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Algunos niños con anemia no saben que la padecen porque no tienen ningún
síntoma. Si un niño tiene síntomas, es posible que:
esté pálido
parezca malhumorado
esté mareado o con vértigo
tenga un ritmo cardíaco acelerado
tenga la piel y los ojos amarillentos y orine color té oscuro
1. Comes.
2. La glucosa que tienen los alimentos entra en tu torrente sanguíneo.
3. Tu páncreas fabrica una hormona llamada insulina.
4. La insulina ayuda a la glucosa a entrar en las células de tu cuerpo.
5. Y, así, tu cuerpo obtiene la energía que necesita.
Los niños que tienen parientes con una diabetes tipo 2 son más proclives a
desarrollar esta enfermedad. Los niños mayores de 10 años tienen más
posibilidades de desarrollar una diabetes tipo 2 que los niños pequeños.
¿Cómo puedes saber si tienes una diabetes tipo 2? Los médicos pueden saber
con seguridad si una persona tiene una diabetes haciéndole un análisis de sangre
donde se mide la concentración de glucosa en sangre. Aunque un niño no
presente ningún síntoma de la diabetes tipo 2, los médicos pueden pedir un
análisis de sangre a aquellos niños que sean más propensos a padecerla, como
los que tengan sobrepeso.
Lo bueno es que los niños que sigan una dieta saludable, se mantengan activos y
alcancen un peso adecuado pueden conseguir que sus concentraciones de azúcar
en sangre estén dentro de sus márgenes saludables. Si lo logran, es posible que
sus médicos decidan que pueden dejar de tomar medicamentos para la diabetes.
Aunque los niños con diabetes deben hacer algunas cosas especiales, esta
enfermedad no les impide disfrutar de las cosas que les encanta hacer. Pueden
seguir haciendo deporte, saliendo con sus amigos y viajando.
Si un amigo tuyo tiene una diabetes tipo 2, hazle saber que puede contar contigo.
La amistad consiste en disfrutar estando juntos, ¡no en tener una concentración de
azúcar en sangre perfecta!
Tu peso ha sido importante desde el momento en el que naciste. Es posible que hasta sepas
cuánto pesaste al nacer. La mayoría de los recién nacidos pesan entre 6 libras (2,7 kg) y 9
libras (4 kg), pero algunos pueden llegar a pesar más y otros, menos.
Pero los bebés aumentan de peso muy rápido y todos están felices porque esto significa que
el niño está creciendo bien y haciéndose más fuerte.
Cuando eres más grande, tu peso sigue siendo importante. Es algo de lo que seguramente
tus padres y tu médico estarán pendientes. Cuando vayas a hacerte una revisión médica, el
médico anotará tu estatura y tu peso, y que comparará esas medidas con las de la última
revisión. Es normal que los niños aumenten de peso ya que todavía están creciendo. El
médico quiere verificar que no estés aumentando demasiado o muy poco. Pesar demasiado,
o muy poco, puede ser un problema.
Los médicos usan los términos "sobrepeso" u "obeso" para indicar que una persona tiene
más probabilidades de desarrollar problemas de salud relacionados con el exceso de peso.
Cuando las personas hablan de tener sobrepeso, se refieren a que una persona tiene más
grasa corporal de la que es saludable. Todos tienen algo de grasa en el cuerpo, pero el
exceso de grasa puede causar problemas de salud. Los niños con sobrepeso tal vez tengan
dificultad para seguir el ritmo de sus amigos en el parque de juegos. Es posible, incluso,
que sean el blanco de bromas o se sientan mal con ellos mismos.
¿Cómo se mide?
Una persona puede pesar menos de lo deseable, tener un peso saludable, tener sobrepeso o
ser obesa (tener mucho sobrepeso). No existe un peso perfecto para un niño, pero sí existen
rangos de peso saludables que dependen de su altura y de su sexo (si eres niño o niña).
Los médicos usan cuatro categorías para describir el peso de una persona:
¿Qué es el IMC?
Tener sobrepeso es mucho más que una cifra de la balanza. Un niño más alto podría pesar
más que uno de menor estatura y no por eso tener sobrepeso. Es por eso que los médicos
utilizan lo que se llama "índice de masa corporal" (IMC), para decidir si un niño tiene
sobrepeso.
