Está en la página 1de 5

Figura 17-1

El hara de una persona sana

186
de este ejercicio, podrá permanecer alineado con su misión principal en la vida en cualquier actividad
modesta que realice en un momento dado. Es perfectamente aplicable a su tarea de autocuración.

Un ejercicio para alinear su voluntad con su objetivo en la vida

Imagine una esfera de energía dentro de su cuerpo, en el eje del mismo, situada de 2,5 a 4 cm por
debajo del ombligo. Este punto es el centro de gravedad del cuerpo físico. Es el tan tien. Es la única nota
que conserva su cuerpo en su manifestación física. La línea del hara y el tan tien suelen ser dorados. En
este ejercicio, usted hará que el tan tien sea rojo.
Sitúese de pie con los pies separados unos 90 cm entre sí y flexione las rodillas, como se muestra en la
figura 17-6. Deje que los pies se extiendan hacia fuera para que no se tuerzan las rodillas. Alinee la
columna vertebral. Escoja un cabello que esté justo en la parte superior de su cabeza. Tire de él para
poder sentir el centro mismo de la cabeza. Ahora imagínese que cuelga de ese cabello. Esto alineará su
cuerpo en una línea vertical con la Tierra.
Coloque las puntas de los dedos de ambas manos en el tan tien, como se ilustra en la figura 17-7.
Mantenga los dedos juntos. Sienta el tan tien dentro de su cuerpo y caliéntelo. Caliéntelo al rojo. Si se
conecta con él, muy pronto todo su cuerpo estará caliente. Si su cuerpo no se calienta, significa que no ha
conectado con el tan tien. Inténtelo otra vez. Practique hasta que lo consiga. En cuanto lo haya conseguido,
traslade su conciencia al núcleo fundido de la Tierra.

Figura 17-6. Postura del hara Figura 17-7. Puntas de los dedos en el tan tien

Disponga sus manos en una posición triangular, con las puntas de los dedos apuntando hacia la Tierra di-
rectamente delante del tan tien. (Véase la figura 17-8.) Perciba la conexión entre la Tierra y su tan tien. Ahora
sentirá verdadero calor, un calor ardiente, tan intenso que le hará sudar. Hasta es posible que oiga un ruido
parecido al que usan los practicantes de artes marciales como grito cuando están a punto de golpear. Si tiene
su Elevada percepción Sensorial abierta, podrá ver el color rojo de su tan tien. Verá también una línea de luz

252
láser que conecta el tan tien con el núcleo fundido de la Tierra. Yo la llamo la «línea láser del hara». Si no la ve,
imagínela. No hay necesidad de verla para que funcione.

Figura 17-8. Triángulo invertido Figura 17-9. Puntas de los dedos de la mano derecha
en el tan tien; mano izquierda sobre el tan tien,
con los dedos hacia abajo

Ahora coloque las puntas de los dedos de la mano derecha en el tan tien, y oriente la palma izquierda
hacia el lado derecho de su cuerpo con los dedos hacia abajo. Mantenga la mano izquierda directamente
delante del tan tien. (Véase la figura 17-9.) Conserve esta configuración hasta que se haya estabilizado.
Ahora lleve su conciencia a la zona superior del pecho, unos 8 cm más abajo del hueco en la garganta y
también en el eje del cuerpo. Aquí hay una esfera de luz difusa. Esta luz transmite la canción de su alma,
la nota ánica que usted aporta a la sinfonía universal. Transmite el anhelo que le guía por la vida para
cumplir el objetivo de su alma en esta vida. Coloque las puntas de los dedos de ambas manos en la sede
del alma, en la región superior del pecho, como hizo antes en el tan tien.
Cuando se conecte con ella, podría sentir como si hincharan un globo dentro de su pecho. Puede tener
una sensación muy segura y agradable allí. Sienta ese anhelo sagrado y agradable mientras descansa en
su interior. Puede que sea indescriptible, pero usted es capaz de notarlo. Se parece a la luz difusa que
rodea una vela, pero tiene un color azul morado. Intensifique la luz azul morada en su pecho.
Luego sitúe las puntas de los dedos de la mano derecha en la sede del alma y los dedos de la mano iz-
quierda, apuntando hacia la Tierra, sobre el tan tien- La palma extendida de la mano izquierda está orien-
tada hacia el lado derecho de su cuerpo. (Véase la figura 17-10.)
Sienta la línea del hara discurriendo directamente hacia abajo desde la sede del alma, a través del tan
tien, hacia el centro de la Tierra. Cuando perciba esta sensación con mucha intensidad, pase a la posición
siguiente.
Dejando la mano izquierda donde está, levante los dedos de la mano derecha por encima de la cabeza.
Deje el dedo medio de la mano derecha apuntando hacia el punto ID, a un metro más arriba de la cabeza.
(Véase la figura 17-11 .) Sienta la línea del hará, que se extiende desde la sede del alma, a través de la
cabeza, hacia el pequeño embudo invertido del punto ID. Esta pequeña abertura es en realidad un
pequeño torbellino, con el extremo abierto orientado hacia abajo. Es lo más dificil de sentir. Inténtelo. Tal
vez le lleve algún tiempo. Este torbellino representa el primer punto de individualización desde la divinidad.
253
Representa el primer punto de individualización desde la unicidad de Dios. Cuando usted es capaz de
hacer pasar la línea del hara a través del punto ID, desaparece de pronto en la informidad. Cuando pasa a
través del embudo, puede emitir un ruido parecido al de un corcho saliendo de una botella. Usted notará la
diferencia al instante, porque tan pronto como la conecte, tendrá miles de veces más energía. De repente,
todo estará inmóvil en su interior, y usted sentirá un puente de poder. Habrá alineado su línea del hara.
Espere durante varios minutos hasta que la línea del hara se haya estabilizado. Luego baje la mano
derecha, con los dedos apuntando hacia arriba y la palma hacia el lado izquierdo de su cuerpo, hasta que
quede sobre la sede del alma. Esta posición será más cómoda para usted.
Mantenga la mano izquierda apuntando hacia abajo, con la palma hacia el lado derecho del cuerpo,
encima del tan tien. (Véase la figura 17-12.)
Sienta la línea del hara y los tres puntos. Enderécela con su intención. Pretenda que sea recta, brillante
y sólida. Sostenga su intención hasta que note la línea del hara recta, brillante y sólida. Vuelva a erguir el
cuerpo como si colgara de un cabello del centro de la parte superior de la cabeza. Contraiga ligeramente
las nalgas y flexione bien las rodillas, manteniendo los pies separados unos 90 cm entre sí y extendidos
hacia fuera para proteger las rodillas. Cuando doble las rodillas, éstas deberían quedar directamente sobre
los pies. Trate de ver, sentir y oír si los puntos son u f ertes, firmes y están cargados. Si percibe debilidad
en alguna zona, compruebe de qué zona de trata. Ésa es una zona que requiere trabajo curativo.
Concéntrese en ella más tiempo. Alinee la línea del hara y refuerce los puntos lo mejor que pueda.
Cuando haya alineado su primer punto de indivi dualización a partir de la divinidad con el anhelo sagrado de
su alma y con la única nota con que ha extraído su cuerpo de la Madre Tierra, se habrá alineado con su
objetivo en la vida. Es posible que ni siquiera sepa cuál es, pero está alineado con él, y sus acciones estarán
sincronizadas automáticamente con él mientras usted permanezca alineado.

