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Tania Sánchez Castañeda

COMPARATIVA ENTRE LA RELIGIÓN


CRISTIANA Y EL ISLAM

La religión ha sido algo inherente al ser humano desde el principio de su existencia. De


hecho, es tan fundamental que desde hace miles de años, ha influenciado en la historia, la
cultura y las sociedades de todo el mundo. Sin embargo, existen religiones muy diversas o incluso
diferentes ramas o corrientes de una misma. Cada una de ellas con sus propias creencias,
compartiendo muchos aspectos entre sí y diferenciándose en tantos otros.

En el presente trabajo, abordaremos las diferencias y similitudes que existen entre el


cristianismo y el islam. Al principio descarté el islam porque lo consideraba una de las religiones
“más típicas” que podríamos conocer, pero después me di cuenta de que existen muchas más
razones que la convierten en una opción interesante. Por ejemplo, el largo recorrido histórico
que nos une cultural y políticamente. También porque se trata de una de las religiones más
practicadas del mundo. Incluso, debido a la gran cantidad de habitantes musulmanes que hay en
España. Y esque, a través del conocimiento se fomenta la comprensión intercultural, el respeto
y la tolerancia, motivo por el que me parece muy acertado realizar este trabajo comparativo y
aprender de una religión vecina como es el islam.

A continuación, expondré de forma pormenorizada diferentes aspectos de estas dos


religiones, estableciendo las posibles semejanzas y distinciones que podamos encontrar.

Para ello empezaremos por EL ORIGEN: ambas son de las más grandes y antiguas
religiones en el mundo entero. Por un lado, el cristianismo surgió en Palestina, aproximadamente
en el siglo I d.C. a partir del judaísmo y tras las enseñanzas, la muerte y la resurrección de
Jesucristo. Por otro lado, el islam tuvo su origen en la Península Arábiga en el siglo VII d.C.,
cuando su profeta Mahoma comenzó a predicar el mensaje.

Tal y como acabamos de mencionar, en cada una de ellas destacan ciertos PROFETAS. En
este caso, históricamente comparten algunos. Por ejemplo, Abraham. Quien para los cristianos
es el padre de la fe, dispuesto a sacrificar a su propio hijo Isaac, solo por obediencia divina;
mientras que para el islam es el fundador, llamado “amigo de Dios”. Además, en el cristianismo
hay otros profetas como Moisés, Juan Bautista, María Magdalena… y en el islam, incluyen a
Adán, Noé, Moisés, Jesús, pero sobre todo Mahoma.

Efectivamente, como venimos explicando, para el islam Jesús fue un profeta más. Mientras que
para los cristianos es el verdadero Mesías, hijo de Dios y cuya muerte y resurrección dio pie a la
difusión del mensaje cristiano por todo el mundo. Por el contrario, el islam se basa en las
enseñanzas del profeta Mahoma, un comerciante y líder religioso que predicaba en la Meca y
que se consideraba el elegido por Dios (para ellos llamado Alá)
Tania Sánchez Castañeda

Referido a la GEOGRAFÍA, actualmente el cristianismo predomina en América, Europa,


Oceanía y gran parte de África. Siendo Estados Unidos, Brasil, México, Rusia y Filipinas los países
con mayor población cristiana. En cambio, el islam es la religión predominante en el Medio
Oriente, Asia Central, Indonesia, Malasia, Pakistán, Bangladesh y algunos países de África. Y los
países con mayor población musulmana son Indonesia, Pakistán, India, Bangladesh y Nigeria.

En lo que a TRADICIONES respecta, ambas religiones tienen ciertas prácticas importantes


y fundamentales para su fe. Para el cristianismo serían por ejemplo: la oración, la eucaristía, la
participación de los sacramentos… Así como FESTIVIDADES tales como la Navidad y la Pascua,
donde se rememoran eventos clave de la vida de Jesús como su nacimiento o su muerte.
Asimismo, celebran el domingo como día sagrado y de descanso. En cambio, para el islam las
principales tradiciones serían la oración diaria (5 veces al día y en dirección a la Meca), el
Ramadán (un mes de ayuno y reflexión durante el cual deben abstenerse de comer, beber o
mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el atardecer), la peregrinación a la Meca
(al menos una vez en su vida) y la lectura del Corán. Y su día sagrado serían los viernes, donde
asisten a la mezquita.

