió la constitución de los blancos como propietarios de tierras y las


principales familias terratenientes se vieron privadas por la fuerza de sus
propiedades. La mayoría emigró a Cuba, Puerto Rico o a la Gran Colombia, por
lo general con el apoyo de funcionarios haitianos, que adquirieron sus tierras.
Los haitianos, que asociaban la Iglesia católica con sus amos franceses, que
les habían explotado antes de su independencia, confiscaron todos los bienes
de la iglesia, deportaron a todos los clérigos al extranjero y los restantes
miembros del clero rompieron los lazos con el Vaticano. La Universidad de
Santo Domingo, la más antigua de América y que carecía de estudiantes y
profesores, fue cerrada.
Con el fin de recibir el reconocimiento diplomático de Francia, Haití se vio
obligado a pagar una indemnización de 150 millones de francos a los ex-
colonos franceses, suma que posteriormente fue reducida a 60 millones de
francos. Esto motivó que Haití impusiera pesados impuestos sobre la parte
oriental de la isla.

33
Dada la incapacidad de Haití para mantener adecuadamente a su ejército, la
fuerza de ocupación sobrevivió, en gran medida, confiscando alimentos y
suministros a punta de pistola.

Los intentos de redistribución de la tierra en conflicto por el sistema de tenencia


comunal de la tierra (terrenos comuneros), que había surgido con la economía
ganadera, y el resentimiento de los recién emancipados esclavos hizo que la
administración haitiana se viera obligada a aumentar los cultivos comerciales,
en virtud del Código Rural de Boyer. En las zonas rurales, la administración
haitiana fue demasiado ineficiente para hacer cumplir sus propias leyes.

Fin de la ocupación.
Fue en la ciudad de Santo Domingo en la que los efectos de la ocupación se
sintieron más agudamente, y fue allí donde se originó el movimiento por la
independencia.

El 16 de julio de 1838, Juan Pablo Duarte fundó la sociedad secreta La


Trinitaria, junto con Juan Isidro Pérez, Juan Nepomuceno Ravelo, Félix María
Ruiz, Benito González, Jacinto de la Concha, Pedro Alejandrino Pina, Felipe
Alfau Bustamante y José María Serra. Más tarde, fueron incorporados
Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Vicente Celestino
Duarte, fray José Antonio Bonilla, Pedro Pablo Bonilla, Pedro Carrasco, Félix
María del Monte, Tomás de la Concha, Pedro Antonio Bobea, Juan
Nepomuceno Tejera, Epifanio Billini, Francisco Martínez de León, Antonio
Duvergé, José María Imbert, Francisco Antonio Salcedo, entre otros.
En 1843, los independentistas se aliaron con un movimiento haitiano cuyo
objetivo era el derrocamiento de Boyer. No obstante, al develarse como
revolucionarios que trabajan por la independencia dominicana, el nuevo
presidente de Haití, Charles Rivière-Hérard, exilió o encarceló a varios
trinitarios.
Al mismo tiempo, Buenaventura Báez, un exportador de caoba azuano y
diputado en la Asamblea Nacional de Haití negociaba con el cónsul de Francia
el establecimiento de un protectorado francés en la parte oriental. Con la
finalidad de anticiparse a este acuerdo, 27 de febrero de 1844, con el trabucazo

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de Matías Ramón Mella en la Puerta de la Misericordia se produjo un
levantamiento en Santo Domingo que marcó el inicio de la guerra de
independencia dominicana. Este proceso, apoyado por Pedro Santana, rico
ganadero de El Seibo y comandante de un ejército privado de peones de sus
fincas, culminó con la victoria de los rebeldes y la fundación de la República
Dominicana.

2.- Lucha por la Independencia, como se vio el proceso. Los Trinitarios,


La Sociedad Secreta.
La lucha por la Independencia Dominicana fue el proceso histórico que inició
con la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití en
febrero de 1844. Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda
la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la
ocupación por parte de este país del estado de Haití Español, surgido
fugazmente en 1821 en la parte oriental de la isla.

La separación de Haití fue proclamada en la puerta de la Misericordia luego del


disparo del trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la
madrugada del día 27 de febrero de 1844 y por la enhestación de la bandera
tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del Rosario Sánchez,
ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo
Duarte. El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de
la ciudad de Santo Domingo quienes hondearon banderas españolas en su
mayoría y algunas francesas. Como respuesta, Charles Rivière-Hérard
encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el general Pedro
Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de
marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos
muertos, 5 mientras que los dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos.
No obstante, Hérard en su retirada incendió el pueblo de Azua, fusilando a los
prisioneros que había hecho. El 30 de marzo de ese mismo año las fuerzas
dominicanas al mando del general José María Imbert en compañía de
Fernando Valerio en su «Carga de los Andulleros» derrotaron al ejército invasor
haitiano, el cual en su repliegue cometió numerosas fechorías, robos e
incendios hasta llegar a Haití. La primera batalla naval se libró el 15 de abril de

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1844. El resultado de la batalla fue que los dominicanos hundieron tres buques
enemigos, sin perder ni uno solo de los suyos.

En mayo de 1845 el general Pedro Santana asistido por el general Antonio


Duvergé y el general José Joaquín Puello, vencieron a las tropas haitianas en
la Estrelleta y en Beller y capturaron en Puerto Plata a la escuadra haitiana que
había bombardeado esa población causando cuantiosos destrozos. En marzo
de 1849 el presidente de la República de Haití Faustino Soulouque inició su
campaña contra la República Dominicana al frente de un ejército de 18,000
soldados matando a todo el dominicano que encontraba a su paso, haciendo
que las poblaciones se llenaran de terror tratando de refugiarse en la Ciudad de
Santo Domingo ante la violencia desatada por los soldados haitianos. En razón
de esta situación, el presidente dominicano Manuel Jimenes fue derrotado en
su intento de parar la invasión haitiana y se vio obligado a aceptar la decisión
del congreso de la República de llamar al general Pedro Santana en compañía
del general Antonio Duvergé para hacerle frente al ejército invasor. Más tarde
el general Duvergé logró derrotar a los haitianos en la batalla de El Número, y
tres días después de esta batalla el general Pedro Santana derrotó a los
haitianos en la batalla de Las Carreras.

En 1855, el emperador Soulouque invadió de nuevo la República con 30 000


soldados, 4 divididos en tres columnas sembrando el terror e incendiando todo
lo que encontraba a su paso hasta que fueron derrotados en las batallas de
Santomé y en Cambronal huyendo los haitianos en dirección a Haití. Más tarde
fueron reducidos en Sabana Larga. Este triunfo dominicano le valió al general
Pedro Santana el reconocimiento del Senado de la República Dominicana y el
27 de febrero se celebra lo que se le llama la independencia dominicana.
Los Trinitarios.
El grupo de jóvenes que había reclutado [Juan Pablo Duarte], reunía todo lo
necesario para cubrir gastos para desplazarse a ciudades del interior a realizar
labores de organización y de reclutamiento de personas para contribuir a
aumentar cada vez más los adeptos al movimiento. Los nueve miembros
fundadores estaban divididos en tres grupos, de ahí su nombre Trinitaria. Estos
eran:

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Juan Pablo Duarte
Juan Isidro Pérez
Pedro Alejandro Pina
Félix María Ruiz
José María Serra de Castro
Juan Alejandro Acosta
Felipe Alfau
Juan Nepomuceno Ravelo
Benito González
Jacinto de la Concha
Posteriormente, mediante un comunicado, se unieron al grupo Francisco del
Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte.
Su propósito no era solo erradicar el gobierno haitiano, sino convertir la
República Dominicana en un Estado libre e independiente de cualquier país
extranjero.

Cuando hicieron el Juramento Trinitario, quedó claro que ellos formarían un


nuevo Estado, que se llamaría República Dominicana, el cual tendría su
pabellón tricolor, en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz
blanca que simboliza la pureza.

La Trinitaria.
Fue una sociedad creada el 16 de julio de 1838 por Juan Pablo Duarte y otros
dominicanos con el objetivo de realizar acciones tendentes a independizar la
parte Este de La Española de la ocupación haitiana y formar el Estado
independiente que llamarían República Dominicana. El nombre La Trinitaria le
fue puesto en honor a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El
nombre la Trinitaria hace alusión al método de reclutamiento, en el cual cada
uno tenía como misión reclutar a otros dos miembros adicionales, y estos a su
vez no daban a conocer la identidad de los demás. Esta técnica utilizada fue
importada por Duarte tras su estancia en Europa. Juan Pablo Duarte y los otros
miembros fundaron la Trinitaria con el Juramento Trinitario, el cual también fue
puesto en honor a la Santísima Trinidad.

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3.- Proclamación de la Independencia. Lucha interna entre conservadores
y liberales.
El 27 de febrero de 1844, los rebeldes liderados por Francisco del Rosario
Sánchez ante la ausencia de Juan Pablo Duarte, tomaron la Fortaleza Ozama
en la capital Santo Domingo. La guarnición haitiana, fue tomada por sorpresa,
aparentemente traicionada por uno de sus centinelas. Otro grupo de
insurgentes, liderados por Matías Ramón Mella llegó hasta la Puerta de la
Misericordia donde Matías Ramón Mella disparó el legendario Trabucazo de la
Independencia y Sánchez izó inmediatamente la nueva bandera dominicana al
grito de ¡Dios, Patria y Libertad! Había nacido la nueva república bajo la forma
de un gobierno republicano y democrático, en un pueblo libre que rechazaba
cualquier imposición extranjera.

A medida que se construían los gobiernos centrales, se iniciaba la lucha interna


entre dos grupos claramente diferenciados, liberales y conservadores, que
comenzaron a disputarse los espacios de poder nacional con ideas similares a
las que se enfrentaban en Europa.

El grupo político liberal, planteaba la construcción de estados laicos, con


separación de la iglesia católica y el estado, disminución de los privilegios del
clero, libertad de expresión, libertad de cultos, libertad de comercio, voto
universal, educación laica y otras medidas inspiradas en el iluminismo, en boga
en el viejo continente.
Mientras los conservadores querían un estado unido a los intereses de la
iglesia, educación impartida y regulada por la iglesia católica, respeto y
continuidad de las tradiciones, mantener todos los privilegios del clero y
defender la fe y las creencias.
el fenómeno de conservadores contra liberales se producía en el mismo
nacimiento de la República, con gran influencia de la Iglesia Católica y el
tradicionalismo, por una parte, y la prevalencia de las ideas de cambio y
transformaciones que se propagaban en nuestro continente.

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A partir del 27 de febrero de 1844, las diferencias entre los dos grupos se
ahondaron de tal modo, que los propiciadores liberales de la gesta
independentista, terminaron exiliados, fusilados o encarcelados.

