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Esquemas

Historia del Pensamiento Político


Anselmo Bodoque Arribas
anselm.bodoque@uv.es

UNIDAD TEMÁTICA 3: EL LIBERALISMO DEL BIENESTAR

3.1.- El consenso social-liberal y la tesis del fin de las ideologías: El Estado de Bienestar (liberal,
democrático y social)

3.2.- La construcción de un pensamiento alternativo: la nueva izquierda y la nueva derecha

3.3.- El surgimiento de nuevos planteamientos ideológicos: pacifismo, ecologismo y feminismo.

3.4.- La resistencia a la desaparición del Estado del Bienestar: de John Rawls en la tercera vía.

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Unidad Temática 3: EL LIBERALISMO DEL BIENESTAR

3.1.- El consenso social-liberal y la tesis del fin de las ideologías: El Estado de Bienestar (liberal,
democrático y social)

Estado de Bienestar es el sistema social, económico y político desarrollado en el ámbito


del estado-nación de algunas democracias liberales con economías capitalistas
avanzadas, sobre la idea de que el estado tiene la obligación de asumir
responsabilidades colectivas y utilizar la riqueza general para garantizar un mínimo de
bienestar económico y social a todas las personas. Se suele centrar en una serie de ejes
de actuación:
seguridad social (vejez, paro, enfermedades), sanidad, educación, cultura, mercado
laboral, vivienda, dependencia, políticas y servicios de lucha contra la exclusión social.

El Estado de Bienestar en cada país (o sistema de países) es producto de una serie de factores
interrelacionados:

fuerza y estructura del movimiento obrero, características de los grupos sociales


dominantes, cultura política, tradición liberal demócrata, miedo a los movimientos
revolucionarios, nivel de desarrollo económico y cultural, influencia de las iglesias
dominados.
Tampoco puede olvidarse que el Estado de Bienestar (EB) es posible también porque el
mundo Occidental rico que tiene una posición de dominio colonial o neocolonial en el sistema
económico mundial, y detrae recursos de los países más pobres en beneficio del primer
mundo.

Tampoco puede olvidarse que el EB se produce en un contexto de abundancia de


recursos minerales y energéticos fósiles de gran calidad.
Sólo con las premisas anteriores, podemos afirmar que el EB es una evolución del estado
liberal y democrático, producto de un proceso histórico reformista complejo, vinculado a
la democratización de la sociedad y, permanentemente, en cuestión. No debe
confundirse EB con otras formas de intervención social y económica del estado como:
asistencialismo caritativo, intervencionismo del estado fascista, planificación de la
sociedad y la economía de los regímenes comunistas o populismos clientelares.
Existe una tendencia, en los debates especializados, a distinguir entre estado de bienestar y
estado social. Estado de bienestar = estado benefactor y distributivo o moderadamente

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redistributivo. Estado social = garantía de derechos sociales, estado redistributivo para hacer
posible una igualdad mínima de origen y oportunidades.

En este tema, nosotros utilizaremos Estado de Bienestar con carácter general y


englobado ambos conceptos.

3.1.1. Los orígenes del EB

Tradicionalmente, suelen considerarse como un precedente del EB las medidas de


Bismarck a finales del siglo XIX para garantizar recursos económicos a los
trabajadores en casos de enfermedad y finalización de la vida laboral. Medidas cuyo
objetivo era frenar las luchas obreras y el crecimiento del SPD.
Asimismo, se ve un precedente en los grandes pactos sociales entre sindicatos y
empresarios a principios del siglo XX en los países nórdicos.
Sin embargo, lo cierto es que estas primeras medidas no obedecían a un plan o reflexión
realista para conseguir una transformación profunda del sistema político y social.
De hecho, cuando se produzca el primer gran triunfo político de un partido obrero:
gobierno laborista en Reino Unido en 1924, el proyecto laborista no pasaba de políticas
de remedio y asistencialismo en algunas materias (pensiones y viviendas) y vagas
referencias a la nacionalización de sectores productivos; pero no existía un diseño
general de políticas redistributivas, crecimiento económico y cohesión social.
La gran crisis económica de 1929 cambiará las cosas. Obligará a los estados a intervenir
en la economía y lo harán contando con las teorías económicas del liberalismo renovado
de Keynes como el gran instrumento intelectual para actuar políticamente en el ámbito
socioeconómico.
La socialdemocracia sindical y política se hizo keynesiana y de esta forma se dotó
una concepción coherente de acción política que contribuyó a hacer posible el EB.
La socialdemocracia era consciente desde la IGM de que las crisis económicas no
provocaban revoluciones en Occidente. Y, desde los años 30 del siglo XX y después
de la IIGM será consciente también de que las «abrumadoras y permanentes
mayorías electorales obreras» para transformar la sociedad y llegar al socialismo
tampoco se producían a pesar del aumento continuado de la clase obrera ( en otras
palabras, cuando los obreros pueden votar, no todos votan partidos obreros,
muchos prefieren partidos burgueses) y que, por tanto, para gobernar y reformar la
sociedad era necesario establecer alianzas con las clases medias y cambiar muchos
de sus presupuestos teóricos históricos. En este sentido, 1959 (Congreso de Bad
Godesberg del SPD alemán) se considera el punto de inflexión de la
socialdemocracia porque el mayor partido, el SPD alemán,

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3.1.2. El liberalismo inglés
En Reino Unido, en la primera mitad del siglo XX(siguiendo el pensamiento utilitarista y
radical-democrático de Bentham, James Mill, Stuart Mill o Harriot Taylor Mill), existe una
adaptación de los principios liberales a la nueva realidad de las sociedades industriales y
las democracias de masas ya las exigencias de democratización política, y, además, una
renovación de las tesis económicas liberales.
A diferencia del liberalismo continental, que teme a las masas, una parte del
liberalismo británico se plantea renovar el liberalismo en un mundo de masas y
democrático. Defenderá la necesidad de formas diversas y activas de
intervencionismo estatal, manteniendo las premisas e instituciones liberales
antiguas; pero adaptándolas a la nueva realidad democrática, burocrática y social.
Para el nuevo liberalismo inglés, el mercado era un buen mecanismo de producción de
recursos, pero, con el desarrollo industrial y la multiplicación de sociedades capitalistas
en todo el mundo, había mostrado sus limitaciones como mecanismo de producción de
todos los bienes en todos los países y para todas las personas, y también como
mecanismo de promoción meritocrática de las personas más capaces y, por tanto, no
garantizaba suficientemente la sociedad liberal, donde todas las personas fueron
mínimamente iguales para desarrollar su proyecto de vida de forma libre y la sociedad
pudiera desarrollar todo su potencial económico.
Las tesis keynesianas serán aplicadas por primera vez en los EEUU delNew Deal y
en el Reino Unido del período de guerra. Tras la IIGM y la experiencia
anglosajona, las fuerzas socialdemócratas y conservadoras occidentales del
continente asumen los presupuestos teóricos de Keynes (economía liberal de
mercado con intervención del estado y política social).
Desde el primer momento, el “consenso” social-liberal, tendrá la oposición del
librecambismo económico austríaco (Von Mises, Hayek). La idea central de la escuela
librecambista austríaca es que la planificación desarrolla una burocracia coercitiva, no es
practicable en términos de racionalidad económica e impide la innovación productiva, y
los tres motivos llevan al fracaso más radical. Nace en los años 30. Quedaron como ideas
marginales, en los años 50 y 60 del siglo XX. Pero tendrá una importancia considerable
después de la crisis del estado del bienestar en los años 70 del siglo XX, alimentando las
concepciones neoliberales que dominan el mundo desde 1980.

Las tesis keynesianas


Elliberalismo económico inglésserá reformulado por Keynes en los años 20 y 30 del
siglo XX.

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Cuestiona el modelo delaissez faire(autorregulación del mercado, sin intervención de los
poderes públicos) del liberalismo clásico. Propone una política económica con
intervención del estado en la economía en sectores productivos estratégicos para evitar
las crisis como la Gran Recesión (1873-1896) y la Gran Depresión de 1929.
Cree que la redistribución social de la riqueza sirve de estímulo de la demanda, puesto
que aumenta el número de personas con capacidad de consumir, y que una demanda
fuerte evita las crisis económicas. Propone una política fiscal basada en impuestos
progresivos (redistributivos).
Defiende las inversiones públicas, sin preocuparse por el equilibrio presupuestario inmediato
(principio de la ortodoxia económica liberal clásica) y por el déficit, entendiendo que así se
favorecía el empleo y el consumo, y se conseguía a medio plazo l equilibrio presupuestario y
la reducción del déficit.

Considera que la teoría marxista de las crisis capitalistas no era cierta: las crisis no se
producen por sobreproducción, sino por falta de dinero en circulación y caída del
consumo: las crisis serían por la falta de demanda y no por el exceso del oferta. Por
tanto, los gobiernos deben favorecer la circulación monetaria para aumentar la riqueza
general y la actividad económica; porque así aumenta la demanda.
Las tesis de Keynes serán aplicadas por primera vez por elNew Dealde Roosevelt
(presidente de Estados Unidos de 1933 a 1945: desde mediados de la década de 1930
impulsa políticas keynesianas). Keynes trabajará para el gobierno de Roosevelt, lo que
contribuirá a que sus tesis sean incorporadas a los sectores social-liberales ingleses
(informes Beveridge) y, finalmente, a que sean asumidas, en la práctica, por los partidos
socialdemócratas.
De hecho, las ideas de los liberales Beveridge y Keynes no serán aplicadas por partidos
liberales, sino por el Partido Laborista británico y por los partidos socialdemócratas después
de la IIGM.

