j Acta de instalacién de la Asociacién Rural del Uruguay
a
H “En Montevideo 4 tres de Octubre de mil ochocientos setenta y uno, reunidos a
las dos de la tarde en el salon de la Bolsa {..]
La Comisién iniciadora siente un vivo placer al veros reunidos para proceder
ala instalacién de la Sociedad Rural del Uruguay.
Hubiera deseado que dias mas serenos para el pais, permitieran que esta
importante asociacién tomara desde su origen el desarrollo que indudablemente
tendrd, cuando luzcan dias de paz en la Reptiblica.
1
Preciso es no olvidar, que esta asociacién se compondra de todos los hombres
que se interescn en el progreso moral y material del pais: y en este cardcter
podrdn rendir grandes servicios, porque sus quejas e indicaciones esperamos que
seran bien atendidas por todos, desde que conozcan sus méviles pacificos y pro-
gresistas.
(J
Dirigir los esfuerzos de todos a la explotacién de nuestro fértil suelo, al
desarrollo de la ganaderia y de la agricultura, al incremento del comercio y a la
construccién de carreteras, puentes y ferro-carriles: tal seré la interpretacién
genuina de nuestros Estatutos.
(1
La propaganda benéfica de esta asociacién se hard sentir hasta los confines
del pais, por medio de un periédico que haga conocer practicamente los intereses
y necesidades de la campaita, propendiendo a la mejor organizacién policial y
abogando por la institucion de las municipalidades.
Ll
Carecemos de un Codigo Rural que deslinde los derechos y deberes del habitante
de la campaiia, y dilucide con equidad los puntos controvertibles, consiguiendo
asi, que su aplicacién sea breve y expeditiva.
L...] Los patses que marchan al frente de la agricultura, nos brindan sus
instrumentos perfeccionados: jaceptémoslos con reconocimiento! eligiendo aquellos
que mds utilidad reporten a nuestra naciente agricultura.
(1El complemento de todas estas mejoras resaltara aun més en las exposiciones,
estimulando ast, y premiando dignamente los inventos a reformas introducidas en
beneficio de la industria.
No creemos necesario extendernos mas: estamos en la infancia de la agricultura
y de la ganaderia, y tenemos que tlustrarnos en esas materias con los ejemplos y
modelos que nos suministran los paises que mds se distinguen en esos ramos
especiales.
Sin embargo Seftores, todos estos beneficios serian ilusorios si no les
proporcionamos una base sdlida, vale decir Paz y garantias: que harto nos ensefta
la triste esperiencia de mds de cuarenta afios de convulsiones intestinas —con
pequeiios intervalos— que ano ser por la fertilidad prodigiosa de este suelo, estaria
ya postrado.
La Asociacién Rural del Uruguay necesita para desarrollar su vida, que se
disipe el humo de la guerra. Necesita de la paz, porque sin ella no puede haber
progreso: porque para mejorar nuestros ganados o fomentar la agricultura por
medio de la inmigracién laboriosa, es indispensable tener seguridad individual y
seguridad en la propiedad; y la guerra seftores, es la negacion del derecho de
propiedad en la campaita [...]”.
{Documentos relativos a la Fundacién de la ARU, Montevideo,
Imp. a vapor “Del Siglo”, 1871} .