En cuanto a la VESTIMENTA, para los cristianos no hay un código específico. Muy contrariamente,
en el islam existen normas muy concretas sobre qué partes del cuerpo deben cubrir y qué tipo
de prendas utilizar. Las más conocidas por ejemplo serían el hijab o nigab.

También caben destacar algunas otras restricciones islámicas como son el escuchar ciertos tipos
de música, maquillarse… De hecho, se podría abrir un debate interesante sobre cuán estrictas o
aceptables pueden ser estas normas de fe. Igualmente, otra de estas restricciones referida a la
ALIMENTACIÓN sería el consumo de carne. Para los seguidores del islam está prohibido ingerir
carne de cerdo, y para cualquier otro tipo (ternera, pollo…) el animal debe ser desangrado de
una manera específica para que se convierta en carne que ellos denominan “halal”. De lo
contrario se trataría de carne haram. A su vez los cristianos, se abstienen de consumir carne
durante la época de Cuaresma o los viernes de todo el año (en conmemoración del sacrificio de
Jesús en la cruz).

Por último, el apartado quizá más determinante para cada una de estas religiones. LAS
CREENCIAS, desde la naturaleza de Dios, hasta la relación de Dios con la humanidad y su
salvación. Así pues, a pesar de que ambas son monoteístas, existen ciertos matices: para los
cristianos, Dios es trinidad. Es decir, una única divinidad en tres personas distintas, que son: el
Dios Padre, el Hijo Jesús y el Espíritu Santo. Por tanto, como mencionamos anteriormente,
Jesucristo sería el hijo de Dios que vino al mundo hecho hombre para redimir a la humanidad
del pecado. En contraposición, en el islam ven a Dios como un ser único e indivisible llamado Alá
y piensan que la salvación llega a partir de la obediencia a Dios y el seguimiento de sus
mandamientos en el Corán.

Otra diferencia importante es la naturaleza de los libros sagrados. Por un lado la Biblia se toma
como palabra de Dios, inspirado por el Espíritu Santo y autoridad definitiva en la fe y la práctica
cristiana. Y por otro lado, el Corán es entendido como la palabra literal de Dios, revelada a
Mahoma.
Tania Sánchez Castañeda

También cabe destacar las diferentes opiniones de estas religiones en cuanto a las imágenes de
Dios. Por un lado, en las Iglesias cristianas encontramos numerosas vidrieras, cuadros, figuras…
Incluso los creyentes llevan a veces imágenes en estampitas, decorando sus casas… Es decir, está
aceptado hacer referencias visuales y en honor a Jesús, Dios. Sin embargo, por el lado islamista
está totalmente prohibido. Consideran que esto podría llevar a idolatría o politeísmo, haciendo
que los seguidores islámicos acabaran rindiendo culto a las imágenes en sí y no al propio Alá.

En conclusión, aunque el cristianismo y el islam tienen algunas similitudes en cuanto a


sus profetas y su énfasis en la importancia de la fe y la obediencia a Dios, también tienen notables
diferencias respecto a sus creencias teológicas y prácticas religiosas, tales y como hemos ido
indicando a lo largo de este trabajo.

Además, la religión en general siempre ha sido una potencia importante en la política, la cultura
y la sociedad de todo el mundo y ha desempeñado un papel primordial en muchos conflictos y
desafíos actuales. Algo que tristemente, va en contra de la fe y los ideales morales de cualquier
religión.

Y esto me lleva a un último punto que me parece fundamental como futura profesora de
Educación Primaria. Y esque es importante favorecer la comprensión y el respeto hacia cualquier
individuo. Sea cual sea su aspecto físico, condición o en este caso, religión. Ya que, a partir de
esta tolerancia, se pueden llegar a construir puentes entre diferentes culturas y comunidades y
podemos vivir de forma unida y feliz.

Para ello, la enseñanza de la religión en los colegios puede tener beneficios tales como ayudar a
los estudiantes a entender y apreciar la diversidad cultural y religiosa; fomentar la tolerancia y
el respeto hacia las personas de diferentes creencias religiosa y comprender que las diferencias
religiosas no deben ser motivo de conflicto o discriminación. Así como desarrollar la capacidad
de reflexión y análisis, ya que la religión puede ser un tema complejo y difícil de entender o
incluso promover la ética y los valores importantes, como la compasión, la justicia y la
honestidad, aprendiendo a aplicarlos en su vida diaria.

Sin embargo, esta enseñanza debe ser inclusiva y respetuosa de todas las creencias religiosas. La
religión no debe ser impuesta a los estudiantes ni utilizada para promover una agenda particular.

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