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EL CLORO EN EL ORGANISMO HUMANO

INTRODUCCION

Durante muchos años la importancia de las vitaminas ha captado toda nuestra atención, sin
embargo, se ha descubierto en estos últimos años que son los minerales quienes activan
las enzimas que nos permiten digerir las vitaminas. Los minerales son indispensables para
mantener el equilibrio y la fluidez de las células; para formar los huesos y las células de la
sangre; para el desarrollo del sistema nervioso, para desarrollar el tono de los músculos y,
para regular la actividad del corazón, hígado, estómago y todos los demás órganos internos.

Los estudios resultan cada vez más evidentes: la clave para mantener el equilibrio de los
tejidos, células y órganos del cuerpo humano está en consumir la dosis correcta de
minerales. El desequilibrio de los minerales es una de las razones más frecuentes por la
que nacen niños con defectos físicos o mal funcionamiento de los órganos.

Minerales:

 Calcio: es crucial para el sistema nervioso, latidos del corazón, contracción


muscular. Permite la buena circulación de la sangre. Necesario para la formación
del esqueleto, huesos, uñas. Fuentes: leche, yogurt, queso, sardinas, espinaca,
brócoli, etc.
 Cloruro: Junto con sodio y potasio ayuda a mantener el equilibrio celular. Equilibra
el fluido de los ácidos y es parte de los jugos gástricos. Necesario para el buen
funcionamiento del hígado, tendones y articulaciones. Fuentes: sal de mar, sal de
mesa, sustitutos de sal.
 Magnesio: esencial para desarrollar el componente activo de la vitamina D que
permite asimilar el calcio. Fundamental para la energía de las células;
funcionamiento del sistema nervioso y muscular; actividad hormonal y del sistema
reproductivo; restaurar los tejidos de los órganos; crecimiento de los huesos; regular
la presión arterial. Fuentes: plátanos, hígado, espinaca, brócoli, etc.
 Fósforo: el 88% se utiliza en los huesos. El otro 12% influye en el metabolismo de
los glóbulos rojos, funcionamiento del cerebro, corazón, riñones, nervios, dientes,
crecimiento y mantenimiento de las células, producción de energía, contracción del
corazón, metabolismo del calcio y la azúcar, actividad muscular. Fuentes: pescado,
hongos, hígado, pavo, pollo, huevos, ostras, pinol, pistachos, semillas de: zapallo,
girasol, ajonjolí, ajos, lentejas, etc.
 Sodio: es uno de los electrolitos principales. Sin electrolitos el cuerpo dejaría
completamente de funcionar. En nuestra dieta diaria consumimos a veces más sodio
(sal) de lo necesario. Fuentes: sal de mar, mariscos, algas marinas, riñones,
zanahorias.
 Azufre: es parte de la estructura de las proteínas, por ello participa en la formación
de enzimas, anticuerpos, actividad de los tejidos. Sintetizador de hormonas.
Necesario para producir insulina. Su deficiencia genera la degeneración de
cartílagos, ligamentos y tendones. Fuentes: rábanos, cebollas, berros.

¿QUE ES EL CLORO?

El cloruro es un ion cargado negativamente que se obtiene casi exclusivamente en la dieta


al consumir cloruro sódico o sal de mesa. No debe ser confundido con el cloro, gas
venenoso que se utiliza para matar bacterias y otros gérmenes de nuestro suministro de
agua. Como con el sodio, la mayoría del cloruro de la dieta se absorbe en el intestino
delgado. Los riñones regulan su excreción.

El cloruro representa una función importante en conservar el equilibrio de líquidos y de


ácido-base. El cuerpo de un adulto de 70 kg contiene cerca de 105 g de cloruro. De éste,
88% se encuentra en los líquidos extracelulares, como el ácido clorhídrico del estómago, y
12% está en los líquidos intracelulares. El cloruro también se libera de los glóbulos blancos
a medida que luchan con las sustancias extrañas al organismo. El cloruro se absorbe casi
por completo a través del intestino delgado y se excreta principalmente por el riñón como
resultado de la regulación del sodio

Acoplado al sodio en el líquido extracelular, el cloruro ayuda a mantener el equilibrio hídrico.


El cloruro también forma parte del ácido clorhídrico (HCl) del estómago, que ayuda a
preparar la comida para seguir la digestión. El cloruro también trabaja conjuntamente con
los leucocitos durante una respuesta inmune para ayudar a matar las bacterias y ayuda en
la transmisión de los impulsos nerviosos.