Figura 17-10. Puntas de los dedos de la mano Figura 17-11. Mano derecha alineada con el punto ID;
derecha en la sede del alma; mano izquierda mano izquierda sobre el tan tien, con los dedos
sobre el tan tien, con los dedos hacia abajo. hacia abajo

254
Figura 17-12. Mano derecha sobre la sede del alma,
con los dedos hacia arriba; mano izquierda sobre el tan tien
con los dedos hacia abajo

La línea del hara de un grupo

Esta técnica puede utilizarse también con grupos para determinar el objetivo colectivo. Veamos cómo fun-
ciona. El verdadero objetivo individual de cualquier miembro de un grupo está conectado holográficamente con
el objetivo del grupo en su conjunto. Una vez que todos hayan alineado su hara, todos habrán alineado su
objetivo en el momento presente con su objetivo supremo como individuos y como grupo. El objetivo supremo
de cada cual forma parte del gran plan evolutivo de la Tierra, que se mencionó en el capítulo 13. Este plan
sincroniza a todos, y el grupo se vuelve sincrónico. Y, como ya hemos dicho antes, dentro de este marco no es
posible ninguna postura adversaria. La sincronía puede percibirse en la sala. Ésta se llena de la energía de la
tarea inminente. Todo el mundo tiene una parte que cumplir. El objetivo de cada parte está conectado al
objetivo del todo. Resulta sorprendente lo bien que funcionan los grupos cuando son capaces de empezar por
alinear cada voluntad individual dentro del grupo. Cuando se consigue esto, emerge la voluntad del grupo.
La alineación del hara puede ser utilizada por cualquier grupo. Usted puede emplearla en su equipo curativo,
su grupo de investigación, grupo político o grupo profesional para establecer el objetivo del equipo. Este
modelo es aplicable en todas partes, sobre todo en la mesa de negociaciones entre empresas, ya que se basa
en la unidad en vez de la dualidad. Si todos alinean su hara y se conectan con el objetivo universal, no habrá
una situación de vencedores y vencidos. Las transacciones serán más fluidas.
En cierta ocasión di una conferencia de media hora sobre este tema en el club Win-Win de Denver. Esta
organización es un grupo de jefes de empresas y corporaciones dedicadas al estilo financiero «ganar-ganar»
en lugar del estilo «vencer sobre el adversario». No les costó más de unos minutos cambiar la energía
presente en la sala a un objetivo colectivo sincronizado después de que yo les enseñara a alinear el hara. Lo
aprendieron más de prisa que cualquier otro grupo al que haya tenido el privilegio de enseñar.
Recomiendo usar esto como una meditación inicial cada vez que trabaje con un grupo. Si surgen discre-
pancias, significa que la alineación ha desaparecido. Le sugiero que repita la meditación para volver a ali-
nearse.
255

También podría gustarte