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George Orwell y su relevancia para el siglo XXI

Article · March 2016

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Julio H. Cole
Francisco Marroquín University
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Julio H. Cole

George Orwell y su relevancia para el


Siglo XXI

Ningún escritor narrativo del siglo XX ha Por otro lado, se trata de un autor pa-
contribuido tanto como George Orwell a radójico. Aunque fue un socialista con-
nuestro lenguaje político contemporáneo, vencido hasta el final de su vida, su fa-
empezando por el uso de su propio nom- mosa novela 1984 constituye una dramá-
bre: hoy en día el adjetivo «orwelliano» tica y conmovedora denuncia del peligro
forma parte integral del lenguaje coti- totalitario que yace latente en el sistema
diano, y la comprensión del término im- económico que él mismo pregonaba y
plica necesariamente cierta familiaridad defendía. Debido a esto, Orwell siempre
—aunque sea muy de segunda mano— fue un autor problemático para la izquier-
con la obra narrativa. La influencia de da. En círculos libertarios, en cambio, ha
Orwell sobrepasa con creces su difusión sido leído y estudiado con simpatía, y con
estrictamente literaria. No poca cosa.1 buena razón, porque pocos escritores del
siglo XX han contribuido tanto como él a
nuestra comprensión de las condiciones
1
«Orwelliano — Adjetivo que describe la para el florecimiento de una sociedad li-
situación, idea o condición societaria que bre. Pocos escritores, asimismo, han se-
George Orwell identificó como contraria al ñalado tan claramente las amenazas que
bienestar de una sociedad libre y abierta. constantemente la acechan, tanto de un
Connota actitudes que se asocian con una extremo ideológico como del otro. No es
política de control draconiano por medio de un cliché, por tanto, decir que Orwell es
propaganda, vigilancia, desinformación, ne- un autor «relevante» para nuestros tiem-
gación de la verdad y manipulación del pasa- pos, y seguirá siéndolo mientras haya
do, incluyendo el concepto de la “no- enemigos de la libertad. Es un autor que
persona” —la persona cuya existencia pasada
vale la pena estudiar con cierto detalle.
es borrada de todo registro público y de la
memoria colectiva— practicada por moder-
nos gobiernos represivos. A menudo esto Julio H. Cole es editor de Laissez-Faire. Su
incluye las circunstancias descritas en sus libro más reciente es Cinco pensadores libera-
novelas, particularmente 1984» (The Oxford les (Madrid: Unión Editorial, 2016).
Companion to English Literature, 6ª ed. [Ox- Este trabajo obtuvo el tercer premio en el
ford University Press, 2000], p. 726). Otro Noveno Concurso de Ensayo “Caminos de la
término literario de comparable difusión en el Libertad” (México, D.F., 2014). Publicado ori-
léxico cotidiano es «kafkiano», que es usado ginalmente en Noveno Concurso de Ensayo
Caminos de la Libertad: Memorias (México:
(y comprendido) por personas que nunca Fomento Cultural Grupo Salinas, 2015). Se re-
leyeron una sola línea de la obra de Franz produce con la debida autorización.
Kafka.

Laissez-Faire, No. 44-45 (Marzo-Sept 2016): 43-68


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Vida y trayectoria En 1927 regresó a Inglaterra con la


intención de convertirse en escritor, y en
1928-29 vivió por varios meses en Fran-
Mientras siga con vida seguiré teniendo fir- cia. En ambos países trató de convivir
mes opiniones sobre estilo literario, seguiré con la clase obrera en barrios marginales,
amando la superficie de la Tierra, y seguiré y sus experiencias fueron relatadas en su
complaciéndome en los objetos sólidos y en primer libro, Down and Out in Paris and
los retazos de información inútil. London (1933), publicado bajo el seudó-
— George Orwell (1946)2 nimo de «George Orwell», que desde
entonces sería su nom de plume por el
Su verdadero nombre era Eric Arthur resto de su vida.
Blair, y nació el 25 de junio de 1903 en
Motihari, un pequeño pueblo del norte de A fines de 1929 regresó a Inglaterra,
India, localizado a unos 40 kilómetros al y por varios años se dedicó a diversas
sur de la frontera con Nepal. Su padre, ocupaciones —maestro de escuela, em-
Richard Blair, era un funcionario colonial pleado de una librería— al mismo tiempo
británico, y su madre, Ida Limouzin Blair, que practicaba el periodismo literario y
era hija de un comerciante francés esta- seguía escribiendo novelas (A Clergy-
blecido en Birmania. Desde muy pequeño man’s Daughter se publicó en 1935, y
fue educado en colegios internados en Keep the Aspidistra Flying en 1936). En
Inglaterra, y en 1921 se graduó del pres- este periodo también maduraron sus con-
tigioso colegio Eton. vicciones socialistas, y en 1936 aceptó un
proyecto, propuesto por el editor Victor
Sus años de escuela no fueron, al pa- Gollancz, de realizar una investigación
recer, muy felices, y al graduarse del co- sobre la situación de los mineros desem-
legio decidió no proseguir estudios aca- pleados en el norte de Inglaterra. El resul-
démicos. Más bien, optó por ingresar al tado fue The Road to Wigan Pier (1937),
servicio colonial y fue enviado a Birma- que describe las deplorables condiciones
nia, donde prestó servicios durante cinco de vida de los obreros de Lancashire y
años como sub-oficial de policía. Sus Yorkshire durante la Gran Depresión, al
experiencias allí lo llevaron a cuestionar mismo tiempo que relata la evolución de
la legitimidad del imperialismo británico la «conciencia política» del autor y las
—y del colonialismo europeo en gene- razones por las que consideraba que el
ral— y fueron la base de su primera no- socialismo era la solución a los males
vela, Burmese Days (1934), y de dos en-
sayos muy célebres: «A Hanging» (1931) señalar, no obstante, que la calidad de vida
y «Shooting an Elephant» (1936).3 del birmano promedio probablemente fue
mucho mejor bajo el dominio británico que
2
«Why I Write», en The Collected Essays, bajo los opresivos gobiernos militares que
Journalism and Letters of George Orwell han predominado en ese país durante la ma-
(Nueva York: Harcourt, Brace & World, yor parte de su vida independiente. Un políti-
1968), vol. I, p. 6. (En lo sucesivo, nos referi- co birmano de oposición una vez declaró que
remos a esta obra como CEJL.) «Orwell es reverenciado en Birmania, ya que
escribió tres libros acerca de nuestro país:
3
La subsiguiente historia política de Birmania Burmese Days, Animal Farm [Rebelión en la
(actualmente Myanmar) fue desastrosa, y granja] y 1984» (citado por Christopher Hit-
aunque se comprende el desprecio que sentía chens, «On Animal Farm», en Arguably:
Orwell por el colonialismo británico, es justo Essays [Nueva York: Twelve, 2011], p. 234).
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descritos. Orwell, sin embargo, siendo Mientras tanto, Orwell había ido a
Orwell, no podía dejar de ser también un España para luchar en la guerra civil co-
crítico independiente, y dedicó una buena mo combatiente en favor de las fuerzas
parte de Wigan Pier a un detallado análi- republicanas. En diciembre de 1936 se
sis del remedio propuesto. Como señala alistó en las milicias de un pequeño parti-
Richard Rovere, «fue quizá el análisis do de orientación trotskista, el POUM
más riguroso que jamás haya recibido una (Partido Obrero de Unificación Marxista).
doctrina política de manos de uno de sus Fue enviado al frente de Aragón, y en
propios adeptos».4 mayo de 1937, cerca de Huesca, recibió
un tiro en el cuello, por lo cual fue hospi-
En efecto, sus problemas con la iz- talizado y luego desmovilizado.6 Su expe-
quierda política empezaron desde este riencia en España la relató en su sexto
momento, porque si bien se pronunció libro, Homage to Catalonia («Homenaje
enfáticamente en favor del socialismo, a Cataluña», 1938), donde describe su
fue también tremendamente crítico de los admiración por la «atmósfera revolucio-
socialistas de su época, muchos de los naria» y la ausencia de estructuras de
cuales eran demasiado utópicos, en opi- clase en las áreas controladas por las mi-
nión de Orwell, quien los describió tam- licias anarquistas, y critica la represión
bién como intelectualmente elitistas y estalinista ejercida por el Partido Comu-
arrogantes (y en ocasiones francamente nista (dominado por Moscú) en contra de
chiflados). Debido a esto, Gollancz se
sintió obligado a tomar la medida, prácti- cualquier persona, y mucho menos por la
camente inaudita, de escribir un prefacio clase obrera, con quienes no tiene contac-
cuestionando algunos de los conceptos to alguno. Lo que motiva a muchos socia-
enunciados por Orwell y matizando algu- listas, creo, es simplemente un hipertro-
nas de sus conclusiones.5 fiado sentido de orden».
[…]
«Además de esto está la horrible —y ver-
4
Richard H. Rovere, «George Orwell», en daderamente desconcertante— prevalen-
Robert B. Luce (ed.), The Faces of Five Dec- cia de chiflados en toda congregación de
ades: Selections from Fifty Years of The New socialistas. A veces da la impresión que
Republic, 1914-1964 (Nueva York: Simon la mera mención de las palabras “socia-
and Schuster, 1964), p. 369. lismo” y “comunismo” atrae con fuerza
magnética a todos los tomadores de ju-
5
Para un estudio más detallado de las tirantes gos, nudistas, maniáticos sexuales, cuá-
relaciones de Orwell con la izquierda (espe- queros, homeópatas, pacifistas y feminis-
cialmente la izquierda intelectual), véase tas en Inglaterra».
John Rossi, «Why the Left Hates Orwell»,
Intercollegiate Review, 17 (1982): 97-105. Orwell no tenía pelos en la lengua.
Dos citas del capítulo 11 de The Road to 6
Wigan Pier darán algún indicio del descon- «La experiencia de recibir un balazo es muy
cierto que habrá sentido Gollancz al leer el interesante», escribió, «y pienso que vale la
manuscrito de la obra: pena de describirse con cierto detalle»
(Homage to Catalonia [Nueva York: Har-
«A veces miro a un socialista —un socia- court Brace & Co., 1952], p. 185). Se marea
lista del tipo intelectual, escritor, con su uno al pensar que si la bala franquista hubiera
pullover, su cabello enredado, y su cita sido solo un poco más certera, Orwell nunca
marxista a flor de labios— y me pregunto hubiera escrito sus obras más famosas, y
qué es lo que realmente lo motiva. A me- nuestro lenguaje político sería hoy en día
nudo es difícil creer que sea amor por inmensamente más pobre.
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facciones de izquierda rivales y las menti- fermado de tuberculosis), acompañado de


