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Articulo Psicologia Clinica
Articulo Psicologia Clinica
SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
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INTRODUCCIÓN
La historia de las adicciones va unida a la historia del hombre. Diferentes hechos tales como
fumar cigarrillos, beber alcohol, mascar hojas de coca, esnifar preparados psicoactivos, beber
pócimas, fumar marihuana, utilizar el opio para el dolor, etc; son ejemplos bien conocidos de
algunas de las sustancias que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia o sigue utilizando.
(Becoña 1998) [1]
El consumo de drogas consideradas como legales tales como el alcohol y el tabaco y de algunas
ilegales como el cannabis, cocaína, drogas de síntesis, etc.) se ha extendido en nuestra sociedad
de modo amplio en las últimas décadas. Ningún país desarrollado ha quedado atrás en el
surgimiento de estos problemas, tal como lo reflejan distintos estudios, encuestas y la propia
realidad clínica de las personas que acuden en busca de ayuda cuando el problema les ha
desbordado o les está produciendo graves consecuencias en su salud física, en su salud mental,
en su trabajo, en la vida familiar, en su economía, etc.
REFLEXIÓN Y ANALISIS
Las sustancias psicoactivas o drogas son definidas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) como toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de
administración, que produce de algún modo una alteración del natural funcionamiento del
sistema nervioso central del individuo y es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica,
física o ambas, Así mismo las personas con abuso de sustancias psicoactivas muestran a largo
plazo un riesgo considerable de padecer otras patologías mentales y riesgos físicos sobre todo
relacionados con el suicidio, muertes accidentales, delincuencia, depresión y una afectación en la
función psicosocial, siendo necesario tomar desde la psicología clínica acciones con el fin de
evitar el desencadenamiento de este tipo de hechos en la sociedad [2].
La adicción a este tipo de sustancias se ha convertido en un gran desafío para las sociedades
actuales, en diferentes ramas como lo es la psicología clínica, ya que la adicción es considerada
la causa de diversos problemas de estudio tales como son depresión, trastorno bipolar, ansiedad,
abusos, trastorno de personalidad, ya que ha traído consigo consecuencias tanto individuales
como sociales, que están afectando de manera directa el bienestar y la seguridad de un número
cada vez. mayor de niños, jóvenes y adultos, comprometiendo en gran medida su futuro.
La ingesta de psicotrópicos según (Mendoza & Vargas, 2017) se entiende como un problema
complejo de tipo social, biológico, psicológico y social convirtiéndose en una epidemia a nivel
mundial, vulnerando a niños, adolescentes y jóvenes (Galiano, 2015). [3]
La magnitud del problema del consumo y abuso de sustancias psicoactivas en el mundo tiene
demasiados estudios y múltiples dilemas sin resolver. De acuerdo con el informe sobre las
drogas del 2022, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron
drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década
anterior. Las personas jóvenes están consumiendo más drogas y los niveles de consumo actuales
en muchos países son más altos que los de la generación anterior. En África y América Latina,
las personas menores de 35 años representan la mayoría de quienes reciben tratamiento por
trastornos relacionados con el consumo de drogas. (WORLD DRUG REPORT)
El Informe estima que, a nivel global, 11.2 millones de personas se inyectan drogas. Alrededor
de la mitad vive con hepatitis C; 1.4 millones con VIH y 1.2 millones, con ambos. [4], [5]
Por otro lado en Colombia, de acuerdo con el estudio nacional de consumo en el año 2019, se
observa que el alcohol es la sustancia psicoactiva de mayor uso en el país. De acuerdo con este
estudio el 84% de las personas declaró haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la
vida, y el 30,1% lo ha hecho en el último mes, lo que equivale aproximadamente a 7.1 millones
de personas. Del total de consumidores actuales de alcohol casi un 50% tienen entre 18 y 34 años
de edad. En el análisis comparativo con las encuestas anteriores, en este estudio se consolida una
estabilización y /o disminución del consumo de alcohol y con respecto a sustancias ilegales, En
relación con el uso de cualquier sustancia ilícita (marihuana, cocaína, basuco, éxtasis o heroína),
