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INTERVENCIÓN DESDE LA PSICOLOGIA CLINICA DEL CONSUMO DE

SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

XXXXXXXXXXXXX

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

RESUMEN: La psicología clínica es un campo de múltiples transformaciones disciplinarias y


profesionales que requieren de análisis, actualización y renovación constante, de acuerdo a las
problemáticas de tendencia global, como lo es el consumo excesivo de drogas psicoactivas, que
es considerado un problema de salud pública, con importantes implicaciones sociales y
económicas.

El consumo de sustancias psicoactivas en la contemporaneidad es visto como un fenómeno, que


interfiere en el desarrollo de las relaciones personales y sociales, debido a que desencadena
múltiples factores negativos, que afecta la salud física y mental de las personas. Esta situación ha
tomado gran relevancia en la actualidad, siendo aún más conflictiva al momento en que el
individuo desarrolla una dependencia (adicción) y busca satisfacer sus necesidades de consumo y
este, finalmente termina afectando su entorno familiar, laboral, y social, para lo cual es necesario
tomar estrategias que ayuden a evaluar, diagnosticar, tratar y prevenir las causas que generan la
adicción, desde la psicología clínica, logrando contribuir con el bienestar y solución a una de las
problemáticas de mayor complejidad para los gobiernos a nivel mundial.

Palabras claves: psicología clínica, adicción, consumo, trastornos, sustancias psicoactivas,


intervención

INTRODUCCIÓN

La historia de las adicciones va unida a la historia del hombre. Diferentes hechos tales como
fumar cigarrillos, beber alcohol, mascar hojas de coca, esnifar preparados psicoactivos, beber
pócimas, fumar marihuana, utilizar el opio para el dolor, etc; son ejemplos bien conocidos de
algunas de las sustancias que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia o sigue utilizando.
(Becoña 1998) [1]

El consumo de drogas consideradas como legales tales como el alcohol y el tabaco y de algunas
ilegales como el cannabis, cocaína, drogas de síntesis, etc.) se ha extendido en nuestra sociedad
de modo amplio en las últimas décadas. Ningún país desarrollado ha quedado atrás en el
surgimiento de estos problemas, tal como lo reflejan distintos estudios, encuestas y la propia
realidad clínica de las personas que acuden en busca de ayuda cuando el problema les ha
desbordado o les está produciendo graves consecuencias en su salud física, en su salud mental,
en su trabajo, en la vida familiar, en su economía, etc.

Desde la psicología clínica, como rama que se encarga de la investigación, la evaluación, el


diagnostico, tratamiento y pronostico de aquellas cuestiones que afectan la salud mental y que
pueden generar malestar o sufrimiento de las personas, es necesario implementar acciones que
contribuyan a eliminar la causa raíz de las adicciones tales como son depresión, trastorno bipolar,
ansiedad, somatización, dependencia emocional y trastornos de personalidad entre otros, que
contribuyan a lograr la salud mental y la conducta adaptativa.

REFLEXIÓN Y ANALISIS

Las sustancias psicoactivas o drogas son definidas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) como toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de
administración, que produce de algún modo una alteración del natural funcionamiento del
sistema nervioso central del individuo y es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica,
física o ambas, Así mismo las personas con abuso de sustancias psicoactivas muestran a largo
plazo un riesgo considerable de padecer otras patologías mentales y riesgos físicos sobre todo
relacionados con el suicidio, muertes accidentales, delincuencia, depresión y una afectación en la
función psicosocial, siendo necesario tomar desde la psicología clínica acciones con el fin de
evitar el desencadenamiento de este tipo de hechos en la sociedad [2].

La adicción a este tipo de sustancias se ha convertido en un gran desafío para las sociedades
actuales, en diferentes ramas como lo es la psicología clínica, ya que la adicción es considerada
la causa de diversos problemas de estudio tales como son depresión, trastorno bipolar, ansiedad,
abusos, trastorno de personalidad, ya que ha traído consigo consecuencias tanto individuales
como sociales, que están afectando de manera directa el bienestar y la seguridad de un número
cada vez. mayor de niños, jóvenes y adultos, comprometiendo en gran medida su futuro.
La ingesta de psicotrópicos según (Mendoza & Vargas, 2017) se entiende como un problema
complejo de tipo social, biológico, psicológico y social convirtiéndose en una epidemia a nivel
mundial, vulnerando a niños, adolescentes y jóvenes (Galiano, 2015). [3]