4.- Gobiernos Caudillistas...Pedro Santana y Buenaventura Báez,


Características y similitudes de ambos a la hora de gobernar.
Gobiernos de Pedro Santana

Primer Gobierno Constitucional de Pedro Santana (1844-1848).


De finales de mayo del 1844, Juan Pablo Duarte junto a José Joaquín Puello,
llevaron a cabo un golpe de estado, deponiendo a la mayoría conservadora de
la Junta Central Gubernativa. La nueva Junta Central Gubernativa estuvo
presidida por Francisco del Rosario Sánchez. A principio de junio de ese mismo
año, Pedro Santana marchó con sus tropas hacia Santo Domingo logrando
destituir a Francisco del Rosario Sánchez.

El general Pedro Santana pasó a ocupar la presidencia de la Junta Central


Gubernativa, siendo su primera decisión declarar a Juan Pablo Duarte, Matías
Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, junto a otros trinitarios,
traidores de la patria, siendo enviados al destierro. A partir de ese momento,
los trinitarios quedaron separados del poder. En esta situación se inició la
organización del Estado, nombrándose los primeros ministros y gobernadores,
y organizándose los ejércitos e instaurándose el servicio militar obligatorio.

Al redactarse la primera Constitución de 1844, Pedro Santana ejerció presión


sobre los constituyentes para que incluyeran el artículo 210 el cual establecía:
Durante la guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el presidente de la
República puede libremente organizar el ejército y armada, movilizar las
guardias de la nación; pudiendo, en consecuencia, dar las órdenes,
providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad
alguna.

El 27 de febrero de 1845, al conmemorarse el primer aniversario de la


Independencia Nacional, Pedro Santana ordenó el fusilamiento de María

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Trinidad Sánchez y Andrés Sánchez, tía y hermano respectivamente del
patricio Francisco del Rosario Sánchez, y a José del Carmen Figueroa,
acusados de conspirar contra el gobierno dominicano.

Conforme a la Constitución de 1844, el presidente Pedro Santana había sido


proclamado por dos períodos consecutivos de cuatro años, por lo que debía
gobernar hasta el 15 de febrero de 1852. Pero al término de su primer período
la situación de crisis política y económica que vivía el país hizo que su gobierno
perdiera popularidad por lo cual este argumentó quebrantos de salud,
renunciando el 4 de agosto de 1848, siendo sucedido por el Consejo de
Secretarios de Estado, encargado provisionalmente del poder ejecutivo entre el
4 de agosto al 8 de septiembre de 1848.

Segundo gobierno constitucional de Santana (1853-1856).


El 15 de febrero de 1853 se llevaron a cabo elecciones en las que Pedro
Santana ganó la presidencia para el período 1853-1857. Su nuevo gobierno no
fue muy diferente al anterior, caracterizándose por ser despótico y arbitrario. En
un gesto conciliador, Pedro Santana decretó una absolución para gran número
de exiliados políticos, aunque entre estos no se incluyó a Juan Pablo Duarte,
que vivía en Venezuela.

Pedro Santana, al igual que Buenaventura Báez, se dedicó a hacer gestiones


para lograr un protectorado de Estados Unidos. España, que hasta entonces no
había mostrado gran interés en República Dominicana, se preocupó por el
espacio que Estados Unidos podía ganar en el país. Esto motivó que España
se apresurara a firmar varios reconocimientos.

Antonio María Segovia, cónsul español, se dedicó a entorpecer las


negociaciones de Pedro Santana con Estados Unidos, apoyó a los sectores
enemigos del gobierno. Además, en 1856 ofreció la nacionalidad española a
todos los dominicanos que la solicitaran. Una avalancha de opositores se
benefició de la llamada Matrícula de Segovia, pasando a actuar libremente bajo
el amparo español.

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Los problemas diplomáticos con España, la crisis financiera y el descenso de la
popularidad de Pedro Santana hicieron que este renunciara el 26 de marzo de
1856. El vicepresidente Manuel de Regla Mota, ocupó la presidencia de la
República y por un acuerdo político, Báez fue nombrado nuevo vicepresidente,
para luego proceder a la renuncia del presidente, y Báez asumir el poder. Báez
estaba fuera del país desde 1853 por órdenes de Pedro Santana.
Buenaventura Báez retornó al país para asumir el cargo gracias a las gestiones
realizadas por el cónsul Antonio María Segovia.

Tercer gobierno constitucional y la Anexión (1858-1861).


En agosto de 1858 Pedro Santana dio un golpe de estado al gobierno del
presidente José Desiderio Valverde, en Santiago. Bajo este gobierno de facto
que se extendió hasta enero de 1859, el general Pedro Santana procedió a
reubicar la sede del gobierno en Santo Domingo y luego a legitimar su
mandato, convocando a unas elecciones en las que resultaron elegidos como
presidente Pedro Santana y vicepresidente Antonio Abad Alfau, iniciando su
nuevo mandato constitucional el 31 de enero de 1859.

Durante este gobierno, el país enfrentó una grave crisis económica como
resultado de la Revolución de 1857. Los cortes de madera, que eran el
principal renglón de exportación, se redujeron considerablemente. La
explotación era la principal forma de recaudación del pueblo dominicano, por lo
que el gobierno estaba sin recursos.

Políticamente, los continuos rumores de las intenciones de una nueva invasión


haitiana por parte de Faustin Soulouque mantenían en tensión al país. Las
intenciones de Faustin Soulouque no se concretaron debido a un movimiento
de oposición interna, encabezado por el general Fabre Geffrard, que lo derrocó
en diciembre de 1858. El general Geffrard tenía una actitud diferente y ofreció
garantías al gobierno de que los haitianos deseaban un entendimiento con
República Dominicana.

Un problema económico, heredado por Pedro Santana de la gestión de


Buenaventura Báez, era la gran cantidad de papel moneda devaluada

41
circulante. Este dinero había sido emitido por Buenaventura Báez para estafar
a los tabaqueros de El Cibao, en 1857.

Pedro Santana siguió haciendo en secreto grandes cantidades de emisiones


monetarias sin respaldo, perjudicando las finanzas nacionales. La justificación
para estas emisiones era la necesidad de prepararse militarmente para resistir
una posible invasión haitiana.

A pesar de las garantías ofrecidas por el presidente Geffrard, Pedro Santana


retornó sus intentos de búsqueda de un protectorado con España bajo la
premisa de la inminencia de un ataque haitiano. En 1859 el general Felipe
Alfau viajó a España para gestionar un protectorado con la Reina de España
Isabel II. El mismo Pedro Santana escribió una carta a la reina en la que le
expresaba su interés, no en un simple protectorado, sino en la anexión.

Pedro Santana y los sectores de poder interesados en la anexión esperaban


que con esta pudieran beneficiarse de diferentes maneras, principalmente
garantizar sus puestos y sus privilegios sociales. España deseaba que la
anexión pareciera en todo momento como la voluntad del pueblo dominicano.
Para tales fines, Pedro Santana procedió a reunirse con los jefes militares y
sectores políticos más importantes a lo que informó y convenció de que
apoyaran la Anexión. Cada uno de ellos debía garantizar la adhesión de la
población. Aquellos que manifestaron desacuerdo fueron enviados al exilio.

El 18 de marzo de 1861, cuando se proclamó la anexión a España, el pueblo


dominicano confirmó los rumores que habían corrido durante meses.
Inmediatamente empezaron a salir los manifiestos de apoyo, tal y como había
sido acordado por los seguidores de Pedro Santana. Santana fue nombrado
gobernador de Santo Domingo, pero pronto descubrió que las cosas no serían
como él había planeado, ya que las directrices españolas tomaban todas las
decisiones.

El descontento alcanzó incluso a los sectores anexionistas que no lograron


conseguir los beneficios que esperaban. El mismo Pedro Santana se sentía

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incómodo con la pérdida de su influencia y autoridad. Alegando quebrantos de
salud, renunció a su cargo el 20 de julio de 1862.

Características de su gobierno.
Durante su primer gobierno estableció impuestos a frutos y productos
extranjeros.
Realizó la primera emisión de papel moneda.
Reabrió la Universidad de Santo Domingo.
En 1846 se produjo una devaluación de la moneda y prevaleció la corrupción
administrativa.
Decretó la expulsión de los Trinitarios.
En septiembre de 1858 puso de nuevo en vigor la Constitución de Moca.
Buscó el reconocimiento internacional.
En su tercer período de gobierno realizó la anexión a España.
Ratificación de los bienes nacionales.
Creación del caudillismo en 1847.

Gobiernos de Buenaventura Báez


1ª Presidencia (1849-1853).
Báez tomó posesión como presidente de la República para el período
constitucional 1849-53, después de la destitución del presidente Jimenes. Este
gobierno no incurrió en actos represivos y respetó la libertad de prensa.
Estimuló el desarrollo de la educación y del orden en el manejo de los recursos
presupuestarios del país. Terminado su mandato en febrero de 1853, y entregó
pasivamente el mando al general Santana.

2ª Presidencia (1856-1858).
Su segundo mandato lo inicia en 1856. Báez regresó al país en medio de una
fuerte crisis financiera, y producto de un acuerdo político con el presidente
Manuel de Regla Mota y sus aliados, fue nombrado nuevo vicepresidente, para
luego proceder a la renuncia del presidente, y Báez asumió el poder. De Regla
Mota, en cumplimiento del acuerdo, renunció a la presidencia de la República
en octubre de 1856 y entregó el poder al vicepresidente Buenaventura Báez,
en conformidad a la Constitución de 1854.

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Este gobierno se destacó por la estafa que les hizo a los productores de tabaco
del valle del Cibao en 1857, en medio de una cosecha récord (el tabaco era el
principal producto de exportación del país), para apropiarse de la moneda
fuerte que entrarían al país. Creó una comisión que primero, ofreció comprar
tabaco a precios superiores al mercado con 20 millones de pesos (de la época)
que fueron emitidos sin sustento legal, y que luego de acaparar la producción
tabacalera vendió al mercado internacional. La sobreabundancia de papel
moneda sin respaldo provocó una devaluación de 1000 %, lo que causó la
ruina de los tabaqueros y una grave crisis económica, factores que dieron inicio
a una revolución en julio de 1857 encabezada por los generales Gaspar
Polanco, Juan Luis Franco Bido y Domingo Mallol que estableció un gobierno
paralelo con José Desiderio Valverde como presidente y con sede en Santiago.
La capital, Santo Domingo, fue sitiada desde el 31 de julio de 1857 hasta el 13
de junio de 1858. La intervención en mayo de 1858 de los Estados Unidos, país
que era después de Alemania el mayor consumidor de tabaco dominicano, fue
significativa para la rendición de Báez.

