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COMISIÓN 2
Cronograma
Clase Fecha de inicio
Presentación y clase 1 15 de mayo
Clase 2 22 de mayo
Clase 3 29 de mayo
Evaluación final 05 al 11 de junio
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Semana 1: Marco
Normativo.
Organismos que
intervienen en la
protección ...
Introducción
Los derechos de los/las NNyA se inscriben en el marco general de los derechos humanos.
Los derechos humanos son aquellos derechos propios de todas las personas. Les corresponden por la sola condición
de ser humanos, sin que sea necesario cumplir con un requisito especial. El Estado no puede arrebatarlos bajo ningún
concepto, independientemente de la religión; la identificación o elección de género; la edad, el lugar de residencia, la
etnia, la nacionalidad, la filiación política, ni ninguna otra condición.
Para garantizar la protección de estos grupos que históricamente han sido relegados en el reconocimiento y el ejercicio
de sus derechos, se han creado instrumentos específicos. En estos casos, el principio de igualdad y no discriminación
requiere que se brinde un trato y una protección particular para estos sectores sociales en desventaja.
Los paradigmas son modelos, marcos de interpretación que contienen ideas y fundamentos sobre cómo se deben
comportar y relacionar todos los seres humanos en nuestros contextos sociales. Pero estos modelos no son solo ideas,
sino que implican y generan acciones y modos de hacer las cosas, en función de aquellos marcos interpretativos y
nociones que propone esa mirada.
Un paradigma constituye un sistema de pensamiento que organiza y da sentido a los valores, las creencias y las
experiencias a partir de las cuales se comprende e interviene en la realidad.
En este sentido, el modo de comprender a las infancias y las adolescencias produce determinadas respuestas. Estas
respuestas pueden observarse en la forma que adoptan las leyes que definen el accionar del Estado, y también en el
plan de políticas públicas diseñado para asegurar el ejercicio de derechos.
En nuestro país, los lineamientos sobre las intervenciones con NNyA estuvieron definidos por dos paradigmas:
El paradigma tutelar.
El paradigma tutelar
El paradigma tutelar, también denominado "paradigma de la situación irregular", estableció un marco interpretativo,
normativo y de acción mediante el cual el Estado argentino intervino en situaciones en las que formaban
parte los/las NNyA durante casi todo el siglo XX.
Este periodo de intervención estuvo marcado por una mirada que los consideraba sujetos incapaces de ejercer
plenamente sus derechos mas allá del tutelaje adulto. No se respetaba su opinión en ningún caso y se podía
disponer de ellos en procedimientos de institucionalización sin reparar en las características propias de su
desarrollo, familia o ámbito de crianza.
Sancionada en el año 1919, la Ley 10.903 de Patronato o Agote (por su autor, el Dr. Luis Agote) materializaba el
paradigma tutelar y facultaba al Estado para controlar y decidir acerca de la vida de los/las NNyA, quienes eran
considerados como "menores". Esta categoría dio lugar a la creación de una impronta que establecía que los
"menores", en su condición de tales, eran pasibles de ser intervenidos por el Estado en diversas situaciones que los
implicaban (déficit habitacional, conflictos familiares, déficit de derechos económicos y sociales, acciones
delictivas, etc.).
Desde el paradigma tutelar, los/las "menores" eran considerados receptores/as pasivos/as tanto de cuidados
como de castigos. Eran objetos y no sujetos de derechos.
De ser necesario, el Estado tomaba la "patria potestad" de estos chicos y chicas por sobre sus familias o
adultos/as responsables. Generalmente se los/las derivaba a instituciones de encierro bajo el argumento de que
corrían peligro sus vidas, su bienestar o su futuro. A partir de esa intervención, el Estado, mediante la figura de un/a
juez/a de menores, decidía absoluta y totalmente sobre sus vidas.
Lejos de presentarse como un cambio radical y abrupto, las transformaciones fueron paulatinas. En el camino, se
produjeron contradicciones y superposiciones entre las normativas y las acciones, el modo de interpretar las leyes,
la creación de políticas públicas y el modo de hacerlas efectivas en las intervenciones hacia los/las NNyA. Hoy, a
más de treinta años de aprobada la Convención Internacional por los Derechos del Niño, siguen presentándose
desafíos.
La modificación del marco jurídico y su ordenamiento hacia los estándares internacionales es un primer paso para
establecer los fundamentos de un nuevo paradigma en relación con la intervención con NNyA: el paradigma de
derechos.
Sujetos de derecho
Siempre que hablamos de niña, niño o adolescente nos referimos a toda persona menor de 18 años. Sin embargo,
debemos recalcar que no hay una única infancia o adolescencia, sino muchas formas de transitar estos períodos de
crecimiento. La multiplicidad está determinada por innumerables factores sociales, culturales, de género, etnia, clase y
subjetivos que dan origen a la diversidad de experiencias y formas de ser.
