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Violencia sexual contra niñas y adolescentes

¿acceso a la justicia?
1ª Edición.
León, Guanajuato, noviembre de 2019

Elaboró:
Rebeca Aguayo Sánchez.
Coordinación del área de investigación, NIMA.

Revisión y comentarios:
Alma Padilla García
Eliana Artemisa Haro Cervantes
Mariana Enríquez Barrera

Apartados:
Casos acompañados en NIMA, base para esta investigación
Alma Padilla García
Eliana Artemisa Haro Cervantes

Colaboración en apartado de protocolo y contexto


(orden alfabético):
Blanca Gabriela Martínez López
Daniela Ximena Rubio Ledezma
Diana Julieta Ortega Salazar

Observadoras y relatoras en grupos focales:


Diana Julieta Ortega Salazar
Laura Melisa Vázquez Martínez

Dibujo de portada:
Ingrid Rivera

Diseño de publicación:
Dafne Adame Canales
Bianca Liliana Lozano Vázquez

2
Equipo NIMA (alfabéticamente) Alma Padilla García
Eliana Artemisa Haro Cervantes Julián Espejel Rentería
Irma de la Luz Lira Gutiérrez Mariela del Carmen Huerta Guerrero
Itzel Berenice Hernández Rayas Rafael Yamín Martínez
Mayo Meza Trejo Verónica del Rocío Lara
Rebeca Aguayo Sánchez

Comité Directivo de NIMA


Alma Padilla García Patronato de Comunidad Loyola
Jordi Rodríguez Torralba Alejandro González
Ma. Socorro Durán González Alfonso Gómez Torres
Julián Espejel Rentería Carlos Pons González
Marco Aurelio González Cervantes Domingo Luis Genco Ledoni
Mauricio Battaglia Velázquez Federico Rodríguez Aparicio
Rafael Yamín Martínez Francisco Javier Chávez Guerra
Javier Robles Hernández
Consejo Consultivo Guillermo Eduardo Bossa Fernández
Alma Padilla García Javier García Hernández
Jordi Rodríguez Torralba
Giovanna Battaglia Velázquez
José Ayala Obregón
Josefina Elisa Noriega Martínez José Manuel Márquez Ponce
José Manuel Márquez Ponce Juan Carlos Plascencia
Jordi Rodríguez Torralba
Pérez
Laura Leticia Luna Bernal
Luis Ernesto Gaona Zamora
Luis Miguel Yamín Martínez
Mauricio Blas Battaglia Velázquez
Rafael Yamín Martínez
Rodolfo Vieyra James
Salvador Suárez Mendiola

3
Índice

Introducción………………………………………………………………………………. 3

¿En qué se sostiene la violencia sexual contra niñas y adolescentes? Sistema


patriarcal…………………………………………………………………………...............5

¿Qué nos lleva a realizar esta investigación? ……………..…...………………………. 13

Metodología……………………………………………………………...…………….…16

Contextos: ¿cómo es la problemática a nivel internacional, nacional y estatal? ……..20

Marco de derechos humanos……………………………………………………………..28

Protocolo: ¿cómo es el actuar del Estado?....................................................................... 33

Casos acompañados en NIMA: base para esta investigación…………………………..36

Agresores: principales responsables de la violencia sexual………………………….....41

¿Qué dicen las adolescentes sobrevivientes de la violencia sexual?............................... 44

Madres cuidadoras, acompañantes de NNA……………………………………………62

¿Acceso a la justicia? ¿según quien?................................................................................68

Adolescentes Sobrevivientes de Abuso Sexual……….…………………………………76

Acercamiento a la experiencia de otras OSC e instituciones……………………….…79

Conclusiones ……………………………………………………………………………..82

Anexos……………………………………………………………………………………86

Bibliografía………………………………………………………………………………97
Introducción

¿Qué es lo primero que pensamos al hablar de violencia contra las niñas y adolescentes?,
vendrán imágenes, discursos e inclusive cifras referentes a violencia física, a la corrupción
de menores, tortura, explotación sexual, a las mutilaciones genitales, embarazos
adolescentes, inclusive los matrimonios infantiles; violencias que a través de los años se han
logrado traducir a violaciones a derechos humanos, pero que se continúan perpetuando en las
sociedades como prácticas normalizadas en contra de niñas y adolescentes.

En el acompañamiento que realizamos en NIMA, registramos diferentes tipos de violencias


que viven niñas, niños y adolescentes, que, vulnerando sus derechos humanos, motivo por el
que generamos investigaciones al respecto. Que van desde el acompañamiento integral desde
lo jurídico y psicosocial. Estas, encuentran sostén en el paradigma tutelar que social y
culturalmente se continúa reproduciendo, aquel en el que la representación social de ellas y
ellos se limita a pensarles como objetos de cuidado, contario al paradigma de protección
integral.

La investigación social nos permite visibilizar a qué se enfrentan y cómo viven los distintos
sectores de la población. En NIMA, nos interesa en particular identificar y analizar aquellas
situaciones-problemas1 que afectan directamente la vida de niñas, niños y adolescentes y que
vulneran sus derechos humanos, desde una mirada que apunte a buscar y construir estrategias
para desencadenar cambios sociales.

En esta investigación, nos proponemos analizar de manera particular la violencia sexual


contra niñas y adolescentes, desde dos sistemas: adultocéntrico y patriarcal. Que responde a
una de las principales violencias que en NIMA se han acompañado en el último año.

En el caso particular de las niñas y adolescentes mujeres, esta violencia se sostiene también
en lo que las feministas han llamado “sistema patriarcal”, aquel en el que se reproduce la
violencia sistemática contra las mujeres, colocándonos en la sumisión y opresión.

1
Categoría de análisis propuesta desde Trabajo Social, que se constituye por las articulaciones entre el sujeto,
la problemática social y un contexto concreto, Tello. N. (2015:8). Se cimienta la intervención, reconociendo la
situación problema como unidad de análisis, y la intervención como unidad de trabajo.

3
Pese a los diversos esfuerzos de la comunidad internacional en materia de derechos humanos,
por el reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos, políticos y sociales; no se ha
logrado que todas las mujeres del mundo tengan una vida digna y en menor medida las niñas
y adolescentes. Ya que, en diferentes latitudes del mundo, seguimos siendo testigas de cómo
la violencia se continúa reproduciendo en los ámbitos públicos y privados, en los que además
es común encontrar una legitimidad por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto.

La violencia contra las mujeres, no tiene un corte de edad específico, es decir que no ocurre
en alguna etapa de su vida, sino lo contrario se reproduce en cada una de ellas. Desde la
primera infancia, históricamente se han registrado diversas formas de mal trato contra las
niñas.

Visibilizar la violencia sexual que se ejerce en contra de niñas y adolescentes mujeres en


Guanajuato, desde los casos que se acompañan en NIMA y cuestionar el acceso a la justicia

Asimismo, pretendemos lanzar algunas reflexiones sobre acciones que desde la mirada de
los derechos humanos y del feminismo, el Estado tendría que estar realizando, así como otros
actores que estamos en contacto con niñas y adolescentes mujeres.

Objetivo: ¿Qué buscamos con esta investigación?

Cuestionar y visibilizar el acceso a la justicia, desde la mirada de las


niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, en contraste con lo
que el sistema patriarcal y adultocéntrico han instaurado.

4
¿En qué se sostiene la violencia sexual contra niñas y adolescentes? Sistema
patriarcal, base para la violencia contra las niñas y adolescentes mujeres .

La mirada teórica-epistemológica que tomamos como postura en el accionar de NIMA, nos


posibilita entender las situaciones, contextos y condiciones en los que niñas, niños y
adolescentes están viviendo y sobreviviendo.

En esta problemática en particular, retomaremos las bases teóricas-epistemológicas de los


feminismos2 y del enfoque de derechos humanos, como piso que ofrece categorías para el
análisis de la violencia contra las niñas y adolescentes mujeres.

Las condiciones y conquistas de los derechos que se han ganado desde los movimientos
feministas han sido avances significativos para la vida de las mujeres, que como hemos
advertido, no simbolizan que la calidad de vida de las mujeres haya mejorado. La estadística
dura y cotidiana nos recuerda en el día a día, que la vida de las mujeres no es importante para
el Estado y la sociedad en su conjunto.

“El feminismo ha sido y es la filosofía y la acumulación política ideada


y vivida por millones de mujeres de diferentes épocas, naciones,
culturas, idiomas, religiones e ideologías que ni siquiera han coincidido
en el tiempo, pero lo han hecho en la búsqueda y la construcción de la
humanidad de las mujeres”. Lagarde, M. en Gómez, V. y López, M.,
2015.

Estos <movimientos feministas>, han construido una serie de categorías y conceptos que
ayudan a entender y explicar las desigualdades que han persistido a lo largo de la historia,
poniendo nombre a las violencias que se perpetúan de manera asimétrica entre mujeres y
hombres, y que se mantienen de manera sistemática.

2
Hablamos en plural, dado que reconocemos las distintas corrientes del feminismo que se ha construido en
diferentes tiempos y espacios, acordes las situaciones sociales, políticas y culturales de los grupos de
mujeres feministas.

5
Una de estas categorías es lo que se ha denominado como sistema patriarcal, que como se
ha expuesto en apartados anteriores, responden a un sistema político, que se sostiene con lo
social, cultural, y económico, en el que la base son las relaciones de dominación y opresión
y ejercicio del poder queda en manos de las figuras masculinas. Para algunas autoras es “un
orden social caracterizado por las relaciones de dominación y opresión establecidas por unos
hombres sobre otros y sobre todas las mujeres y criaturas. Así, los varones dominan la esfera
pública, gobierno, religión y la privada que se refiere al hogar” Gómez, V. y López, M., 2015,
P. 13.

La legitimidad de este sistema que regula las relaciones y el lugar de las mujeres y hombres
en las sociedades se encuentra desde hace siglos en cuestiones/creencias atribuidas a un orden
natural, “legisladores, sacerdotes, filósofos, escritores y eruditos, todos ellos se han
empeñado en demostrar que la condición subordinada de la mujer era voluntad del Cielo y
provechosa para la tierra. Las religiones inventadas por los hombres reflejan esa voluntad de
dominación” Simone de Beavoiur,1949, P.6., e inclusive posteriormente se crearon
fundamentos desde la ciencia para sustentar la subordinación de la mujer.

En este sentido es que, encontramos que la violencia que se perpetúa contra niñas y
adolescentes mujeres responde a los mandatos establecidos en el sistema patriarcal,
manifiesta la representación social que se ha instaurado de las mujeres a lo largo de la
historia, como objetos seres inferiores a disposición de lo masculino.

“el patriarcado ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes
se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos,
creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo
perpetúan como única estructura posible” Dolors Reguant (1996) en Poliakoff, 2016, P. 39.

Esto se reproduce a través de la cultura machista que sostiene lo cultural y social, siendo el
machismo la “expresión de la concepción de una sociedad que considera al hombre superior
a la mujer, que tolera, exacerba y permite la violencia y la discriminación en contra de las
mujeres y que en definitiva permite incluso la muerte de las mujeres (feminicidio) solo por
ser mujeres” Gómez, V. y López, M., 2015, P.11.

6
Con respecto a lo anterior, es que podemos reconocer que la raíz de todo tipo de violencia
contra las mujeres se encuentra en el sistema patriarcal, pues sostiene la condición de género
que históricamente se ha construido respecto a los sexos. Pero que ésta afecta de manera
agravante la integridad de las mujeres, dado que desconoce su dignidad y derechos humanos,
colocándolas en roles de sumisión y al servicio de los hombres.

Reconocemos, la violencia sexual contra niñas y adolescentes mujeres, como una


problemática que se ha reproducido a lo largo de los siglos y que, pese a ciertos avances en
materia de derechos humanos, ésta se continúa perpetuando. Al tener un sostén lo
sociocultural permite que se instaure en las estructuras mentales, como una expresión
profunda de una estructura simbólica que reproduce la idea de que las mujeres son propiedad:

“El pensamiento hegemónico derivado del modelo patriarcal, extiende el concepto de


“propiedad” a las relaciones entre los seres humanos y naturaliza la idea de la posibilidad de
“disponer” de ellos, como si fueran objetos, cambia la concepción de la familia, y los lugares
simbólicos e imaginarios de sus integrantes”, Vendrell, M. y Mendes, A. (2009) en Poliakoff,
(2016).

De acuerdo con estas autoras, podemos pensar en cómo la violencia sexual, se convierte en
una expresión del ejercicio de poder y control que históricamente han tenido los hombres,
sobre los cuerpos de las mujeres, de manera particular de las niñas y adolescentes, que se ve
atravesada por el sistema adultocéntrico, que les ha condenado a ser entendidas como
propiedades de las familias, de manera particular de los padres.

En este sentido, es esencial pensar y entender la violencia sexual, como un ejercicio de poder,
que, en palabras de las autoras citadas, proponer reconocer que ésta “no es del orden de la
sexualidad sino del poder, vehiculizado por la violencia, simbólica y física, siendo la
sexualidad un instrumento de dominación y no un fin en sí misma” Ibídem, Pág:29

Este ejercicio de poder, en un sistema político (patriarcado) permite tener control y dominio
en los diferentes sistemas sociales, que como se ha reiterado, uno de ellos son las familias;
espacio que se regula a través de los mandatos patriarcales, que no escapan de estas formas
de control social; en tanto que es necesario colocar la violencia sexual, como una
problemática social y no individualizarla a las particularidades de las familias o a lo personal.

7
Esto último, permite reivindicar la consigna feminista que señala que “lo personal es
político” reconociendo que “nada de lo que ocurra dentro de las familias y produzca daños
irreparables a sus miembros puede ser ajeno a las diversas formas de control social” Ibídem,
Pág. 39. Es decir, que se rompe la barrera entre lo privado y público, para colocarlo en la
dimensión política, en la forma en cómo se organizan y relacionan las sociedades.

Violencia sexual contra niñas y adolescentes: aproximaciones conceptuales.

Con base a lo expuesto, es que sostenemos nuestra postura política, para entender de dónde
viene la violencia sexual, qué permite su reproducción y desde dónde se ha legitimado. No
obstante, aquí presentamos algunas definiciones que nos remiten a la violencia sexual de
niñas, niños y adolescentes.

Es común encontrar en diferentes fuentes teóricas o institucionales, a la violencia sexual y en


particular el abuso sexual infantil, como “las formas más graves de violencia contra niñas,
niños y adolescentes”, aquí cabría cuestionar ¿Qué implicaciones sociales y culturales tienen
estas afirmaciones? ¿Cómo se trasladan a las imparticiones de justicia y acceso a los derechos
humanos?

Sin pretender dar una respuesta categórica a estas preguntas, llama la atención qué este tipo
de violencia se coloque como la peor, dando por sentado que las otras que existen, no son
tan graves, es decir, que se les piense en una escala de medición. Que bien, ésta se entrecruza
con múltiples violencias. No con esto queremos señalar que la violencia sexual, no genera
daños severos en la vida de la niñez y la adolescencia, pero si repensar cómo se nombran las
violencias y cómo, calificarlas como las más graves, repercute en que se reconozcan y se
denuncien (no sólo en términos de lo legal).

Es decir, ¿qué impacto tiene para las adolescentes y niñas, denunciar una violencia que, en
dobles discursos, es reconocida como la peor? Con toda la carga social, que como hemos
insistido se sostiene en culpabilizar a las mujeres. Una violencia que se arraiga en
responsabilizar a las niñas, adolescentes, mujeres.

Retomamos definiciones de violencia sexual contra la niñez y adolescencia, en las que se


dimensionan el impacto del sistema patriarcal y adultocéntrico:

8
“Se refiere a violaciones de los derechos humanos fundamentales, que perpetúan los roles
estereotipados por el sexo y que niegan la dignidad humana y la autodeterminación de la
persona, y limitan el desarrollo humano. Se refieren al daño físico, sexual y psicológico que
refuerza la subordinación de la mujer y perpetúa el poder y el control masculino” ACNUR,
2003, P.16.

Esta definición reconoce los diferentes ámbitos donde se ejerce, que retomando la
dicotomía entre público y lo privado, de acuerdo con la misma fuente se puede reconocer al
menos tres:

Violencia física, sexual y psicológica que se produzca


en la familia, perepetuada por miembros de las
familias

Violencia física, sexual y psicológica perpetrado


dentro de la comunidad en general (trabajo,
instituciones educaciones, etc.)

Violencia física, sexual y psicológica perpetrada o


tolerada por el Estado e instituciones, dondequiera
que ocurra.

Fuente: elaboración propia a partir de ACNUR (2003)

La comunidad internacional en materia de derechos humanos de niñas, niños y


adolescentes, como UNICEF, Save the Children (referentes en materia de DD. HH) han
realizado diversos estudios e informes respecto a la violencia que vive la niñez y
adolescencia en diferentes partes del mundo y en particular sobre de la violencia sexual.
Quienes la reconocen como:

 Violaciones a los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.

9
 Prácticas dentro de la lógica del sistema adultocéntrico.

UNICEF, define abuso sexual “cuando un niño es utilizado para la estimulación sexual de
su agresor (un adulto conocido o desconocido, un pariente u otro NNA) o la gratificación
de un observador”. Además de que se menciona que una interacción sexual, puede ocurrir
con o sin contacto sexual como:

 “Los manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales

 El coito interfemoral (entre los muslos)

 La penetración sexual o intento, por vía vaginal, anal y bucal.

 El exhibicionismo y el voyeurismo.

 Actitudes intrusivas sexualizadas, como efectuar comentarios lascivos e


indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los NNyA.

 La exhibición de pornografía. En ocasiones, disfrazada como “educación sexual”

 Instar a que los NNyA tengan sexo entre sí o fotografías en poses sexuales

 Contactar a un NNyA vía internet con propósitos sexuales (grooming)” Ídem.

10
Por lo cual cualquier NNyA puede ser víctima de abuso sexual, independientemente de su
edad, género, etnia y nivel sociocultural.

