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LIBRES DEL TEMOR

INTRODUCCION
Salmo 34:4. “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores”.
El temor es una emoción que trae una sensación desagradable, provocada por la
percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o pasado. La máxima expresión
del miedo o temor es el terror. La sensación del temor, produce inseguridad, ansiedad,
tensión, confusión, miedo, desconcierto, agitación, etc. que pueden llevar a que el temor
se convierta en horror, pavor, pánico, espanto, turbación, y terror. Cada uno de estas
sensaciones en realidad son espíritus del reino del mal, que aprovechan todo tipo de
oportunidad para ingresar al ser humano desde que se encuentra en el vientre de la
madre. Generalmente, el temor se origina a través de traumas y experiencias emocionales
negativas. Aun los padres pueden producir alguna forma de miedo al hijo en su niñez, con
algún tipo de susto que los haga obedecer, dormir, comer, etc. Ejemplo: "Si no te duermes,
va a venir el Cuco y te va a comer". Y el niño que confía en la madre, cree que es verdad
lo que su primogenitora le dijo. Esto produce en el niño una sensación de angustia y temor
al tal “cuco” que no existe, pero para el niño, es real y peligroso. Si a esto se le agrega al
niño mientras crece, el hecho de le dejen que vea en la TV todo lo que desea, se pone
peor la cosa. Las películas de terror son el origen y la fuente más común de fuerzas del
mal que ingresan a la persona, juntamente con enfermedades mentales, emocionales,
psicológicas, espirituales, etc. que afectan al niño durante toda su vida, haciéndolo
asustadizo, nervioso, que se coma las uñas, inquieto y le tema a casi todas las cosas,
incluyendo a Dios. Pero el Dios Altísimo está con quien lo busca y trata siempre con él,
para librarle, para no permitir que viva en constante temor y sobresalto.
EL AMOR ECHA AL TEMOR
1Juan 4:18. “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor”.
El temor normal es a la vez necesario y deseable. Es un mecanismo diseñado para
nuestra protección. Sin temor normal una persona no puede tener una personalidad bien
organizada. Le faltaría la precaución común y sensible. El temor normal evita que
hagamos cosas riesgosas, peligrosas y necias.
Pero la línea de distinción entre el temor normal y el anormal, es muy delgada. Antes de
que uno se dé cuenta, puede pasar del temor normal a las oscuras y sombrías regiones
del temor anormal. ¡Y qué aterrorizante es el temor anormal! Altera sus días y persigue sus
noches. Es el centro y fuente de los complejos. Enreda la mente con obsesiones. Quita
energía, destruye la paz interior, bloquea el poder. Reduce la efectividad de una persona y
frustra las ambiciones.
Todos nosotros batallamos contra el temor en diferentes ocasiones este es un sentimiento
que puede paralizarnos en nuestra travesía por la vida. Duda, inseguridad y temor en
cualquier forma que se presenten, nos impedirán de caminar en el plan que Dios ha
preparado para nosotros.
Sea cual sea el temor que usted esté enfrentando ya sea real o imaginario, ten presente
Dios te ama y quiere reemplazar el temor que tú sientes con su amor, paz y que confíes en
El, por qué él tiene el control de todo.
2 Timoteo 1:7. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de amor y de dominio
propio”
Juan 15:7. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que queréis y os será hecho”
LA FE VENCE AL TEMOR.
Marcos 9:21-24. “21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?
Y él dijo: Desde niño. 22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle;
pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: Si
puedes creer, al que cree todo le es posible. 24 E inmediatamente el padre del
muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.”
Juan 14:12-14. “12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago,
él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si
algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
CONFIANZA QUE VENCE AL TEMOR
Isaías 41:10. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
El enemigo manda temor para atormentarnos. Su deseo es evitar que nosotros hagamos
todo lo que Dios quiere que realicemos y evitar que obtengamos todo lo que Él quiere que
tengamos. Nosotros podemos cambiar nuestro temor por fe, si decidimos creer en la
Palabra de Dios. En Isaías 41:10, Dios anima a Su pueblo al decir No temas [no hay nada
en que temer], porque Yo estoy contigo; no mires alrededor tuyo en terror y no desmayes,
porque yo soy Dios. Yo te daré fuerzas y te fortaleceré en tus dificultades, Yo te ayudaré...
Cuando nos demos cuenta que Dios está con nosotros y que somos capaces de hacer
todo lo que Él nos pide, nosotros tendremos victoria sobre el temor.
CONCLUSION
Jeremías 29:11-13. “11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12Entonces me
invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13y me buscaréis y me hallaréis, porque
me buscaréis de todo vuestro corazón”.
Dice que ¡Sus planes para usted son para un buen futuro y para darle esperanza! yo le
invito a que permanezca firme con su Padre celestial y diga, "Yo recibo las bendiciones de
Dios para mí, y caminaré en el camino de Su plan para mi vida, porque mi esperanza está
en Él." Gane la batalla al enemigo al poner firmemente su esperanza en Dios y pelee por
medio de las promesas de Su Palabra. ¡¡Dios es bueno y le ama, Él tiene un buen plan
para usted, y lo mejor de su vida está por venir en Cristo Jesus!!
Salmo 56:3-4. “3En el día que temo, Yo en ti confío. 4En Dios alabaré su palabra; En Dios
he confiado; no temeré"
Toda persona necesita conocer las formas sutiles que el temor adopta para perturbar su
vida diariamente. Estas formas son: Ansiedad, preocupación, dudas, inferioridad,
desilusión, amargura, confusión, nerviosismo, irritabilidad, cobardía, indecisión, recelo,
superstición, vacilación, depresión, soledad, arrogancia, agresividad y timidez. Pero,
independientemente de como se llame o del disfraz que adopte, el temor puede ser
eliminado de su vida.

Recuerda: Tú puede salir adelante. Todo lo puedes en Cristo que te fortalece. "porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio", (2
Timoteo 1:7).

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