3.1.3. ElNew Deal(nuevo contrato) de D. Roosevelt


FD Roosevelt Los orígenes del Estado de Bienestar moderno se configuran, en primer
lugar, con elNew Dealde Roosevelt (años 30 del siglo XX). Con una amplia alianza
electoral de la clase obrera blanca y las clases medias blancas. Para hacer frente a la
crisis económica de Estados Unidos (Gran Depresión), a la pérdida de poder adquisitivo
de la población, el paro, y el descenso de la producción industrial y agraria, Roosevelt
aplica las teorías económicas de Keynes y políticas sociales activas. Intervención en la
economía: impulso de programas de inversiones e infraestructuras públicas, generando
déficit público. Intervención en el sistema financiero para salvar

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bancos con dificultades, garantizar préstamos e inversiones privadas, y recuperar el valor
real del dólar (devaluación).
Políticas para recuperar el valor adquisitivo de los productos agrícolas y reactivar la
producción industrial, aumentando salarios y reduciendo la jornada laboral. Medidas
activas de lucha contra el paro.
Políticas sociales. Planes extensivos de protección social: ayudas contra el
desempleo, ayudas contra la pobreza...
Regulación laboral: protección de los sindicatos, salario mínimo, límite de horas semanales,
impuestos progresivos. Ley de la Seguridad Social de 1935 que sienta las bases de un sistema
público de pensiones, de ayuda en momentos de desempleo, y de atención a los menores ya
las personas discapacitadas.

Pero no creará un sistema nacional de salud pública y universal (el último intento de
aproximarse a él, de forma muy compleja e incompleta, es Obamacare).

3.1.4. Los informes Beveridge: el nacimiento del EB del Reino Unido


El economista (luego parlamentario del Partido Liberal) William Beveridge remite un informe
al Gobierno británico en 1942 (Report to the Parliament on Social Insurance and Allied
Services); proponiendo la creación de una Seguridad Social que proteja a todas las personas
desde el nacimiento a la muerte y en todos los momentos de la vida: maternidad,
enfermedades, muerte, paro, accidentes de trabajo, jubilación…

El sistema debía ser universal (absolutamente generalizado), uniforme (igual para todas
las personas independientemente del territorio y clase social de nacimiento) y mantenido
con recursos públicos (presupuesto).
Dos años después hubo unsegundoinforme Beveridge de 1944 (Full Employment in en
Free Society)define el desempleo como el peor mal social y la causa de otros problemas
sociales (enfermedades, subalimentación) y propone políticas sociales activas contra el
paro (obras públicas, intervención del estado en la economía, ayudas a la reactivación
productiva industrial , etc.).
Las políticas propuestas en ambos informes serán asumidas por el gobierno laborista a partir
de 1945. Gran Bretaña, gobernada por el Partido Laborista, crea en 1945 el primer sistema
universal de ayudas familiares, ayudas por desempleo, por jubilación, por enfermedad; regula
las vacaciones y la semana laboral, y en 1946, crea el Servicio Nacional de Salud (National
Health Service) que será un modelo de eficacia y provisión de servicios sanitarios durante
décadas.

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3.1.5. La extensión del keynesanismo

Las políticas económicas keynesianas, las políticas sociales, la estructuración del EB


británico serán un referente internacional en toda Europa occidental.
Aunque cada país adaptará a su realidad el EB. A menudo, como en los países nórdicos o
Países Bajos, con políticas mucho más sólidas y generales.
De forma paralela, existe una redefinición teórica del concepto de ciudadanía. En 1949, el
sociólogo Thomas HMarshall, influenciado por los informes de Beveridge, da una
conferencia con el títuloCiudadana y clase social.
Definirá a la ciudadanía moderna como una ciudadanía social, afirmando que la
ciudadanía civil era una conquista del siglo XVIII (estado de derecho), la ciudadanía
política se conquistó en el siglo XIX (estado democrático), y correspondía al siglo XX
desarrollar la ciudadanía social (estado social).
La ciudadanía social se materializa en derechos sociales que otorgan mayor autonomía a
todas las personas de la sociedad, y se fundamenta en un pacto social (industrial) entre
sindicatos y empresarios que institucionaliza (y desdramatiza) el conflicto social.

Para Marshall, los derechos sociales no hacían desaparecer las desigualdades sociales y
el pacto industrial no acababa con la lucha de clases.
Por el contrario, la existencia de desigualdades y la lucha de clases eran dos elementos que
eran esenciales para la dinamización y la transformación permanente de la sociedad, en la
medida en que permitían el nacimiento de nuevas iniciativas y obligaban a las existentes a
renovarlas se. Si bien, las desigualdades y la lucha de clases no debían ser exageradas.

La concepción de ciudadanía de Marshall, posteriormente objeto de críticas y


bastante cuestionada, en el momento de su aparición tuvo un impacto muy grande y
se extendió por toda Europa occidental y EE.UU., contribuyó al desarrollo del
concepto de estado social, democrático y de derecho para describir los sistemas
políticos liberales democráticos, e incorporó una visión histórica lineal de la
evolución de los ciudadanos:
Primera ciudadanía (derechos civiles garantizados jurídicamente: estado de derecho)

Segunda ciudadanía (derechos políticos democráticos: estado democrático) Tercera

ciudadanía (derechos sociales y económicos: estado social).

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3.1.6. El consenso social-liberal sobre el EB

En la conformación de los distintos modelos de Bienestar se considera que, como


respuesta al problema social derivado de la expansión del capitalismo, se produjo una
suma de iniciativas, desde distintas posiciones ideológicas que convergieron en la
necesidad de impulsar políticas sociales. Este hecho ayudó a crear una especie de
"consenso" amplio sobre la necesidad de intervención del Estado para superar el
problema social.
En este sentido, además de las fuerzas socialdemócratas, desde finales del siglo XIX,
el pensamiento social humanitario cristiano conservador critica los desmanes del
capitalismo y propone reformas económicas y sociales, y defiende la necesidad de
políticas "solidarias".
Tras la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de las fuerzas políticas
socialdemócratas o cristianas conservadoras de la Europa democráticaasumen
o no nieganla necesidad de intervención del Estado en la economía y la existencia de políticas
sociales activas.

Además del pensamiento humanitario y ético, en los sectores conservadores de la sociedad


también influyen el miedo al conflicto social, la experiencia del fascismo de entreguerras y la
expansión del comunismo en gran parte de Europa.

El pacto social y político del Bienestar

Pacto social o pacto industrial. Estos cuatro factores (pensamiento, economía, política y
dimensión internacional) hicieron posible el pacto social entre capital y trabajo. El capital
renunciaba a extremar su capacidad de explotación y aceptaba la intervención estatal.
Las organizaciones obreras renunciaban a la revolución y se decantaban por la
negociación permanente. El fomento estatal de la demanda evitaba las crisis cíclicas del
capital y la inestabilidad social y política. Los trabajadores se aseguraban el pleno
empleo, una participación creciente en los beneficios económicos y prestaciones sociales.
Y todo esto generaba unpacto social y político. Un consenso implícito, que no estará
exento de tensión, sobre las bases políticas, sociales y económicas del nuevo estado
liberal-democrático de orientación social (estado democrático, social y de derecho) y esto
generará posiciones distintas entre las fuerzas políticas socialdemócratas, social liberales
y socialconservadoras respecto al EB.
Es importante entender que el EB no es producto de una elaboración intelectual o de
pensamiento, como prácticamente todas las realidades políticas de la historia; sino de la
acción política y social práctica en una coyuntura histórica determinada.
El EB trata de garantizar la supervivencia del capitalismo fortaleciendo la demanda y la
paz social, e intenta reforzar las democracias liberal-democráticas ampliando el

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sistema de derechos de ciudadanía, mediante unos derechos sociales desvinculados del
empleo y el trabajo concreto, estableciendo mecanismos de redistribución de la renta y
garantizando una mínima igualdad de oportunidades que pacifique el conflicto social y haga
aumentar el grueso de las clases medias estabilizadoras .

Desde la óptica liberal-burguesa, la seguridad individual se correspondía con la


protección de la vida y la propiedad: ciudadanía basada en la libertad negativa y la no
intervención del estado. La nueva seguridad socioeconómica del EB está relacionada con
las acciones positivas de las instituciones públicas en forma de política sociales y
redistributivas (intervencionismo estatal) para reducir las diferencias sociales entre
grupos: el proyecto de EB trata de integrar la totalidad de la población en el sistema
político y terminar en las dinámicas excluyentes del conflicto social hasta la IIGM.
Este cambio obliga a transformar el concepto de ciudadano: a los derechos humanos y civiles; se
añaden los derechos democráticos y sociales.

Se pasa de una ciudadanía basada en la libertad negativa (que nadie interfiera en mi


espacio propio y personal) a una definida también por la libertad positiva (que el Estado
actúe para permitir un espacio propio y de realización personal para todas personas).

Factoresque contribuyeron al desarrollo del EB además de los cambios ideológicos y al


consenso social-liberal.
Económicamente: expansión estable durante décadas (1945-1973) del capitalismo
industrial y de producción a gran escala, lo que facilita el pleno empleo, amplia los
mercados y los consumidores para un número creciente de productos. Nacimiento de
lasociedad opulenta y consumista.

