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4.1. INTRODUCCIÓN
En este punto vamos a estudiar la secuencia biológicamente
programada del proceso que culmina en el nacimiento del niño.
El desarrollo prenatal suele darse en un ambiente seguro y
rigurosamente controlado, es decir, en el útero y sigue una secuencia
ordenada. Pero incluso en el útero hay influencias ambientales que inciden
en el desarrollo.
Las expectativas, ansiedades, ventajas y privaciones, estabilidad y
alteraciones, salud y enfermedad de la familia influyen no solo en la vida
del niño después del nacimiento, sino también en su desarrollo prenatal.
4.2. ANATOMÍA DEL SISTEMA NERVIOSO
De forma didáctica podemos decir que el Sistema Nervioso (SN) es
un conjunto de células especializadas que recibe estímulos sensoriales y
los transmite a órganos efectores, musculares o glandulares, y que además
es capaz de procesar y almacenar información de diferentes tipos. Estos
estímulos son de dos tipos: aferentes (van hacia el SN: prototipo, vías
sensitivas o sensoriales) y eferentes (van desde el SN: prototipo, vías
motoras).
El circuito funcional básico consiste en que los estímulos del
ambiente (estéreo-concepción) pasan al Sistema Nervioso Central (SNC)
por nervios aferentes. Tras procesar la información dicho SNC emite
respuestas (conductas) a través de los nervios eferentes. El control y
regulación de las respuestas se realiza con receptores musculares cuyos
mensajes aportan al SNC retroalimentación (feedback) aferente
propioceptiva (es decir, del interior de nuestro organismo). Por otro lado el
SNC no solo responde a estímulos del medio ambiente, sino que puede
actuar espontáneamente sobre él, planificando por sí mismo, órdenes que
llegaran a los músculos por nervios eferentes. Los órganos sensitivos
registraran el resultado y se producirá la referencia al SNC, todo ello de
forma continua y a través de múltiples circuitos.
4.2.2. La Sinapsis
El axón de la neurona termina en prolongaciones axónicas con
muchos botones terminales. La sinapsis se forma entre estos botones y la
membrana de la neurona adyacente, transmitiéndose la excitación de una
membrana a otra. Un axón puede terminar en una solo neurona o en
muchas. Una sola neurona puede establecer uniones sinápticas con
axones de muchas neuronas diferentes. El nervio suele excitarse de
manera química, produciéndose un rápido cambio a la permeabilidad para
los iones de sodio, difundiendo a través de la membrana hasta el
citoplasma celular desde el líquido intersticial, por los que se modifica la
polaridad y se produce el potencial de acción. La mayoría de las sinapsis
usan sustancias químicas llamadas neurotransmisores, que atravesando el
espacio entre una célula y otra se unen al receptor postsináptico.
1. Fármacos:
En la actualidad, las mujeres embarazadas saben, por indicación del
médico, que debe abstenerse de tomar medicación a lo largo de su
periodo de gestación (salvo que sea el propio facultativo quien lo
aconseje).
Los efectos de los teratógenos de los medicamentos pueden causar
graves alteraciones congénitas durante el periodo embrionario. Si
actúan durante el último periodo del desarrollo, si acaso no
ocasionan malformaciones físicas, pueden interferir con la
diferenciación, migración y/o proliferación celular (Redolt y Simón,
1988). Estas anomalías se traducirán en alteraciones conductuales.
La investigación sobre los efectos teratógenos de los fármacos, a
pesar de su dificultad centra la atención de muchos investigadores y
permite prevenir a las mujeres embarazadas sobre su posible acción
nociva. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.
2. Drogas:
Las drogas adictivas causan daño tanto en la madre como en el feto.
Es difícil evaluar el efecto de cada una de estas sustancias por
separado porque, en muchos casos, confluyen otros factores
perjudiciales, como una nutrición pobre, abuso de otras sustancias y
pocos cuidados sanitarios.
Además, el efecto nocivo de las drogas parece incrementarse
cuando se produce una interacción entre varias de estas sustancias.
Este es el caso de mujeres adictas a la cocaína y consumidoras, al
mismo tiempo, de alcohol.
Otro aspecto importante es la cantidad. Para la mayoría de las
adicciones existe un umbral de tolerancia del organismo. Esto
significa que, a partir de una cierta cantidad, se convierten en
agentes teratógenos. Vale la pena reseñar que esto también resulta
valido para las vitaminas ya que, a partir de ciertas dosis, dejan de
ser beneficiosas, y pueden resultar teratógenas para el embrión o
feto.
Alcohol y Tabaco
A pesar de las diferencias entre estos teratógenos, algunos de los
efectos comunes que pueden acarrear son el decrecimiento en el
número de células cerebrales, así como interferencias en la
replicación celular en periodos críticos del desarrollo fetal. Las
conexiones neuronales entre distintas partes del cerebro pueden
sufrir daños.
El conjunto de anomalías causadas por el consumo excesivo de
alcohol durante el embarazo se conoce con el nombre de Síndrome
del Alcohol Fetal (SAF). Los niños que padecen este síndrome
presentan rasgos faciales característicos, como la cabeza más
pequeña, los ojos suelen estar separados entre sí, la nariz es
achatada, crecimiento físico lento y un cierto retraso mental.
Algunos estudios muestran que el consumo moderado de alcohol
también puede inducir alteraciones del desarrollo infantil, así como
déficits en las capacidades de motricidad, atención y memoria (A. P.
Streissguth; H. M. Barr y P. D. Sampson, 1990). Se considera
consumo moderado beber entre sesenta y noventa centímetros
cúbicos de alcohol al día. Dado que los efectos, teratógenos del
alcohol se extienden a lo largo del periodo prenatal, lo más
aconsejable es que la madre se abstenga totalmente.
