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Introducción al aparato locomotor

Este aparato tiene como función principal permitir el movimiento.

LOS HUESOS

El sistema óseo está constituido por un conjunto de elementos rígidos llamados huesos.

Composición ósea
Los huesos están conformados por un subtipo de tejido conjuntivo, el tejido óseo, formado por los
siguientes elementos:

Células
Osteoblastos (células formadoras de hueso)
Osteocitos (células mantenedoras de hueso)
Osteoclastos (células que reabsorben el tejido óseo)

Sustancia fundamental
Formada fundamentalmente por proteínas y fibras de colágeno que le dan cierta elasticidad al
hueso.

Sustancia inorgánica
Formada por sales inorgánicas de calcio y otros minerales, que se depositan en la sustancia
fundamental, dándole su característica dureza.

Nervios y vasos sanguíneos y linfáticos


Es por ello que los huesos cuando se lesionan duelen y sangran.

Tipos de tejido óseo


Según se estructuren estos elementos encontramos dos tipos de tejido óseo:

Tejido óseo compacto


Es un tipo de tejido óseo más resistente. El tejido adquiere una forma cilíndrica,
llamada Osteona o Sistema de Havers.

Tejido óseo esponjoso


En este tipo el tejido óseo tiene aspecto de esponja y se estructura formando
laminillas curvadas, llamadas trabéculas. Presenta menor resistencia que el anterior. Entre los
espacios que se forman entre las distintas laminillas se encuentra Médula Ósea.
Clasificación
Según su forma, los huesos se clasifican en:
Huesos largos
Son aquellos en los que predomina el eje longitudinal sobre los demás. Un ejemplo de ellos es el
fémur. En estos huesos diferenciamos distintas partes:
Epífisis. Son los extremos de los huesos largos y son los
que articulan con otros huesos.
Diáfisis. Son la zona media de este tipo de huesos. En ella
encontramos una cavidad, llamada cavidad medular,
donde encontramos médula ósea.
Metáfisis. Es el espacio intermedio entre los dos anteriores
y donde localizamos el cartílago epifisario, por el cual
crece el hueso a lo largo hasta que se le depositan sales
inorgánicas y se transforma en tejido óseo.
Huesos cortos
En ellos no predomina ninguna de las dimensiones. Como ejemplo, podemos indicar los huesos del
tarso. Localizados en los pies.
Huesos planos
Son huesos en los que el grosor es menor en relación a las otras dos
dimensiones. Como ejemplo, destacamos los huesos del cráneo.
Huesos irregulares
Son huesos que no se incluyen en ninguna de las otras morfologías,
por ejemplo las vértebras.
Huesos sesamoideos
Son huesos que se desarrollan en zonas de articulaciones y
que tienen forma de semilla. Como por ejemplo destacaremos la rótula.
Huesos accesorios
Son huesos que se desarrollan en algunas personas. Es relativamente frecuente en pies.
(Ejemplos)

Anatomía de los huesos


La anatomía de los huesos está constituida por el tejido óseo, que, como
recordarás, es un subtipo de tejido conjuntivo. En esta imagen puedes
identificar de forma general los huesos que conforman el esqueleto humano.
Debes conocer el esqueleto humano en axial y apendicular. Divide el
esqueleto axial en huesos de la cabeza, formados por los huesos del
cráneo, de la cara, del oído y el hueso hioides, y los huesos del tronco,
constituidos por los huesos de la columna vertebral (vértebras, sacro y
cóccix), costillas y esternón, y el esqueleto apendicular en huesos de la
cintura escapular, miembro superior, cintura pelviana y miembros
inferiores, identificando cada uno de ellos y mostrándolos
fotográficamente.
Para estudiar el esqueleto humano, lo dividimos en: esqueleto axial y esqueleto apendicular.

EL ESQUELETO AXIAL

El esqueleto axial, a su vez, está formado por los huesos de la cabeza y los huesos del tronco.

Huesos de la cabeza

Huesos del cráneo


Hay dos huesos pares, que son los parietales y los temporales y cuatro
impares, frontal, occipital, etmoides y esfenoides.
Huesos de la cara
También cuenta con huesos pares, como son los huesos nasales, cigomáticos o
malares, maxilares superiores, palatinos, lacrimales o unguis y cornetes, y con
huesos impares, constituidos por vómer y maxilar inferior o mandíbula.