Recordemos que el papel de


las observaciones generales
Asimismo, otro actor internacional que toma relevancia
del Comité de los Derecho del
en materia de los derechos de la niñez y adolescencia es
Niño, tienen la función de
el Comité de los Derechos del Niño, quién en su
orientar a los Estados Parte,
Observación general N°13 “Derecho del niño a no ser
sobre las acciones que
objeto de ninguna forma de violencia” (2011) define el
tendrían que construir los
abuso y explotación sexual como:
Estados respecto a derechos
particulares de NNA, como en
este caso es a no ser víctimas
“Constituye abuso sexual toda actividad sexual impuesta
de ningún tipo de violencia,
por un adulto a un niño contra la que este tiene derecho
entre ellas la sexual.
a la protección del derecho penal. También se consideran
abuso las actividades sexuales impuestas por un niño a
otro si el primero es considerablemente mayor que la víctima o utiliza la fuerza, amenazas y
otros medios de presión. Las actividades sexuales entre niños no consideran abuso sexual
cuando los niños superan el límite de edad establecido por el Estado parte, para las
actividades sexuales consentidas.

A. Incitación o coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal
o psicológicamente perjudicial.

B. La utilización de un niño con fines de explotación sexual comercial.

C. La utilización de un niño para la producción de imágenes o grabaciones sonoras de


abusos sexuales a niños.

D. La prostitución infantil, la esclavitud sexual, la explotación en el turismo”

Con base a las definiciones presentadas y a los elementos teóricos previamente expuesto,
podemos identificar que la violencia sexual contra niñas y adolescentes, se sostiene desde al
menos estos cuatro elementos:

11
Lo atraviesa la condición de género,
Se ejerece en distintos ámbitos:
que afecta principalmente a niñas y
familia, comunidad, instituciones
adolescentes mujeres. (sistema
(es sistemática-social-cultural)
patriarcal)

Ejercicio de
poder

Es ejercida prioritariamente por


Diferentes expresiones: implican o
personas adultas, en particular por
no, un contacto físico sexual.
hombres adultos (sistema
(formas de ejercerce)
adultocéntrico)

Fuente: elaboración propia

12
¿Qué nos lleva a realizar esta investigación?

La visibilización de las formas de violencia que viven las mujeres en los diferentes ámbitos
de sus vidas está relacionado con las acciones que han generado e impulsado los movimientos
feministas para el reconocimiento de éstas. Buscando des-normalizar prácticas y discursos
que atentan contra la dignidad y que a lo largo de la historia se han ido reconociendo como
formas desiguales que vulneran nuestros derechos.

Lo anterior, en algunos aspectos ha desencadenado cambios sociales y culturales que han


modificado la percepción y reproducción de estas violencias y en ciertos casos se ha
traducido a crear instrumentos legales que las prohíban y reconozcan los derechos de las
mujeres.

Sin embargo, y pese a los avances legislativos, la vivencia de los derechos humanos para las
mujeres ha estado condicionado por factores sociales, culturales y económicos, que se
sostienen en lo que se ha reconocido como sistema patriarcal.

En el caso particular de niñas y adolescentes, además de Sistema patriarcal


este sistema que las coloca en desigualdades por su
“Es un sistema de dominación
condición de género, está el sistema adultocéntrico que sexual que se concibe además
corresponde al lugar que históricamente las sociedades les como el sistema básico de
dominación sobre el cual se levanta
han dado a niñas, niños y adolescentes, se remite al el resto de las dominaciones, como
espacio privado y como pertenencia de las familias en el de la clase y raza. Patriarcado
derivado de la palabra patriarca,
que se configuran y reproducen una serie de mandatos de
proviene del griego patriárchees
su deber ser, con roles que obedecen a relaciones que significa Patria, descendencia o
asimétricas frente al mundo adulto. Sistemas que más familia; y archo, que expresa
mandato” Gómez, V. y López, M.,
adelante se profundizará, como sostén de la violencia 2015, P. 12.
sexual contra niñas y adolescentes mujeres.

Desde los derechos humanos, se han creado instrumentos internacionales que reconocen los
derechos que las niñas y adolescentes tendrían que estar gozando, en el marco de las
obligaciones de los Estados partes para salvaguardarlos y generar las condiciones necesarias
para su ejercicio.

13
No obstante, y como se ha advertido la violencia que viven niñas y adolescentes en diferentes
partes del mundo, reflejan la ausencia de lo anterior, la deuda histórica con las mujeres en
estos rangos de edad que les coloca en situaciones de violaciones a sus derechos humanos.

Las niñas y adolescentes mujeres en el mundo, son un sector de la población a quiénes se les
vulneran sus derechos de manera constante, por su condición de género y edad. De acuerdo
con el informe de UNICEF (2016):

 Cada año hay cerca de 15 millones de niñas que contraen matrimonio antes de cumplir
18 años. Ibídem, pág. 16.

 Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda casusa de muerte


en las niñas de entre 15 y 19 años. Ibídem, Pp. 17.

 Las niñas pobres que viven en zonas rurales son por lo general las que tienen menos
acceso tienen a la educación.

 Al menos 200 millones de mujeres y niñas en 30 países fueron sometidas a la


mutilación genital femenina (MGF)3. PNUD

 Una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15
a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima,
durante los últimos 12 meses. Ídem.

 Naciones Unidas calcula aproximadamente el 80% de las víctimas de trata son


mujeres y niñas. Orjuela, L. y Rodríguez, V., 2012, P. 12.

NIMA, es un Centro que acompaña procesos a nivel de lo psicosocial y jurídico a niñas,


niños, adolescentes y sus familiares, que ven violentados sus derechos humanos y acuden a
la institución a solicitar atención. Además de promover el conocimiento y ejercicio de los
derechos humanos.

De acuerdo con el “Informe NIMA: análisis de casos acompañados en 2018”, se atendieron


a 190 personas en 83 casos, de los cuales el 64.2% (112) está representado por mujeres, frente

3
Consultado en: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/ en octubre de 2019

14
a un 35.7% (68) de hombres. Es decir que, de cada 4 personas 3 son mujeres. Por rangos de
edad, NNA están representados por el 49.4% y 50.6% por adultas4.

Las personas que acuden al Centro han identificado algún tipo de violencia que se ejerce
contra NNA, de acuerdo con el mismo informe esta violencia se reproduce principalmente
en el ámbito familiar, representada por el 84%.

Durante 2018, el principal motivo de


acompañamiento en NIMA, fue la violencia
sexual, representando el 25% del total de los
motivos.

Frente a tal problemática que ha sido constante en el acompañamiento de NIMA, sostenemos


la necesidad de profundizar en este tipo de violencia que se traducen a la violación de los
derechos de niñas, niños y adolescentes. Que reflejan la dimensión social en la que ésta se
reproduce, las omisiones de un Estado de Derecho, que no ha sido capaz de garantizar,
respetar, proteger y promover los derechos de la niñez y la adolescencia. De manera
particular, el derecho a no vivir ningún tipo de maltrato, así como los derechos sexuales y
reproductivos, que se han negado en un contexto como el de Guanajuato, se entorpece la
educación sexual integral.

Toca profundizar en una problemática que históricamente se ha reproducido, y que a través


de los años se ha insistido en visibilizar y erradicar (desde los movimientos feministas,
prioritariamente), pero que frente al entretejido de los sistemas de dominación como
patriarcado y adultocéntrico sostenido por el Estado, es necesario seguir insistiendo en
visibilizarlo, y nombrarlo, hasta que ninguna niña y/o adolescente sea víctima de la violencia
sexual.

4
Informe NIMA 2018.

15
Metodología.

Esta investigación se construyó con una metodología de corte cualitativo, la cual implica
“resaltar la importancia de los universos simbólicos, de los procesos de significación de los
sujetos estudiados y reconocer el valor de los sucesos cotidianos en la explicación de la
realidad” Gómez en Meza, G. y Salinas, A. (2012).

Es decir, este tipo de metodología posibilita partir de los significados y representaciones de


los diferentes actores, en este caso la de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual.
Además, permite entretejer el enfoque de derechos humanos de la niñez y adolescencia, de
manera particular con el principio rector de la participación en todo proceso relacionado con
sus derechos humanos.

En este sentido, es que construimos una metodología apegada a estos dos enfoques, que tiene
como elemento básico reconocer a las niñas y adolescentes, como sujetas de derecho. En
tanto que la base de esta investigación es partir de su propia voz y experiencia.

Así como, de la voz de sus cuidadoras, quienes han estado en todo su proceso. Tomando
como centro la técnica de los grupos focales o de discusión, principalmente. El trabajo de
levantamiento de datos se realizó durante agosto y septiembre del 2019.

El recuadro, muestra los actores con los que se trabajó y la técnica empleada, misma que se
describe posteriormente:

Actor Descripción de actores Técnica

 Niñas y adolescentes víctimas  Adolescentes que han tenido un  Grupo focal


de violencia sexual. proceso de acompañamiento
psicosocial en NIMA.
 Cuidadoras de niñas, niños y  Familiares de niñas y adolescentes  Grupo focal
adolescentes víctimas de mujeres que se han acompañado
violencia sexual en NIMA.

16
 Sociedad civil  OSC con experiencia en el  Encuestas vía
acompañamiento y/o atención del internet
abuso sexual infantil (formulario de
google)

 Estado  Instituto para las Mujeres  Entrevistas


Guanajuatenses semiestructurad
 Ministerio Público as

Fuente: elaboración propia

1) Grupos focales

Los grupos focales o grupos de discusión han sido una técnica empleada desde las ciencias
sociales que “permite recopilar información sobre las diferentes maneras de habitar, percibir
u organizar la cotidianeidad a través de la percepción de los propios actores” (Meza, G. y
Salinas, A., 2012:10). Acudimos a esta técnica, que de acuerdo con Orti (2000), a diferencia
de las entrevistas que retoman opiniones individuales, en ésta se parte “de aquellas que sean
representativas o dominantes en un grupo determinado5”.

Asimismo, un elemento importante es lo que se conoce como efecto de sinergia, es decir “la
situación del grupo hace que las respuestas e intervenciones surjan como reacciones a las
respuestas o intervenciones de otros miembros presentes en la reunión”; misma que propicia
generar un espacio de discusión y reflexión colectivo.

1.1.- Población y la muestra:

La población con quiénes se realizaron los grupos focales, fueron principalmente dos actores,
que, como variable en común, son personas que han tenido el acompañamiento integral en
NIMA. Son las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual y las mujeres cuidadoras,

5
Ibídem.

17
que en su totalidad son mamás de niñas, niños y adolescentes VVS6. En este sentido, es que
se trabajaron dos grupos focales teniendo como criterios de inclusión:

A) Grupo focal de adolescentes VVS: ser niñas y/o adolescentes víctimas de violencia
sexual, que hayan tenido un proceso de acompañamiento individual terapéutico
avanzando, en NIMA.
B) Grupo focal mujeres cuidadoras de niñas, niños y adolescentes VVS: ser mujeres
cuidadoras de niñas, niños y adolescentes VVS que estén participando en el proceso
de acompañamiento integral en NIMA.

1.2 Moderadoras y observadoras.

En ambos grupos focales, participaron como moderadoras la directora de NIMA y la


coordinadora del área psicosocial. Ambas con formación en psicología y terapeutas de las
adolescentes y cuidadoras (a nivel individual y grupal); así como la coordinadora del área de
investigación, responsable de la presente investigación.

Como observadoras, dos estudiantes prestadoras de servicio social profesional de la


institución, estudiante en psicología y trabajo social.

Las funciones de las moderadoras fueron facilitar el espacio, guiando las preguntas claves
que dieron a la discusión y reflexión de las integrantes de los grupos focales, así mismo
guiaron el dialogo entorno a los objetivos planteados. Además de brindar una contención
emocional.

1.3 Espacio y tiempo:

Los grupos focales base de esta investigación se llevaron a cabo en las instalaciones de
NIMA, Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en
Guanajuato, en un espacio propicio y de confianza para las participantes. La duración
estimada con cada uno fue de tres horas.

6
Víctimas de violencia sexual

18
1.5 Agenda oculta7:

La agenda oculta se construyó a partir del marco conceptual-teórico, de la presente


investigación: etapas del Síndrome de Adaptación de Roland, C. Summit (1983) (que más
adelante se profundiza), así como de algunos elementos del enfoque de derechos humanos y
enfoque feminista.

2) Encuesta8

La encuesta se utilizó para tener un acercamiento a la experiencia de las organizaciones de


la sociedad civil y/o colectivas, redes en el estado que trabajan de manera directa o indirecta
con la niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual. Considerando que esta
técnica es:

“utiliza un conjunto de procedimientos estandarizados de investigación mediante los


cuales se recoge y analiza una serie de datos de una muestra de casos representativa
de una población o universo más amplio, del que se pretende explorar, describir,
predecir y/o explicar una serie de características” García, F., 1993, P. 141.

Bola de nieve que “se usa con frecuencia para medir características en poblaciones que
carecen de marco muestral, para acceder a poblaciones de baja incidencia y/o individuos de
difícil acceso, a lo que se conoce como poblaciones ocultas” Espinosa, P., Hernández, H.,
López, R., Lozano, S.,2018, P. 5.

3) Entrevista semiestructurada:

Se utilizó la técnica de la entrevista para la obtención de información con actores del Estado;
Ésta comprende un proceso, que “busca encontrar lo que es importante y significativo en la
mente de los informantes, sus significados, perspectivas e interpretaciones, el modo en que
ellos ven, clasifican y experimentan su propio mundo” Ruiz, J. (2012:166).

La entrevista se sostuvo con la Directora de la Unidad de Atención Integral Mta. Karla Bernal
del Instituto para las Mujeres Guanajuatenses

7
Revisar anexo 1 y 2.
8
Revisar anexo 3

19
4) Consulta de información documental

Para esta investigación, se consultaron y recopilaron diversos documentos, fuentes de


información oficiales; tales como Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de
manera particular la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en Hogares del
2016, los datos de víctimas del fuero común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad y el Banco Estatal de Datos e Información sobre casos de violencia contra las
mujeres en Guanajuato. Así como investigaciones y diagnósticos referentes a la problemática
de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.

Contextos ¿cómo es la problemática a nivel internacional, nacional y


estatal?

Desde 1995, se ha insistido de la importancia para que los Estados parte, generen datos e
información fidedigna que permita medir el alcance y gravedad de la violencia que viven las
mujeres a lo largo de su vida, señalando que la fuente principal son las encuestas específicas9.

A nivel internacional, de acuerdo con las Organización de las Naciones Unidas, “1 de cada 3
mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual” por su parte la Organización
Mundial de la Salud (2002)10 señala que aproximadamente una de cada cuatro mujeres indica
haber sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja, y hasta una tercera parte de las
adolescentes han sufrido una iniciación sexual forzada.

De acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas,
Niños y Adolescentes (SIPINNA), se señala que la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico, México ocupa el primer lugar con mayor número de abuso sexual
infantil en la región, con 5.4 millones de casos al año, asimismo lo afirmó Javier Enrique

9
INEGI, ENDIREH, 2016, “antecedentes”, consultado en:
https://www.inegi.org.mx/programas/endireh/2016/
10
Organización Mundial de la Salud, Informe Mundial sobre Violencia y Salud. “Las formas y los contextos de
la violencia”, OMS, 2002, Pág. 21.

20
López, médico del Hospital de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano
del Seguro Social en el foro “violencia sexual infantil y adolescente: retos legislativos”11.

El Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dentro de los datos
oficiales, señala que, desde enero 2015 a octubre 2019, en México se registraron 79, 561
incidentes de abuso sexual en todo el país, de los cuáles el 6.1% (4, 814) ocurrieron en
Guanajuato, ocupando el séptimo lugar con mayor número de incidencia de este delito.

En lo que respecta a la incidencia de acoso sexual, durante el mismo período se han registrado
10, 010 incidentes a nivel nacional, en donde Guanajuato ocupa el cuarto lugar con el mayor
número de registro respecto a éste delito, con un total de 884, representado por un 10.3% del
total nacional, sólo por debajo de la Ciudad de México, Estado de México y Jalisco.

Sin embargo, no se cuentan con los suficientes datos que permitan conocer las violencias que
desde la niñez y la adolescencia viven las mujeres en el país. “La dimensión y la gravedad
de esta forma de violencia ejercida contra la infancia vuelve sumamente relevante el diseño
de políticas públicas que promuevan la prevención, la recolección de datos y la identificación
de las víctimas de abuso sexual”. UNICEF (2016)

No obstante, existen algunas fuentes que permiten tener un acercamiento a estas


problemáticas. Tales como, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en
Hogares12 (ENDIREH) que se realizó 2006, 2011 y 2016,

Esta última, señala que, el 66.1% de las mujeres han sufrido al menos un incidente de
violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida, en al
menos un ámbito y ejercida por cualquier agresor13; 41.3% violencia sexual, 49% violencia
emocional, 29% violencia económica o patrimonial o discriminación en el trabajo, 34%
violencia física.

11
Consultado en https://plumasatomicas.com/noticias/mexico/abuso-sexual-infantil-mexico-ocde/
12
La primera encuesta se realizó durante 2003, junto con el Instituto Nacional de Mujeres, el Fondo de
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía,
posteriormente se realiza en 2006, 2011 y 2016. En cada año se ha ampliado y modificado metodológica y
operativamente la encuesta.
13
INEGI, ENDIREH, 2016.

21
De acuerdo con la misma fuente, 4.4 millones de mujeres de 15 años y más, sufrieron abuso
sexual durante su infancia. El 84.6% lo refieren “sin violencia”, mientras que el 9.4% “con
violencia”, de las cuales se reportan “Le tocaron sus partes íntimas o la obligaron a tocar las
partes íntimas de otra persona sin su consentimiento, intentaron forzarla a tener relaciones
sexuales (3.9%), la obligaron a mostrar sus partes íntimas y/o mirar las partes íntimas de otra
persona (3%), la obligaron a tener relaciones sexuales bajo amenazas o usando la fuerza
(2.5%), la obligaron a realizar actos sexuales a cambio de dinero o regalos (0.8%), la
obligaron a mirar escenas o actos sexuales o pornográficos (fotos, revistas, vídeos, películas
pornográficas) (0.8%).