Políticamente: capacidad de presión de los sindicatos y partidos socialistas (y


comunistas) occidentales con un apoyo mayoritario entre los trabajadores y parte de
las clases medias. Conciencia de que la clase trabajadora había soportado
principalmente los sacrificios del IIGM.
Internacionalmente: Subordinación económica de los países dependientes del segundo y
tercer mundo. División del mundo en bloques políticos enfrentados (Guerra fría). Miedo a
la expansión internacional de comunismo. Derrota militar del fascismo europeo.

3.1.7 La época dorada: la tesis del fin de las ideologías


Hacia 1947-50, se inicia una fase de crecimiento económico, utilización masiva de
petróleo barato, pleno empleo y expansión del gasto social y de las políticas del EB
en la Europa occidental democrática. Este período de crecimiento económico,

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pleno empleo, mejoría de las condiciones de vida y de los servicios públicos se alarga
hasta la mitad de la década de 1970 y da lugar a los llamados30 gloriosos.En estos años,
se asienta, definitivamente, un “consenso” amplio en torno a la idea de que el estado
debía intervenir para conseguir el crecimiento económico en un sistema capitalista y
para la producción pública del bienestar necesario en la población, que garantizara la
paz social y asegurara una demanda sostenida.
El «consenso» es una suerte de acuerdo entre la tradición liberal de igualdad civil, libertad y
respeto al mercado, y la tradición socialdemócrata de persecución de la igualdad social. Y se
vio reforzado por el crecimiento económico y la desaparición de los enfrentamientos sociales
extremados.

Políticamente, esta nueva realidad reforzó a los pensadores reformistas, en contra de las
concepciones liberales clásicas y contra el marxismo clásico, cada vez más encorsetado,
más decimonónico o más preocupado por la legitimación de los sistemas
autodenominados comunistas.
Los socialistas y la izquierda, por lo general, aceptan que un estado excesivo puede
limitar la libertad, los conservadores asumen la necesidad de políticas de igualdad y de
reforma social, y los liberales entienden el papel creciente del estado. En este contexto,
en los años 60 del siglo XX, aparecen reflexiones que hablan de que se vive una época de
fin de las ideologías, ya que no existe un conflicto radical entre las diferentes posiciones
ideológicas.
La idea es que, en los países con EB, la radicalidad de los conflictos políticos había
desaparecido y que las grandes ideologías antes enfrentadas y contradictorias estaban
condenadas a converger y desaparecer.
Una década después la tesis del fin de las ideologías será radicalmente borrada del
debate político, cuando se cuestione el consenso sobre el EB sobre bases marxistas
(derrotadas), librecambistas, neoconservadoras, libertaristas (individualistas radicales
antiestatalistas que exaltan los intercambios en el mercado ).

3.1.8. Nota final: sobre los modelos clásicos de EB

Si consideramos que el EB pretende: primero, incluir a la población en el mercado de trabajo;


segundo, reducir la pobreza y lasdesigualdadesextremas; tercero, redistribuir la renta
general mediante servicios e impuestos progresivos; cuarto, garantizar la ciudadaníasocial.
Podemos considerar a los modelos en función de la equidad y la eficiencia.

Alto: nórdico. Medio-alto: continental. Medio-bajo: anglosajón. Abajo: mediterráneo.

Losmodelos continental y nórdicoson más equitativos en la reducción del riesgo de pobreza


que el anglosajón y que el mediterráneo.

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Losmodelos anglosajón y nórdicoson más eficientes en lo que se refiere a garantizar elevadas tasas de
ocupación.

Modelocontinental: tasas de ocupación medias. Modeloanglosajón: tasas de equidad


relativamente bajas. Modelomediterráneo: tasas de ocupación bajas y equidad baja.

3.2.- La construcción de un pensamiento alternativo: la nueva izquierda y la nueva derecha

Contrariamente a lo que presuponían las tesis del final de las ideologías de finales de la
década de 1950, las décadas de 1960, 1970 y 1980 serán de un fuerte enfrentamiento
ideológico y de una recomposición de las posiciones de derecha y de izquierda desde
paradigmas y principios relativamente nuevos. Se da, además, el hecho de que muchas
de estas "nuevas" ideologías tienen sus orígenes en la década de 1920 y 1030, y se
caracterizan por impulsar miradas críticas de las sociedades del Bienestar (o la
opulencia).

3.2.1. Crisis de 1973 y crisis del keynesianismo

La crisis económica que se inicia en 1973 (paro masivo e inflación) debilitó las teorías
keynesianas y dio alas a la crítica neomarxista y, sobre todo, a la libre cambista
(neoliberal), libertarista y neoconservadora.
Las políticas de demanda (inversiones públicas para que la población tuviera trabajo
y recursos para consumir y dinamizar la economía) que fueron la base keynesiana
para hacer frente al paro y al crecimiento de la inflación son ineficaces desde 1973.

En ese momento, con sociedades opulentas y sectores públicos más fuertes que en
1929 o 1945, las inversiones públicas no logran reducir el paro, aumentan aún más la
inflación y generan déficit público sin reactivar la economía.

3.2.2. Las críticas “marxistas” en el EB

Ante la crisis de 1973y el fin del ciclo de prosperidad económica iniciado después del
IIGM.La izquierda marxistaentenderá que:

El capitalismo no puede evitar crisis periódicas, a pesar de las reformas keynesianas.

El capitalismo tiene una lógica estrictamente ineficaz, irracional y destructiva: las


crisis son inevitables e implican redistribución social y económica. Cada crisis
capitalista comporta una transferencia de recursos de abajo arriba hasta que se

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recupera la tasa de beneficio del capitalismo dominante. Es decir, todas las crisis
capitalistas se solucionan con transferencias de los más pobres a los más ricos.

El Estado de Bienestar desmoviliza a los trabajadores, los acomoda y los hace poco
combativos; pero no cambia las relaciones de producción. Contribuye a eliminar el
horizonte revolucionario y la capacidad de lucha y autoorganización de los trabajadores.

Las primeras críticas al EB vendrán de esa izquierda marxista formada por


socialdemócratas radicales, grupos neocomunistas occidentales y una diversidad
notable de grupos marxistas.

Estas izquierdas serán derrotadas en los años 70 y 80 del siglo XX. El golpe de estado de
Chile en 1973 y la imposición violenta de las políticas neoliberales durante la dictadura
chilena fue el inicio de la aplicación de políticas neoliberales y del fin de los intentos
neomarxistas de cambio social profundo en el segundo mundo occidental; mientras que,
en el primer mundo occidental, las derrotas de los postulados socialdemócratas
keynesianos y el impulso de las tesis neoliberales.

El triunfo de las tesis neoliberales (exaltación del mercado como elemento de


intercambio y ordenación social en base a iniciativas individuales, y negación
de la sociedad como elemento estructurador de la vida humana) se pueden
contextualizar con la victoria electoral de Margaret Thatcher en 1979 en
Reino Unido y la derrota de los sindicatos en 1985; y con la victoria electoral
de Ronald Reagan en EEUU en 1981 y el impulso de una política económica
(similar a la de Thatcher) basada en la oferta, la reducción de los impuestos a
los más ricos para aumentar los intercambios económicos, la desregulación
económica y la reducción del gasto público; reduciendo las preocupaciones
redistributivas. Por último, el fracaso de las políticas keynesianas de apoyo a
los parados y de nacionalizaciones del gobierno de unidad de la izquierda
francés presidido por Mitterrand (1981),

3.2.3. Nueva derecha neoliberal y neoconservadora

Las nuevas derechas que alcanzan una posición hegemónica en la década de 1980
insistirán en que el problema del EB es la ineficacia del gasto público y el
intervencionismo estatal. Es necesario conseguir que el estado haga menos cosas y
que haya más iniciativa privada y personal.

Idea central: revertir al Estado y aumentar el peso del mercado en el gobierno de la


sociedad. Se insiste en dos fenómenos.

Las tesis librecambistas tendrán como centro intelectual principal en Facultad de


Economía de la Universidad de Chicago, liderados por el Milton Friedman y los

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llamadosChicago boys,que defienden la expansión del mercado y la mercantilización de las
relaciones individuales y, en consecuencia, la reducción de las funciones sociales y
económicas del estado, como forma de progreso económico y buen funcionamiento de la
sociedad.

La idea central de la escuela librecambista austríaca es que la planificación desarrolla una


burocracia coercitiva, no es practicable en términos de racionalidad económica e impide
la innovación productiva, y los tres motivos llevan al fracaso más radical. Nace en los
años 30. Quedaron como ideas marginales, en los años 50 y 60 del siglo XX. Pero tendrá
una importancia considerable después de la crisis del estado del bienestar en los años 70
del siglo XX, alimentando las concepciones neoliberales que dominan el mundo desde
1980.

Esta escuela consideraba que la gran crisis del capitalismo de 1929 (y todas las crisis
del capitalismo, por extensión) se debió a la falta de creencia social en el libre
mercado ya su insuficiente desarrollo en el mundo avanzado. Había que cambiar
esta realidad, para hacerlo el Estado debía ponerse al servicio del desarrollo y la
popularización del libre mercado, del capitalismo popular, del individualismo
competitivo y del debilitamiento de los “tropiezos” públicos o comunitarios en el
mercado y de la iniciativa individual. Políticas de Thatcher y Reagan en la década de
1980 y dominantes en el mundo occidental a partir de 1990.