El IMC calcula cuánta grasa tiene una persona en el cuerpo. Es el resultado de un cálculo
que utiliza la altura y el peso de un niño. Los médicos ubican ese número en una tabla. Hay
diferentes tablas para niños y niñas.
Como el músculo pesa más que la grasa, una persona musculosa puede tener un IMC más
elevado, pero no tener mucha grasa en el cuerpo. Del mismo modo, es posible que el IMC
de una persona esté en el nivel ideal o sea bajo, pero que tenga mucha grasa en el cuerpo.
Tal vez, en tu escuela te entreguen un informe sobre tu IMC, pero la mejor manera de
comprenderlo es hablar con tu médico.
La mayoría de las veces, las personas tienen demasiada grasa corporal porque el cuerpo
ingiere más calorías (de alimentos y bebidas) de las que quema. El cuerpo usa algunas
calorías para mantenerse con vida, manteniendo el corazón latiendo, los pulmones
respirando y el cerebro funcionando. También quemas calorías a través de la actividad
física, como jugar fútbol o ir caminando a la escuela.
Las calorías que no utilizas se almacenan como grasa. Cuantas más calorías extra ingiera
una persona, más grasa almacenará.
Esto ocurre con mucha facilidad en la vida moderna. Las personas pasan más tiempo frente
a las pantallas (del televisor, el teléfono celular y las computadoras) y menos tiempo
moviéndose. En lugar de caminar o andar en bicicleta, vamos en automóvil a todas partes.
Menos escuelas tienen clases de gimnasia todos los días; los niños juegan más a los
videojuegos que a los juegos que requieren actividad física como el fútbol.
Las personas tienen vidas más ocupadas y tienen menos tiempo para preparar comidas
saludables. Esto significa más comidas de restaurantes, comidas para llevar, comidas
precocidas y bocadillos envasados.
Los problemas relacionados con el peso pueden ser hereditarios. Pero no permitas que esto
te desanime y te impida hacer los cambios que podrían ayudarte estar sano. Tus hábitos
(qué alimentos comes y cuánto, además de cuánto ejercicio haces) pueden marcar una gran
diferencia.
El sobrepeso puede provocar problemas de salud, como presión arterial alta, colesterol alto
y diabetes. Puede hacer que tengas dificultades para respirar y dormir. Puede hacer que sea
difícil seguir el ritmo de los amigos y causar molestias o dolores. Un problema de peso
también puede hacer que te sientas avergonzado, triste o incluso enojado. Cuando las
personas se sienten mal, tal vez coman más porque comer resulta reconfortante. Pero esto
no es nada recomendable, en especial si se trata de una persona con sobrepeso.
Una de las mejores formas de mantener un peso saludable es llevar una vida activa. Puedes
unirte a un equipo deportivo. O, si no te gustan los deportes en equipo, puedes probar con la
natación, el tenis, las artes marciales o simplemente jugar en el patio de tu casa. Saltar a la
soga, bailar y correr harán que tu corazón lata con fuerza.
Aumentar el nivel de ejercicio físico puede ser tan sencillo como subir por las escaleras en
lugar de usar el ascensor o caminar en vez de pedirles a tus padres que te lleven en
automóvil. Mantenerse activo también significa mirar menos televisión y dedicar menos
tiempo a los videojuegos y los juegos móviles.
Comer de forma saludable es otra parte de mantenerse en forma. Come una variedad de
alimentos y más frutas y verduras. Opta por el agua y la leche descremada en lugar de los
refrescos, los jugos, las bebidas deportivas y las azucaradas. Y en cuanto a los alimentos
con muchas calorías y mucha grasa (como las papas fritas, galletas y helado), cómelos solo
de vez en cuando y, cuando lo hagas, asegúrate de que sea en porciones pequeñas.
Por lo general, los niños no necesitan hacer dieta. Pero un niño con mucho sobrepeso
quizás necesite la ayuda experta de un nutricionista o un médico especializado en cómo
mantener un estilo de vida sano. Junto a tu familia, podrás desarrollar un programa que
incluya comer alimentos nutritivos y hacer ejercicio físico de manera regular.
Si tienes un amigo o un pariente con sobrepeso, recuerda ser amable con él. Las bromas o
burlas harán que la persona se sienta mal. En su lugar, anímalos y trátalos como a todos tus
otros amigos.