Los/as NNyA se encuentran en un momento vital caracterizado por el desarrollo de vínculos de amistad, de valores, de
construcción de identidad, de pertenencia a grupos.
En la adolescencia se vivencia un proceso de muchos cambios, rupturas con determinadas normas y desafíos a la
autoridad del mundo adulto (madre, padre, docentes, personal policial, etc.). Es por ello que desarrollarse en ambientes
seguros y en espacios democráticos es fundamental para el ejercicio de los derechos y para que los/las adolescentes
asuman las obligaciones propias de la edad.
Las personas adultas, las instituciones del Estado (entre ellas las instituciones policiales y de seguridad) y la sociedad
toda son responsables del proceso de crecimiento de las/los NNyA y su construcción como ciudadanos/as. En dicha
etapa, se espera que NNyA aprendan a convivir pacíficamente y puedan desplegar sus potencialidades personales y
colectivas. Las fuerzas policiales y de seguridad son muy importantes en esa construcción de la ciudadanía,
principalmente, porque una de sus funciones es la de mantener el Estado de derecho y, en consecuencia, proteger y
asegurar que los derechos de los/las NNyA con los que entren en contacto en sus intervenciones sean efectivamente
cumplidos y ejercidos.
A su vez, las fuerzas policiales y de seguridad son una de las expresiones del Estado que señalan el límite a la
transgresión de la norma. Este límite que impone la autoridad policial instituye la ley en el territorio y habilita la
posibilidad de construir igualdad entre sus ciudadanos/as.
Si estas acciones no son respetuosas, no se construye una autoridad democrática. La imposición del límite que marca
la ley constituye un aporte fundamental de las fuerzas policiales y de seguridad en la construcción de ciudadanos/as
con derechos y obligaciones.
Esto quiere decir que la autoridad debe construirse legítimamente para que funcione como un límite propio de un
Estado de derecho. A partir de la Convención Internacional de los Derechos del Niño se pueden identificar los siguientes
PRINCIPIOS que deben regir toda actuación del Estado, a saber:
"En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial
que se atenderá será el interés superior del niño (...); se asegurarán de que las instituciones, servicios y
establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las
autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad"
Autonomía progresiva
El principio de autonomía progresiva reconoce la progresividad del ejercicio de derechos por parte de los/las NNyA. El
protocolo de actuación de las fuerzas establece que la posibilidad de los/las NNyA de ejercer por sí mismos/as sus
derechos es un proceso gradual en el que van adquiriendo mayores niveles de autonomía para decidir sobre los asuntos
que les conciernen, de acuerdo a la edad y el grado de madurez. A fin de promover un mejor ejercicio de su autonomía,
se ofrecerán al NNyA orientaciones apropiadas a su edad y la asistencia técnica específica (por ejemplo, el órgano de
protección, un/a abogado/a defensor/a), con el objeto de garantizar que sean debidamente asistidos/as para ejercer
sus derechos. En el momento de la aprehensión, se debe informar al NNyA sobre los derechos que los/las asisten
mediante la lectura en alta voz de la totalidad de los artículos que los establecen. Además de la lectura íntegra de los
derechos y garantías procesales, el interventor deberá realizar una explicación de estos derechos de un modo sencillo y
pausado, accesible y acorde con su edad y grado de madurez, propiciando la formulación de preguntas. Se debe prestar
especial cuidado en la explicación de los cargos que pesan en su contra y que dispondrá de asistencia jurídica y otra
asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa. En caso de que la autoridad judicial disponga su
traslado, se le informará hacia dónde se lo/la trasladará y se le explicarán los motivos. (Protocolo de actuación para las
Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales en Intervenciones con NNyA, Capítulo III, artículo 37. INSFORMACION
SOBRE DERECHO)
Según indica el protocolo de actuación policial y de seguridad, se deben respetar todos los derechos
conferidos a las/los NNyA, entre ellos:
Que su opinión sea primordialmente tomada en cuenta al momento de arribar a una decisión que la/lo afecte;
Ser asistido/a por un letrado/a especializado en niñez y adolescencia desde el inicio del proceso judicial o
administrativo que lo/a incluya (Artículo 7°. Garantías en los procedimientos e intervenciones policiales.
Capítulo I Principios y Pautas Generales de Actuación).
Prioridad de atención
Es obligación del Estado priorizar, a través de las políticas públicas incluidas las de seguridad, el resguardo y el pleno
ejercicio de los derechos de los/las NNyA, sin discriminación alguna. Este principio está relacionado con la
universalidad de las políticas públicas en el campo de la niñez. Se podría definir de la siguiente forma: todos los
derechos para todos/as los/las NNyA. Cuando algún/a NNyA se vea impedido/a por cualquier motivo para acceder a
sus derechos, el Estado está obligado a reforzar sus políticas mediante la implementación de programas o acciones
específicas para atender cada problemática. Es decir, que el Estado tiene la obligación de ofrecer una respuesta
adecuada para que cualquier NNyA pueda prontamente ejercer sus derechos.