En paralelo, existe un renacimiento de tesis neoconservadoras: el valor de la familia


como elemento educador, las comunidades religiosas como forma de socialización
colectiva. Y también un incremento de propuestas individualistas: autoayuda, los
problemas no son sociales son individuales, el fracaso social es producto de las
decisiones individuales. Y, por último, de propuestas libertaristas: los individuos
deciden libremente en el mercado la solución a todas sus necesidades y deseos de
tipo económico, vital, formativo e incluso emotivo.

Todas estas “nuevas” propuestas insistirán en la década de 1980 en cuestiones


como:
En lacrisis de gobernanza.Originada por la intervención del Estado. Las instituciones no
pueden asimilar la demanda política ilimitada, pues las demandas suelen ser infinitas y
los recursos son limitados. Críticas en exceso de democracia, porque la participación
política activa aumenta las demandas de bienes públicos.

Y en lasobrecarga de estado.Desde concepciones plurales, se afirma que los grupos


tienen cada vez más unas expectativas más altas, parciales y específicas,
independientemente de las necesidades generales o colectivas, siendo las demandas a
menudo contradictorias entre los diferentes colectivos.

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Los neoliberales afirmarán que la competencia política alimenta promesas, a menudo
contradictorias. Los gobiernos no tienen suficiente autoridad para miedo a perder votos, lo
que crea desconfianza en el Estado y aumenta la sensación de que no se toman las decisiones
correctas: círculo vicioso. El crecimiento del gasto público aumenta de forma considerable e
injustificada. La competencia electoral había generado una extensión de los derechos sociales
(afirmar derechos tiene pocos costes políticos) sin aumentar los impuestos (subir impuestos
tiene unos costes políticos elevados).

Además, existía un problema de gasto público: los costes de demanda actuales se


deben a decisiones pasadas (baja responsabilidad política) y la reducción del gasto
público es impopular y tiene costes electorales potenciales (bajos incentivos para
cambiar).

Por último, el crecimiento de la intervención estatal ha dado poder a los burócratas sobre
los políticos.

El Estado de Bienestar y la democracia social son incompatibles con la ética de la


responsabilidad personal y la libertad política y económica.

El EB es antieconómico. Elimina del mercado los incentivos de inversión y trabajo.

Es improductivo. Provoca el crecimiento de las burocracias públicas y debilita a los recursos


humanos y económicos en el ámbito privado. Ineficaz e ineficiente.

Niega la libertad en la provisión y el consumo de los servicios públicos: sanidad, educación,


antigüedad, etc.

La subida y la escalada de impuestos es incautada. Propuestas: status mínimo,


privatización de servicios, reducción de burocracias, contención de los sindicatos.

Ante el cambio de paradigma de los años setenta y ochenta, se han multiplicado


los conflictos y alternativas que desafían el pacto social y político en el que se
instaló en EB durante su época clásica.

Los conflictos, desde los años setenta, pese a las tesis neoliberales, conducen a
fenómenos diversos ya menudo contradictorios:

Revuelta fiscal (críticas a niveles de impuestos, descontentos con la contribución


desde niveles muy bajos de riqueza, lógicas para evitar pagar impuestos de los más
ricos que promueven la filantropía, evasión fiscal, economía sumergida), quejas sobre
servicios públicos burocratizados y considerados ineficientes.

Y también ataques directos al EB, al papel del Estado y la administración, y al significado y valor
de los servicios públicos.

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Pero también a que buena parte de los ciudadanos a menudo apoyan la
existencia de servicios públicos o privados (mantenidos con fondos públicos) de
Bienestar y piden su incremento; pero, paradójicamente, afirman haber perdido
la confianza en el Estado y consideran excesivos los impuestos.

3.2.4. La nueva izquierda y la nueva derecha: el avance del individualismo neoliberal

La izquierda y la derecha, que progresivamente se abrirán paso después de los años 70


(en España, desde mediados de los 80) del siglo XX, serán esencialmente
postmaterialistas, posmodernas y, en buena medida,dentro de cada estado-nación, será
"neoliberal",dejarán atrás la centralidad del conflicto social y religioso que había
caracterizado a los siglos pasados, que serán, en parte, sustituida por la multiplicación de
los aspectos problemáticos, de los sujetos políticos y de las preocupaciones de liberación,
y reconocimiento de nuevas realidades.
En mayor o menor medida, la nueva izquierda centrará su atención en los nuevos
movimientos ecologistas, feministas, identitarios, antimilitaristas, etc., y más allá del
éxito político concreto de los partidos verdes, ecosocialistas, panteras grises,
neonacionalistas, etc. ., acabarán impregnando y cambiando la naturaleza de los partidos
de tradición socialdemócrata y comunista, hasta convertir a los socialdemócratas (y los
comunistas) en una especie de partidos de los derechos civiles de los nuevos “ismos” y
del mantenimiento de los sistemas del bienestar; pero sin una alternativa al nuevo
modelo neoliberal.
Los partidos de tradición socialdemócrata y comunista comienzan a distanciarse del
«conflicto social» como único y principal eje de la acción política desde los años 80.
La nueva derecha exaltará el individualismo social y los conceptos de libertad de elección,
iniciativa individual/privada, autoresponsabilidad y estabilidad. Y redefinirá el concepto
de igualdad circunscribiéndolo a la igualdad formal legal y al uniformismo social.

Defenderá la pérdida de poder y capacidad de ordenar la realidad del estado y la


«despolitización» de áreas de gobierno: economía, cuestión social...
El neoconservadurismo hará hincapié en los valores tradicionales y en las formas
familiares y comunitarias de atender a los problemas colectivos.
El neoliberalismo (un concepto en gran medida inconcreto) reivindicará el mercado y la
iniciativa privada como motor de la sociedad. Serán resistentes al reconocimiento político de
algunos derechos civiles. Generalmente contrarios o resistentes al ecologismo y al feminismo
más igualitarios, pero aceptarán la parte más superficial de los discursos de los nuevos
«ismos».

15
La nueva derecha será, además, "revolucionaria"; es decir, quiere tomar la iniciativa y
cambiar las cosas.
Dejará atrás el conservadurismo tradicionalista y de orden, resistente a los cambios.

La sociedad que quiere es dinámica y pretende modificar a fondo el orden "socialdemócrata",


"social liberal" y "socialcristiano"

Por eso pondrá en lugar central la ortodoxia económica (control del déficit,
desregulación, liberalización, retirada del estado de la economía, etc.), que se convertirá
en un pensamiento único (sólo hay una única solución) por ausencia de alternativa.

Progresivamente, el valor monetario de las cosas, incluidas las personas, será la mayor
medida de muchos fenómenos sociales vitales, cambiando cualquier otro criterio de
valoración de la sociedad y de los bienes colectivos.

Paradójicamente, la escuela económica neoclásica o de la Universidad de Chicago,


que siguió los postulados de Hayek y el librecambismo austríaco, concluye que la
gran crisis del capitalismo de 1929 se debió a la falta de creencia social en el libre
mercado y al su desarrollo insuficiente en el mundo avanzado. Había que cambiar
esta realidad y, para ello, el Estado debía ponerse al servicio del desarrollo y la
popularización del libre mercado, del capitalismo popular, del individualismo
competitivo y del debilitamiento de las “tropas” públicas o comunitarias al mercado y
de la iniciativa individual. Políticas de Thatcher y Reagan en la década de 1990,
Tratado de Maastrich, expansión de la globalización...

En la década de 1990, tras la caída del muro de Berlín, parte de la derecha, influida
por la tesis del fin de la historia, asumirá concepciones "apocalípticas" (fin de la
historia y victoria de una idea final para todo el mundo) y "utópicas" (una sociedad
libre de conflictos esenciales), y creerá posible una extensión mecánica global de la
democracia y la forma de vida americanas, a la vez que intervendrá militarmente en
países con valor estratégico por razones geopolíticas (Serbia o Afganistán) o por sus
reservas de combustibles fósiles (Irak o Libia).
En paralelo a predominio de las tesis neoliberales o librecambistas, existen fenómenos
sociales complejos como:
Cambios demográficos enelciclode vida: aumentar los años de vida, el ciclo de vida
pasivo y disminuye el activo. Rotura hacia 2030. Afectan a las políticas de salud y
pensiones. Nuevas pandemias en Occidente.
Cambios sociales: Sociedad postmoderna, pérdida de valor de la clase trabajadora y
de la clase media tradicional: dualismo de sectores cualificados (exigencias de
calidad y políticas personalizadas) y no calificados (necesidad de políticas que no les
abocan a la marginalidad). Fragmentación de sujetos. Terceras y cuartas
revoluciones industriales.

16
Cambioseconómicos:globalización, dominio y modificación del capital financiero.
Robotización.
Cambiospolíticos:crisis de legitimación de los gobiernos, pérdida de valor del estado-nación,
lucha por la hegemonía internacional, fragmentación del poder, aparición de lógicas de poder
económico autónomo del poder político.

Cambios socioecológicos:crisis ambientales derivadas del calentamiento global, pérdida de


biodiversidad (sexta gran extinción) y agotamiento de los combustibles fósiles y de recursos
minerales.

Incremento de las desigualdades.La desigualdad social no ha dejado de incrementarse


desde la década de 1980.
Muchos estos fenómenos que ha facilitado el predominio del pensamiento neoliberal han
acabado por debilitar el neoliberalismo.

3.2.5. La teoría crítica de la escuela de Franckfurt

La teoría crítica es, en esencia, un marxismo heterodoxo nacido en el período de


entreguerras, que desarrolla gran parte de sus principales análisis durante el crecimiento
del totalitarismo nazi y que acabará teorizando las transformaciones de la sociedad del
bienestar y la renovación del marxismo en los márgenes, principalmente, del movimiento
obrero.