Una de las preguntas destacadas que hay en la encuesta del ENDIREH es sobre la distribución
de mujeres de 15 años y más por grupos decenales de edad según condición y tipo de
violencia de pareja a lo largo de la relación que han tenido como se muestra en la siguiente
tabla:

Grupo Total Condición de violencia


decenal de Sin Con incidentes de No
edad incidentes violencia especificado
de violencia Total Tipo de violencia
Física Sexual
Estados 43 464 24 293 425 19 096 7 778 2 834 889 74 934
Unidos 520 161 131
Mexicanos
15 a 24 años 8 413 787 4 992 759 3 387 790 265 954 33 861
167 222
25 a 34 años 8 973 936 4 971 515 3 992 1 456 426 539 10 377
044 078
35 a 44 años 8 957 550 4 890 051 4 062 1 760 603 532 5 216
283 793
45 a 54 años 7 392 212 4 003 899 3 378 1 584 625 080 10 073
240 055
55 a 64 años 4 990 945 2 725 615 2 256 1 115 474 710 9 136
194 677
65 años y más 4 645 260 2 659 580 1 979 1 060 433 551 6 271
años 409 098
Edad no 90 830 50 006 40 11 5 523 0*
especificada, 824 208
en mujeres de
15 años o más

22
Fuente: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
(ENDIREH) 2016.

En 2018 se publicó el “Diagnóstico sobre la situación del abuso sexual infantil” en un


contexto de violencia hacia la infancia en México publicado por Early Institute en el año
2019, nos dice que los tipos de violencia más comunes en niños, niñas y adolescentes son:

● 0 a 17 años maltrato infantil


● 0 a 18 años Intimidación.
● 10 a 18 años violencia juvenil
● 10 a +18 años violencia de pareja
● 0 a +18 años Violencia Sexual
● 0 a +18 años Violencia emocional o psicológica o haber sido testigo de violencia.

Asimismo, nos presenta resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2012, realizada por el
Instituto Nacional Electoral (INE) de México, donde se indaga sobre abuso sexual, para los
grupos de edad de 6 a 9 años, 10 a 12 años y 13 a 15 años de edad, a nivel nacional y por
entidad federativa.

La pregunta que da pie a una estimación de abuso sexual es: “Tocan mi cuerpo contra mi
voluntad y me siento mal”, a lo que el niño o niña responde “Sí”, o “No”.

En el grupo de edad de 6 a 9 años, los estados con más porcentaje de niñas que
respondieron que algún miembro de su familia ha tocado su cuerpo en el año 2012 fue
Chiapas con 13.8%, Michoacán con 13.7%, Querétaro con 13.5%, mientras que
Guanajuato un 8.5 %, en cambio los estados con alto porcentaje en niños que respondieron
que sí los han tocado fue Michoacán con 19.4%, Chiapas con 17.3%, Guerrero con 17.2% y
Guanajuato con 11.2%.

En el grupo de 10 a 12 años, los estados con mayor incidencia donde las niñas que
respondieron que las han tocado son Querétaro con 13%, Oaxaca con 10.1%, Puebla 9.6%
y Guanajuato un 4.7%, y respecto a los niños, Querétaro, 17.3%, Oaxaca con 13.4%, Puebla
con 12.6% y Guanajuato con 7.2%.

Para los adolescentes de 13 a 15 años, en mujeres se encuentra Nayarit con 9.3%, Tabasco
con 7.4%, Quintana Roo con 6.9% y Guanajuato con 4.8%; mientras que en niños
23
identificamos a Nayarit, pero con 12%, Oaxaca con 9.8%, Quintana Roo con 8.8% y
Guanajuato con 6.9%.

Otro dato relevante es que, de acuerdo con la encuesta de Cohesión Social para la Prevención
de la Violencia y la Delincuencia en el año 2014 de INEGI, donde la Estimación de total de
víctimas de delitos sexuales de 12 a 29 años de edad en Guanajuato se concretó en la
ciudad de León de los Aldama donde la estimación total de víctimas fue de 28,368 es
decir por cada 100 000 habitantes la tasa es 7,600.

Un dato importante que resalta el artículo se relaciona con los egresos hospitalarios por abuso
sexual en el año 2015 en el sector salud e instituciones públicas, donde lo clasifica en grupos
de 0 a 5 años, 6 a 12 años y 13 a 17 años, así como el número de niños y niñas.

En el grupo de 0 a 5 años nos dice que ingresaron 19 niños y 24 niñas, en el siguiente de 6 a


12 años se ingresaron 17 niños y 53 niñas y en el grupo de 13 a 17 años 2 niños y 194 niñas
como se evidencia en su mayoría son niñas las que sufren este tipo de violencia y conforme
aumenta su edad, se eleva el número de casos.

Posteriormente la tasa de egresos de menores de edad por abuso sexual por entidades,
realizada por Early Institute en 2018 muestra los estados con mayor incidencia son Tlaxcala,
Querétaro, Sonora y Yucatán.

Otro dato son los delitos sexuales que se denunciaron y registraron en México durante 2017
con 36,158, siendo la tasa de 29.3 por cada 100 mil habitantes. Esto supone un aumento de
14% en la tasa y de 16% en el número de delitos sexuales con respecto al 2015.

El seguimiento de tres años indica que, de los delitos sexuales, el más frecuente es el abuso
sexual. Dicho delito tuvo las siguientes tasas en población general: 9.8 en 2015, 12.2 en 2016
y 12.8 en 2017 por cada 100 mil habitantes. Otro delito sexual con un importante número de
denuncias fue la violación simple. Es decir, que lejos de disminuir la estadística (como reflejo
y acercamiento a la realidad), estos datos expresan la falta de políticas públicas eficientes.

24
La tasa de violación simple14 fue de 8.6 delitos por 100 mil habitantes en 2017, mientras que
la violación equiparada15 tuvo una tasa de 2.2. Considerando el objetivo central de esta
investigación, se destaca que en 2017 hubo 35 casos de incesto, 43 en 2016 y 17 en 2015,
en Guanajuato.

Delitos donde se afecta la libertad y la seguridad sexual según incidencia delictiva, SESNSP 2015 a
2017.
Delitos Delitos Delitos
Tipo de delito sexuales Tasa 2015 sexuales Tasa 2016 sexuales Tasa 2017
2015 2016 2017

Abuso sexual 11,894 9.8 14,974 11.2 15,772 12.8


Acoso sexual 1,064 0.9 1,316 1.1 1,619 1.3
Hostigamiento
sexual 784 0.6 921 0.8 1,047 0.8
Incesto 17 0.01 43 0.04 35 0.03
Otros delitos que
atentan contra la
libertad y la
seguridad sexual 4,965 4.1 4,394 3.6 4,374 3.5
Violación
equiparada 2,081 1.7 2,547 2.1 2,730 2.2
Violación simple 10365 8.6 10,897 8.9 10,581 8.6
Total de delitos
sexuales 31170 25.7 35092 27.7 36158 29.23
Fuente: Early Institute, 2018. Tabla 8.

Con base a los datos expuestos, la fuente que ha sido citada realiza una propuesta donde se
pide a las autoridades que, en la base de datos de los registros de incidencia delictiva,
se incluya el subtipo “infantil”, cuando el delito de abuso sexual así se pueda catalogar,
esto debido a que muchos de los registros no lo realizan. Destaca la importancia de conocer
el patrón del delito de abuso sexual en particular, ya que no se tiene conocimiento de las
víctimas por este delito y mucho menos de las víctimas menores de edad.

14
. Artículo 180 “A quien por medio de la violencia imponga cópula a otra persona” Código Penal del Estado
de Guanajuato
15
Artículo 181 “A quien tenga cópula con menor de catorce años de edad o con persona que por cualquier
causa no esté en posibilidad de conducirse voluntariamente en sus relaciones sexuales o de resistir la
conducta delictuosa.” Código Penal del Estado de Guanajuato

25
La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Guanajuato,
establece la creación de un sistema de datos que permita identificar las violencias que se
registran desde el Instituto Estatal para las Mujeres Guanajuatenses, “Banco estatal de datos
e información sobre casos de violencia contra las mujeres” que de acuerdo con la plataforma:

“(…) los rubros que integran esta plataforma tienen por finalidad proporcionar a
quien consulta un panorama clarificador, que permita conocer la realidad y contexto
en que se ubica nuestro Estado, respecto de un tema que por su naturaleza y
delicadeza, requiere de una visión general, compartida entre sociedad y gobierno,
para su atención, tratamiento y solución16”

Entre los datos que se destacan en la plataforma, se registra que en la entidad el móvil de
violencia contra las mujeres de enero 2015 a diciembre 2018 prevaleció en el ámbito
familiar, seguido de la violencia sexual, teniendo éste un total de 3416 registros en la
entidad, representado por el 9.8%. Se registra un total de 77, 08 mujeres víctimas de las
violencias de acuerdo con el registro de datos de la plataforma, de las cuáles el 16.2%
está representado por mujeres de entre 0 a 19 años de edad.

Si bien la plataforma ofrece información relativa a la violencia ejercida contra las mujeres en
la entidad, no se reconoce la diferencia etaria, por lo que no se puede identificar de manera
más clara las violencias que afectan de manera directa a niñas y adolescentes. En este sentido,
es que a través de diferentes solicitudes vía transparencia a las autoridades correspondientes
la información desagregada sin tener una respuesta positiva.

Esto último, pone en evidencia la carencia de un enfoque de derechos humanos de niñas,


niños y adolescentes que aún adolecen las instancias del Estado, pese a lo que se establece
en instrumentos como la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y Ley de
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato.

Al no encontrar la información segregada por rango de edad, desde el enfoque de


derechos de niñez y adolescencia, se realizaron solicitudes vía transparencia para

16
Consultado en: https://portal.pgjguanajuato.gob.mx/PortalWebEstatal/Banco/Formularios/inicio.aspx
durante octubre del 2019.

26
solicitar dicha información, con fundamento en los artículos 29, 46 y 47 de la Ley General
de Los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, artículos 19 y 34 de la Convención de los
Derechos de Niños, con el artículo 49, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a vida
Libre de Violencia, en el número 10 y 11 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia para el Estado de Guanajuato. En el siguiente orden:

1) 04 de abril del 2019, solicitud vía transparencia con el folio 00836619 a la


Unidad de Transparencia y Archivos del Poder Ejecutivo.

Dirigida a la Unidad de Transparencia y Archivos del Poder Ejecutivo, sobre la obtuvimos


como respuesta17 “su solicitud fue turnada al Instituto para las Mujeres Guanajuatenses” en
donde se señala los pasos para acceder al Banco Estatal de Datos e Información sobre Casos
de Violencia contra las Mujeres.

A partir de ésta respuesta, se solicitó nuevamente la información, enfatizando que en dicha


fuente no se encuentra:

2) 16 de agosto del 2019, solicitud vía transparencia con el folio 02255619 a la


Unidad de Transparencia del Instituto de Acceso a la Información Pública
para el Estado de Guanajuato.

Sobre la que se nos respondió

“Una vez analizada sus solicitud de información por parte de esta Unidad de
Transparencia de Acceso del Instituto de Acceso a la Información Pública para el
Estado de Guanajuato, se le hace de su conocimiento que los Sujetos Obligados
quienes son susceptibles de ostentar la información solicitada son el Poder
Ejecutivo del estado de Guanajuato, quien le informara respecto al Instituto
para las Mujeres Guanajuatenses, y la Fiscalía General del estado de
Guanajuato, así mismo le informo que este Instituto es el encargado de salvaguardar
sus derechos de acceso a la información pública y protección de datos personales en
posesión de Sujetos Obligados del estado de Guanajuato. Por lo anterior que se le
orienta, a fin de que interponga su solicitud de información ante la Unidad de
Transparencia del Poder Ejecutivo del estado de Guanajuato, y ante la Unidad de
Transparencia de la Fiscalía General del estado de Guanajuato, quienes son
susceptibles de ostentar la información solicitada18.”

17
Anexo 4
18
Anexo 5

27
3) 28 de agosto del 2019, solicitud vía transparencia con el folio 02255419 a la
Unidad de Transparencia del Poder Ejecutivo del estado de Guanajuato, y ante
la Unidad de Transparencia de la Fiscalía General del estado de Guanajuato,

En la que se obtuvo como respuesta19:

“(…) hace de su conocimiento que la información que se publica en el multicitado


Banco Estatal, se realiza con base en los indicadores aprobados por el Consejo
Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres (…)”.

Marco de derechos humanos ¿Qué señalan estos instrumentos?

La relevancia de estos instrumentos, permiten identificar los derechos de las mujeres a los
cuales tendrían que tener acceso, un Estado que tendría que estar respetando, promoviendo,
protegiendo y garantizándolos. De manera puntual, retomaremos aquellos artículos que
retoman la violencia sexual contra niñas y adolescentes. Reconociendo que estos son
interdependientes, por lo que no significa que sólo los derechos que se retoman son los
violentados, es decir que, de acuerdo con cada caso particular de niñas y adolescentes, se les
violenta más de un derecho. Y que, de acuerdo con ACNUR, 2003, P.14, estos derechos
representan:

 “El derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona.


 El derecho a alcanzar el mayo estándar posible de salud física y mental.
 El derecho a no ser sometida a tortura o a trato o castigo cruel, inhumano o
degradante.
 El derecho a la libertad de movimiento, opinión, expresión y asociación.
 El derecho a unirse en matrimonio con libertad y consentimiento plenos y con
derechos equitativos al casarse, durante el matrimonio y en su disolución.
 El derecho a la educación, seguridad social y desarrollo personal.
 El derecho a la participación cultural, política y pública.”

19
Anexo 6

28
Estos derechos se pueden identificar en los siguientes instrumentos a nivel internacional y
nacional:

Instrumentos Instrumentos
nacionales internacionales

Ley General de Acceso a las


Mujeres a vida libre de Declaración de Beijing
(1995)
Violencia

Ley General de los Derechos


de Niñas, Niños y Convención sobre los
Derechos del Niño (1989)
Adolescentes.

Declaración sobre la
Ley Estatal Eliminación de la Violencia
contra la Mujer (1993)

Código penal para el estado


CEDAW (1979)
de Guanajuato

Fuente: elaboración propia

● CEDAW

La CEDAW, señala las obligaciones de los Estados para eliminar todas las formas de
discriminación que se producen y reproducen tanto en los ámbitos públicos y privados,
tomando como referente la igualdad que habría de existir entre hombres y mujeres.

29
Enfatizando en el actuar del Estado para eliminar todas las formas de discriminación en lo
laboral, participación en la política, el cuidado y crianza de las hijas e hijos, principalmente.

● Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención, encuentra como antecedentes la Declaración de los Derechos de los Niños


de 1959, a la que le antecede la Declaración de Ginebra de 1924. Un rasgo importante en
este instrumento, es que reconoce a niñas, niños y adolescentes como sujetas/os tutelares
de sus derechos. Coartando el supuesto que sus derechos están a merced de figuras adultas,
como las familias.

De manera puntual, los derechos que están siendo violentados de las niñas y adolescentes
víctimas de violencia sexual son:

Artículo 19: Derecho a la protección contra los malos tratos:

1. Los estados partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y
educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o
mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual,
mientras el niño se encuentre la custodia de los padres, de un representante legal o de
cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.

2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos


eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la
asistencia necesaria al niño y a quienes cuiden de él, así como para otras formas de prevención
y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y
observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda,
la intervención judicial.

Artículo 34, explotación sexual Los Estados parte se comprometen a proteger al niño contra todas
las formas de explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados parte tomarán, en particular,
todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir:

a. La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquiera actividad sexual ilegal;

b. La explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales;

c. La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos.

30
● Ley General Derechos de Niñas Niños y Adolescentes

Capítulo octavo: derecho de acceso a una vida libre de violencia y a la integridad personal.

Artículo 46: Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir una vida libre de toda forma
de violencia y a que se resguarde su integridad personal, a fin de lograr las mejores
condiciones de bienestar y el libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 47: Las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las
demarcaciones territoriales del Distrito Federal, en el ámbito de sus respectivas
competencias, están obligadas a tomar las medidas necesarias para prevenir, atender y
sancionar los casos en que niñas, niños o adolescentes se vean afectados por:

I. El descuido, negligencia, abandono o abuso físico, psicológico o sexual.


II. La corrupción de personas menores de dieciocho años de edad;

III. Trata de personas menores de 18 años de edad, abuso sexual infantil, explotación sexual
infantil con o sin fines comerciales, o cualquier otro tipo de explotación, y demás
conductas punibles establecidas en las disposiciones aplicables;

IV. El tráfico de menores;

V. El trabajo antes de la edad mínima de quince años, prevista en el artículo 123 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y demás disposiciones
aplicables;

VI. El trabajo en adolescentes mayores de 15 años que pueda perjudicar su salud, su


educación o impedir su desarrollo físico o mental, explotación laboral, las peores formas
de trabajo infantil, así como el trabajo forzoso, de conformidad con lo dispuesto en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las demás disposiciones
aplicables, y

VII. La incitación o coacción para que participen en la comisión de delitos o en


asociaciones delictuosas, en conflictos armados o en cualquier otra actividad que impida
su desarrollo integral.

31
VIII. Las autoridades competentes deberán considerar la perspectiva de género en las
situaciones de violencia.

IX. Las leyes generales, federales y de las entidades federativas deberán establecer las
disposiciones que orientarán las políticas de prevención, protección, atención, sanción
y erradicación de los supuestos a que se refieren las fracciones anteriores.

X. Las autoridades competentes, están obligadas a implementar medidas especiales para


prevenir, sancionar y reparar las conductas previstas en este artículo para niñas, niños y
adolescentes con discapacidad.

Se señalan estos instrumentos, considerando su apego a los estándares internacionales en


materia de derechos humanos, a diferencia de lo establecido en los marcos normativos
estatales. No obstante, cabe señalar que los artículos referidos no son los únicos a los que se
hace referencia el derecho de niñas y adolescentes a vivir una vida libre de violencia.

32
Protocolos ¿cómo tendría que ser el actuar del Estado?

El actuar del Estado para garantizar el derecho a niñas y adolescentes mujeres a no ser
víctimas de ningún tipo de violencia, en particular de violencia sexual (artículo 19 y 34 de la
Convención sobre los Derechos del Niño), respondé a las diversas maneras en las que las
instituciones construyen sus formas de intervención, no siempre con enfoque de derechos
humanos.

Esto respondé a la carencia de protocolos que homologuen el enfoque de derechos, que más
allá de la materialización de un documento, está relacionado con la falta del Estado mexicano
a respetar, garantizar, proteger y promover los derechos de niñas, niños y adolescentes, que
a pesar de los 30 años de la ratificación, no se ha construido políticas públicas que erradiquen
todo tipo de violencia contra NNA y en particular de violencia sexual; además de la carencia
de mecanismos que les protejan y restituyan sus derechos humanos cuando han sido víctimas
de ésta violencia.

