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EL DERECHO PENAL MILITAR PERUANO

Entendiendo que el tratamiento de este sub tema,


requiere la comprensión unitaria del Derecho Penal y no
fragmentaria, es menester abordarlo desde el Marco General del
Derecho Penal para luego intentar definir y comprender el Derecho
Penal Militar.

En e s t e sentido, en primer término se trae a colación a


Hurtado Pozo, quien entiende por Derecho Penal en sentido
objetivo, como el conjunto de normas promulgadas por el Órgano
Constitucionalmente competente, que prevén la incriminación de
comportamientos calificados de delictuosos y las sanciones previstas
en tanto consecuencias jurídicas de dichos comportamientos. Y
entiende como Derecho Penal Subjetivo, como el "derecho de
castigar" (ius puniendi) perteneciente al Estado, mediante el cual se
hace referencia al poder punitivo del Estado.

Fontán Balestra, define el derecho penal como el estudio de los

actos que la ley amenaza con pena. Definición de la que se


desprende el derecho subjetivo penal, entendido como la facultad

del Estado para definir delitos y fijas y ejecutar las penas y medidas de
seguridad -Jus Puniendi=; asimismo, se encuentra el derecho

penal objetivo, que comprende el conjunto de normas jurídicas


que asocian al crimen con penas.

Von Litzt, citado por Bustos Ramírez, define al Derecho


Penal, como el conjunto de reglas jurídicas establecidas por el

estado, que asocian al crimen, como hecho, a la pena, como


legítima consecuencia. Ante la deficiencia de esta definición al

no considerar las medidas de seguridad, Welzel, define al Derecho


Penal como aquella parte del ordenamiento jurídico que
determina las características de la acción delictiva y le impone

penas o medidas de seguridad.

Dentro de este marco, se desprende de la realidad jurídica

Nacional que la legislación penal militar ocupa un amplio campo,


cuya situación anómala se debe a la excesiva influencia castrense
en la vida del País; por ello es que se ha notado una desmesurada
amplitud de la competencia de los Órganos Judiciales Militares,

en cuyo seno se ha mostrado una permanente tendencia


hacia la represión y la violación de los principios penales y del
debido proceso. Siendo una muestra de tal influencia que el
artículo 139° de la Constitución Política, que prevé como
"jurisdicción independiente" la militar. En relación a lo último, dice

Hurtado Pozo", que este enunciado contiene dos errores, por un


lado contradecir la unidad y exclusividad de la jurisdicción del
Estado; y, por otro, confunde la jurisdicción con la
competencia; ya que más bien debe hablarse de la

competencia de los jueces militares que deben estar integrados


en el sistema judicial general.

En esta línea, se desarrolla los criterios que deben utilizarse para

la aplicación de la Ley Penal Militar, Criterio Personal, cuyo


fundamento se encuentra en el art. 319° inciso a) y art. 320°, mediante

la cual la jurisdicción militar conoce las causas seguidas contra


los miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales, y cualquier

otra fuerza militar que se encuentre al servicio del Estado. Al


respecto cuestiona Hurtado Pozo, señalando que en forma

indebida se asimila a la condición de militares a los civiles por


delitos de traición a la patria, en caso de guerra exterior, y por

infracciones en la aplicación de la ley del servicio militar. Además

advierte que este supuesto criterio personal implica aceptar


que no existe un delito propiamente castrense, ya la ley militar

y la competencia de los órganos están determinados por el hecho


de que un militar cometa cualquiera de los delitos previstos en el

Código, sin embargo muchos de ellos, no son delitos militares.

El Criterio Material -"razón del delito"-, que consiste en aplicar la


ley penal en consideración de la índole militar de la conducta punible,
que esta relacionada con el bien jurídico protegido, que conforme
al comportamiento incriminado debe constituir la violación de un
deber de función, y que este deber supone el cumplimiento de
tareas de índole especial y propias de la actividad militar. Aunque
esto no se comparte en el Código de Justicia Militar, ya que esta
contempla la sanción de delitos comunes realizados en actos de
servicio cuando el agraviado e inculpado son militares.

El Criterio del lugar de comisión, el artículo 326°, establece la


competencia de la jurisdicción, para los delitos cometidos en plazas

sitiadas o bloqueadas, cuarteles, campamentos, maestranzas, fábricas,

talleres, centros de instrucción militar y demás establecimientos

militares. Disposición con la cual no importa la conducta punible que

se cometa, por cuanto lo determinante será la protección de los

locales mencionados. Sin embargo, esto se cuestiona señalando que

no existe ninguna justificación para hacer de los establecimientos

militares territorios cerrados para la jurisdicción común.

En suma d e lo señalado, se tiene que la índole material del delito


militar, es el más adecuado al sentido de la regla constitucional
referido a los delitos de función. Para l o c u a l no es correcto
entender como bien jurídico amplio a "la moralidad, el orden y
la disciplina"; sino debe propugnarse por una interpretación
restrictiva en el sentido de tener en cuenta los deberes
estrictamente militares que deben ser violados para calificar el
comportamiento de delito de función o delito militar.
Por lo que debe entenderse la noción general del delito
de manera unitaria, ya que el delito militar es infracción penal en
el mismo sentido de cualquier delito común, y los fundamentos
para la privación o restricción de la libertad deben ser las mismas;
en consecuencia, no se justifica que se prevea una parte general
en la legislación militar independiente del derecho penal en general,
salvo algunas peculiaridades''.

Por su parte, Fontán Balestra, y sin necesariamente compartir lo


señalado precedentemente señala que el Derecho Penal Militar ha
evolucionado paralelamente al derecho penal común a través de
las llamadas ordenanzas; además evidencia que su raíz única con el
Derecho Penal común, concreta una serie de de diferencias que sin
constituirlo en independiente, le confiere una entidad específica.
Asimismo, d i s t i n g u e entre faltas disciplinarias y delitos, ya que este
último se rige por el principio nullum crimen nulla poena sine lege.
Finalmente, rescata que el derecho penal militar debe entenderse como
toda infracción que por afectar la institución militar, exclusivamente
las leyes militares prevén y sancionan.

EL DERECHO PENAL MILITAR PERUANO

Es una rama especializada del Derecho Penal, cuyas normas la conducta


de los miembros en actividad de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

Este conjunto de normas, que tipifican los delitos y faltas militares, se


encuentran reguladas en el Código de Justicia Militar Policial el mismo
que se condice con las Leyes de los Regímenes Disciplinarios de las
Fuerzas Armadas y Policía Nacional respectivamente.

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