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La mayoría de los fluidos que transitan por el sistema linfático están compuestos por
un líquido residual procedentes de las células: la linfa, un fluido compuesto por un líquido
claro pobre en proteínas y rico en lípidos, parecido a la sangre, pero con la diferencia de que
las únicas células que contiene son los glóbulos blancos.
Cada uno de nosotros tiene la misma cantidad de linfa que sangre en el cuerpo. La única
diferencia es que en el sistema linfático, en comparación con el sistema circulatorio, no
tiene una bomba –el corazón.
El líquido linfático (linfa) se bombea a través de los vasos por la contracción de los
músculos, el propio campo electromagnético de nuestro cuerpo e incluso la respiración.
Este es uno de los tantos beneficios del ejercicio: transportar la linfa.
Un sistema linfático obstruido o lento no permite que el cuerpo haga circular el líquido y
elimine la acumulación de desechos tóxicos que pueden disminuir la función inmune del
cuerpo.
Por eso, nuestro sistema linfático es crítico cuando se trata de purgar el cuerpo de desechos.
Es también responsable de distribuir los nutrientes a cada parte de nuestro cuerpo.
Como se ha dicho, no tiene una bomba como el sistema circulatorio tiene al corazón. Es por
eso que es tan relevante el ejercicio.
Esto significa que debes de estar activo y hacer ejercicio si te quieres curar. Esta es la razón
por la que los adictos a la televisión tienden a desarrollar enfermedades crónicas y
no aquellos que hacen ejercicio regularmente y siguen una dieta saludable.
Para hacer posible este escenario, cantidades apropiadas de HCL (ácido clorhídrico)
necesitan ser suministradas por el cuerpo, para que puedas absorber los minerales vitales
necesarios y ayudar a tu sistema linfático. En otras palabras, necesitas cantidades adecuadas
de ácido estomacal para digerir los alimentos.
La linfa, como puedes ver, es más que un desperdicio. Es una amalgama de enzimas,
nutrientes, azúcares, citocinas y otras sustancias vitales que recubren las células.
Como le gusta decir a mi buen amigo, el Dr. Kevin Conners: la linfa es como “un río sano
que necesita un flujo constante de nuevas sustancias nutritivas, que impide que nuestro
cuerpo se convierta en un charco de agua estancada”.
La linfa normalmente se bombea por todo el cuerpo en los vasos linfáticos a medida que los
músculos del cuerpo se contraen y se relajan.
Estos vasos, que también tienen válvulas de retención, permiten el paso de los residuos en
una sola dirección. Si el sistema linfático se ralentiza, se pasma, evitará que circulen los
nutrientes necesarios, embotando así la respuesta del sistema inmune.
¿Sabes lo que eso significa ? Que serás muy susceptible a las infecciones ocultas que un
sistema inmune fuerte y sano habitualmente mantiene a raya.
A medida que uno envejece, la cantidad de HCL que produce el cuerpo disminuye. Esta
disminución se debe a varios factores: como comer comida chatarra o procesada, el uso de
drogas ilegales y legales, y el exceso del estrés.
Sin embargo, algunos investigadores en la década de 1930 descubrieron que este ácido
(HCL) no es la única cosa necesaria para equilibrar la química de la linfa, y los minerales
necesarios para alcalinizar el tejido. También, tu cuerpo necesita un adecuado activador del
potasio.
Cuando combinas el HCL y el potasio (K), habilitas a tu cuerpo para crear el equilibrio
ácido/base perfecto que necesita para balancear la química linfática (ya sé que sueno a un
disco rayado, pero quiero dejar claro la importancia del equilibrio).
Además, la asociación perfecta HCL-K puede aumentar la eficacia del ácido clorhídrico
como un germicida global.
Básicamente, esto significa que puedes cazar infecciones ocultas, que podrían convertirse
en crónicas si no se detectan.
¿Cuál es la conclusión? Nos dimos cuenta de que si el ácido del estómago es bajo,
suplementos de HCL junto con activadores del potasio pueden:
Para quienes no lo saben, los grupos metilo permiten a las células se replicarse
normalmente.
En otras palabras, es gracias a los grupos metilo, que afectan positivamente su ADN, que se
obtiene un cuerpo nuevo cada año. ¿Por qué? Como he mencionado antes, tu cuerpo está
cambiando constantemente las células. Los grupos metilo ayudan a formar células sanas.
Los niveles anormales o bajos promueven el crecimiento de células enfermas, que puede
conducir a serios problemas de salud.
Sobre el autor:
Dr. Michael L. Johnson es un neurólogo quiropráctico certificado que ha estado en la
práctica privada en Appleton, WI desde 1983. Es asesor de otros médicos en todo el mundo
(www.lifechangingcare.com) y es autor de siete libros que se pueden encontrar en
www.askdrjohnson.com. Las cuentas de YouTube y Facebook del Dr. Johnson se puede
encontrar escribiendo en el buscador “Dr. Michael Johnson”. Te invitamos a escribirle
al Dr. Johnson con preguntas o comentarios mljohnson@askdrjohnson.com.
© 2013 Dr. Michael L. Johnson