Por otra parte, es de dominio popular que el tabaco perjudica la
salud. El pequeño embrión o feto es muy vulnerable a la nicotina.
Para empezar, influye en el peso neonatal, que suele ser más bajo.
Asimismo, la estatura del niño/a puede ser más corta. Además, las
madres adictas al tabaco tienen un alto riesgo de padecer abortos
espontáneamente, de mortalidad fetal o de sufrir severas
complicaciones durante el embarazo.
A largo plazo, los niños pueden seguir manifestando secuelas como
dificultades de aprendizaje o irritabilidad (Fried y Watkinson, 1990).
Otros estudios han ido más lejos, al asociar el tabaquismo de la
madre durante el embarazo con una mayor posibilidad de
desarrollar cáncer durante la niñez (Stjernfeld y col., 1986).
Marihuana
Fumar marihuana durante el embarazo supone mayor riesgo de
nacimiento prematuros y bajo peso neonatal (Fried, Watkinson y
William, 1984). Según la investigación de Lester y Dreher (1989), los
niños que nacen de madres adictas a la marihuana presentan un tipo
de llanto muy agudo que indica daño cerebral y que se traduce en
problemas de organización funcional del comportamiento infantil.
Cocaína y heroína
El riesgo de tomar esta clase de drogas es que aumenta la presión
sanguínea y obstruye los pequeños capilares del cerebro infantil.
Este hecho puede perjudicar considerablemente las aéreas
cerebrales que se encuentran en periodo de formación. En las
últimas fases del embarazo, estas sustancias interfieren en la
transición de mensajes de una parte a otra del cerebro.
Los problemas fisiológicos que derivan del estrés físico que sufre la
madre durante los periodos o momentos de abstinencia repercuten
gravemente en el feto, ya que aceleran su ritmo cardíaco y propician
un posible aborto o muerte fetal.
Los recién nacidos expuestos durante el periodo prenatal a tales
sustancias suelen mostrar bajo peso o retrasos en el crecimiento y
dificultades en la respiración. Muchos muestran adicción fetal, con
temblores, insomnio e hiper o hipoactividad motriz. Los efectos a
largo plazo pueden incluir retraso mental, problemas conductuales
como agresión, déficits de atención y un desarrollo motriz deficiente.
La metadona, aunque es un fármaco útil en el tratamiento de la
heroinómana, es igualmente nociva para el embrión o feto.
Además, las mujeres adictas a la cocaína o la heroína no siguen una
dieta equilibrada, sino más bien pobre. Todo ello hace que el feto
sea vulnerable y pueda desarrollar hipo o hipersensibilidad a los
estímulos.
Un bebé hiposensible, tardara más tiempo en procesar la
información ambiental y responder de forma adecuada. Esta
sensibilidad repercutirá en sus ritmos de sueño-vigilia o de
alimentación, y con el tiempo puede mostrar dificultades de
atención y aprendizaje.
Como dificultad añadida, las respuestas desorganizadas de estos
pequeños pueden propiciar abusos o negligencias por parte de los
padres o cuidadores. Por ello pueden considerarse niños de alto
riesgo.
3. Sustancias Químicas:
Una mujer informada de los efectos nocivos que entraña para su
bebé el consumo de ciertas sustancias puede abstenerse de tomar
fármacos o replantearse su comportamiento adictivo. Sin embargo, a
veces los peligros acechan más allá de la propia voluntad. Este es el
caso de la exposición involuntaria a sustancias químicas que pueden
llegar por medio de los alimentos o del ambiente que nos circunda.
Desgraciadamente, el uso de sustancias químicas toxicas en los
pesticidas, abonos orgánicos, fertilizantes para animales de granja,
colorantes alimenticios, etc. está a la orden del día a pesar de las
leyes medioambientales que intentan protegernos.
Los herbicidas, por ejemplo, que contienen dioxina, han causado un
gran número de abortos, malformaciones y cáncer (P.H. Rice, 1997).
Los residuos industriales que contienen mercurio y son desechados
en los océanos han llegado a nosotros por medio de la ingestión e
peces contaminados. La exposición al plomo que han sufrido muchas
mujeres por trabajar en industrias que utilizaban este metal es otro
caso digno de mención. Algunos anestésicos gaseosos utilizados en
hospitales tuvieron altos efectos nocivos para el embrión o feto
(Bronson, 1977).
La exposición a sustancias toxicas puede provocar diferentes
anomalías o alteraciones congénitas. El mercurio orgánico o
metilmercurio puede causar alteraciones neurológicas similares a la
parálisis cerebral y el retraso mental. El plomo es un metal muy
toxico que puede provocar abortos espontáneos, retraso en
crecimiento intrauterino, anomalías fetales y alteraciones del
proceso del desarrollo psicomotriz (Moore- Persaud, 1990).
4. Enfermedades:
Las enfermedades durante el embarazo representan otro factor de
riesgo importante para el embrión o feto. Muchas bacterias y virus
pueden traspasar la barrera placentaria y ocasionar defectos
congénitos. Algunos de ellos son:
PUNTUACIONES
0 1 2
PULSO Ausente Menos de 100 Más de 100
RESPIRACIÓN Ausente Lenta, irregular Llanto fuerte
TONO MUSCULAR Débil Ligera reflexión Movimiento activo
Las Extremidades
RESPUESTA
Sin respuesta Mueca Llanto vigoroso
REFLEJA
Cuerpo rosado
Completamente
RESPIRACIÓN Azul, pálido Extremidades
rosado
azules
Tabla 1. Sistema de calificación de Apgar para infantes.