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Como se forman los volcanes

Los volcanes suelen formarse en los límites entre placas tectónicas, bien porque estas
se separan, creando aperturas por las que emerge el magma, o bien porque una se
desliza bajo la otra en un proceso denominado subducción.

También pueden aparecer volcanes, conocidos como puntos calientes, en zonas sin


movimiento entre placas. En estos casos, su formación se debe a la existencia
de plumas de magma ascendente. Hawái es el mejor ejemplo de punto caliente.

Los volcanes se pueden formar de dos maneras: debido a la tectónica de placas, es


decir, al continuo movimiento de las placas de la corteza terrestre de nuestro planeta
sobre el manto fundido de este, o en los llamados puntos calientes, donde el material
incandescente emerge puntualmente en una zona concreta de la Tierra.
Cuando se trata de las placas tectónicas, los volcanes suelen tener su origen en los
bordes de estas y se pueden formar de dos maneras distintas. La primera de ellas tiene
lugar en los bordes convergentes. Por ejemplo, cuando convergen o chocan una
placa litosférica oceánica y una placa continental, al ser la primera más densa que
la segunda se produce lo que los geólogos conocen como un proceso de subducción,
es decir, esta se hunde formando una fosa oceánica muy profunda. En este proceso,
tanto por la enorme fricción como por la pérdida de agua de la corteza que subduce, las
rocas se funden y se genera magma, el cual asciende debido a la diferencia de
temperatura y densidad dando lugar a erupciones volcánicas, y con ellas a nuevos
volcanes. Este es el caso de la cordillera de los Andes y sus numerosos volcanes, la
cual se formó debido a la colisión de la placa de Nazca (bajo las aguas del océano
Pacífico) con el continente sudamericano hace miles de años.
Otro ejemplo de la formación de volcanes en límites convergentes se produce
cuando colisionan dos placas oceánicas. En este caso, entre los bordes de ambas
placas se forma lo que se conoce con el nombre de arco volcánico, es decir, un
conjunto de volcanes que con el tiempo puede emerger de la superficie del océano en
forma de islas. Es el caso del arco volcánico indonesio, el de las Antillas Menores o del
conjunto de islas que conforman Japón.
Pero los volcanes también se forman en los bordes divergentes, es decir, en aquellos
lugares de la corteza terrestre en que dos placas se separan. Aquí la litosfera se
resquebraja o se debilita dejando aflorar el magma del interior de la Tierra. En esta
ocasión el magma asciende impulsado por las corrientes de convección: se trata de
magmas poco viscosos y que, por lo general, dan lugar a erupciones de baja
explosividad que forman los llamados volcanes de rift. Un buen ejemplo de ello
podemos en encontrarlo en el Valle del Rift, al este de África.
Sin embargo, por otra parte, los volcanes también se pueden formar lejos de los bordes
de placas, en los llamados puntos calientes volcánicos. Estos puntos calientes
resultan de la presencia de las conocidas como plumas del manto o plumas
mantélicas, es decir, columnas estrechas de material incandescente y fundido
procedente del manto que emergen hasta la superficie. Si una de estas plumas
volcánicas aflora en el océano formará un volcán submarino que al alcanzar la
superficie se convertirá en una isla volcánica. Además, debido a la que la corteza se
desplaza sobre el manto terrestre, y por ende, sobre las plumas de este, este tipo de
vulcanismo suele dar lugar a la formación de cadenas de islas volcánicas, como es el
caso de las islas Hawaianas o las Islas Canarias. Estas plumas también pueden
formarse bajo la corteza continental, como sucede en el Parque Nacional de
Yellowstone, bajo el cual se halla una de las mayores cámaras magmáticas de nuestro
planeta y descansa un supervolcán inquietantemente activo que lleva dormido unos
640.000 años.

¿Por qué Erupcionan los Volcanes?

Las erupciones volcánicas se producen por el calentamiento del magma del interior de
la Tierra, el mismo que busca salir a través de los volcanes.

Las erupciones volcánicas pueden provocar daños irreparables tales como la pérdida
de vidas humanas. Algunas víctimas mueren por lesiones o quemaduras provocadas
por los escombros de estructuras derrumbadas por las ondas sísmicas del volcán, o
por la lava emanada. Otros perecen por inhalar gases venenosos, y hasta hay
personas que mueren por el intenso calor presente en el área del siniestro.

Materialmente, las erupciones volcánicas son devastadoras, ya que pueden


producir sismos, deslizamientos de tierra, incendios, y hasta tsunamis si la erupción
ocurre cerca el mar.

Las cenizas pueden dañar los cultivos, contaminar el agua y la atmósfera por largo
tiempo, llegando incluso a cambiar los patrones climáticos del área.

Se distinguen tres tipos de erupciones por el mecanismo principal que las origina: 7

 las erupciones magmáticas, que son causadas por la desgasificación o


liberación de gas del magma bajo el efecto de una descompresión, que
produce una caída de densidad, que impulsa el magma hacia arriba por el
efecto del empuje de Arquímedes;
 las erupciones freatomagmáticas, que son causadas por el enfriamiento
repentino del magma por contacto con el agua y su contracción, que produce
su fraccionamiento y el aumento explosivo de la superficie de contacto agua-
magma;.
 las erupciones freáticas, que son provocadas por la vaporización del agua
en contacto con el magma, que expulsa los materiales y partículas
circundantes, quedando el magma en su lugar.

Hay dos tipos de erupciones en términos de actividad, erupciones


explosivas y erupciones efusivas. Las erupciones explosivas se caracterizan por
explosiones impulsadas por gas que impulsan el magma y la tefra.7 Las erupciones
efusivas, en cambio, se caracterizan por la efusión de lava sin erupción explosiva
significativa.8

Frecuencia y duración

La duración de las erupciones es muy variable: 1 algunas duran unas pocas horas,
como la erupción del Vesubio en 79; de los aproximadamente 1500 volcanes terrestres
activos, poco más de la mitad de las erupciones no exceden los dos meses de
actividad y poco más de cien duran más de un año. Según los estudios, hay 1,5
millones de volcanes submarinos responsables del 75% del volumen de lava emitida
cada año por todos los volcanes.2

Por lo general, hay de 50 a 70 erupciones paroxísticas terrestres por año, que duran un
promedio de 15 días.

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