Durante el sitio el gobierno de Báez vendió toda clase de propiedades del


Estado, desde tierras y edificios, hasta buques de guerra y hasta hipotecó el
palacio de Gobierno.

Báez sustentó la idea de que República Dominicana debía ser anexada a


España. Fue exiliado a España donde llevó una vida lujosa.

3ª Presidencia (1865-1866).
En 1865 su consuegro el general José María Cabral, realizó un golpe de
Estado un mes después de ser lograda la independencia de España en julio de
ese año; en diciembre llegaba Buenaventura Báez desde Curazao y fue
proclamado presidente ante la Asamblea Nacional. El 14 de noviembre de
1865, la Convención Nacional designó presidente constitucional a
Buenaventura Báez, quien se encontraba exiliado; el Gral. Pedro Guillermo,
gobernador de El Seibo, fue designado presidente interino hasta que se
produjera la llegada de Báez. Para posibilitar la entrega del Gobierno a Báez la

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Constitución fue modificada y éste tomó posesión el día 8 de diciembre de
1865. El Congreso, a petición de Báez, aprobó que se repusiera en vigencia la
Constitución de 1854, la cual otorgaba amplios poderes al jefe del Estado.
Designó como ministro de Guerra (equivalente entonces a ministro de las
Fuerzas Armadas) a su consuegro (suegro de su hija Amelia Cabral de Báez).
En mayo de 1866 el general Báez dimite tras una revolución encabezada por el
general Gregorio Luperón.

4ª Presidencia (1868-1874).
Dos años más tarde vuelve a la presidencia, permaneciendo ahí desde 1868
hasta 1874; en dicho período, conocido en la historia dominicana como el
régimen de los 6 años de Báez, intentó anexionar el país a Estados Unidos y
fue el más dictatorial de sus gobiernos. En esta ocasión, convencería al
presidente estadounidense Ulysses S. Grant de enviar barcos de guerra al país
caribeño y firmar un tratado de anexión; pese a lo anterior, el Senado no ratificó
dicho tratado, lo cual significó una vergüenza para el presidente
estadounidense. En 1872 promulgó una nueva Constitución, reemplazando la
de 1868. A finales de 1873, se produjo una rebelión militar en Monte Cristi
liderada por el general Juan Antonio Polanco, hermano mayor de Gaspar
Polanco, junto con Ulises Heureaux que, aunque fue sofocada, marcó el
comienzo del fin de su gobierno de los seis años. En 1874, se forma en Puerto
Plata un Gobierno Provisional presidido por el General Ignacio M. González,
que desconoció la autoridad de Báez. El levantamiento se generalizó en el país
y Báez se vio obligado a renunciar el 2 de enero de 1874. La historia
dominicana llama a este período “el régimen de los 6 años de Báez" y hay que
señalar que el terror caracterizó este gobierno.

5ª Presidencia (1876-1878).
Báez regresó a la presidencia en 1876 y fue depuesto por última vez en 1878,
mediante un golpe de Estado. En el período 1874-1879 se produce una gran
inestabilidad política, en la cual se sucedieron 13 gobiernos. Báez asume un
gobierno provisional en 1876 y luego la presidencia de la República por
mandato de la nueva Constitución de 1877. Bajo este gobierno recibió el
respaldo de connotados intelectuales de la corriente liberal Azul de la época,

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quienes deseaban implementar la democracia, la paz y el orden. Pero los
Azules consideraron que Báez escondía propósitos dictatoriales y que
desplegaba gestiones anexionistas. A inicios de 1878 estalló una rebelión
armada y al poco tiempo, Báez se vio forzado a huir del país, esta vez para
siempre, concluyendo su vida política.

Característica de su gobierno.
A partir de su segundo período, sus gobiernos se caracterizaron por ser muy
corruptos y por gobernar en beneficio de su fortuna, siendo el acto más
destacado el cometido en 1857 cuando compró con moneda inorgánica la
cosecha récord de tabaco, que era el principal producto de exportación del
país, y que luego vendió quedándose con las divisas; la moneda emitida por el
gobierno se devaluó en 1000 %, causando la ruina de los productores
tabacaleros.

Similitudes de ambos gobiernos:


Ambos hicieron de sus gobiernos un Caudillo. Báez ha sido nombrado el padre
de la Oligarquía.
La búsqueda del protectorado con España, Francia, Inglaterra o EE.UU.
Malversación de los bienes nacionales.
Proselitismo y Clientelismo.
Corrupción administrativa.
Gobernación en beneficio de su fortuna,

5.- Características de la primera República 1844-1861.


La Primera República Dominicana inició el 6 de noviembre de 1844 con la
proclamación de la primera Constitución, y culminó el 18 de marzo de 1861 con
la anexión del país a España. Durante estos 17 años, con un Estado frágil y
bajo constante amenaza de invasiones haitianas, se sucedieron 8 gobiernos (3
de los cuales correspondieron a Pedro Santana y 2 a Buenaventura Báez).
6.- Anexión y Restauración 1861-1865. Lucha entre restauradores y
anexionistas. líderes de la restauración.
Anexión

46
Pedro Santana heredó un gobierno en bancarrota al borde del colapso.
Habiendo fracasado en sus ofertas iniciales para asegurar la anexión a los EE.
UU. o Francia, Santana inició negociaciones con la reina Isabel II de España y
el capitán general de Cuba para volver la isla en una colonia española. La
Guerra Civil Estadounidense entregó a los Estados Unidos incapaces de hacer
valer la "Doctrina Monroe". En España, el Primer Ministro don Leopoldo
O'Donnell abogó por renovar la expansión colonial, apoyó la idea anexionista
llevando a cabo una campaña en el norte de Marruecos, que conquistó la
ciudad de Tetuán. En marzo de 1861, Santana anexó oficialmente la República
Dominicana a España.

Restauración
Esta medida fue rechazada ampliamente. Una rebelión fue sofocada y luego
otra invasión de Haití, encabezada por un dominicano rebelde, fue derrotada y
su líder ejecutado. Santana inicialmente fue nombrado Capitán General de la
nueva provincia española, pero pronto se hizo evidente que las autoridades
españolas planeaban privarle de su poder, llevándolo a dimitir en 1862. El 16
de agosto de 1863, se inició una guerra nacional de restauración en Santiago,
donde los rebeldes establecieron un gobierno provisional. La lucha se extendió
por todas partes y durante los dos años siguientes se convirtió en una guerra
social casi total. En la mayoría de las zonas, los combates implicaron el
bloqueo de carreteras y el acceso a los ríos, evitando espacios abiertos e
incluso combates cuerpo a cuerpo. En las ciudades más grandes, los rebeldes
idearon trincheras para enfrentarse a regimientos de hasta cinco mil hombres,
encabezados por destacados generales españoles y dominicanos por igual. Al
principio, el general Santana, a quien la reina Isabel II le había otorgado el título
de Marquesado de Las Carreras, estaba al mando de las fuerzas españolas
que se oponían a los rebeldes, pero a pesar de su gran reputación, demostró
ser incapaz de detener la marea.

Una vez producida la anexión, el ilustre General José María Cabral, oriundo de
San Cristóbal, tomó parte principal en la guerra restauradora. Cabral había sido
deportado en agosto de 1863 pues se tenía sospecha de su simpatía con los
revolucionarios. Retornó al país en junio de 1864. Puesto que las tropas

47
españolas habían desplegado una ofensiva considerable en el Sur, una de las
respuestas del Gobierno Restaurador a esa ofensiva fue nombrar a Cabral jefe
de operaciones en el Sur, contando con su conocimiento de la zona y su don
de mando. Desde sus primeros días en la jefatura, comenzó Cabral a revertir la
inferioridad en que se encontraban los dominicanos en el Sur. Logró, además,
sacar de circulación a Juan de Jesús Salcedo y a otros caudillos que
protagonizaban escenas de saqueo. También impuso Cabral el orden en las
formaciones militares.

Limitados a las grandes ciudades, el ejército español fue incapaz de derrotar la


guerrilla o contener la insurrección, y sufrió fuertes pérdidas debido a la fiebre
amarilla. Las autoridades coloniales españolas alentaron a la reina Isabel II a
abandonar la isla, ya que veían la ocupación como una pérdida sin sentido de
tropas y dinero. Sin embargo, los rebeldes se encontraban en un estado de
desorden político, y fueron incapaces de presentar un conjunto coherente de
demandas. El primer presidente del gobierno provisional, José Antonio Salcedo
(aliado con Báez) fue depuesto por el general Gaspar Polanco, en septiembre
de 1864, que, a su vez, fue depuesto por el general Antonio Pimentel tres
meses después. Los rebeldes formalizaron su gobierno provisional por parte de
la celebración de una convención nacional en febrero de 1865, que promulgó
una nueva constitución, pero el nuevo gobierno ejerció poca autoridad sobre
los caudillos guerrilleros de las distintas regiones, que fueron en gran medida
independientes unos de otros. Incapaz de extraer concesiones de los rebeldes
desorganizados, cuando la Guerra Civil Estadounidense terminó en marzo de
1865, la reina Isabel II anuló la anexión y la independencia fue restaurada, con
las últimas tropas españolas saliendo antes de julio. El gobierno español llegó a
desplegar una fuerza de 63 000 hombres y sus bajas ascendieron a 50 000.

7.- Segunda República 1865-1916. Hablar de los principales


acontecimientos durante este período...(Seis años de Ramón Báez y el
prestamos Hartmont, dictadura de Lilis, características del gobierno de
Ramón Cáceres, convenciones del 1905 y 1907 como afectaron la
economía).

48
Segunda República (1865-1916).
Por el momento los españoles salieron, la mayoría de las principales ciudades
en ruinas y la isla se dividió entre varias decenas de caudillos. José María
Cabral controlaba la mayor parte de Barahona y el suroeste con el apoyo de los
socios exportadores de caoba de Báez, mientras que el ganadero Cesáreo
Guillermo reunió a una coalición de exgenerales "santanistas" en el sureste, y
Gregorio Luperón controlaba la costa norte. Desde la retirada española para
1879, hubo veintiún cambios de gobierno y por lo menos cincuenta
levantamientos militares.
En el curso de estos conflictos, surgieron dos partidos. El "Partido Rojo"
(conservador) representado por el ganadero del sur exportador de caoba,
Buenaventura Báez, quien continuó buscando la anexión por una potencia
extranjera. El "Partido Azul" (progresista), dirigido por Gregorio Luperón,
representando a los agricultores de tabaco y comerciantes del Cibao y Puerto
Plata de tendencia nacionalista y liberal en su orientación.