Huesos del oído


Son todos pares, pues contamos con dos oídos, cada uno de los cuales cuenta con tres:
martillo, yunque y estribo.
Hueso hioides
Se trata de un hueso situado en la cara anterior del cuello, a la altura de la zona superior de la
laringe.

Huesos del tronco


La columna vertebral
Se trata de una estructura formada por la unión de un conjunto de huesos llamados vértebras. En el
plano frontal no presenta curvaturas en condiciones normales, pero sí en el plano sagital, en el cual
existen curvaturas cóncavas hacia la parte anterior, llamadas lordosis, y otras hacia la parte
posterior, llamadas cifosis.
Está formada por cinco segmentos:
Lordosis cervical: constituida por siete vértebras cervicales, nombradas desde Cl a CVII.
Cifosis dorsal: formada por un total de 12 vértebras dorsales, de DI a DXII.
Lordosis lumbar: se trata de un conjunto de 5 vértebras lumbares, de Ll a LV.
Sacro: es un hueso formado por la fusión de cinco vértebras sacras, de Sl a SV.
Coxis: es un hueso que constituye al fusionarse 4 vértebras coccigeas.
Costillas
Son 12 pares de costillas, que se unen en la parte posterior a la columna dorsal,
dos a cada una de las vértebras dorsales, en a este último a través de cartílagos,
para permitir el movimiento de la cavidad torácica.
Esternón
Es un hueso único, localizado en la zona ventral del tórax.

EL ESQUELETO APENDICULAR
Mantiene unidos huesos de los miembros superiores al tronco. Está formado por:

Huesos de la cintura escapular


La clavícula es un hueso par, cada uno de los cuales se une por la parte anterior
al esternón y por la posterior a la escápula u omóplato.

Huesos de los miembros superiores


Huesos del brazo
El húmero

Huesos del antebrazo


Cúbito. Es el hueso medial del antebrazo.
Radio. Se trata del hueso más externo del antebrazo.
Huesos de la mano
Huesos del carpo. Se trata de un conjunto de huesos que localizamos en
la zona más proximal de la mano.
Metacarpianos. Son cinco huesos que se localizan en la palma de la mano.
Falanges. Contamos con tres falanges para cada dedo, proximal, media y
distal, a excepción del dedo pulgar, que cuenta solo con dos falanges.
Huesos de la cintura pelviana
La cintura pelviana mantiene unidos los miembros inferiores al tronco.
Está formado por:
Coxal
Es un hueso par que se unen entre sí en la parte anterior del cuerpo, formando
la sinfisis del pubis, y al sacro en la parte posterior.
Se forma por la fusión de tres: ilion, isquion y pubis

Huesos de los miembros inferiores


La cintura pelviana mantiene unidos los miembros inferiores al tronco.
Está formado por:
Huesos del pie

Huesos de la pierna
Tibia. Es el hueso medial de la pierna (Imagen de la izquierda)
Peroné. Se trata del hueso más externo de la pierna (Imagen de la derecha)

LAS ARTICULACIONES

Las articulaciones son estructuras que se forman en la unión de dos o más huesos.

Clasificación de las articulaciones según el tipo de movimiento que permiten

La función de las articulaciones es permitir el movimiento.


Según el grado de movilidad se clasifican en:

Sinartrosis
Son articulaciones que no permiten ningún tipo de movimiento.
Como ejemplos podemos citar la articulación entre los huesos del cráneo, llamadas suturas.
También las articulaciones de los huesos de la cara, a excepción de la mandíbula, son sinartrosis.

Anfiartrosis
Estas articulaciones permiten pequeños movimientos.
Como ejemplos destacaremos la articulación entre las dos ramas del pubis en la pelvis Ms y la
articulación entre tibia y peroné.
Diartrosis
Son articulaciones con mucho movimiento.
Podemos citar como ejemplos la articulación del hombro, en el que se articulan la escápula y el
húmero, y la articulación de la rodilla, en el que intervienen fémur y tibia, o la de la cadera, entre
isquion y fémur.
Clasificación de las articulaciones según su estructura

Hay muchos tipos de articulaciones diferentes, uno de ellos es la articulación sinovial.