La magnitud del problema del consumo y abuso de sustancias psicoactivas en el mundo tiene
demasiados estudios y múltiples dilemas sin resolver. De acuerdo con el informe sobre las
drogas del 2022, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron
drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década
anterior. Las personas jóvenes están consumiendo más drogas y los niveles de consumo actuales
en muchos países son más altos que los de la generación anterior. En África y América Latina,
las personas menores de 35 años representan la mayoría de quienes reciben tratamiento por
trastornos relacionados con el consumo de drogas. (WORLD DRUG REPORT)
El Informe estima que, a nivel global, 11.2 millones de personas se inyectan drogas. Alrededor
de la mitad vive con hepatitis C; 1.4 millones con VIH y 1.2 millones, con ambos. [4], [5]

Por otro lado en Colombia, de acuerdo con el estudio nacional de consumo en el año 2019, se
observa que el alcohol es la sustancia psicoactiva de mayor uso en el país. De acuerdo con este
estudio el 84% de las personas declaró haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la
vida, y el 30,1% lo ha hecho en el último mes, lo que equivale aproximadamente a 7.1 millones
de personas. Del total de consumidores actuales de alcohol casi un 50% tienen entre 18 y 34 años
de edad. En el análisis comparativo con las encuestas anteriores, en este estudio se consolida una
estabilización y /o disminución del consumo de alcohol y con respecto a sustancias ilegales, En
relación con el uso de cualquier sustancia ilícita (marihuana, cocaína, basuco, éxtasis o heroína),
se evidencia una disminución en el uso entre los estudios 2013 y 2019. En la prevalencia de
último año se presenta disminución en medio punto porcentual pasando de 3,4% en 2013 a 2,9%
en 2019. Esto se explica fundamentalmente por la reducción entre los hombres de 5,7% a 4,5%,
dado que entre las mujeres el consumo de drogas ilícitas se mantiene estable entorno al 1,3%. [6]

Teniendo en cuenta estos informes estadísticos presentados por diferentes entidades, es necesario
examinar la problemática de la adicción del consumo, abordando los factores psicosociales que
influyen en el consumo los cuales se clasifican en diferentes grupos como son los factores
individuales, factores familiares y escolares

Dentro de los factores individuales, se encuentran el insuficiente control conductual, la rebeldía,


las conductas antisociales, la baja adherencia a las normas convencionales y las actitudes
favorables al consumo, así como las estrategias de afrontamiento poco efectivas, la escasa
habilidad comunicativa, la tendencia a la búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias
(curiosidad), el malestar afectivo, la apatía, la baja autoestima, la insuficiente asertividad, la
incapacidad de controlar los impulsos entre otros

Los Factores familiares que se destacan son la permisividad, las prácticas inadecuadas de
funcionamiento familiar, y la falta, la rigidez o la inconsistencia de las pautas normativas y
disciplinarias, así como las relaciones distantes y frías, el rechazo o la hostilidad o, al contrario,
el aglutinamiento y la falta de diferenciación entre los miembros de la familia. Asimismo,
influyen las relaciones conflictivas, el involucramiento excesivo de los padres, los límites rígidos
o difusos, la triangulación del conflicto, las alianzas intergeneracionales y la parentalización de
los hijos, es decir la adjudicación a ellos de más responsabilidades familiares y domésticas de las
debidas.

Otros factores que inciden son las presiones sociales que ejercen los iguales, (siendo el elemento
principal la necesidad de pertenencia), los amigos (en relación a las distintas formas de
convivencia que rigen el grupo y el uso del tiempo libre), la familia (la calidad de interacción
entre padres e hijos, falta de proximidad, la ausencia de amor en las relaciones y la presencia de
hostilidad), así también el contexto explicado por (lugares para el consumo y las maneras que
facilite el acceso a las drogas), y la búsqueda de nuevas sensaciones (curiosidad, por diversión
principio de satisfacción y las actitudes o creencias individuales hacia el consumo). De esta
manera se ha logrado describir los factores psicosociales de acuerdo al grado de exposición o
riesgo de consumo de sustancias describiéndoles como los más influyentes para el consumo de
sustancias psicotrópicas dentro del contexto estudiado. Además se constató que los factores de
riesgo son los propios factores psicosociales que se evidenciaron como asociados al consumo de
sustancias, además de otros factores de riesgo como los factores escolares (con relación a la
oportunidad de consumo, la disponibilidad de sustancias), y contextuales (fiestas patronales y
religiosas), mismos que van a predecir y potenciar el consumo. [3]