Durante estas guerras, el reducido y corrupto ejército nacional fue superado en


número por las milicias organizadas y mantenidas por los caudillos locales
quienes se autoproclamaban gobernadores provinciales. Estas milicias fueron
llenadas por agricultores, peones o trabajadores de las plantaciones sin tierras
inculcados en el servicio militar quienes por lo general se dedicaban al
bandolerismo cuando no había ninguna revolución.

Alrededor de un mes de la victoria nacionalista, Cabral, cuyas tropas fueron las


primeras en entrar en Santo Domingo, derrocó a Pimentel, pero unas semanas
después, el general Guillermo encabezó una rebelión en apoyo a Báez,
forzando a Cabral a dimitir y permitir a Báez volver a tomar la presidencia en
octubre. Báez fue derrocado por los agricultores del Cibao bajo el mando de
Luperón, líder del Partido Azul, en la primavera siguiente, pero los aliados de
Luperón se volvieron el uno contra el otro y Cabral se reinstaló a sí mismo
como presidente con un golpe de Estado en 1867. Después de llevarse varios
"azulistas" a su gabinete los "rojos" se rebelaron, volviendo Báez al poder. En
1869, Báez negoció un tratado de anexión con los Estados Unidos.22 Con el
apoyo del Secretario de Estado de los Estados Unidos, William H. Seward,

49
quien esperaba establecer una Armada en Samaná, en 1871 el tratado fue
anulado en el Senado de los Estados Unidos a través de los esfuerzos del
senador abolicionista Charles Sumner.

En 1874, el gobernador de Puerto Plata y miembro del Partido Rojo Ignacio


María González Santín, organizó un golpe de Estado en apoyo de una rebelión
del Partido Azul, pero fue depuesto por los Azules dos años después. En
febrero de 1876, Ulises Espaillat, respaldado por Luperón, fue nombrado
presidente, pero diez meses más tarde las tropas leales a Báez lo retornaron al
poder. Después de un año una nueva rebelión le permitió a González Santín
tomar el poder, solo para ser depuesto por Cesáreo Guillermo en septiembre
de 1878, que a su vez fue derrocado por Luperón, en diciembre de 1879.
Gobernando el país desde su ciudad natal Puerto Plata, disfrutando de un auge
económico debido a las exportaciones de tabaco hacia Alemania, Luperón
promulgó una nueva Constitución estableciendo un límite de dos años de
mandato presidencial mediante elecciones directas, suspendió el sistema
semiformal de sobornos e inició la construcción del primer ferrocarril del país,
que une la ciudad de La Vega con el puerto de Sánchez en la bahía de
Samaná.

La Guerra de los Diez Años en Cuba trajo plantadores de azúcar cubanos para
el país en busca de nuevas tierras y seguridad por la insurrección que liberó a
sus esclavos y destruyó sus propiedades. La mayoría se estableció en la
llanura costera del sureste, y, con la asistencia del gobierno de Luperón,
construyeron los primeros molinos de azúcar mecanizados de la nación. A ellos
se unieron más tarde los italianos, los alemanes, los puertorriqueños y los
estadounidenses en la formación del núcleo de la burguesía azucarera
dominicana, casarse y formar familias prominentes para consolidar su posición
social. Las interrupciones de la producción mundial causada por la Guerra de
los Diez Años, la Guerra Civil Estadounidense y la Guerra Franco-Prusiana
permitió a la República Dominicana convertirse en un importante exportador de
azúcar. Durante las dos décadas siguientes, el azúcar superó al tabaco como
el principal producto de exportación, mientras que los antiguos caseríos de
pesca de San Pedro de Macorís y La Romana se transformaron en prósperos

50
puertos. Para satisfacer su necesidad de un mejor transporte, más de 300
kilómetros de líneas privadas de ferrocarril fueron construidos por y para servir
a las plantaciones de azúcar en 1897.Una caída de los precios en 1884 llevó a
la congelación salarial, y una posterior escasez de mano de obra fue ocupada
por inmigrantes trabajadores de la Islas de Sotavento, las Islas Vírgenes, San
Cristóbal y Nieves, Anguila y Antigua (referidos por los dominicanos como
"cocolos"). Estos negros de habla inglesa fueron a menudo víctimas de
racismo, pero muchos permanecieron en el país, encontrando trabajo como
estibadores y en las construcciones de ferrocarriles y en las refinerías de
azúcar.

Una gran ola de sirios, libaneses y palestinos abandonó el Imperio otomano


desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX y se estableció en la
República Dominicana. Los primeros árabes comenzaron a llegar en 1884. Los
dominicanos se quejaban de que los árabes vivían una "subsistencia mundana
y miserable". A los árabes a su llegada a la RD se los llamó "turcos malolientes
con malos hábitos".

Seis años de Ramón Báez y el prestamos Hartmont


Los gobiernos de Ramón Báez están desarrollados en la sección 4(Gobiernos
Caudillistas...Pedro Santana y Buenaventura Báez, Características y
similitudes de ambos a la hora de gobernar).

El Empréstito Hartmont, fue el primer préstamo tomado a capitales


internacionales hecho por el Estado Dominicano gobernado por Buenaventura
Báez. Firmado el 1.º de mayo de 1869 por Edward H. Hartmont, aventurero
británico, presidente de Hartmont Brothers and Co.

En 1865, la República Dominicana había luchado su segunda gran guerra en


las pocas décadas de su existencia: La Guerra de la Restauración (República
Dominicana), la cual había sumido al país en una fuerte crisis financiera, que
no fue manejada apropiadamente por los gobiernos de turno, que buscaron
desesperadamente fuentes de dinero a cualquier costo. Entre ellas estuvo la

51
toma de dinero prestado, por lo que por primera vez acudieron a préstamos
financieros de fuentes extranjeras privadas.

El Empréstito
El empréstito con Edward H. Hartmont consistió en un desembolso de 420,000
libras esterlinas, equivalentes más o menos a dos millones de dólares, al
Estado Dominicano, el cual amortizará 58,900 libras esterlinas al año
pagaderas cada 6 meses a un plazo de 25 años, lo que lleva el total de la
deuda a 1,472,500 libras esterlinas. La deuda sería representada por
emisiones al portador, pudiendo ser colocadas por los señores Hartmont a su
mejor discreción. Las comisiones y los intereses fueron exageradamente altos
alegando grandes riesgos.

En cambio, el Estado Dominicano ponía como garantía los siguientes puntos:


Hipotecas sobre activos del Estado.
Control directo de las aduanas en los puertos de Santo Domingo y Puerto Plata
garantizándose los ingresos de los que eran los principales puertos del país.
Garantía sobre la explotación de las Minas de Carbón y los bosques de la
península de Samaná.
Garantía sobre la explotación y derechos de exportación de las reservas de
guano de la isla de Alto Velo.
Hartmont solamente entregó a Báez 38,000 mil libras esterlinas. Sin embargo,
emitió bonos por encima de la suma total del empréstito con lo que estafó al
gobierno dominicano.
Debido a esto, el Senado Dominicano anula el contrato Hartmont el 20 de julio
de 1870, aunque éste siguió emitiendo bonos que luego se incorporaron a la
deuda dominicana. El total general de la deuda pagada a Hartmont al finalizar
las relaciones en 1888 fue de 142,860 libras esterlinas.

Consecuencias
La crisis financiera generada fue peor que la situación antes de la toma del
préstamo. Este fue el primer préstamo a capitales extranjeros por parte del
Estado e iniciaría una feria de préstamos por parte de los siguientes gobiernos,

52
llegando el Gobierno de Lilís a tomar parte de otro préstamo (Empréstito de la
Westendorp y Cía. En octubre de 1888) para pagar este primer empréstito.
La situación de la deuda dominicana se agravó a tal magnitud que terminó en
la primera Intervención Militar Estadounidense en la República Dominicana en
1916. Estas deudas acumuladas fueron saldadas en su totalidad en 1946.
La existencia de esta deuda fue una de las razones emitidas por algunos
senadores estadounidenses para rechazar la anexión dominicana a los
Estados Unidos, la cual ya había sido aprobada por el congreso dominicano y
por el presidente y el Secretario de Estado norteamericanos.

La dictadura de Lilís.
 Fue dependiente de fuertes endeudamientos de bancos europeos y
estadounidenses para enriquecerse, estabilizar la deuda existente, fortalecer el
sistema de soborno, pagar por el ejército, financiación para el desarrollo de
infraestructura y ayudar a establecer fábricas de azúcar. Sin embargo, los
precios del azúcar experimentaron un fuerte descenso en las dos últimas
décadas del siglo XIX. Cuando la Westendorp Co. se declaró en quiebra en
1893, se vio obligado a hipotecar las tasas aduaneras de la nación, la principal
fuente de ingresos del gobierno, a una empresa financiera de Nueva York
llamada San Domingo Improvement Co. (SDIC), la cual se hizo cargo de su
contrato del ferrocarril y de las reclamaciones de sus tenedores de bonos
europeos a cambio de dos préstamos, uno de $1.2 millones y otro de £2
millones.28 A medida que la deuda pública crecía se hizo imposible mantener
su maquinaria política, Heureaux se basó en préstamos secretos de la SDIC,
plantadores de azúcar y comerciantes locales. En 1897, con su gobierno
prácticamente en bancarrota, Lilís imprime cinco millones de pesos
inorgánicos, conocidos como "Las papeletas de Lilís", arruinando la mayoría de
los comerciantes dominicanos e inspirando una conspiración que terminó en su
asesinato. En 1899, cuando Lilís fue asesinado por los comerciantes de tabaco
del Cibao que habían estado pidiendo un préstamo, la deuda nacional era más
de $35 millones, quince veces el presupuesto anual.

Características del gobierno de Ramón Cáceres.

53
En 1906, Morales Languasco renunció y el horacista y vicepresidente Ramón
Cáceres se convirtió en presidente. Después de suprimir una rebelión en el
noroeste por el general jimenista Desiderio Arias, su gobierno trajo estabilidad
política y crecimiento económico, con la ayuda de las nuevas inversiones
estadounidenses en la industria del azúcar. Sin embargo, su asesinato en
1911, para el que Morales Languasco y Arias fueron indirectamente
responsables, una vez más sumió a la república en el caos. Durante dos
meses, el poder ejecutivo estaba en manos de una junta civil dominada por el
jefe del ejército, el general Alfredo Victoria. El superávit de más de 4 millones
de pesos dejado por Cáceres se gastó rápidamente para suprimir una serie de
insurrecciones.33 Obligó al congreso a elegir a su tío, Eladio Victoria, como
presidente, pero éste pronto fue sustituido por el arzobispo Adolfo Alejandro
Nouel. Después de cuatro meses, Nouel renunció, y fue sucedido por el
horacista congresista José Bordas Valdez, quien aliado con Arias y los
jimenistas mantuvieron el poder.