Las articulaciones sinoviales son aquellas en las que los elementos óseos que contactan entre sí
quedan separados por una cavidad. Están rodeadas por una cápsula articular en forma de manguito
que encierra la cavidad sinovial y une a los huesos de la articulación.

Estos son los componentes de una articulación sinovial:

Extremos óseos
Son los extremos de los huesos que intervienen en la articulación.

Cartílago articular
Es el cartílago que recubre la zona de los huesos que entra en contacto
en la articulación.
Es un tipo de cartílago hialino, de color blanco.

Cápsula articular
Es el elemento articular que mantiene unidos ambos extremos de los huesos largos.
Está constituida por fibras de colágeno.

Ligamentos
Pueden ser tanto intraarticulares como extraarticulares.
Ayudan a la cápsula articular a mantener unidos los extremos de los huesos largos.

Membrana sinovial
Tapiza el interior de la cápsula articular.
Produce el líquido sinovial, responsable de lubricar la articulación y de aportar nutrientes al
cartílago articular.

Cavidad articular
Es el espacio que queda en el interior de la cavidad articular.
Está ocupada por el líquido sinovial.

Otros elementos
Disco. Son estructura con forma de disco bicóncavo, es
decir, que son más delgados en la zona central con
respecto a la periferia, que podemos encontrar en algunas
articulaciones, como la ATM o articulación
temporomandibular.

Meniscos. Es otro elemento que puede aparecer en las


articulaciones sinoviales. Tienen una forma de cuña y los
encontramos por ejemplo en la articulación de la rodilla.
LOS MÚSCULOS

En biología, los músculos son estructuras o tejidos existentes en el ser humano y en la mayoría de
los animales que tienen la capacidad de generar movimiento al contraerse y relajarse.

Definición
El tejido que forma el músculo se llama tejido muscular y está
formado por células especializadas llamadas miocitos que
tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud
cuando son estimuladas por impulsos eléctricos procedentes
del sistema nervioso.
Estructura muscular
La estructura de los músculos esqueléticos es la siguiente:
Fibras musculares: Miofibrillas envueltas por endomisio.
Haces o fascículos: Conjunto de fibras envueltas por perimisio.
Músculo:Conjunto de haces envueltos por epimisio (aponeurosis muscular).
Clasificación muscular
La clasificación muscular se lleva a cabo según su función o acción.
Según la función
Agonistas o movilizadores principales: realizan el movimiento determinado.
Antagonistas u oponentes: se oponen a ese movimiento, pues realizan la acción contraria.
Fijadores: estabilizan las articulaciones o partes del cuerpo para mantener la postura o posición
mientras actúan los agonistas.
Sinérgicos: colaboran con el agonista para la realización del movimiento.
Según la acción
Flexores: disminuyen el ángulo de una articulación.
Extensores: aumentan el ángulo de una articulación.
Elevadores: elevan una parte del cuerpo.
Depresores: descienden una parte del cuerpo.
Abductores: separan una parte del cuerpo de la línea media.
Aductores: acercan una parte del cuerpo a la línea media.
Rotadores: hacen girar un hueso sobre su eje.
Supinadores: rotan hacia delante la palma de la mano.
Pronadores: rotan hacia atrás la palma de la mano.
Inversores: dirigen hacia dentro la planta del pie.
Eversores: dirigen hacia fuera la planta del pie.

FISIOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR

El aparato locomotor desarrolla diferentes funciones.


Entre esas funciones se encuentran:

Sostiene y da forma al cuerpo


El esqueleto humano es el responsable de sostener todas las estructuras corporales, siendo a la vez
el responsable de la forma del cuerpo, ayudado en algunas zonas, como en nariz y orejas, por
cartílagos.

Protege los órganos


Como estudiaste en la unidad temática 1, el esqueleto forma una serie de cavidades que protegen los
distintos órganos corporales.
Realiza los movimientos
Cuando los huesos se unen entre sí por medio de articulaciones que permiten movimiento, estos
actúan como palancas cuando se contraen los músculos insertados en ellos, permitiendo los
desplazamientos.

