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Para ello empezaremos por EL ORIGEN: ambas son de las más grandes y antiguas
religiones en el mundo entero. Por un lado, el cristianismo surgió en Palestina, aproximadamente
en el siglo I d.C. a partir del judaísmo y tras las enseñanzas, la muerte y la resurrección de
Jesucristo. Por otro lado, el islam tuvo su origen en la Península Arábiga en el siglo VII d.C.,
cuando su profeta Mahoma comenzó a predicar el mensaje.
Tal y como acabamos de mencionar, en cada una de ellas destacan ciertos PROFETAS. En
este caso, históricamente comparten algunos. Por ejemplo, Abraham. Quien para los cristianos
es el padre de la fe, dispuesto a sacrificar a su propio hijo Isaac, solo por obediencia divina;
mientras que para el islam es el fundador, llamado “amigo de Dios”. Además, en el cristianismo
hay otros profetas como Moisés, Juan Bautista, María Magdalena… y en el islam, incluyen a
Adán, Noé, Moisés, Jesús, pero sobre todo Mahoma.
Efectivamente, como venimos explicando, para el islam Jesús fue un profeta más. Mientras que
para los cristianos es el verdadero Mesías, hijo de Dios y cuya muerte y resurrección dio pie a la
difusión del mensaje cristiano por todo el mundo. Por el contrario, el islam se basa en las
enseñanzas del profeta Mahoma, un comerciante y líder religioso que predicaba en la Meca y
que se consideraba el elegido por Dios (para ellos llamado Alá)
Tania Sánchez Castañeda
En cuanto a la VESTIMENTA, para los cristianos no hay un código específico. Muy contrariamente,
en el islam existen normas muy concretas sobre qué partes del cuerpo deben cubrir y qué tipo
de prendas utilizar. Las más conocidas por ejemplo serían el hijab o nigab.
También caben destacar algunas otras restricciones islámicas como son el escuchar ciertos tipos
de música, maquillarse… De hecho, se podría abrir un debate interesante sobre cuán estrictas o
aceptables pueden ser estas normas de fe. Igualmente, otra de estas restricciones referida a la
ALIMENTACIÓN sería el consumo de carne. Para los seguidores del islam está prohibido ingerir
carne de cerdo, y para cualquier otro tipo (ternera, pollo…) el animal debe ser desangrado de
una manera específica para que se convierta en carne que ellos denominan “halal”. De lo
contrario se trataría de carne haram. A su vez los cristianos, se abstienen de consumir carne
durante la época de Cuaresma o los viernes de todo el año (en conmemoración del sacrificio de
Jesús en la cruz).
Por último, el apartado quizá más determinante para cada una de estas religiones. LAS
CREENCIAS, desde la naturaleza de Dios, hasta la relación de Dios con la humanidad y su
salvación. Así pues, a pesar de que ambas son monoteístas, existen ciertos matices: para los
cristianos, Dios es trinidad. Es decir, una única divinidad en tres personas distintas, que son: el
Dios Padre, el Hijo Jesús y el Espíritu Santo. Por tanto, como mencionamos anteriormente,
Jesucristo sería el hijo de Dios que vino al mundo hecho hombre para redimir a la humanidad
del pecado. En contraposición, en el islam ven a Dios como un ser único e indivisible llamado Alá
y piensan que la salvación llega a partir de la obediencia a Dios y el seguimiento de sus
mandamientos en el Corán.
Otra diferencia importante es la naturaleza de los libros sagrados. Por un lado la Biblia se toma
como palabra de Dios, inspirado por el Espíritu Santo y autoridad definitiva en la fe y la práctica
cristiana. Y por otro lado, el Corán es entendido como la palabra literal de Dios, revelada a
Mahoma.
Tania Sánchez Castañeda
También cabe destacar las diferentes opiniones de estas religiones en cuanto a las imágenes de
Dios. Por un lado, en las Iglesias cristianas encontramos numerosas vidrieras, cuadros, figuras…
Incluso los creyentes llevan a veces imágenes en estampitas, decorando sus casas… Es decir, está
aceptado hacer referencias visuales y en honor a Jesús, Dios. Sin embargo, por el lado islamista
está totalmente prohibido. Consideran que esto podría llevar a idolatría o politeísmo, haciendo
que los seguidores islámicos acabaran rindiendo culto a las imágenes en sí y no al propio Alá.
Además, la religión en general siempre ha sido una potencia importante en la política, la cultura
y la sociedad de todo el mundo y ha desempeñado un papel primordial en muchos conflictos y
desafíos actuales. Algo que tristemente, va en contra de la fe y los ideales morales de cualquier
religión.
Y esto me lleva a un último punto que me parece fundamental como futura profesora de
Educación Primaria. Y esque es importante favorecer la comprensión y el respeto hacia cualquier
individuo. Sea cual sea su aspecto físico, condición o en este caso, religión. Ya que, a partir de
esta tolerancia, se pueden llegar a construir puentes entre diferentes culturas y comunidades y
podemos vivir de forma unida y feliz.
Para ello, la enseñanza de la religión en los colegios puede tener beneficios tales como ayudar a
los estudiantes a entender y apreciar la diversidad cultural y religiosa; fomentar la tolerancia y
el respeto hacia las personas de diferentes creencias religiosa y comprender que las diferencias
religiosas no deben ser motivo de conflicto o discriminación. Así como desarrollar la capacidad
de reflexión y análisis, ya que la religión puede ser un tema complejo y difícil de entender o
incluso promover la ética y los valores importantes, como la compasión, la justicia y la
honestidad, aprendiendo a aplicarlos en su vida diaria.
Sin embargo, esta enseñanza debe ser inclusiva y respetuosa de todas las creencias religiosas. La
religión no debe ser impuesta a los estudiantes ni utilizada para promover una agenda particular.