La teoría crítica se refiere al pensamiento desarrollado por la Escuela de Frankfurt,


un movimiento intelectual con sede en el Instituto de Investigación Social de la
Universidad de Frankfurt, Alemania.

La escuela se creó en época de entreguerras. Con la llegada del nazismo al poder, los
miembros de la Escuela se refugiarán en Estados Unidos, aunque muchos regresan a
Alemania (República Federal) después del IIGM.
Los creadores de esta escuela eran intelectuales marxistas contrarios, por lo general, a la
militancia en partidos obreros (comunistas o socialdemócratas).
Los pensadores de esta escuela empezaron a reflexionar sobre el hecho de que la
revolución socialista no hubiera tenido lugar en un país industrial avanzado (Inglaterra o
Alemania) como preveía el marxismo y hubiera tenido lugar en un país agrario y
desarrollado (Rusia).
Esto les llevó a criticar y revisar el marxismo decimonónico ya desarrollar nuevas
teorías, a menudo calificadas de neomarxistas e incluso de posmarxistas.
La teoría crítica parte de la consideración de que el marxismo realmente existente se
limitaba a reproducir tópicos, esquemas y frases hechas de los pensadores marxistas, y

17
especialmente de Marx y Engels, de forma acrítica, como si fueran «mantras»,
letanías o invocaciones mágicas o religiosas.
Y entendían que el contexto económico, político y social de los años 20 del siglo XX era
muy diferente al planteado por Marx en sus análisis centrales (centrados en la Inglaterra
de mediados del siglo XIX) y por eso era necesario reinterpretar la teoría original
marxista.
Y, además, recordaban que "Marx no se llamaba marxista" y defendía una relación
dialéctica entre "teoría" y "práctica", por lo que la teoría crítica subrayará que el
conocimiento se constituye en contacto con la realidad y analizándola , y no
mediante la reproducción acrítica de conceptos del pasado.
En este sentido, la teoría crítica defenderá radicalmente que no existe una separación entre el
sujeto y la realidad,y la realidad en la que se actúa o se analiza. No existe separación entre
quien investiga o actúa y el aspecto o hecho estudiado o el mundo en el que se desarrolla la
acción.

De acuerdo con esto, todo tipo de conocimiento dependerá siempre de las prácticas de la
época y de la experiencia de quien tiene conocimiento.

No hay análisis absolutamente "objetivo". No existe, por tanto, una teoría pura y al
margen de las épocas y las personas, que pueda sostenerse a lo largo de la historia sin
cambios.
No hay nada intemporal, ni en el pensamiento, ni en el marxismo. Todo es producto de la
historia y todo está sometido a los cambios de la historia.

En consecuencia, el conocimiento sistematizado y la ciencia se desarrollan de acuerdo con los


cambios de la vida social.

La praxis (la práctica, las acciones humanas, en el pensamiento marxista) está


relacionada de forma permanente con el conocimiento científico que existe en un
momento histórico determinado y su transmisión social.
Partiendo de estas consideraciones, la teoría crítica prestará especial atención al
contexto de la sociedad para entender la realidad y se opondrá a las teorías cerradas (y al
marxismo ortodoxo) de carácter casi religioso.
Se abrirá al pensamiento sociológico, a la psicología y tratará de vincular marxismo (el
problema es social, objetivo y consciente) y pensamiento psicológico (el problema es
individual, subjetivo e inconsciente).
Sin embargo, no tiene en cuenta las ciencias físicas y biológicas. En parte por la ignorancia y el
gran miedo habitual de la izquierda al “biologismo” o la creencia anticientífica en la que los
humanos seríamos una especie, a diferencia del resto de los animales, sin carga biológica y
que naceríamos siendo una especie detabula rasasobre la que se

18
construirían a través de la cultura y la educación todos los principios y comportamientos
humanos.

Entre los principales pensadores de la Escuela de Frankfurt destacan Walter


Benjamin, Theodor Adorno,Herbert Marcusse, Max Horkheimer,Erich Frommy
Jürgen Habermas.
La particularidad de esta escuela de pensamiento es que, a pesar de tener una fuerte base
marxista, es un movimiento intelectual, esencialmente universitario y sin voluntad de
vincularse al movimiento obrero militante, contrariamente a lo que había sido la tradición
marxista hasta entonces.

Con la eclosión de Mayo del 68 y la aparición de neomarxismos juveniles y universitarios,


la mayor parte de estos autores serán releídos y reivindicados como inspiradores de los
nuevos movimientos políticos de esa época, especialmente Benjamin, Adorno, Marcusse
y Fromm.
Su influencia se concretará en Occidente en la reivindicación de marxismos más
heterodoxos e intelectuales, en la crítica al movimiento obrero y los partidos obreros
tradicionales, por su “conservadurismo”; en la valoración de la liberación personal, y en la
afirmación de nuevos sujetos colectivos.
En su crítica social, autores de la Escuela de Franckfurt, especialmente Marcuse,
afirmarán que el movimiento obrero organizado (y con él los partidos socialdemócratas y
comunistas occidentales) eran grupos sociales que pertenecen a la nueva clase
conservadora, puesto que no tenían objetivos diferentes a los capitalistas. En
consecuencia, habían dejado de ser los sujetos revolucionarios. Los nuevos sujetos
revolucionarios, transformadores potenciales de la realidad, deberían ser elementos
periféricos en el sistema: pueblos del tercer mundo anticoloniales, jóvenes, estudiantes,
subempleados...
De forma paralela, teóricos de la posmodernidad de los años 60 y 70, como Foucault,
apuntarán que los nuevos movimientos revolucionarios serían los feminismos, los
movimientos por los derechos civiles, los defensor de minorías étnicas y lingüísticas...
En la crisis de 1973, las teorías de la Escuela de Franckfurt contribuirán a alimentar las
críticas marxistas o neomarxistas en el EB, ya reforzar las posiciones de una izquierda no
obrera, que acabará dominando las posiciones de la izquierda occidental después de
1990. Aunque lo hará lejos de la retórica "revolucionaria" o antisistema.

19
3.3.- El surgimiento de nuevos planteamientos ideológicos: pacifismo, ecologismo y
feminismo.

Antes, pero de la crisis de 1973 y del cuestionamiento del EB desde posiciones, sobre
todo, neoconservadoras y neoliberales tiene lugar, a partir de la segunda mitad de la
década de 1960 de nuevos planteamientos ideológicos, a menudo llamados
postmateriales. En términos históricos, de forma convencional, se sitúa en 1968 el punto
de inflexión de estos movimientos.

3.3.1. Mayo del 68 y la contracultura: la rebelión inconformista


Mediáticamente, mayo del 68 es visto como una "revolución" y así es nombrado por
parte de los que participaron o se sienten inspirados. Sin embargo, aunque tuvo
momentos y lógicas con aspectos revolucionarios, las movilizaciones del 68 fueron
fundamentalmente una rebelión inconformista y crítica con la sociedad moralmente
conservadora y opulenta (sin preocupación por la supervivencia) que surgió después
del final del IIGM. Una rebelión protagonizada por la mayor generación joven en
términos relativos de la historia.
Algunos datos
1953: Marcuse, de la Escuela de Frankfurt exiliado en EEUU, publicaEros y civilización
1955: Píldora anticonceptiva:el sexo se desvincula de la reproducción 1959: Revolución
cubana: anticolonialismoy antiimperialismo 1962: inicio del Concilio Vaticano II:
aplazamiento de la Iglesia católica
1962: Inician su carrera The Beatles:cambio en la cultura musical juvenil
1963: Asesinato JFKennedy e inicio de la guerra de Vietnam:afectará
progresivamente a la juventud de EEUU
1968: Lucha por los derechos civiles y asesinato de Martin L. King el 4 de abril

1968 Francia: desde enero protestas contra la política universitaria

22 de abril: protestas de estudiantes por detenciones de estudiantes pronordo-vietnamitas

28 de abril: cierre de la Universidad de la Sorbona y decisión de los estudiantes de


boicotear los exámenes
2 de mayo: estudiantes de extrema derecha asaltan la universidad

3 de mayo: estudiantes y profesores exigen la liberación de los detenidos y la salida de la


policía y la extrema derecha de la universidad
6 de mayo: los detenidos acuden al juzgado, noche de barricadas en el Barrio Latino, dura represión
policial, el 60% de la población francesa a favor de los estudiantes

20
10 de mayo: 2ª noche de barricadas en París, cientos de heridos 11 de

mayo: los carros blindados militares se despliegan por París 13 de

mayo: huelga general en toda Francia

14 de mayo: parte de las principales fábricas francesas inician una huelga permanente,
manifestaciones masivas y confraternización obrera y estudiantil. Sensación de vacío de poder
en las instituciones. Miedo a la toma del poder por los «revolucionarios»

25 de mayo: el gobierno propone iniciar negociaciones

27 de mayo: acuerdos por los que los trabajadores ganarían un 12% más 28 de

mayo: rechazo de los acuerdos por los trabajadores. Temor a un golpe de estado

29 de mayo: manifestación masiva por un cambio social y democrático

30 de mayo: manifestación masiva gaullista (derecha) en defensa de la República. De


Gaulle (presidente de Francia y héroe de la IIGM) convoca elecciones parlamentarias.
7 de junio: continúan los disturbios, los trabajadores comienzan a volver al trabajo 10 de

junio: muere un estudiante, la tensión aumenta

12 de junio: prohibición de los grupos de extrema izquierda y de las manifestaciones durante 18


meses

A lo largo de junio: los trabajadores vuelven al trabajo por acuerdos y por la acción de la policía

23 y 30 de junio: elecciones al parlamento. Victoria gaullista, 293 diputados, PC 34 diputados, y


los socialistas quedan reducidos a 61 diputados. La izquierda pierde a más de la mitad de los
diputados que tenía

El movimiento estudiantil desaparece rápidamente cuando llega el verano.