Es responsable de formar las células sanguíneas


La médula ósea localizada dentro de los huesos producen los elementos formes de la sangre. Este
proceso recibe el nombre de hematopoyesis.

Los huesos funcionan como reserva de minerales


Los minerales depositados en los huesos para endurecerlos (calcio, fósforo, magnesio, sodio, etc.)
En aquellas situaciones en las que sea necesario estos pueden ser reabsorbidos a la sangre.

PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES

La patología la vamos a clasificar según el tipo de afectación que supone.

Para ello indicaremos el elemento del aparato locomotor que afecta:

Enfermedades inflamatorias
Artritis: es la inflamación de las articulaciones. Puede ser aguda o crónica y afectar a una o varias
articulaciones.
Artritis reumatoide: inflamación crónica, progresiva y poliarticular de causa desconocida y de
carácter invalidante y deformante (afecta sobre todo a manos y pies).
Artritis gotosa o gota: grupo de enfermedades articulares que se caracteriza por una hiperuricemia.
Suele afectar a la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie.

Enfermedades degenerativas
Osteoporosis: Es una patología ósea que consiste en la pérdida del calcio de los huesos,
generalizada o localizada. Es más frecuente en la mujer, a partir de la menopausia. Supone un
mayor riesgo de fractura, pues el hueso se vuelve frágil.
Artrosis: es una patología que afecta a las articulaciones, consistente en la degeneración del
cartílago articular.
Distrofias: son enfermedades que afectan a los músculos esqueléticos y caracterizados por una
atrofia progresiva de estos, sin que exista aparentemente una lesión en la médula espinal,
produciéndose una incapacidad cada vez mayor para realizar movimientos. Suelen ser hereditarias.

Enfermedades carenciales
Osteomalacia: es una enfermedad ósea generalizada que afecta al adulto, en la cual el tejido óseo
formado es de mala calidad, con falta de depósito de calcio. En el niño se llama raquitismo. Se debe
a un déficit de vitamina D.

Enfermedades metabólicas
Miopatías metabólicas: se trata de patologías cuya etiología se encuentra en una alteración del
músculo para el uso de la glucosa y los ácidos grasos como fuente energética.

Enfermedades autoinmunes
Miastenia gravis: es una enfermedad autoinmune relacionada con una falta de receptores de un
neurotransmisor, acetilcolina, en la placa terminal. Esto produce una alteración en la conducción del
impulso nervioso hacia las fibras musculares. Puede ser generalizado o afectar sólo a los músculos
oculares.
Enfermedades traumáticas
Fracturas: son la solución de continuidad de un hueso, es decir, su rotura en dos o más fragmentos.
Estas fracturas pueden ser primarias, provocadas por un agente traumático, como un golpe, o
secundarias, debidas o facilitadas por otra patología, como la osteoporosis o tumores que afecten a
los huesos.
Hernia de disco: es una patología que afecta a las articulaciones intervertebrales, consistente en la
protusión del núcleo pulposo o del anillo fibroso del disco intervertebral, que puede llegar a
comprimir las raíces de nervios espinales.

Enfermedades infecciosas
Osteomielitis: es la inflamación del hueso debida a una infección. Suele tener su origen en fracturas
abiertas o intervenciones quirúrgicas que exponen el hueso.

Enfermedades tumorales
Neoplasias: son tumores que afectan a los huesos y pueden ser benignos (osteoma, fibromas,
condromas) o malignos (osteosarcomas, condrosarcomas, fibrosarcomas).

Introducción al sistema nervioso


El sistema nervioso, junto con el sistema endocrino, es
responsable de controlar y coordinar la función de todos
los órganos corporales.

El sistema nervioso, da respuesta a los estímulos, tanto


internos como externos, para permitir el mantenimiento
de las condiciones necesarias para la vida, así como la
relación con el exterior.

El sistema nervioso está constituido, como recordarás de


la unidad temática 1, por tejido nervioso, el cual estaba
conformado por dos grupos de células:

Neuronas
Son las “reinas” del tejido nervioso, responsables de las
funciones de este.