Desde la perspectiva de la psicología clínica, la definición de lo que son las adicciones es


compleja, problémica y multifactorial, dado que el conjunto de síntomas puede intentar expresar
diferentes pautas de comportamiento al interior de la familia o al interior de cualquier otro
sistema, y por tanto la gama de lo que podría estar afectado o que merece ser reparado, es
amplia. [7]

CONSECUENCIAS

En la actualidad, son conocidas las consecuencias negativas que tiene el consumo de las drogas,
tanto legales como ilegales, desde los diferentes factores tales como en la salud y el jurídico. Las
adicciones afectan la salud mental, al involucrar el funcionamiento alterado de circuitos
cerebrales, que ocasiona múltiples trastornos cognitivos, emocionales y comportamentales.

Las drogas y sus efectos a nivel del sistema nervioso central, tienen repercusiones a nivel
cognitivo y diversos investigadores han estudiado el impacto en la esfera emocional. Es bien
conocida la interrelación entre depresión, ansiedad y conducta adictiva: un sujeto depresivo o
ansioso puede recurrir al consumo de sustancias como medio paliativo. También es habitual que
los adictos a sustancias padezcan depresión o ansiedad como enfermedad asociada [8]

Campos y otros, afirman que el 26,4 % de los sujetos con un trastorno relacionado con drogas,
padece también un trastorno afectivo. Afirman que la presencia de un trastorno por uso de
sustancia y la presencia de otra enfermedad psiquiátrica de la esfera afectiva, se asocian a riesgo
elevado de suicidio y resistencia a los tratamientos farmacológicos

En el mundo cerca de 450 millones de personas sufren de trastornos neuropsiquiátricos y


representan 4 de las 10 principales causas de discapacidad en general. La Depresión Mayor está
pasando a ser una de las principales causas de morbimortalidad después de las enfermedades
cardiacas y según la OMS para el año 2020 está será la principal causa de días perdidos por
discapacidad en los países en desarrollo. Además el consumo de alcohol y drogas es un problema
muy difundido en la sociedad y los índices de consumo de sustancias adictivas son más elevados
entre la población económicamente activa que en el conjunto de la sociedad. En los últimos 10
años se han realizado varios estudios internacionales (a los que nos referiremos más adelante)
sobre prevalencia de consumo de alcohol y accidentalidad en el trabajo. En ellos se ha
encontrado que entre el 15% y el 30% de los accidentes mortales ocurridos en el trabajo se deben
al consumo de drogas; el 20% a 25% de los accidentes laborales afectan a personas en estado de
intoxicación y los consumidores de alcohol padecen de 2 a 4 veces más accidentes, siendo el
ausentismo laboral 2 a 3 veces mayor que en los demás empleados. En general el porcentaje de
trabajadores con un consumo abusivo de alcohol va desde el 40% hasta el 70%

En la población laboral latinoamericana no se cuenta con un diagnóstico reciente de salud


mental, ni se tiene conocimiento preciso sobre la frecuencia de uso y abuso de alcohol y otras
sustancias De acuerdo con el conocimiento generado por otros estudios a nivel mundial sobre la
asociación del consumo de alcohol y drogas con la accidentalidad laboral, el ausentismo y el bajo
rendimiento, así como la presencia de numerosos agentes ‘estresores’ ligados a nuestra realidad,
puede suponerse que la población laboral está expuesta a situaciones que llevan al deterioro de
su salud mental y de su rendimiento.

En los últimos 10 años se han realizado varios estudios sobre prevalencia de consumo de alcohol
y accidentalidad en el trabajo. En ellos se ha encontrado que entre el 15% y el 30% de los
accidentes mortales ocurridos en el trabajo se deben al consumo de drogas; el 20% a 25% de los
accidentes laborales afectan a personas en estado de intoxicación y los consumidores de alcohol
padecen de 2 a 4 veces más accidentes, siendo el ausentismo laboral 2 a 3 veces mayor que 3
Alcohol and the workplace. Institute of alcohol studies. Junio 1997. 3 en los demás empleados.
En general el porcentaje de trabajadores con un consumo abusivo de alcohol va desde el 40%
hasta el 70%.4