ras que usaban los comunistas para justi- su siempre leal y sufrida esposa Eileen, y
ficar dicha represión contra sus propios allá escribió su cuarta novela, Coming up
aliados. En junio de 1937 el POUM fue for Air (1939).9 A su regreso a Inglaterra
declarado una organización ilegal por el se dedicó al periodismo en diversas pu-
gobierno republicano, dominado por los blicaciones de la izquierda independiente,
comunistas, y durante la subsiguiente y durante la Segunda Guerra Mundial
represión anti-trotskista Orwell estuvo a trabajó por varios años en la BBC. Su
punto de ser asesinado en Barcelona. novela Animal Farm («Rebelión en la
granja», 1945) fue un éxito comercial, lo
Hacia fines de junio de 1937 salió de cual le permitió retirarse del periodismo
España como fugitivo, rumbo a Francia. activo para dedicarse exclusivamente a la
Cuando volvió a Inglaterra y empezó a literatura. 1984, su última novela y su
escribir acerca de sus experiencias se obra más famosa, se publicó en junio de
enfrentó a la hostilidad de numerosos 1949.
intelectuales que apoyaban a la República
Española, ya que estos preferían que no El 21 de enero de 1950 George Or-
se revelaran las divisiones entre comunis- well murió de tuberculosis, a la edad de
tas y anarquistas, al considerarlo perjudi- 46 años. Su vida fue corta, pero fue una
cial para la causa republicana. Orwell vida productiva y dejó muchas obras im-
también tuvo que enfrentarse a la hipo- portantes. Dejó también un perdurable
cresía de intelectuales afectos a la Unión legado de integridad moral y de incorrup-
Soviética o con simpatías comunistas, y tible apego a la verdad.10
Victor Gollancz, su editor, no quiso pu-
blicar Homage to Catalonia.7 Aunque 9
Eric Blair y Eileen O’Shaughnessy se casa-
nunca renunció a sus convicciones socia- ron el 6 de junio de 1936. Eileen acompañó a
listas, Orwell mantuvo desde entonces, y Orwell a España, residiendo en Barcelona
por el resto de su vida, una total aversión durante las estancias de su marido en el fren-
hacia el comunismo soviético.8 te, y ella también tuvo que salir huyendo de
España, perseguida por los comunistas.
A fines de 1938 Orwell viajó a Ma- Eileen murió durante una cirugía el 29 de
rruecos por razones de salud (había en- marzo de 1945. Eric Blair se casó en segun-
das nupcias el 13 de octubre de 1949 con
Sonia Brownell, quien adoptó el apellido
7
El libro fue eventualmente publicado en el «Orwell» como su apellido de casada. Sonia
Reino Unido por la firma Secker & Warburg, Brownell Orwell falleció el 11 de diciembre
aunque esta primera edición tuvo muy poca de 1980.
difusión. En 1952 se reeditó en Estados Uni-
10
dos, con un prólogo por Lionel Trilling, y «El verdadero Orwell es una figura mucho
esta edición tuvo mucho más éxito comercial. más contradictoria y compleja de lo que apa-
renta ser en la imagen que ha prevalecido de
8
El sentimiento fue mutuo, por supuesto, y él, y muy parecida a la de Albert Camus, a
todas las obras de Orwell estuvieron prohibi- quien lo une, además del talento literario, la
das en la Unión Soviética, no solo durante la lucidez política y la valentía moral» (Mario
época estalinista sino hasta el año 1988. So- Vargas Llosa, «George Orwell: socialista,
bre este tema véase John Rodden, «Soviet libertario y anticomunista», en La verdad de
Literary Policy, 1945-1989: The Case of las mentiras [Madrid: Alfaguara, 2002],
George Orwell», Modern Age, 32 (1988): p. 213). Prácticamente todos los que alguna
131-39. vez han comentado sobre la vida y figura de
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1984: Antecedentes ¿Cómo hay que entender una obra litera-


ria, una obra de ficción, que “enturbia
antes de su tiempo” un año en las vidas
Producir una raza de hombres que no desean de los hombres? (…) jamás ha habido un
la libertad podría ser tan fácil como producir hombre que borrara él solo, de un pluma-
una raza de vacas sin cuernos. zo, un año del calendario de la esperan-
— George Orwell (1939)11 za».12

Orwell, al parecer, estaba inicialmente Es sin duda una gran novela, aunque
indeciso sobre el título de la obra, y «El como obra literaria no es estrictamente
último hombre en Europa» era una de las comparable a otras grandes novelas del
opciones. Aunque es imposible saber qué siglo XX. De hecho, es un tanto paradóji-
hubiera sucedido con el libro bajo este co que esta gran novela haya sido escrita
otro título, es muy probable que parte del por un autor que no es generalmente con-
atractivo inmediato que tuvo se haya de- siderado como un gran novelista.13 En
bido precisamente a la misteriosa alusión
12
a una fecha precisa en un futuro previsi- George Steiner, «Killing Time», en George
ble pero suficientemente alejado del Steiner at The New Yorker (Nueva York:
acontecer inmediato. George Steiner se- New Directions, 2009), pp. 97-99. Aunque es
ñala, a este respecto, que «al optar por innegable que la novela de Orwell logró efec-
tivamente «apropiarse» del año 1984, Steiner
1984, George Orwell logró dar un asom-
se equivoca cuando afirma que ningún otro
broso golpe maestro. Puso su firma y su autor ha logrado algo semejante. Un caso
sello sobre un fragmento de tiempo. Nin- parecido de apropiación anticipada de un año
gún otro escritor lo ha hecho jamás (…) calendario —aunque ciertamente no al mis-
mo grado y sin las connotaciones negativas
Orwell coinciden en este elemento de valen- que para siempre «enturbiaron» a 1984 en el
tía personal. Otros adjetivos que muy fre- imaginario colectivo— es el de 2001: Odisea
cuentemente se asocian con Orwell son «ho- del espacio, de Arthur C. Clarke, escrita pri-
nesto», «íntegro» y «decente» —las cuales, meramente como guión para la célebre pelí-
dicho sea de paso, eran tres de sus palabras cula de Stanley Kubrick (1968), y luego pu-
favoritas— y lo que más odiaba era la hipo- blicada como novela poco después del es-
cresía. Lionel Trilling lo resumió en cuatro treno de la película.
palabras: «Era un hombre virtuoso» («Orwell
13
and the Politics of Truth», en The Opposing Orwell era un gran escritor, pero aunque su
Self: Nine Essays in Criticism [Nueva York: ambición era ser recordado como novelista,
Harcourt Brace Jovanovich, 1979], p. 136). la verdad es que su talento literario no apun-
Todo esto es cierto, sin duda, aunque a Or- taba en esa dirección. A este respecto, Mary
well le hubiera intrigado esta cuasi- McCarthy una vez comentó: «Quizá no tenía
canonización póstuma, y probablemente no le suficientes debilidades humanas como para
hubiera gustado. Orwell desconfiaba de los ser un verdadero novelista» («The Writing on
santos, y es bueno recordar a este respecto lo the Wall», en The Writing on the Wall and
que escribió en un famoso ensayo sobre Other Literary Essays [Nueva York: Har-
Gandhi: «A los santos siempre se les debe court Brace Jovanovich, 1970], p. 166). En
considerar culpables hasta demostrar su cambio, era un crítico literario de primera, y
inocencia» («Reflections on Gandhi» [1949], sobre todo un gran ensayista, posiblemente
CEJL, vol. IV, p. 463). uno de los mejores ensayistas de su genera-
ción. (Muchos de los temas que figuran en
11
«[Reseña de] Russia under Soviet Rule por 1984 ya estaban prefigurados en los ensayos
N. de Basily», CEJL, vol. I, pp. 380-81. de Orwell. Daré algunos ejemplos de esto a
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cuanto a trama, la obra ni siquiera es muy convierte en «Oceanía» en 1984 (con la


original, y el mismo Orwell admitía que diferencia de que en el relato de Orwell
gran parte de la estructura del relato la no existe un único Estado mundial, sino
tomó de una novela titulada We («Noso- tres estados totalitarios que compiten
tros»), del escritor ruso Yevgeny incesantemente por la supremacía glo-
Zamyatin. Publicada en 1924, esta novela bal); el Benefactor es por supuesto el
describe un estado mundial unitario go- Gran Hermano (Big Brother) y los Guar-
bernado por «El Benefactor», quien a dianes son la «policía del pensamiento».
través de un cuerpo de «Guardianes» El personaje principal de la novela de
ejerce control absoluto sobre todo aspecto Orwell, Winston Smith, sí tiene un nom-
de la vida humana. Los ciudadanos de bre personal, pero su nombre oficial es
este Estado no tienen nombres sino úni- «6079 Smith W». Las viviendas transpa-
camente números de identificación y vi- rentes en We tienen el mismo propósito
ven en casas de vidrio bajo constante que las pantallas televisivas en 1984, y la
vigilancia e inspección. Uno de estos tortura física y mental en We tiene su
sujetos, D-503, se enamora (acto prohibi- contraparte en el siniestro «Salón 101».
do) y se involucra en una conspiración, Winston Smith también será «curado» de
pero es atrapado por los omnipresentes sus malignas memorias personales, y con
Guardianes. Torturado, confiesa y delata el tiempo aprenderá a «amar al Gran
a su amante, I-330, y a sus otros co- Hermano».15
conspiradores. Ella, en cambio, se niega a
confesar y es liquidada. D-503 sobrevive Una diferencia importante en la nove-
pero su «imaginación» es extirpada y él la de Orwell y que contribuye a la diná-
es reintegrado a la sociedad, resignado a mica del relato es que, como ya señala-
vivir bajo el manto protector del omnipo- mos, el mundo de 1984 no está goberna-
tente Benefactor. do por un solo Estado totalitario, sino por
tres superpotencias que compiten entre sí.
Los lectores de 1984 reconocerán de «Oceanía», donde transcurre la narración,
inmediato la correspondencia casi exacta
de los esquemas narrativos de ambas no- 15
En 1984 los personajes no están muy desa-
velas.14 El «Estado unitario» en We se rrollados —muchos críticos piensan que son
unidimensionales— y esta es una de las críti-
cas más comunes de la novela, considerada
lo largo de este trabajo.) como obra literaria, aunque hay que señalar
que en este caso la carencia de personalida-
14
En este resumen he destacado precisamente des bien definidas es en cierto modo compa-
los elementos enfatizados por el propio Or- tible con la premisa central del relato: en el
well en su reseña de la novela de Zamyatin mundo de 1984 la individualidad es un con-
publicada a principios de 1946 (el año en que cepto obsoleto y todo está diseñado precisa-
Orwell empezó a trabajar en 1984): «[Reseña mente para impedir el desarrollo de persona-
de] We por E. I. Zamyatin», CEJL, vol. IV, lidades fuertes, i.e., para aniquilar la persona-
pp. 72-75. La reseña de Orwell se basó en la lidad humana como tal. Si Winston Smith
versión en francés del libro de Zamyatin, tuviera una personalidad auténtica y autóno-
publicada en 1929. Para un estudio compara- ma, no viviría en el mundo de 1984. Véase, a
tivo de estas novelas véase Edward J. Brown, este respecto, unos comentarios sumamente
«Zamyatin’s We and Nineteen Eighty-Four», perspicaces de Irving Howe, «Orwell: Histo-
en Peter Stansky (ed.), On Nineteen Eighty- ry as Nightmare», en Politics and the Novel
Four (Nueva York: W. H. Freeman and Co., (Nueva York: Horizon Press, 1957), pp. 237-
1983), pp. 159-69. 38.
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es un Estado que amalgama a Estados en la novela de Orwell que la convierte