FUENTES ALIMENTARIAS

Casi todo el cloruro de la dieta se deriva de la sal. La sal de mesa, que tiene un 60% de
cloruro, contiene cerca de 3 g de cloruro por cada cucharadita (5 g). Por lo general, la
mayoría del cloruro se excreta por el riñón; sin embargo, la pérdida de líquidos
gastrointestinales a través de vómito intenso, succión nasogástrica o diarrea es una causa
común de deficiencia de esta sustancia. El sodio y el cloruro son tan químicamente activos
que en la naturaleza siempre se les encuentra relacionados entre sí o con otros elementos.
La sal de mesa es un compuesto de sodio y cloro (Na Cl).
El cloruro se encuentra en la sal de cocina o en la sal de mar como cloruro de sodio.
También se encuentra en muchas verduras. Los alimentos con mayores cantidades de
cloruro incluyen:
 Las algas marinas
 El centeno
 Los tomates
 La lechuga
 El apio
 Las aceitunas.
El cloruro, combinado con el potasio, también se encuentra en muchos alimentos. El cloruro
de potasio es un sustituto común de la sal.

DOSIS RECOMENDADAS

La ingesta adecuada (AI) de cloruro para hombres y mujeres adultos de 19 a 50 años es de


2,3 g/día (o 2.300 mg/día). Como el cloruro se une al sodio para formar la sal de mesa, la
primera fuente de cloruro es la sal de nuestra comida. El cloruro también se encuentra en
algunas frutas y verduras. Recordemos que la sal está compuesta por cerca de un 60% de
cloruro; así, podemos calcular el contenido de cloruro de los alimentos procesados
multiplicando su contenido de sal por 0,60 (o el 60%). Por ejemplo, un alimento que
contenga 500 mg de sal contendría 300 mg de cloruro (o 500 mg × 0,60 = 300 mg).
Ingestas dietéticas de referencia de cloruro:
Bebés (IA):
 0 a 6 meses de edad: 0.18 gramos por día (g/día)
 7 a 12 meses de edad: 0.57 g/día
Niños (IA):
 1 a 3 años: 1.5 g/día
 4 a 8 años: 1.9 g/día
 9 a 13 años: 2.3 g/día
Adolescentes y adultos (IA):
 Hombres y mujeres de 14 a 50 años: 2.3 g/día
 Hombres y mujeres de 51 a 70 años: 2.0 g/día
 Hombres y mujeres de 71 años en adelante: 1.8 g/día
 Mujeres embarazadas y lactantes de todas las edades: 2.3 g/día
DEFICIT DE CLORO EN EL CUERPO

Debido a nuestra ingesta relativamente alta de sal, la mayoría de la gente consume más
cloruro de lo necesario. Incluso si una persona consume una dieta baja en sodio, la ingesta
de cloruro suele ser adecuada. Sin embargo, puede darse una carencia de cloruro en
condiciones de grave deshidratación y vómitos frecuentes. A veces, esto se puede
constatar en personas con trastornos alimenticios que vomitan con regularidad para
eliminar la energía indeseada de su cuerpo
Medicamentos como los diuréticos también pueden causar niveles bajos de cloruro.
Los niveles bajos de cloruro pueden indicar:
 Insuficiencia cardíaca
 Enfermedad pulmonar
 Enfermedad de Addison, en la que las glándulas suprarrenales no producen suficientes
cantidades de ciertos tipos de hormonas. Puede causar una variedad de síntomas como
debilidad, mareos, pérdida de peso y deshidratación
 Alcalosis metabólica, exceso de bases (alcalinidad) en la sangre. Puede causar,
irritabilidad, contracciones musculares y hormigueo en los dedos de las manos y los
pies.

En lactantes ha ocurrido deficiencia de cloruro debido a la omisión de éste en sus fórmulas


alimenticias. Las secuelas a largo plazo en algunos de estos niños incluyeron:

 Deficiencias cognitivas
 Dificultades visuomotoras
 Trastorno por déficit de atención

SOBRECONSUMO DE CLORO EN EL CUERPO

Casi todo el cloruro que consumimos en la dieta es en forma de cloruro sódico. Consumir
cantidades excesivas de este compuesto durante un periodo de tiempo prolongado
ocasiona hipertensión en las personas sensibles a la sal.

En estudios un nivel alto de cloruro puede indicar:


 Deshidratación
 Enfermedad de los riñones
 Acidosis metabólica, exceso de ácido en la sangre. Puede causar náuseas, vómitos y
cansancio
Demasiado cloruro de sodio de los alimentos salados puede:

 Aumentar la presión arterial.


 Causar una acumulación de líquidos en personas con insuficiencia cardíaca
congestiva, cirrosis o enfermedad renal.
BIBLIOGRAFIA
Agriculture, N. C. (s.f.). Tenemos suficientes minerales y micro-minerales en nuestra dieta.
Obtenido de https://www.ncagr.gov/fooddrug/espanol/documents/Minerales.pdf

Janice L. Thompson, M. M. (2008). Nutrición. Madrid (España): Ediciones Gráficas Arial,


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Przytulski, C. L. (2011). Nutrición y Dietoterapia. México, D. F.: McGRAW-HILL


INTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C. V.

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