En Estados Unidos el uso de alcohol y drogas le cuesta a los empleadores 200 billones de dólares
al año en pérdida de productividad, tratamientos médicos y accidentes laborales. El 6.6% de los
americanos trabajadores de tiempo completo, 4.9% de los de tiempo parcial y 10.4% de los
desempleados reportan consumos altos de alcohol definidos como 5 o más copas en una ocasión,
en 5 o más días en los últimos treinta días; el más alto porcentaje es reportado en desempleados:
12.2%. [9]

Las adicciones afectan la salud mental al involucrar el funcionamiento alterado de varios


circuitos cerebrales, lo cual se traduce en múltiples trastornos cognitivos, emocionales y
comportamentales.

se pudo confirmar que los pacientes presentaron alteraciones tanto ansiosas como depresivas y
el tiempo de consumo estuvo relacionado con la intensidad de la sintomatología. A mayor
intensidad de la sintomatología afectiva, hubo mayor probabilidad de consumo

PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN

Para prevenir de forma eficaz el consumo de sustancias psicoactivas y evitar consecuencias


negativas en la salud, es necesario comprender que la conducta de consumo está mediada por
aspectos ambientales e individuales. Entre los primeros, se contemplan la disponibilidad de
drogas, la pobreza, el cambio social, patrones culturales, la ocupación, las normas sociales, las
políticas sobre drogas, alcohol y tabaco en los países, la situación económica, el apoyo social, la
integración social, entre otros. Dentro de los aspectos individuales pueden mencionarse la
disposición genética, los antecedentes de maltrato en la infancia, los trastornos de la
personalidad, los problemas familiares y de dependencia, el rendimiento escolar, el aislamiento
social, la depresión y el comportamiento suicida, la valoración y las creencias sobre las
sustancias psicoactivas, relacionarse con personas consumidoras, las estrategias de
afrontamiento, la autoeficacia, las habilidades de autocontrol, la percepción de riesgo, las
habilidades para resistir la presión social, los comportamientos generales hacia la salud y la
espiritualidad

En la actualidad, los psicólogos clínicos tratan de provocar una buena disposición al cambio en
los pacientes e incrementar la motivación a través de una serie de técnicas dependiendo de la fase
en la que se encuentre. Una parte importante del modelo es reconocer que la motivación es
influenciable. Así, los pacientes deben sentir que parte de la responsabilidad del cambio está en
ellos mismos, debiendo ser consciente de que tienen una capacidad inherente con potencial para
cambiar.
Se deben tener estrategias con fines de motivar el cambio, fomentar la autoeficacia, trabajar la
resistencia, fomentar la discrepancia y expresar la empatia, por medio de la entrevista
motivacional,

1. Disminuye la resistencia. El paciente deja de discutir, interrumpir, negar o realizar


objeciones. 2. Disminuyen las preguntas sobre el problema. Parece tener información suficiente
sobre su problema y deja de preguntar. 3. Realiza afirmaciones automotivadoras. Realiza
afirmaciones directas que indican un reconocimiento del problema, de preocupación, de apertura
al cambio o de optimismo. 4. Se incrementan las preguntas sobre el cambio. Pregunta qué es lo
que podría hacer con el problema, cómo cambian las personas si así lo deciden, o algo similar.

2. Imagina el futuro. Empieza a hablar sobre cómo podría ser la vida después del cambio, o a
prever dificultades que podrían surgir o comentar las ventajas de un cambio. 6. Experimenta
diferentes vías. Es posible que pruebe algunos enfoques posibles (p. ej, estar sin beber algunos
días, leer un libro de autoayuda…).

Los estudios epidemiológicos y clínicos muestran una elevada presencia de trastornos


psicopatológicos (trastornos depresivos, de ansiedad, de personalidad y psicóticos) en pacientes
con diagnóstico de abuso/dependencia de sustancias. A la hora de hacer la evaluación de este
tipo de trastornos es necesario tomar en consideración la relación temporal entre el momento del
consumo y la aparición y curso de estos síntomas así como su persistencia o no tras la
interrupción del consumo, ya que pueden confundirse los síntomas con el síndrome de
abstinencia o la intoxicación producidos por el consumo de drogas.

Dentro de los programas de intervención, es necesario el desarrollo de habilidades para la vida,


las cuales que favorecen a las personas para enfrentarse con éxito a las exigencias y situaciones
de la cotidianidad.

