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El lenguaje reubicado

por: Alain Costes

Elaboró:
Mauricio Fernández Arcila (Dpto Psicoanálisis – UdeA / Medellín, Colombia)
Para el curso “Realismo del inconsciente” (año 2020)
A lo largo de toda su obra Freud siempre localizó a las
representaciones-palabra en el sistema preconsciente
Carta a Fliess 06-dic-1896
Freud-98b La interpretación de los sueños

Freud-10k Formulaciones sobre los dos principios…

Freud-15d Lo inconsciente

Freud-15g Duelo y melancolía

1925 nota a “La interpretación …”


Es impensable que Lacan haya ignorado la
posición invariable y muchas veces reiterada de
Freud respecto a la ubicación del lenguaje.

Lacan sabe que, en este punto, no es freudiano.

Sobre este punto, de mala fe, arrastra consigo


(extravía) a los otros en el mismo error.
La cuestión de saber si las palabras se encuentran en el
preconsciente o en el inconsciente es determinante tanto en el
plano teórico como en el clínico, especialmente a propósito de la
interpretación

En el sueño las palabras son retraducidas a un lenguaje no


lingüístico, un “lenguaje” que, por lo tanto, no podría seguir a
priori las leyes del significante verbal.

Esas palabras son tratadas como representaciones-cosa, lo que


significa especialmente que, de ser estructuras “cerradas”, se
vuelven estructuras “abiertas”
La experiencia analítica hace “sentir” en todo analizando, una suerte de
configuración psíquica, organizada y coherente, por qué no, hasta cierto
punto administrada como un lenguaje.

El aparato psíquico está sometido al “determinismo psíquico” y, puesto


que en él circula el sentido, podría compararse su estructura a la de un
lenguaje.

Las fantasías inconscientes son concebidas por Freud como “altamente


organizadas”, y compara su organización con la del preconsciente.
Afirmaciones absolutamente inadmisibles para quien conozca la «doctrina freudiana»:
“El análisis arrojó grandes luces sobre lo preverbal. En la doctrina
psicoanalítica está vinculado esencialmente al preconsciente”
[Lacan,1955e]
“…no hay cosa sobre la que Freud insistiese más que sobre la
diferencia radical entre inconsciente y preconsciente” [Lacan,1955e]

Si Lacan quiere a como dé lugar conservar la impermeabilidad de los sistemas Pcc/Icc,


entonces debemos renunciar a ilustrar la estructuración del inconsciente a través de
las fantasías originarias, ya que para Freud esa fantasías “altamente organizadas” son
justamente una prueba del “comercio entre los dos sistemas”

“Pedir a Freud que sostenga aquello que él mismo afirma es una de las
figuras de las más redundantes de la retórica de Lacan” (André,2001)
Sin embargo, no todos se dejaron engañar. En los años 1958-1959, un número
creciente de psicoanalistas no dejarán de llamar la atención de Lacan sobre
varios textos donde Freud asignaba constantemente el lenguaje al
preconsciente y no al inconsciente.

Lo cierto es que Lacan, un año antes de Bonneval, ya había evitado


responder a sus objetores. En efecto, el 2 de diciembre de 1959, en el
Seminario 07 : la ética del psicoanálisis [1959c]

Si Lacan hubiera tomado en serio esa gran cantidad de textos freudianos en


los que se apoyaban algunos de sus discípulos para confrontarlo
incesantemente, toda su teoría lingüístico- psicoanalítica se hubiera venido
abajo inmediatamente.
En la discusión general en el Coloquio de Bonneval de la ponencia de Laplanche
& Leclaire, todos los analistas que intervienen coinciden en la cuestión de la
tópica del lenguaje

Ante la intensidad de las polémicas, Laplanche se verá obligado a desmentir


que su texto había sido escrito a posteriori, como lo insinúa Lacan en su texto-
respuesta.

La respuesta de Lacan fue redactada cuatro años más tarde y su texto no


respondía en absoluto a la cuestión tópica del lenguaje. Se la puede encontrar
en los Escritos con el título «Posición del inconsciente».
Posteriormente se presentaron otras ocasiones en las que Lacan pudo volver sobre el
espinoso tema del “lugar” psíquico del lenguaje, pero lo evitará cuidadosamente.

El prefacio que Lacan escribe a propósito de la tesis de Anika Rifflet-Lemaire, en 1970,


es una nueva ocasión frustrada: durante toda una página ironiza sobre Laplanche y
Leclaire, pero se cuida mucho para no evocar el artículo de Freud que “parece ir en
contra” de su “doctrina”.

Algo parecido ocurrirá cuando, en el seminario del 14 de enero de 1970 (Seminario 17:
El reverso del psicoanálisis), a propósito del mismo estatuto tópico del lenguaje, prefiere
describirse como un maestro magnánimo que, en Bonneval, se cuidó de no rectificar los
errores de sus discípulos en público.
¿Cómo esperan los psicoanalistas dialogar
tranquilamente con otras disciplinas si lo que
hacen es aferrarse a unas ideas falsas que
desde hace décadas hacen reír a carcajadas a
lingüistas?

Lo que demuestran es más bien su arrogancia,


que se revela especialmente eficaz para aislar
al psicoanálisis en una verdadera fortaleza
cerrada.
Elaboró:
Mauricio Fernández Arcila
Departamento de Psicoanálisis
Universidad de Antioquia
Medellín, Colombia, 2020

Para el curso “Realismo del inconsciente”

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