Unidos y el Reino Unido y sus dependen- en algo más que simplemente otra anti-
cias de ultramar. Los otros dos superesta- utopía futurista. Este elemento tiene que
dos son «Eurasia», que domina el conti- ver con el papel del lenguaje como ins-
nente europeo y Rusia, y «Estasia», que trumento de manipulación —o más bien,
básicamente consiste de China y Japón. con la manipulación del lenguaje como
Estos tres estados compiten militarmente instrumento de control— y es un tema
por el dominio del resto del globo. que a Orwell había empezado a preocu-
parle mucho antes de empezar a trabajar
Esta visión del mundo dividido en la novela como tal.
tres grandes bloques antagónicos de he-
cho se hizo realidad durante la Guerra
Fría, y bajo circunstancias geopolíticas
muy similares a las previstas por Or- “El Gran Hermano te vigila”
well.16 La única diferencia significativa
es que Orwell al parecer pensaba que para
1984 toda Europa estaría dominada por la Desde el punto de vista totalitario la historia
Unión Soviética. Un hecho interesante es no es algo que se aprende sino algo que se
que Orwell, a diferencia de la mayoría de crea.
los anticomunistas de su época, previó — George Orwell (1946)18
que un triunfo comunista en China no
resultaría en un bloque comunista mono- Winston Smith, el personaje central de la
lítico, sino que los chinos y los soviéticos novela, es un funcionario de baja jerar-
serían enemigos acérrimos. Esta intuición quía en el Ministerio de la Verdad, y su
geopolítica podría haberse debido a su trabajo consiste en alterar los documentos
experiencia como sectario de izquierda: históricos a fin de que estos coincidan en
Orwell sabía que entre izquierdistas la todo momento con la versión más recien-
solidaridad ideológica no es la norma te de la «verdad» oficial, la cual se define
sino la excepción.17 siempre en función de las necesidades del
Estado y de acuerdo a los dictados infali-
Aparte de este detalle geopolítico, no bles del Partido. De este modo, por ejem-
hay mayor diferencia entre los esquemas plo, cuando Oceanía por razones estraté-
narrativos de ambas novelas, y en el len- gicas abruptamente realinea sus alianzas,
guaje moderno casi podríamos describir a convirtiéndose en aliado de Eurasia (su
1984 como un remake, posiblemente me- viejo enemigo) y en enemigo de Estasia
jorado, de la novela de Zamyatin. Existe, (su anterior aliado contra Eurasia), el
sin embargo, un elemento añadido crucial Ministerio de la Verdad modifica todos
los registros históricos a fin de demostrar
16
Otro dato interesante: fue Orwell quien
acuñó la expresión «guerra fría» —o por lo
18
menos fue el primero en utilizarla por escri- «The Prevention of Literature», CEJL, vol.
to— en un artículo titulado «You and the IV, p. 63. En la era soviética, en los países
Atom Bomb» (1945), CEJL, vol. IV, p. 9. comunistas circulaba un chiste con un decidi-
do sabor orwelliano: «Bajo el comunismo
17
En esto se parecen mucho a los cristianos, solo el futuro es seguro; el pasado siempre
que históricamente han mostrado una marca- está cambiando» (citado por G. Warren Nut-
da tendencia a pelearse a muerte por las mi- ter, The Strange World of Ivan Ivanov [Nueva
nucias doctrinarias más insignificantes. York: World Publishing Co., 1969], p. 22).
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de que Oceanía siempre fue enemigo de ble que nos estemos acercando a una épo-
Estasia y nunca fue enemigo de Eurasia. ca en la que dos más dos será igual a cin-
En el Ministerio de la Verdad también se co si el Líder así lo afirma».20 En otro
alteran fotografías y los archivos públicos corto ensayo de 1941 titulado «Literature
se reescriben para borrar referencias a and Totalitarianism», Orwell expresó de
personas que el Partido ha decidido eli- este modo su preocupación por la pérdida
minar de la historia. de libertad de pensamiento bajo los regí-
menes totalitarios reales:
En el mundo de 1984 las condiciones
de vida son muy malas, pero en las noti- El totalitarismo ha abolido la libertad de
cias que constantemente se trasmiten por pensamiento hasta unos límites inauditos
las pantallas televisivas se exageran bur- en cualquier época anterior. Y es impor-
damente las cifras de producción para tante que comprendamos que este control
crear la impresión de una economía pu- del pensamiento no solo es negativo, sino
también positivo. No solo nos prohíbe
jante y eficiente, cuando la realidad es expresar —e incluso tener— ciertos pen-
todo lo contrario.19 La «verdad» es un samientos, sino que también nos dicta lo
concepto muy elástico y maleable, y que debemos pensar, nos crea una ideolo-
cuando cambia la verdad oficial —lo cual gía, y trata de gobernar nuestra vida emo-
sucede todo el tiempo— los ciudadanos cional al mismo tiempo que establece un
están mentalmente entrenados para cam- código de conducta. En la medida de lo
biar de inmediato sus convicciones y posible nos aísla del mundo exterior, nos
creencias, sin cuestionar nunca los pro- encierra en un mundo artificial en el que
nunciamientos oficiales, ya que en este carecemos de criterios de comparación.
mundo la noción de una verdad objetiva El Estado totalitario trata, en todo caso,
es un concepto incomprensible. El control de controlar los pensamientos y las emo-
ciones de sus súbditos tan completamente
sobre la realidad es total —de hecho, la como controla sus acciones.21
«realidad» no es lo que realmente sucede,
sino lo que el Ministerio de la Verdad Orwell había percibido que el totalitaris-
dice que sucede. mo era un fenómeno político esencial-
mente nuevo, con características que lo
Aunque el mundo de 1984 es ficticio, diferenciaban de otras formas de tiranía y
esta descripción de un gobierno basado despotismo. En el pasado también se li-
en la mentira institucionalizada se basa en mitaba la libertad de expresión, y los des-
tendencias reales que Orwell había obser- potismos tradicionales también muchas
vado y explicado por escrito desde mucho veces imponían por la fuerza sus propias
antes. Por ejemplo, ya en 1939 Orwell «verdades» dogmáticas, pero con la gran
había escrito lo siguiente: «Es muy posi- diferencia de que en el pasado estas orto-
doxias oficiales eran inmutables (o por lo
19
Las televisiones en Oceanía trasmiten en
ambas direcciones, y por tanto tienen un do-
20
ble propósito: no solo sirven para trasmitir la Esto lo escribió Orwell en una reseña del
propaganda del Partido, sino también para libro Power: A New Social Analysis, por Ber-
vigilar a los ciudadanos, y no se pueden apa- trand Russell (CEJL, vol. I, p. 376). La famo-
gar nunca. (Un detalle curioso es que, aunque sa escena en la que Winston Smith es obliga-
en Oceanía el sistema económico es decrépito do a aceptar que 2 + 2 = 5 es por supuesto
y mediocre y todo funciona mal, las televi- uno de los momentos culminantes de 1984.
siones no obstante se basan en una tecnología
21
muy eficiente y nunca fallan.) CEJL, vol. II, p. 135.
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menos cambiaban muy gradualmente). él escribía. (Un detalle fascinante, por


