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¿Cómo resolver el Caso de Tom?
Claro, seguramente los expertos en psicología educativa podrán utilizar
diversos métodos para resolver este caso, sin embargo como existen
diversos en esta ocasión solo utilizare una, este método ayuda a los
niños a resolver sus propios problemas. El método se llama “Terapia de
Juego”
Terapia de Juego:
La terapia de juego se basa en el hecho de que el juego es el medio
natural de autoexpresión que utiliza el niño. Es una oportunidad que se le
da para que exprese sus sentimientos y problemas por medio del juego,
de la misma manera que un individuo puede verbalizar sus dificultades en
ciertos tipos de terapia con adultos.
La terapia de juego puede ser directiva, es decir, en la cual el terapeuta
asume la responsabilidad de guiar e interpretar, o bien, puede ser no-
directiva. En esta última, el terapeuta deja que sea el niño el responsable
e indique el camino a seguir. Este es el tipo de terapia que trataremos en
este caso. Ahora bien, existen numerosas fuentes de información
respecto a la estructura básica de la personalidad del individuo, debido a
que es una de las fases más sorprendentes e intrigantes del ser humano.
Por lo tanto antes de explicar el proceso terapéutico de la terapia de
juego, presentare la estructura de su teoría.
Primera Entrevista:
Tom llevaba puesto su abrigo y su sombrero cuando entro al cuarto y se
sentó frente a la mesa. Llevaba un silbato de lámina en la mano al cual le
quitaba y le ponía la boquilla mientras permanecía ahí sentado.
Su expresión era muy seria y evitaba la mirada del terapeuta.
Tom: pues aquí estoy. Solo vine porque… bueno, por curiosidad, sabes.
No comprendí lo que mi madre trataba de decir. Dijo que tú me ayudarías
con mis problemas, pero yo no tengo ninguno.
Terapeuta: tú crees que no tienes problemas, pero tu curiosidad te hizo
venir.
Tom: ¡Ah sí!, soy curioso. Siempre me meto en todo. Pensé que vendría a
ver que pasa.
Terapeuta: tú quieres ver qué pasa en una sesión de orientación
Tom: orientación, esa es la palabra de la que no me podía acordar. Salvo
que yo no tengo ningún problema (pausa). Excepto que…
bueno….un….mi papa….padrastro, realmente… no lo soporto y el
tampoco me soporta, y cuando él y yo estamos en casa hay problemas,
problemas, problemas. Yo hago mucho ruido. Pongo, los pies encima de
las cosas. No nos soportamos. Solo tolero estar en casa cuando él no
esta. Terapeuta: tu padre y tú no se llevan bien.
Tom: Mi padrastro
Terapeuta: Tu padrastro
Tom: Pero yo no tengo problemas
Terapeuta: aun cuando tu padrastro y tú no se llevan bien, no sientes que
esto sea un problema.
Tom: No. Y todos los niños me molestan. No me quieren (pausa). No se
que decir. Mi mama dijo que yo debía hablar de mis problemas, pero yo
no tengo problemas.
Terapeuta: Vamos a olvidarnos sobre lo que te dijo tu mama que deberías
hablar. Solo habla de lo que tú quieras. O no hables, si no quieres hablar.
Tom: ¿Cómo del episodio con la bandera de la semana pasada? ¿Quieres
oír lo que paso? Todos se unieron en contra mía. Porque dije: “Yo escupo
en la bandera” y dije: “¡Heil Hitler!” Todos se me echaron encima. Pero
realmente no escupí en la bandera. Solo lo dije para tomarles el pelo.
Créeme, que si se los tome.
Terapeuta: les querías tomar el pelo y realmente lo lograste. El decir algo
escandaloso como eso realmente hizo que se fijaran en ti de inmediato.
Tom: sin embargo, no se porque lo hice. En verdad yo no escupiría en la
bandera. Soy un buen americano y respeto la bandera. Pero lo hice.
Todos se unieron en contra mía y me pegaron. Eran más que
yo. Terapeuta: no pues comprender el porque haces cosas así a veces.
Tom: No el porqué me pegaron después; pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: No te gusta admitir que tienes problemas
Tom: (riendo): Más o menos es eso. Realmente tengo bastantes
problemas. Mi padrastro. Nuestra maestra sustituía. ¡Caramba, si que es
mala! Y nadie me quiere. No se por qué. Yo creo que no existen las gentes
sin problemas.