En mayo francés de 1968 (y los movimientos juveniles de finales de los 60 y 70) cambiará
muchas cosas; pero sobre todo es una rebelión (no una revolución) contra la sociedad de
la posguerra, preocupada por la supervivencia y la seguridad material; socialmente muy
jerárquica y bastante rígida en las relaciones sociales. Muy conservadora en las
costumbres sexuales y sociales. Es una rebelión que hace evidente, de repente, el cambio
en la cultura política de la gente más joven y el avance de los valores postmaterialistas y
desarrollará discursos “contraculturales” (contra la cultura dominante hasta el momento)
en todos los ámbitos sociales.
Los síntomas de los cambios en los sistemas de valores eran múltiples durante toda la década
de los 60. Aunque los cambios más intensos inicialmente no estaban en Europa, sino en EEUU.
De hecho, el pacto constituyente americano WASP (white, anglosajón y protestante: hombre
blanco, anglosajón y protestante) será cuestionado por parte de la población blanca no
anglosajona y por los que no tenían la religión protestante; pero

21
sobre todo por la población negra y por el movimiento feminista y los movimientos de defensa de
las minorías sexuales.

Coincidiendo con Kennedy en la presidencia, la sociedad americana inicia una intensa lucha
política y social por los derechos civiles, por la expansión de las políticas de igualdad y por los
derechos de «minorías» y sectores tradicionalmente marginados.

Los ciudadanos negros protagonizan la multitudinaria marcha sobre Washington; las mujeres
reclaman derechos impulsando el movimiento feminista; los jóvenes protestan por la
intervención bélica en Vietnam, gays (y lesbianas) comienzan a organizarse.

Avanza el movimiento pacifista. Aparecen movimientos radicalizados de defensa de la


población de etnia negra y reivindicación de la negritud como las Panteras Negras.

La Universidad de Berkeley (California), a la que habían llegado pensadores europeos de


la Escuela de Frankfurt, se convierte en un centro de exigencia de un cambio en las
relaciones sociales y vitales, también en las costumbres sexuales y en las formas de vida:
es el momento de expansión del movimiento hippie, el neonaturismo, el budismo
occidentalizado y los movimientos de liberación personal vinculados a fenómenos como
el consumo de drogas y la psicodelia.
En Europa, mayo francés tiene fuertes consecuencias sociales y culturales, pero también
políticas e intelectuales.
Hace emerger los valores postmateriales y pone en marcha un cambio cultural, que no se
ha aurado (aunque estamos viviendo una reacción en contra muy fuerte) y que comporta
un cuestionamiento y alivio de las estructuras jerárquicas:

un cambio en la forma de entender la sexualidad, en la posición y la evaluación


social de las mujeres, en las relaciones familiares, en las formas de enseñanza, en
la aparición de los valores ambientales y que, políticamente, ayudó al desarrollo
de un marxismo intelectual muy radicalizado y ajeno al movimiento obrero, un
cuestionamiento de los partidos obreros previos al IIGM, y especialmente de los
PC, que después inician sus crisis terminales en Occidente, una reivindicación de
actitudes rebeldes (no revolucionarias), iconoclastas y socialmente impactantes,
como forma de acción social y política revive un cierto anarquismo antipolítico y
antiautoritario, y facilita la aparición de movimientos de grupos, de liberación
étnica o sexual, y la aparición de nuevos sujetos políticos cada vez más
diversos,liderando transformaciones sociales (mujeres, jóvenes, pueblos
oprimidos, naturaleza, etc.).
Los sujetos políticos que deben ser liberados y emanciparse se fragmentan En este
sentido, cabe destacar lacontraculturade los años 70 del siglo XX.
Un movimiento de cuestionamiento de las convenciones sociales y el autoritarismo, que
exaltaba la irreverencia, el cuestionamiento de todas las formas de autoridad (también

22
científica). Hacía una valoración positiva (a menudo acrítica) de todo lo que fuera
«nuevo», «rebelde» y «rompedor» en el arte, la cultura, la forma de vestir, la forma de
vivir, la reivindicación de visiones mitificadas de las filosofías orientales, de la
antipsiquiatría, la consideración de la sociedad como «sistema» opresor de la
individualidad natural. Y la valoración de las formas de vida «alternativas», de las
medicinas «alternativas», el cuestionamiento de la medicina «oficial» y de todos los
saberes «convencionales» y...
Con el tiempo, buena parte de la rebelión contracultural quedó reducida a nuevas formas
de marketing y nuevas formas de convencionalismos sociales.
Sin embargo, en el caso de EEUU, hay que tener en cuenta que la lógica de los movimientos
por los derechos civiles de la población negra y los movimientos contraculturas y de
afirmación identitaria de la población blanca tienen dinámicas diferentes y no necesariamente
convergentes.

3.3.2. Nuevas ideologías: pacifismo, ecologismo y feminismo

Pacifismo
El pacifismo contemporáneo occidental tiene orígenes diversos. Por un lado, la
defensa de lalucha pacíficacomo forma de acción política transformadora (Gandhi y
ML King); por otra, lalucha contra todo tipo de violencia,la guerra y el militarismo;
en tercer lugar, lalucha contra la guerra de Vietnam; y, finalmente, el
antiamericanismodominante en buena parte de la izquierda radical europea y en
parte de la derecha.
Ambos componentes primeros tienen una lógica en esencia pacifista. Ambos segundos
son más coyunturales y no necesariamente pacifistas.
El pacifismo contemporáneo defiende la extensión de la democracia y los derechos civiles
y sociales, asumiendo el principio de que las democracias no hacen guerras entre ellas,
buscando la discusión y el debate como forma de llegar a acuerdos y de convivencia
pacífica. Propugnando la resistencia pacífica como forma de actuación política.
En Occidente, los tres momentos más importantes del movimiento pacifista fueron
la resistencia y la lucha contra la guerra de Vietnam a principios de los 70, la lucha
contra el despliegue nuclear en Europa en los 80 y la oposición a la II guerra del
Golfo a principios de la década de 2000.
Por lo general, más que movimientos pacifistas fueron movimientos contrarios a las
políticas belicistas de los respectivos gobiernos americanos.

23
Sin embargo, el pacifismo ha impregnado gran parte de las actitudes ciudadanas de
Occidente.

Ecologismo
Aunque desde el movimiento romántico del siglo XIX existen tendencias de
pensamiento que se oponen al industrialismo y reivindican la armonía del mundo
agrario y natural, o que en sectores del movimiento obrero (sobre todo anarquista)
de principios del siglo XX, hay "naturistas" que defienden una vida "natural" y no
agresiva con la naturaleza.

El nuevo movimiento ecologista que nace en los años 70 del siglo XX cuestionará el
capitalismo y el productivismo marxista desde nuevas posiciones, que quieren, en
términos generales, reordenar y reestructurar la forma de vida y hacer sostenible la vida
en el planeta, subrayando que les humanos desequilibramos el sistema natural integral
de la Tierra, e incluso definiendo la Tierra como un único organismo holístico. En 1972, el
informe Meadows es publicado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que
cuestiona radicalmente la idea de crecimiento infinito de la economía y la población en
un planeta con recursos y espacio finitos. También cabe destacar la publicación, por la
Universidad de Harvard, en 1971, del libro de Nicholas Georgescu RoegenThe Entropy
Law and the Economic Process(La ley de la entropía y el proceso económico).

Sin embargo, el ecologismo, el movimiento ecologista y los partidos verdes no han sido
capaces de estructurar un proyecto de gobernanza, organización de la sociedad,
economía y vida colectiva sostenible y ambiental que puede ser generalizado,
socialmente asumido y alcanzable .

En ocasiones, las propuestas del gobierno ambiental se han movido entre la necesidad
de un "gobierno de expertos o científicos" de tintes bastante autoritarios (Club Roma); en
otros, han promovido posiciones "ecosocialistas" sin un sujeto político definido y con la
voluntad de construir una nueva sociedad racionalmente organizada en términos
ecológicos y redistributivos.

En la práctica, la mayoría de posiciones ambientales han optado por cambiar las políticas
públicas para hacerlas sostenibles (con éxito irregular). Mientras que los estados se han
visto obligados a hacer frente a una emergencia climática ya un empobrecimiento
ecológico que sigue aumentando.
Los movimientos ecologistas influirán superficialmente en el discurso sobre la sociedad y
la política cuanto más avanzados sean los países y cuanto más postindustrial sea su
economía y más desarrollado su estado de bienestar y el nivel de cohesión e igualdad
social.

24
El avance del ecologismo ha dado paso a políticas públicas "ecológicas" a menudo
"cosméticas"; porque hoy por hoy la huella ecológica de los países más avanzados (sobre
todo EEUU) sigue siendo enorme y crecer cada año.
En las periferias de los países con mayor renta per cápita, los avances “ecologistas” son
menores. En los países emergentes prácticamente inexistentes. Y, en los países más pobres,
los impactos negativos son crecientes, agravados por la conversión de todas las sociedades
del mundo en sociedades predominantemente y en crecimiento urbanos.