Bajo el totalitarismo, en cambio, la ver- cierto, es que el artículo del cual hemos
dad oficial cambia arbitrariamente y se- tomado estas dos citas se publicó el 19 de
gún los caprichos de quien detenta el po- junio de 1941, es decir, tres días antes de
der. Esto introduce un elemento adicional la invasión alemana a la Unión Soviética,
de incertidumbre que no existía en el des- que puso fin al pacto de no-agresión
potismo tradicional. Por ejemplo, compa- acordado entre Hitler y Stalin en 1939.)
rando el totalitarismo moderno con el
dogmatismo impuesto por la Iglesia me- La permanente transformación del pa-
dieval, Orwell observa: sado hace que la mentira se vuelva abso-
lutamente necesaria. Esta idea de que un
En la Europa medieval la Iglesia dictaba gobierno totalitario se basa en la mentira
lo que debíamos creer, pero por lo menos sistemática fue una de las lecciones que
nos permitía conservar las mismas creen- Orwell aprendió de su experiencia en
cias desde el nacimiento hasta la muerte. España. Reflexionando sobre esta expe-
No nos decía que creyésemos una cosa el riencia en un ensayo titulado «Looking
lunes y otra distinta el martes …. Pues
Back on the Spanish Civil War» (1942),
bien, con el totalitarismo ocurre exacta-
mente lo contrario. La peculiaridad del comentó:
Estado totalitario es que, si bien controla
el pensamiento, no lo fija. Establece En mi juventud me di cuenta de que los
dogmas incuestionables y los altera de un periódicos nunca informan correctamente
día para otro. Necesita los dogmas, pues- sobre evento alguno, pero en España, por
to que requiere absoluta obediencia por primera vez, vi reportajes periodísticos
parte de sus súbditos, pero no puede evi- que no guardaban la menor relación con
tar los cambios, que vienen dictados por los hechos, ni siquiera la relación implíci-
las necesidades de la política del poder. ta en una mentira común y corriente. Vi
Se auto-proclama infalible, y al mismo reportajes sobre grandes batallas donde
tiempo ataca el concepto mismo de ver- no hubo enfrentamiento alguno, y silen-
dad objetiva. Para tomar un ejemplo bur- cio total sobre acciones en las que cientos
do y obvio, hasta septiembre de 1939 to- de hombres habían muerto. Vi tachados
do alemán tenía que contemplar el bol- como cobardes y traidores a soldados que
chevismo ruso con horror y aversión, y habían combatido valerosamente, y otros
desde septiembre de 1939 lo tiene que que jamás dispararon un solo tiro saluda-
contemplar con admiración y afecto. Si dos como héroes de victorias imaginarias;
Rusia y Alemania entran en guerra, como y vi cómo los periódicos de Londres di-
bien podría ocurrir en los próximos años, fundían estas mentiras y cómo ávidos in-
tendrá lugar otro cambio igualmente vio- telectuales construían superestructuras
lento. La vida emocional de los alemanes, emocionales sustentadas en eventos que
sus afinidades y sus odios, tienen que re- nunca ocurrieron. Vi, de hecho, cómo la
vertirse de la noche a la mañana cada vez historia se escribía, no en términos de lo
que sea necesario.22 que había ocurrido, sino en términos de lo
que debería haber ocurrido de acuerdo
El paralelo con lo que sucede en el ima- con las «directrices del partido».23
ginario estado de Oceanía es exacto, y en
cierto modo lo que Orwell relata en la 23
CEJL, vol. II, pp. 256-57. Compárese el
novela es una simple parodia de eventos párrafo citado con el siguiente pasaje en
que realmente ocurrían en la época en que 1984: «Lo más curioso era —pensó Winston
mientras reajustaba las cifras del Ministerio
22
Ibid., p. 136. de la Abundancia— que ni siquiera se trataba
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La consecuencia lógica de esta tendencia la existencia misma de una verdad objeti-


es justamente el mundo descrito en 1984: va (…) Una sociedad totalitaria que lo-
«un mundo de pesadilla en el que el Lí- grara perpetuarse probablemente estable-
der, o alguna clase gobernante, controla cería un sistema de pensamiento esquizo-
no solo el futuro, sino también el pasa- frénico, en el que las leyes del sentido
común se mantendrían válidas para la vi-
do».24 Sobre este mismo tema, en otro da cotidiana y en ciertas ciencias exactas,
ensayo pre-1984 titulado «The Prevention pero serían ignoradas por los políticos y
of Literature» (1946), Orwell observó: por los historiadores y sociólogos. Ya
hoy en día hay muchísimas personas que
El totalitarismo exige, de hecho, la altera- considerarían escandaloso falsificar un
ción continua del pasado, y en el largo texto científico, pero que no ven mal al-
plazo probablemente requiere descreer en guno en falsificar un hecho histórico. Es
en la intersección de la literatura y la po-
lítica donde el totalitarismo ejerce su ma-
de una falsificación. Era, sencillamente, la yor presión sobre el intelectual. Las cien-
sustitución de un tipo de tonterías por otro. cias exactas no están, de momento, ame-
La mayor parte del material que allí maneja- nazadas al mismo grado. Esto explica en
ban no tenía relación alguna con el mundo parte por qué en todos los países es más
real, ni siquiera la conexión contenida en una fácil para los científicos que para los es-
mentira directa. Las estadísticas eran tan critores alinearse con sus respectivos go-
fantásticas en su versión original como en la biernos.25
rectificada. En la mayor parte de los casos,
tenía que sacárselas el funcionario de su ca-
25
beza. Por ejemplo, las predicciones del Mi- CEJL, vol. IV, pp. 63-64. Orwell se equivo-
nisterio de la Abundancia calculaban la pro- có en sus apreciaciones sobre la relativa au-
ducción de botas para el trimestre venidero tonomía de las ciencias naturales bajo un
en ciento cuarenta y cinco millones de pares. régimen totalitario, y su error consistió en
Pues bien, la cantidad efectiva fue de sesenta subestimar el grado de auto-engaño que in-
y dos millones de pares (…) Sin embargo, ducen los regímenes de este tipo. El hecho es
Winston, al modificar ahora la “predicción”, que en la Rusia de Stalin todas las disciplinas
rebajó la cantidad a cincuenta y siete millo- académicas —incluyendo las ciencias natura-
nes, para que resultara posible la habitual les— se vieron afectadas por la constante
declaración de que se había superado la cuo- necesidad de mantener en todo momento una
ta. En todo caso, sesenta y dos millones no se fachada de corrección ideológica. El caso
acercaba a la verdad más que los cincuenta y más notorio y aberrante fue el desastroso
siete millones o los ciento cuarenta y cinco. control de las ciencias biológicas (y espe-
Lo más probable es que no se hubieran pro- cialmente la genética) por parte de un cientí-
ducido botas en absoluto. Nadie sabía en ficamente inepto pero políticamente hábil
definitiva cuánto se había producido ni le charlatán llamado Trofim Lysenko. (Sobre el
importaba. Lo único de que se estaba seguro «caso Lysenko» véase Christopher Yoder,
era de que cada trimestre se producían sobre «Science vs. Ideology: The Case of Lysen-
el papel cantidades astronómicas de botas ko», Intercollegiate Review, 8 [1972]: 45-51,
mientras que media población de Oceanía iba Jeremy Bernstein, «Lysenko: Enemies of the
descalza. Y lo mismo ocurría con todos los People», en Experiencing Science [Nueva
demás datos, importantes o minúsculos, que York: Basic Books, 1978], pp. 133-42 y Al-
se registraban. Todo se disolvía en un mundo fonso Martínez Ruiz, «Paladines de la liber-
de sombras en el cual incluso la fecha del año tad y mártires de la ciencia: El trágico destino
resultaba incierta» (1984 [México: Editorial de los genetistas rusos», en Sergio Sarmiento
Planeta Mexicana, 1999], pp. 48-49). (ed.), Octavo Concurso “Caminos de la Li-
bertad”: Memorias [México: Fomento Cultu-
24
CEJL, vol. II, p. 259. ral Grupo Salinas, 2014], pp. 54-89.)
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Aquí se aprecia un incipiente desarrollo argumentos que son demasiado brutales


del fenómeno que en 1984 se describe tan para la mayoría de los seres humanos, y
magistralmente bajo el concepto del «do- que tampoco casan con los objetivos de-
ble-pensar». clarados de los partidos políticos. Por eso,
el lenguaje político ha de consistir, sobre
todo, en eufemismos, en interrogantes y
Hacia el final de su vida, la relación en nebulosas vaguedades. Se bombardean
entre lenguaje y política llegó a ser el aldeas indefensas desde el aire, sus habi-
tema central de sus preocupaciones. Or- tantes son expulsados al campo, se ame-
well pensaba que las tendencias políticas tralla al ganado y a las chozas se les pega
de su tiempo estaban teniendo una in- fuego con balas incendiarias: a esto se le
fluencia negativa sobre el lenguaje, espe- llama «pacificación». Se despoja a millo-
cialmente sobre el lenguaje escrito, lo nes de campesinos de sus parcelas y se
cual a su vez tendría el efecto de empo- les envía a pie por la carretera provistos
brecer la calidad de la discusión pública, tan solo de lo que pueden llevar encima: a
reforzando la tendencia hacia el totalita- esto se le llama «transferencia de pobla-
rismo político. Estas ideas las articuló en ciones» o «rectificación de fronteras». Se
encarcela a las personas por años, sin
un ensayo titulado «Politics and the En- previo juicio, o se les pega un tiro en la
glish Language» (1946), donde argumen- nuca, o se las manda a morir de escorbuto
tó que el lenguaje político tiene un efecto en los campos de trabajos forzados del
corruptor sobre el lenguaje cotidiano, ya Ártico: a esto se le llama «eliminación de
que el discurso político incorpora la hipo- elementos no confiables». Semejante fra-
cresía y el cinismo casi por definición: el seología es necesaria cuando queremos
lenguaje político, dice Orwell, tiene como llamar a las cosas de un modo que no
propósito «hacer que las mentiras parez- evoque imágenes mentales.27
can verdades y el asesinato respetable, y
darle aspecto de solidez a lo que solo es Esta verborrea, con abundancia de pleo-
viento».26 Puesto que la intención no es nasmos, neologismos, abreviaciones y a-
expresar la verdad sino ocultarla, el len- crónimos, es por supuesto una caracterís-
guaje utilizado es necesariamente vago y tica del lenguaje burocrático, pero tam-
carente de contenido específico. La falta bién del lenguaje político partidario, ya
de sinceridad y de franqueza se auto- que la política partidaria requiere el ape-
perpetúa y la claridad del lenguaje va go a ciertas ortodoxias, y «la ortodoxia,
declinando a medida que quienes escriben sea del color que sea, parece exigir un
políticamente se acostumbran a ocultar estilo inerte, puramente imitativo».28 El
sus intenciones detrás de eufemismos y problema es que este lenguaje es conta-
frases rebuscadas: gioso, y según Orwell ya había «infecta-
do» incluso a quienes no tienen intencio-
En nuestro tiempo el lenguaje político, nes de mentir o de ocultar la verdad. La
tanto oral como escrito, es en gran medi- decadencia del lenguaje político ya había
da la defensa de lo indefendible. Hechos afectado el lenguaje cotidiano, y hoy en
como la prolongación del dominio britá- día es más fácil, argumenta Orwell, pen-
nico en la India —o las purgas y deporta- sar en mal inglés (y en mal castellano
ciones en Rusia, o el lanzamiento de las también, podemos agregar) porque el
bombas atómicas sobre Japón— pueden lenguaje ha decaído, y la decadencia del
defenderse, sin duda, pero solo mediante
27
26
Ibid., p. 136.
«Politics and the English Language», CEJL,
28
vol. IV, p. 139. Ibid., p. 135.
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lenguaje hace que sea más fácil tener fuera el deseado por el Partido. Orwell
pensamientos «tontos», lo que retro- ofrece como ejemplo la palabra «libre»,
alimenta el proceso: «Un hombre puede que aún se usaba en neolengua, pero solo
darse a la bebida porque se considera un en afirmaciones como «este perro está
fracasado, y entonces fracasar aún más libre de piojos», o «este prado está libre
porque se dio a la bebida. Algo semejante de malezas»:
ocurre con la lengua inglesa. Se vuelve
fea e inexacta porque nuestros pensa- No se podía usar en su viejo sentido de
mientos rayan en la estupidez, pero el «políticamente libre» o «intelectualmente
desaliño de nuestro lenguaje nos facilita libre», ya que la libertad política e inte-
tener pensamientos estúpidos».29 Para Or- lectual ya no existían como conceptos y
por lo tanto necesariamente no tenían
well, la manipulación lingüística causa
nombres.31
confusión mental y empobrece el debate
político.
La eliminación de palabras era tam-
bién parte importante de este proyecto:
En 1984 estas preocupaciones toman
«Aparte de la supresión de palabras defi-
un giro de pesadilla. A fin de afianzar su
nitivamente heréticas, la reducción del
control sobre la población, los dirigentes
vocabulario se consideraba como un obje-
del Partido deciden crear la «neolengua»
tivo deseable por sí mismo, y no sobrevi-
(Newspeak), un idioma deliberadamente
vía ninguna palabra de la que se pudiera
diseñado para impedir cualquier forma de
prescindir. La finalidad de la neolengua
pensamiento independiente. El apéndice
no era aumentar, sino disminuir el ámbito
sobre «Los principios de neolengua» ex-
del pensamiento, objetivo que podía con-
plica la teoría que fundamenta las prácti-
seguirse reduciendo el número de pala-
cas descritas por Orwell en la parte narra-
bras al mínimo indispensable».32
tiva de la novela. La intención de los di-
señadores de la nueva lengua no solo es
En 1984 el uso de la neolengua en el
proporcionar un medio para expresar la
habla cotidiano era aún parcial, y se espe-
correcta forma de pensar sino también (y
raba que la desaparición total de la vieja
más que todo) «imposibilitar otras formas
lengua tardaría varias décadas. Esto se
de pensamiento»:
proyectaba para el año 2050, y se pensaba
Lo que se pretendía era que una vez la que para entonces la expresión de opinio-
neolengua fuera adoptada de una vez por nes heterodoxas sería prácticamente im-
todas y la vieja lengua olvidada, cual- posible. Tales expresiones serían grama-
quier pensamiento herético, es decir, un ticalmente correctas, pero carecerían de
pensamiento divergente de los principios sentido, y no podrían ser explicadas por
del [partido], fuera literalmente impensa- medio de un argumento racional, ya que
ble, o por lo menos en la medida en que los promotores de tales opiniones no dis-
el pensamiento depende de las palabras.30 pondrían de las palabras necesarias. Una
vez desaparecida la vieja lengua, quedaría
Para lograr esto, había que introducir disuelto el último tenue vínculo con el
nuevas palabras, y desligar de las pala- pasado:
bras viejas cualquier significado que no