En México, a partir de la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en 2014,


el Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia, crea en 2017 el “Protocolo para la
prevención del abuso sexual a niñas, niños y adolescentes” dirigido al actuar de las
“Procuradurías de Protección, y áreas homólogas en la atención de la infancia de los Sistemas
DIF estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil” en que determinan los
marcos normativos y teóricos para entender la problemática, así como los espacios de
implementación población objetivo, personal que interviene en la aplicación y características
del abuso sexual infantil y de NNA abusadas/os sexualmente.

La ruta de implementación se divide principalmente en dos áreas: prevención primaria y


secundaria, siendo esta última en la que señalan los mecanismos que tendrían que activarse
para garantizar el acceso a la justicia, verdad y reparación del daño de niñas, niños y
adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual. No obstante, pese a la homologación
que se plantea, al menos desde los casos acompañados en NIMA, el Estado, a través de las
autoridades competentes en la entidad, no lo empleó.

En el siguiente flujograma presentamos cómo tendría que ser esta ruta, de acuerdo con este
protocolo, con el objetivo de identificar las acciones que se tendrían que implementar.

33
34
Atención inmediata por el personal de procuraduría de protección, sistemas DIF de las entidades
federativas y municipios, escuelas y organizaciones de la sociedad civil, a NNA que han sido
agredidos sexualmente
1. En los casos de que NNA haya enfenctados inceidentes .
5. salvaguarda ante el hecho de ponen a NNA riesgo de sufrir
violentos o violación sexual guarde la calma y solicite apoyo de nuevos actos violentos, censuras por parte de la familia o
un profesional. comunidad, u otras consecuencias negativas.
2. Derivar el/la agredida(o) a la procuraduria de NNA o al 6. Dar seguimeinto a la familia y al NNA para el tratamiento de la
ministerio público para que se inicie el procedimiento jurídico y crisis.
se dicten las medidas de protección.
7. Procurar la atencion al grupo familiar, canalizando para el
3. Canalización a servicios de salud para que reciban atención apoyo terapéutico oportuno. Se debe valorar la procedencia de
medica y psicológica asi como medidas de protección a remitir a la familia a grupos de ayuda mutua, educadores,
embarazos secundarios a la agresión sexual. familiares o psicoterapeutas de familia.
4. brindar acompañeamiento a NNA a fin de evitar que los 8. Favorecer la atención y permanencia de NNA en su propia
servicios de salud, juduciales, policiales y sociales se les familia siempre que esto sea posible procurando la participación
revictimice. del cuidador/protector de normalizacion de su vida social.

El momento de la denuncia.
3. Evitar que sea expuesto a una serie de declaraciones
1. que el NNA cuente con un representante jurídico por parte de durante la investigación y porterior jucio. Lograr que no
Procuraduría de Protección. abandonden el proceso judicial.
2. Evitar la revictimización y ser asistido por el personal 4. que la denuncia debe convertirse en una herramieta
especializado. para bloquear cualquier acción contra el abusador/a contra
los NNA.

Acompañeamiento y monitoreo por el personal


En caso deque sea abuso sexual intrafamiliar, es importante monitoriar a la
familia protectora y recibir psicoterapia.

35
Casos acompañados en NIMA: bases para esta investigación

En este apartado se describen de manera general la violencia sexual que vivieron las cuatro
adolescentes con las que se trabajó, quienes han recibido un acompañamiento integral desde
NIMA alrededor de un año. Dicho acompañamiento ha sido desde las áreas jurídica y
psicosocial.

El acompañamiento con las adolescentes ha permitido que ellas reconozcan y nombren la


violencia que vivieron, fortaleciéndose y sanando emocionalmente. Esto favoreció la
reflexión en el grupo focal, enriqueciendo esta investigación.

El siguiente recuadro, describe de manera general la violencia sexual de la que fueron


víctimas, que permita identificar el análisis que en siguientes apartados se realiza.

Delitos ¿Acceso a la
Descripción general de la violencia cometidos, justicia?
Adolescente
sexual derechos
vulnerados
Fabiola, 13 1) Fabiola es víctima de abuso Delitos: Abuso Sentencia
años. sexual por parte de su sexual condenatoria,
padrastro en 2017, cuando ella con beneficios
tenía 11 años. de ley por ser
2) Se repitió en un par de primo
ocasiones. El agresor la delincuente,
amenazo para que no lo delito no grave,
contara. con una pena
3) En 2017 comienza el proceso menor a 3 años
de acompañamiento jurídico y de prisión.
psicosocial en NIMA.
Ivana, 20 1) Ivana fue víctima de violación Delitos: Delito No se presenta
años. por parte de su padre desde los sexual denuncia en el
7 años. Estado debido a

36
2) En 2006 se comenzó un que ya se
proceso legal en contra de su habían
padre en el estado en el que denunciado con
residían en ese momento. Sin anterioridad
embargo, no procedió. esos hechos en
3) Durante la adolescencia ella otra entidad.
intento quitarse la vida en dos
ocasiones, a causa de la
violencia sexual vivida.
4) Se incorpora a un proceso
psicosocial en NIMA, en el
año 2018.
Alejandra, 17 1) Alejandra fue víctima de Delitos: Abuso Se archiva la
años. violación por parte de su padre sexual denuncia.
cuando ella tenía 5 años.
2) El abuso sexual duro
aproximadamente 5 años.
3) Su mamá se percata del abuso
y denuncia al padre, no
procediendo la demanda.
4) Es a través de una carta que
Alejandra a los 15 años
escribe a su madre dónde
detalla la violencia vivida.
5) Se inicia el acompañamiento
psicosocial por parte de
NIMA en 2018.
Francisca 1) Francisca fue víctima de Delitos: El agresor
violencia sexual por parte de Corrupción de permanece
su padre en repetidas menores. detenido
durante el

37
ocasiones entre los 11 y 13 proceso legal
años de edad. un año y
2) Sus hermanas, también fueron cumple una
víctimas de violencia sexual sentencia
por parte de su padre, condenatoria de
desconociendo lo sucedido semilibertad,
entre ellas. internándose
3) En 2017 decide llevarlas con los fines de
una psicóloga, quien le semana por 3
confirma que sus tres hijas años y medio.
estaban siendo agredidas
sexualmente por su padre.
4) En el mismo año se comenzó
un proceso legal.
5) En 2018 se acompaña el
proceso jurídico y psicosocial
en NIMA.
Derechos vulnerados: Derechos de supervivencia: Responsabilidades parentales,
asistencia estatal (art. 18), supervivencia y desarrollo (art. 6), salud y servicios de salud
(art.24), nivel de vida adecuado (art. 27)
Desarrollo: Protección contra todas las formas de violencia (art. 19), Explotación sexual
(art. 34), Rehabilitación de niños(as) víctimas y reintegración social (art. 39)
Protección y participación: respeto por las opiniones del niño(a) (art. 12), Derecho a la
privacidad (art.16).
Fuente: elaboración propia

38
El acompañamiento en NIMA.

Describimos brevemente el acompañamiento que realizamos en NIMA en los casos de


violencia sexual:

Acompañamiento psicosocial.

Las adolescentes que son parte de esta investigación atravesaron un proceso de atención
psicosocial individual. Hablamos de atención psicosocial, más que psicológica, para hacer
énfasis en que no se puede desvincular el impacto individual de una perspectiva social dado
el carácter político de las violaciones a derechos humanos, la importancia del contexto y las
respuestas institucionales tanto en la forma como se manifiestan las consecuencias y el
sufrimiento, como en las circunstancias que ayudan o no a la recuperación. (Carlos
Berinstain, 2010).

Partimos por reconocer que la violencia sexual, es una flagrante violación a los derechos
humanos de NNA, por consiguiente, la atención debe retomarse bajo este esquema. La
complejidad de la dinámica abusiva, la gravedad de sus efectos, son un desafío que nos lleva
a plantearnos las estrategias de atención que respondan a las dificultades y requerimientos
específicos de cada caso, desde un enfoque de género y de derechos humanos, en donde
resulta primordial establecer una relación que se caracterice por la igualdad en las relaciones
con cada NNA, el trato digno, además de reconocer su dicho y relatos, como un recurso que
resignifique su propio valor, contrastando con la relación abusiva vivida.

La gravedad del impacto de la violencia ejercida, sus consecuencias a corto y largo plazo, no
sólo dependen de los daños derivados de los procesos abusivos, sino del papel que juegan los
adultos para prevenir, detectar, creer y proteger a las víctimas cuando éstas lo revelan. Es
por ello que el acompañamiento psicosocial se convierte en un proceso significativo para la
reparación del daño causado.

Este acompañamiento desde NIMA a NNA sobrevivientes de violencia sexual, busca


contribuir a la sanación emocional, a mejorar la calidad de vida, su autoestima y autonomía.

Las adolescentes fueron participes en el proceso de atención psicosocial por un año


aproximadamente, durante el cual analizaron y resignificaron la credibilidad de la vivencia,
desculpabilizarse del hecho abusivo, la identidad sexual, reconstrucción de la confianza y
39
fortalecimiento de redes de apoyo, desnaturalización de la violencia, para la construcción de
acciones de una vida libre.

El proceso psicosocial potencio el análisis del ser mujeres en un contexto de violencia que
les somete, siendo indispensable centrarse no sólo en lo intrapsíquico, sino en los factores
sociales y de género que inciden en la salud mental y desarrollo.

Es este proceder el que ha permitido a las adolescentes ser activas en el grupo focal de esta
investigación, además de incorporase al grupo de sobrevivientes de abuso sexual.

Acompañamiento jurídico

El proceder jurídico en la atención de niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual en


NIMA, parte de su reconocimiento cómo sujetas de derechos humanos, dando valor a su
palabra y haciéndolas partícipes directas de las decisiones de sus procesos.

Realizamos una atención integral que contempla el proceso psicosocial tomando en cuenta
lo jurídico y afectivo. Partimos por construir un espacio de escucha de cada niña y
adolescente, reconociendo su sentir y pensar, en este sentido se mantiene relación constante
con el área de psicología, ya que este fortalecimiento afectivo potencia la toma de decisiones
a nivel de lo jurídico.

Reconocemos cómo parte del accionar los siguientes elementos:

1. Se informa el proceder jurídico y avances del caso de forma constante a las niñas y
adolescentes y sus madres tutoras o cuidadoras.

2. Se promueve la toma de decisiones con la participación de las niñas y adolescentes.

3. Cuándo el caso lo amerita se solicitan medidas de protección para resguardar la


seguridad e integridad de las niñas y adolescentes.

4. Se acompaña por parte de la abogada y la psicóloga a las audiencias en las que sea
necearía la presencia de las niñas y adolescentes, evitando en lo mayor de lo posible la
revictimización. En este mismo sentido se cuida la relación de las autoridades con las
adolescentes.

40
Se acompaña a las familias, reconociendo el impacto que estas violencias desencadenan,
convirtiéndose en muchos de los casos la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación
integral un proceso colectivo.

Agresores, principales responsables de la violencia sexual

De acuerdo con UNICEF, 2016, P. 9, “una parte importante de los abusos es de tipo
incestuosa, ejercida por familiares y conocidos de NNA y favorecida por la convivencia o
cercanía”, que, en concordancia con los datos ofrecidos por INEGI, en la ENDIREH se hace
referencia a los agresores que abusaron sexualmente de las mujeres de 15 años y más, durante
su infancia, destaca entre los principales a son: tío/a (20.1%), un no familiar (vecino,
conocido) (16%), primo/a (15.7%), desconocido (11.5%), hermano/a (8.5%), otro familiar
(6.4%), padrastro/madrasta (6.3%), padre (5.8%), otro (5.5%), abuelo/a (3.7%) y madre
(0.5%).

Aunque la ENDIREH, reconozca en sus variables a ambos sexos, UNICEF, 2016, P.15.
señala que “las estadísticas indican que la mayoría de los abusadores son varones
heterosexuales adaptados socialmente” o parafraseando la frase “hijos sanos del patriarcado”,
que como se revisó en el apartado teórico, corresponde a la reproducción de los mandatos
establecidos desde el sistema patriarcal.

En lo que respecta a los casos acompañados en NIMA durante 2018, encontramos que los
principales perpetradores corresponden a los papás con 58%, seguido de los tíos abuelos
con 16.6% y tíos políticos con el mismo porcentaje, 16.6%, quienes cometieron agresiones
sexuales en contra de las niñas y adolescentes. Es decir que cerca del 90% fueron
familiares, por lo que se cataloga como incesto.

Para UNICEF, 2016, P. 9., “el incesto paterno filial (…) es el caso que reviste mayor
gravedad debido a las consecuencias devastadoras que provoca sobre todos los aspectos de
la vida cotidiana, destruye tanto la subjetividad como la configuración familiar”. Estas
configuraciones se relacionan con los esquemas de vínculos que se establecen entre niñas y
adolescentes mujeres con sus agresores, que en algunos de los casos son figuras de confianza
para NNA, rompiendo y modificando dicho esquema.

41
En el documento de UNICEF, 2016, P.11., que hemos estado citando, encontramos que uno
de los principales mitos entorno a la violencia sexual contra NNA, refiere “los agresores son
personas asiladas socialmente que tienen un perfil de personalidad específico y algún tipo de
enfermedad mental o perversión”, que si se lleva al imaginario social este mito, desdibuja e
invisibilizar que los principales agresores son los hombres miembros de las familias en donde
NNA se desenvuelven, éstos “circulan en la sociedad y pasan desapercibidos porque su
conducta social (lo que se ve) no muestra su conducta sexual (aquello que no se ve)”.

Son hombres que socialmente se muestran afectuosos, humanitarios, de confianza, en


contraste con las relaciones que establecen con las niñas y adolescentes, que “está basada en
amenazas, control e intimidación”. Como lo refleja

“Él era lo mejor que podía haber en los trabajos: cumplido, buena persona, buen
amigo buen hijo, buen hermano, bueno todo. Tenía comiendo de la mano a mi madre,
a mis hermanas (…)” Grupo focal, Lucrecia, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Los agresores dentro de las dinámicas familiares o cercanas van estableciendo una relación
con niñas y adolescentes, “destinada a evitar su resistencia y pactar el secreto con el que
intentará no ser descubierto. Este proceso de preparación hacia la manipulación es una
característica de los abusos sexuales con NNA20.”

Esto permite que se construyan las condiciones para ejercer la violencia. Como hemos
reiterado es sostenida y legitimada social y culturalmente, en los ámbitos familiares, las
comunidades, las instituciones; es una violencia histórica frente a la que todavía se
reproducen tabús, mitos que en su gran mayoría deslegitima la palabra de las niñas y
adolescentes mujeres, llegando a revictimizarlas y, por el contrario, no responsabiliza a los
hombres agresores.

En un país en el que se registran cerca de 5.4 millones de casos de abusos sexuales contra
NNA y cada día son 34 niñas-adolescentes mujeres son embarazadas por producto de
violaciones21, ¿qué mensaje es el que el Estado da a los hombres agresores? ¿a las niñas y
adolescentes mujeres? Remite un contexto de impunidad, en el que, pese a que las estadísticas

20
Ibídem, Pp. 15.
21
De acuerdo a lo declarado por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Protección Integral de
Niñas, Niños y Adolescentes y la tutelar del Instituto Nacional de la Mujer, el pasado FECHA.

42
sean pavorosas, se les reafirma a los hombres agresores que la comisión de esta violencia no
tiene consecuencias y que puede seguir reproduciendo, sin que sea castigado.

Nos parece importante insistir en reconocer que los principales responsables de esta
violencia, son los agresores, quiénes bajo el poder y el derecho que se les ha dado sobre las
mujeres deciden cometer este tipo de violencias contra las niñas y adolescentes. Además de
los agresores directos, el Estado es uno de los principales responsables tomando en cuenta
que potencia, sostiene y perpetua la violencia sexual

El Estado no en lo abstracto como suele asociarse, sino el Estado con sus instituciones cara
de policía, de juez, de abogado del Ministerio Público, de los equipos multidisciplinarios de
las Procuradurías de Protección, diputados/as, los gobernadores, los alcaldes, el presidente,
de todos/as aquellos funcionarios públicos que lejos de actuar desde los derechos humanos
cuándo llegan casos de violencia sexual contra niñas y adolescentes, las revictimizan, crean
procesos lejanos de una mirada de derechos de niñas, niños y adolescentes, ponen en duda
su palabra y dejan libres a los agresores.

Responsable de no priorizar en las agendas públicas, erradicar la violencia sexual contra


niñas, niños y adolescentes, de no realizar los suficientes “esfuerzos” para prevenir y
sancionar este tipo de violencia, ni mecanismos eficientes que garanticen la restitución de los
derechos de la niñez y la adolescencia.

43
¿Qué dicen las adolescentes sobrevivientes de la violencia sexual?

Bajo la metodología anteriormente explicada, encontramos algunos resultados cualitativos


que permiten reconocer desde la experiencia de niñas y adolescentes, las implicaciones y el
impacto que tuvo el vivir violencia sexual. Recuperando los pensamientos, sensaciones,
emociones que fueron manifestando durante este proceso, que permitirán identificar los
ámbitos que, desde el Estado, familias, organizaciones de la sociedad civil y sociedad en
general sería necesario construir y fortalecer los mecanismos y estrategias de intervención
que desde estos espacios se reproducen.

Retomamos la propuesta de Roland C. Summit (1983), quien desarrollo cinco etapas del
Síndrome de Adaptación

El secreto

Sentimiento de impotencia

Sensación de atrapamiento y mecanismo de adaptación

Revelación tardía, conflictiva y poco convincente.

Retracción

Fuente: elaboración propia a partir Roland C. Summit (1983)

44
• El secreto

En esta primera etapa, los perpetradores “El secreto es la fuente del miedo, pero
tienen una serie de estrategias para que también la promesa de seguridad. La
única impresión consistente y con sentido
niñas y adolescentes, no cuenten a nadie
que obtiene la niña, es la de peligro y
lo que está sucediendo, con mensajes que terribles consecuencias de lo que pasaría
inclusive pueden contener amenazas de si se deja saber el secreto” Gómez, V. y
López, M, 2015, P. 7.
dañar a alguien especial para NNA, o a
ellos mismos y que atentan contra su
integridad.