Pese al crecimiento formal de la "sensibilidad ecológica", en las últimas tres décadas ha


quedado claro que la acción humana está provocando una desestabilización del clima del
planeta, estamos inmersos en un proceso de extinción sin precedentes de especies
vegetales y animales, la biodiversidad se reduce y el consumo de recursos energéticos
fósiles ha crecido exponencialmente y la población se ha duplicado. Ponernos frente a
una situación, según algunos grupos ecologistas, de colapso civilizatorio que alterará
todo el sistema social y político de la mayoría de sociedades del planeta con
consecuencias imprevisibles.

Feminismo
Como en el caso del pacifismo y del ecologismo, no puede hablarse de un único feminismo,
sino de muchos feminismos.

Los orígenes contemporáneos del movimiento feminista hay que buscarlo en el primer
liberalismo y, sobre todo, sufragismo anglosajón de finales del XIX y principios del XX.

Las primeras obras feministas son


Sobre la igualdad de los sexosde François Poullain (1673)
La declaración de los derechos de la mujer y la ciudadanade O. de Gouges (1791) La

vindicación de los derechos de las mujeresde M. Wallstonecraft (1792)

El actual feminismo tiene su nacimiento en la obra de Simone de Beauvoir,El segundo


sexo(1948), en la que subraya la subordinación social de la mujer, su reducción al ámbito
doméstico y exclusión del espacio público, la exclusión de la mujer del poder y de los
procesos de toma de decisión colectivos, la convertía en persona dependienta del
hombre en todas las etapas de su vida. La figura de un hombre (padre, marido, patrón...)
limitaba permanentemente la existencia autónoma y libre de las mujeres.
Beauvoir insistirá en que el género y la distinción entreellosynosotroseran un
producto social y político, no un fenómeno natural (biológico).

Al género femenino, en la construcción patriarcal, se le adjudican valores y funciones


relacionados con el ámbito doméstico y siempre siendo un género subordinado a los varones.

25
Al género masculino le correspondía el espacio público y una posición superior y de dominio sobre
las mujeres.

En esencia, la diferencia entre mujeres y hombres era una construcción social que debía ser
demolida para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres y la plena igualdad.

Las posiciones de Beauvoir tendrán una gran influencia en los movimientos feministas de los
años 60 y 70 del pasado siglo.

En base al análisis de Beauvoir nacen los movimientos de liberación y afirmación


feminista contemporáneos. Con dos variantes básicas, hasta los años 80 y 90 del
siglo XX, no necesariamente contradictorias: el feminismo de la igualdad y el
feminismo de la diferencia.
El feminismo de la igualdad nace en los años 60 del siglo XX. En debate/competencia con
el feminismo de la diferencia. Autoras: Firestone, Rubin, Friedan o Chodorov
La dominación de las mujeres se debe a la construcción social de géneros con cualidades,
capacidades y valores diferentes en función de un aspecto meramente biológico: el sexo.

La lucha debe centrarse en remover todas las desigualdades que marginan a las mujeres y,
por tanto, es necesario conseguir los mismos derechos, condiciones de trabajo, poder,
participación, decisión, etc., que los hombres en todos los ámbitos públicos y privados .

Terminando también con toda división sexual del trabajo.

El feminismo de la diferencia nace en los años 70 del s. XX. En debate/competencia con el


feminismo de la igualdad. Autoras: Gilligan, Ruddick.
La principal preocupación es construir un sujeto femenino con palabra e identidad propia
contra los abusos de la identidad masculina que dominaba el imaginario colectivo desde
siempre. Pone el acento en la biología: la diferenciación sexual.
Considera que el enfoque del feminismo igualitarista era asimilacionista y no cuestionaba
la posición subarterna de las mujeres, puesto que no tenía suficientemente en cuenta el
componente patriarcal en la estructura social y la ideología.
Gilligan opone la ética del cuidado femenino, comunitario y colectivo a la ética de la
justicia masculina, individualista y que deja la esfera pública sólo para hombres y la
privada a las mujeres.
Ruddick defiende el pensamiento (comunitario) maternal (identidad de las mujeres por ser
madres y ámbito familiar) frente al liberalismo masculino.

A partir de los años 80 del siglo XX, y de forma paralela a dos fenómenos
convergentes:
1)la multiplicación de las identidades políticas y la fragmentación de los sujetos
políticas de los años 70 y 80, y

26
2)la caída del Muro de Berlín, del socialismo real y de las grandes ideologías
omnicomprensivas
Los feminismos de las décadas anteriores serán asimilados a la vez en sus objetivos
genéricos y cuestionados en sus fundamentos teóricos por nuevas visiones
feministas: los feminismos multiculturalistas y los feminismos posmodernos o
antiesencialistas.
El feminismo multiculturalista nace en los años 80/90 del s. XX. En debate/
competencia con los feminismos anteriores y con el posmoderno y los
feminismos del s. XXI. Autoras: Young, Lugones, Spelman, Bessis.
La identidad y diferencia entre géneros sólo pueden ser útiles a las mujeres concretas si
se tienen en cuenta otros aspectos de la diferencia: etnicidad, clase, lengua, sexualidad,
etc. Pone el acento en la igualdad, pero teniendo en cuenta otras cuestiones, además del
género.
El feminismo multiculturalista critica al imperialismo cultural occidental y pone en
cuestión que el sujeto feminista sea universal, afirmando que el sujeto de las
feministas occidentales no son realmente las mujeres en general, sino SÓLO las
mujeres blancas occidentales de clase media con estudios superiores.
El feminismo no multiculturalista destacará el peligro de entender la identidad cultural
de forma esencialista, necesariamente positiva e inmutable. Las culturas son permeables
y cambian continuamente.
El feminismo posmoderno o antiesencialista nace en los años 80/90 del s. XX. En
debate/competencia con los feminismos anteriores y con el multiculturalista y los
feminismos del s. XXI. Autoras: Butler, Mouffe, Nicholson, Hekman, Phillips.
Revisa las concepciones de la identidad femenina y todas las identidades. Butler afirma
que todas las identidades son prisiones, construcciones represivas, también la de
“género” o “mujer” y cuestiona radicalmente el uso de categorías de valor universal.
Nicholson niega sistemáticamente la lógica de la diferencia y la existencia de un
sujeto «mujer» sin fisuras, idéntico en todas partes y sin contradicciones.
Butler, Mouffe o Hekman afirman que el feminismo no puede avanzar con la creencia de que
existe una identidad femenina transhistórica y transcultural, y, por tanto, hay que entender
(Phillips) que existen múltiples aproximaciones a la identidad de género y que no hay una
identidad única y verdadera.

Con el tiempo, a finales de la década de 1990 y durante las primeras décadas del siglo XXI
aparecerán nuevas tesis feministas que cuestionan los postulados intelectuales de los
feminismos de la segunda mitad del siglo XX: posfeminismos (Hoft-Sommers, Pollitt,
Strossen, Jones), postgenerismo (Haraway), transgenerismo, Teoría Queer (de Laureteis,
Butler), etc.

27
3.3.3. La reivindicación de las políticas de identidad

La lucha por los derechos civiles y la igualdad de las minorías (étnicas, religiosas,
sexuales, lingüísticas, nacionales, etc.) se multiplicarán también a partir de los años 60
del siglo pasado, dando lugar a procesos largos de afirmación de nuevos sujetos
políticos ( afroamericanos, indios, latinos, etc., en EEUU y progresivamente en el resto de
América); minorías étnicas, nacionales y lingüísticas en Europa.
Y, en paralelo, movimientos por el reconocimiento social y de defensa de los derechos de los
gays, lesbianas, transexuales, personas con minusvalías físicas o psíquicas, minorías
lingüísticas dentro de los estados, etc.); desarrollando nuevas formas de pensamiento para
hacer "inclusivas" las sociedades de los estados-nación existentes: multiculturalismo,
revisiones de las concepciones del nacionalismo, liberalismo lingüístico en favor del derecho
de las minorías, etc.

Problemas que no habían existido o que se habían subordinado a la cuestión social


emergerán y darán lugar a un sujeto multidimensional y poliédrico, escindido por
muchos y diversos conflictos, y cuyas excisiones no siempre son coherentes y
armónicas, más bien todo lo contrario .
Ya no tenemos conciencia (o cada vez menos) de pertenecer a una clase social (o, al
menos, no es la única conciencia ni a menudo la principal); ahora somos hombres o
mujeres, jóvenes o viejos, tenemos una identidad étnica o lingüística, un género sexual
determinado, una opción religiosa distinta a la mayoría, y también cambian las
solidaridades y se multiplican los agrupamientos identitarios singulares y
«apolíticos» (identidades musicales, animalistas, amantes de los bueyes, etc.).
Y todo esto enmarca nuestros comportamientos sociales y políticos, y los escinde y hace
múltiples.

3.4.- La resistencia a la desaparición del Estado del Bienestar: de John Rawls en la


tercera vía

La revisión de las tesis liberales en la posguerra de la IIGM está en la base teórica más
sólida del EB. A finales de la década de 1940, Marshall teorizó sobre la ciudadanía social
como culminación de una larga lucha en la conquista de la igualdad mínima de
oportunidades que tuvo una primera victoria con la consolidación del estado liberal
(estado de derecho) , una segunda con la transformación del estado liberal en

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estado liberal-democrático (estado democrático) y con la ciudadanía social, en estado social,
democrático y de derecho.