se evidencia una disminución en el uso entre los estudios 2013 y 2019. En la prevalencia de
último año se presenta disminución en medio punto porcentual pasando de 3,4% en 2013 a 2,9%
en 2019. Esto se explica fundamentalmente por la reducción entre los hombres de 5,7% a 4,5%,
dado que entre las mujeres el consumo de drogas ilícitas se mantiene estable entorno al 1,3%. [6]
Teniendo en cuenta estos informes estadísticos presentados por diferentes entidades, es necesario
examinar la problemática de la adicción del consumo, abordando los factores psicosociales que
influyen en el consumo los cuales se clasifican en diferentes grupos como son los factores
individuales, factores familiares y escolares
Los Factores familiares que se destacan son la permisividad, las prácticas inadecuadas de
funcionamiento familiar, y la falta, la rigidez o la inconsistencia de las pautas normativas y
disciplinarias, así como las relaciones distantes y frías, el rechazo o la hostilidad o, al contrario,
el aglutinamiento y la falta de diferenciación entre los miembros de la familia. Asimismo,
influyen las relaciones conflictivas, el involucramiento excesivo de los padres, los límites rígidos
o difusos, la triangulación del conflicto, las alianzas intergeneracionales y la parentalización de
los hijos, es decir la adjudicación a ellos de más responsabilidades familiares y domésticas de las
debidas.
Otros factores que inciden son las presiones sociales que ejercen los iguales, (siendo el elemento
principal la necesidad de pertenencia), los amigos (en relación a las distintas formas de
convivencia que rigen el grupo y el uso del tiempo libre), la familia (la calidad de interacción
entre padres e hijos, falta de proximidad, la ausencia de amor en las relaciones y la presencia de
hostilidad), así también el contexto explicado por (lugares para el consumo y las maneras que
facilite el acceso a las drogas), y la búsqueda de nuevas sensaciones (curiosidad, por diversión
principio de satisfacción y las actitudes o creencias individuales hacia el consumo). De esta
manera se ha logrado describir los factores psicosociales de acuerdo al grado de exposición o
riesgo de consumo de sustancias describiéndoles como los más influyentes para el consumo de
sustancias psicotrópicas dentro del contexto estudiado. Además se constató que los factores de
riesgo son los propios factores psicosociales que se evidenciaron como asociados al consumo de
sustancias, además de otros factores de riesgo como los factores escolares (con relación a la
oportunidad de consumo, la disponibilidad de sustancias), y contextuales (fiestas patronales y
religiosas), mismos que van a predecir y potenciar el consumo. [3]
CONSECUENCIAS
En la actualidad, son conocidas las consecuencias negativas que tiene el consumo de las drogas,
tanto legales como ilegales, desde los diferentes factores tales como en la salud y el jurídico. Las
adicciones afectan la salud mental, al involucrar el funcionamiento alterado de circuitos
cerebrales, que ocasiona múltiples trastornos cognitivos, emocionales y comportamentales.
Las drogas y sus efectos a nivel del sistema nervioso central, tienen repercusiones a nivel
cognitivo y diversos investigadores han estudiado el impacto en la esfera emocional. Es bien
conocida la interrelación entre depresión, ansiedad y conducta adictiva: un sujeto depresivo o
ansioso puede recurrir al consumo de sustancias como medio paliativo. También es habitual que
los adictos a sustancias padezcan depresión o ansiedad como enfermedad asociada [8]
Campos y otros, afirman que el 26,4 % de los sujetos con un trastorno relacionado con drogas,
padece también un trastorno afectivo. Afirman que la presencia de un trastorno por uso de
sustancia y la presencia de otra enfermedad psiquiátrica de la esfera afectiva, se asocian a riesgo
elevado de suicidio y resistencia a los tratamientos farmacológicos
En los últimos 10 años se han realizado varios estudios sobre prevalencia de consumo de alcohol
y accidentalidad en el trabajo. En ellos se ha encontrado que entre el 15% y el 30% de los
accidentes mortales ocurridos en el trabajo se deben al consumo de drogas; el 20% a 25% de los
accidentes laborales afectan a personas en estado de intoxicación y los consumidores de alcohol
padecen de 2 a 4 veces más accidentes, siendo el ausentismo laboral 2 a 3 veces mayor que 3
Alcohol and the workplace. Institute of alcohol studies. Junio 1997. 3 en los demás empleados.