Terapeuta: Entonces realmente crees que todo el mundo tiene problemas
y que tú no eres diferente a los demás.
Tom: Nada más que yo si admito que tengo problemas. Otras personas no
lo hacen.
Terapeuta: Es un buen comienzo el admitir que tienes problemas
Tom: Mi vida no es como un día de campo
Terapeuta: No eres muy feliz
Tom: ¿se enteraran otros de lo que estoy diciendo? Mi madre u otras
gentes? ¿Estas escribiendo lo que estoy diciendo?
Terapeuta: estoy tomando algunas notas, pero nadie sabrá lo que tú dices
durante esta hora.
Tom: (suspirando profundamente) ¿sabes?, esta situación es bastante
peculiar. ¿Estas escribiendo esto? Terapeuta: algunas cosas, solo para
mi propia información
Tom: Si (pausa larga)
Tom: A los maestros no les importa lo que pasa. A nadie le interesa lo que
a uno le pasa y aquí estamos después de la escuela, y ni siquiera eres mi
maestra y no te molesto. No te fastidio. Y, sin embargo… (Encoge los
hombros)
Terapeuta: crees que otras gentes no se interesan por lo que te pasa y sin
embargo….
Tom: Yo tenía curiosidad.
Terapeuta: Tenias curiosidad
Tom: ¡Claro! Yo…bueno, no hay algo que realmente me moleste.
Terapeuta: Crees que tienes todo bastante bien controlado
Tom: pues si. Excepto que; bueno, no puedo pensar en algo que decir. No
tengo nada que decir
Terapeuta: si no tienes nada que decir, pues no tienes nada que decir
(pausa). Si quieres regresar el próximo jueves aquí estaré. Si no quieres
venir te agradecería me lo hicieras saber a más tardar a las tres de la
tarde del mismo día.
Tom: Si, realmente me gustaría.
Terapeuta: si quieres irte ahora puedes hacerlo, o si quieres quedarte más
tiempo puedes hacerlo. Utiliza este tiempo de la manera que creas
conveniente.
Tom: Si (se quita su sombrero y su abrigo). No tengo prisa
Terapeuta: ¿crees que te gustaría quedarte aquí otro rato?
Tom: Si me gustaría echar un vistazo por aquí ¿no te molesta verdad?
Terapeuta: puedes echar un vistazo si quieres
Tom: (mirando todo lo que esta en el cuarto): Te apuesto a que los niños
les encanta pintar
Terapeuta: ¿crees que les gusta?
Tom: A mi también me gusta, excepto que en mi salón… oye,
verdaderamente si tengo un problema es esa maestra sustituta. De todo
se enoja. Parece cangrejo, excepto que si alguien tratara de comérselo de
seguro se envenenaría.
Terapeuta: No te cae bien la sustituta
Tom: Me vas entendiendo (examina el barro). Esto ha de ser divertido
también (toma la marioneta). Yo podría inventar cantidad de obras
chistosas de todos los líos en que me meto. Mi sola biografía haría brotar
lágrimas.
Terapeuta: piensas que tu vida es triste
Tom: bueno, lo que quiero decir es que sin duda algo tienen. Siempre
estoy metido en lio (Tom coloca su mano dentro de la marioneta). Vamos
a ver. Te voy a matar si no haces lo que yo te digo. ¿Entiendes? (cambia
su voz totalmente: baja, profunda y amenazante).
Terapeuta: tienes ganas de matar a alguien
Tom: Yo también siento lo mismo a veces, pero por supuesto no lo hago
(ríe). Te diré una cosa. La próxima vez que venga voy a darte una función.
Primer Episodio de la Función: “Mi vida y mis problemas”
Terapeuta: muy bien, la próxima vez que vengas harás la representación
de tu vida y tus problemas.
Tom: (jugando con las distintas marionetas) estoy seguro de que yo
podría hacer unas marionetas
Terapeuta: crees que podrías hacer algunas (Tom sigue jugando con las
marionetas).
Por hoy, tu tiempo termino, Tom.
Tom: Bueno, hasta luego. Te veré mañana.