EVALUACIÓN DE LA EFICACIA

Con la evaluación obtenemos una valoración global del individuo, que permite establecer un
pronóstico de qué se puede hacer, cómo y cuándo. De este modo, la evaluación se convierte en
un punto esencial de todo el proceso terapéutico al permitir definir y ajustar el mejor tratamiento
interdisciplinar para cada caso

CONCLUSIÓN

El consumo de sustancias psicoactivas en la contemporaneidad es visto como un fenómeno que


interfiere en el desarrollo de las relaciones personales y sociales, debido a que desencadena
múltiples factores negativos que afecta la salud física y mental de las personas. Esta situación ha
tomado gran relevancia en la actualidad, siendo aún más conflictiva al momento en que el
individuo desarrolla una dependencia (adicción) y busca satisfacer sus necesidades de consumo y
este, finalmente termina afectando su entorno familiar, laboral, y social. De ese modo, la
adicción, según Gómez (2016), se puede definir como la dependencia y consumo desmesurado
de ciertos productos, en especial las drogas. Así, la drogadicción lleva a adquirir una conducta
repetitiva donde se busca la sensación o la respuesta satisfactoria que se obtiene de un estímulo
provocado por alguna sustancia en particular. En ese sentido, la sustancia química genera en los
individuos cierta satisfacción a tal punto que estos desarrollan conductas adictivas las cuales a su
parecer generan sensaciones de bienestar en el momento que están consumiendo

Desde la psicología clínica, de la psicología que se encarga del estudio, tratamiento y


prevención de los trastornos mentales

La psicología clínica se centra fundamentalmente en el ámbito de la salud mental y la conducta


adaptativa. Se encarga de evaluar, diagnosticar y tratar, así como de prevenir aquellos aspectos
que afecten al bienestar subjetivo de la persona y sufrimiento del ser humano.

La psicología clínica es una de las ramas más importantes, valiosas e interesantes del mundo de
la salud mental.

Si disfrutas de ampliar tu cultura general o si te llama la atención el quehacer psicológico, ¡no


puedes perderte esta oportunidad de conocer todo sobre ésta!
podemos decir que la importancia de la psicología clínica recae en su contribución con el
bienestar mental de los miembros de la sociedad.

Esto no sólo representa beneficios para los individuos o familias que reciben tratamientos de
manera directa y continua.

Enfrentar los trastornos y padecimientos mentales es clave para promover la convivencia, la


seguridad y la estabilidad de todos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

[1] Becoña, E. (1998b). Conductas adictivas. ¿El problema del siglo XXI? Psicología
Contemporánea, 5, pp. 4-15.

[2] Bedoya, P. B., Prada, M. P. P., Robayo, G. M. R., López, A., & Díaz, G. H. R. (2015).
Consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales, factores de protección y de riesgo: estado
actual. Revista Investigación en Salud Universidad de Boyacá, 2(1), 31-50.

[3] DE LOS ADOLESCENTES, S. P. (2017). “FACTORES PSICOSOCIALES ASOCIADOS


AL CONSUMO DE (Doctoral dissertation, UNIVERSIDAD DE CUENCA).

[4] Duarte Alarcón, C., Varela Arévalo, M. T., Salazar Torres, I. C., Lema Soto, L. F., &
Tamayo Cardona, J. A. (2012). Motivaciones y recursos para el consumo de sustancias
psicoactivas en universitarios. Hacia la Promoción de la Salud, 17(1), 92-104.

[5] Huaccha Cabanillas, D. V. (2022). Factores asociados al consumo de alcohol en adolescentes


atendidos en el centro de salud “El Tambo”-Bambamarca, 2020.

[6] Ministerio de Justicia (2019). Observatorio de drogas de Colombia. Estudio Nacional de


consumo de sustancias psicoactivas. Colombia, 2019.

[7] Rubiano Ordoñez, G. S., Sicard Arenas, G. D., & Avellaneda Rincón, J. A. (2015).
Dependencia a sustancias en perspectiva de la psicología clínica sistémica y clínica
comportamental.
[8] Contreras Olive, Y., Miranda Gómez, O., & Torres Lio-Coo, V. (2020). Ansiedad y
depresión en pacientes adictos a sustancias psicoactivas. Revista cubana de medicina militar, 49.

[9] Valencia, J. E., & Pérez Gómez, A. (2004). Ausentismo laboral y su relación con el consumo
de alcohol y otras sustancias psicoactivas. Ministerio Público Fiscal, Oficina de Investigación y
Estadísticas Político Criminales.

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