Convenciones del 1905 y 1907.


Con la nación al borde de la rebeldía, Francia, Alemania, Italia y los Países
Bajos enviaron buques de guerra a Santo Domingo para presionar en reclamo
de sus compatriotas. Con el fin de anticiparse a la intervención militar, el
presidente de estadounidense Theodore Roosevelt introdujo el Corolario
Roosevelt a la Doctrina Monroe, declarando que Estados Unidos asumiría la
responsabilidad de garantizar que las naciones de América Latina cumplieran
con sus obligaciones financieras. En enero de 1905, en virtud de este corolario,
los Estados Unidos asumieron la administración de las aduanas de la
República Dominicana. Bajo los términos de este acuerdo, un Receiver
General, nombrado por el presidente de los EE. UU., mantuvo el 55% del total
de ingresos para pagar a los demandantes extranjeros, mientras que remitió un
45 % al gobierno dominicano. Después de dos años, la deuda externa del país
se redujo de $40 millones a $17 millones.31 En 1907, este acuerdo se convirtió
en un tratado, transfiriendo el control de pagos de aduana a la Bureau of
Insular Affairs de los EE. UU. y concediendo un préstamo de $20 millones de
un banco de Nueva York como abono para reclamaciones pendientes,
haciendo que los Estados Unidos sea el único acreedor extranjero de la

54
República Dominicana. En 1905, el peso dominicano fue reemplazado por el
dólar de EE. UU.

8.- Primera Intervención de los Estados Unidos 1916-1924.


La Infantería de Marina de los Estados Unidos desembarcó en Santo Domingo
el 15 de mayo de 1916. Antes de su llegada, Jimenes dimitió, negándose a ser
sometido por ningún extranjero. El 1 de junio, los marines ocuparon Montecristi
y Puerto Plata. El primer enfrentamiento importante se produjo el 27 de junio de
1916, en Las Trincheras, donde en 1864 los rebeldes dominicanos habían
podido detener a un ejército español. Dos días después de la Batalla de
Guayacanas, el 3 de julio de 1916, los marines se trasladaron a la fortaleza de
Arias en Santiago de los Caballeros. Sin embargo, se evitó un encuentro militar
cuando Arias llegó a un acuerdo con William B. Caperton para cesar la
resistencia. El Congreso Nacional eligió al doctor Francisco Henríquez y
Carvajal como presidente, pero en noviembre, después de que él se negó a
satisfacer las demandas de EE. UU., Wilson anunció la imposición de un
gobierno militar estadounidense, con el contralmirante Harry Shepard Knapp
como Gobernador Militar. El gobierno militar estadounidense implementó
muchas de las reformas institucionales llevadas a cabo en los Estados Unidos
durante la Era Progresista (Progressive Era), incluyendo la reorganización del
sistema tributario, contabilidad y administración, la expansión de la educación
primaria, la creación de una fuerza de policía nacional para unificar el país, y la
construcción de un sistema nacional de carreteras, incluida una carretera que
uniría Santiago a Santo Domingo.

A pesar de las reformas, prácticamente todos los dominicanos resentían la


pérdida de su soberanía a los extranjeros, algunos de los cuales hablaban
español o que mostraban verdadera preocupación por el bienestar de la
nación, y el gobierno militar, incapaz de ganar el respaldo de cualquiera de los
prominentes líderes políticos dominicanos, impuso leyes estrictas y
encarcelaba a los críticos de la ocupación. En 1920, las autoridades de los EE.
UU. promulgaron una Ley de Registro de Tierras, la cual desarticuló los

55
terrenos comuneros y miles de campesinos desposeídos carecían de títulos
formales sobre las tierras que ocupaban, mientras legalizaban títulos falsos en
poder de las compañías azucareras. En el sureste, los campesinos
desposeídos formaron bandas armadas, llamados gavilleros, librando una
guerra de guerrillas que se prolongó hasta la duración de la ocupación, con la
mayoría de los combates en Hato Mayor y El Seibo. Para 1921, los principales
grupos guerrilleros habían sido derrotados, sufriendo un total de casi 3000
muertos. El principal legado de la ocupación fue la creación de un Cuerpo
Nacional de Policía, utilizado por los infantes de marina para ayudar a luchar
contra las diferentes guerrillas, y más tarde el vehículo principal para el
ascenso de Rafael Leónidas Trujillo.

En lo que se conoce como "la danza de los millones", con la destrucción de las
producciones europeas de remolacha azucarera durante la Primera Guerra
Mundial, el precio de la azúcar llegó a su nivel más alto en la historia, de 5.50
dólares en 1914 a $22.50 por libra en 1920. Las exportaciones dominicanas de
azúcar aumentaron de 122 642 toneladas en 1916 a 158 803 toneladas en
1920, ganando un récord de 45.3 millones de dólares.35 Sin embargo, la
producción europea de remolacha azucarera se recuperó rápidamente, lo que,
junto con el crecimiento de la producción mundial de caña de azúcar, saturó el
mercado mundial, haciendo que los precios cayeran en picada a solo 2.00
dólares a finales de 1921. Esta crisis llevó a muchos de los plantadores de
azúcar locales a la quiebra, lo que permitió a grandes conglomerados de EE.
UU. dominar la industria azucarera. En 1926, solo veintiuna propiedades
principales se mantuvieron, ocupando unos 520 000 acres (2100 km²). De
estos, doce empresas de propiedad estadounidense eran dueñas de más del
81 % de la superficie total. Mientras que los plantadores extranjeros que habían
construido la industria azucarera integrada en la sociedad dominicana, estas
corporaciones expatriaron sus beneficios a los Estados Unidos. Como los
precios bajaron, las plantaciones de azúcar cada vez más dependían de los
trabajadores haitianos. Esto se vio facilitado por la introducción de contrato de
trabajo regulado por parte del gobierno militar, el crecimiento de la producción
de azúcar en el suroeste, cerca de la frontera con Haití, y una serie de huelgas

56
llevadas a cabo por los cocolos cortadores de caña organizado por la
"Universal Negro Improvement Association".

En las elecciones presidenciales de 1920 en los Estados Unidos, el candidato


republicano Warren Harding, criticó la ocupación y prometió una eventual
retirada de los EE. UU. Mientras que Jimenes y Vásquez solicitaban
concesiones de los Estados Unidos, el colapso de los precios del azúcar
desacreditó el gobierno militar y dio lugar a una nueva organización política
nacionalista, la Unión Nacional Dominicana, liderada por el Dr. Henríquez y
Carvajal desde el exilio en Santiago de Cuba, el cual exigió la retirada
incondicional. Formaron alianzas con los nacionalistas frustrados en Puerto
Rico y Cuba, así como con los críticos de la ocupación en los propios Estados
Unidos, más notablemente con The Nation y la Haiti-San Domingo
Independence Society. En mayo de 1922, un abogado dominicano, Francisco
J. Peynado, fue a Washington y negoció lo que se conoce como el Plan
Hughes-Peynado. Se estipuló el establecimiento inmediato de un gobierno
provisional en espera de las elecciones, la aprobación de todas las leyes
promulgadas por el gobierno militar de EE. UU., y la continuación del tratado de
1907 hasta que todas las deudas externas de la República Dominicana
hubieran sido saldadas. El 1 de octubre, Juan Bautista Vicini Burgos, el hijo de
un rico inmigrante italiano plantador de azúcar, fue nombrado presidente
provisional, y comenzó el proceso de retirada de los EE. UU.

1.- La tercera república 1924-1965. (Gobierno de Horacio Vásquez,


dictadura de Trujillo, Gobierno de Juan Bosch, Revuelta de abril 1965 y
la segunda intervención de los Estados Unidos).
La Tercera República Dominicana

Abarca desde el 12 de julio de 1924 con la salida de las tropas


estadounidenses tras el fin de la primera ocupación estadounidense, hasta el
28 de abril de 1965 con el desembarco de las tropas estadounidenses tras el
inicio de la Guerra de abril de 1965 y la posterior segunda ocupación
estadounidense. Este período también es conocido como la Era de Trujillo, por

57
la fuerte influencia que ejerció en gran parte de estos 31 años el régimen
trujillista.
Gobierno de Horacio Vásquez.

La ocupación estadounidense terminó en 1924, con un gobierno elegido


democráticamente bajo la presidencia de Horacio Vásquez. En un esfuerzo por
conservar el poder de sus seguidores, en 1927, Vásquez extendió su mandato
de cuatro a seis años. Había una base jurídica discutible para el cambio, el cual
fue aprobado por el Congreso, pero su efectiva promulgación invalidaba la
constitución de 1924 que Vásquez había jurado defender. La Gran Depresión
redujo los precios del azúcar a menos de $1 por libra. Las elecciones estaban
previstas para mayo de 1930, pero de la forma que Vásquez había extendido
su periodo presidencial creó suspicacias sobre la imparcialidad de las
elecciones. En febrero, fue proclamada una revolución en Santiago por un
abogado llamado Rafael Estrella Ureña. Cuando el comandante de la Guardia
Nacional Dominicana (la actual Policía Nacional creada bajo la ocupación),
Rafael Leónidas Trujillo, ordenó a sus tropas a permanecer en sus cuarteles, el
enfermo y envejeciente Vásquez se vio obligado a exiliarse y a proclamar a
Estrella presidente provisional. En mayo, Trujillo fue elegido con el 95 % de los
votos, habiendo utilizado al ejército para acosar e intimidar al personal electoral
y a sus posibles opositores. Después de su toma de posesión en agosto, a
petición suya, el Congreso Dominicano proclamó el comienzo de la "Era de
Trujillo".

Dictadura de Trujillo
Rafael Leónidas Trujillo estableció el control político absoluto con severa
represión de los derechos humanos nacionales, mientras que fomentaba el
desarrollo económico (del que sobre todo él y sus partidarios se beneficiaron).
Trujillo utilizó su partido político, el Partido Dominicano, como un sello
gomígrafo de sus decisiones. La verdadera fuente de su poder fue la Guardia
Nacional, la institución más grande, mejor armada, y la más centralmente
controlada que cualquier fuerza militar en la historia de la nación. Al disolver las
milicias regionales, eliminar los infantes de marina (la principal fuente de
potencial oposición), convirtiendo la Guardia Nacional en un virtual monopolio

58
del poder. El régimen de Trujillo se preocupó por expandir la Guardia Nacional
como una de las mayores fuerzas militares de América Latina, por 1940, el
gasto militar dominicano fue del 21 % del presupuesto nacional. Al mismo
tiempo, desarrolló un elaborado sistema de agencias de espionaje. A finales de
1950, hubo al menos siete categorías de agencias de inteligencia, espiándose
una con otra, así como al pueblo. Todos los ciudadanos eran obligados a llevar
tarjetas de identificación y los pases de buena conducta de la policía secreta.
Obsesionado con la adulación, Trujillo promovió un culto a su extravagante
personalidad. Cuando un huracán azotó Santo Domingo en 1930, matando a
más de 3000 personas, Trujillo reconstruyó la ciudad y la bautizó como "Ciudad
Trujillo", además cambió el nombre de la montaña más alta del país y del
Caribe, el Pico Duarte por "Pico Trujillo". Más de 1800 estatuas de Trujillo
fueron construidas, y todos los proyectos de obras públicas requerían tener una
placa con la inscripción "Era de Trujillo, Benefactor de la Patria".
 