Segunda entrevista:
Tom entra y prepara el teatro de marionetas para una obra. Toma la marioneta
que representa al niño e inicia la obra de teatro.
Tom (Levantando la marioneta y menciona): Este es Ronny, el niño malo.
¡Hombre, en verdad que es malo! Ahorita está en la cama en su casa. Su padre
se encuentra en el Piso de abajo. Quiere que se levante. Su padre siempre lo
está mandando (ríe). Pero no llega muy lejos con eso, como ya verán.
Tom se dirige al terapeuta al hablar. Durante la obra manipula a todas las
marionetas cambiando su voz completamente con cada personaje.
Tercer entrevista
Tom presentó sus obras de teatro con las marionetas ante un público formado
por niños de seis años, y evalúo esta experiencia de grupo durante el contacto
individual que posteriormente tuvo lugar. Seleccionamos algunas partes de
esta entrevista.
Tom: ¿ Qué tal si arreglo algunos de estos juguetes para los niños pequeños?
¿ Ves?, estos están rotos. Terapeuta: si tu quieres hacerlo.
Tom: Les daría gusto a los niños.
Terapeuta: Quieres hacer algo por los niños pequeños.
Tom: Sí, ¿sabes?, tengo una hermanita en casa. Se llama Rosa María. Pero
no le decimos Rosy. ¡No señor! Se llama Rosa María (pausa muy larga). A
veces la llamo Rosy (arregla las llantas de un coche de juguete sobre la mesa).
A veces la llamo Rosy, sólo para molestar a mis padres. Los molesto nada más
porque sí. Terapeuta: Los molestas. . .
Tom ( Interrumpiendo): ¿ Sabes qué? Creo que estoy muy consentido porque
viví mucho tiempo con mi abuela. No me acostumbro a mi padrastro, ni él a mí.
No logramos entendernos. A veces pienso que si hubiera estado con mi
padrastro desde el principio. . . no sé.
Terapeuta: Crees que el no haber estado con tus padres desde el principio
echó a perder la relación entre tu padrastro y tú.
Tom: Mi abuelita me mimaba mucho. Dejaba que yo hiciera todo lo que quería.
Por eso crecí egoísta. Terapeuta: Piensas que el haber hecho todo lo que
querías te volvió egoísta.
Tom: Ajá (compone un camión de juguete). Ya está arreglado. Veamos el
fuerte ahora. Lo arreglaré (lo lleva al banco de trabajo y lo clava con el martillo).
¿ Sabes? He estado pensando. ¿ Crees que la obra del otro día era demasiado
fuerte para los niños pequeños?
Terapeuta: ¿Qué quieres decir?
Tom: Cuando empujaron al padre al precipicio y se mató. Parece que les gustó
cuando Ronny empujó a su padre, pero después me puse a pensar.
Terapeuta: Pensaste que era bastante fuerte.
Tom: Pues sí. No me gustaría que llegaran a sus casas y empujaran a sus
padres al precipicio.
Terapeuta: ¿Crees que traten de hacer lo mismo que Ronny?
Tom: Lo que me sorprendió fue que. . . bueno, yo creía que era el único que se
sentía así hacia su padre, porque es mi padrastro; pero ellos tienen padres de
verdad y parecían contentos al ver que se mataba. Terapeuta: Sólo pensar que
otros niños a veces puedan sentirse como tu, te sorprendió.
Tom: Sí. No sé. Cuando llegué a mi cuarto ese día le escribí una carta a mi
padre. Mi verdadero padre. Está en la Marina. Le conté a mi madre y dijo que
no pensaba que a él le iba a importar, pero no le creo. No creo que él tenga
otro hijo. Mi mamá sólo lo dijo por decir algo.
Terapeuta: Te molestó que tu madre dijera que tu verdadero padre no le iba a
importar si le escribías.
Tom: Y que tenía otro hijo.
Terapeuta: No quieres que tenga otro hijo.
Tom: No lo creo. Sólo lo dijo porque sí (pausa larga. Pega el fuerte con el
martillo). Sabes, antes tenía un trabajo entregando periódicos, pero lo perdí.
Terapeuta: ¿ Lo tenías?