Células de la Neuroglía
Ayudan, protegen y mantienen a las neuronas.
Podríamos decir que son el “servicio” de atención a las
anteriores.

Para su estudio, el sistema nervioso puede dividirse de dos formas diferentes: Desde el punto de
vista anatómico o desde el punto de vista funcional.

Perspectiva anatómica
Sistema Nervioso Central (SNC)
Encéfalo.
Telencéfalo o Cerebro.
Tronco Encefálico.
Cerebelo.
Médula Espinal.

Sistema Nervioso Periférico (SNP)


Nervios Craneales.
Nervios Espinales.

Perspectiva funcional
Sistema nervioso Voluntario o Somático
Es aquel que controla las funciones voluntarias y conscientes del organismo, como los músculos
esqueléticos.
Sistema nervioso Vegetativo o Autónomo
Controla las funciones involuntarias del organismo, en concreto controla al músculo cardiaco, el
músculo liso y las glándulas.
Sistema Nervioso Simpático. Es un sistema de gasto de energía. Prepara el organismo para la lucha
o huída. Por ejemplo ante la situación de que entrase un león por la puerta de tu habitación, este
sistema te prepararía para la huida. Para ello produce una dilatación de la pupila, una
broncoconstricción, aumento de la frecuencia cardiaca,…
Sistema Nervioso Parasimpático. Es un sistema de ahorro de energía. La situación de ejemplo sería
una siesta después de una buena comida. Produce disminución de la frecuencia cardiaca,
broncodilatación, contracción pupilar,…
ANATOMÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Para el estudio anatómico del sistema nervioso vamos a utilizar la clasificación desde el punto de
vista anatómico.
En este sentido, encontramos:
Telencéfalo o Cerebro
Es el lugar donde llega la información que se hace consciente. Está formado por los dos hemisferios
cerebrales, separados por una cisura longitudinal, unidos por el cuerpo calloso. Los hemisferios
cerebrales están constituidos por dos capas, una externa llamada sustancia gris y otra capa interna
formada por sustancia blanca. La corteza cerebral presenta una serie de pliegues llamados
circunvoluciones, que aumentan la superficie del telencéfalo, separados por surcos. Así en la
superficie de cada hemisferio cerebral diferenciamos cinco lóbulos, separados por las cisuras de
Rolando, Silvio y Parietooccipital. Estos lóbulos son frontal, temporal, parietal, occipital e insular.
Tronco encefálico
Formado por:
Diencéfalo. Tálamo e hipotálamo son sus componentes. Este último conecta con la hipófisis, la
glándula endocrina más importante.
Mesencéfalo. Formado por los tubérculos cuadrigéminos, relacionado con los reflejos visuales y
auditivos, y por los pedúnculos cerebrales, que colaboran en el control postural y el movimiento.
Protuberancia. Es un centro de comunicación con el telencéfalo, diencéfalo, cerebelo y bulbo
raquídeo.
Bulbo Raquídeo. Se localiza entre la protuberancia y la médula espinal. En él se localizan centros
de control, como el respiratorio, y fibras nerviosas sensitivas y motoras.
Cerebelo
Se encuentra en la zona posteroinferior de la cavidad craneal, separado del encéfalo por la tienda
del cerebelo. Al igual que el cerebro cuenta con dos hemisferios, formado por sustancia gris en la
parte externa y blanca en la interna. La corteza cerebelosa también presenta en su superficie
circunvoluciones separadas por cisuras. Se une al tronco encefálico por medio de tres
prolongaciones llamadas pedúnculos cerebelosos. El cerebelo realiza el control de los músculos
esqueléticos, el movimiento y el equilibrio.
Médula Espinal
Se encuentra en el interior de la cavidad espinal. Se extiende desde el orificio occipital hasta la
primera vértebra lumbar. En el caso de la médula espinal la sustancia gris se localiza en el interior,
mientras que la sustancia blanca está en el exterior.
Sistema Nervioso Periférico
Está constituido por los nervios. Los nervios son las vías de comunicación entre receptores
nerviosos, el sistema nervioso central y los efectores. Existen dos tipos de nervios desde el punto de
vista anatómico:
Nervios Craneales. Son un total de 12 pares craneales. Estos nervios nacen del encéfalo y salen de
la cavidad craneal a través de orificios existentes en los huesos que conforman dicha cavidad. Se
numeran con números romanos, desde par I al par XII, aunque también tienen nombres propios,
como el par X craneal, llamado nervio Vago.
Nervios Espinales o Raquídeos. Nacen de la médula espinal, saliendo a través de los orificios de
conjunción vertebrales, Estos son un total de 31 pares, que se distribuyen de la siguiente forma:
8 pares cervicales: CI a CVIII.
12 pares dorsales: DI a DXII.
5 pares lumbares: LI a LV.
5 pares sacros: SI a SV.
1 par coccígeo: Cx.