Como las fincas azucareras se dirigieron a Haití para contratar trabajadores
migrantes estacionarios, incrementando el asentamiento en la República
Dominicana de manera permanente, el censo de 1920, llevado a cabo por el
gobierno estadounidense de ocupación, dio un total de 28 258 haitianos
viviendo en el país; para 1935 hubo 52 657 haitianos.

En octubre de 1937, Trujillo ordenó la masacre de 14 000 a 40 000 haitianos,42


4344 alegando que los exiliados haitianos en República Dominicana estaban
conspirando para derrocar su régimen (aunque se le atribuye la ley del ojo por
ojo, tratando de cobrarse las masacres hechas por Haití al país en épocas
anteriores). Este evento más tarde se conoció como "El Corte". La masacre fue
recibida con críticas internacionales. El asesinato fue el resultado de una nueva
política de Trujillo llamada "dominicanización de la frontera". Los nombres de
lugares a lo largo de la frontera fueron cambiados de creole y francés al
español, la práctica del vudú fue declarada ilegal, se impusieron cuotas sobre
el porcentaje de trabajadores extranjeros que las empresas podían contratar, y
se aprobó una ley que impedía a los trabajadores haitianos permanecer en el
país después de la cosecha de azúcar. En 1938, miles más de haitianos fueron

59
deportados por la fuerza y cientos fueron masacrados. En 1962, se produjo una
masacre de afro dominicanos en Palma Sola.

Aunque Trujillo trató de emular al Generalísimo Francisco Franco, dio la


bienvenida a los refugiados republicanos españoles tras la Guerra Civil
Española. Durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, la República
Dominicana dio asilo en muchos judíos que escapaban de Hitler que habían
sido rechazados por otros países. Estas decisiones surgieron de una política de
blanquísimo, estrechamente relacionada con la xenofobia anti-haitiana, que
trataba de agregar más blancos a la población dominicana mediante el fomento
de la inmigración procedente de Europa. En el marco de la Política de buena
vecindad, en 1940, el Departamento de Estado de los Estados Unidos firmó un
tratado con Trujillo renunciando al control de aduanas de la nación. Cuando los
japoneses atacaron Pearl Harbor, Trujillo siguió los pasos de los Estados
Unidos declarándole la guerra a las Potencias del Eje, a pesar de que había
profesado abiertamente su admiración por Hitler y Mussolini. Durante la Guerra
Fría, Trujillo mantuvo lazos estrechos con los Estados Unidos, declarándose a
sí mismo como el "anticomunista número uno" del mundo y convirtiéndose en
el primer presidente de América Latina en firmar un Convenio de Asistencia de
Mutua Defensa con los Estados Unidos.

Trujillo y su familia establecieron un cuasi-monopolio sobre la economía


nacional. En el momento de su muerte, había acumulado una fortuna de
alrededor de $800 millones, él y su familia poseían un 50-60 por ciento de las
tierras cultivables, alrededor de 700 000 acres (2800 km²), y las empresas de
propiedad de Trujillo el 80 % de la actividad comercial en la capital. Explotó el
sentimiento nacionalista para comprar la mayoría de las plantaciones de azúcar
de la nación y refinerías de las corporaciones de EE. UU.; operó un monopolio
en el comercio de sal, arroz, leche, cemento, tabaco, café, y las aseguradoras;
se apropió de dos grandes bancos, varios hoteles, de las instalaciones
portuarias, la línea aérea y una línea de transporte marítimo; descontó el 10 %
de los sueldos de todos los empleados públicos (supuestamente para su
partido), y recibió una porción de los ingresos de la prostitución. La Segunda
Guerra Mundial trajo una mayor demanda de las exportaciones dominicanas, y

60
la década de 1940 y principios de 1950 fueron testigo de un crecimiento
económico y de una expansión considerable de la infraestructura nacional.
Durante este período, la capital pasó de ser solo un centro administrativo para
el centro nacional de transporte marítimo y la industria, aunque era pura
"coincidencia" que por las nuevas carreteras a menudo se llevaban las
plantaciones y las fábricas de Trujillo, y los nuevos puertos beneficiaban el
envío de exportación de las empresas de Trujillo.

La mala administración y la corrupción dieron lugar a grandes problemas


económicos. A finales de la década de 1950, la economía se estaba
deteriorando a causa de una combinación de exceso de gastos en un festival
para celebrar el 25 aniversario del régimen, un gasto excesivo para la compra
de molinos de azúcar y plantas de electricidad privadas, y una decisión de
hacer una gran inversión en la producción de azúcar estatal resultó
económicamente un fracaso.
A lo largo de los años 50 la República Dominicana tuvo la fuerza aérea más
poderosa del Caribe y posiblemente de América Latina, solo superada por
Estados Unidos, gracias a la obsesión de Trujillo por el poder. En su apogeo,
los cientos de aviones, inicialmente piloteados por mercenarios
estadounidenses y brasileños y mantenidos por mecánicos suecos, tenían la
capacidad teórica de alcanzar y bombardear La Habana en 3 horas y
conquistar Haití por completo en 24.

El 19 de junio de 1949, un avión que transportaba a rebeldes dominicanos de


Guatemala fue interceptado y destruido por los guardacostas dominicanos en
Luperón, en la costa norte. Diez años después, el 14 de junio de 1959,
aproximadamente doscientos exiliados dominicanos y revolucionarios cubanos
lanzaron una invasión de la República Dominicana desde Cuba con la
esperanza de derrocar al régimen de Trujillo. Los invasores fueron masacrados
apenas unas horas después de haber desembarcado.

Trujillo intentó intervenir en asuntos de otras naciones latinoamericanas, junto


con los dictadores Anastasio Somoza García (Nicaragua) y Marcos Pérez
Jiménez (Venezuela). Apoyó la invasión de Rafael Ángel Calderón a Costa

61
Rica en 1955. Trujillo hizo alianzas tácticas con poderosos delincuentes
estadounidenses. Valoró el apalancamiento que le dieron para extender sus
campañas contra enemigos políticos en los Estados Unidos. En 1935, un
hombre armado irrumpió en un departamento de la ciudad de Nueva York y
mató a Sergio Bencosme, antiguo ministro del Interior de la República
Dominicana. En 1952, Andrés Requena, editor de un periódico anti-Trujillo, fue
asesinado a tiros en otro departamento de Manhattan. En 1956, los agentes de
Trujillo en Nueva York mataron a Jesús Galíndez, un exiliado vasco que había
trabajado para Trujillo, pero que más tarde denunció el régimen de Trujillo y lo
había puesto en la opinión pública en los Estados Unidos.

En agosto de 1960, la Organización de Estados Americanos (OEA) impuso


sanciones diplomáticas contra la República Dominicana como resultado de la
complicidad de Trujillo en un intento de asesinar al presidente venezolano
Rómulo Betancourt. Ante el temor de que el país se podría unir en contra de
Trujillo y ser sustituido por los comunistas, la CIA ayudó a un grupo de
disidentes dominicanos para asesinar a Trujillo en una persecución
automovilística camino a su casa de campo cerca de San Cristóbal el 30 de
mayo de 1961.

Las sanciones se mantuvieron en vigor después del asesinato de Trujillo. Su


hijo Ramfis asumió el control de facto, pero fue depuesto por sus dos tíos,
después de una disputa sobre la posible liberalización del régimen. En
noviembre de 1961 surge el levantamiento militar de la "Rebelión de los
Pilotos" y la familia Trujillo se vio obligada a exiliarse, huyendo a España, y el
hasta ese momento presidente títere Joaquín Balaguer asumió el poder
definitivo.
 
Gobierno de Juan Bosch
Después de 23 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país cuando Trujillo
fue asesinado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida política nacional,
como el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue
percibida como un cambio por los dominicanos. Su manera de hablar, directa y
sencilla, sobre todo al dirigirse a las capas más bajas de la población rural y

62
urbana, le proporcionó una gran simpatía popular. Aunque fue víctima de una
campaña sucia por parte de la Iglesia y los sectores conservadores que lo
acusaron de ser comunista, en las elecciones del 20 de diciembre de 1962,
Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato Fiallo de la
Unión Cívica Nacional. Fueron las primeras elecciones libres después de la
muerte del dictador.

El 27 de febrero de 1963, Bosch y Segundo Armando González Tamayo


tomaron posesión como nuevo presidente y vicepresidente de la República
Dominicana, en una ceremonia que contó con la participación de importantes
líderes democráticos y personalidades, como Luis Muñoz Marín y José
Figueres. Bosch hizo inmediatamente una profunda reestructuración del país.
El 6 de abril, se promulgó una nueva constitución de carácter liberal que
concedía derechos desconocidos por los dominicanos. Entre otras cosas,
consignó los derechos laborales y la libertad sindical, y se ocupó por sectores
tradicionalmente excluidos como las mujeres embarazadas, los hijos ilegítimos,
las personas sin hogar, niñez, la familia, la juventud y los agricultores, entre
otros.

Bosch enfrentó sectores tradicionalmente poderosos. Su actitud contra el


latifundio le acarreó la animadversión del sector terrateniente. La Iglesia
católica creyó que Bosch estaba tratando de secularizar el país. Los
industriales recelaban de los beneficios que la nueva Constitución otorgaba a la
clase obrera. Los militares, que antes disfrutaban de la libertad de hacer lo que
quisieran, sintieron que Bosch los sometía. Además, el gobierno de los Estados
Unidos se mostraba escéptico ante el menor indicio de la política de izquierda
en el Caribe después de que Fidel Castro se declaró abiertamente comunista.
 