29 31
Ibid., pp. 127-28. Ibid., p. 294.
30 32
1984, p. 293. Ibid.
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La historia ya se había reescrito, pero al- propios, que al principio comparte úni-
gunos fragmentos de la vieja literatura camente con su diario personal. (Poseer
sobrevivían aquí y allá, imperfectamente un diario personal es de por sí un acto
censurados, y mientras persistiera el co- criminal en 1984.) Más tarde es contacta-
nocimiento de la vieja lengua era posible do por un miembro del Partido llamado
leerlos. En el futuro tales fragmentos, in-
O’Brien, quien lo introduce a «La Her-
cluso si sobrevivieran, serían ininteligi-
bles e intraducibles (…) La literatura an- mandad», un ultra-secreto grupo subver-
terior a la Revolución solo podía estar su- sivo compuesto por seguidores de un es-
jeta a una traducción ideológica, o sea, a critor proscrito llamado Emmanuel Gold-
una alteración tanto de las palabras como stein, autor de un libro titulado Teoría y
del sentido.33 práctica del colectivismo oligárquico, el
cual leen y discuten clandestinamente.
Winston y su amante, Julia, sin em-
El futuro como pesadilla bargo, son capturados por la policía se-
creta, y son obligados bajo tortura a con-
fesar crímenes (tanto reales como ficti-
Cuando miras largo tiempo un abismo, tam- cios) y a delatarse mutuamente. O’Brien
bién este mira dentro de ti. resulta ser un agente de la policía secreta
cuya misión es descubrir y neutralizar a
— Friedrich Nietzsche, potenciales enemigos del Partido, y admi-
Más allá del bien y del mal, §146 (1886) te haberlos engañado deliberadamente.
Luego en largas conversaciones explica
Winston Smith empieza gradualmente a las motivaciones reales del Partido:
desarrollar dudas acerca del sistema en
que vive y, también, a tener pensamientos «El Partido quiere tener el poder por
amor al poder mismo. No nos interesa el
33
Ibid., p. 304. En la parte narrativa de la bienestar de los demás; solo nos interesa
novela, la explicación más elocuente y entu- el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la
siasta de los logros del proyecto y sus metas longevidad ni la felicidad; solo el poder,
últimas viene de boca de un funcionario del el poder puro (…) Sabemos que nadie se
Ministerio de la Verdad llamado Syme: «Ha- apodera del mando con la intención de
cia el año 2050, quizá antes, habrá desapare- dejarlo. El poder no es un medio, sino un
cido todo conocimiento efectivo del viejo fin en sí mismo. No se establece una dic-
idioma. Toda la literatura del pasado habrá tadura para salvaguardar una revolución;
sido destruida. Chaucer, Shakespeare, Milton, se hace la revolución para establecer una
Byron (…) solo existirán en versiones neo- dictadura. El objeto de la persecución no
lingüísticas, no solo transformados en algo es más que la persecución misma. El ob-
diferente, sino convertidos en lo contrario de jeto de la tortura es la tortura. El objeto
lo que eran (…) Todo el clima del pensa- del poder es el poder. ¿Empiezas a enten-
miento será distinto. En realidad, no habrá derme?»34
pensamiento en el sentido en que ahora lo
entendemos. La ortodoxia significa no pen-
A lo largo de la novela O’Brien es pre-
sar, no necesitar el pensamiento. La ortodoxia sentado como un individuo sumamente
es la inconsciencia» (p. 60). «Uno de estos inteligente, pero aquí se revela también
días», piensa Winston, «Syme será vaporiza- como un cínico y un sádico:
do. Es demasiado inteligente. Ve las cosas
con demasiada claridad y habla con demasia- «Somos los sacerdotes del poder», dijo
da franqueza. Al Partido no le gustan estas
34
gentes. Uno de estos días desaparecerá». Ibid., p. 257.
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(…) «Ya es hora de que tengas una idea La versión de O’Brien


de lo que el poder significa (…) El ver-
dadero poder, el poder por el que tenemos
que luchar día y noche, no es poder sobre «Si quieres hacerte una idea de cómo será el
las cosas, sino sobre los hombres (…) El futuro, figúrate una bota aplastando un ros-
poder radica en infligir dolor y humilla- tro humano… para siempre» (1984).
ción. El poder está en la facultad de hacer
pedazos los espíritus y volverlos a cons- Es una imagen horrenda, de pesadilla, y
truir dándoles nuevas formas elegidas por
como literatura es sumamente efectiva ya
ti. ¿Empiezas a ver qué clase de mundo
estamos creando? Es lo contrario, exac- que logra su propósito a la perfección y
tamente lo contrario de esas estúpidas es poco probable que un lector sensible la
utopías hedonistas que imaginaron los an- olvide jamás. Felizmente, sin embargo, la
tiguos reformadores. Un mundo de mie- pesadilla de Orwell de un mundo entero
do, de traición y de tormento, un mundo sometido al totalitarismo nunca se llegó a
de pisotear y ser pisoteado, un mundo que materializar, y hay por lo menos dos bue-
se hará cada día más despiadado. El pro- nas razones para suponer que nunca po-
greso de nuestro mundo será la consecu- dría llegar a materializarse.
ción de más dolor. Las antiguas civiliza-
ciones sostenían basarse en el amor o en Un primer problema con la visión de
la justicia. La nuestra se funda en el odio. Orwell es que no es creíble en términos
En nuestro mundo no habrá más emocio- psicológicos. De hecho, la explicación
nes que el miedo, la rabia, el triunfo y el que da O’Brien sobre las «verdaderas»
auto-rebajamiento. Todo lo demás lo des- motivaciones de los gobernantes de
truiremos, todo. Ya estamos suprimiendo
Oceanía solo tiene sentido si suponemos
los hábitos mentales que han sobrevivido
de antes de la Revolución (…) No habrá que 1) son las opiniones personales de
lealtad; no existirá más fidelidad que la O’Brien, y 2) O’Brien es un desquicia-
que se debe al Partido, ni más amor que do.36
el amor al Gran Hermano. No habrá risa,
excepto la risa triunfal cuando se derrota Esta es una debilidad de la obra que
a un enemigo. No habrá arte, ni literatura, ya había sido señalada desde hace mucho
ni ciencia. No habrá ya distinción entre la tiempo por varios autores. Isaac Deut-
belleza y la fealdad. Todos los placeres scher, por ejemplo, pensaba que había un
serán destruidos. Pero siempre, no lo ol- elemento falso —o por lo menos invero-
vides, Winston, siempre habrá el afán de símil— en esta descripción de la motiva-
poder, la sed de dominio, que aumentará ción subyacente del totalitarismo.37 Geor-
constantemente y se hará cada vez más ge Kateb simpatizaba con Orwell, pero
sutil. Siempre existirá la emoción de la reconocía que Deutscher tenía razón al
victoria, la sensación de pisotear a un
enemigo indefenso».35
36
Otra posibilidad sería suponer que el des-
En la etapa final de su «reeducación quiciado es el propio Orwell, aunque me
política», Winston, quien padece de mu- resisto a creer que 1984 sea, como afirma
sofobia, es confrontado con una jauría de Rayner Heppenstall, «la obra de un demente»
ratas hambrientas, y entra en pánico gri- («A Blurred Portrait: Crick’s Orwell», En-
tando: «¡Háganselo a Julia!» counter, 56 (2-3) [1981], p. 79).