El sistema nervioso central cuenta con una serie de protecciones:


Protección osea
Está formada por los huesos del cráneo para el encéfalo y por las vértebras en el caso de la médula
espinal, que conforman las cavidades craneal y espinal respectivamente.
Protección nerviosa
Está conformada por tres capas de tejido, que recubren tanto al encéfalo como a la médula espinal,
llamadas meninges:
Duramadre. Es la más externa, que entra en contacto con los huesos
Aracnoides. Es la capa intermedia. Entre esta capa y la siguiente encontramos un espacio, llamado
espacio subaracnoideo.
Piamadre. Es la capa más profunda de las que recubren el sistema nervioso.
Líquido cefalorraquídeo
Este líquido llena el interior del encéfalo, los llamados ventrículos cerebrales, y circula por el
exterior del encéfalo y la médula espinal por el espacio subaracnoideo.
Este líquido actúa como una almohadilla que protege al encéfalo amortiguando los golpes sobre la
cabeza.
Este líquido es transparente como agua de roca en condiciones normales y está libre de gérmenes.
Se produce y reabsorbe en algunos de los ventrículos cerebrales.

FISIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO


El sistema nervioso recibe información procedente de una serie de receptores tanto externos como
internos.
Entre los receptores externos estarían el sentido de la vista, del oído, del gusto o del tacto; y entre
los internos, por ejemplo los receptores de la presión arterial o de la presión parcial de dióxido de
carbono en sangre.
Esta información es trasladada al sistema nervioso central a través de fibras nerviosas aferentes,
formadas por las prolongaciones neuronales. Una vez que el sistema nervioso central recibe dicha
información, elabora una respuesta adecuada a la misma, respuesta que envía a través de fibras
nerviosas motoras, similares a las anteriores, a los órganos efectores, que pueden ser glándulas,
músculos, etc.
Las fibras nerviosas forman los nervios. Si el nervio sólo contiene fibras sensitivas será un
nervio sensitivo, como sucede con el nervio óptico (II par craneal).
Si está formado únicamente por fibras motoras será un nervio motor, como el nervio Vago (X par
craneal); y si el nervio está constituido por fibras de ambos tipos será un nervio mixto, como es el
caso del nervio facial (V par craneal).
Las respuestas a los estímulos suelen ser elaboradas directamente por el encéfalo, pero en
situaciones que requieren una respuesta muy rápida, esta la producirá directamente la médula, por
medio de un arco reflejo.
La respuesta que se produce por este medio son los llamados actos reflejos. Imagina que acercas un
dedo a un fuego. La respuesta de retirar el dedo será elaborada directamente por la médula, pues
hay que preservar la integridad cutánea, y la información sensitiva también es enviada al encéfalo,
donde llegará a la corteza cerebral y se hará consciente la situación (si es que quieres quemarte
tendrás que proponerte conscientemente no retirar la mano…).
La transmisión de los estímulos a través del sistema nervioso se produce de dos formas, según el
lugar en el que nos encontremos:
En el interior de la neurona: la información se traslada por medio de una inversión de cargas una
vez que el estímulo llega a su superficie.
Entre una neurona y la siguiente: en este caso debemos tener en cuenta que una neurona y la
siguiente no llegan a tocarse, sino que queda un espacio entre ambas llamada hendidura o espacio
sináptico, por lo que la transmisión se produce por medio de la liberación a dicho espacio de unas
sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Este proceso recibe el nombre de sinapsis.