En el caso de una de las adolescentes, manifestó como se sentía cuándo los abusos por parte
de su padrastro comenzaron:

“Me sentí con mucho miedo que mi papá me alejara de mi familia, no me gustaba lo
que me hizo. Mi papá abuso de mí, no me gustaba, me manoseaba, me dijo que me
iba a alejar si le decía a mamá, me iba a alejar de mi familia me dio mucho miedo.
Y no quería decirle a mamá” Grupo focal adolescentes, 21 de agosto del 2019, León,
Gto.

De acuerdo con UNICEF, 2016, P.14, hay diversos motivos que convergen a que NNA no
cuenten lo sucedido y se relaciona con:

 “El niño y su familia reciben amenazas del daño físico o de muerte.


 Tienen miedo de las consecuencias que sus dichos pueden ocasionar en el agresor y
su familiar
 Callan por temor a ser acusadas/os de complicidad y complacencia con el abuso
sexual que padecieron
 Evitan ser estigmatizados y rechazados
 Sienten culpa, vergüenza y desvalimiento
 Muchas veces, el padecimiento sufrido se suma otro: carecen de interlocutores
válidos dispuesto a creer en sus palabras”

45
Motivos que coinciden en los casos acompañados en NIMA y que se han manifestado a lo
largo de los acompañamientos que se han realizado en la experiencia de la organización,
Asimismo, éstos se han sido identificados por diferentes actores.

La dinámica que se da en la etapa del secreto deja en evidencia la relación de poder que rige
la violencia sexual, no únicamente por la agresión física que se ejerce, sino también las
diferentes estrategias y mecanismos que los agresores utilizan para mantener el control de la
situación, chantajeando y amenazando a niñas y adolescentes.

Una de las adolescentes, reconoce la relación de poder que había entre ella y su papá, y cómo
él manipulaba la situación:

“yo era chica y sabía que estaba como pues mal, y pero en si no sabía, o sea y yo como
estaba chiquita mi papá me amenazaba me decía no pues <<es que si le dices a tu mamá
yo me voy a morir o te voy a matar, o si le dices a tu mamá yo me voy a ir>> y pues me
daba miedo que si pasara eso y pues me causaba mucho, mucho, mucho miedo que
algo le pasara a ellos, no sé, porque estaba chiquita y entonces me recalcaba mucho,
mucho me decía <<pues es que se me mete el diablo cuando pasa eso>>, y yo pues era
chica y no comprendía lo que pasaba en ese momento” Grupo focal adolescentes,
Alejandra, 29 de agosto del 2019, León, Gto.

Con base a la experiencia de las niñas y adolescentes acompañadas en NIMA, encontramos


que ellas callan por distintos motivos que están ligados a las figuras que representan los
agresores para ellas. Que como se revisó con anterioridad han sido integrantes de sus
familias, no sólo en el caso de las adolescentes acompañadas en NIMA, sino también en la
realidad mexicana. ¿Esto qué significa?, si ponemos en el centro el papel social-cultural que
se la ha asignado históricamente a las familias como derecho y espacios primordiales para el
desarrollo de NNA; se vuelve el principal entorno inmediato de socialización para ellas/os.
En tanto el papel que las y los adultos de las familias, deberían cumplir, (no sólo desde el
imaginario de la niñez y adolescencia, sino desde la sociedad) se le atribuyen a la
construcción de relaciones desde el afecto, confianza y amor.

Y que, al ser los padres, padrastros y/o algún otro miembro de la familia, rompen con ese
esquema de relación entre padres – hijas/os, reproduciendo un modelo de relación que le

46
había sido ajena a las niñas y adolescentes. En tanto que NNA, puedan acceder a realizar lo
que los adultos les están pidiendo, bajo un esquema de lo que representa esta figura para
ellas.

El secreto, encuentra también su respaldo social-cultural, al reproducir la idea de que los


“problemas” familiares, son asuntos privados, en los que nadie se puede o se debe meter,
reproduciendo así la idea de no hablarlos y colectivizarlos.

No obstante, y cómo revisamos en el apartado teórico; hay al menos dos sistemas políticos
(patriarcado y adultocéntrico) que operan en como tendrían que ser las relaciones,
extendiendo sus formas de dominación y control en espacios como las familias. En tanto, qué
eso que se coloca en la “privado” o en la “vida personal” trasciende a un plano político, en
el que es necesario pasar a reconocer que la violencia sexual es un secreto familiar, a
identificar que es un problema social.

“NNA víctimas de abuso sexual con frecuencia callan, por miedo, culpa,
impotencia, desvalimiento, vergüenza. Suelen experimentar un trauma
peculiar y característico de este tipo de abusos: se sienten cómplices,
impotentes, humillados y estigmatizados. Este trauma psíquico se potencia
con el paso del tiempo, cuando la consciencia de lo sucedido es mayor”.
UNICEF, pág. 5

47
¿Qué se sintió estar en esa situación?

“Lo que muestro en mi dibujo es que me demuestro


tranquila, pero pues desde el fondo me siento angustiada,
presionada, inseguridad, Grupo focal adolescentes,
Francisca, 29 de agosto del 2019, León, Gto.
,

48
 Sentimiento de impotencia

“Es necesario reconocer que, sin importar las circunstancias, la niña no tiene ninguna

alternativa que no sea someterse y mantener el secreto”

Una vez que ha sido instaurado el secreto, se desprenden procesos se sometimiento frente a

la situación de violencia sexual, en el que niñas y adolescentes estuvieron. Frente al miedo y

chantaje que ha sido instaurado con el “secreto”, han desarrollado acciones para enfrentarlo.

Se va creando un sentimiento de impotencia frente a la situación que se manifiesta de diversas

formas. En las palabras de las adolescentes, estar en esa situación, impacto en su vida

cotidiana:

“yo no podía nunca dormir, no dormía, no comía, nada… mi mamá me decía “que

tenía” y le decía <<nada>>porque mi papá ahí estaba presente con nosotros, yo le

decía no tengo hambre.” Grupo focal adolescentes, Fabiola, 21 de agosto del 2019,

León, Gto.

Es necesario pensar y reconocer la violencia sexual como una de las violencias que impacta

en la integralidad de niñas y adolescentes mujeres, no solamente a nivel de lo físico, sino

creando un daño a nivel de lo psicológico y emocional. En tanto, que se pueden generar

sentimientos de impotencia frente a lo que sucede.

Para una de las adolescentes, este sentimiento fue una constante por algunos momentos:

“cuando estuve en esa situación no pensé que fuera a salir de esa situación,
entonces, este…fueron como tiempos en los que pensé que me iba a quedar
estancada y tirada y que me iba a llevar hasta la tumba y ahora se me hace como
extraño… pero en ese tiempo siempre sentí que las cosas no iban a cambiar, que

49
siempre iban a estar igual” Grupo focal adolescentes, Ivanna, 21 de agosto del 2019,
León, Gto.
.
Esta impotencia puede llegar a generar sensación que la situación nunca va a cambiar, sino
lo contrario, será una constante en su vida, generando un sentimiento de aceptación –
desesperanza frente a la violencia que están siendo víctimas por parte de sus agresores. En
este sentido, las posibles alternativas para las niñas y adolescentes van disminuyendo,
aceptando la situación desde la impotencia de hacer algo. Aquí juega un papel importante el
poder que el adulto ha logrado instaurar, pero que además se sostiene la culpa que
experimentan las víctimas.

 Sensación de atrapamiento y mecanismo de adaptación

La niña busca algún modo de lograr poder y control de su situación e inconscientemente se


hace responsable de lo que pasa, hace todo lo posible para demostrar que es buena para
ganarse el amor y la aceptación.

En los casos en donde la violencia sexual ha sido en reiteradas ocasiones, (como puede
suceder en los casos de incesto), niñas y adolescentes asumen la responsabilidad de lo que
pasa sintiéndose culpables de la violencia de la que están siendo víctimas. Asimismo, van
construyendo herramientas y formas de adaptación para lo que sucede, acciones que en esos
momentos son lo mejor que pudieron hacer y que responden a los recursos y herramientas
que poseen.

Aquí es importante enfatizar nuevamente, que la única responsabilidad de la violencia sexual


es de los perpetradores. La posición de las niñas y adolescentes es como víctimas, no
obstante, por la relación de poder que se ejerce, los sentimientos de confusión, es común que
las niñas y adolescentes mujeres, se sientan responsables, frente a un sistema que
históricamente ha culpado a las mujeres de la violencia de la que son víctimas.

Uno de estos elementos, se encuentra en una cultura como la mexicana, caracterizada por la
religiosidad católica, es común que se le atribuya o se espere un cambio a partir de los seres
espirituales:

50
“siempre tuve como esa ilusión de hacer algo para pararlo y algo me ha tocado
mucho últimamente es poder por lo menos cerrar la puerta en la noche, entonces es
algo que me deja, así como de “¿porque no lo hice?”, era como un monstruo en la
noche no se podía parar, que ni, aunque rezando lo podía parar…”, Grupo focal
adolescentes, Ivanna, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Si una de esas herramientas que se socializan con las niñas y adolescentes mujeres la
religiosidad como fuente de justicia divina, de bienestar, es racional que se acuda a ésta. En
el caso particular de Ivanna, fueron varios años el abuso que cometía su padre, siendo una
forma de defensa detener la violencia a través de rezar.

En los casos en los que el incesto fue una constante, el acudir a diferentes mecanismos de
adaptación pueden desencadenar en buscar diversas formas para salir de la situación, el
suicidio puede ser una de ellas, como lo relata una de las adolescentes:

“Entonces finalmente creo que no fue bueno lo que hice porque mi única escapatoria
fue intentar matarme y al final de cuentas yo siempre quedé en la idea de que iba
a pasar lo mismo y que no se iba a hacer nada, (…) Grupo focal adolescentes,
Ivanna, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

No queremos decir qué es causa y efecto y/o que en todos los casos se puede presentar la
misma conducta; sin embargo, revela el trauma y daño emocional que puede traer consigo la
violencia sexual contra niñas y adolescentes mujeres. Es importante señalar que es uno de
los riesgos que se pueden desencadenar.

Otro de los mecanismos que se activan en situaciones de violencia sexual se relaciona con en
poner en duda la confianza que las y los adultos cuidadoras/es a quiénes podrían recurrir, no
les crean lo que han vivido:

(…) yo pensaba en mi mama y yo decía “¿y si le digo a mi mama y ella no me cree?”,


ese fue uno de mis miedos también y también yo no quería que mi familia se
desintegrara por mi culpa y ese era mi miedo, entonces y como yo también tenía un
hermano chiquito y yo no quería que mi hermano se quedara sin papá o sea sin su
papá, ese también era uno de mis miedos” Grupo focal adolescentes, Alejandra, 29
de agosto del 2019, León, Gto.

51
El poner en duda la palabra de niñas y adolescente, devela la creencia del mundo adulto que
es común que mientan o que se inventan situaciones; parafraseando a UNICEF (2016), no se
ha demostrado que NNA mientan más que las/os adultos, es verdad que mienten, pero sobre
situaciones que destacan por su “ingenuidad, obviedad, simplicidad y fácil detección”. En el
caso particular de la violencia sexual “los relatos de NNA abusadas/os sexualmente incluyen
un conocimiento de la genitalidad adulta desfasado y anómalo para la edad, que se suma a la
presencia de un estado emocional negativo22”

En el relato de Alejandra, también podemos identificar como el miedo y culpa, reitera que
ellas se asuman responsables de la situación y de lo que pueda pasar cuándo se revele el
secreto, como es la desintegración de sus familias y de manera particular que sus
hermanas/os, “se queden sin papá”. Esto permite profundizar en cómo, históricamente a las
mujeres se les ha enseñado a priorizar las necesidades/intereses de las/os demás, por encima
de sí mismas. Sí el escenario social-cultural, enseñará a priorizar el bienestar de las mujeres
antes que el de otros/otras, que los únicos responsables de la violencia son los perpetradores,
las situaciones y condiciones de las niñas y adolescentes, podrían ser distintas, aminorando
la culpa y miedo.

Otro de los elementos importantes a resaltar son las diferentes formas en los que las niñas y
adolescentes manifiestan que algo no anda bien, como mecanismos de adaptación y defensa
que como se ha mencionados, son los que tienen a su alcance.

En el caso de las adolescentes, compartieron:

“mi papá era más grande que yo, y o sea como gritar (me hubiera gustado) porque
pues yo estaba chica y lógicamente me daba miedo, o hubiera dicho… o no se tratar
de defenderme o hacer algo, pero pues no hice nada… de hecho mi único mecanismo
de defensa era irme a dormir a casa de mi abuelita” Grupo focal, Ana años, León
Guanajuato.
Acciones que se pueden parecer normales o comunes, pero que, al ser una constante en las
niñas y adolescentes, podrían ir dando señales de que algo no anda bien con ellas. “Darse
cuenta de esto le hace sentirse totalmente abandonada y aniquilada; entonces la niña busca

22
Ibídem.

52
algún modo de lograr poder y control de su situación e inconscientemente se hace responsable
de lo que pasa” Matamoros, Ruth, 2014, P. 9.

¿Qué se sintió estar en esa situación?

Una de las actividades que se hicieron en el grupo focal, fue responder ¿qué se sintió estar
en esa situación? Y algunas de las adolescentes compartieron en dibujo su experiencia:

“Yo dibuje un pececito, este… cuando estuve en esa situación no pensé que fuera
a salir de esa situación, entonces, este…fueron como tiempos en los que pensé que
me iba a quedar estancada y tirada y que me iba a llevar hasta la tumba (…) pero
en ese tiempo siempre sentí que las cosas no iban a cambiar, que siempre iban a
estar igual (…) entonces yo siempre me sentí como un pececito muerto en una
pecera que no, que nunca iba a salir. Ivanna.

53
 Revelación tardía, conflictiva y poco convincente

Los casos de abuso sexual no son revelados nunca, por lo menos no fuera del círculo
familiar inmediato.

¿En qué circunstancias se revelan los casos de abuso sexual? Hay una serie de patrones que
se han identificado de cuando se revela lo sucedido, que, aunque no simbolizan que en todos
los casos sea así, representan algunas características de cuándo esto sucede. Entre ellos,
puede surgir a través de cuatro elementos:

4) Un conflicto familiar
5) La protección a una hermana o hermano
6) Ha sido descubierto por terceros
7) El grado de sensibilidad y educación respecto al tema.

En el caso de las adolescentes acompañadas, encontramos coincidencia con estos elementos.


Una de ellas, relata cómo fue este momento:

“tenía mucho miedo de decirle a mi mamá, una noche que mi papá se fue a trabajar a
un lado y que mi mamá estaba con nosotros me dijo que <<por qué no duermo>> y
le dije que mi papá abusó de mí, y me dijo… y se paró rápido y me dijo que, que
me hizo, y le dije que abusó de mí, y le explique todo” Grupo focal adolescentes,
Fabiola, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Frente a las manifestaciones de Fabiola, como no dormir su mamá percibía algo distinto en
ella, preguntando en distintas ocasiones qué era lo que pasaba, de manera puntual por qué no
dormía. Posterior a la insistencia de su mamá, ella encontró un momento en el que pudo
nombrar la violencia que había vivido, acompañada del temor de que su hermano menor le
pasará lo mismo.

“tenía mucho miedo que regresara papá, mi padrastro y podían hacer lo mismo a
mi o a mi hermanito el más chiquito, tampoco quería decirle a mamá, mi mamá, yo
sentía que mi mamá no me iba a creer y sentía mucho miedo que iba a regresar mi
papá por mi hermano a llevárselo lejos de nosotros, es el más chiquito y lo quiero

54
mucho a él y pensaba que le iba a hacer lo mismo a él” Grupo focal adolescentes,
Fabiola, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

En el caso de Fabiola, la reacción de su cuidadora inmediata fue creerle, posibilitando así que
su agresor dejará de violentarla. En otros casos, las reacciones de las redes familiares o
cuidadoras/es inmediatos, se relaciona con lo que se nombra como revelación conflictiva:

“(…) al final pues si se supo y en mi familia no se quedó nadie por parte de mi mamá,
y por parte de mi papá nunca se habló nada porque pues no y por parte de mi mamá
no nos apoyaron y pues ya era parte mis miedos” Grupo focal adolescentes,
Alejandra, 29 de agosto del 2019, León, Gto.
Las revelaciones, desencadenan en cambios que no siempre son los deseados o esperados por
las niñas y adolescentes, en donde las redes familiares se rompen y se pierden esos vínculos.
Pero ¿por qué sucede esto? Sin tener la respuesta precisa, reconocemos que es parte del
entramado social – cultural, que revictimiza a las niñas y adolescentes e inclusive a las
madres; que niega el ejercicio de poder, a través de la violencia sexual los agresores ejercen
el poder adquiriendo control y de dominio sobre las mujeres y sus cuerpos, legitimándola
violencia.

 Retractación

“Debajo de la ira y de la revelación impulsiva, están todavía la culpa y la obligación de


preservar a la familia. La niña descubre que las caóticas consecuencias de la revelación,
los miedos y amenazas que sostenían el secreto, eran reales. Su padre la abandona y la
llama mentirosa. Su madre no le cree o se pone histérica o iracunda” Matamoros, Ruth
(2014)

Posterior a que se ha develado el secreto, las dinámicas familias de las niñas y adolescentes
cambian en distintos aspectos, que van desde la negación de la situación, encubrimiento de
los agresores, que pueden repercutir en sostener el sentimiento de culpa que se ha generado
desde momentos previos.

55
Este momento puede desencadenar en procesos en los que los miedos de las niñas, como la
desintegración de la familia, sea un hecho, así como señalarlas de mentirosas, respaldando
así las amenazas de sus agresores.

“(…) una situación muy difícil porque la gente ya sabía lo que pasaba, mi mama
sabía lo que pasaba y no se hizo nada, por ese lado no se hizo nada, todos se
abogaron con que no, que era algo con que se podía trabajar, que era algo rescatable,
que la familia no se podía quebrar, entonces ahí viene mi miedo de que por mi culpa
todo se iba a ir” Grupo focal adolescentes, Ivanna, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

La negación de la violencia sexual en las familias, ésta fundamentado en los mandatos


patriarcales que se han expuesto con anterioridad, con los ordenamientos del sistema
heteronormativo, en el que se fundamenta la idea de las familias unidas, las familias felices
para siempre, que, pese a las adversidades, problemáticas y violencias, se debe velar por
mantenerla unida.