En general el porcentaje de trabajadores con un consumo abusivo de alcohol va desde el 40%
hasta el 70%.4
En Estados Unidos el uso de alcohol y drogas le cuesta a los empleadores 200 billones de dólares
al año en pérdida de productividad, tratamientos médicos y accidentes laborales. El 6.6% de los
americanos trabajadores de tiempo completo, 4.9% de los de tiempo parcial y 10.4% de los
desempleados reportan consumos altos de alcohol definidos como 5 o más copas en una ocasión,
en 5 o más días en los últimos treinta días; el más alto porcentaje es reportado en desempleados:
12.2%. [9]
se pudo confirmar que los pacientes presentaron alteraciones tanto ansiosas como depresivas y
el tiempo de consumo estuvo relacionado con la intensidad de la sintomatología. A mayor
intensidad de la sintomatología afectiva, hubo mayor probabilidad de consumo
PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN
En la actualidad, los psicólogos clínicos tratan de provocar una buena disposición al cambio en
los pacientes e incrementar la motivación a través de una serie de técnicas dependiendo de la fase
en la que se encuentre. Una parte importante del modelo es reconocer que la motivación es
influenciable. Así, los pacientes deben sentir que parte de la responsabilidad del cambio está en
ellos mismos, debiendo ser consciente de que tienen una capacidad inherente con potencial para
cambiar.
Se deben tener estrategias con fines de motivar el cambio, fomentar la autoeficacia, trabajar la
resistencia, fomentar la discrepancia y expresar la empatia, por medio de la entrevista
motivacional,
2. Imagina el futuro. Empieza a hablar sobre cómo podría ser la vida después del cambio, o a
prever dificultades que podrían surgir o comentar las ventajas de un cambio. 6. Experimenta
diferentes vías. Es posible que pruebe algunos enfoques posibles (p. ej, estar sin beber algunos
días, leer un libro de autoayuda…).
EVALUACIÓN DE LA EFICACIA
Con la evaluación obtenemos una valoración global del individuo, que permite establecer un
pronóstico de qué se puede hacer, cómo y cuándo. De este modo, la evaluación se convierte en
un punto esencial de todo el proceso terapéutico al permitir definir y ajustar el mejor tratamiento
interdisciplinar para cada caso
CONCLUSIÓN
La psicología clínica es una de las ramas más importantes, valiosas e interesantes del mundo de
la salud mental.
Esto no sólo representa beneficios para los individuos o familias que reciben tratamientos de
manera directa y continua.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
[1] Becoña, E. (1998b). Conductas adictivas. ¿El problema del siglo XXI? Psicología
Contemporánea, 5, pp. 4-15.
[2] Bedoya, P. B., Prada, M. P. P., Robayo, G. M. R., López, A., & Díaz, G. H. R. (2015).
Consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales, factores de protección y de riesgo: estado
actual. Revista Investigación en Salud Universidad de Boyacá, 2(1), 31-50.
[4] Duarte Alarcón, C., Varela Arévalo, M. T., Salazar Torres, I. C., Lema Soto, L. F., &
Tamayo Cardona, J. A. (2012). Motivaciones y recursos para el consumo de sustancias
psicoactivas en universitarios. Hacia la Promoción de la Salud, 17(1), 92-104.
[7] Rubiano Ordoñez, G. S., Sicard Arenas, G. D., & Avellaneda Rincón, J. A. (2015).
Dependencia a sustancias en perspectiva de la psicología clínica sistémica y clínica
comportamental.
[8] Contreras Olive, Y., Miranda Gómez, O., & Torres Lio-Coo, V. (2020). Ansiedad y
depresión en pacientes adictos a sustancias psicoactivas. Revista cubana de medicina militar, 49.
[9] Valencia, J. E., & Pérez Gómez, A. (2004). Ausentismo laboral y su relación con el consumo
de alcohol y otras sustancias psicoactivas. Ministerio Público Fiscal, Oficina de Investigación y
Estadísticas Político Criminales.