Recuerda: los receptores nerviosos envían la información al sistema nervioso central y el olfato
es un receptor, un efector sería, por ejemplo, los músculos esqueléticos.
PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES

Las patologías que afectan al sistema nervioso las dividiremos según afecten al sistema nervioso
central o al sistema nervioso periférico y según el tipo de afectación que producen.

Patologías que afectan al sistema nervioso central

Enfermedades infecciosas
Meningitis
Es la inflamación de las meninges que envuelven el sistema
nervioso central. Su etiología puede ser infecciosa, provocada por
bacterias o virus. Produce una serie de síntomas, entre los que
destacan cefaleas, fotofobia, vómitos en escopetazo, y posición en
gatillo de fusil. El LCR presentará alteraciones macroscópicas,
como turbidez.
Encefalitis
Es la inflamación del encéfalo, provocada generalmente por infección viral. Es más frecuente en
personas jóvenes y ancianos.

Enfermedades degenerativas
Esclerosis Múltiple
Es una patología degenerativa y progresiva debida a la destrucción de las
vainas de mielinas del sistema nervioso central, lo que supone una
alteración en la transmisión de los impulsos nerviosos. Como
consecuencia se producen alteraciones de la sensibilidad y la coordinación
de los movimientos, alteraciones visuales, así como pérdida de fuerza y
parálisis de los miembros inferiores.
Alzheimer
Esta patología se produce por una destrucción progresiva e irreversible de
las neuronas de la corteza cerebral, siendo la principal causa de demencia y la enfermedad
degenerativa que con más frecuencia afecta al sistema nervioso. Al comienzo se manifiesta por
pérdida de la memoria a corto
plazo y termina provocando
problemas en la capacidad de
moverse por sí mismos, de
alimentarse y para controlar los
esfínteres, entre otras afectaciones.
Parkinson
Es un trastorno que afecta las neuronas de la sustancia negra, localizada en el mesencéfalo y que
controla los movimientos musculares. Los síntomas pueden incluir temblor de manos (temblor en
contar monedas), los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara, rigidez en los brazos, las piernas y
el tronco, lentitud en los movimientos y problemas de equilibrio y coordinación. Conforme los
síntomas empeoran, pueden presentar dificultades para caminar o hacer labores sencillas, tragar o
hablar.

Enfermedades por afectaciones vasculares


ACV o accidente cerebro-vascular
Es una patología que se produce por alteraciones vasculares a nivel encefálico, bien de carácter
hemorrágico, bien por procesos trombo-embólicos. Esto supone una imposibilidad de llegada de
oxígeno al lugar del encéfalo que irrigaba la arteria en cuestión, por lo que se producirá muerte
neuronal en esa zona. La afectación dependerá, por tanto del área afectada, si bien las
manifestaciones típicas son hemiplejia, afasia, mareos, dolores de cabeza de comienzo brusco e
intenso y pérdidas de visión de uno o ambos ojos.

Enfermedades tumorales
Enfermedades tumorales
Estos tumores pueden ser tanto benignos como malignos, si bien, al producirse un crecimiento en
una cavidad cerrada, como es la cavidad craneal, si no se tratan son mortales.

Patologías que afectan al sistema nervioso periférico


Neuralgia
Consiste en un trastorno sensitivo que afecta a uno o varios nervios, consistente en dolor, más o
menos intenso, sin que exista afectación motora. Una de estas afectaciones es la neuralgia del
trigémino, V par craneal que inerva la cara, y que provoca un dolor de tal intensidad que causa una
mueca casi involuntaria.
Parálisis
Es la pérdida del movimiento voluntario, que puede afectar a un solo músculo o a un grupo de ellos.
Aunque lo hemos incluido aquí, puede tener su origen en una lesión del sistema nervioso central,
como es el caso de las secciones de médula espinal.
También puede afectarse directamente un nervio, como es el caso de la parálisis del nervio facial,
VII par craneal, característica tras episodios de frío intenso en la cara, o algunas infecciones,
apareciendo una desviación de la comisura labial hacia el lado no afecto, así como la imposibilidad
de cerrar el ojo del lado del nervio dañado

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