Sin embargo, IsaiahBerlín (1909-1997),desde las posiciones del renovado


liberalismo inglés posterior a la IIGM argumentó que en las sociedades
contemporáneas siempre habría una tensión entre principios que pueden
parecer moralmente buenos para toda o la mayoría de las personas.
Dicho esto, Berlin advertía que las personas debían ser conscientes de que no todos los
principios son alcanzables armónicamente. Existen conflictos entre derechos y,
esencialmente, existen conflictos entre principios.

La libertad y la igualdad son principios en conflicto, según Berlin. Por tanto, el estado
liberal, social y democrático, y las políticas sociales contra las desigualdades (libertad
positiva), siempre tendrían el límite de la libertad individual (libertad negativa) y la
necesidad de preservar el estado liberal.

Cuando, persiguiendo la igualdad, las políticas públicas acaban reduciendo la


libertad (responsabilidad) personal, la libertad humana acaba perdiéndose sin que
de ese modo se consiga nunca la igualdad. En consecuencia, las políticas sociales
serán necesarias pero no pueden hacerse en contra de las libertades y
responsabilidad personales individuales. El mundo puede avanzar hacia formas más
justas y equilibradas; pero nunca podrá hacerse posible una sociedad perfecta y
absolutamente democrática, igualitaria y libre.

3.4.1. Rawls

Rawls (1921-2002)buscará armonizar la libertad individual, la democracia y la


igualdad, en su teoría de la justicia y su defensa de la justicia redistributiva.
Rawls cree que es posible una sociedad democrática avanzada en la que la libertad y la
igualdad no sean principios enfrentados.

La justicia, entendida como justicia equitativa, es la garantía última de la realización de la


igualdad a través de la acción política activa para garantizar las libertades básicas a todas
las personas de una comunidad política por igual, y al mismo tiempo para promover
políticas que reducen sustancialmente las desigualdades sociales y económicas para
garantizar la posibilidad de que todas las personas puedan llevar a cabo su proyecto de
vida.

Para Rawls, el principio de libertad debe garantizar sobre todo la capacidad de ser
libres y tener autonomía para actuar en la sociedad.

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La libertad no debe entenderse únicamente como el derecho a la diferencia ya la no
interferencia, sino como derecho a tener capacidades y opciones reales de afirmar la propia
diferencia. Es decir, la libertad como acción y participación política.

La garantía de la diferencia depende y debe estar subordinada a la garantía de la


igualdad de todas las personas a un grado de libertad (positiva) real (justicia
equitativa) para poder tener autonomía y capacidad de realizar sus proyectos
singulares de vida (libertad negativa).

Esto conduce a repensar el contrato social original que dio lugar al estado
contemporáneo. Este contrato se realizó entre personas que se reconocían como
sujetos iguales en derechos y que no ponían en cuestión que tenían una realidad
social desigual.

La sociedad no puede funcionar en base a las desigualdades sociales porque la


desigualdad significa pérdida de libertad real en las personas e injusticia. Es
necesario rehacer el contrato mediante mecanismos públicos (estatales) activos de
redistribución e igualdad. Sólo así las sociedades pueden armonizar libertad, justicia
y democracia. Sólo las personas con recursos (formación, derechos, ingresos,
conocimiento de la complejidad social) mínimamente iguales pueden ser sujetos
activos en política.

El liberalismo social y las democracias liberales eran los sistemas políticos más
adecuados para garantizar que la redistribución sea justa y equitativa. Los sistemas
comunistas, al eliminar la libertad individual, impedían los proyectos de vida
personales y, por tanto, la equidad.

Rawls escribe, fundamentalmente, en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado, cuando
el EB comienza a ser cuestionado por la nueva izquierda y la nueva derecha. Sus
tesis servirán de contención, en buena medida académica y teórica, al avance de las
izquierdas no obreristas y al neoliberalismo; sin embargo, no habrá una contención
suficiente.

3.4.2. Anthony Giddens y la Tercera Vía


Giddens (1938-hasta la actualidad), es un sociólogo y politólogo con una producción
intelectual grande. Fue director de la London School of Economics y publicó dos
libros esenciales para reformar la socialdemocracia en las décadas de 1990 y 2000.
Fue asesor del líder laborista Tony Blair y un principal artífice en la transformación
del laborismo inglés en un partido nuevo, postobrerista, el New Labour. Sus
principales obras:Más allá de la izquierda y de la derecha(1994) yLa tercera vía y la
renovación de la socialdemocracia(1999).

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Históricamente, el términotercera víahabía sido utilizado por algunos grupos de derecha
cristiana y populista para distinguirse de la izquierda revolucionaria y de liberalismo
capitalista. Después de la IIGM, la socialdemocracia la había usado ocasionalmente para
hablar de un camino intermedio entre el capitalismo y el comunismo. Con el New Labour
y la victoria laborista en Gran Bretaña (1997), el términotercera víapasó a significar
políticas socialdemócratas compatibles con muchos de los cambios introducidos por el
neoliberalismo, importancia de la iniciativa privada y del mercado, voluntad de renovar la
socialdemocracia para hacerla viable en un mundo en el que el miedo al comunismo ha
desaparecido, un mundo dominado por la globalización, la apertura comercial, los
tratados de libre comercio, la crisis del Estado de Bienestar, los límites al poder de los
estado-nación, el agotamiento de las fórmulas de la socialdemocracia tradicional y auge
del individualismo y de la economía de libre mercado.
Sus trabajos tienen mucha revisión crítica de las tesis de Marx y de Weber.
Critica el marxismo y considera que su teoría económica nunca ha tenido en cuenta la
capacidad del capitalismo para innovar, para cambiar, crecer y ampliar mercados y
productividad. Y considera que los mercados son unos buenos generadores de
información calificada sobre las preferencias de compradores y vendedores, y, por tanto,
unos proveedores esenciales de muchos bienes y servicios de la sociedad.
Por eso la URSS, lejos de superar a EEUU como se especulaba en los años 60 del siglo
XX, fue más ineficaz y fracasó dramáticamente.
Giddens considera que el mundo, y especialmente el mundo Occidental, es
profundamente diferente después de la caída del comunismo en la Unión Soviética y en
los países de Europa Oriental (1989-1991), con la crisis del Estado de Bienestar y el
agotamiento de las políticas socialdemócratas clásicas en los países de Europa Occidental
(1973-1981), y por el impacto exitoso del gobierno librecambista de Thatcher y del
thatcherismo en Reino Unido (1979-1997).
Por eso es necesaria una Tercera Vía. No entre liberalismo capitalista o obrerismo
revolucionario, ni entre capitalismo y comunismo; sino entre socialdemocracia
tradicional y neoliberalismo; es decir, una suerte de socioliberalismo.
Es necesario, por tanto, renovar la socialdemocracia y cambiar las bases del EB, ya que el
Estado de Bienestar, gestionado a la manera clásica, crea muchos problemas y no soluciona
los problemas de forma adecuada.

La socialdemocracia no debe ponerlo todo en manos del estado y de la iniciativa pública.


Es necesario dar más espacio y posibilidades a la libertad individual y la elección personal.

El estado debe retroceder y no intervenir tanto en la vida social y económica, la


sociedad civil debe ganar fuerza, la economía de oferta genera más innovación que

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la economía keynesiana de demanda, los mercados y los intercambios mercantiles
ordenan mejor muchos sectores sociales y económicos, debe pasarse del Estado de
Bienestar (que trata de proteger a los ciudadanos durante toda su vida de manera
homogénea) a una Sociedad del Bienestar que permite a las personas organizar su
sistema de bienestar de forma personal, y, además, la socialdemocracia tradicional
tenía una débil conciencia ecológica y feminista, y esto debe ser superado.

No se trata de abrazar al thatcherismo o al neoliberalismo. No se trata de defender


un gobierno mínimo, unos individuos y una sociedad civil situados al margen del
espacio público, no se trata de desregular el mundo laboral, ni de defender un
individualismo económico radical, ni una globalización gobernada por la ley del más
fuerte, ni políticas antiecologistas y antifeministas como impulsaba el thatcherismo,
según Giddens.
Los estados-nación no habían perdido todo su poderío histórico; pero en el mundo global
los estados debían encontrar formas de gobierno mundial a través de Naciones Unidas,
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del
Comercio, la OCDE, el G-7 e iniciativas regionales como la Unión Europea, Mercosur,
NAFTA, Tratados de Libre Comercio y nuevas formas de cooperación e intercambios
internacionales.
Es necesario encontrar una forma de gobierno mundial ordenado y colaborativo, basado en el libre
comercio y en el respeto de los intereses de los diferentes estados.

Aunque los defensores de la Tercera Vía hablan de centro radical, Giddens la define
como un proyecto de centro-izquierda distante y crítico con el capitalismo
descontrolado que defienden los libertaristas y los librecambistas neoliberales, de las
tesis aún reminiscentes del marxismo-leninismo y, como hemos dicho, de la
socialdemocracia keynesiana: un sistema de competencia regulada y amplias
libertades individuales.
Para la izquierda socialdemócrata keynesiana y las izquierdas no socialdemócratas,
la Tercera Vía era una forma de neoliberalismo. Para la derecha neoliberal, una
forma más de socialismo. Para el liberalismo político una forma moderada de
socialdemocracia o una forma de liberalismo social avanzado.
El momento álgido de la Tercera Vía será en los últimos años del siglo XX y los primeros
del XXI, la crisis de la Gran Depresión iniciada en 2007 ha debilitado profundamente las
tesis de la Tercera Vía. Aunque no ha sido superada por otra construcción teórica.

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