Revuelta de abril 1965
La Guerra Civil Dominicana, también conocida como la Guerra de Abril, la
Revolución del 65, o simplemente como la Revolución de Abril, tuvo lugar entre
el 24 de abril y el 3 de septiembre de 1965, en Santo Domingo, República
Dominicana. Inició cuando seguidores civiles y militares del presidente
constitucionalmente electo Juan Bosch derrocaron al presidente Donald Reid

63
Cabral. El golpe de estado llevó al general Elías Wessin y Wessin a organizar
militares leales al presidente Reid Cabral, iniciando una campaña contra los así
llamados rebeldes constitucionalistas. Alegaciones de apoyo extranjero a los
rebeldes conllevó a una intervención estadounidense en el conflicto, que
después se transformó en una ocupación de la Organización de los Estados
Americanos (OEA) en el país. Más tarde en el mismo año las tropas
internacionales se retiraron del país. Se realizaron elecciones en 1966, en las
cuales Joaquín Balaguer fue elegido presidente.

La segunda intervención de los Estados Unidos


El 28 de abril de 1965, los militares del ejército anti-boschistas solicitaron la
intervención militar de EE. UU. y las fuerzas de EE. UU. desembarcaron,
ostensiblemente para proteger a los ciudadanos estadounidenses y evacuar a
otros ciudadanos extranjeros. En lo que fue inicialmente conocido como
Operation Power Pack, 23 000 soldados estadounidenses fueron enviados a la
República Dominicana.

Denegando la victoria militar, los rebeldes "constitucionalistas" rápidamente


formaron un Congreso constitucionalista eligiendo a Caamaño presidente del
país. Los funcionarios estadounidenses se opusieron y apoyaron general
Antonio Imbert Barrera. El 7 de mayo, Imbert Barrera fue juramentado como
presidente del llamado Gobierno de Reconstrucción Nacional. El siguiente paso
en el proceso de estabilización, según lo previsto por Washington y la OEA, fue
arreglar un acuerdo entre el presidente Caamaño, y el presidente Imbert
Barrera para formar un gobierno provisional comprometido a elecciones
anticipadas. Sin embargo, Caamaño se negó a reunirse con Imbert hasta que
varios de los oficiales leales, incluyendo Wessin y Wessin, se hicieron para salir
del país.
El 13 de mayo el general Imbert comenzó la "Operación Limpieza" y sus
fuerzas tuvieron éxito en la eliminación de focos de resistencia rebelde fuera de
Ciudad Nueva y en censurar a Radio Santo Domingo. La Operación Limpieza
terminó el 21 de mayo.

64
El 14 de mayo los estadounidenses establecieron un "corredor de seguridad"
que conectaba la Base Aérea de San Isidro y el Puente Duarte con el Hotel
Embajador y la Embajada de Estados Unidos en el centro de Santo Domingo,
tuvo esencialmente acordonado a la zona constitucionalista de Santo Domingo.
Las carreteras fueron bloqueadas y las patrullas corrían continuamente. Unas
6500 personas de muchas naciones fueron evacuadas a un lugar seguro.
Además, las fuerzas de EE. UU. lanzaban por aire grandes suministros de
socorro para los nacionales dominicanos.

A mediados de mayo, la mayoría de la OEA votó por la "Operación Push


Ahead", la reducción de las fuerzas de Estados Unidos y su sustitución por una
Fuerza Interamericana de Paz (IAPF). La Fuerza Interamericana de Paz (IAPF)
se constituyó formalmente el 23 de mayo. Las siguientes tropas fueron
enviadas por cada país: Brasil - 1130, Honduras - 250, Paraguay - 184,
Nicaragua - 160, Costa Rica - 21 policías militares, y El Salvador - 3 oficiales de
Estado Mayor. El primer contingente en llegar fue una compañía de fusileros de
Honduras que pronto fueron respaldados por destacamentos de Costa Rica, El
Salvador y Nicaragua. Brasil presentó la mayor unidad, un batallón blindado de
infantería. El general brasileño Hugo Alvim asumió el mando de las fuerzas
terrestres de la OEA, y el 26 de mayo las fuerzas de EE. UU. comenzaron a
retirarse.

El 15 de junio de 1965, tanques estadounidenses M48A3 Patton entraron en la


ciudad apoyados por los leales sin que los tanques ligeros AMX-13 y Lanverk
L-60 rebeldes los pudieran detener, cayendo la posición norte de estos, aunque
el bastión principal resistió con el uso de barricadas y cócteles molotov. La
lucha continuó el 31 de agosto de 1965, cuando se declaró una tregua. La
mayoría de las tropas estadounidenses se marcharon poco después y la
vigilancia y las operaciones de paz fueron entregados a las tropas brasileñas,
pero un remanente de los militares de EE. UU. se mantuvo hasta septiembre
de 1966. 13 soldados estadounidenses murieron mientras que 95 fueron
heridos. Los constitucionalistas perdieron a 77 combatientes y 175 heridos.

65
Frente a las amenazas y los ataques en curso, incluyendo un ataque
particularmente violento en el Hotel Matum en Santiago de los Caballeros,
Caamaño aceptó un acuerdo impuesto por el gobierno de EE. UU. El
Presidente Provisional dominicano, Héctor García Godoy, envió al coronel
Caamaño como Agregado Militar de la Embajada Dominicana en el Reino
Unido.

2.- Características de los doce años de Joaquín Balaguer 1966-1978.


En junio de 1966, Joaquín Balaguer, líder del Partido Reformista (que más
tarde se convirtió en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), fue elegido
y reelegido para el cargo en mayo de 1970 y mayo de 1974, en ambas
ocasiones después de que los principales partidos de oposición se retiraran a
finales de la campaña por el alto grado de violencia de los grupos
progubernamentales. El 28 de noviembre de 1966 se creó una nueva
constitución, firmada y puesta en uso. La constitución indicaba que un
presidente debía ser elegido para un mandato de cuatro años. Si había una
elección cerrada, habría una segunda vuelta de votación para decidir el
ganador. La edad de votar era de dieciocho años, pero las personas casadas
menores de dieciocho años también podían votar. Balaguer llevó a la República
Dominicana a través de una profunda reestructuración económica, basada en
la apertura del país a la inversión extranjera, mientras protegía las industrias de
propiedad estatal y de determinados intereses privados. La mayor parte de los
primeros nueve años de Balaguer en la presidencia del país experimentaron
altas tasas de crecimiento (por ejemplo, una tasa media de crecimiento del PIB
del 9.4 por ciento entre 1970 y 1975), mientras que la gente se refería a este
suceso como el "milagro dominicano". El exterior, sobre todo la inversión de
estadounidense, así como la ayuda extranjera, fluían en el país; el azúcar, para
entonces, el producto principal de exportación del país, gozaba de buenos
precios en el mercado internacional y el turismo creció enormemente.

Sin embargo, este excelente desempeño macroeconómico no fue acompañado


por una distribución equitativa de la riqueza. Mientras un grupo de nuevos
millonarios florecía durante las administraciones de Balaguer, los pobres
simplemente se convirtieron en más pobres. Es más, los pobres eran

66
generalmente el blanco de represión estatal, y sus reivindicaciones
socioeconómicas fueron etiquetadas como "comunistas" y tratados en
consecuencia por el aparato de seguridad del Estado. En las elecciones de
mayo de 1978, Balaguer fue derrotado en su candidatura para un cuarto
periodo consecutivo por Antonio Guzmán, del PRD. Posteriormente, Balaguer
ordenó a las tropas asaltar la Junta Electoral y destruir las urnas, declarándose
el mismo vencedor. El presidente estadounidense Jimmy Carter y la comunidad
internacional se negó a reconocer la supuesta "victoria" de Balaguer, y, frente a
la negación de ayuda por parte del exterior, Balaguer tuvo que admitir la
derrota.
 
3.- Características de los ocho años del PRD. (1978-1982 Silvestre
Antonio Guzmán Fernández y Jacobo Majluta; 1982-1986 Salvador
Jorge Blanco).

Gobierno de Silvestre Antonio Guzmán Fernández


Su gobierno se caracterizó por un fuerte respeto a las libertades públicas,
condición prácticamente inexistente en la historia dominicana del siglo XX.
Guzmán es considerado como el artífice de la consagración democrática
dominicana, al verificarse por primera vez la alternancia de partidos políticos en
el Estado por la vía electoral.

Gobierno de Jacobo Majluta


En su calidad de vicepresidente asumió la Presidencia Constitucional de la
República en el periodo de transición del 4 de julio al 15 de agosto de 1982.
Una de las cosas que hizo fue abaratar los precios de los artículos de primera
necesidad; con esto quería asegurarse el poder para unas próximas
elecciones. En 1986 se presentó como candidato por el Partido Revolucionario
Dominicano (PRD) y aliados obteniendo la mayoría de los sufragios, pero no
ganó las elecciones debido básicamente a la oposición de una parte de
dirigentes del PRD que habían hecho causa común con la facción que
encabezaba el presidente de turno; Salvador Jorge Blanco, posteriormente
encarcelado por el decretado ganador de los comicios Joaquín Balaguer.

67
Ingresó al PRD en 1961, desempeñando posiciones de dirección en dicho
partido. Tras ser elegido senador, ocupó la presidencia de la Cámara Alta
desde 1982 hasta finales de 1984. Posteriormente se desató una crisis con su
elección y la de otro bufete senatorial. Presidió nuevamente dicha cámara del
1985 al 1986.

Majluta, que fungía como vicepresidente de la República, juró su cargo


inmediatamente después de la muerte de Antonio Guzmán como presidente de
la República. Trabajó arduamente para que los oficiales militares que antes
apoyaban a Guzmán aceptaran a Salvador Jorge Blanco.

Fundó el Frente de Convergencia Democrática, integrado por personas que no


pertenecían al PRD, pero que simpatizaban por su candidatura. Luego de
marcadas contradicciones políticas entre él y José Francisco Peña Gómez, el
PRD entra en proceso de división donde Majluta decide formar su propia
organización política, el Partido Revolucionario Independiente (PRI).

Gobierno de Salvador Jorge Blanco


La presidencia entre 1982 y 1986 en la República Dominicana de Salvador
Jorge Blanco (1926-2010), del socialdemócrata Partido Revolucionario
Dominicano (PRD), estuvo caracterizada por los aprietos económicos y
financieros, y por la gestión errática del estadista, que osciló entre el
acatamiento de los dictados del FMI, la represión de las protestas populares
por el deterioro de las condiciones de vida y la concesión de medidas
favorables a las fuerzas sociales. Tras terminar su mandato, este profesional
de la abogacía hizo frente a un largo proceso penal por actos de corrupción
que, según el tribunal que le juzgó y condenó, había tolerado y cometido.
 
4.- Características de los 10 años de Joaquín Balaguer 1986-1996.
Balaguer se volvió a presentar como candidato en 1986 aprovechándose de
una división en el Partido Revolucionario Dominicano para ganar la presidencia
de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde derrotó por escaso

68
margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para entonces, tenía 80 años
y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma durante muchos años).
El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal que el anterior. En este
periodo Balaguer era mucho más tolerante a los partidos de oposición y los
derechos humanos.