Su derrota es total y absoluta. Isaac Deutscher, «1984 — The Mysticism


37

of Cruelty», en Heretics and Renegades and


Other Essays (Indianapolis, IN: Bobbs-
35
Ibid., pp. 258-61. Merrill Co., 1969), pp. 35-50.
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cuestionar la explicación de Orwell sobre do pedir», señala Kateb, «que creamos


las verdaderas motivaciones del Gran que incluso en un futuro lejano, bajo con-
Hermano y sus secuaces: diciones aún más propicias para la male-
volencia, una clase dominante pueda nu-
Atribuir a los políticos un amor por el trirse solo de odio, que pueda vivir sin
poder es un lugar común; insistir que este alguna otra fuente de energía o mentira o
amor [por el poder] (…) a menudo toma auto-engaño, sin algún rastro de (perver-
formas malévolas casi no encontraría tida) humanidad».40
oposición. Pero Orwell va más allá; más
allá del realismo pragmático, más allá del
cinismo, más allá del temor que normal- En cierto momento de la novela
mente inspiran los hombres con poder Winston Smith llega a pensar que entien-
(…) [Para Orwell] el poder es el sadismo; de los mecanismos del poder. Entiende
y el sadismo es suficiente, por sí mismo, cómo el Partido logra afianzar su control
para sustentar a las élites del mundo en su sobre la población, pero lo que no entien-
incansable actividad.38 de es el porqué.41 Y nunca lo llega a en-
tender porque justamente cuando está por
Según Kateb, este elemento de sadismo empezar a leer el capítulo del libro de
gratuito (lo que Deutscher llamaba «el Goldstein que trata sobre este tema, es
misticismo de la crueldad») le resta cre- capturado por la policía secreta. A los
dibilidad a la visión orwelliana: lectores de 1984 lo único que se nos pro-
porciona es la versión de O’Brien, que
La mente se rebela (…) el sentido común como hemos visto, es problemática: se-
nos impide aceptar el sadismo como
gún O’Brien los hombres quieren tener
constante y suficiente fuente de acción
control sobre otros hombres para hacerlos
por parte de millones de hombres, hora
tras hora, año tras año. No hay ninguna sufrir. Pero nunca se nos explica por qué
experiencia histórica que lo respalde. El quieren hacerlos sufrir. Al final del día,
peor de los nazis se inspiraba en algo más Orwell no logra explicar convincente-
que la simple crueldad. En la medida en mente por qué los políticos quieren tener
que podamos tratar, en abstracto, la cues- poder sobre otras personas. Al tratar de
tión de la motivación política, tenemos penetrar en la esencia del totalitarismo,
que concluir que el núcleo central de Orwell visualizó un Estado totalitario
1984 es poco firme.39 «químicamente puro», desprovisto de
cualquier residuo ideológico, pero al ha-
Lord Acton señaló famosamente que «el cerlo en realidad empobreció su descrip-
poder tiende a corromper, y el poder ab- ción, ya que, como han comentado mu-
soluto corrompe absolutamente», y sin chos otros analistas del fenómeno, un
duda tenía razón. Pero incluso en el peor gobierno totalitario en realidad es insepa-
régimen imaginable es psicológicamente rable de la ideología que lo sustenta. Esta
dudoso suponer que el sadismo per se fue la conclusión, por ejemplo, de Han-
pueda servir como sustento ideológico nah Arendt, quien dedicó una buena parte
para miles y miles de funcionarios y du- de su vida a estudiar los orígenes del tota-
rante muchas generaciones. «Es demasia- litarismo:

38
George Kateb, «The Road to 1984», Poli- La agresividad del totalitarismo no pro-
tical Science Quarterly, 81 (1966), pp. 565-
40
66. Ibid., p. 579.
39 41
Ibid., p. 566. 1984, p. 86.
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cede del anhelo por el poder, y si trata fe- El segundo problema con el «mode-
brilmente de extenderse, no es por el de- lo» de Orwell tiene que ver con sus fun-
seo de expansión per se ni por el afán de damentos económicos. Orwell no era
lucro, sino solo por razones ideológicas: economista y sus conocimientos de eco-
crear un mundo coherente, demostrar la nomía eran muy pobres.44 Orwell pensaba
validez de su respectivo supersentido.42
que un sistema económico centralmente
planificado era más eficiente que un sis-
Al menos así lo ha sido hasta ahora. Co-
tema capitalista, y esto es lo que lo hacía
mo señala Irving Howe, «ninguna clase
suponer que el mundo se estaba movien-
gobernante moderna ha podido prescindir
do en esa dirección: «No es seguro que el
de una ideología. Todas han sentido la
socialismo sea en todo sentido superior al
imperiosa necesidad de racionalizar su
capitalismo, pero sí es seguro que, a dife-
poder, de proclamar algún admirable ob-
rencia del capitalismo, puede resolver los
jetivo para justificar actos detestables.
problemas derivados de la producción y
Tampoco es mera timidez o hipocresía;
el consumo (…) El Estado simplemente
los gobernantes de una sociedad moderna
calcula cuáles bienes serán necesarios y
no podrían sobrevivir sin algún grado de
hace lo posible por producirlos».45 Así de
creencia sincera en sus propias proclama-
simple.
ciones. Se aferran a las ideologías no solo
para ganar adeptos, sino para reforzar su
En esto, sin embargo, Orwell estaba
propia autoestima psicológica y moral».43
completamente equivocado. El hecho es
que la asignación de recursos bajo una
42
Hannah Arendt, The Origins of Totalitari- economía centralmente planificada es
anism (Nueva York: Harcourt, Brace and necesariamente menos eficiente que bajo
Co., 1951), p. 432. Véase también Wayne
una economía capitalista basada en un
Allen, «A Novel Form of Government: Han-
nah Arendt on Totalitarianism», Political sistema de precios, y esto es lo que expli-
Science Reviewer, 16 (1986): 237-80. ca el colapso de las economías comunis-
tas que se produjo a fines de los años
43
Howe, «Orwell: History as Nightmare», ochenta. Orwell en 1984 describe las
p. 249. Esto sigue siendo cierto, incluso condiciones económicas en Oceanía co-
cuando la ideología se ha convertido en una mo bastante malas (y presumiblemente lo
mera fachada en la que nadie realmente cree. mismo sucedía en los otros dos estados
Continúa observando Howe: «En privado rivales), y su descripción coincide bastan-
muchos burócratas rusos podrían considerar te bien con las condiciones de vida que
su vocabulario marxista como una farsa útil; realmente existieron bajo los sistemas
pero deben seguir aferrándose a la vaga supo-
sición de que su conducta política se basa en
alguna forma de legitimidad. Si no fuera así, sigue apelando a los símbolos de la antigua
para la clase gobernante totalitarista sería ideología maoísta-marxista para justificar su
cada vez más difícil, quizá imposible, mante- poder.
ner su moral. Se ablandarían, se corromperían
44
de diversas maneras, perderían el fanatismo Para una discusión más extensa del pensa-
que es esencial para su supervivencia». Esto miento económico de Orwell véase Jennifer
lo escribió Howe en los años cincuenta, pero Roback, «The Economic Thought of George
mutatis mutandis hay un obvio paralelo con Orwell», American Economic Review, 75
lo que sucede hoy en día con el moderno (1985): 127-32.
«comunismo» chino. China ya no es un país
45
totalitario, como en los tiempos de Mao, pero «The Lion and the Unicorn» (1941), CEJL,
sigue dominada por un partido único que vol. II, pp. 79-80.
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económicos comunistas que prevalecie-


ron durante la segunda mitad del siglo
ser evaluado ni de antemano ni retrospecti-
XX. Orwell se equivocaba, sin embargo,
vamente. Todo es un tanteo a oscuras (…)
en su explicación del porqué de estas Donde no existe mercado libre, no existe
malas condiciones de vida. En la novela mecanismo de precios; sin mecanismo de
él postula que esto se debe al elevado precios, no existe cálculo económico» («Eco-
consumo de recursos debido a la situa- nomic Calculation in the Socialist Common-
ción de guerra permanente en que se en- wealth» [1920], en F. A. Hayek, ed., Collec-
contraban los tres estados. La implica- tivist Economic Planning [Londres: Routled-
ción, por supuesto, es que si no fuera por ge, 1935], pp. 105-11). Aunque el socialismo
este gran desperdicio de recursos en gas- en principio implica la abolición de la eco-
tos bélicos habría abundancia para todos. nomía de mercado, en la práctica el mercado
El hecho, sin embargo, es que una eco- nunca estuvo completamente ausente de las
economías socialistas, y algunos consideran
nomía centralmente planificada como la
que la presencia de estas economías paralelas
que describe Orwell en 1984 simplemente contribuyó a evitar la paralización total de la
no podría generar abundancia económica economía soviética y las de otros países so-
y un nivel de vida decente ya que en sis- cialistas. (Sobre las características de la «se-
temas de este tipo los recursos disponi- gunda economía» soviética y sus relaciones
bles son desperdiciados por la misma con la economía «oficial» véase Gregory
ineficiencia del sistema económico. No Grossman, «The “Second Economy” of the
podría haber un Estado totalitario a nivel USSR», en Morris Bornstein, ed., The Soviet
mundial porque tarde o temprano un Es- Economy: Continuity and Change [Boulder,
tado de ese tipo colapsaría por su propia CO: Westview Press, 1982], pp. 71-96. En el
ineficiencia económica. Esto es lo que mundo de 1984 también existe un mercado
negro para bienes de consumo, aunque no
predice la teoría económica relevante, y
resulta claro si hay nexos significativos entre
esto es exactamente lo que sucedió en los esta economía paralela y la economía oficial,
países del bloque soviético.46 centralmente planificada.) Lo que las econo-
mías comunistas reales producían en cantida-
46
Ludwig von Mises señaló el problema teó- des industriales eran estadísticas muy deta-
rico del socialismo en 1920: 1) La asignación lladas sobre impresionantes logros producti-
eficiente de recursos requiere «cálculo eco- vos, pero estas cifras eran tan confiables y
nómico», esto es, tiene que haber una forma veraces como las del Ministerio de la Verdad
de comparar los costos y beneficios de cual- en 1984, y estaban sujetas a revisión constan-
quier actividad económica, y el cálculo eco- te para garantizar el pleno cumplimiento de
nómico requiere precios, tanto para los bie- las metas programadas. A pesar de esto, en la
nes de consumo como para los insumos y los mayoría de los textos de economía occidenta-
factores de producción; 2) para que haya les se aceptaban estas cifras sin mayor escru-
precios, debe haber un mercado, y para que tinio, y por esto persistió el mito del poderío
haya mercado, debe haber propiedad privada económico soviético hasta muy entrados los
sobre los bienes intercambiados; 3) bajo un años ochenta (véase David M. Levy y Sandra
sistema socialista no puede haber propiedad J. Peart, «Soviet Growth and American Text-
privada en los medios de producción (i.e., books: An Endogenous Past», Journal of
bienes de capital y recursos naturales), y por Economic Behavior and Organization, 78
tanto no puede haber precios para estos bie- [2011]: 110-25). Sobre las características y
nes. Concluye Mises: «Por tanto, en un Esta- problemas de la economía soviética hacia
do socialista (…) no puede haber economía finales de los años ochenta véase Richard E.
—en nuestro sentido del término (…) en el Ericson, The Soviet Union, 1979-1990 (San
Estado socialista todo cambio económico Francisco: International Center for Economic
constituye un proyecto cuyo éxito no puede Growth, 1990).
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59
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Orwell: Ayer y hoy crueles mientras duraron, y exhibieron