“mi mamá le dijo a mi padrastro que, por qué hizo eso, mi padrastro dijo que no es
cierto que yo soy una mentirosa y mi mamá lo cortó con un machete en el brazo y mi
padrastro se alejó” Grupo focal adolescentes, Fabiola, 21 de agosto del 2019, León,
Gto.

En algunos casos, cuando se ha revelado la situación de violencia sexual, puede suceder que
se descubra que otras niñas y/o adolescentes también fueron víctimas del mismo perpetrador:

“(…) yo no sabía que estaba abusando de mi hermana, yo no sabía que se estaba


yendo con la chiquita, si yo hubiera sabido… según yo pues era la única, y yo con
eso me podía ir a la tumba, pero ya cuando supe de ellas no… y la verdad es que a
pesar de todo me duele más las situaciones que vivieron ellas que la mía, me da
como un coraje que no vio donde parar” Grupo focal adolescentes, Ivanna, 21 de
agosto del 2019, León, Gto.

En el caso de Ivanna, después de un proceso psicológico de sus dos hermanas menores,


solicitado por su mamá, se confirmó que estaban siendo víctimas de violencia sexual por
parte de su padre. Para ella, que había sido víctima desde niña, implicó un proceso en el que
la culpa se manifestó como responsable de lo que ellas vivieron.

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Otro de las dinámicas que se desatan posterior a la revelación, son las relaciones con la
familia extensa:

“(…) de hecho pues a mi mamá de parte de la familia de mi mamá siempre la vieron


como mala, como una mala mamá, como mala, la mala de la novela, entonces pues
de hecho la familia de mi papá pensaba y dijo <<no>> que <<ella lo estaba
inventando>> y para mí era como de o sea no me creen, y fue algo como muy feo esa
parte” Grupo focal adolescentes, Alejandra, 29 de agosto del 2019, León, Gto.

¿Qué le dirían a otras niñas y adolescentes mujeres que están pasando por una situación
similar a la de ustedes?

En un ejercicio dentro del grupo focal, se solicitó a las adolescentes que le dirían a otras
niñas, niños y adolescentes que han pasado por situaciones parecidas; con el fin de recuperar
lo que para ellas sería importante que supieran.

En este sentido es que compartieron los siguientes dibujos:

Palabras de Alejandra:
“Lo que escribí fue que, si tu estas pasando por una situación de ese tipo
pues que no te quedes callado, que hables y que expreses lo que está
pasando en ese momento para que pues las cosas pues no se agranden
o no se hagan más problemas y no sea tanto el daño que pueda ocasionar
e igual que si buscas como apoyo pues tu familia no te va juzgar y si no,
busca instituciones donde te lo pueden brindar.”

57
Dibujo de Francisca:
“No soy tan buena dibujanté, pero no vengo a decirte que no soy buena,
no te quedes callada, si tu padre te está agrediendo o violando habla, no
te quedes con el temor a no decir lo que pasa, yo he estado en tu
situación, has justicia y demanda.”

58
Palabras de Fabiola:
“Denuncia lo que te hacen o como abuso sexual de sus papas o
tíos o gente extraña, denuncia.”

59
Dibujo de Ivanna.
“Yo escribí lo que hubiera querido haber escuchado, bueno lo que cualquiera
hubiera querido haber escuchar, yo si te creo y te voy a ayudar a salir adelante”

60
Madres cuidadoras, acompañantes de niñas y adolescentes

¿Por qué un apartado de las cuidadoras de niñas y adolescentes?, nos parece importante
reivindicar el papel que las mujeres tienen entorno al cuidado de la niñez y la adolescencia.
Históricamente se les ha asignado el rol exclusivo del cuidado y crianza de NNA,
atribuyéndolo a características innatas del sexo femenino a su “naturaleza”. Siendo ellas en
la práctica cotidiana, las principales figuras que asumen la responsabilidad del desarrollo de
NNA.

Ya en otros documentos y desde nuestras bases ético-políticas, hemos reiterado nuestro


posicionamiento frente a este mandato, identificando al menos tres elementos:

 Desde el enfoque de derechos humanos, el cuidado y crianza de niñas, niños y


adolescentes, es la corresponsabilidad entre Estado, sociedades y familias (padres,
madres, abuelas, abuelos, tíos, tías, hermanas, hermanos), es decir, no sólo de las
madres.
 El rol de cuidado, como un mandato exclusivo de las mujeres, se sostiene y se
reproduce desde el sistema patriarcal, en el que su lugar se reduce al espacio privado
y en particular frente al cuidado y servicio del otro/a, en este caso de NNA.
 Este mandato, desdibuja la responsabilidad específica de las figuras paternas,
reduciendo su papel como cuidadores de NNA, lo que social y culturalmente es
normalizado frente a las paternidades ausentes. Siendo en menor medida la exigencia
del ejercicio de sus responsabilidades como padres.

Frente a estos mandatos sociales y culturales, que se sostienen y reproducen desde los
discursos y prácticas, no sólo en las sociedades, sino también desde los Estados, es que se
configuran las expectativas de las mujeres cuidadoras frente a la violencia sexual contra niñas
y adolescentes. Expectativas, que les colocan principalmente en el lugar de las culpables de
la situación.

En el caso de las cuidadoras, que son las madres de niñas, niños y adolescentes acompañadas
en NIMA, el espacio del grupo focal significó escuchar e identificarse con las otras madres,

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por los procesos similares que vivieron desde que se descubre la violencia sexual que
vivieron sus hijas.

“Bueno… mi caso no es nada diferente a lo que he estado escuchando aquí” Grupo


focal madres, Lucrecia, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

“Bueno Ehhh… algo así me paso también a mí” Grupo focal madres, Luciana, 21 de
agosto del 2019, León, Gto.

¿Cómo fue el proceso de la revelación? Las mujeres cuidadoras, reconocen en esta etapa
sentimientos y pensamientos similares, como el reconocer que su pareja y padre de sus hijas
había abusado de ellas, así como la traición de parte de su esposo y/o pareja.

“La primera instancia cuando mi hija tenía meses y el papá todavía vivía con
nosotros y el papá me dijo que le había besado sus partes; <ella> todavía tenía
meses. Para que ningún otro hombre pudiera de decir que lo fue el primero y en
ese momento sabía que me tenía que salir de esa relación,” Grupo focal madres,
Mariana, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

En este caso, a diferencia de otros, el agresor, papá de una niña de meses, confesó
directamente a la madre lo que hacía, no desde el arrepentimiento sino desde un argumento
que refuerza el sostén patriarcal con la creencia de que las hijas, les pertenecen y pueden
disponer de ellas/os, sin ninguna contrariedad. Además, este tipo de “confesiones” develan
el ejercicio de poder perverso desde el que creen pueden justificar la violencia sexual.

En el caso de otras cuidadoras, la revelación se dio por sospechas de que algo estaba pasando:

“fue esa navidad, la pasamos en casa de los papás de él, y como les decía, algo me
decía “no te duermas, no te duermas”, me hice la dormida y sentí que en la
recamara donde estábamos, nos dormíamos esta persona, mi hija y yo, y en la
recamara continua estaba la más grande. Entonces siento que este señor se levanta
y se va a la recamara continua y dije “bueno ¿por qué?” y comienzo a escuchar
ruidos que no, no dan. Recuerdo que me paro, prendo la luz y veo a mi hija arriba
del señor. Mi primer instinto fue matarlo en ese momento. Matarlo. Él pues
obviamente me decía que no, que me calmara, que no pasaba nada, pero yo le decía

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“¿cómo no? si tú no traes pantalones y mi hija tampoco ¿no?” Grupo focal madres,
Luciana, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Para otra de las madres, descubrir lo que sucedía fue por comportamientos o actitudes de su
hija, como “juegos sexuales” con sus primos que la fueron alertando:

“le dije “yo soy tu mamá, yo te voy a proteger de quien sea, de quien sea <nombre
de la niña>, yo no te estoy presionando ni nada, tu solamente dime qué está pasando,
si una persona adulta te está haciendo”, porque yo estaba segura, porque en ese
momento ya empecé a decir una persona adulta no debe hacer eso con las niñas es
un delito “tu dime para yo protegerte y yo te voy a alejar de esa persona”. Sin querer
inconscientemente estaba hablando yo ya inmediatamente del papá porque era el
único que podía haber, el único adulto y además hombre. Y total que me dice…
empieza a llorar, sus manitas frías, sudorosas, me escribe… no se atrevió a
decirme; primero se aventó a la cama y lloraba y lloraba y ya en ese momento “sí
está pasando”. Pero en mi interior decía “no, no está pasando”. Entonces la tomo,
la abrazo y me dice, “espérame” se para y agarra un papel, el cual todavía lo tengo
y escribe “mi papi”. Pero no, y luego lo raya “pero no le digas”, y me lo muestra y
se echa a la cama y lo veo y fue como… no sé, como que se me hundía el mundo
entonces yo dije “no puede ser” Grupo focal madres, Lucrecia, 21 de agosto del 2019,
León, Gto.
En los tres casos la reacción inmediata de las madres está caracterizada por al menos dos
elementos:

1. La negación, relacionada con no reconocer el daño que vivieron sus hijas, por sus
parejas. Que no es negar lo que han vivido, sino una fantasía a de querer creer que lo
que está sucediendo no es verdad, por el dolor que les genera a ellas y sus hijas.

2. Refieren también que su actuar frente al agresor, que nace desde la ira, pero también
desde la protección a sus hijas alejándose de ellos (divorcio, separación) y también
en la idea hacerles algún daño o incluso matarlos, como un deseo de venganza.

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Ante estas revelaciones, cada una busco diferentes formas de ayuda profesional para
reafirmar lo que habían descubierto. En los tres casos desde la atención psicológica.

“Y digo, como mamá siempre quieres que te digan que no está pasando, que la loca
eres tú o sea es lo mejor que me pudiera pasar en mi vida, y cada vez que buscas un
diagnóstico cada vez que los llevas a terapia, es lo que quieres oír que te digan <<
¡no! estas alucinando, o sea, se refería a otra cosa>> pero no o sea, por más de que
le buscas, buscando esa opinión médica que estás buscando en la que te digan lo que
tú quieres oír” Grupo focal madres, Mariana, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Sin embargo, al acudir a este apoyo se enfrentaron con la confirmación de lo sucedido, que
desdibujó la posibilidad de creer que sus hijas habían sido víctimas de la violencia sexual de
sus cuidadores. En ocasiones, pudiendo encontrar afirmaciones que responden al enfoque de
derechos humanos, que lejos de revictimizar se reconocen los hechos, en la voz de las niñas,
niños y/o adolescentes.

“Y ella me dijo <psicóloga> <<mire, una niña jamás de los jamases va a acusar a
su papá de esto. Es mas no hay una malicia de ese modo, los niños cuando dicen
esto es porque es verdad y no mienten sobre esto porque los papás son lo más
importante para ellos. Entonces ni siquiera le voy a preguntar nada a tu niña>>. Y
yo como que ¡pum! Como que nada más necesitaba oír eso para actuar.” Grupo
focal madres, Lucrecia, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

El enfrentamiento:

Una vez que las madres confirman lo sucedido, enfrentan a los agresores, señalando que se
han dado cuenta de las agresiones sexuales que realizaron en contra de sus hijas y en ninguno
de los casos, éstos se responsabilizaron de lo sucedido, respondiendo:

 “No es lo que tú crees, no es lo que te imaginas”.


 “<<Yo ya quería que descubrieran todo, porque yo ya no podía más con esto>>
(agresor de Alejandra) y empezó a llorar y me marca y me amenaza de que se iba a
aventar de un barranco si yo lo demandaba”, Grupo focal madres, Lucrecia, 21 de
agosto del 2019, León, Gto.

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En donde nuevamente figura el ejercicio de poder, no exclusivo de la díada padres-hijas/os,
sino también esposo-esposa, que lejos de creer que las mujeres podrían entrar en una
dinámica de dominación, es el rol que los agresores quieren imponer sobre la situación,
ejerciendo a través de su palabra una versión de lo que las niñas, adolescentes o las propias
madres tienen.

¿Qué pasa con las redes familiares?

“La violencia sexual un secreto familiar, un problema social”; esta frase representa
simbólicamente la cotidianidad de una sociedad machista y adultocéntrica, como la
mexicana, en la que se busca la preservación de la familia, pese a todas las violencias que se
puedan reproducir en ellas, violencias dirigidas principalmente a las mujeres, como es en este
caso la violencia sexual.

Las familias mexicanas, están atravesadas por los mandatos y dinámicas establecidas en el
orden patriarcal del que hemos profundizado. En tanto que se reproducen supuestos (no sólo
desde esta, sino desde otros actores: familias extensas, instancias públicas, profesionistas,
instituciones religiosas), “consejos científicos, o engañosamente imparciales instando a
perdonar, ya que ‘después de todo, es el padre’ (o el tío o el abuelo) y ‘hay que cumplir el
mandato’ de respetar a los mayores” Poliakoff, S. y Sanahuja, A. 2000, P. 149.

“prácticamente, mis papás me corren de la casa, este… después de esos seis meses
me dicen “¿sabes qué? pues tú ya no eres de aquí, tú eres de allá con él, con tu
esposo. Entonces pues vete, o sea aquí no tienes nada que hacer. Trátalo de… de
curar”, decían. Y yo… “¿cómo lo curo?” fuimos a un psicólogo, sacerdote y todo
mundo me decía que no, o sea que yo estaba loca, que lo que yo había visto no
había pasado, yo tenía a la niña que lloraba y decía ‘es que es por mi culpa’” Grupo
focal madres, Luciana, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Al encontrar este tipo de discursos en diferentes ámbitos, como discurso legitimó que brinda
alternativas desde esta idea de preservación de la familia, las madres o figuras inmediatas a
brindar protección a NNA, pueden tomarlas. Considerando importante, no caer en narrativas
que les revictimicen y cuestionen ¿por qué no hicieron otra cosa?, se trata de cuestionar al

65
sistema de alternativas que protegen y encubren a los agresores, lejos de una mirada que
proteja a la niñez y adolescencia.

En las dinámicas de familias extensas, se pueden identificar las alianzas patriarcales


(relaciones entre hombres) sobre las cuales se crean estrategias para encubrir al agresor y
reafirmar los mandatos que les permiten el ejercicio de poder hacia las mujeres, que llegan a
normalizar y/o minimizar la violencia sexual:

“entregan la valoración <del diagnóstico de la niña víctima de violencia sexual>, le


dan el resultado al abogado de ellos, se me echa encima el tío “eres una mentirosa,
tú pusiste una trampa, tú esto, tú lo otro. Solamente la tocaba, nunca la violó, ni
nada, no la violaba solamente la tocaba”. Grupo focal madres, Lucrecia, 21 de
agosto del 2019, León, Gto.

Al encontrar este tipo de respuestas en las redes familiares, pueden presentarse la ruptura con
vínculos que habían sido significativos no sólo para las madres, sino también para las niñas
y adolescentes. Rupturas que modifican los estilos de vida que llevaban, al disminuir o
inclusive dejar de contar con esas redes que, de alguna forma sostenían, la dinámica familiar.

Para Poliakoff, S y Sanahuja, A. (2016), predominan dos enfoques polarizados, para las
relaciones que se establecen con las mujeres-madres-cuidadoras de la niñez y adolescencia
víctima de violencia sexual que se caracterizan por lo siguiente:

Enfoque de culpabilización Enfoque de responsabilidad


Se centra en el déficit Se centra en las competencias
Enfatiza el rol de las madres en la Enfatiza el rol de la madre en la
ocurrencia del abuso reparación
Implica un juicio a la persona Supone evaluación de las acciones
Paraliza recursos Activa recursos
Induce una postura resistente y Favorece la asociación con la madre
defensiva en la madre
Fuente: Poliakoff, S. y Sanahuja, A, 2016, P. 150

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Estos dos enfoques, permiten comprender las posturas desde las que se realizan los
acompañamientos y relaciones con las madres/cuidadoras, en los diferentes ámbitos,
familias, instituciones religiosas, instancias públicas, organizaciones de la sociedad civil,
las redes sociales, entre otros; en los que reconocer el sostén político podrían permitir o no,
la reproducción de los mandatos patriarcales, versus una mirada que les reconozca como un
actor que clave para los procesos de sanación de la niñez y adolescencia y también como
posibles víctimas de violencia.

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¿Acceso a la justicia? ¿según quién?

¿Qué lugar ocupa la violencia sexual en las agendas públicas? Ponemos como interrogante
¿acceso a la justicia?, cuestionando sí en casos de violencia sexual como el que experimentar
las niñas y adolescentes en el país, se ha manifestado. En el caso particular de las adolescentes
acompañadas, reconocer sí para ellas, las medidas tomadas desde el Estado equivalieron a
una justicia.

En principio, tendríamos que reconocer que el sistema de justicia que se práctica en México,
para las niñas, niños y adolescentes, ésta lejos de un enfoque que les reconozca como
sujetas/os de derecho.

A lo largo del documento hemos reiterado que toda esta violencia se sostiene en el sistema
patriarcal, atravesado por la mirada adultocéntrica que niega la tutela de la niñez y
adolescencia como sujetas de derecho. Este sistema, además de atravesar y expandir sus
formas de dominación y control en las relaciones, también se ha instaurado en las formas en
cómo se piensa la justicia, que como se ha insistido en diversos espacios feministas, ésta ha
sido formulada históricamente por los hombres, por los mandatos sociales-culturales que
obedecen a la lógica de este sistema.

Es necesario abandonar la mirada heteronormativa tradicional que sostiene que la familia es


el mejor lugar para las niñas y adolescentes mujeres, reconociendo que es el primer lugar en
el que se les violentan sus derechos humanos; en tanto la política pública tendría que estar
enfocada a la construcción de espacios seguros para niñas, niños y adolescentes.