Tom: Me lo quitaron. Me corrieron del trabajo. Esos sucios estafadores me
deben sesenta pesos. Lo que pasó es que llegué tarde varias veces y se me
pasaron varios clientes. Pero no me importa.
Terapeuta: Te estafaron sesenta pesos porque llegaste tarde varias veces y no
le repartiste a algunos clientes. Te corrieron del trabajo, pero no te importa.
Tom: Sí (pausa larga). Es lo que digo. ¿ Ves? Lo que quiero decir es que estoy
furioso, pero digo que no me importa. Siempre digo que no me importa aunque
me importe mucho.
Terapeuta: No quieres que la gente sepa lo que realmente sientes.
Tom: Sí. No quiero darles nada de qué presumir.
Terapeuta: Crees que otras personas te van a presumir si les dices cómo te
sientes.
Tom: Claro que lo harían. Yo lo sé, ya he vivido.
Terapeuta: Así te ha parecido.
Tom: Esa es la realidad.
Terapeuta: Crees que así es en realidad.
Tom: Pues, ¿hay alguna diferencia entre saber que así es y pensar que así
es? Hmm. Claro. Hmm. (un silencio muy largo. Trabaja en el juguete que está
arreglando y tararea con la boca cerrada): Así que así es la vida.
Terapeuta: ¿Hmm?
Tom: Dije que así es la vida.
Terapeuta: ¿De qué manera?
Tom: Yo no sé. Estaba pensando solamente (termina de arreglar el juguete).
Ahora guardaré estas herramientas (sale del cuarto y arregla las herramientas
que usó. Regresa). Te veré mañana. ¿ Qué tal si traigo a más niños conmigo la
próxima vez?
Terapeuta: ¿Te gustaría más si trajeras a algunos de tus amigos?
Tom: Yo no diría que tengo amigos. Digamos más bien que son algunos
cuates de mi salón.
Terapeuta: No estás seguro de traer algunos de tus “cuates”, está bien. Pero
trata de que no sean más de seis.
Tom: ¿Tres niños y tres niñas está bien?
Terapeuta: Eso es decisión tuya.
Tom: Le diré a Joe. Es buen chico. Quizá sea una buena influencia. Y también
a Tommy porque él está peor que yo. Realmente no quiero ser el peor de aquí.
Terapeuta: Muy bien. Tráelos la próxima vez, si quieres.
Tom: ¿Sabes qué? Yo creo que les simpaticé a los niños pequeños.
Terapeuta: ¿Piensas que les simpatizantes a los niños pequeños?
Tom: Sí. Es una nueva experiencia para mí. Generalmente no le caigo bien a
la gente.
Terapeuta: ¿Piensas que no le caes bien a la gente?
Tom: No. Parece que no. Pero los niños pequeños corren a saludarme y a
platicar conmigo en el patio y les da gusto verme. También parece que les
gustan mis funciones de marionetas.
Terapeuta: Te hace sentir bien cuando se portan así contigo.
Tom: Creo que sí. Bueno, ya es tiempo de irme. Te veré mañana.
Análisis de las entrevistas:
Esta última cita parece ilustrar varios factores significativos, desde el punto de
vista terapéutico.
• El terapeuta logra hacer flexible la hora de la terapia
• Se conoce que las muestras de aprecio, aumentan la autoestima de Tom
• Tom, trata de establecer una relación o vinculo con su verdadero padre
• Su madre parece indicar una causa posible de la conducta de Tom
• Tom, desea ayudar a otros niños, deja de ser egoísta que es así como él
pensaba que era.
• Un aspecto importante y que facilito la terapia es que el terapeuta siempre
dejaba que Tom hiciera lo que él quisiera, ya que en terapia infantil no se
puede restringir la conducta del niño.
• La terapia funciono porque estaba centrada en el niño.
PD: obviamente en este post me salte varios pasos del historial clínico, sin embargo dire
que antes de desarrollar la terapia de juego, es necesario realizar entrevistas de
diagnósticos para conocer la problemática del niño. Claro, no trato de decir que tienes
que ir a la historia pasada del niño, no, me refiero a la problemática que actualmente
acontece en el niño. Ya que estamos trabajando Terapia Centrada en el Cliente y no
Psicoanálisis. Hasta pronto Referencia:
Terapia de Juego- Axline Virginia M.