muchas de las características que Orwell
pintó en su novela. De hecho, en los paí-
Los que no pueden recordar el pasado están ses comunistas era muy común que los
condenados a repetirlo. súbditos de esas tiranías expresaran
asombro ante la notable intuición psico-
— George Santayana (1905)47
lógica de Orwell sobre la vida cotidiana
Aunque la atribución del totalitarismo al en esos países. Uno de los primeros co-
sadismo per se es inverosímil, una cosa sí mentaristas a este respecto fue el famoso
es cierta: la paranoia anti-totalitaria que escritor polaco Czesław Miłosz:
exhibe Orwell en su novela no era nada (…) puesto que [1984] es un libro difícil
irrazonable en la época que le tocó vivir. de conseguir (y peligroso de poseer), solo
En ese tiempo la amenaza totalitaria era lo conocen ciertos miembros de la cúpula
algo muy real, y se proponía seriamente del Partido. Orwell les fascina por sus in-
el totalitarismo como una «solución» para tuiciones sobre detalles que ellos conocen
los males que aquejaban a las democra- muy bien (…) Incluso los que solo cono-
cias liberales. Solo hay que recordar la cen a Orwell de segunda mano se sor-
famosa frase de Benito Mussolini: «Todo prenden de que un escritor que nunca es-
dentro del Estado, nada fuera del Estado, tuvo en Rusia pueda tener una compren-
sión tan plena de su realidad cotidiana. El
nada contra el Estado».48 hecho de que haya escritores en Occiden-
te que entienden el funcionamiento de la
Nosotros sabemos ahora que estos extraña maquinaria de la cual ellos for-
regímenes no perduraron, pero Orwell man parte los deja perplejos, y contradice
solo conoció la primera mitad del siglo la supuesta «estupidez» de Occidente.49
XX. O sea, lo que conoció en su corta vida
fueron dos guerras mundiales con una En la novela Doctor Zhivago, de Boris
gran depresión mundial intercalada. No Pasternak, uno de los personajes (Dudo-
es nada extraño que su cosmovisión haya rov) comparte unas reflexiones bastante
sido de un pesimismo extremo, ni que orwellianas sobre el régimen estalinista:
haya tenido serias dudas sobre la viabili-
«Pienso que la colectivización fue una
dad de una economía capitalista. Noso- medida errónea y un fracaso, y era impo-
tros podemos darnos el lujo de ser opti- sible admitir el error. Para ocultar el fra-
mistas porque la segunda mitad del siglo caso la gente tuvo que ser curada, por
XX fue mucho mejor que la primera mi- medio del terror, del hábito de pensar y
tad, y tenemos que estar agradecidos por juzgar por sí mismos, y se les tenía que
ello. obligar a ver lo que no existía y afirmar
lo contrario de lo que veían con sus ojos.
Aunque los totalitarismos reales del Esto explica la inaudita crueldad del
siglo XX nunca llegaron a ser tan «tota- tiempo de Yezhov, la promulgación de
les» como los de 1984, sí fueron muy una constitución que nunca pensaban im-
plementar, y la introducción de plebisci-
tos que violaban la noción misma de li-
47
George Santayana, La vida de la razón bertad de elección».50
(Buenos Aires: Editorial Nova, 1958), p. 96.
48
Czesław Miłosz, The Captive Mind (Nueva
49
Citado por A. James Gregor, The Ideology York: Alfred A. Knopf, 1953), p. 42.
of Fascism: The Rationale of Totalitarianism
50
(Nueva York: Free Press, 1969), p. 189. Boris Pasternak, Doctor Zhivago (Nueva
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Las descripciones de las brutalidades del obedecer al Partido y sus líderes, sino que
régimen de Mao en China también mu- deberían hacerlo con entusiasmo y con
chas veces parecen sacadas de las páginas rostros sonrientes (…) Nunca era sufi-
de Orwell: «Sabemos, por supuesto, que ciente someterse a las auto-críticas, sea
no existe libertad de expresión. Pero po- por escrito o en sesiones públicas; los
cuadros del Partido tenían que estar con-
cos [fuera de China] saben que tampoco vencidos de que la crítica era «sincera».
existe libertad de guardar silencio. A los Podría uno admitir los crímenes más ho-
residentes de un estado comunista se les rrendos, pero esto no lo libraría de adi-
obliga a expresar en forma positiva sus cionales tormentos si los inquisidores no
creencias y su lealtad».51 La negación de estaban convencidos de que uno lo decía
la realidad era parte integral del modelo en serio.52
maoísta:
Aunque los grandes totalitarismos del
Si los líderes del Partido deseaban obligar pasado ya son historia, el Gran Hermano
a todos a jurar que el negro era blanco, es tuvo muchos «hermanos menores», y hoy
porque ellos también querían creerlo. en día persisten gobiernos totalitarios con
Mao no quería saber sobre hambrunas o características orwellianas. El caso más
desastres. Cada temporada agrícola tenía notorio es el de Corea del Norte, uno de
que producir cosechas abundantes, cada
los pocos regímenes totalitarios que se
fábrica tenía que mostrar cifras de pro-
ducción siempre crecientes, y cada expe- han mantenido relativamente intactos
rimento científico tenía que mostrar re- después de la muerte de su Gran Líder.
sultados extraordinarios, porque eso es lo De hecho, la dinastía Kim al parecer ha
que él quería oír (…) El radicalismo de logrado establecer allí una monarquía
los proyectos de Mao era tan extremo hereditaria muy estable, parapetada con la
porque él no solo quería copiar el modelo fachada de una ideología marxista muy
soviético de Stalin, sino superarlo. La mi- ortodoxa, con un omnipresente culto a la
seria que esto causaba era consecuencia personalidad del líder y un férreo y abso-
directa de este mundo de fantasía. Las luto control de la información y los me-
cuotas de producción se exageraban ab- dios de comunicación. Este es un fenó-
surdamente, mientras que a la población
meno sin precedentes.53 Por otro lado,
se la exprimía hasta el punto de la inani-
ción. Si los jefes locales no producían las aunque el régimen norcoreano es un fas-
cifras deseadas por el Gran Timonel,
52
ellos mismos sufrirían. La meta principal Buruma, op. cit., pp. 40-41. «¿Eres culpable
de este gran teatro revolucionario era de algo? —[preguntó] Winston—. ¡Claro que
convertir la altamente diversa población soy culpable! —exclamó Parsons—. ¿No
de un país enorme y complejo en una ma- creerás que el Partido puede detener a un
sa regimentada de Nuevos Hombres y hombre inocente?» (1984, p. 228).
Nuevas Mujeres. Estos no solo deberían 53
Los tiranos tradicionales (i.e., no-
totalitarios) muchas veces tratan de pasar el
York: Pantheon, 1958), p. 507. (Nikolai poder de padres a hijos, pero estos intentos
Ivanovich Yezhov fue jefe de la NKVD, la por lo general no son muy exitosos y rara vez
policía secreta estalinista, en los años 1936- duran más de dos generaciones. La dinastía
38.) Kim ya va por su tercera generación. Sobre la
historia reciente de Corea del Norte véase
51
Hu Shih, filósofo chino, citado por Ian Bu- Andrei Lankov, The Real North Korea: Life
ruma, «China: Reeducation through Horror», and Politics in the Failed Stalinist Utopia
New York Review of Books, 61 (1) (2014), (Nueva York: Oxford University Press,
p. 40. 2013).
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61
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tidio permanente para sus vecinos, su países sometidos a gobiernos tiránicos