Desde este enfoque el acceso a la justicia:

“constituye un requisito indispensable para el aseguramiento y la protección de los


derechos de todas las personas en el marco de cualquier estado constitucional y
democrático de derecho. Implica que éstas cuenten con la posibilidad real de
interponer recursos para exigir la protección de sus derechos humanos ante
instancias judiciales y, a su vez, que éstos se pronuncien sobre la situación que
guardan” Romero, D., 2017, P. 23

68
De acuerdo con la misma fuente, este acceso a la justicia estará determinado por los marcos
normativos sólidos que apelen a los derechos reconocidos de niñas, niños y adolescentes, así
como a las instituciones jurídicas efectivas, “que se adapten a las características y
condiciones de los distintos grupos que conforman la sociedad” Ídem, como son las niñas,
niños y adolescentes.

De acuerdo con la misma fuente, hay al menos 5 principios generales y obligaciones para
garantizar el acceso a la justicia para niñas, niños y adolescentes:

1. Interés superior de NNA, como derecho y como norma de procedimiento.


2. Igualdad y no discriminación
2.1 Espacios de espera y juzgados idóneos.
2.2 Temporalidad y duración de la participación infantil
2.3 Las periciales infantiles.
3. Derecho a opinar en todos los asuntos que le afectan y a que sean debidamente
tomadas en consideración sus opiniones.
3.1 Informar a las niñas, niños y adolescentes.
3.2 Asistencia al niño, niña o adolescente
4. El derecho a la vida, supervivencia y desarrollo.
5. El papel de la Procuraduría de protección y la protección especial en los casos de
niñas, niños y adolescentes víctimas23.

Desde la experiencia de acompañamiento a las niñas y adolescentes víctimas de la violencia


sexual, encontramos que estos principios y orientaciones que están sustentados en la mirada
de derechos humanos y de manera particular en los de la niñez y adolescencia; compartimos
que no es un enfoque que haya sido adoptado por las instituciones correspondientes.

Para las adolescentes, el acceso a la justicia fue una experiencia lejana a la garantía de sus
derechos, pero sobre todo que le haya significado un acceso a la justicia:

23
Recomienda consultar “La infancia cuenta 2017. Desafíos en el acceso a la justicia para niñas, niños y
adolescentes de Redim.

69
“(…) de la justicia que hubiera querido no estoy tan satisfecha porque por ejemplo la
pena para abuso es muy poca, hay que comprobarlo con muchas cosas y son abusos en
donde la justicia no ayuda mucho por violaciones… no se ve por la víctima entonces es
un proceso muy pesado, porque por ejemplo en nuestro caso fue declarar una y otra y
otra y otra y otra y otra y otra vez, entonces son procesos largos, son procesos
humillantes (…) es muy feo, porque la entrevistadora es ‘pero a ver dime, dime, que te
hizo, explícamelo que traía, como te hizo, como fue, donde y a ver espérame’ y al final
de cuentas fue muy pesado”. Grupo focal adolescentes, Ivanna, 29 de agosto del 2019,
León, Gto.

Es común, que en los procesos de denuncia la niñez y adolescencia, se les solicité repetir en
reiteradas ocasiones lo que le sucedió, acciones que les revictimizan de manera constante y
que llegan a generar procesos psicosociales de cansancio y hartazgo, además de lo que
implica hablar de la violencia que fueron víctimas más de una vez.

“Sí como dice es bien bien, incomodo que te estén interrogando y que tu estés
contándole a una persona que no conoces y te preguntan las cosas muy feas, te
examinan a ti (cuerpo) y es bien feo eso y se hacen muchas pruebas muchas pues porque
pues también como o sea muchas veces no te creen o muchas personas piensan ‘ah no
es que lo hacen por otro beneficio o quieres sacar algo de esto’ cuando no es así” Grupo
focal adolescentes, Alejandra, 29 de agosto del 2019, León, Gto.

Es en estas expresiones, en donde encontramos la omisión del Estado, para aplicar los
principios y generalidades, en los que se anteponga el interés superior de la niñez y
adolescencia y se generen mecanismos que no les vulneren.

Por otra parte, las madres comparten que este proceso que vivieron para acceder a la justicia
no fue el que imaginaban experimentar, en el que se encontraron nuevamente con las
respuestas de sus círculos sociales y/o familiares, relacionado con la falta de profesionalismo,
código ético y enfoque de derechos humanos del funcionariado público

“Voy lo denuncio al MP, digamos que el recibimiento no fue de brazos abiertos (risas),
muy al contrario, o sea… de verdad si ya vienes sintiéndote mal, te hacen sentir lo peor,
como si estuvieras loca, como que no tienes nada que pelear y te sientes como en medio

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de desierto gritando y que no hay nadie que te pueda escuchar, nadie te oye y si te oyen
es ‘ahh ya que se calle’ como el niño del camión o del avión <<ay ya callen a ese niño>>
o sea a nadie le importa porque está chillando, ¿no?, pero ya que se calle; así te hacen
sentir y tienes que llevar a tus hijos una y otra vez a un lugar que no es apto para
niños, que nadie, nadie de verdad tiene cara, una sonrisa para ellos y tienen que abrirse
con extraños, después de enseñarles que no tiene que abrirse con extraños y que no se
tienen que abrir con gente que no conocen” Grupo focal madres, Mariana, 21 de agosto
del 2019, León, Gto.

“Pongo la denuncia, me dicen las mujeres que están ahí que ni siquiera son
profesionales. Me veían como “A ver, ok pásele” y ya, yo hundida en el dolor, en el
coraje, en todo estaba llorando, obviamente en ese momento y de hecho una de ellas
me dice “a ver señora así no podemos, vaya tranquilícese y ahora regresa”. Entonces
para ese entonces ya estaba el abogado de ellos y ellos en un lado; ya cuando va a
declarar la niña me sacan, porque me dijeron que yo podía manipular a la niña con
mi dolor, mi llanto, que como no me podía controlar, me sacaran” Grupo focal madres,
Lucrecia, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

Además de la revictimización de las niñas y adolescentes, ésta también se dirige a las mujeres
cuidadoras, en donde se desdibuja y se minimiza el proceso de dolor, enojo, que también
están experimentando. Esto reitera nuevamente la falta de sensibilidad, empatía por parte de
los/as agentes que realizan esta función, como cara del Estado. Uno de los elementos que
dejan entrever el relato de Lucrecia, es que se incumple el derecho de NNA a que les
acompañe una figura de confianza. ¿Esto que simboliza para las niñas y adolescentes?, ¿Son
condiciones necesarias para que ejerzan su derecho a ser escuchadas? Es nuevamente
culpabilizar a las madres, asentado que su sola presencia podría influir en que NNA mientan,
lejos de reconocerlas como las figuras que les están cuidando.

Otro de los elementos que se describen en la experiencia de los casos acompañados, son las
afirmaciones que lejanas de una metodología adecuada, sin dar las condiciones óptimas para
que NNA declaren, se sigue encuadrando a los tiempos del mundo adulto

“Te obligan a tener que hacer eso y si el niño no lo quiere hacer en 15 minutos tu caso
está perdido <<el niño no tiene nada, vete a tu casa>>. Nada tiene sentido, se nota que

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las leyes las hacen los hombres, me queda claro, se nota que estos hombres muchos son
corruptos y no quieren poner consecuencias porque no les conviene y toda la institución
de la ley que nosotras las mujeres tenemos la obligación de proteger a nuestros hijos es
el proceso más difícil, más sin embargo estas obligada a protegerlos”. Grupo focal
madres, Mariana, 21 de agosto del 2019, León, Gto.

En el tema particular del marco normativo, también sería necesario profundizar en qué
marcan estos instrumentos y que tanto están cercanos a los derechos humanos, que pese a la
reforma constitucional del artículo 1° en 2011, las prácticas siguen siendo de acuerdo con los
marcos locales. Tan sólo la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de
Guanajuato, hasta julio de este año, había obtenido la calificación más baja a nivel nacional,
de acuerdo con el Índice de medición de calidad de leyes de niñas, niños y adolescentes, de
la Redim, con un 4.4. Entre sus vacíos, es el no reconocimiento de los derechos de educación
sexual integral y el derecho a una salud sexual – reproductiva e integral, que desde la sociedad
civil se ha impulsado su reforma, sin embargo, la cámara de diputados/as del estado, no han
retomado.

Además de esta ley, sería necesario profundizar y debatir las sanciones que el Código penal
del Estado de Guanajuato, califica para este tipo de delitos y qué tanto lo establecido en éste,
alimenta la impunidad en estas violencias.

¿Para las adolescentes y sus madres, sus casos representan la justicia?

Podemos afirmar que, para ninguna adolescente y cuidadora, sus casos representaron el
acceso a la justicia, acorde a la experiencia que tuvieron al intentar acceder a la justicia:

“(…) de hecho creo pues sí creo que mi papá estuvo como un día en la cárcel o en los
separos se llaman, como detenido y ya nunca estuvo como en la cárcel, y ya nunca estuvo
como en ningún lado, porque la familia de mi papá pago para que saliera y para que no
estuviera a la cárcel. O sea que ni siquiera entro para empezar; y pues sobornaron a
personas ahí para que lo ayudaran a él entonces no tanto a mí si no a él. Entonces pues
si eso es una parte muy fea, pero o sea mi papá anda feliz por la vida y pues mi papá
sigue viendo a mi hermano pero pues así lo dijo el juez y yo ya tengo un buen que no lo
veo y no lo veo como mi papá lo veo como persona este… entonces es como bien, pues

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es que no estoy así satisfecha así de… me hubiese gustado que estuviera en la cárcel
pero no lo estuvo entonces pues no va a ser así entonces yo pienso que con lo que está
viviendo porque pues mi papá se drogaba y creo que todavía lo sigue haciendo él se está
creando su infierno y él lo está pagando y lo va pagar con creces, si no lo pago así pues
lo va a pagar de alguna u otra manera así que, y que daño mío pues no” Grupo focal
adolescentes, Alejandra, 29 de agosto del 2019, León, Gto.

El no acceso a la justicia para Alejandra, estuvo relacionado con la corrupción e impunidad


que identifica sucedió en su caso, a través del soborno que realizó su papá; motivo por el que
no hubo alguna sentencia en su contra. En este sentido, el hecho de que no haya habido alguna
condena para su agresor, equivale a no haber accedido a la justicia, además del proceso de
revictimización que ella vivió.

Otro de los elementos a resaltar en la narrativa de Alejandra, es la decisión del juez de


mantener la relación de su hermano con su papá, lejos de haber construido un proceso de
investigación integral para tomar dicha decisión, se permite la convivencia de un niño con el
adulto que ha sido agresor sexual de otras niñas, niños y/o adolescentes.

Por su parte Ivanna, señaló que:

“(…) a mi si me queda por parte de la justicia por lo menos aquí en México, con un
mal sabor de boca, porque nuestro agresor pago y salió ya ni el daño mío de años, ya
ni el daño de mis hermanas, ya ni el daño con mi mamá y a nosotras como familia
entonces por esa parte estoy como insatisfecha con la justicia que yo hubiera querido,
hubiera querido por lo menos que se le regresara un poquito de los que nos hizo, yo
creo que el poco tiempo que estuvo encerrado no fue nada”. Grupo focal adolescentes,
Ivanna, 29 de agosto del 2019, León, Gto.

En su caso, uno de los elementos para ese “mal sabor de boca”, está relacionado con los
mecanismos que el sistema de justicia en nuestra entidad ejecuta, bajo el esquema reparación
del daño integral, en el que se prevalece el incentivo económico, más allá de un proceso
reparatorio integral que contemple la justicia, verdad y reparación en sus dimensiones socio-
afectiva, física, política y económica. Además de que este tipo de reparación, no vela por los
años en los que fueron víctimas de esta violencia.

73
En el caso de las madres cuidadoras, coinciden con las adolescentes, señalando que la justicia
no existe, o al menos no en su experiencia. Sin embargo, al igual que para algunas
adolescentes, refieren a la existencia de la justicia divina:

“Me han dicho la justicia… La justicia en México no existe. La justicia en México se la


pasan por el arco, no existe. Pero lo que sí existe es algo divino, no les puedo decir qué,
sé que va a pasar en algún día” Grupo focal madres, Luciana, 29 de agosto del 2019,
León, Gto.

Por otra parte, esta percepción de no acceso a la justicia, que va acompañada de enojo, ira,
desesperación que lleva reafirmar ideas que inicialmente habían tenido, aquellas
encaminadas a ejercer justicia desde sus acciones:

“(...), es más, si yo ya tenía la pistola, lo agarro a balazos. Si hubiera sabido que no iba
a haber justicia, en ese momento lo despedazo. Grupo focal madres, Lucrecia, 21 de
agosto del 2019, León, Gto.

Lejos de generar un juicio a un pensamiento como este, toca cuestionar las condiciones y
contexto de no acceso a la justicia, que deriva en la reproducción de una cultura de
impunidad. Dejando a las niñas y adolescentes y sus cuidadoras, sensaciones y percepciones
de no haber tenido justicia en sus casos, de haber entrado a procesos con el Estado que no
garantizaron, ni repararon los derechos que fueron violados.

¿Qué sería justicia para las adolescentes?

“pues que lo metieran a la cárcel y que le dieran mucho tiempo, y teníamos que ir a las
audiencias y yo no quería ir a las audiencias, me sentía muy incómoda que me
preguntaran las cosas que me sucedían, no quería y mi mamá me dijo que tenía que ir,
que si quería pos que valla y si no, no, entonces yo tome la decisión, fui con la juez, si lo
logre, lo pude lograr con la ayuda de Eliana y de la licenciada Irma, por ellas, las que
están aquí, y por mi hermanito que también lo pude hacer y pues también lo denuncie,
lo denunciamos y él no está en la cárcel esta libre”, Grupo focal adolescentes, Fabiola,
29 de agosto del 2019, León, Gto.

A partir de las palabras de las adolescentes y mujeres cuidadoras, en los grupos focales
podemos referir que justicia para ellas, tendría que ver con al menos estos # elementos:
74
 Mecanismos de denuncia y acompañamiento integral, que no las revictimicé, desde
la reproducción de los hechos y la revisión a sus cuerpos, que invade su intimidad. Y
se reconozca y vele por la protección y restitución integral de la dimensión
psicológica, física, afectiva, social, política y económica.
 Profesionistas capacitadas/os en los Ministerios Públicos y Procuradurías de
Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, para los acompañamientos
integrales desde un enfoque de derechos humanos y de género.
 Modificar las penas que se les da a los agresores, que compensen el daño y violación
a los derechos que niñas y adolescentes han vivido, eliminando la reparación material
como única medida de justicia.

75
Adolescentes Sobrevivientes de Abuso Sexual.

Las adolescentes participantes en el grupo focal para esta investigación actualmente forman
parte del grupo de adolescentes sobrevivientes de abuso sexual, el mismo se sostiene en la
terapia genero sensitiva o terapia con enfoque de género24. Implica el reconocimiento que,
para las mujeres, vivir en una sociedad machista ha tenido un costo en su salud mental. La
opresión que han vivido basada en el género, la clase, la etnia y la edad ha generado
dificultades en la construcción de su autoestima, en la falta de poder y autonomía.

El grupo a largo de 12 sesiones tiene como principios terapéuticos: El apoyo mutuo,


educación, socialización de la experiencia con otras víctimas con historias similares, la
ruptura del secreto, la interacción, la retroalimentación, proporcionar un ambiente
estructurado que brinde seguridad y confianza, el desarrollo de estrategias de vida no
destructivas, la construcción de un sistema de autoayuda, el empoderamiento y la solidaridad
con otras sobrevivientes.

Las cinco participantes 4 adolescentes y una joven han encontrado un espacio de análisis y
contención de sus experiencias en la violencia sexual vivida, hacia el entendimiento de la
misma y sobre todo hacia nuevas formas de resignificar la violencia que potencie maneras
de vivir diferente. En cada sesión las adolescentes desmitifican y cuestionan el contexto
sociopolítico de su ser mujeres, portadoras de cuerpos femeninos esencializados para facilitar
su control.

24
Metodología propuesta por el grupo de mujeres las Venancias en Nicaragua, compañeras solidarias que
comparten sus saberes y experiencias, el grupo tiene como base la metodología planteada por la Dra.
Gioconda Batres. Está propuesta descrita ya ha sido modificada con base a nuestra experiencia y contexto
socio-político, la misma seguirá enriqueciéndose en la práctica y cotidianidad de nuestro trabajo y sobre todo
en la participación de cada una de las adolescentes y jóvenes que dan vida y experiencias de lucha al grupo.

76
El proceso de sanar con base a esta metodología de trabajo conlleva cuatro elementos:

1. El saber sana.

Conocer la construcción social del control impuesto a las vidas y cuerpos de las mujeres,
permite descolocarnos del lugar del control y poder ejercido. Da la posibilidad de decidir
salir de ese espacio y posicionarme de forma diferente.

El grupo permite analizar las desigualdades sociales, económicas, educativas y políticas en


que se construyen las vidas de las mujeres y en su caso las niñas y las adolescentes.

En este sentido las participantes en el grupo analizan las experiencias aprendidas que las
colocan en posición de desigualdad.

Alejandra de 17 años se pregunta y nos pregunta “Qué es eso de la virginidad, por las noches
pienso ¿yo soy virgen, si me violaron?

Le responde Ivana de 20 años. “La virginidad es un invento estúpido, tú himen se rompe con
la penetración, el mío es flexible me dijo la médica legista, me violaron y soy virgen”.

Alejandra reflexiona “La virginidad da valor a las mujeres, es mentira todas las mujeres
valemos”.

Por su parte Ivana asocia el valor impuesto socialmente a las mujeres en las relaciones de
género, cómo se concibe a las mujeres por los hombres y se construyen relaciones desiguales.
Refiere “Si un hombre cree en la virginidad, es un machista, tonto, no vale la pena estar
cerca de él”.

2. Reconocer violaciones a Derechos Humanos.

Dar nombre a las violaciones a derechos humanos que se viven, reconstruye la dignidad y da
sentido de continuidad para vivir.

Ivana apunta a nombrar la violencia vivida por las mujeres “La virginidad es discriminación,
es como creer que las personas negras no valen. Todas las mujeres debemos saber eso”.

77
3. La trasformación debe ser colectiva.

Es necesario atravesar la raíz de la desigualdad para generar cambios profundos que no sólo
toquen a una mujer sino a todas.

Francisca reflexiona “Muchas niñas siguen tristes en la violencia, no se atreven a hablar, no


vienen a un grupo como este, debemos decirles y ayudarlas.