Ley 26.061
"Las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales tienen el deber de dar intervención inmediata a los
organismos con competencia primaria en materia de NNyA y trabajar articuladamente con las demás agencias
estatales que conforman el Sistema de Protección Integral de Derechos de NNyA, tanto nacional como
provincial o municipal (Protocolo de actuación para las fuerzas en Intervenciones con Niños, Niñas y
Adolescentes, Artículo 9°, Corresponsabilidad).
Esta Convención, firmada en 1989, tiene un órgano encargado de monitorear su desarrollo en los países firmantes. Este
Comité Internacional de Derechos del Niño está integrado por personas expertas independientes. Ante esta instancia,
nuestro país debe presentar informes periódicos sobre las medidas que ha tomado para cumplir con la Convención y
también debe informar cómo ha intervenido el Estado en casos de vulneración de derechos de NNyA.
Ley 26.061 de protección integral de los derechos de
NNyA
A partir de que la Argentina firmó la Convención, fue necesario generar herramientas estatales propias y soberanas para
aplicar los derechos de la niñez y la adolescencia en el territorio nacional, teniendo en cuenta nuestra identidad y
situación particular como país. Es así que en 2005 se sancionó la Ley 26.061 de Promoción y Protección de los
Derechos de los NNyA, que analizaremos más adelante en todos sus niveles de conformación y que cada provincia
ejecutará respetando las respectivas autonomías e instituciones preexistentes. Sin embargo, vale recordar que, además
de la Convención por los Derechos del Niño, la Argentina cuenta con otros instrumentos jurídicos internacionales que
tienen jerarquía constitucional desde la reforma del año 1994.
Considerar el enfoque de niñez teniendo en cuenta el interés superior de los/las NNyA sin dudas implica ampliar la
mirada y dejar expuestas las múltiples discriminaciones que se traducen en la falta de acceso a derechos y
oportunidades y la profundización de vulnerabilidades. Ambas perspectivas deben dialogar entrelazadas con un
enfoque de derechos humanos para garantizar el cumplimiento de los estándares internacionales.
El enfoque de derechos humanos es el marco conceptual y metodológico para diseñar e implementar políticas de
promoción y protección de los derechos de las mujeres y los/las NNyA.
La Ley de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes define su objeto y fundamentos en el artículo 1, donde
expresa que promueve "la protección integral de los derechos de las/los NNyA que se encuentran en el territorio de la
República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el
ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación sea parte".
Además, la norma declara que los derechos reconocidos en esta ley nacional poseen "máxima exigibilidad" y son
"sustentados en el principio del interés superior del niño". La "máxima exigibilidad" refiere a la plena materialización de
los derechos, que implica la exigencia, el ejercicio y la promoción de los valores o derechos fundamentales de NNyA.
Omitir su cumplimiento habilita a todo ciudadano a interponer las acciones administrativas y judiciales a fin de
restaurar el ejercicio y goce de tales derechos.
Esto quiere decir que la sociedad en su conjunto es responsable de velar por el ejercicio de los derechos de cada niño,
niña o adolescente.
Las/los NNyA tienen derecho a ser oídos/as y atendidos/as en todos los ámbitos, cualquiera sea la forma en
que se manifiesten.
Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público, irrenunciables,
interdependientes, indivisibles e intran igibles.
Hoy en día esta concepción sobre los derechos de NNyA nos resulta indiscutible. No obstante, es el resultado de un
proceso histórico de evolución normativa que a lo largo de los años ha intentado proveer de un acervo jurídico que
defienda y proteja integralmente los derechos de NNyA.
Para seguir pensando
Los invitamos a ver el video "EL OTRO PAR".
La historia nos permite pensar sobre la importancia que tiene revisar los supuestos o prejuicios que se construyen
sobre las personas en un primer momento y establecer relaciones con otros supuestos y con el contexto de cada
situación.
Es central poner a prueba nuestros prejuicios, ideas, sentimientos y sensaciones a priori, compartir experiencias y
situaciones con nuestros colegas, analizarlas y reflexionar sobre ellas, para encarnar con el enfoque de derechos
humanos nuestras actuaciones como fuerza de seguridad.
¿Seguimos pensando?
El cuestionario es obligatorio para continuar el recorrido. Una vez concluido, se habilita la posibilidad de continuar con
la semana 2 de acuerdo con el cronograma propuesto.
CUESTIONARIO
Ejercicio de autoevaluación