sistema político definitivamente no es como el de Nicaragua bajo los Somoza
exportable, y es poco probable que pre- (padre e hijo) y la República Dominicana
senciemos una expansión del mismo más bajo Rafael Trujillo. Solo una aplicación
allá de sus fronteras. del «doble-pensar» orwelliano permitía
calificar a estos infortunados pueblos
El caso de Zimbabwe es otro ejemplo como «países libres», pero sus gobernan-
de un gobierno orwelliano, aunque sus tes eran sin duda firmes aliados de Esta-
características no son las de 1984, sino dos Unidos, y por esto mismo recibían el
las de Rebelión en la granja, la otra nove- apoyo del gobierno estadounidense.55 En
la famosa de Orwell. La historia de ese el caso de Anastasio Somoza (padre), el
infortunado país desde el triunfo de la doble-discurso de la política estadouni-
revolución liderada por Robert Mugabe dense se reflejaba en una famosa expre-
(quien recientemente cumplió 90 años de sión atribuida a un presidente de los Esta-
edad, y 35 años como jefe de Estado) es dos Unidos: «Sabemos que es un hijo de
como si estuviera basada casi textualmen- perra, pero es nuestro hijo de perra».56
te en el argumento de esta novela de Or-
well.54
55
La historia de las dictaduras latinoamerica-
Podríamos citar muchos otros ejem- nas es otro tema inagotable, y si bien casi
plos ad nauseam. (Incluso una discusión todas tuvieron un mayor o menor grado de
superficial de las dictaduras personales en apoyo político de Estados Unidos durante la
África sobrepasaría los alcances de este época de la Guerra Fría, por otro lado no
ensayo.) Todos los ejemplos concretos todas fueron establecidas directamente con
ayuda de ese país. La razón de mencionar los
que hemos citado son o han sido tiranías
casos específicos de Nicaragua y la Repúbli-
de izquierda, y los ideólogos de derecha ca Dominicana es que esas dictaduras sí fue-
tienden a suponer que solo los izquierdis- ron creadas explícitamente con el beneplácito
tas son culpables de este tipo de fecho- del gobierno estadounidense, y por muchos
rías. De hecho, debido a su firme anti- años fueron apoyadas incondicionalmente por
comunismo, las obras Orwell fueron rá- Estados Unidos.
pidamente reclutadas como armas en la 56
guerra ideológica contra la Unión Sovié- Franklin D. Roosevelt, citado por la revista
Time, 52 (20) (1948), p. 23. El caso de Tru-
tica. Pero la verdad es que el mensaje de
jillo es interesante porque es uno de los po-
Orwell es meta-ideológico, y sus percep- cos casos históricos de un gobierno no-
ciones sobre la naturaleza del poder polí- izquierdista con características totalitarias.
tico se aplican a cualquier tipo de go- Las típicas dictaduras latinoamericanas res-
bierno, independientemente de su orien- tringieron las libertades políticas, y en mu-
tación política. chos casos cometieron atrocidades, pero ge-
neralmente los alcances de sus intromisiones
Durante la Guerra Fría, por ejemplo, en la vida societaria no sobrepasaban el ám-
Estados Unidos se oponía a los totalita- bito de lo estrictamente político, y tampoco
rismos de izquierda, proyectándose como existía en estos regímenes un generalizado
la potencia líder del llamado «mundo culto a la personalidad del jefe de Estado. En
libre», el cual presumiblemente incluía a el caso de Trujillo, en cambio, el culto a la
personalidad del «Benefactor de la Patria»
rayaba en lo absurdo, llegando al extremo de
54
Véase Philip Barclay, Zimbabwe: Years of rebautizar la capital, Santo Domingo, con el
Hope and Despair (Londres: Bloomsbury, nombre de «Ciudad Trujillo». La megaloma-
2010). nía del Gran Líder alcanzaba grados patoló-
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Todos los gobiernos practican la real- viendo cada vez más «orwelliano» en
politik, y al hacer estas comparaciones no años recientes. Esto se notó especialmen-
estamos insinuando que en la Guerra Fría te durante los años de la administración
los gobiernos de la Unión Soviética y de de George W. Bush, y en la serie de me-
Estados Unidos eran de alguna manera didas adoptadas como respuesta a los
moralmente equivalentes. Pero tampoco ataques terroristas del 9/11. La manera
hay que suponer que las tácticas orwe- como se usó la mentira oficial para justi-
llianas dejan de ser criticables solo por- ficar la invasión de Iraq parece salido del
que las emplea un gobierno con la ideo- Ministerio de la Verdad, y el lenguaje
logía «correcta».57 oficial utilizado durante el manejo de la
ocupación militar de ese país tenía mu-
Aunque nadie podría afirmar seria- chas de las características de la neolengua
mente que Estados Unidos tiene un go- orwelliana («Ocupación = Liberación»).
bierno totalitario —o incluso que podría El gobierno estadounidense llegó a lega-
llegar a tenerlo en un futuro cercano— lizar la tortura como política oficial, bajo
existen señales muy claras de que el go- el eufemismo cuasi-orwelliano de «técni-
bierno estadounidense se ha estado vol- cas de interrogación robustas» (enhanced
interrogation techniques). Estas acciones
gicos, al igual que el servilismo de la élite se justificaron apelando a consideraciones
que lo rodeaba, y el partido trujillista tenía de seguridad nacional, pero muchos ana-
influencia sobre todo aspecto de la vida coti- listas y observadores piensan que todo
diana. Trujillo era un Gran Hermano «tropi- esto ha tenido un efecto muy negativo
calizado», y el grado de control que tenía en sobre el sistema político estadounidense.
su país era en todo sentido comparable al de El carácter orwelliano de la administra-
Fidel Castro en Cuba. La novela de Mario ción Bush se revela de cuerpo entero en
Vargas Llosa La fiesta del chivo (Madrid: el siguiente comentario del periodista
Alfaguara, 2000) es una buena descripción de Ron Suskind, quien relató una entrevista
la vida bajo una dictadura de este tipo. Véase
que sostuvo con un importante asesor de
también Gonzalo Portocarrero, «El dios im-
potente: La (in)humanidad de Trujillo en La
Bush:
fiesta del chivo», en Alonso Cueto et al., Las El asesor me dijo que las gentes como yo
guerras de este mundo: Sociedad, poder y «viven en lo que nosotros llamamos el
ficción en la obra de Mario Vargas Llosa mundo de la realidad», que somos perso-
(Lima: Planeta, 2008), pp. 183-90, y Clive nas que «todavía creen que las soluciones
Griffin, «The Dictator Novel: The Feast of emergen del estudio cuidadoso de la
the Goat», en Efraín Kristal y John King realidad discernible» (…) «El mundo ya
(eds.), The Cambridge Companion to Mario no funciona así», continuó diciendo.
Vargas Llosa (Cambridge: Cambridge Uni- «Ahora somos un imperio, y cuando ac-
versity Press, 2012), pp. 116-28. tuamos, creamos nuestra propia realidad.
57
No todos los orwellismos modernos tienen Y mientras ustedes estudian esa realidad
(…) nosotros actuaremos de nuevo,
características siniestras. Algunos solo son
ridículos. Hace poco, por ejemplo, el go- creando otras, nuevas realidades, que us-
bierno venezolano creó un «Viceministerio tedes podrán estudiar también, y así es
para la Suprema Felicidad Social del Pue- como serán las cosas. Nosotros somos los
blo», lo cual parece salido directamente de la actores de la historia (…) y ustedes, todos
pluma de Orwell («Maduro crea “Viceminis- ustedes, se quedarán estudiando lo que
terio para la Suprema Felicidad Social”», El nosotros hacemos».58
Universal, Caracas, octubre 24, 2013). Los
58
burócratas no tienen sentido del humor. Ron Suskind, «Without a Doubt: Faith, Cer-
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(Barack Obama es, al parecer, mucho ria. Ahora es una realidad cotidiana, y el
menos dogmático que su predecesor, pero Gran Hermano resultó ser el Tío Sam.
en materia de seguridad nacional ha man-
tenido prácticamente intactos casi todos
los programas implementados durante la
presidencia de Bush.) Conclusión

Por último, y por si todo esto no fuera


suficientemente preocupante, Edward La verdadera división no es entre conserva-
Snowden, el ex-contratista de la NSA (y dores y revolucionarios, sino entre autorita-
ahora prófugo internacional) reciente- rios y libertarios.
mente reveló al mundo la existencia de un
inmenso programa de espionaje y vigi- — George Orwell (1948)60
lancia electrónica de proporciones tan
vastas que superan cualquier cosa que En el párrafo final de un famoso ensayo
Orwell hubiera podido imaginar. Estos sobre Charles Dickens, Orwell escribió
programas fueron iniciados e implemen- las siguientes líneas que probablemente
tados bajo la administración Bush y con- incorporan también un fuerte elemento de
tinúan bajo la presidencia de Barack proyección auto-analítica:
Obama.59
Cuando se lee cualquier escrito marca-
damente individual, tiene uno la sensa-
La expresión «el Gran Hermano te ción de estar viendo un rostro detrás de la
vigila» ya no es una mera metáfora litera- página. No es necesariamente la verdade-
ra cara del autor. Me sucede esto con
Swift, con Defoe, con Fielding, Stendhal,
tainty and the Presidency of George W. Thackeray y Flaubert, aunque en varios
Bush», The New York Times Magazine (oc- de estos casos ignoro qué aspecto tenían
tubre 17, 2004), p. 50. Después se reveló que y tampoco quiero saberlo. Lo que uno ve
el asesor aludido era nada menos que Karl es la cara que el escritor debería tener.
Rove, el gran artífice de las victorias electo- Pues bien, en el caso de Dickens lo que
rales de George Bush, y maestro de la técnica veo es un rostro que no es el de las foto-
de relaciones públicas conocida como spin grafías, aunque se parece. Es el rostro de
control. un hombre cuarentón, con barbita y as-
59 pecto saludable. Está riendo, y con una
Para detalles del «caso Snowden» y sus
risa un tanto enfurecida, pero sin rastro de
repercusiones véase Alan Rusbridger, «The
triunfalismo ni malicia. Es el rostro de un
Snowden Leaks and the Public», New York
hombre que siempre está luchando contra
Review of Books, 60 (18) (2013): 31-34, Da-
algo, pero que lo hace abiertamente y sin
vid Cole, «The Three Leakers and What to
temor, el rostro de un hombre generosa-
Do About Them», New York Review of
mente airado —en otras palabras, el ros-
Books, 61 (2) (2014): 7-9 y Daniel Soar, «In-
tro de un liberal del siglo XIX, una inteli-
cendiary Devices», London Review of Books,
gencia libre, una persona odiada por to-
36 (4) (2014): 9-10. En Amazon.com las
das las mezquinas y apestosas ortodoxias
ventas de 1984 se dispararon en junio de
2013 como consecuencia de las primeras
revelaciones de Snowden: «1984 Sales Sky-
60
rocket in Wake of US Spy Scandal» (AFP, Carta a Malcolm Muggeridge (diciembre 4,
junio 11, 2013), «Sales of Orwell’s “1984” 1948), citada por Ian A. Hunter, Malcolm
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que compiten hoy en día por el dominio BIBLIOGRAFÍA


de nuestras almas.61

Orwell también odiaba todas las «mez- A. Obras citadas en el texto


quinas ortodoxias» de su tiempo, y tam-
bién era, en el fondo, un liberal decimo- Allen, Wayne. «A Novel Form of Govern-
nónico. ment: Hannah Arendt on Totalitarian-
ism», Political Science Reviewer, 16
La moraleja que hay que sacar de (1986): 237-80.
1984 es que es una advertencia. Lo que Arendt, Hannah. The Origins of Totalitarian-
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