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CELEBRACIÓN LITURGICA POR EL DÍA DE LA MADRE

Hay personas que en nuestra historia personal nos han marcado de manera
determinante, pero hay alguien que especialmente lo hace desde que comenzamos a
existir, esas son nuestras madres. Ellas con amor cuidan de sus hijos en los
momentos gratos y en los difíciles, en esos en que debe corregir y también enjugar
lá grimas, aconsejar. Hoy queremos poner en manos del Señ or Resucitado las
intenciones de todas las madres de nuestra I.E., traer a la memoria del corazó n
aquellas que ya no está n entre nosotros, pero que miran junto a Dios a sus hijos y
encomendar a las aquí presentes.
Comencemos pues esta celebració n con el gozo de acompañ ar a las mamá s en su día,
nos ponemos de pie y cantamos.
Bienvenidos todos a esta Celebració n como antesala del segundo domingo
de mayo. A María la invocamos como Madre y nos sentimos apoyados y
protegidos por ella. Su cariñ o y su ternura llenan nuestras vidas y por eso
ponemos en ella nuestra confianza.
Es Madre y eso lo dice todo. Es Madre de Jesú s y Madre nuestra. Es Madre
que acoge, escucha y perdona. Y una Madre que está junto a sus hijos en el
momento que le necesitan: en los momentos duros y difíciles de la vida.
Hoy queremos poner en manos del Señ or Resucitado y las intenciones de
todas las madres de nuestra I.E. Cieza Lachina y traer a la memoria del
corazó n aquellas que ya no está n entre nosotros, pero que miran junto a
Dios a sus hijos y encomendar a las aquí presentes y también rendir un
homenaje a nuestras madres, y a María, que desde el Cielo nos cuida con
amor.
Comencemos pues esta celebració n con el gozo de acompañ ar a las mamá s
en su día, nos ponemos de pie y cantamos.
CANTAMOS:

ACTO PENITENCIAL
Perdón…
Gloria…

LECTURAS
PRIMERA LECTURA:

SEGUNDA LECTURA:
En el Libro de los Proverbios nos encontramos con uno de los Poemas más bonitos y
los piropos más bellos dedicados a la mujer. Ella es la alegría de sus hijos y el
orgullo de su marido.
Lectura del Libro de los Proverbios. Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31
Una mujer hacendosa vale má s que todas las perlas preciosas; si su marido se fía de
ella, no le faltará n riquezas; le traerá riquezas todo el día de su vida. La verdadera
mujer y ama de casa es como una nave mercante que trae de lejos el alimento. Se
levanta de madrugada para dar el alimento a los suyos.
Si nieva, no teme, porque los suyos, todos tienen trajes bien forrados. Su marido es
estimado en la ciudad, mientras ella vigila las andaduras de los suyos. Está atenta a la
marcha de su casa y nunca está ociosa. Su marido la elogia diciendo:
"Muchas mujeres han obrado maravillas, pero tú las superas a todas". “Guarda hijo
mío el mandato de tu padre, no desprecies el consejo de tu madre. Tenlos atados
siempre a tu corazó n. En tus pasos, ellos será n tu guía; cuando te acuestes, velará n
por ti; te saludará n, de nuevo, al despertar; será n como una lá mpara que alumbren tu
vida noche y día.

Palabra de Dios.
EL EVANGELIO:
(Juan. 19,25-27 Estaban junto a la Cruz de Jesú s, su Madre y la hermana de
su Madre, María la de Cleofá s y María Magdalena.
Jesú s, viendo a su Madre y al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre.
Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo.
Ahí tienes a tu Madre. y desde esa hora el discípulo la recibió en su casa.
Gloria a ti Señor

Homilía:

ORACIÓN UNIVERSAL (Peticiones):

1. Te pedimos, Señ or, por nuestra madre la Iglesia, por sus necesidades, que
siempre nos indica el camino que hemos de seguir para crecer como hijos de Dios.
Roguemos al Señor.

2. Te pedimos por todas las madres del mundo, sobre todos por las madres que
viven en los países má s pobres, para que nunca les falte el pan para sus hijos.
Roguemos al Señor.

3. Te pedimos por nuestras madres y en especial por la madre Cieza Lachina,


escucha sus oraciones, ayú dale en sus necesidades, dale muchas fuerzas para que
siga cuidá ndonos y queriéndonos como siempre lo hace.
Roguemos al Señor.

4. Por nosotros los hijos para que honremos a nuestra madre como nos manda el
cuarto mandamiento, es el tesoro preciado que debemos amar, respetar, valorar
y cuidarles siempre hasta el final de su vida.
Roguemos al Señor.

5. Por todas las mujeres que está n embarazadas y van a ser madres. Haz que sus
hijos nazcan y crezcan sanos y puedan darte un día las gracias por el don de la
vida.
Roguemos al Señor.

OFERTORIO:

COMUNIÓN:

DESPEDIDA:
6. Te pedimos, Señ or, por nuestra madre la Iglesia, por sus
necesidades, que siempre nos indica el camino que hemos de
seguir para crecer como hijos de Dios. Roguemos al Señor.

7. Te pedimos por todas las madres del mundo, sobre todos por
las madres que viven en los países má s pobres, para que nunca
les falte el pan para sus hijos. Roguemos al Señor.

8. Te pedimos por nuestras madres y en especial por la madre


Cieza Lachina, escucha sus oraciones, ayú dale en sus
necesidades, dale muchas fuerzas para que siga cuidá ndonos y
queriéndonos como siempre lo hace.
Roguemos al Señor.

9. Por nosotros los hijos para que honremos a nuestra madre


como nos manda el cuarto mandamiento, es el tesoro preciado
que debemos amar, respetar, valorar y cuidarles siempre
hasta el final de su vida.
Roguemos al Señor.

10. Por todas las mujeres que está n embarazadas y van a ser
madres. Haz que sus hijos nazcan y crezcan sanos y puedan
darte un día las gracias por el don de la vida.

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