4. La solidaridad entre mujeres

La sororidad, es piedra angular para la cura de las mujeres, sostiene reconocernos en las otras,
en este sentido el grupo promueve y sustenta esta práctica feminista de reconocimiento de
nuestras luchas históricas que transformen la vida.

Las adolescentes cuestionan los cambios que las mujeres hemos vivido históricamente, los
costos sociales que hemos atravesado y la importancia del actuar colectivo en beneficio de
todas.

Alejandra es clara cuando refieres los logros históricos para la vida de las mujeres sin
embargo apunta lo que aún hace falta. “las mujeres antes no iban a la escuela, ahora sí
podemos hacerlo, sin embargo, nos siguen violando”.

78
Acercamiento a la experiencia de otras organizaciones de la sociedad civil
e instituciones.

El acercamiento fue a partir de 11 organizaciones/instituciones25, de las cuales el 54.5%


atiende de manera directa casos de violencia sexual contra niñas y/o adolescentes, mientras
que el 45.5% no los atiende directamente pero por la naturaleza de sus servicios, les han
llegado casos. El tipo de atención que ofrecen y desde el que basan su experiencia es:

 Denuncias públicas de forma anónima


 Contención y canalización
 Acompañamiento psicológico
 Ayuda psicológica, médica y educativa
 Terapia de juego, peritajes psicológicos, contrainformes de dictámenes
psicológicos de instituciones públicas (cuando el niño o niña ha denunciado y
los revictimizan),
 Acompañamiento educativo y canalización si es necesario
 Terapia breve y de emergencias, enfoque de evitar secuelas de TEPT,
notificación judicial
 Hacemos de su conocimiento los protocolos de las instancias donde se
desarrolla el caso. También hemos acercado a las chicas o chicos, padres y
madres de familia a otras organizaciones y abogados defensores
 Canalización con las instituciones de atención y acompañamiento físico
cuando lo requieren

En promedio atienden al año entre 5 a 12 casos de violencia sexual contra la niñez y/o
adolescencia. Los rangos de edad de la población que atienden, está representada 45.5% por
el grupo de edad 8 a 12 años, el 27.3% por el grupo de edad de 13 a 17 años y con el mismo
porcentaje por el grupo de edad de 5 a 7 años.

25
Ciencia Azul, A.C., CEMAIV, Territorios Culturales, Las brujas del Bajío: quema acosadores, Consultorías de
Proyectos Fortaseg, Albergue Infantil Manuel Martín del Campo, Desarrolla, A.C, Casa Hogar Loyola, A.C., Red
Educadora a Favor de la Niñez Vulnerable y Universidad Tecnológica de Pereira, grupo de investigación
neurociencia y comunidad.

79
De la violencia sexual que atienden, el 45% se concentra en abusos sexuales, seguido de
violaciones con el 15%, y estupro, acoso sexual y corrupción de menores con el 10%,
mientras que el hostigamiento está representado por el 5%. De acuerdo con el Código penal
del estado de Guanajuato, el abuso sexual se refiere a:

Artículo 187. quien sin consentimiento de una persona ejecute en ella o le haga
ejecutar un acto sexual, sin el propósito de llegar a la cópula.
Respecto a los perpetradores, encontramos que desde la experiencia de estas
organizaciones/instituciones, los principales responsables han sido los padres biológicos con
el 36.6% seguido de los tíos con el 18.1%; datos que coinciden con el registro de NIMA
durante 2018, así como con la ENDIREH del INEGI, 2016.

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de la encuesta.

Desde la experiencia de estos actores, las principales problemáticas que refieren al


acompañar este tipo de violencia, está relacionado con al menos 5 elementos:

80
 El desconocimiento para abordar la problemática desde lo legal.
 La falta de espacios para dar seguimientos.
 En muchos casos no se quiere proceder a denunciar.
 Se revictimiza a las niñas y adolescentes.
 Las familias no acceden a proceder con un acompañamiento.

Aspectos con los que coincidimos desde la experiencia de NIMA y sobre los cuales, el Estado
tendría que generar las condiciones y recursos que solventen estas dificultades que se
perciben. Así como, la articulación entre distintos actores para la construcción de
intervenciones para la defensa y promoción de los derechos de niñas y adolescentes.

Por otro lado, las organizaciones actoras identifican al menos 5 problemáticas del Estado que
impiden el acceso a la justicia de niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual:

 Revictimización en los procesos.


 La falta de responsabilidad por parte del Estado para proteger a las víctimas.
 La falta de capacitación de servidores públicos.
 La carencia de un enfoque de género.
 La corrupción e impunidad que caracteriza al Estado mexicano.

81
Conclusiones

A lo largo del documento, insistimos en visibilizar y des-romantizar a las familias como


espacios ideales para la niñez y adolescencia, pero sin caer en una polarización, es necesario
reconocer que es en las familias en dónde también se encuentra el espacio de lucha y
resistencia, de solidaridad y empatía frente a las violencias que han vivido. Implica des-
patriarcalizar a las familias, es decir que las “desintegraciones” que se dan posterior a este
tipo de violencias, que tienen que ver principalmente con la ruptura del vínculo con las
figuras paternas, no determinan en su totalidad la configuración de las familias, es decir, no
dependen totalmente de una figura paterna. Un ejemplo, son los casos expuestos, en donde
la mayoría mujeres (madres-hijas) se acompañan y se sostienen en el día a día, en los procesos
que van construyendo y de-construyendo.

Persiste el secreto, la revictimización, el silencio sostenido y legitimado de una sociedad que


normaliza la violencia sexual contra niñas y adolescentes, no dejaremos de insistir, que
mientras no cambiemos en términos reflexivos, conscientes, discursivos y sobre todo
prácticos, la representación social de la niñez y adolescencia, y en particular de las niñas y
mujeres adolescentes, que les atraviesa la condición de género, como objetos a disposición
del mundo adulto, hacia uno donde se les reconozca como sujetas/os de derechos, en igualdad
de dignidad que cualquier otra persona en el mundo, será difícil transitar hacia un cambio.

Este proceso que hemos empezado en NIMA, va más allá de lo que en esta investigación
compartimos, ha implicado en la cotidianidad la construcción de intervenciones,
acompañamientos, mecanismos que respondan al reconocimiento de los derechos humanos
de las niñas y adolescentes, a su dignidad.

Abordar este tipo de violencias, tendría que ser prioridad para los Estados, más allá de
discursos, con políticas públicas y mecanismos que de verdad garanticen el acceso a la
justicia, a la verdad y a la reparación del daño de las niñas y adolescentes víctimas.

Es necesario que la sociedad asuma su responsabilidad y deje de trasgredir los derechos de


NNA, de corresponsabilidad en el ejercicio y defensa de los derechos humanos de las
infancias y adolescencias que se traduzca en trato justo, humano y de igualdad en todos los
82
ámbitos de la vida de niñas y adolescentes. Esto debe traducirse en acciones cotidianas, en
políticas públicas de acceso a educación, salud, vivienda y todo lo que garantice la vida digna
de niñas y adolescentes, al tránsito sin temor a ser dañadas sino por el contrario con la
seguridad de su reconocimiento cómo humanas.

Como Centro de Derechos Humanos, tenemos la obligación de insistir en visibilizar esta


problemática que nos atañe a todas/os los actores que conformamos la sociedad, empezando
por el principal responsable, que es el Estado, pero también la sociedad, las familias, las
instituciones privadas, el sector empresarial, la academia, la sociedad civil, todos estos
actores jugamos un papel importante para el ejercicio de los derechos de niñas y adolescentes
mujeres. Toca reconocer que esta problemática social, que todos los días violenta la vida de
las niña y adolescentes, que siguen siendo invisibilizadas. Asimismo, nos corresponde
cuestionar el acceso a la justicia, verdad y reparación del daño que se realiza en los casos que
vulneran los derechos de niñas, niños y adolescentes.

De manera particular reconocemos que hay particularidades para el Estado:

 El gobierno de Guanajuato a nivel estatal y en sus municipios debe:


o Activar los Sistemas de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, en
la construcción de diagnósticos y programas que velen por erradicar la violencia
sexual contra niñas y adolescentes, a través de políticas públicas que aborden la
educación sexual integral, como medida preventiva, que permite reconocer a las
niñas y adolescentes sus derechos sobre sus cuerpos. Y que respondan a los
contextos y violencias en los que se están desarrollando y sobreviviendo, niñas,
niños y adolescentes.
o A las Procuradurías de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes,
cumplir con sus obligaciones establecidas en la Ley General de Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes, que garantice las medidas de protección y
restitución de derechos de niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, así
como el acceso a la justicia, verdad y reparación del daño. Así como les
mecanismos de denuncia acordé a la edad y madurez de NNA.
o A los Ministerios Públicos, adoptar mecanismos desde la mirada de los derechos
de niñas, niños y adolescentes, con el acompañamiento y capacitación que tendría

83
que brindar la Procuraduría, no sólo a esta instancia, sino a todas las que
intervienen en esta problemática.
o A jueces de ejecución supervisen que el tratamiento terapéutico de los agresores
sexuales que han sido sentenciados, tenga el enfoque de atención a la violencia
sexual por el que fueron sentenciados.
o Toca a la Procuraduría, construir el sistema de información, que permita
reconocer la situación estatal de las niñas y adolescentes víctimas de violencia
sexual. A través de datos precisos que partan de una realidad, se visibiliza la
dimensión de la problemática, pero también daría elementos para intervenir sobre
ésta.
o De manera particular Consejo Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres, incluir en sus indicadores el enfoque
de derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.
o Todas las instituciones del Estado, corresponde adoptar los principios rectores de
la Convención sobres los Derechos del Niño, como bases para la toma de
decisiones que se hace respecto a la vida de niñas y adolescentes.
o Corresponde a todas las instancias del Estado, adoptar el enfoque de género que
permite reconocer y diferencias las violencias que viven niñas y adolescentes, por
su condición de género y edad.
o A las y los diputados de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de
Guanajuato y en particular a la Comisión de Derechos Humanos y Atención a
Grupos Vulnerables, les corresponde homologar la Ley de Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato con la Ley General de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para transitar hacia un marco
normativo sólido que vele por sus derechos humanos y adopte la mirada
internacional de la Convención sobre los Derechos del Niño. Asimismo, toca
reformar el Código Penal del Estado de Guanajuato, se aumenten las penas
privativas de libertad, reparaciones del daño, moral y material a personas que se
les haya emitido sentencia condenatoria por delitos sexuales.
o A todas las instituciones del Estado, les corresponde transformar los mandatos
patriarcales que se reproducen dentro de sus prácticas y discursos, que son

84
totalmente contrario a los derechos humanos. Y accionar desde la postura de los
derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.

A cada adulta/o cercano directa o indirectamente con alguna niña y/o adolescentes, nos
corresponde bajo el principio de la corresponsabilidad, denunciar las violencias sexuales de
las que niñas y adolescentes estén siendo víctimas. Asimismo, toca transitar hacia un
paradigma en el que las reconozcamos como sujetas de derecho, a construirnos como
adultas/os seguras/os, que acompañen su cuidado y crianza, desde el respeto a sus derechos
humanos.

Por último, toca a los hombres abandonar las prácticas que violentan sexualmente (y de
cualquier otra forma) a las niñas y adolescentes, les toca dejarlas de acosar, abusar, hostigar,
violar sexualmente en todos los ámbitos, así como desnormalizar dichas prácticas en sus
espacios y en sus redes cercanas.

85
Anexos

Anexo 1: Grupo focal: cuidadoras de NNA víctimas de violencia sexual.


Introducción:
El espacio está conformado por mujeres cuidadoras, madres y/o tutoras de niñas, niños y
adolescentes mujeres, que han sido víctimas de violencia sexual, motivo por el que llegan a
NIMA y en algunos de los casos se realiza un acompañamiento desde lo psicosocial y/o
jurídico o ambas.
Durante 2018, el principal motivo de atención y acompañamiento que hizo NIMA fue por
motivos de violencia sexual perpetuados contra niñas y adolescentes mujeres principalmente.
Tomando como referente lo anterior, se ha planteado profundizar en el análisis de esta
problemática desde el enfoque de derechos humanos y de género. Que permita entender las
dimensiones y condiciones en las que se reproduce esta problemática, a partir de la
experiencia y opinión de diferentes actores, entre ellas/os las mujeres cuidadoras de niñas,
niños y adolescentes.
Objetivo:
Recuperar la experiencia de cuidadoras de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia
sexual, respecto a las problemáticas y barreras que identificaron en sus historias.
Lineamientos:
● El espacio es guiado por tres facilitadoras de NIMA.
● Se solicita la autorización para grabar la sesión.
● Las participaciones serán por persona, se pedirá la palabra.
● El espacio tiene una duración de 3 horas.
● Se entregará una hoja para la confidencialidad.

Agenda oculta.
Indicadores Preguntas
● Rol en la dinámica ¿Cuál es su papel la dinámica familiar?, ¿Cuál es su relación con
familiar NNA?,
● Experiencia de ¿Cómo se dieron cuenta de que NNA que están a su cuidado, vivieron
violencia sexual con una situación de violencia sexual?, ¿Cuáles fueron sus primeras
NNA que están a su reacciones?, ¿Cómo se sintieron?, ¿Qué pensaron en hacer en esos
cuidado. momentos?, y/o ¿Qué hicieron en esos momentos?, ¿Qué cambios hubo
en sus vidas a partir de este hecho?, (social, económico, jurídico).

86
● Acciones ¿En el momento en el que deciden actuar, conocían lo que podían
hacer?, ¿Qué buscaban al realizar lo que hicieron?, ¿Con qué barreras se
encontraron y en dónde?, ¿Han tenido redes de apoyo?

● Acceso a la justicia ¿Consideran que han encontrado justicia?, ¿Cómo?, ¿Qué fue vital para
integral. que decidieron comenzar procesos de acompañamiento?, ¿Durante este
proceso qué aprendizajes han tenido a nivel de lo personal y social?,
¿Las autoridades con las que acudieron, informaron sobre sus derechos?,
¿Cómo se han sentido en este proceso?

● Propuestas ¿Qué propuestas harían para erradicar la violencia sexual contra niñas y
adolescentes mujeres?, ¿Qué les dirían a otras mujeres, niñas y
adolescentes que están en una situación parecida?

● Actividad de cierre.
-Discurso contenedor.
-Dinámica de cierre.

Anexo 2. Grupo focal: adolescentes mujeres víctimas de violencia sexual.


Introducción:
El espacio está conformado por niñas y adolescentes mujeres, que han sido víctimas de
violencia sexual, motivo por el que llegan a NIMA y en algunos de los casos se realiza un
acompañamiento desde lo psicosocial y/o jurídico o ambas.
Durante 2018, el principal motivo de atención y acompañamiento que hizo NIMA fue por
motivos de violencia sexual perpetuados contra niñas y adolescentes mujeres principalmente.
Tomando como referente lo anterior, se ha planteado profundizar en el análisis de esta
problemática desde el enfoque de derechos humanos y de género.
Objetivo:
Recuperar la experiencia de niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, respecto a su
vivencia.
Lineamientos:
● El espacio es guiado por tres facilitadoras de NIMA.
● Se solicita la autorización para grabar la sesión.

87
● Las participaciones serán por persona, se pedirá la palabra.
● El espacio tiene una duración de 3 horas.
● Se entregará una hoja para la confidencialidad.
Actividades
1) Se presentan las integrantes.
2) Se comparte el objetivo de la sesión.
3) Se pregunta si hay dudas.
Agenda oculta.
Indicadores Técnica
¿Cómo nos sentimos y que Lluvia de ideas:
pasaba por nuestra cabeza
Se pide que las adolescentes puedan compartir lo que sintieron y
cuándo estuvimos en esa
pensaron, cuándo pasaron por violencia sexual.
situación?

¿A qué le teníamos miedo Rotafolio colectivo: en el rotafolio podemos escribir o dibujar lo que nos
cuándo vivimos lo que nos daba miedo cuando pasábamos por esa situación.
estaba pasando?
¿Qué queríamos hacer Dibujos ¿Que querían hacer cuándo estaban en la situación de
frente a esa situación? Y violencia?, ¿Qué pudimos hacer?, ¿Ahora consideramos que se ha hecho
¿qué pudimos hacer? justicia?, ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Qué es justicia para nosotras?

Propuestas Carta: se pide a las adolescentes que puedan realizar una carta que
responda a lo siguiente:
¿qué les dirían a otras niñas y adolescentes que están en una situación
parecida?

● Actividad de cierre.
-Discurso contenedor:
-Dinámica de cierre:

Anexo 3

Formulario de google, disponible en: https://forms.gle/QuLAXf9iP8UduW2o9

88
Preguntas:

1. ¿En qué organización, colectiva y/o red participas?


2. ¿Atienden y/o acompañan casos de violencia sexual contra niñas y/o adolescentes?
3. Al año en promedio, ¿cuántas niñas y/o adolescentes víctimas de algún tipo de
violencia sexual atienden/acompañan?
4. ¿Qué rango de edad son los que tienen las niñas y adolescentes que han atendido y/o
acompañado?
5. ¿Qué tipo de acompañamiento y/o atención brindan? Ej. Acompañamiento
psicológico, acompañamiento jurídico, asesorías, denuncias públicas, etc. Si puedes
ser lo más detallada posible y describirlo.
6. ¿Cuáles son los tipos de violencia que han atendido y/o acompañado? Ejemplo:
violación, acoso sexual, abuso sexual, hostigamiento sexual, estupro, corrupción de
menores e incapaces, trata de personas, etc.
7. En caso de que sea de su conocimiento ¿quiénes son los principales perpetradores de
esta violencia contra niñas y adolescentes mujeres?
8. ¿Cuáles han sido las principales problemáticas y/o dificultades para acompañar este
tipo de violencia?
9. ¿Cuáles consideras son las principales barreras y/o problemáticas del Estado, que
impiden al acceso a la justicia para niñas y/o adolescentes mujeres víctimas de
violencia sexual?
10. ¿Qué proponen trabajar, para erradicar este tipo de violencia contra niñas y
adolescentes? ¿Qué herramientas, mecanismos, estrategias recomendarían para la
defensa y protección de niñas y adolescentes frente a esta violencia?

Anexo 4

89
90
91
92
Anexo 5

93
94
95
Anexo 6

96
Bibliografía

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