Siguió con sus grandes proyectos de infraestructura, tales como la construcción


de carreteras, puentes, escuelas, proyectos de viviendas y hospitales.
Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de gran visibilidad eran muy
publicitado en los medios de comunicación controlados por el gobierno y través
de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar la popularidad de
Balaguer. La economía también mejoró considerablemente.

En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una ligera política de populismo,


en lo que se refiere a la entrega de canastas, dinero y otras "dádivas" al pueblo
dominicano con el propósito de gobernar con el apoyo del campesinado y la
masa pobre, que es la mayoría. El clientelismo también se manifestó en gran
medida.
En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra reelegirse con el 35.1%
de los votos, contra el 33.9% de Juan Bosch del Partido de la Liberación
Dominicana, y un Partido Revolucionario Dominicano que mantenía una crisis
interna. Este proceso se caracterizó por la expresión de amplios sectores de la
vida política y social, que criticaban la legitimidad de dichas elecciones, a lo
que Balaguer respondió lanzando los militares a la calle y decretando un toque
de queda.

En 1992, para el 500. aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América y


la visita del Papa Juan Pablo II, Balaguer gastó millones en la restauración de
la histórica ciudad colonial de Santo Domingo, y readecuándola para la visita
del Papa, quien junto a Balaguer inauguró el Faro a Colón.

Ese mismo año gastó más de doscientos millones de dólares en la


construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez pisos en honor a
Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para transmitir la

69
imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea visible a
decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que supuestamente
alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de menor
importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de energía
y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron fuente
de mucha controversia.

En 1994 Balaguer decidió optar de nuevo por la presidencia, incluso cuando ya


tenía casi 90 años de edad y ciego por completo. Esta vez, su principal
competidor era José Francisco Peña Gómez del Partido Revolucionario
Dominicano.

Esta campaña fue una de los peores de la historia dominicana. Su Partido


Reformista Social Cristiano con frecuencia utilizaba la ascendencia haitiana de
Peña Gómez a su favor. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que Peña
anexionaría el país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de
maniobra en las elecciones, se impuso con un 42.3%, contra un PRD que
obtuvo el 41.6% de los votos, donde se asegura que ocurrieron alteraciones de
actas y del padrón electoral en la misma Junta Central Electoral. Peña alegó
fraude, y llamó a una huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar en
apoyo a la huelga.

En este periodo se sucedió la misteriosa desaparición del profesor universitario


y activista Narciso González (Narcisazo), un vehemente crítico de la política de
Balaguer. Su desaparición que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a su
gobierno.

Una investigación posterior reveló que la Junta Central Electoral no sabía el


número total de votantes registrados, y el resultado en las listas distribuidas en
los colegios electorales no coincidían con las dadas a los partidos. La
investigación también reveló que unas 200.000 personas habían sido retiradas
de las urnas. En medio de tales preguntas sobre la legitimidad de la encuesta,
acordaron celebrar nuevas elecciones en 1996, pero esta vez Balaguer no

70
sería candidato. En este sentido, cumplió su palabra de poner su cargo a
disposición de la administración estadounidense.

El acuerdo político de los gobernantes, de sectores del poder fáctico que


incluye a la Iglesia católica, y de los dirigentes de los partidos políticos, dejaron
establecida una reforma constitucional que se hizo el 14 de agosto de 1994.
Este acto de consenso jurídico fue preferido a la anulación total de las
elecciones y fue conocido como "Pacto por la Democracia".

En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado Garrigosa, terminó muy lejos de


llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a Leonel Fernández
del Partido de la Liberación Dominicana en una inusual coalición con Bosch, su
enemigo político de más de 30 años.

En las elecciones presidenciales de 2000, Balaguer, a la edad de 94 años, se


postuló por novena y última vez a la Presidencia de la República Dominicana;
pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su avanzada edad y al
cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos, logró más del 20% de los votos,
ubicándose en el tercer lugar.
5.- Características de los gobiernos del PLD 1996-2000, 2004-2012
Leonel Fernández; 2012-2020 Danilo Medina.
En 1996, Leonel Fernández Reyna del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) y pupilo de Juan Bosch obtuvo más del 51 % de los votos, a través de
una alianza con Balaguer. La primera gran ejecución de Fernández fue la venta
de algunas empresas de propiedad estatal. Aunque Fernández fue elogiado por
poner fin a décadas de aislamiento y mejorar las relaciones con otros países
del Caribe, fue criticado por descuidar la salud pública, la educación, no luchar
contra la corrupción y la pobreza que afectaba a un 60% de la población.
Fernández, elegido en 2004, estableció medidas de austeridad para desinflar el
peso y sacar al país de su crisis económica, y en el primer semestre de 2006,
la economía creció 11.7 %, llevando el peso a descender hasta 28 pesos por
cada dólar, aunque esta mejoría no duró mucho y el peso se estabilizó en 34
por cada dólar. Su administración se caracterizó por la construcción de grandes
obras y las reformas institucionales, pero también por el aumento de la

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inseguridad ciudadana, los casos de narcotráfico, la corrupción administrativa y
del clientelismo político.

En las últimas tres décadas, las remesas de los dominicanos residentes en el


extranjero, principalmente en los Estados Unidos, se han convertido cada vez
más importante para la economía. De 1990 al 2000, la población dominicana
de los EE. UU. se duplicó en tamaño, de 520 121 a 1 041 910, dos tercios de
los cuales nacieron en la República Dominicana. Más de la mitad de todos los
domínico-estadounidenses viven en Nueva York, con una mayor concentración
en el barrio de Washington Heights en el norte de Manhattan. Durante la última
década, la República Dominicana se ha convertido en la principal fuente de
inmigración hacia Nueva York, y hoy el área metropolitana de Nueva York tiene
una mayor población dominicana que cualquier otra ciudad, con excepción de
la propia Santo Domingo. Las comunidades dominicanas también se han
desarrollado en Nueva Jersey (en particular, Paterson), Miami, Boston,
Filadelfia, Providence y Lawrence, Massachusetts. Además, decenas de miles
de dominicanos y sus descendientes viven en Puerto Rico. Muchos
dominicanos llegan a Puerto Rico ilegalmente por mar a través del Canal de la
Mona, algunos para quedarse y otros para pasar a los EE. UU. (ver Inmigración
dominicana a Puerto Rico). Los dominicanos residentes en el extranjero
enviaron un estimado de 3000 millones de dólares en remesas a sus familiares
en el país, en el año 2006. En 1997, una nueva ley que entró en vigor,
permitiendo que los dominicanos residentes en el extranjero pudieran retener
su ciudadanía y ejercer el voto en las elecciones presidenciales. El presidente
Fernández, quien creció en Nueva York, fue el principal beneficiario de esta ley.

Fernández fue sustituido por su propio compañero de partido Danilo Medina en


las elecciones presidenciales de 2012; Mejía, quien iba como principal
contrincante por el PRD, fue vencido por Medina en primera vuelta.
Medina comenzó su mandato con una serie de controvertidas reformas
económicas y sociales a fin de hacer frente a la situación fiscal dejada por la
administración de Fernández, que a pesar de una supuesta austeridad
implementada por su gobierno, dejó un gran déficit fiscal durante su último
mandato ascendiente a más de 180,000 millones de pesos dominicanos.

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6.- Características del gobierno del PRD 2000-2004, Hipólito Mejía.
En mayo de 2000, Hipólito Mejía del centro-izquierdista PRD fue elegido
presidente en medio de un descontento popular por los cortes de energía y la
reciente privatización del sector eléctrico. Desde el 1986 no había sido
gobierno este partido. El presidente Fernández, en su mandato, firmó los
Juegos Panamericanos e Hipólito Mejía llevó a cabo los Juegos
Panamericanos del 2003 en el 2003, para lo cual tuvo que construir villas
olímpicas, y muchas instalaciones deportivas. A todo lo largo y ancho del país
en cada comunidad se construyó un centro polideportivo, como un medio para
la juventud y salud de la ciudadanía. El presidente Mejía incentivó la
agricultura, y reavivó el campo. En este período hubo un fraude bancario de la
entidad financiera BANINTER, uno de los bancos principales, que tenía
problemas desde años anteriores, como también el BANCRÉDITO, y el
presidente Mejía devolvió a los ahorrantes parte de su dinero para así evitar
una crisis tal como el "corralito" de Argentina, y evitar que todos los ahorrantes
sacaran el dinero de todos los bancos y se produjera una inestabilidad
económica mayor. Su presidencia vio mayor inflación e inestabilidad del peso.
Durante su tiempo como presidente, la paridad relativamente estable de la
moneda cayó de 16 pesos dominicanos por 1 dólar estadounidense a 60 pesos
por cada dólar estadounidense, dejándolo a 42 pesos por un dólar cuando salió
del poder. En su gobierno, la República Dominicana participó en la coalición
liderada por Estados Unidos en Irak, como parte de la "Brigada
Hispanoamericana" dirigida por España durante la Guerra de Irak. En
diciembre de 2003 se reportó que al menos tres iraquíes, entre ellos dos niños,
resultaron heridos a consecuencia de un ataque con cinco granadas de mortero
contra la base en la que estaban los dominicanos en Diwaniya, sin que alguno
de los dominicanos resultara afectado.

En 2004, el país retiró a sus 604 soldados de Irak. En mayo de 2004, Mejía fue
derrotado por el expresidente Leonel Fernández en las elecciones
presidenciales.
 

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7.- Dar tú opinión personal sobre el gobierno del PRM de Luis
Abinader. Medidas adoptadas en este corto tiempo.

Su administración, aunque ha tratado de diferenciarse de la anterior, ha


continuado algunas prácticas del mandatario anterior, como es dedicar los fines
de semanas para visitar comunidades como lo hacía Medina con sus visitas
sorpresa. En el caso de Abinader, estas visitas siguen realizándose, pero son
anunciadas. Por otro lado, su gobierno se ha caracterizado por una relación
cercana con los medios de comunicación.

Sus primeros 100 días en el cargo, en un contexto de mitigación de la


pandemia de la Covid-19, los  he catalogado positivamente y he valorado las
medidas adoptadas durante esta crisis sanitaria, en cuanto a la medida del
toque de queda, entiendo que el presidente busca la manera de disminuir los
contagios pero pienso que aun con  los toques de queda más estrictos desde
un principio de la pandemia quienes la han tomado con responsabilidad se han
quedado en sus casas por otra partes los que toman esto como un juego y no
le importa en lo absoluto siempre buscan la manera de salir a aglomerarse con
los demás ya sea a tomar bebidas alcohólicas u otra actividad.

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